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P.

Carlos Triana, eudista

Dios Sana
mis Heridas
mas Profundas
-Taller de Sanación Interior-
Dios sana mis Heridas más Profundas
© P. Carlos Triana, eudista
México, D.F.

Reservados todos los derechos


Enero 2015

Prohibida la reproducción total o parcial de este libro,


por cualquier medio, sin permiso escrito del autor.
Contenido

Introducción 5

1. Clases de Sanaciones 7

2. Medios de Sanación 9

3. Fundamentos para hacer las Oraciones de


Sanación 11

4. Formas Concretas para Orar por Sanación 17

5. La Oración de Sanación Interior


Propiamente Dicha 23

6. Modelos de Oración de Sanación Interior 33

7. Ejercicios de Sanación Interior 43

8. Actitudes Espirituales para Sanar


Interiormente 49

9. Doce Oraciones de Sanación Interior 57


1. Oración de sanación interior (P. Emiliano Tardif ) 57
2. Tú has venido a curar los corazones heridos 59
3. Oración para la sanación interior personal 60
4. Oración de sanación de la propia imagen 66
5. Oración de perdón y sanación interior 68
6. Sanacion de los Recuerdos 72
7. Sanación interior (P. R. De Grandis) 74
8. Oración por la cura del alma 76
9. Oración por la cura interior 78
10. Intercesión por la cura interior de alguien 79
11. Oración por la sanación interior y física 80
12. Oración por la sanación interior 83
Introducción

L a vida tiene cosas muy bellas. La vida es


bella. Vivir es hermoso.

Sin embargo muchas personas han experimentado


terribles golpes en la vida. Y no me refiero tanto a los
golpes físicos, que también existen y duelen, sino más bien
a los golpes morales, que duelen mucho más.

Estos golpes: rechazos, burlas, desamor, palabras


hirientes, abandono, soledad, malos recuerdos, maltratos,
violaciones… no solo duelen sino que marcan, imprimen
un sello de frustración, de fracaso, de resentimiento, de
dolor y malestar interior, de complejo y odio, de tristeza
y angustia…

Entonces se requiere sanación interior.

Muchas terapias de orden sicológico están llamadas


ayudarnos a sanar interiormente. Hay hombres y mujeres
profesionales, especializados en tratar y ayudar a sanar el
dolor humano que yace en el fondo del alma.

Pero está también la terapia de orden espiritual, la terapia


religiosa que nos ayuda a sanar totalmente. Es la oración
de sanación interior. Oración, hay que decirlo, poco

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conocida y poco practicada en la Iglesia, sin embargo hoy
supernecesaria para ayudar a tantos hermanos y hermanas
atormentados por sus heridas interiores.

Nuestro Dios vino a salvarnos integralmente. A El


acudimos en esta oración para pedirle que pase su mano
sanadora por todo nuestro pasado y corte de raíz esas
circuntancias donde se generó nuestro dolor y malestar.

Ofrezco esta sencilla enseñanza a todos los cristianos, con


la esperanza de que encuentren alivio a sus penas. Yo soy
testigo de cómo el Señor ha sanado interiormente a miles
de personas, las ha liberado de culpabilidades y complejos,
las ha hecho nuevas, y todo gracias al poder de la oración.

A Ti,

Mi buen sentimiento,
Mi grato recuerdo,
Mi mejor momento.

6
I. Clases de Sanaciones

L os seres humanos necesitamos siete clases


de sanación:

1. Sanación física: la curación de una enfermedad o


incapacidad físicas.

2. Curación sicológica: la curación de heridas a la


psique humana, incluyendo heridas emocionales.

3. Curación espiritual: esto significa, sobre todo,“la


curación del pecado” que le restituye a una persona
su relación con Dios (Padre Cantalamessa).

4. Curación interior, como “Curación de Recuer-


dos y heridas profundas de la vida. Este concepto
de curación de recuerdos fue destacado por Juan
Pablo II en su enseñanza relacionada con el Año
del Gran Jubileo.“Esta purificación tiene como
objetivo la liberación de la conciencia personal y
comunitaria, de todas las formas de resentimien-
to y violencia que son el legado de faltas pasadas”.
La importancia de este concepto es que extiende el

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ministerio de sanación más allá de las heridas indi-


viduales hasta las heridas sufridas por pueblos en-
teros y sociedades a través de los males del pasado.

5. Curaciones intergeneracionales. Esta forma de


curación se refiere a la curación de heridas y desór-
denes transmitidos por ancestros y que a veces se
le conoce como la curación del árbol de la familia,
del árbol genealógico o de los yugos hereditarios.

6. Curación de la tierra. Existe una creciente con-


ciencia sobra la conexión entre los pecados hu-
manos y los males que afligen a la tierra (sequías,
contaminación, inundaciones, agotamiento de las
especies, etc), una percepción que va de acuerdo
con estudios ecológicos modernos. Las oraciones
y el arrepentimiento por los pecados humanos que
producen estas calamidades contribuyen a que la
tierra se libere de ellas.

7. Curación de las perturbaciones del Maligno, las


cuales se logran por medio de las oraciones de libe-
ración, de desinfestación y de exorcismos.

8
II. Medios de Sanación

P ara sanarnos, Dios nos ha dado varios


medios.

1. Los medios naturales. Son los medios primeros y


básicos para nuestra salud. Los encontramos pre-
cisamente en la naturaleza: en los minerales, en los
vegetales, en los animales. Todos los medicamentos
son producidos a partir de los medios naturales.

2. Los medios profesionales. Dios nos ha concedi-


do la inteligencia. Por medio de ella ha capacitado
a muchos hombres y mujeres, profesionales de la
salud, para que velen por la salud de su pueblo. Los
médicos, paramédicos, enfermeras, odontólogos,
sicólogos, terapeutas, etc… son, aunque muchos
no lo sepan, servidores de Dios en favor de la salud
de los hombres.

3. Los medios artificiales. Los hombres han in-


ventado un sinnúmero de aparatos, por supuesto
artificiales, para contribuir en la salud del pueblo

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de Dios. Así tenemos los anteojos, los dispositivos


auditivos, las sillas de ruedas, las prótesis, las anda-
deras, los bastones, los marcapasos, etc.

4. Los medios espirituales. Se trata de las diversas


oraciones y liturgias celebradas en favor de la sa-
lud de los enfermos. Entre esos medios espirituales
están las oraciones litúrgicas y no litúrgicas para
pedir toda clase sanación, y entre ellas, obviamente
encontramos la oración de sanación interior.

5. Los medios sobrenaturales. Son los milagros


poderosos que Dios obra de diversas formas, y de
manera especial por el carisma de curación y de
milagros, otorgando así salud a su pueblo.

Téngase encuenta que en el Ordo del ritual de la unción


de los enfermos, se nos dice en el numeral 3, que “es parte
del plan de Dios y de su providencia que el hombre luche
con todas sus fuerzas contra la enfermedad en todas sus
manifestaciones, y que se emplee, por todos los medios a
su alcance, para conservarse sano”.

10
III. Fundamentos para
hacer las Oraciones
de Sanación
L a oración de sanación tiene varios funda-
mentos. Los cristianos oramos por sanación no por fanatismo
ni irracionalidad, no por superstición ni ningún otro motivo
que no sea la fe en el Señor todopoderoso, él lo puedo todo,
para él nada hay imposible, la fe en el Dios de misericordia
que nos ama y nos quiere sanos, como un padre siempre
quiere sanos a sus hijos. Veamos las diversas razones:

1. Razón teológica.

La principal razón teológica es la Encarnación del Hijo de


Dios. Al encarnarse y volverse igual en todo en los hombres
menos en el pecado, Jesucristo asumió todo nuestro ser,
cuerpo, alma y espíritu. En su encarnación asumió a todos
los hombres en su dimensión integral para salvarlos.

Su Nombre Jesús, esto es, su persona que significa


“Dios salva” y su ministerio que se identifica con su
persona, fueron definidos como “el ungido de Dios
que pasó haciendo el bien y sanando a los oprimidos
por el diablo” (Hch 10, 38). Ese fue Jesús, Dios en-
carnado, un terapeuta, un sanador.

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Dios Sana mis Heridas más Profundas

Como dice el documento de la Iglesia, Directrices


para las oraciones de sanación: “las curaciones de
Jesús manifiestan la victoria del Reino de Dios sobre
todo tipo de mal y se convierten en símbolo de la
curación del hombre entero, cuerpo y alma” (Nº 1).

2. Razón bíblica
La Biblia es la revelacion de Dios para los cristianos. Dios
en el Antiguo Testamento se nos reveló como aquél que
“libra de todo mal” (Sab 6, 8). Y en el Nuevo Testamento,
Cristo vino, en nombre de Diios y como Dios, a hacer la
redención del hombre, una redención integral: del hombre,
de todo el hombre y de todos los hombres.

La Biblia exhorta al enfermo a que ore al Señor para


que lo cure:

“Hijo, en tu enfermedad no te deprimas, sino ruega


al Señor, que él te curará” (Si 38, 9).

Nuestro Señor Jesucristo ha pedido en su Palabra que


oremos por los enfermos, por los que sufren, que los un-
jamos para que se restablezcan, porque la oración insis-
tente del justo tiene mucho poder (Cfr. Sant 5, 13-16).

3. Razón eclesiológica

La Iglesia existe para evangelizar. La misión de


la Iglesia es evangelizar. A eso la envió Jesús. Pero
evengelizar como él, para proseguir su obra que él
describió en la Sinagoga:

12
Fundamentos para Hacer las Oraciones de Sanación

“El Espíritu está sobre mí porque me ha ungido para


evangelizar a los pobres, a proclamar la liberación a
los cautivos, a dar vista a los ciegos y a anunciar el
año de gracia del Señor” (Lc 4, 18-19).

Esta misión evangelizadora está explicada más am-


pliamente en Mateo:

“Díganle a Juan el Bautista que los ciegos ven, los


cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sor-
dos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les
anuncia la buen noticia” (11, 2-5).

Jesús quiere continuar esta misión a través de su


Iglesia. Por eso a los Doce.

“Los envió con las siguientes instrucciones: vayan y


proclamen que está llegando el Reino de los cielos.
Sanen a los enfermos, resuciten muertos, limpien a
los leprosos, expulsen a los demonios” (Mt 10, 7-8).

Al Señor Jesús, el gran evangelizador del Padre, cuya


obra debe proseguir la Iglesia, le llevaban toda clase de
enfermos para que los sanara, dice la Palabra, y pasaba
sanando toda enfermedad y toda dolencia (Cfr Mt 9, 35)

O sea que la obra de la evangelización que es una


tarea muy amplia, incluye el rubro de la sanación,
la liberación, y otros. Precisamente cuando Jesús
sanaba y liberaba decía que lo hacía con la fuerza
del Espíritu para que todos supieran que el Reino

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Dios Sana mis Heridas más Profundas

de Dios estaba cerca. Sus sanaciones y liberaciones


quedaban así integradas al anuncio del Evangelio,
eran acciones evangelizadoras.

La Iglesia está llamada a interceder por todos, ella


es sacramento de salvación, es intercesora por esen-
cia, es un pueblo sacerdotal, pueblo de intercesores.
Como intercesora debe pedir por la salvación de los
hombres, y la salvación incluye salud física, espiri-
tual, emocional.

La Iglesia del tercer milenio debe vivir la samarita-


nidad, es decir, está llamada a revelar el rostro mi-
sericordioso de Cristo, el buen samaritano, que se
compadece de los abatidos por los golpes de la vida.

En su primer libro, Jesús de Nazaret, el Papa Benedic-


to XVI escribe: “El curar es una dimensión esencial
de la misión apostólica y de la fe Cristiana en general”.
Incluso se puede decir que la cristiandad es una reli-
gión terapéutica, una religión de sanación. Cuando se
le entiende a un nivel suficientemente profundo, esto
expresa el contenido completo de la redención”.

Y añade: Quien verdaderamente desee curar al hom-


bre, deberá verlo en su concepto integral y debe saber
que su última curación sólo puede ser el amor de Dios”.

