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EL COLISEO.

INTRODUCCIÓN

El Coliseo
El Coliseo empezó a ser construido en el año 72 d.C., durante el mandato del emperador
Flavio Vespasiano (69-79). Fue inaugurado por su sucesor Tito(79-81) en el año 80, aunque no
fue terminado completamente hasta el año 82, gracias a la
iniciativa de Domiciano (81-96). Terminadas las obras, el
Coliseo se convirtió en el anfiteatro más grande jamás
construido.
El Coliseo fue levantado sobre las ruinas de un gran parque
creado por Nerón alrededor de su palacio, concretamente en
el lugar que ocupaba un lago artificial. El anfiteatro Flavio era
conocido como Coliseo, por la colosal estatua de 40 metros
del emperador Nerón que estaba cerca del monumento, se
celebraban numerosos espectáculos de lucha entre
gladiadores y fieras salvajes. Su entrada era gratuita y se
disponía a la gente según su estatus social.
La construcción del Coliseo fue considerada un generoso regalo del emperador al pueblo, que
ayudó a potenciar la imagen benefactora de su poder y glorificó su figura semidivina.

I) El Coliseo: Catalogación de la Obra


-Descripción de los elementos que se observan
en la obra.
El Coliseo de Roma o Anfiteatro Flavio es un enorme edificio
ovalado de 189 metros de largo por 156 de ancho y 57 metros
de altura. El exterior de esta obra arquitectónica nos presenta
cuatro cuerpos bien diferenciados: en los tres primeros se abren
arcadas y en el último unas pequeñas ventanas.
Como elementos sustentantes, en los tres primeros cuerpos,
vemos los muros en los que se abren huecos con arcos de
medio punto y entre los arcos semicolumnas adosadas de estilo
dórico-toscano en el primero, jónico en el segundo y corintio en
el tercero; el último cuerpo, más macizo, presenta pilastras. La separación de cada cuerpo se
hace por medio de entablamentos y cornisas.
El material de construcción es la piedra (travertino), dispuesta
en sillares, el hormigón y el ladrillo. En los tres primeros cuerpos
predomina el vano sobre el macizo, en la que parece infinita
sucesión de arcos. La planta helicoidal junto a las arcadas le da
una sensación dinámica al conjunto, qué sólo queda
amortiguada por la horizontalidad de los entablamentos de cada
cuerpo, que equilibran la obra. Los huecos junto a las columnas
y otros elementos que sobresalen en la fachada producen un
importante juego de luces y sombras, que le dan gran
plasticidad.

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El edificio, tal y como lo vemos hoy en día es monocromo pero para darle una mayor riqueza
decorativa, el exterior estaba recubierto por placas de mármol y en las arcadas de los pisos
segundo y tercero se colocaron esculturas.
En el interior podemos diferenciar la cávea, la arena y el hipogeo. La cavea, o graderío tenía
tres pisos comunicados entre sí, con corredores que se cubrían
con bóvedas de arista o de cañón. La arena era el espacio en el
que se desarrollaban los juegos. Era un óvalo de 75 por 44
metros, y en realidad era una plataforma construida en madera
y cubierta de arena. El edificio llegó a tener un aforo de 50.000
espectadores, después de que se le añadió el último cuerpo
sobre el que se colocaban grandes mástiles para instalar toldos
que daban sombra a los espectadores y que recibía el nombre
de velario.
Bajo la arena, todo el subsuelo era un complejo de túneles y
mazmorras, llamado el hipogeo, había una complicada
estructura de pasillos donde se guardaban objetos, máquinas, jaulas, armas, se alojaba a los
gladiadores, a los condenados y a los animales. El suelo disponía de varias trampillas y
montacargas que comunicaban con el sótano y que podían ser usadas durante el espectáculo.
-Identificación de la obra, autor y localización.
El edificio es el Coliseo, nombre que probablemente proviene de
una escultura de Nerón, de casi 20 metros de altura, que
se encontraba en un lugar próximo. También se conoce como el
Anfiteatro Flavio, ya que se construyó durante el mandato de los
tres emperadores de la dinastía Flavia: Vespasiano, Tito y
Domiciano. No conocemos a su arquitecto, hecho bastante
frecuente en el arte romano, pues las grandes obras, se
conocen no por su autor, sino por el emperador de turno, al que
los edificios pretenden glorificar. Se localiza en pleno centro de
la Roma histórica.
-Función y posible significado que encierra la
obra analizada.
El Coliseo es una de las mejores muestras del gusto de los ciudadanos romanos por la
diversión, destacando la construcción de teatros, anfiteatros, circos y termas. Aquí tenía lugar
las luchas de gladiadores e incluso batallas navales y otra gran variedad de eventos. Los
espectáculos que tenían lugar se llamaban munera y siempre eran patrocinados por
ciudadanos. Tenían un fuerte elemento religioso pero también eran una demostración de poder
e influencia de las grandes familias patricias, y resultaron ser increíblemente populares entre la
plebe.
Para dar una idea de su magnitud, las crónicas de la época
dicen que el Emperador Trajano celebró sus victorias en Dacia
en el 107 con juegos que incluyeron a 11.000 animales y 10.000
gladiadores, durando 123 días. El poeta Marcial nos cuenta los
juegos inaugurales que hizo Tito en el año 80 y describe una
lucha de gladiadores que pasaría a la historia, la de Vero y
Prisco. Ambos lucharon hasta la extenuación ante el emperador
Tito, sin que ninguno de los dos llegara a imponerse. Tal
capacidad de resistencia fue recompensada con el clamor
popular, que llevo al César a perdonar la vida a los dos.

