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Introduccion

El Realismo alcanzó su máximo apogeo en la segunda mitad del siglo XIX, comenzando en la
década de 1840 y finalizando en 1880. La cuna de este movimiento estuvo asentada en Francia y
se ubica temporalmente después de la Revolución de 1848, la cual derrocó la monarquía del
rey Luis Felipe. El Realismo se desarrolló durante el Segundo Imperio liderado por Napoleón III.
En la mayoría de las obras se expresa una representación del diario vivir de la clase trabajadora,
el interés por la cotidianeidad del proletariado es contemporáneo con la obra socialista de Karl
Marx y con las propuestas filosóficas del socialismo de Proudhon. El Realismo presta atención a
las vicisitudes que enfrenta esta clase social y glorifica su cotidianeidad como una experiencia
digna de ser representada.

Pintura Realista
El realismo surge después de la revolución francesa de 1848. El desencanto por los fracasos
revolucionarios hace que el arte abandone los temas políticos y se concentre en temas sociales.
La industrialización determinó la desaparición del artesanado y la formación de una numerosa
población obrera acumulada en los centros urbanos. Con ello, las condiciones de vida económica
y social sufren una alteración profundísima, que se refleja en las ideologías. Los artistas toman
conciencia de los terribles problemas sociales como el trabajo de niños y mujeres, los horarios
excesivos, las viviendas insalubres y consideran que deben denunciar estas lacras. (Arte Espana,
2005)
Quienes mejor manifiestan este cambio son los paisajistas de la Escuela de Barbizón, que a través
del paisaje transmitieron la conquista de la realidad. La escuela fue creada por Rousseau y la
integraron un grupo de artistas que se propusieron construir un tipo de pintura diferente.
Realizaron un estudio objetivo y directo de la naturaleza plasmando los sentimientos que ésta les
despertaba. A ellos les debemos el inicio de la práctica de pintor al aire libre, pues tomaban sus
apuntes directamente de la naturaleza y luego ejecutaban sus obras definitivas en el estudio.
Jean François Millet (1841-1875), hijo de campesinos pobres, fue uno de los máximos
representantes de la Escuela de Barbizón. Se distinguió como paisajista, pero en sus paisajes no
olvida nunca a los campesinos, humildes, cabizbajos, pesimistas y redimidos por el trabajo. Es el
mejor intérprete de la vida campesina y del hambre y la miseria que éste trae consigo. Contempló
de cerca la situación en la que vivía, pero no la denunció en sus pinturas, sino que la representó
tal y como era, plasmó la realidad. (Encolombia, s.f.)
Resultado
La meta del realismo no es la belleza, sino la verdad, y por tanto, el conocimiento de la realidad
teniendo en cuenta la mirada del autor que representa lo cotidiano, abandonando la evocación del
pasado.
Conclusión
El Realismo es un estilo que refleja la realidad histórica y que no copia objetos mitológicos,
religiosos o alegóricos, su concentración en los rasgos esenciales y típicos de los carácteres,
situaciones y acciones.
Bibliografía
Arte Espana. (Noviembre de 2005). Recuperado el 19 de Noviembre de 2018, de
https://www.arteespana.com/pinturarealista.htm
Encolombia. (s.f.). encolombia. Obtenido de https://encolombia.com/educacion-cultura/arte-
cultura/historiadelarte/el-realismo/
El Realismo. (2018). Recuperado el 19 de Noviembre de 2018 de
http://www.escolares.net/historia-universal/el-realismo/

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