4. Razón pastoral

El Buen Pastor, inspiración de todo cristiano, tiene,


según la biblia, una honda preocupación por las ove-

14
Fundamentos para Hacer las Oraciones de Sanación

jas enfermas, perdidas y amenazadas por el lobo. A


ellas las atiende, las cura, las venda, las saca de donde
se enredaron, las monta sobre sus hombros, las lleva
a buenos pastos y a aguas frescas, por ellas da la vida.

5. Razón de la realidad social

Estamos en una sociedad enferma, enfermiza y “en-


fermadora”, donde una gran cantidad de hermanos
están siendo heridos por los duros golpes de la vida
moderna, por la herencia recibida, por los virus des-
atados hoy, por las perturbaciones del Maligno, por
la contaminación ambiental, por el estilo de vida
actual, etc... Y esos hermanos, silenciosamente o a
grandes voces, nos están gritando que necesitan ayu-
da médica, sicológica y espiritual.

6. Razón de sentido común

Vox populi vox Dei. La voz de un pueblo golpeado


y herido es la voz de Dios. Dios mismo es el que nos
urge a desarrollar una pastoral de acompañamien-
to y servicio a su pueblo necesitado de salud física,
emocional y espiritual.

7. Razón espiritual

Los hombres de fe

Creemos que Dios demuestra su poder en nosotros y


puede realizar mucho más de lo que pedimos o imagi-
namos. (Ef 3, 20)
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Dios Sana mis Heridas más Profundas

Creemos que Dios es poderoso, para él nada hay im-


posible (Cfr. Lc 1, 37).

Creemos que tenemos un Dios misericordioso y poderoso


que se apiada de nosotros porque nos ama y porque nos
ama nos escucha y nos bendice.

Creemos que Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre (Heb


13, 8) y continúa vivo en la Iglesia salvándonos y en el
cielo, intercediendo por nosotros.

Creemos que en verdad “llevó nuestras enfermedades,


sufrió nuestros dolores; y por su llaga fuimos nosotros
curados” (Isaías 53,4-6).

Creemos que el Señor Jesús mandó y sigue mandando al


mundo al Espíritu Santo, Señor y dador de vida nueva,
que puede restaurar nuestra vida, que es el gran poder de
Dios, agente imprescindible de la liberación y sanación.
Creemos que la oración hecha con fe tiene poder: “¡Qué es
eso de si puedes! ¡Todo es posible para quien cree!” (Mc 9,
23; cf. Mc 6, 5-6; Jn 4, 48).

Y por esa fe, y por los testimonios de la obra de Dios en


muchos hombres y mujeres, invocamos con insistencia
y clamamos confiadamente a Dios por la sanación de su
pueblo.

16
IV. Formas Concretas
para Orar por Sanación

E n el documento anteriormente aludido,


cuando se habla de los Aspectos Disciplinares para las
oraciones de sanación, la Iglesia nos dice en el Art. 1:

“Los fieles son libres de elevar oraciones a Dios para


obtener la curación”.

Pero esas oraciones son de dos tipos: litúrgicas y devocionales.


Las litúrgicas tienen su propia normatividad, las devocionales
son más espontáneas. En ellas, por sentido teológico pastoral,
no debe faltar el anuncio del Evangelio y la súplica intercesora,
pues la Iglesia es esencialmente evangelizadora e intercesora.

En el Art. 5, nos recuerda que:

“Las oraciones de curación no litúrgicas se realizan


con modalidades distintas de las celebraciones
litúrgicas, como encuentros de oración o lectura
de la Palabra de Dios. Es necesario que durante
su desarrollo no se llegue, sobre todo por parte de
quienes los guían, a formas semejantes al histerismo, a
la artificiosidad, a la teatralidad o al sensacionalismo”

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Dios Sana mis Heridas más Profundas

Al no haber un ritual para estas celebraciones, la Iglesia nos


deja espacio a la espontaneidad para este tipo de oraciones.

Sin embargo la Renovación Carismática Católica ha pre-


sentado, con aprobación de la Santa Sede, unas orienta-
ciones para dichas oraciones de sanación que se llama “Di-
rectrices para las oraciones de sanación”. Allí nos dice
que podemos hacer oraciones de sanación en contextos
litúrgicos y no litúrgicos.

- En Contextos litúrgicos

1. En los contextos litúrgicos, la Iglesia cuenta con un


sacramento explícito para orar por la sanación de los
enfermos, prevé una misa pro infirmis y una bendi-
ción para los enfermos.

2. Por medio de la unción, acompañada por la oración


de los sacerdotes, la Iglesia encomienda los enfermos
al Señor sufriente y glorificado, para que les dé el ali-
vio y la salvación. Cuando el obispo bendice el óleo,
la Iglesia pide: “infunde tu santa bendición, para que
cuantos reciban la unción con este óleo sean confortados
en el cuerpo, en el alma y en el espíritu, y sean liberados
de todo dolor, de toda debilidad y de toda dolencia”.

3. Los laicos pueden acompañar al Sacerdote en el sa-


cramento de la unción para interceder intensamente
por el enfermo o los enfermos.

18
Formas Concretas para Orar por Sanación

4. Los laicos pueden participar en la “Misas llamadas


de sanación, con plegarias litúrgicas para los enfer-
mos y con la imposición de manos después de la co-
munión o al final de la Misa”.

5. Los laicos pueden vivir “liturgias de la Palabra, se-


guidas de imposición de manos sobre el enfermo, tal
vez con la unción de aceite bendito (no con el aceite
del crisma ni el oleo de los enfermos).

6. Los laicos pueden hacer “plegarias variadas por el


enfermo, durante la exposición del Santísimo Sacra-
mento”.

7. Los laicos pueden hacer “oraciones de sanación des-


pués de un servicio litúrgico, no directamente rela-
cionado con la sanación: después del final de la Misa,
después de las Vísperas, después de la Bendición del
Santísimo Sacramento”.

8. Los laicos pueden hacer “oración de sanación, par-


ticularmente de sanación interior, con ocasión del
sacramento de reconciliación”. “El confesor puede
“guiar al penitente con paciencia hacia su curación y
madurez plena”.

Contextos no litúrgicos

A nivel de piedad, la Iglesia cuenta con oraciones


y celebraciones para buscar la salud y fortaleza

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Dios Sana mis Heridas más Profundas

para los enfermos, tales como ayunos, peregrina-


ciones, vigilias, oraciones con el Santísimo, Rosa-
rios, encuentros explícitos para orar por enfermos,
y otras, en las que podemos incluir las oraciones
de sanación interior.

El documento de Directrices recalca que se pueden dar:

1. “Reuniones especiales para el ministerio de sana-


ción. Son un servicio no litúrgico anunciado como
una reunión para oración de sanación, dirigido re-
gularmente por alguien con un reconocido caris-
ma de sanación (con frecuencia, un sacerdote o un
religioso)”.

2. “Reuniones de oración que incluyen un tiempo para


rezar por personas que tienen necesidades especia-
les, que naturalmente incluyen a aquellos que nece-
sitan sanación, ya sea física o interior”.

3. “Respuestas ad hoc a algunas necesidades. Cuando


los cristianos encuentran gente enferma, dondequie-
ra que estén, pueden orar por su curación, algunas
veces imponiendo sus manos en ellos”.

4. “Reuniones de grandes muchedumbres. Éstas, se


realizan a menudo al aire libre, en climas tropicales;
o en centros o recintos para grandes convenciones,
en climas más templados. Algunas de ellas tienen

20
Formas Concretas para Orar por Sanación

propósitos evangelizadores explícitos. Algunas in-


cluyen la imposición de manos por individuos o
por pequeños equipos que trabajan juntos. Algu-
nas otras no incluyen imposición de manos, pero sí
una oración colectiva de toda la audiencia al mismo
tiempo, o bien oraciones colectivas para la sanación
de enfermedades particulares”.

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V. La Oración de Sanación
Interior Propiamente Dicha

E s una intercesión

La sanidad interior está relacionada con el pasado y la in-


terioridad de las personas. Se trata de tomar conciencia
de que aquello que ha afectado al individuo en el pasado
(niñez, adolescencia, adultez) tiene vigencia en el presente
y futuro, si no se supera. Y una de las maneras de superarlo
es orando a Dios, para aceptar, para perdonar, para avanzar.

Somos el producto de todas las experiencias de nuestra


vida. Nuestras experiencias pasadas determinan nuestras
relaciones y situaciones presentes. Las heridas del pasado
distorsionan lo que percibimos en el presente.

Con la oración de sanación interior buscamos, por medio


de una invocación a Cristo y a su Espíritu, que las perso-
nas sean liberadas de las dolencias y ataduras generadas
en el pasado, las cuales impiden gozar de una nueva vida
en Cristo y tener una plena realización como personas y
cristianos.
La oración de sanación interior es la intercesión que eleva una

Dios Sana mis Heridas más Profundas 23


Dios Sana mis Heridas más Profundas

persona por sí misma o por otras para que el Señor Jesucristo


con la fuerza del Espíritu Santo restablezca el corazón herido.

Parábola del Jardín

Quiero explicar la oración de sanación interior desde la


parábola del Jardín. Nuestro corazón es como un jardín en
donde muchas veces crecen malas hierbas y plantas inúti-
les con frutos venenosos, tales como rencor, odio, pesimis-
mo, desprecio de sí mismo y de los demás, etc.

Este jardín no debemos ni mantenerlo sucio y, mucho me-


nos, tratar de esconderlo tapándolo con otros materiales.
Por mucha apariencia de orden que pretendamos dar, por
los frutos notaremos el estado del huerto; es algo que no se
puede esconder de nadie, y menos aún del Señor. En otras
palabras, nos podemos estar engañando a nosotros mis-
mos, pero recordemos que no podemos engañar a Dios.

Por lo general otras personas son las que nos plantan se-
millas venenosas a través de sus insultos, maltratos, men-
tiras, chismes, rechazos, burlas o por su falta de amor etc.

Así fueron plantando su raíz en nosotros esas plantas,


y fueron creciendo como plantas de rencor, pesimismo,
maltratos, desconfianza, odios, venganza, etc. Esas plantas
crecieron cada día más, produciendo en nosotros frutos
agrios y amargos, flores mustias... son heridas emocionales
de nuestra vida afectiva (rechazo), de nuestra voluntad (ac-
ciones ofensivas), de nuestra memoria (malos recuerdos).
Causas de las heridas

24
La Oración de SanaciónInterior Propiamente Dicha

Las heridas pueden producirse debido a una inesperada


frustración o fracaso, a un fuerte golpe emocional, q una
situación traumática provocada por un grave accidente, a
un largo período de soledad, a una decepción causada por
un ser querido o cercano en quien tanto confiábamos y
que traicionó dicha confianza, a la separación repentina
de aquel ser a quien mucho amábamos y que se marchó
de nuestro lado sin explicación alguna, a un severo regaño
que nos hicieron siendo pequeños nuestros padres o
alguna persona adulta que representaba en ese momento
la autoridad, a un error o un pecado grave que cometimos
y que no nos perdonamos a nosotros mismos, a alguna
burla o rechazo, e incluso a un defecto o limitación física
que poseemos y que ha sido motivo de continuas burlas
o desprecios o discriminaciones por parte de los demás…

Las heridas ocurridas a más temprana edad, incluso las que


se produjeron aún antes de nuestro nacimiento, cuando
captábamos y asimilábamos las reacciones e impresiones
más fuertes de temor, rechazo y dolor de nuestra madre,
son las más difíciles de superar y las que más nos afecta en
nuestro comportamiento actual.

Todas esas heridas pueden producir en nosotros


enfermedades físicas, mentales, morales, espirituales.

Físicas: Los conflictos interiores, recueros negativos,


sentimientos de odio, rencor, no aceptación de la propia

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Dios Sana mis Heridas más Profundas

historia y personalidad, de situaciones vividas… con el


tiempo, desencadenan en males físicos, hoy llamados
enfermedades psicosomáticas; es decir, enfermedades
físicas generadas en nuestra mente o espíritu (placebos).

Psiquicas o Mentales: Se trata de la alteración de las


emociones, las obsesiones de suicidio, venganza, los
impulsos de tristeza, depresión, angustia, aislamiento,
culpabilidad, temor, complejos de inferioridad, etc.