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También se hacían sylvae o recreaciones de paisajes naturales en la arena. Pintores, técnicos
y arquitectos construían una simulación de un bosque con árboles y arbustos reales que se
plantaban en el suelo de la arena. Ponían animales para poblar el paisaje y asombrar a la
multitud. Esos escenarios podrían haberse usado simplemente para mostrar un entorno natural
a la población urbana, o como telón de fondo para la caza u obras que narraban episodios
mitológicos. Ocasionalmente también se usaban para ejecuciones en los que el héroe de la
historia -interpretado por el condenado a muerte- era asesinado de manera espantosa pero
mitológicamente auténtica, siendo devorado por bestias o quemado hasta la muerte.
-Antecedentes y consecuentes de la obra de arte que se está analizando.
El Coliseo es un anfiteatro, como ya hemos indicado, palabra
que proviene del griego y que podría traducirse como
"teatro donde se puede ver por los dos lados", o simplemente
"teatro doble." La singularidad del anfiteatro es que era
precisamente eso, un doble teatro, dos caveas semicirculares o
semielípticos unidas formando un recinto en el cual el público
rodeaba por completo el espacio escénico. Aunque los griegos
jamás construyeron anfiteatros, es el arte helenístico sin duda el
antecedente más directo y cercano del arte romano en general,
al que también habría que añadir el arte etrusco, con una gran
influencia, especialmente en la arquitectura romana, de donde
incorporará el arco a las influencias griegas, en cuya arquitectura predominaban las formas
adinteladas. Roma también hereda del arte etrusco el estilo toscano. Ambos elementos serán
incorporados y utilizados profusamente por la arquitectura romana, además del uso del
cemento (opus caementicum).
En cuanto a los consecuentes del Coliseo de Roma, ha tenido
una influencia innegable en el diseño de los grandes estadios
deportivos a lo largo de los siglos, e incluso en la actualidad sus
principios básicos de composición son repetidos en todo el
mundo. También, tanto por su forma y funcionamiento, como
por el tipo de espectáculos que se desarrollan en los mismos,
las plazas de toros se pueden considerar muy influidas por los
Coliseos. De forma más genérica el arte romano o greco-
romano, como suele denominarse, tendrá una gran influencia en
distintas épocas, desde el Arte Románico, que tomará muchos
elementos estructurales de Roma, como el uso de arcos y bóvedas. Pero también el
Renacimiento, a comienzos de la Edad Moderna, y el Neoclasicismo, en el S. XIX, se
consideran herederos del Arte de Grecia y Roma.

II) El Coliseo: El Estilo Romano

El arte romano, al igual que su arquitectura e ingeniería, se


extendió, como su imperio, a lo largo y ancho del perímetro del
Mar Mediterráneo, siendo uno de los principales exponentes de
la avanzada civilización romana. El arte romano hunde sus
raíces en diversas influencias, especialmente del mundo
etrusco y del griego. La fuerte organización y personalidad del
Imperio Romano exige un arte y una arquitectura que aúne el
carácter funcional con el propagandístico. De esta forma nace

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un arte muy centralizado y unitario que abarca todo el imperio, no sólo Roma sino, en mayor o
menor medida, a todas su provincias.
Roma hereda de Grecia los principios de su arquitectura, pero
añadiendo su espíritu práctico. En la arquitectura romana se
funden los sistemas arquitrabados griegos con las soluciones en
arco y bóveda. A diferencia de Grecia, es más importante el
espacio interno que el exterior, la captación y modelación de
ese espacio.

