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MAIZ TRANSGENICO
El momento ideal para la cosecha del maíz suele estar entre 100 y 150 días después de
haber sido sembrado, cuando la mazorca se encuentra en una condición ideal (tierna y
blanda).
Este tiempo puede variar en gran medida según el tipo y estado de la semilla, así como en
función de la zona donde haya sido sembrada y sus condiciones climatológicas.
Una vez pasado este tiempo desde la siembra del maíz, se inicia el proceso de recolección,
que podemos dividir en dos fases.
En la primera fase se deja secar el maíz de forma gradual. Esto se puede lograr mediante el
“capado” manual de la parte superior o punta de la mazorca para que su exposición al sol
sea mayor. También se puede lograr el secado del maíz mediante su doblamiento para que
la punta de la mazorca quede hacia abajo y por lo tanto esté protegida de la lluvia.
En la segunda fase, una vez logrado el grado de secado óptimo del maíz, se procede
a separar la mazorca de la planta. Esta acción se puede llevar a cabo tanto de forma manual
como mediante la utilización de maquinaria (recolecta mecanizada o semimecanizada).
Cosecha del maíz de forma manual
Además, una vez recogidas las mazorcas, será necesario su desgrane (manual o
mecanizado) y, en ocasiones, la continuación de su secado hasta lograr un grado de
humedad por debajo del 15%.
Cosecha del maíz mediante el uso de maquinaria agrícola (mecanizada o semimecanizada)
Existen cabezales específicos para la recolecta del maíz, ya que se encargan de dejar pasar
únicamente la mazorca y reducen el volumen de producto que llega a la máquina.
Sin embargo, al mismo tiempo que supone un gran ahorro debido a su eficiencia, una avería
o fallo no arreglado a tiempo puede suponer pérdidas importantes.
Una vez llevada a cabo la recogida de la cosecha, el maíz requiere de diferentes procesos
de secado, cuidados e incluso procesos de desgrane en caso de haber sido recogido
manualmente.
Aumento de malezas
Una de las repercusiones de la producción de maíz genéticamente modificado resistente a
herbicidas es el aumento de malezas resistentes a estos herbicidas, particularmente al
glifosato
En la actualidad, se pueden detectar dos o más malezas resistentes a herbicidas en los
campos de cultivo de la región Sur, que es una de las zonas más afectadas y se está
expandiendo al medio Oeste y Norte de Minnesota, Wisconsin y Michigan
Reflexiones finales
Los cultivos genéticamente modificados, pueden en un futuro ayudar a resolver
determinados problemas, siempre y cuando se eviten estos riesgos de resistencia de los
organismos a este tipo de tecnologi ́a.
Una de estas alternativas que se puede plantear utilizando la biotecnologi ́a, es el desarrollo
de cultivos resistentes a estrés hi ́drico, así como otras caracteri ́sticas particulares de cada
sitio y no homogenizar todas las zonas de siembra con un mismo tipo de organismo
transgénico, como ha ocurrido en la actualidad con los cultivos resistentes a herbicidas e
insectos que se encuentran en el mercado
Reflexiones finales
En la actualidad, no existe una poli ́tica única y adecuada que garantice la creciente confianza
que se tiene sobre los eventos transgénicos para el control de malezas
Se deberi ́a de implementar una combinació n de poli ́ticas que trate de abarcar el manejo
adecuado de las malezas, por medio de diferentes técnicas, el desarrollo de investigación
por parte del sector público, la elaboració n de planes de manejo entre los productores y no
sólo centrarse en el desarrollo tecnoló gico de las empresas semilleras
MAIZ ORGANICO
Si estás listo para cultivar maíz, prepara tus ollas y utensilios para cocinar maíz fresco y
orgánico. Mejor aún, cultivado en tu propio huerto en casa.
Historia
Quizá debiéramos llamarlo elote o tal vez choclo si nos remontamos a sus orígenes. Es que
el maíz o Zea mays var. Saccharata es un producto autóctono de América, muy usado en la
cocina aborigen. Cruzó el charco cuando Cristóbal Colón realizó sus viajes y así fue como de
las terrazas mexicanas llegó a la mesa europea, allá por las primeras décadas del siglo XVI.
Claro, quien podría negarse a su inigualable sabor…
De las recetas mayas y aztecas a la cocina mediterránea, hoy el maíz dulce es usado en
guisos, ensaladas y todo tipo de recetas frías y calientes.
La siembra
La clave para cultivar maíz es tener en cuenta la temperatura del entorno: el maíz es un
cultivo de estación caliente por lo que al momento de la siembra hay que tener en cuenta
la temperatura. Esa es su mayor exigencia pues luego sólo pide suficiente luz y algo de
espacio.