Morales: Son aquellas que impiden la realización de


actos moralmente virtuosos y que también impulsan a
vicios contrarios. Por ejemplo la lujuria, el alcoholismo, las
drogas, la pornografía, la pereza, la gula… y otros vicios…

Espirituales: Son las que impiden relacionarse


eficazmente con Dios. Por ejemplo, un fuerte bloqueo a
tener fe, frialdad espiritual, apertura a cometer pecados,
falta de constancia en el camino de Dios.

Consecuencias de esas heridas

• Las heridas nos atan

- las heridas nos atan al que nos ha herido,


- nos atan a la amargura producida por el golpe.
- de manera que nos sentimos amarrados e imposibilitados
para dar y recibir amor.

26
La Oración de SanaciónInterior Propiamente Dicha

• Las heridas producen amargura en nosotros

- Las cuales se manifiestan a través de nuestra


conversación, nuestras acciones; nuestras actitudes, lo
cual causa trastornos en nuestra salud física.
- La amargura forma paredes que nos aíslan de otros
por temor a recibir nuevas heridas; genera en nosotros
desconfianza hacia la gente; miedo a que nuestras
heridas interiores y nuestras debilidades salgan al
descubierto; nos lleva a la soledad, al aislamiento.
- La amargura trae como resultado el rompimiento de
relaciones: Apartamos gente de nuestra vida; tenemos
una actitud muy critica para con otros.

• Las heridas hacen que rompamos nuestras


relaciones

- Las relaciones rotas causan “ceguera en las relaciones”


ya que no nos permiten: Actuar con sabiduría; vernos
a nosotros mismos con la perspectiva correcta y como
Dios nos ve; ver a otros como son en realidad, con sus
fortalezas y debilidades, con sus necesidades.
- Las relaciones rotas causan insensibilidad: Solo pensa-
mos en satisfacer nuestros deseos egoístas; no nos preo-
cupamos sinceramente por las necesidades de los demás.

Todas estas heridas interiores afectan nuestra salud física,


emocional, espiritual, moral, como ya dijimos, perjudica
nuestra forma de ser y vivir , afectan nuestros sentimientos y
relaciones con los demás, nuestro estado de ánimo, nuestras
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Dios Sana mis Heridas más Profundas

actitudes frente a la vida y las demás personas, y la forma de


reaccionar ante las diversas situaciones de la vida.

Por eso reaccionamos ante situaciones violentamente o


con un irrefrenable temor. Sentimos un rechazo hacia de-
terminadas personas que no sabemos de dónde proviene.
No sentimos el amor que quisiéramos tener por los demás
y, si lo sentimos, nos encontramos con que no podemos
demostrárselo por una incapacidad de dar y demostrar
afecto y cariño a los otros. En ocasiones, nuestro compor-
tamiento y actitudes ante determinadas personas están
marcados por un aislamiento incomprensible, complejos o
patrones de culpabilidad; o con frecuencia nos colocamos
ciertas máscaras delante de los demás, que ocultan lo que
verdaderamente somos y sentimos.

Todas esas cosas son las plantas de mal que han sido sem-
bradas en nuestro jardín y que nosotros hemos dejado
crecer: plantas de amargura, de resentimiento, de odio, de
mal…

El jardinero poda y embellece el jardín

Jesús, el jardinero, no quiere que en nuestro jardín haya


maleza ni ninguna clase de malas hierbas; al contrario, El
desea que en nuestro jardín personal sólo haya plantas
hermosas y útiles, con flores bellas y atractivas, que den
frutos buenos y abundantes.

28
La Oración de SanaciónInterior Propiamente Dicha

Definitivamente Jesús no plantó esas malas hierbas en


nuestro jardín. Un enemigo suyo las plantó, valiéndose de
las malas decisiones nuestras y de las personas con quienes
hemos entrado en contacto.

El, nuestro jardinero tiene el poder para sanar por completo


y de raíz todos nuestros males. Pero él cuenta con nosotros,
nos pide permiso, necesita que nosotros le permitamos sa-
narnos. El está dispuesto a ayudarnos a arrancar esas plan-
tas de mal de nuestra vida, y a mantener siempre un jardín
que dé gloria a Dios. Es hora de saber que hay alguien que
puede extirpar todo nuestro mal: él es el mejor médico, el
mejor terapeuta, el mejor sicólogo, el mejor maestro de vida.
Es el amado jardinero de nuestro corazón.

El jardinero quiere sanarnos

El jardinero nos dice con fuerte voz: Vengan a mí los que se


sientan cargados y agobiados y Yo los aliviaré. Mt 11, 28. El
quiere sanarnos.

La oración de sanación interior es pues una oración llena de


fe a ese Dios que quiere sanarnos, que ha prometido hacerlo:

• “Haré que tengas alivio, y de tus llagas te curaré por-


que la repudiada te llamaron, te dijeron Sion de la
nadie se preocupa” ( Jer 30,17).

• “He aquí que yo les aporto su alivio y su medicina.


Los curaré y les descubriré una corona de paz y se-

Dios Sana mis Heridas más Profundas 29


Dios Sana mis Heridas más Profundas

guridad… y se estremecerán de tanta bondad y de


tanta paz que voy a concederles” ( Jer 33,6.9).

Dios quiere sanarnos porque somos sus hijos, nos conoce


y ama, y nos quiere sanos, como cualquier buen padre
quiere ver bien en todos los aspectos a sus hijos.

El quiere sanarnos porque él sabe todo lo que nos ha


ocurrido. El conoce lo que te ha herido: «Señor, tú me
examinas, tú me conoces. Sabes cuándo me siento y cuándo
me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento. Mis
trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son
familiares. No me llega aún la palabra a la lengua cuando
tú, Señor, ya la sabes toda. Tu protección me envuelve
por completo; me cubres con la palma de tu mano.
Conocimiento tan maravilloso rebasa mi comprensión;
tan sublime es que no puedo entenderlo.» (Sal 139,1-6).

El quiere sanarnos porque El sabe lo que nos dañó desde


el vientre de nuestra madre: «Tú creaste mis entrañas; me
formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy
una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas,y esto
lo sé muy bien! Mis huesos no te fueron desconocidos
cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en
lo más profundo de la tierra era yo entretejido. Tus ojos
vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en
tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no
existía uno solo de ellos.» (Sal 139,13-16).

30
La Oración de SanaciónInterior Propiamente Dicha

El quiere sanarnos porque El sabe que hacer con nuestros


traumas: «restaura a los abatidos y cubre con vendas sus
heridas.» (Sal 147,3).

Cristo, el jardinero de nuestra vida, quiere sanarnos porque:

El como nosotros fue herido desde antes de nacer, cuando


fue rechazado.
El fue rechazado a los largo de su vida, desde que nació
hasta cuando murió.
El sufrió burlas, discriminación, acusaciones.
El experimentó angustias, soledad, depresión (Mt 26,36-39),
el dolor de las relaciones rotas ( Jn 7,1-5),
rechazo (Mt 27,27-50), cargas y temores (Mt 26,39).

El sabe lo que es un corazón herido y rechazado y por eso


quiere sanarnos y restaurarnos.

Dejemos entonces que sea El quien mediante el Espíritu


Santo limpie nuestro jardín; que extirpe de raíz las malas
hierbas para que no vuelvan a brotar.

La sanación interior es una oración por la que pedimos a


Dios que limpie nuestro jardín de esas plantas negativas
que han brotado desde nuestra infancia hasta el día de hoy.
Que nos ayude a limpiar el jardín de las plantas venenosas.

El tratamiento sicológico a personas profundamente


heridas por la vida puede servir y de hecho ha servido

Dios Sana mis Heridas más Profundas 31


Dios Sana mis Heridas más Profundas

mucho, son ayudas profesionales psicológicas que no


debemos rechazar ni desconocer, pero los hombres de fe,
además de la ayuda profesional buscamos la ayuda espirtual
y sobrenatural de Dios, por medio de la sanación interior
para que sea él quien vaya restaurando la personalidad
profundamente herida y bloqueada.

32
VI. Modelos de Oración
de Sanación Interior

L os siguientes son modelos para dirigir


oraciones de sanación interior en grupos de oración, y
pedir la sanación para uno o varios hermanos:

Modelo 1

Para lograr la sanación interior hace falta que:

1. Invitemos al jardinero a tomar posesión de


nuestro Jardín, junto con su Espíritu.

2. Escuchemos su Palabra de ánimo.

3. Tomemos, en su presencia, conciencia de la


maleza de nuestro jardín y le entreguemos, con la
firme decisión de deshacernos de ella, dicha maleza.

Se trata de tomar conciencia de situaciones de nuestro


pasado que han afectado nuestra vida, dejando profundas
heridas, y entregárselas a Jesús.

Dios Sana mis Heridas más Profundas 33


Dios Sana mis Heridas más Profundas

a. Tomar conciencia de lo que nos pasó antes de nacer:

-Rechazo en el feto a causa de embarazo no deseado.


-Sexo no deseado
-Embarazo no planificado por la pareja; en medio de
conflictos matrimoniales; por sexo prematrimonial o
como resultado de una violación.
-Enfermedades físicas de la madre que afectan al niño

b. Tomar conciencia de lo que nos pasó en la niñez:

-Falta de cuidado y atención en la infancia y en la niñez.


-Comparación entre hermanos, que produce rivalidad o
discordia.
-Sarcasmo, frases groseras o hirientes.
-Apodos o burlas por limitaciones o fracasos. Expresiones
tales como: orejón, panzón, etc. Que produce temor al
fracaso, inadecuación, etc.
-Golpes, maltratos, brusquedad en el trato (ojo, no es que
se corrija y/o discipline).
-Falta de interés en sus necesidades de ser escuchado,
protegido, ayudado en sus tareas, provisto, etc.
-Abuso e imposición de trabajos y normas severas.
-Falta de amor expresado en ternura, caricias, alabanzas, etc.
-Falta de comunicación e interés, pasividad e indiferencia
en las relaciones.
-Hijos adoptados.
-Sobreprotección; subestimación del niño en sus
capacidades, fuerza física, etc.
-Excesiva dominación.

34
Modelos de Oración de Sanación Interior

-Maltrato, abandono, escándalos, etc. Por parte de padres


alcohólicos o drogadictos.
-Padres que han sufrido rechazo y que están incapacitados
de dar y recibir amor.
-Critica, juicio, etc.
-Substitución de regalos por amor.
-Falta de hogar.
-Hogares destruidos.

c. Tomar conciencia de lo que nos pasó en la


adolescencia:

-Padres que establecen metas falsas o injustas.


-Relaciones paternas defectuosas.
-Malas relaciones familiares.
-Malas relaciones con compañeros.
-Amistades quebrantadas; sentirse defraudado o
abandonado por aquel que consideraba amigo.
-Falta de logros.
-Abuso
-Ser excluidos de grupos; sentimientos de burla,
menosprecio, incomprensión.

d. Tomar conciencia de lo que nos pasó en el


Matrimonio:

-Conflictos entre la pareja.


-Infidelidad de una o ambas partes.
-Maltrato, falta de respeto, palabras hirientes, insultos,
ofensas, falta de confianza.

Dios Sana mis Heridas más Profundas 35


Dios Sana mis Heridas más Profundas

-Un cónyuge alcohólico, drogadicto, o con cualquier vicio


(pornografía, agresor sexual, criminal).
-Menosprecio.
-Separación o Divorcio.
-Abuso físico, sexual o emocional.

e. Tomar conciencia de lo que nos pasó en la sociedad


en general:

-Falta de aceptación
-Comentarios crueles de compañeros y amigos
-Grupos que lo excluyeron (en la escuela, el colegio,
trabajo, iglesia)
-Malos tratos.
-Competencia cruel y desleal.
-Amistades destruidas.
-Fraude y/o quebrantamiento de un noviazgo.

4. Pidámosle perdón por haber permitido que cre-


ciera en nosotros el mal.

5. perdonemos con amor a quienes nos han sembra-


do consciente o inconscientemente dichas semillas
de maleza.

La sanación interior total sólo puede obtenerse cuando


hemos perdonado a aquellos que nos han herido; cuando
le entregamos por completo al Señor nuestras heridas del
pasado. Sea cual sea la experiencia que una persona haya
tenido o las heridas que haya sufrido, Jesús quiere curarlas

36
Modelos de Oración de Sanación Interior

y sanar su corazón roto. Después que le hayamos pedido


a Dios que nos libere, después que le hayamos orado
para que rompa todas las cadenas que nos atan, después
que hayamos perdonado a todos los que nos hirieron,
estaremos listos para pedirle a Jesús que sane nuestros
recuerdos dolorosos.