Es una arquitectura fundamentalmente civil y funcional que se


manifiesta tanto en la arquitectura como ingeniería de obras

públicas: calzadas, acueductos (Segovia), puentes (Pont du


Gard, en Nimes; Puente de Alcántara, Cáceres), baños públicos
(termas, como las de Caracalla en Roma), teatros (Mérida),
anfiteatros (como el que estamos comentando), circos, etc.
En la época imperial (27 a.C. al 476 d.C.) se desarrollará
también una arquitectura conmemorativa, simbólica y
monumental, que representa el poder imperial: foros imperiales,
arcos de triunfo (Tito o Constantino, en Roma), columnas
conmemorativas (columna de Trajano, también en Roma),
mausoleos...
En los templos será donde más
se vea la influencia de la arquitectura griega, aunque ya no
ocupan el lugar preeminente de Grecia. Introdujeron algunas
modificaciones: suelen ser
tetrástilos, pseudoperípteros(columnas adosadas a los muros
laterales de la cella), sobre pódium y con acceso por escalinata
única que pone énfasis en la fachada principal. Sólo hay pórtico
en la entrada. Un buen ejemplo podría ser el Templo de
Augusto, en Barcelona.
Una construcción original son los templos circulares cerrados
con cúpula, como el Panteón de Roma, todo el realizado en
cemento, que combina un pórtico a la griega y una estructura
circular cubierta con una cúpula de grandes dimensiones.
Elementos importantes de su arquitectura son el arco de medio
punto, utilizado en puentes y acueductos, también fue muy
usado en las puertas y ventanas de los edificios. La bóveda,
ejecutando grandes espacios abovedados, usando la bóveda de
medio cañón, la bóveda de arista y la cúpula.

El hormigón, sobre todo para la construcción de estas formas


abovedadas; este material una vez seco, se convertía en
algo tan duro como la piedra; el aspecto poco noble del material
se ocultaba al ser revestido con mármol, mosaicos, pinturas al fresco, etc. Y el uso de los
órdenes griegos, además de crear el orden toscano que frecuentemente sustituye al dórico
(sobre basa, con fuste liso y sin éntasis), y surge el orden compuesto donde combinan los
capiteles jónico y corintio.

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El carácter práctico de los romanos se reflejó no sólo en el desarrollo de la arquitectura como
arte más utilitario, sino que también se refleja en el planeamiento de las ciudades nuevas,
donde los van a adoptar un sistema de cuadrícula cuyo origen
se encuentra en la estructura de sus campamentos militares
(castrum).
Su planificación es pues racional, distribuye el espacio de una
manera funcional, de tal manera que sus habitantes pueden
orientarse y desplazarse con facilidad por sus calles. La ciudad
queda estructurada en torno a dos grandes ejes: la vía
decumana (eje Este-Oeste) y el cardo (eje Norte-Sur). En el
cruce de ambos ejes se situaban los edificios públicos más
representativos: el foro o gran plaza central, centro de reunión y
recreo y, alrededor los templos y la basílica, el teatro, etc.

En cuanto a la escultura romana, aunque tuvo infinidad de


representaciones, soportes y funciones, no cabe duda que es el
retrato la más sobresaliente. Precisamente, la escultura romana
destacó sobre la griega en lo relativo a la creación de la
escultura-retrato. Y es que el retrato romano hunde sus raíces
en el arte etrusco, aunque también en el mundo helenístico
griego y en las "máscaras mayorum", es decir, máscaras de
cera que se aplicaban al rostro de los difuntos para su recuerdo
y culto posterior.
Los materiales más utilizados en el retrato romano fueron el
bronce y el mármol: Las estatuas eran apolícromas, no estaban
coloreadas, salvo en un primer momento en que los ojos sí se coloreaban, práctica que se
abandonó posteriormente para ser tallados. Al comienzo, la escultura romana de retrato sólo
representaba la cabeza y parte del cuello. Posteriormente, se avanza en la representación de
todo el busto, incluyendo hombros y pecho. No obstante, también se esculpieron esculturas de
cuerpo entero. También existieron retratos ecuestres de emperadores, aunque sólo ha llegado
a nuestros tiempos uno.
En los retratos de época republicana la escultura romana tiene
gran realismo, con los rasgos faciales muy acentuados. Con el
inicio del Imperio la escultura se idealiza. Los rasgos acusados
se disimulan, conociendo su época de mayor esplendor durante
la dinastía Flavia.
Como obras destacadas podemos señalar el busto de Marcos
Porcius, del 80 a.C., el Augusto de Prima Porta, del 20 d.C., o el
retrato de matrona de la dinastía Flavia, del S. I d.C, con la
técnica de perforación en el peinado.
En cuanto a la pintura, es clara heredera de la griega. La
pobreza de los materiales arquitectónicos utilizados en las construcciones romanas hizo
posible un desarrollo de la pintura mural. Sin embargo no sólo se desarrolló este tipo de pintura
de grandes dimensiones, si no que la pintura sobre caballete fue frecuente entre las clases
altas del Imperio romano. Las pinturas encontradas en las
ciudades de Pompeya y Herculano, bien conservadas, nos
permiten conocer más en detalle la pintura romana que la
griega. Se trata de pinturas con escenas mitológicas o de