No es difícil distinguir un maíz fresco que ha crecido en un huerto orgánico: cuando está
cosechado del jardín su sabor es mucho más dulce y su textura más tierna. Para lograr estos
resultados hay algunos secretos: un suelo caliente y realizar plantaciones escalonadas antes
de que llegue la temporada de frío para así lograr una cosecha más extendida.
La siembra es muy sencilla pues basta con formar hileras de 60 a 80 cm. en la tierra para
entonces plantar las semillas con una distancia aproximada de 30 a 50 cm. Como decíamos,
lo mejor es aprovechar el tiempo cálido para hacer una siembra escalonada. El mejor
momento para realizar la segunda siembra es cuando las plantas de la primera siembra
tengan tres o cuatro hojas en los tallos.
El riego
Si bien el maíz es un vegetal de clima cálido no soporta la sequía y el calor extremo pues
entonces se producen mazorcas sin granos o bien pequeñas mazorcas. Otra consecuencia
muy común es el desarrollo pobre de las puntas de las mazorcas.
Por estas razones, el maíz requiere de un riego abundante, con una medida de unos 5 mm.
al día. Si a tu maíz le falta agua durante el momento inicial de desarrollo del grano o bien
en la época de floración tu cultivo será de una menor calidad.
Plagas y enfermedades
Estas son algunas de las plagas más frecuentes a tener en cuenta al cultivar maíz:
Barrenador del maíz: una plaga provocada por orugas que afectan los tallos y las hojas.
Piral del maíz: una larva que se alimentan de las hojas y se introducen en el interior
del tallo.
Gusano de alambre: las hembras colocan huevos que se transforman en larvas que
luego se alimentan de las partes vegetales y subterráneas de las plantas jóvenes.
Pulgones: hay diferentes tipos. En el caso del Rhopalosiphum padi, se alimenta de la
savia y afecta el crecimiento del maíz.
Las principales enfermedades son:
Antracnosis: una enfermedad causada por un hongo que provoca manchas de colores
diversos en las hojas destruyéndolas.
Bacteriosis: afecta a las hojas que se vuelven de color amarillo pálido.
Roya: es un hongo que afecta a las hojas produciendo manchas de color amarillo.
Carbón del maíz: son agallas en las hojas, mazorcas y tallos.
La poda
Hay que prestar mucha atención durante el crecimiento del maíz y realizar el trabajo
necesario para permitir que la planta crezca sin inconvenientes. En el caso de la poda,
cuando la planta alcanza los 30 cm. es necesario dejar una sola planta por golpe para
eliminar las restantes. Además, es importante romper la costra endurecida del suelo para
que las raíces superficiales se desarrollen.
La cosecha
Estamos en la recta final y falta muy poco para probar nuestro maíz recién cultivado. Las
mazorcas deben ser recogidas durante la “etapa de leche”, es decir cuando los granos están
perfectamente formados pero no completamente maduros. Un buen indicio es que esto
ocurre unos 20 días después de la aparición de los primeros pelos del maíz.
Los granos deben ser redondos y suaves, mientras que su jugo debe ser lechoso al momento
de pincharlos. Los pelos deben estar secos y ser de color café, y las mazorcas deben ser
firmes. La recolección debe ocurrir en el momento justo pues la “etapa de leche” dura
menos de una semana.
El procedimiento es sencillo: sólo hay que quebrar las mazorcas con la mano realizando un
empujón hacia abajo para luego torcer y jalarlas.
El maíz no resiste el paso del tiempo por lo que deben ser refrigeradas lo antes posible en
caso de no comerse en el momento.
Cuidados imprescindibles
Para lograr el maíz de tus sueños puedes seguir estos consejos que te ayudarán a tener
grandes resultados:
– Para un mejor crecimiento del maíz, se recomienda realizar un abonado del suelo rico en
P y K pues este vegetal necesita de ciertas cantidades de minerales.
– Las necesidades de agua van variando de acuerdo al momento del cultivo: al comienzo
requieren menos agua, durante el crecimiento es cuando más agua necesitan y durante la
floración se recomiendan riegos que mantengan la humedad y favorezcan la polinización y
el cuajado.
– Para engrosar las mazorcas y ayudar a su madurez lo mejor es reducir la cantidad de agua.
Noble como pocos, el maíz orgánico nos regala ese inigualable sabor que sienta a la
perfección con todo tipo de recetas. No puede faltar en tu huerto urbano. ¿Cuándo plantas
tus primeras semillas?
El maíz es un estupendo aliado para los niños, ya que de él se extraen alimentos tan
divertidos como las palomitas o el maíz, y puede ser un iniciador del cultivo muy interesante
y curioso.