Perdonar es sanar la vida, es tomar la decisión valiente


de desprendernos del pasado para sanar el presente y
construir un futuro, recuperando así la paz interior.

Perdonar es encontrar la salida y resolución de todos esos


sentimientos de crítica, ira, culpa, miedo, rencor, rabia e
impotencia, volviendo así a recuperar nuestra identidad
para unificarnos y reconciliarnos con los demás.

Perdonar es recordar sin rencor.

Henri Lacordaire, fraile dominico, abogado y célebre


predicador francés del siglo XIX
dijo: ¿Quieres ser feliz un instante?: Véngate. ¿Quieres ser
feliz toda la vida?: Perdona.

Un discípulo de Jesús le preguntó: ¿Maestro, cuántas veces he


de perdonar a mi hermano? ¿Siete veces?. Y Jesús le respondió:
Siete veces no, setenta veces siete. Perdonar es un don de Dios.
La oración sincera, que procede de un corazón limpio de
pecado, ayuda a perdonar al que nos hirió.

Dios Sana mis Heridas más Profundas 37


Dios Sana mis Heridas más Profundas

Perdonar libera la memoria y nos permite vivir en el


presente, sin recurrencias constantes al pasado doloroso.
Y lo principal: nos sana interiormente.

En el Padre Nuestro decimos: perdona nuestras ofensas así


como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Perdonar es
una decisión que deja en libertad tu corazón y limpia toda
herida interior. Si tú quieres experimentar el perdón del
Señor, debes primero perdonar.

Por eso, cuando presentes una ofrenda al altar, si recuerdas allí


que tu hermano tiene alguna queja en contra tuya, deja ahí
tu ofrenda ante el altar, anda primero a hacer las paces con tu
hermano, y entonces vuelve a presentarla. (Mt 5, 23 – 24).

6. Pidámosle que quite y ponga, que are y siembre de


nuevo. Que limpie nuestro Jardín y le restituya, con
la fuerza del Espíritu, la belleza original, plantando
en él las semillas de su Espíritu para que produzca
los frutos del Espíritu: comprensión, perdón, acep-
tación, paz, alegría, amor, bondad, generosidad…

7. Demos gracias por su obra realizada en nosotros


y entreguémonos a su Espíritu para que guíe nuestra
vida de hoy en adelante.

38
Modelos de Oración de Sanación Interior

Modelo 2

Otra forma de lograr sanación interior:

1) Traer a memoria las experiencias que produjeron


el trauma y los sentimientos negativos.

2) Renunciar a esos sentimientos negativos


nombrándolos por su nombre (Temor, etc.)

3) Perdonar de todo corazón, mencionando la


persona por nombre y el daño que hizo.

4)Pídele perdón a Dios por todo sentimiento


negativo y perdónate a ti misma confesándote.

5) Se lee el Evangelio y se Reconoce y confiesa que


Jesús sufrió todas las heridas de tu alma y murió en
la cruz llevándolas por ti.

6) Ora explícitamente pidiendo la sanación. Cree


que en este momento el ungüento del Espíritu Santo
está sanando tus heridas.

« Por tanto, os digo que todo lo que pidáis orando,


creed que lo recibiréis, y os vendrá »(Mc 11, 24)

7) Dale gracias a Dios por tu sanidad y alábale.

Dios Sana mis Heridas más Profundas 39


Dios Sana mis Heridas más Profundas

Modelo 3

Recordemos que la oración de sanación interior es pedir a


Jesús retroceder al tiempo en que fuimos heridos, para que
ahora nos libere de ello. Esto implica Tres pasos:

1. Leer la Palabra de Dios y meditarla: una Palabra


suya bastará para sanarnos.

2. Sacar a la luz las cosas que nos han herido. Convie-


ne hacerse ciertas preguntas que generalmente nos
revelan las heridas básicas por las que debemos orar:

- ¿Cuándo comenzó todo esto? O también: ¿fue una


niñez feliz? Muchas de las heridas más profundas se
remontan a los primeros 2 o 3 años de vida, o sea, al
tiempo en que fuimos más vulnerables y menos ca-
paces de defendernos a nosotros mismos. Pero tam-
bién es verdad que algunos han recibido sus heridas
posteriormente en la escuela, en algunas experien-
cias sexuales desdichadas, etc.

- ¿Qué fue lo que causó la herida? Muchas veces ya


la respuesta a la primera pregunta revela las razones
de las viejas heridas. Muchas de ellas arrancan de al-
gún rechazo o alguna relación rota. Particularmente
importantes son nuestras relaciones con los padres.
Si la madre no acarició lo suficiente al niño, si el pa-
dre regresaba del trabajo cansado y apenas hablaba
con el niño o lo castigaba duramente, si había dema-

40
Modelos de Oración de Sanación Interior

siados niños para una madre enfermiza y no tuvo


tiempo de demostrarles afecto, o si uno de los padres
falleció siendo todavía pequeño el niño. Todas estas
penosas experiencias dejan heridas que afectan pro-
fundamente los sentimientos básicos de la persona.

- Quién causó las heridas? Eso se logra mejor al dia-


logar con otra persona; incluso el hablar del proble-
ma constituye ya un proceso de curación.

3. Orar al Señor para que nos cure de esas heridas. Si


alcanzamos a recordar cómo y por qué comenzó
todo, y quién causó la herida, entonces pedimos a
Jesús que nos acompañe al pasado. Él, como Señor
del tiempo, es capaz de hacer lo que nosotros no po-
demos. Él puede curar esas heridas del pasado que
todavía nos hacen sufrir, a veces en forma inmediata.

Vaciar y llenar

Después de haber orado por la sanación de la herida y


pedirle que extirpe de nosotros la herida, que saque de
nosotros esas consecuencias de la herida (vaciar), podemos
pedir al Señor que llene la vida nuestra de todo lo que
estábamos echando de menos.

Dado que tenemos una necesidad tan profunda de amor,


la conclusión de la oración de sanación interior es, por lo
general, llenar del amor de Dios todos los ámbitos vacíos
de nuestro corazón.

Dios Sana mis Heridas más Profundas 41


Dios Sana mis Heridas más Profundas

La curación interior da tanta paz y alegría a las personas,


que es una pena que sean tan pocos los que entiendan y
practiquen esta clase de oración.

42
VII. Ejercicios
de Sanación Interior

“Escucha a Jesús

Escucha a Jesús que te dice: Vengan a mí los que se sientan


cargados y agobiados, y yo les aliviaré” (Mt 12, 28).

Siente que Jesús va recorriendo toda tu vida y va ingresando


a todos los momentos y circunstancias de tu pasado. El
toma plena posesión de lo que eres, de lo que piensas, de
lo que haces; Siente cómo Jesús asume lo más intimo de tu
corazón. En la fe, acógelo sin reservas, gozosamente y siente
cómo Jesús toca las heridas que más te duelen; cómo Jesús
saca la espina de esas angustias que te oprimen; cómo te
alivia esos temores y te libera de tus rencores.

Acepta a tus padres

Dios mío, si alguna vez sentí verguenza o aversión por mis


padres, en este día yo los acojo con cariño y amor. Pido
perdón por mi ingratitud y de tu mano yo los acepto con
gratitud y emoción. Si acaso ellos ya fallecieron, igualmente
yo los acojo, les abrazo, los amo, los acepto profunda y
Dios Sana mis Heridas más Profundas 43
Dios Sana mis Heridas más Profundas

totalmente en el misterio de tu Santa Voluntad y les pido


perdón en tu nombre. Gracias, Señor, por el regalo de mis
padres y bendita sea su memoria para siempre. Amén.

Acepta a tu pareja

Señor Jesús, te agradezco que hayas puesto en mi vida y en


mi corazón a la persona que tú me has dado como compa-
ñera hasta el final de nuestros días. Reconozco que somos
dos personas distintas, aunque tú, Señor, has ido moldean-
do nuestros corazones para que lleguen a ser uno solo en
el amor. Dame, Señor, la aceptación total de su manera de
ser y haz que mi pareja, en cristiana aceptación, comprenda
también mi condición para que lleguemos a ser una pareja
unida y fuerte en tu amor. Pule, Señor Jesús, todo aquello
que aún no sea ideal en nuestra relación común; danos la
sabiduría necesaria para educar en tu amor a nuestros hijos
y haz que juntos alcancemos la paz en tí. Amén.

Acepta tu figura fisica

Padre mío, fuente de mi vida, dame la gracia de hacerme


amigo de mí mismo. Si alguna vez sentí verguenza de ser
como soy, te pido perdón a tí, autor de mi vida y de mi
ser. Perdona mi insensatez y mi ingratitud. Desde ahora
quiero sentirme contento de ser como soy; feliz de ser
como soy. Te alabo, te admiro y te agradezco por estas
manos, este rostro, esta figura general. Bendito seas por
haberme hecho tal como me hiciste. En tus manos me
entrego, feliz de ser como soy. Amén.
44
Ejercicios de Sanación Interior

Acepta la enfermedad y la muerte

Padre mío, dueño de la vida y de la muerte, dame la gracia de


aceptar con paz el misterio doloroso de la vida, las enferme-
dades, la decadencia y la muerte; aceptarlas sin lamentos, sin
lágrimas, en silencio y paz. Me acuerdo que tu Hijo transfor-
mó lo más negativo e inútil del mundo, como es el dolor y la
muerte, en fuente de redención y de vida eterna. Yo también
quiero que desde hoy mi dolor y mi muerte sean fuente de re-
dención para mí. A partir de este momento acepto sufrir con
Jesús y como Jesús. En tus manos, Padre mío, me abandono
con mi vida y mi muerte, mi salud y mi enfermedad. Amén.

Acepta tu persona

Dios mío, en tus manos me pongo con lo poco que soy, feliz
de ser como soy. Si alguna vez sentí tristeza y verguenza
de mi persona, te pido perdón por haberme avergonzado
de la obra de tus manos. Te doy gracias por haberme
hecho capaz de pensar que pienso, portador de un aliento
divino e inmortal. Dame la gracia de perdonar y de amar
esta extraña personalidad. En tu voluntad perdono y amo
tantas cosas muy mías que hasta ahora no me gustaban.
En tus manos me pongo con lo poco que soy, feliz de ser
como soy, amigo de mí mismo. Amén.

Acepta la propia historia

Dios mío, Señor de mi vida, dame la gracia de transformar


el dolor en amor. Aquellos que nunca me comprendieron y
Dios Sana mis Heridas más Profundas 45
Dios Sana mis Heridas más Profundas

aquellos que nunca me aceptaron y siempre me rechazaron,


aquellos que se fueron detrás de mí con infundios, medias
verdades y calumnias enteras, y que me hicieron pasar
noches sin dormir y días con lágrimas. Todos estos recuerdos
dolientes quiero transformarlos en una ofrenda de amor y
depositarla en silencio en lo profundo de tu voluntad.

Señor, que toda esta masa doliente y sangrante se


transforme en este momento en una ofrenda hacia ti,
depositada para siempre con amor en al altar de tu
voluntad. Y sea este momento el segundo nacimiento de
mi vida, porque lo anterior de mi vida quedó para siempre
olvidado y borrado. Y como niño recien nacido, comienzo
yo hoy a caminar libre y feliz en tu nombre, Señor, amén.

Perdona en el Espíritu de Jesús

Espíritu Santo, poderosa fuerza de Dios, haz en este mo-


mento el prodigio de identificar mis sentimientos con los
sentimientos de Jesús. Mi Señor Jesucristo, muerto y resuci-
tado, presente aquí en este momento, y que está dentro de mí.
Toma posesión completa de todo mi ser. Hazte vivamente
presente en mi cuerpo y en mi espíritu, y asume todo lo que
siento, lo que pienso, lo que soy, lo que tengo. En este mo-
mento tus sentimientos sean mis sentimientos, tus emocio-
nes mis emociones, tus ojos mis ojos, tus brazos mis brazos.