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genero, dentro de un espacio en el que, mediante el juego de luces y sombras que crean
relieves y líneas de fuga que intentan dar profundidad, crean la ilusión de ámbitos espaciosos
que se abren al espacio exterior, simulando paisajes bucólicos a través de ventanales que
contribuyen a aumentar la sensación de espacio.
Como ya hemos referido las obras más importantes se concentran en las dos ciudades
italianas con la casa de Lucretius Fronto o la casa de los Vetii ambas en Pompeya. En Roma
son fabulosos los corredores pintados y las grandes salas de la Domus de Nerón.
Dentro del arte romano tiene también una gran importancia el
mosaico. Los mosaicos romanos se basan en los tapices y
especialmente en la pintura. Tiene la ventaja con relación a la
pintura de su gran durabilidad. Sin embargo los asuntos
representados en los mosaicos son los mismos que pueden
encontrarse en la pintura, aunque obligadamente su perspectiva
es más falsa y forzada. Un mosaico en su origen es una obra
compuesta de piedrecillas, terracota o vidrios de varios colores.
También puede estar hecha de madera. Por extensión se llama
mosaico a cualquier obra realizada con fracciones diversas.
Los romanos construían los mosaicos con pequeñas piezas
cúbicas llamadas teselas. Los mosaicos eran para los romanos un elemento decorativo para
los espacios arquitectónicos de tal manera que no había palacio o villa romana donde no
hubiera mosaicos. Inicialmente en Roma se empleaban en techos y paredes. Posteriormente
descubrieron que los mosaicos podían resistir las pisadas y comenzaron a aplicarse
masivamente para los pavimentos.

III) El Coliseo: Aspectos Cronológicos y Contexto Histórico.


El Coliseo empezó a ser construido en el año 72 d.C., durante
el mandato del emperador FlavioVespasiano (69-79). Fue
inaugurado por su sucesor Tito
(79-81) en el año 80, aunque no
fue terminado completamente
hasta el año 82, gracias a la
iniciativa de Domiciano (81-96).
Terminadas las obras, el Coliseo
se convirtió en el anfiteatro más
grande jamás construido.
La época imperial fue el periodo
de mayor esplendor de la civilización romana, cuando llegó a la
máxima expansión territorial alrededor del Mediterráneo o “Mare
Nostrum". La sociedad romana tenía, más que la griega, un sistema de producción esclavista,
basada sobre todo en prisioneros de guerra; del gran número de esclavos obtenían los
romanos su gran producción agrícola, artesanal, comercial y también la producción de las
grandes obras de arquitectura e ingeniería ya citadas; sin este sistema sería impensable la
construcción de estas grandes y
numerosas obras.
Los que disfrutaban de ellas eran los
ciudadanos romanos que se dividían en
dos grupos: los patricios, que eran la
clase dominante, y los plebeyos, que no

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tenían todos los derechos y privilegios. El comercio, al igual que los griegos, también fue
principal actividad económica, junto a la continua conquista de territorios, que aportaban no
sólo las tierras sino también los necesarios esclavos.
Por otra parte el Coliseo fue escenario del martirio de los primeros cristianos, en los inicios de
una religión que terminaría por convertirse, años más tarde, en la religión del imperio
con Constantino. Emperadores y patricios no tenían remilgo alguno en disponer de vidas de
esclavos y prisioneros, en muchas ocasiones en condiciones atroces, para entretener a los
ciudadanos.
Roma había comenzado siendo una Ciudad-Estado situada en el centro del Mediterráneo para
luego construir un vasto imperio que va a asumir la cultura
griega: su estética, su pensamiento, su lógica y raciocinio.
Roma fue fundada por los latinos en el 753 a.C. y se siente
cautivada por el refinamiento y la belleza griega. Cuando
conquista Grecia a partir del siglo II a. C, cargamentos enteros
de escultura y de elementos arquitectónicos griegos, se
trasladan a Roma, con ellos llegan también artistas que pronto
tendrán una poderosa clientela. Gracias a las copias que
realizan estos artistas, conocemos mejor la escultura griega.
Como hemos visto, el arte romano puede considerarse con un
continuador del griego, pero con una personalidad propia, que
viene dada principalmente por su carácter práctico y utilitario, que se reflejó sobre todo en la
arquitectura.

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