Jesucristo, poderoso y amoroso Señor, calma dentro de mí


este tormento de hostilidad que siento contra esa persona.
Yo quiero sentir por ella lo que tú sientes en este momento
46
Ejercicios de Sanación Interior

por esa persona, lo que tú sentías al morir en la cruz por


ella. Perdónala tú dentro de mí. Y, con mis sentimientos
transformados en tus sentimientos, perdónala y ámala
dentro de mí, conmigo. Quiero perdonarle como tú le
perdonas; quiero mirar a ese ser con tus ojos y abrazarlo
con tus brazos. Yo le quiero. Yo le comprendo. Yo le
perdono. Yo le amo; como tú, mi Señor Jesús.

Oración de abandono

Padre, en tus manos me pongo; haz de mí lo que quieras.


Por todo lo que hagas de mí, te doy gracias.

Estoy dispuesto a todo; lo acepto todo con tal de que tu


voluntad se haga en mí y en todas tus creaturas. No deseo
nada más, Dios mío.

Pongo mi alma entre tus manos; te la doy, Dios mío, con


todo el ardor de mi corazón porque te amo y es para mí una
necesidad de amor el darme, el entregarme entre tus manos
sin medida, con infinita confianza, porque Tú eres mi Padre.

Amén.

Dios Sana mis Heridas más Profundas 47


VIII. Actitudes Espirituales
para Sanar Interiormente

A sumamos actitudes espirituales ante aque-


llo que puede ser fuente de sufrimiento en nuestra vida:

Actitud ante el Pasado: El tiempo es irreversible; no


podemos retroceder ni un segundo en el tiempo. Por ello
cualquier cosa que haya sucedido en el pasado es ya un
hecho consumado e irreversible que no podemos cambiar.
La rememoración del pasado puede convertirse en una
gran tristeza y sufrimiento para muchas personas. Es
hora de no viajar hacia ese pasado doloroso. Los hechos
pasados ya están consumados. Aunque viertas un mar de
lágrimas o que te encolerices, todo es inútil: esos hechos
jamás serán alterados. Entonces, ¿para qué recordarlos?;
mejor déjalos en el olvido y así no te seguirán lastimando.

Actitud ante los Fracasos: Si tú pensabas que


determinado plan tuyo alcanzaría el éxito, pero no fue así,
dio como resultado algo negativo ante tus ojos. Pero en
realidad no fue negativo, sino inferior a tus previsiones.
Y ese resultado se convierte en fracaso cuando tú mismo
rechazas aquel resultado. Al poner en marcha tu proyecto
Dios Sana mis Heridas más Profundas 49
Dios Sana mis Heridas más Profundas

te forjaste a tí mismo una ilusión que después se esfumó y


produjo en ti como un desgarramiento; como que algo se
hubiera roto en tu interior.

Tienes que darte cuenta de que no es el fracaso lo que te


tiene atrapado, sino que eres tú y solo tú el que está dándose
de cabeza contra aquel resultado negativo. A fuerza de darle
vueltas en tú cabeza y de resistirlo en tu corazón, lo has ido
convirtiendo en un dolor terrible que te oprime. El proble-
ma no está en el resultado de tu proyecto: está en ti mismo.

Actitud ante los Obstáculos: Como ser humano tú te


preocupas por diferentes situaciones ajenas a ti tales como
tener delante una larga fila de espera, o leer en el periódico
que ha habido un accidente aéreo, que la inflación se ha
disparado, las heladas amenazan las cosechas de este
año, etc. Eso son piedras en el camino, pero tú no puedes
cambiar ninguna de ellas.

La regla de oro es: dejar que las cosas sean lo que son. Una
vez que has llegado a la conclusion de que por tu parte no
puedes hacer nada y de que los acontecimientos seguirán si
que nadie te pida tu consentimiento, tienes que aceptarlo
todo con mucha calma.

Hay un refrán anónimo que dice así: Con las piedras que en-
cuentres en el camino sé delicado y llévatelas. Y si no las puedes
cargar como hermanas, al menos déjalas atrás como amigas.
Esa es la piedra filosofal para transformar a los enemigos
en amigos y secar innumerable manantiales de sufrimiento.
50
Actitudes Espirituales para Sanar Interiormente

Actitud ante los Disgustos: El disgusto es un producto de


tu mente; somos nosotros mismos quienes engendramos
los disgustos. Es posible que tú hayas vivido un suceso que
se convirtió en escándalo y la gente te llenó de suposiciones
injustas y tu prestigio se vió afectado. Todo ese conjunto
de circunstancias es ya un hecho consumado y quedó
estacionado en tu mente.

Si tú relegaras al pasado ese suceso, lo olvidarías y ya no


existiría para tí. Pero eres tú mismo quien rehace mental-
mente de nuevo aquella desgracia y te enciendes en furia,
rabia y verguenza, y por eso ese hecho pasado se transfor-
ma en disgusto. Pero has sido tú mismo quien estás trans-
formando ese suceso en disgusto. Despierta y despréndete
de los recuerdos dolorosos; deja ya de sufrir por ello.

Actitud ante los Imposibles: A veces tenemos que


enfrentarnos con situaciones que nos desagradan o que
nos provocan rechazo y que no está en nuestras manos
solucionar. Las denominamos situaciones límite, o bien
hechos consumados o, simplemente, un imposible.

Muchas veces poco o nada podemos hacer ante determinada


situación. Si alguna vez podemos hacer algo que resuelva
la situación, hay que avanzar decididamente y afrontarlo
con valentía. Pero si vemos que nada podemos hacer a
pesar de nuestra mejor voluntad, debemos abandonar la
idea de ocuparnos de aquella situación.

Dios Sana mis Heridas más Profundas 51


Dios Sana mis Heridas más Profundas

Debemos tener muy presente que hay que dejar de lado


los imposibles, y seguir adelante.

Actitud ante las Obsesiones: La obsesión está emparen-


tada con la ansiedad y la angustia, aunque en sí mismo sea
diferente. Entre obsesión, ansiedad y angustia hay una re-
lación de causa-efecto, pero encierran contenidos distintos.

Lo específico de la obsesión es que la persona se siente do-


minada por un contenido que se ha instalado ahí, en su in-
terior, y se ve ante la impotencia de ahuyentarlo, dejando de
ser dueño de sí mismo. Esto es lo más característico del fe-
nómeno obsesivo. La obsesión acaba convirtiéndose en uno
de los más abundantes surtidores de sufrimiento humano.

Actitud espiritual ante la Angustia: Ante todo es


conveniente subrayar la diferencia que existe entre
inquietud, ansiedad y angustia.

En la inquietud predomina la sensación física, aunque ello no


conlleva ahogo u opresión; es tan solo una sensación, sin lle-
gar a ser un sentimiento y no llega a alterar el aspecto afectivo.

La ansiedad es una perturbación psíquica y con ella se


experimenta una impresión de inseguridad con efecto de
sobresalto, aunque con tendencia a buscar la solución. Es
más de carácter cerebral que somático.

La angustia es una sensación física profunda que afecta


principalmente al plexo solar y la garganta, siempre con
sensación de opresión, ahogo y de encogimiento.

52
Actitudes Espirituales para Sanar Interiormente

Actitud espiritual ante la Depresión: Se caracteriza


por un profundo y prolongado abatimiento, acompañado
por una total impotencia para cualquier futura iniciativa.
El deprimido pierde facilmente sus facultades de
comunicación y revivien los hechos más sombríos de su
pasado, lo cual les produce sentimientos de culpabilidad.

La depresión afecta a todo el organismo y la persona vive


con amargura una sensación oprimente de inutilidad y
expresa, con voz vacilante, pensamientos derrotistas.

Actitud espiritual ante la Rutina: Es la fuerza más


desestabilizadora de las instituciones humanas y de la vida
misma. Por efecto de la rutina los humanos experimentan
una constante caída de tension en los compromisos,
pierden el ímpetu inicial y aflojan en el entusiasmo.
Entonces aparece la apatía, desfallece la ilusión y se hace
presente la tibieza y la monotonía.

La rutina es motivada en gran parte por la repetición


al gastarse la novedad de algo. Desaparece el impacto, el
asombro y la novedad cuando algo se repite una y otra
vez. La solución está en conservar la lámpara encendida,
en buscar de adentro hacia afuera. Cuando el interior de la
persona es luz, todo es luz.

Actitud espiritual ante la Envidia: Es la hierba más


frondosa del huerto humano; la que más abunda. La
envidia busca razones para disfrazarse, nunca ataca al
descubierto, siempre se cobija bajo las alas de las razones y
se complace en hacer sufrir a los demás.
Dios Sana mis Heridas más Profundas 53
Dios Sana mis Heridas más Profundas

Actitud espiritual ante la Personalidad: La personali-


dad es herencia de dos factores: herencia y ambiente. Po-
demos decir que los elementos básicos de la personalidad
se heredan genéticamente, mientras que el ambiente de-
termina qué se desarrollará en la persona y en qué medida.

Los miembros de una misma familia pueden ser físicamente


muy parecidos, pero el hecho de vivir alejados, en distintos
ambientes, les hace diferentes con el tiempo. Cuando
vuelven a reunirse se dan cuenta de su parecido físico, pero
también de sus diferencias personales. Entonces es cuando
pueden empezar las envidias, resentimientos, odios, y todo
aquello que destruye la unidad familiar.

No podemos aspirar a una verdadera sanación interior


si antes no nos hemos aceptado a nosotros mismos, con
nuestras virtudes y defectos.

Actitud espiritual ante la Enfermedad: La enfermedad


puede surgir en una persona por muchos medios y por
determinadas circuntancias. Cuando la descubres en tu
organismo tienes que buscar ayuda para combatirla y
vencerla, pero si no lo logras y la enfermedad continua en tu
cuerpo debes deponer toda agresividad, no irritarte contra
ella y dejarla en paz. Aceptándola estarás también en paz
contigo mismo y con los demás. Y si la enfermedad debe
acompañarte a lo largo de tu vida, que no sea en calidad de
enemiga sino de hermana y amiga. Todo cuanto se acepta
se transforma en amigo en una reconciliación sin fronteras.

54
Actitudes Espirituales para Sanar Interiormente

Actitud espiritual ante la Muerte: Para el ser humano


ninguna realidad encuentra tanta oposición como la
muerte y por ello es la enemiga por antonomasia de la
humanidad. La persona cuanto más piensa en ella más la
teme, y cuanto más la teme más la engrandece, con lo cual
lo único que consigue es que su vivir sea un morir.

Hay que aceptar que todo lo que nace muere y que, llegada
la hora, de nada sirve resistir. Hay que hacerse a la idea,
serena, sabia y humildemente, de que un día esta vida se
acabará. Debemos soltar las adherencias y dejarnos llevar.
Esta será nuestra victoria sobre la muerte y habremos
acabado transformando a nuestro peor enemigo en
nuestro mejor amigo.

Dios Sana mis Heridas más Profundas 55


IX. Doce Oraciones de
Sanación Interior

1. Oración de Sanación interior


(P. Emiliano Tardif )

Padre de bondad, te bendigo y te alabo y te doy


gracias
porque por tu amor nos diste a tu Hijo Jesús.

Gracias Padre porque a la luz del Espíritu
comprendemos


que él es la luz, la verdad y el buen pastor
que ha venido
para que tengamos vida
y la tengamos en abundancia.


Hoy, padre, me quiero presentar
delante de ti, como tu


hijo.
Tú me conoces por mi nombre,
pon tus ojos de Padre
amoroso en mi vida.
Tú conoces mi corazón
y conoces las
heridas de mi historia,
Tu conoces todo lo que he querido
hacer
y no he hecho.Conoces también lo que hice
o me hicie-
ron lastimándome.
Tú conoces mis limitaciones,
mis errores
y mis pecados;
conoces los traumas y complejos de mi vida.


Hoy, Padre, te pido que por el amor
que le tienes a tu Hijo


Jesucristo,
derrames tu Santo Espíritu sobre mí,
para que
el calor de tu amor sanador
penetre en lo más íntimo de mi
Dios Sana mis Heridas más Profundas 57
Dios Sana mis Heridas más Profundas

corazón.
Tú que sanas los corazones destrozados
y vendas


las heridas
sáname aquí y ahora de mi alma,
mi mente, mi
memoria y todo mi interior.


Entra en mi Señor Jesús,
como entraste en aquella


casa

donde estaban tus discípulos
 llenos de miedo.
Tú que apareciste en medio de ellos y les dijiste:
“Paz a
vosotros”
Entra en mi corazón y dame tu paz.
Lléname de
tu amor,
Sabemos que el amor hecha fuera el temor.
Pasa
por mi vida y sana mi corazón.


Sabemos, Señor Jesús,
que tú lo haces siempre que te lo


pedimos
y te lo estoy pidiendo con María, mi madre,
la
que estaba en las bodas de Caná
cuando no había vino
y tu
respondiste a su deseo,
transformando el agua en vino.
Cambia
mi corazón y dame un corazón generoso,
un corazón afable,
un corazón bondadoso,
dame un corazón nuevo.

Haz brotar en mí
los frutos de tu presencia.
Dame el fruto


de tu Espíritu que es amor,
paz, alegría.


Haz que venga sobre mí
el Espíritu de las bienaventuran-


zas,
para que pueda saborear
y buscar a Dios cada día,
vi-
viendo sin complejos ni traumas
junto a los demás,
junto
a mi familia,
junto a mis hermanos.

Te doy gracias padre,
por lo que estás haciendo hoy


en mi vida.
Te doy gracias de todo corazón
porque tú
me sanas,
porque tú me liberas,
porque tú rompes las
cadenas
y me das la libertad.
Gracias, Señor Jesús,
porque
58
Doce Oraciones de Sanación Interior

soy templo de tu Espíritu
y ese templo no se puede


destruir
porque es la casa de Dios.


Te doy gracias Espíritu Santo por la fe,
gracias por el amor


que has puesto en mi corazón,
¡qué grande eres Señor
Dios Trino y Uno!
Bendito y alabado seas, Señor.

2. Tú has venido a curar los corazones heridos

Señor Jesús, Tú has venido a curar
los corazones heridos


y atribulados,
te ruego que cures los traumas que
provocan 
turbaciones en mi corazón;
te ruego, en especial
que cures
aquellos que son causa de pecado.

Te pido que entres en mi vida,
que me cures de los traumas


psíquicos 
que me han afectado en tierna edad 
y de aquellas
heridas que me los han provocado
a lo largo de toda la vida.

Señor Jesús, Tú conoces mis problemas,
los pongo todos


en Tu corazón de Buen Pastor.
Te ruego, en virtud de
aquella gran llaga
abierta en Tu Corazón, 
que cures las
pequeñas heridas que hay en el mío.

Cura las heridas de mis recuerdos,
a fin de que nada de


cuanto me ha acaecido 
me haga permanecer en el dolor,
en la angustia, 
en la preocupación.

Cura, Señor,
Todas esas heridas que, en mi vida,
han


sido causa de raíces de pecado.
Quiero perdonar 
a todas
Dios Sana mis Heridas más Profundas 59
Dios Sana mis Heridas más Profundas

las personas que me han ofendido,
mira esas heridas


interiores
que me hacen incapaz de perdonar.
Tú que has
venido a curar los corazones afligidos,
cura mi corazón.

Cura, Señor Jesús, mis heridas íntimas
que son causa de


enfermedades físicas.
Yo te ofrezco mi corazón,
acéptalo,
Señor, purifícalo y dame
los sentimientos de Tu Corazón
Divino.
Ayúdame a ser humilde y benigno.


Concédeme, Señor,
 la curación del dolor que me


oprime 
por la muerte de las personas queridas.
Haz que
pueda recuperar la paz y la alegría
por la certeza de que Tú
eres la Resurrección y la Vida.

Hazme testigo autentico
de Tu Resurrección,
de Tu


Victoria sobre el pecado y la muerte,
de Tu Presencia de
Viviente entre nosotros.
Amén.

3. Oración para la sanación interior personal

Señor, Tú puedes volver atrás conmigo y caminar conmigo


a través de mi vida desde el momento en que fui concebido.

Ayúdame, Señor, aun entonces: límpiame y líbrame de


todo lo que pudo causarme dificultades en el momento
de mi concepción. Tú estabas presente en el momento que
fui formado en el vientre de mi madre. Líbrame y sáname
de cualquier ataduras en mi espíritu que hayan podido
llegarme por mi madre o las circunstancias de la vida de mis
padres aún cuando tomaba forma. Por esto, te doy gracias.

60
Doce Oraciones de Sanación Interior

También te alabo, Jesús, porque además me estás sanando


del trauma de nacer. (Muchas de nuestras madres tuvieron
partos largos y dolorosos cuando nacimos, y esto tiene
un efecto en la criatura). Te pido, Señor, que me cures
del dolor de nacer y de todo lo que sufrí al nacer. Te doy
gracias, Señor, porque Tú estabas allí para recibirme en tus
brazos cuando nací. Conságrame en ese mismo momento
al servicio de Dios. Gracias, Jesús, porque esto se ha hecho.

Señor Jesús, te alabo porque en esos primeros meses de


mi infancia tú estabas conmigo cuando te necesité. (Hay
muchas personas que necesitaban más amor del que
recibieron de su madre, porque fueron separados por
circunstancias que no pudieron evitarse. No recibieron el
amor que les hubiera ayudado a sentir fuerza y estabilidad).

Hubo veces que necesité que mi madre me acunara en su


pecho y me meciera y me contara cuentos infantiles como
solamente sabe hacerlo una madre. Señor, hazlo Tú en
lo más profundo de mi ser. Envíame a tu madre, María,
para que me estreche en su regazo, me dé calor y me
haga todo lo que una madre hace para brindarle a su hijo
ternura y seguridad. Déjame sentir su amor maternal tan
conmovedor, confortante y profundo que nada ya pueda
separarme de ese amor otra vez. Te doy gracias y te alabo.
Señor, porque sé que ahora mismo estoy cobijado en los
brazos de tu madre y en los tuyos.

(También hay personas que necesitaron más del amor


paternal en sus vidas). Por cualquier razón que me haya
Dios Sana mis Heridas más Profundas 61
Dios Sana mis Heridas más Profundas

sentido descuidado, rechazado, Señor, llena esa parte de


mi ser con un profundo amor paternal que sólo viene
de un padre. Aunque yo no esté consciente de haber
necesitado unos brazos fuertes y un “papito” que me amara
y me diera seguridad y apoyo, dámelo Tú ahora. Gracias,
Señor, porque esto también lo estás haciendo.

(Según crecíamos, algunos de nosotros pertenecíamos


a familias donde no había mucho tiempo para nosotros
como individuos). He llegado a entender y a aceptarlo, pero
una parte de mi ser en realidad nunca se sintió completa,
nunca se sintió verdaderamente querida. Te pido hoy una
curación de ese sentimiento. Señor, hazme saber que soy
tu hijo, una persona importante en tu familia, un ser único
que amas de una manera muy especial.

Cúrame, Señor, las heridas causadas por las relaciones con


mi familia, el hermano o hermana que no me entendía del
todo o que no me demostraba amor y bondad debidamente.
Una parte mía nunca se sintió amada por eso. Déjame
ahora alcanzar en perdón a ese hermano o hermana.
Quizás a través de los años, nunca he podido aceptarlos
porque nunca me sentí verdaderamente aceptado por ellos.
Dame un gran amor por ellos. Así que la próxima vez que
los vea haya tanto amor que todo lo viejo habrá pasado.
Me habrás renovado. Te doy gracias por eso, Señor.

(Según crecíamos, el primer trauma real en nuestra vida


pudo haber sido cuando fuimos a la escuela por primera
vez. Esa fue la primera vez que nos ausentábamos del
62
Doce Oraciones de Sanación Interior

hogar y todo lo que ello representaba. Para algunos de


nosotros que éramos muy sensibles, que éramos tímidos,
inseguros, esto fue difícil; - quedarnos con aquella maestra
extraña, con compañeros extraños, en un lugar extraño).

Señor, de veras nunca me recuperaré de esa experiencia,


porque había cosas que esperaban de mí y cosas que me
herían mucho. Hubo maestras intratables y niños que no
me mostraban amor o comprensión.

Te pido, Señor, que me sanes de todos esos años que pasé


en la sala de clase, que me quites todo el dolor y sufrimiento
que recibí en ese tiempo. Me retraje en ese entonces, Señor,
y empecé a sentir miedo de hablar en grupos porque me ha-
bían ridiculizado, castigado, criticado en la escuela. Dejé de
hablar porque era demasiado doloroso. Señor, te pido que
abras la puerta de mi corazón. Déjame relacionarme en gru-
pos de una manera más abierta y libre de lo que he podido
hasta ahora. Según se lleva a cabo esta curación, tendré la
confianza y el valor de hacer lo que me pidas en toda situa-
ción. Gracias, Señor, porque creo que estás sanándome ya.

Señor, cuando entré en la adolescencia, empecé a


experimentar cosas que me asustaron, me avergonzaron
y me causaron dolor. Nunca he podido sobreponerme del
todo a algunas experiencias que tuve cuando me estaba
conociendo a mí mismo, lo que significa ser persona. Te
pido, Señor Jesús, que sanes todas las experiencias que tuve
como adolescente; las cosas que hice y que me hicieron y
de las que nunca he sanado. Entra en mi corazón y quita

Dios Sana mis Heridas más Profundas 63


Dios Sana mis Heridas más Profundas

todas las experiencias que me causaron sufrimiento o


vergüenza. No te pido, Jesús, que borres esto de mi mente
sino que lo transformes de manera que pueda recordarlo
sin vergüenza, con acción de gracias.

Hazme comprender por lo que hoy están pasando los


jóvenes, porque yo mismo también he pasado por ello: esa
época de búsqueda y conflicto. Según me voy sanando,
déjame ayudar a otros a encontrar la curación.

Señor, al salir de este período de mi vida, y al empezar a


crecer en la vocación a que me llamabas, tuve dificultades.
(Algunos fuimos llamados a ser esposos y esposas, algunos
fuimos llamados al celibato, otros escogieron la soltería o
ahora son viudos o divorciados. Ha habido dolor, ha habido
sufrimientos; no hay carrera alguna en la tierra que no
conlleve dificultades de ajuste, problemas que necesitaban
curarse en la vida privada). Te pido, Jesús, que me cures en
el estado de vida que me encuentro hoy, y todo lo que eso ha
significado para el mundo que me rodea.

(Esposos y esposas tienen cosas del pasado que se


interponen en sus relaciones, heridas y sufrimientos que
solamente pueden existir entre quienes tratan de vivir
juntos y conocerse en una situación muy íntima). Señor,
sáname de estas cosas. Haz que mi matrimonio empiece
a ser de nuevo lo que Dios quiere que sea. Toma en tus
manos todas las heridas y sufrimientos del pasado, para
que desde ahora en adelante este matrimonio sea limpio y
de nuevo tan libre y tan sano como sea posible.
64
Doce Oraciones de Sanación Interior

Gracias, Padre, que mediante esta curación podemos llegar


a ser la clase de marido y mujer que Tú pides que seamos.

(Los sacerdotes, religiosas y religiosos han tenido heridas


que los han alejado de Jesús en vez de acercarlos a Él).
Señor, ayúdame a sentir tal calor y fortaleza de amor
en mí que nunca jamás dude yo, si el camino que sigo
es al que me has llamado. Dame valor y confianza en la
obra que me has llamado a hacer. Llévame adelante con
propósito y metas nuevas. Gracias, Padre, porque sé que
estás haciéndolo.

(La gente soltera que se han sentido llamados a esa vida,


siguen los pasos de Jesús con un dolor y sufrimiento que
sólo Dios conoce). Me he sentido solo y en ocasiones,
abandonado y totalmente rechazado por el resto de la
humanidad. Señor Jesús, lléname hoy de un nuevo sentido
de fortaleza y propósito. Hazme comprender lo que has
puesto en mi corazón. Déjame ser un testimonio vivo
de Jesucristo. Te doy gracias, Padre, porque sé que estás
haciendo esto.

Según siento la unción de tu amor, te glorifico, Señor,


porque sé que está hecho. Señor, no hay poder en el cielo
y la tierra que pueda impedirlo. Te alabo, Señor, porque sé
que mientras más te entrego, dándote gracias y alabándote
por ello, más me das la fortaleza de tu presencia, el poder
de tu espíritu, el amor de tu Divino Hijo. Te alabo, Jesús,
por esta curación y te glorifico. Gracias. Amén.

Dios Sana mis Heridas más Profundas 65


Dios Sana mis Heridas más Profundas

(Ahora permanece en silencio unos diez minutos. Deja


que el Espíritu de Dios complete la obra de curación en ti.
Vacía tu corazón de todo lo que no es de Dios. Deja que
Dios vuelva a llenarlo con su Amor).

4. Oración de sanación de la propia imagen

Señor, dales a mis hermanos una buena imagen


de sí mismos.
Que puedan verse como Tú les ves.
Padre en nombre de Jesús, nos dirigimos a Ti
para que toques a cada uno de estos hermanos y
les des una buena imagen de sí mismos
y una verdadera autoestima en Cristo Jesús.

Señor, ellos puede que se sientan indignos,


inapropiados o inferiores;
quizás se sientan feos, tímidos, o como pesonas
que no hacen nada bien.
A lo mejor les llamaron con apodos que no les gustaron,
e incluso de adultos pueden sentirse inseguros
y no amados.
Señor Jesús, llévate sus sentimientos de fracaso,
de vergüenza,
de decepción, culpabilidad o timidez.

Te pedimos que los liberes de toda fuerza negativa


que les ha mantenido en la esclavitud
y les ha apartado de vivir una vida abundante y victoriosa.

66
Doce Oraciones de Sanación Interior

Amado Señor, hazles saber cuánto les amas


y que ellos son la niña de tus ojos.
Haz, Señor, que se den cuenta que Tú has muerto en la cruz,
no solo por sus pecados,
sino también por sus profundas heridas emocionales
y sus recuerdos dolorosos.

Te rogamos, Señor, que sanes todo lo herido


y roto que haya en ellos.
Ayúdales a amarse a sí mismos,
a aceptar tu perdón,
a perdonarse a sí mismos
y perdonar a otros.

Señor Jesús, llena los vacíos de sus vidas.


Y dales el amor y la seguridad que pueden no haber recibido.
Dales un atrevimiento santo,
confianza y nuevas energías
para que puedan hacer todas las cosas a través tuyo.

Señor, dales una buena imagen de sí mismos.


Y que puedan verse como Tú les ves:
especiales, dignos y perdonados,
para que cada uno de ellos llegue a ser
la persona que Tú creaste y quieres que sea.
Te lo pedimos a ti, que los amas
y que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Dios Sana mis Heridas más Profundas 67


Dios Sana mis Heridas más Profundas

5. Oración de perdón y sanación interior

Señor Jesucristo, hoy te pido la gracia de poder perdonar


a todos los que me han ofendido en mi vida.
Sé que Tú me darás la fuerza para perdonar.
Te doy gracias porque Tú me amas y deseas
mi felicidad más que yo mismo.

“Señor Jesucristo, hoy quiero perdonarme


por todos mis pecados,
faltas y todo lo que es malo en mí y todo lo que
pienso que es malo.

Señor, me perdono por cualquier intromisión en ocultismo,


usando tablas de uija, horóscopos, sesiones, adivinos,
amuletos,
tomado tu nombre en vano, no adorándote;
por herir a mis padres, emborracharme, usando droga,
por pecados contra la pureza, por adulterio, aborto, robar,
mentir.

Me perdono de verdad, Señor;


Quiero que me sanes de cualquier ira,
amargura y resentimiento hacia Ti.

Por las veces que sentí que Tú mandaste la muerte


a mi familia,
enfermedad, dolor de corazón,
dificultades financieras o lo que yo pensé que eran castigos.
¡Perdóname, Jesús y Sáname!

68
Doce Oraciones de Sanación Interior

Señor, perdono a mi madre por las veces que me hirió,


por las veces que se resintió conmigo,
estuvo furiosa conmigo,
me castigó, prefirió a mis hermanos y hermanas que a mí,
me dijo que era tonto, feo, estúpido
o que le había costado mucho dinero a la familia,
o cuando me dijo que no era deseado, que fui un accidente,
una equivocación o no era lo que quería.

Perdono a mi padre por cualquier falta de apoyo,


falta de amor, o de afecto,
falta de atención, de tiempo, o de compañía,
por beber, por mal comportamiento,
especialmente con mi madre y los otros hijos,
por sus castigos severos, por desertar, por estar lejos de casa,
por divorciarse de mi madre, por no serle fiel.

Señor, perdono a mis hermanos y hermanas


que me rechazaron,
que dijeron mentiras de mí, me odiaron,
estaban resentidos contra mí,
competían conmigo por el amor de mis padres;
me hirieron físicamente
o me hicieron la vida desagradable de algún modo.
Les perdono, Señor.

Señor, perdono a mi cónyuge por su falta de amor, de afecto,


de consideración, de apoyo, por su falta de comunicación,
por tensión, faltas, dolores o aquellos otros actos o palabras
que me han herido o perturbado.
Dios Sana mis Heridas más Profundas 69
Dios Sana mis Heridas más Profundas

Señor, perdono a mis hijos por su falta


de respeto, obediencia, falta de amor,
de atención, de apoyo, de comprensión,
por sus malos hábitos, por cualquier mala acción
que me puede perturbar.

Señor, perdono a mi abuela, abuelo, tíos, tías y primos,


que hayan interferido en la familia y hayan causado confusión,
o que hayan enfrentado a mis padres.

Señor, perdono a mis parientes políticos,


especialmente a mi suegra, mi suegro,
perdono a mis cuñados y cuñadas.

Señor, hoy te pido especialmente la gracia


de perdonar a mis yernos y nueras,
y otros parientes por matrimonio,
que tratan a mis hijos sin amor.

Jesús, ayúdame a perdonar a mis compañeros


de trabajo que son desagradables
o me hacen la vida imposible.
Por aquellos que me cargan con su trabajo, hablan de mí,
no cooperan conmigo, intentan quitarme el trabajo.
Les perdono hoy.

También necesito perdonar a mis vecinos, Señor.


Por el ruido que hacen, por molestar,
por no tener sus perros atados y dejar que pasen a mi jardín,
por no tener la basura bien recogida y tener el vecindario
desordenado; les perdono.

70
Doce Oraciones de Sanación Interior

Ahora perdono a mi párroco y los sacerdotes,


a mi congregación y mi iglesia
por su falta de apoyo, mezquindad,
falta de amistad, malos sermones,
por no apoyarme como debieran, por no usarme
en un puesto de responsabilidad,
por no invitarme a ayudar en puestos mayores y
por cualquier otra herida que me hayan hecho;
les perdono hoy.

Señor, perdono a todos los profesionales


que me hayan herido en cualquier forma,
médicos, enfermeras, abogados, policías,
trabajadores de hospitales.
Por cualquier cosa que me hicieron;
les perdono sinceramente hoy.

Señor, perdono a mi jefe por no pagarme lo suficiente,


por no apreciarme, por no ser amable o razonable conmigo,
por estar furioso o no ser dialogante,
por no promocionarme, y por no alabarme por mi trabajo.

Señor, perdono a mis profesores y formadores del pasado


así como a los actuales;
a los que me castigaron, humillaron, insultaron,
me trataron injustamente,
se rieron de mí, me llamaron tonto o estúpido,
me hicieron quedar castigado después del colegio.

Dios Sana mis Heridas más Profundas 71


Dios Sana mis Heridas más Profundas

Señor, perdono a mis amigos que me han decepcionado,


han perdido contacto conmigo, no me apoyan,
no estaban disponibles cuando necesitaba ayuda,
les presté dinero y no me lo devolvieron, me criticaron.

Señor Jesús, pido especialmente la gracia de perdonar a


esa persona
que más me ha herido en mi vida.
Pido perdonar a mi peor enemigo,
la persona que más me cuesta perdonar
o la persona que haya dicho que nunca la perdonaría.

Gracias Jesús, porque me estás liberando del mal de no


perdonar y
pido perdón a todos aquellos a los que yo también he
ofendido.

Amén.

6. Sanación de los Recuerdos

Señor, gracias por ese don maravilloso de Recordar, por el


don dela memoria.
Gracias porque esta facultad me ayuda a revivir
los momentos dulces de tu inmensa misericordia.
Sin embargo, a veces, Señor, me torturan los malos recuerdos,
Pues no todos los recuerdos son de alegría;
hay recuerdos amargos que cubren de gris mis momentos
más lindos.
Hoy mi Señor te entrego todos los malos recuerdos de mi
memoria.

72
Doce Oraciones de Sanación Interior

Algunos se han grabados en forma de complejos y traumas,


queme paralizan y producen temores, me bloquean y me
impiden que sea feliz.

Amigo Jesús pon tu mano sanadora en mi memoria,


envía tu Espíritu Santo que me ayude a comprender
que el pasado ya pasó y el hoy es distinto.

Jesús acompáñame a recordar eso momentos


dolorosos y a comprenderlos,
a convencerme que si yo tuve culpa , tú me has perdonado,
que el tiempo ya ha pasado y si herí a otros,
Tú estás también para sanarlos, por tu gran misericordia

Acepto Padre Celestial todo lo que me pasó,


como parte de tu moroso plan y
quiero borrar, con tu ayuda, lo que no sea fruto
del Espiritu Santo en mi Memoria.
Haz el milagro de que mi memoria no sea un sotano oscuro
sino un depósito de misericordia donde puedo acudir
para nutrirme y nutrir a otros de motivos para alabarte.

Te amo, Señor;
hazme libre de mi pasado y sus tormentas,
déjame descansar en tus brazos,
plasma en mi corazón esa paz que calma y
me hace estar en perfecta comunicacion contigo.
Mi buen Maestro, sólo tú puedes enseñarme
a convertir mis recuerdos negativos en positivos.
Amén.
Dios Sana mis Heridas más Profundas 73
Dios Sana mis Heridas más Profundas

7. Sanación interior (P. R. De Grandis)

Señor Jesús, gracias por tu presencia hoy.


Se que me amas y que me estás llamando por mi nombre.
Viniste a liberar a los cautivos.

Gracias por Tu amor y Tu piedad


que me liberan constantemente de vínculos
y me llenan de Tu vida abundante.
Yo te alabo, te bendigo y te adoro. 
Me pongo bajo tu protección, Señor,
y me cubro con Tu Preciosa Sangre
y pido a los Ángeles, a los santos y
a Tu Madre Bendita que intercedan por mí. 

Señor, me sumerjo en un perdón profundo para limpiarme


de cualquier raíz de amargura o resentimiento.

Centro mi oración ahora sobre la persona que más me ha


fastidiado en la última semana.
Perdono a esa persona desde lo más profundo
de mi corazón
y bendigo a esa persona.

Absuelvo de toda culpabilidad a cada persona


que me haya herido en el último mes.
Jesús, porque te  amo, digo a esas personas:
“Aunque me hayan herido, yo no los voy a herir.
Los entrego a Jesús, los perdono, los acepto
y los amo tal y como son”.

74
Doce Oraciones de Sanación Interior

Por un acto de voluntad, perdono a todos aquellos


que me han herido desde el principio de este año.
Jesús, bendícelos. 

Señor, ahora te ruego por la persona que más daño


me ha hecho en la vida,
la que es como el origen de todo mi dolor.
Elevo esta persona a Ti, para que reciba Tu bendición. 

Señor Jesús, te pido la gracia de perdonarme de verdad


por mi mayor pecado, por la mayor falta de fe
en mi relación contigo.
Me perdono por eso, Señor.
Tú me has perdonado y ahora recibo de Ti
la gracia de perdonarme de verdad. 

Señor, me pongo en Tu presencia


y te pido por todos aquellos que llevan mi sangre,
que no están perfectamente unidos a Ti. 
Señor, te pido perdón por sus culpas.

Me uno a la oración de Daniel cuando intercede


por su pueblo y digo:
“¡Señor, Dios grande y temible,
que aguardas la alianza y el amor a los que te aman
y observan tus mandamientos.
Nosotros hemos pecado, hemos sido injustos y rebeldes
y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus leyes”
nos hemos sublevado contra Yahvé.

Dios Sana mis Heridas más Profundas 75


Dios Sana mis Heridas más Profundas

De Él esperamos solamente el perdón y la misericordia”


“Ahora, pues, oh Dios nuestro,
escucha la plegaria y las súplicas de tu siervo,
y, por amor de ti mismo,
haz brillar Tu Rostro sobre tu santuario devastado.
Dios mío, inclina tus oídos y escucha.
Abre tus ojos y mira cómo está arruinada la ciudad
sobre la cual ha sido pronunciado tu Nombre.
No nos apoyamos en nuestras buenas obras,
sino que derramamos nuestras súplicas ante ti,
confiados en tu gran misericordia.
Señor, escucha;
Señor, perdona;
Señor, atiende.
Obra, Dios mío,
no tardes más, por amor de Ti mismo,
ya que tu Nombre ha sido invocado sobre tu ciudad
y tu pueblo”. (Dn 9, 4 – 19).
8. Oración por la cura del alma
Señor Jesús, Te pido por mi alma.
Las consecuencias del pecado se reflejan en ella.
Purifica, oh Señor, mi subconsciente.
Penetra en él con tu luz para que las tinieblas no lo envuelvan.
Con el poder de tu gracia, toca lo más profundo de mi alma
que está amarrada a las cosas materiales, de donde
provienen mis miedos.
Purifícame para que mi espíritu esté más abierto a Ti.
Cúrame de la desconfianza que pueda tener de Ti
y de tu Palabra.

76
Doce Oraciones de Sanación Interior

Te pido, Señor Jesús,


que me cures de toda conmoción negativa
y de los traumas oriundos de los fracasos
y planes no realizados.
Purifícame de toda tiniebla interior y cuida de las heridas
que se encuentran en la médula de mi subconsciente.

En el poder de tu nombre, Jesús,


y de acuerdo con tu Palabra,
ahora mismo yo aniquilo todo raciocinio y todo orgullo
que se levantan en mí contra el conocimiento de Dios
y esclavizo todo pensamiento y lo reduzco a la obediencia
a Ti. (2 Co 10,5).

Te pido además, Señor Jesús, que mi alma sea renovada


por el poder de tu Santo Espíritu y de tu Palabra y
que solamente lo que sea verdadero, noble, justo, puro,
amable, de buena fama, virtuoso y digno de alabanza
ocupe mis pensamientos (Flp 4,8)
Que tu paz, que sobrepasa toda inteligencia,
guarde mi corazón y mis pensamientos
en Cristo Jesús (Flp 4,7)

Ruego, ahora por las personas espiritualmente


enfermas y sumergidas en problemas.
Aliviánales las cargas y cura las llagas originadas
en su enfermedad espiritual.
Protege a los niños y a los jóvenes que recibieron
esta triste herencia.

Dios Sana mis Heridas más Profundas 77


Dios Sana mis Heridas más Profundas

¡Libéralos de las depresiones, miedos, neurosis


y de todos los problemas psíquicos!
Cura también a los que se quedaron psíquicamente enfermos
por causa de la falta de éxito en la familia, en la escuela o
empleo.
Aparta de ellos cualquier idea de suicidio y líbralos de
cualquier pensamiento opresor.

¡ Jesús, sé Tú el único Señor de nuestra alma!


Libera con tu sangre preciosa a las personas que
practican el ocultismo y la hechicería,
cuyas consecuencias las llevan a la oscuridad
y a la muerte espiritual.
¡Restituye a las almas la paz y la serenidad!  Amén.

Ruegan por nosotros, Oh Virgen María de Guadalupe,


Madre de Dios y nuestra. En nombre de Jesús. Amén.

9. Oración por la cura interior

Jesús mío: Vengo hoy a pedirte la cura de mis recuerdos,


de todo aquellos que viví y quedó guardado en mi
inconsciente y que me ha atormentado.

Tú me conoces y sabes la causa de cada problema


que traigo en mi interior.
Ven, Jesús, y cura estos recuerdos,
los momentos en que me sentí rechazado, desanimado,
ignorado hasta por aquellos que más amaba.

78
Doce Oraciones de Sanación Interior

Cúrame de los sentimientos de odio, rencor,


disgusto y falta de perdón
que, muchas veces, se reflejan en mi cuerpo, causando
dolores y enfermedades físicas.

Cúrame de los momentos de peligro que viví


y que me tornaron una persona miedosa e insegura,
cúrame Señor.
¡Oh Señor, son tantos los traumas y marcas que traigo
en mi mente…
y solo Tú puedes curarme!

Por eso Te pido: lava mi mente con tu sangre,


dame tu cura y lléname de tu paz.
Desde ahora, Te alabo y agradezco,
pues creo que estás actuando en mí ahora y que seré,
en Ti, una nueva criatura.
¡En el poder de tu nombre, Jesús! Amén.

10. Intercesión por la cura interior de alguien

Señor Jesús, Te pido que entres en el corazón de NN.


y toques aquellas experiencias de vida que necesitan curarse.
Tú conoces mucho mejor a NN de lo que él se conoce a
sí mismo.
Derrama pues, tu amor en todos los rincones de su corazón.
Donde quiera que lo encuentres herido, tócalo,
consuélalo, libéralo.

Dios Sana mis Heridas más Profundas 79


Dios Sana mis Heridas más Profundas

Si NN se siente solo, abandonado, rechazado por la hu-


manidad,
concédele, mediante tu amor regenerador, una nueva
conciencia de su valor con persona.
Jesús, Te entrego a NN totalmente a Ti:
su cuerpo, mente y espíritu
y Te agradezco por restaurar su integridad. Gracias,
Señor. Amén. ¡Aleluya!

11. Oración por la sanación interior y física

Señor Jesucristo, creo que eres el Hijo resucitado y


glorioso de Dios Padre
y que estás aquí entre nosotros, vivo e intercediendo por mí,
amándome y queriendo ayudarme.
A ti me entrego, confiado, ¡porque sé que quieres
curarme y eres omnipotente para hacerlo!

Señor Jesús, Te lo ruego:


perdona mis pecados, fallas y omisiones
y cura, principalmente en mí, mis malos hábitos.
Quiero, con tu gracia, perdonar a los que me ofendieron
y afligieron.

Jesucristo, mi Dios y mi Amigo,


en este instante Te acepto como mi amado Salvador y Señor,
único dueño de todas las áreas de mi ser, de todo lo que
soy y poseo.

80
Doce Oraciones de Sanación Interior

Jesús, mi Señor y Rey,


Te pido que entres ahora en mi vida
y permanezcas conmigo según lo prometiste:
“Estaré siempre contigo, hasta el fin de los tiempos.”
Yo creo en tu Palabra.

Señor Jesús, yo Te entrego, en este momento,


mi mente, mi voluntad y toda mi vida,
pues quiero que seas el centro de mi vivir,
sin que el egoísmo sea más el centro de mi vida.

Mi redentor y mi Hermano,
muéstrame el propósito maravilloso que tienes para mi
vida en este mundo y en la eternidad.
Yo acepto el plan amoroso y salvador del Padre eterno para mí.

Mi Señor y mi Dios, dame tu paz y tu poder,


para que pueda agradarte en todos mis actos,
aceptar mis condiciones actuales y futuras que
bondadosamente planeas.
Señor Jesús, renuévame totalmente, porque sé
que es ésta tu voluntad para mí ahora.

Te agradezco, mi Señor y mi Dios,


porque me estás curando y ungiendo con tu poder
infinito y tu eterno amor, que cura y salva.
Te agradezco tu gran interés por mí,
porque sé que tu salvación se extiende a todas
las áreas de mi ser para curarme.

Dios Sana mis Heridas más Profundas 81


Dios Sana mis Heridas más Profundas

Jesús mío, Te lo pido:


pasea por los corredores de mi mente, de mi
subconsciente e inconsciente,
borrando todos los recuerdos dolorosos
e irrigando totalmente con tu sangre salvadora
tanto mi cerebro cuanto todas las demás áreas
que carecen de salud.
Salvador mío, creo en tu promesa de que a todos
los que Te reciben en el corazón
Tú les das el poder de convertirse en Hijos de Dios Padre
( Jn 1,12).

Jesucristo, Señor todopoderoso del universo,


creo también que Dios Padre nos da la vida eterna
cuando Te aceptamos como Salvador,
porque la fuente de la vida sin fin y de la salud está en Ti,
en el poder de tu Cruz, aceptada por Ti para nuestra
salvación y eterna felicidad.

Sé, mi buen Jesús, que sufriste la Pasión por amor a mí


y Te agradezco mucho por tu grande amor.

¡Señor Jesús, sálvame y retírame de en medio de la tristeza


para que celebre alegremente tu santo Nombre de
Redentor y Libertador del universo
y me gloríe en la alabanza del Padre celestial!

¡Mi Señor y Salvador Jesús, creo que resucitaste


y estás, en este instante, sentado a la derecha
del Padre celestial,
en tu trono de gloria, intercediendo por mí y por los que amas!

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Doce Oraciones de Sanación Interior

¡ Jesús, Hijo de David, Te necesito, ven a curarme, a


salvarme, a liberarme de todo mal!

¡Señor Jesús, creo que en este instante me has liberado de


toda enfermedad y Te lo agradezco!

¡ Jesús, mi Señor y mi Dios,


Te pido que también cures a todas las personas que sufren!
¡Ruega por mí, Oh Virgen Santa María de Guadalupe
y envuélveme en tu manto de protección! Amén.
¡Aleluya!

12. Oración por la sanación interna

Jesús, te pido que entres a mi corazón


y toques esas experiencias de vida que necesitan ser sanadas.
Tú me conoces mucho mejor que yo a mí mismo.
Por lo tanto, trae tu amor a cada rincón de mi corazón.
Dondequiera que descubras al niño herido, tócalo,
consuélalo y ponlo en libertad.

Retrocede en mi vida hasta el mismo momento


en que fui concebido.
Purifica mi cuerpo y libérame de esas cosas
que pueden haber ejercido una influencia negativa
en ese momento.
Bendíceme mientras estaba siendo formado
en el vientre de mi madre
y elimina todos los obstáculos a la integridad
que me puedan haber afectado en esos meses
de confinamiento.
Dios Sana mis Heridas más Profundas 83
Dios Sana mis Heridas más Profundas

Concédeme un profundo deseo de volver a nacer


y cura cualquier trauma físico o emocional
que pudiera haberme dañado en el proceso de mi
nacimiento.
Gracias, Señor, por estar ahí para recibirme en tus brazos
en al mismo momento de mi nacimiento,
para darme la bienvenida a la tierra
y asegurarme que Tú nunca me fallarías o me
abandonarías.

Jesús, yo te ruego que rodees mi infancia con tu luz


y toques esos recuerdos que me impiden ser libre.
Si necesité más amor materno, envíame tu madre, María,
para que me proporcione cuanto me falte.
Pídele que me abrace, que me bese, que me cuente
historias
y que llene todas esas partes vacías en mí,
que necesitan el consuelo y el calor que sólo
una madre podría dar.

Quizás el niño interior se sintió necesitado en el área


del amor paterno.
Señor, que yo sea libre para gritar «Abba»,
papá, con cada parte de mi ser.
Si necesité más del amor de un padre
y garantía para asegurarme que yo fui deseado
y amado muy profundamente,
te pido que me tomes y sienta yo tus brazos fuertes
y protectores.

84
Doce Oraciones de Sanación Interior

Dame y renueva mi confianza y valor


para hacer frente a las adversidades del mundo
para que sepa que el amor de mi Padre me sostiene
si tropiezo y caigo.

Pasa por mi vida, Señor,


y confórtame cuando los otros no me trataron bien.
Cura las heridas de encuentros que me dejaron
atemorizado,
que hicieron que me replegara en mí mismo y creara
barreras contra la gente.
Si me he sentido solo, abandonado y rechazado
por la humanidad,
concédeme a través de tu amor sanador,
un nuevo sentido de valía como persona.

La gente me rechazó y hablaron mal de mí


cuando yo era inocente,
y me sentí triste y resentido.
Oh Señor, ven y cúrame.
Te presento mis malos hábitos
y mi viejo yo vicioso y corrompido,
lávame y purifícame, Oh Señor.

Jesús, me entrego a ti, cuerpo, mente y espíritu,


y gracias por hacerme íntegro. Gracias Señor . Amén

Dios Sana mis Heridas más Profundas 85


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