Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Replicación semiconservadora:
La separación de las dos cadenas de una molécula de DNA circular (o una molécula que no pueda
girar con libertad, como el DNA eucariota) es como tener un extremo de la molécula fijado a una
pared. La tensión que se desarrolla dentro de la molécula no puede liberarse por rotación de
toda la molécula. Como vemos en la imagen; mientras más avanza la maquinaria de replicación
y por lo tanto más se va desenrollando; al otro extremo se crea una tensión que causa
superenrollamientos.
La DNA girasa elimina los superenrollamientos al cortar las dos cadenas del DNA; un segmento
del DNA pasa a través de la rotura de la doble cadena hacia el otro lado y entonces se ligan los
cortes de nueva cuenta. Este proceso requiere de energía obtenida por hidrólisis de ATP. Las
células eucariotas poseen enzimas similares que realizan esta función.
Replicación semidiscontinua:
La ausencia de la actividad de
polimerización en dirección 3’ 5’ tiene
una explicación: ambas cadenas de DNA
se sintetizan en dirección 5’ 3’.
Durante la reacción de polimerización, el
grupo OH del extremo 3’ del cebador
lleva a cabo un ataque nucleofílico en el
fosfato α 5’ del trifosfato de nucleótido
que entra.
Las DNA polimerasas se mueven en una
dirección 3’ 5’ a lo largo de la plantilla y
construyen la cadena desde su extremo 5’
fosfato terminal. En consecuencia una de las
cadenas crece en dirección de la horquilla de
replicación, mientras que la otra cadena
crece y se aleja de la horquilla.
Helicasa: enzima que desenrolla el DNA. Lo hacen en una reacción que utiliza energía
liberada por hidrólisis de ATP. Separa los puentes de hidrógeno que mantienen juntas las
cadenas y expone las plantillas de DNA monocatenario. La principal helicasa de E. coli es la
helicasa DnaB que contiene 6 subunidades que forman un “anillo” que encierra una sola
cadena de DNA.
El inicio de la replicación en E. coli sucede cuando múltiples copias de la proteína DnaA se unen
al origen (oriC) y separan las cadenas de DNA de este sitio. Posteriormente la helicasa DnaB se
une al oriC de DNA monocatenario de la cadena rezagada o retrasada gracias a la proteína DnaC.
Luego la helicasa DnaB se desplaza en dirección 5’ 3’ de la cadena retrasa desenrollando la
doble hélice.
SSB: proteínas que se unen al DNA monocatenario. El desenrollamiento del DNA hecho por
la helicasa se mantiene gracias a la unión de estas proteínas a las cadenas separadas de DNA.
Las proteínas SSB se unen de manera selectiva al DNA monocatenario manteniéndolo en un
estado extendido y evitando que se vuelva a enrollar o que se dañe.
Luego a estos cebadores de RNA se unen nucleótidos de DNA por medio de una DNA polimerasa
III. La misma DNA polimerasa III sintetiza los diferentes fragmentos. Así esta DNA polimerasa III
se recicla del sitio donde ha terminado un fragmento de Okazaki y pasa al próximo sitio a lo largo
de la cadena retrasada. Una vez en el próximo sitio, esta polimerasa se une al extremo 3’ OH del
iniciador de RNA y comienza a incorporar desoxirribonucleótidos en este extremo.
Se cree que la DNApol III se desplaza gracias a la DNApol III que actúa en la cadena adelantada.
Aunque las dos polimerasas se mueven en direcciones opuestas pueden actuar a manera de
complejo. Esto lo logran formando un asa en el DNA de la cadena retrasada sobre sí misma, lo
que causa que esta plantilla tenga la misma orientación que la cadena adelantada (a).
Una vez que las polimerasas que ensamblan la cadena retrasada alcanzan el extremo 5’ de un
fragmento de Okazaki sintetizado previamente, la plantilla de la cadena retrasada se libera (b) y
la polimerasa comienza a trabaja en el extremo 3’ del próximo iniciador de RNA (c).
Este modelo se refiere a menudo como el “modelo del trombón” porque el asa de DNA crece de
manera repetida y se acorta durante la replicación de la cadena retrasada, lo que semeja el
movimiento del “asa” de un trombón.
La enzima que sintetiza las cadenas de DNA durante la replicación en E. coli es la DNA polimerasa
III, que es parte de una maquinaria de replicación llamada holoenzima DNA polimerasa III o
replisoma.
Pinza beta (abrazadera): es uno de los componentes no catalíticos del replisoma. Mantiene
la polimerasa relacionada con la plantilla de DNA. Las DNA polimerasas poseen 2
propiedades importantes:
- Deben permanecer vinculadas con la plantilla sobre largos tramos.
- No se deben fijar con tanta fuerza para poder desplazarse de un nucleótido al siguiente.
La polimerasa de la cadena
adelantada permanece unida a
una sola pinza beta durante la
replicación; en cambio la
polimerasa de la cadena
retrasada completa la síntesis de
un fragmento de Okazaki, se
desengancha de la pinza beta y
otra vez se una a una pinza beta
ensamblaba entre el iniciador de
RNA y el DNA plantilla cerca de la
horquilla de replicación.
El ensamblaje de la pinza beta alrededor del DNA y cebador requiere de un cargador de pinza
multisubunitario (parte del replisoma). El cargador de pinza está unido a ATP; este complejo se
une a la unión cebador-plantilla y también mantiene la pinza beta en una conformación abierta.
Cuando el DNA pasa a través de esta abertura en la pinza beta, el ATP se hidroliza con lo que se
libera la pinza de su cargador y la pinza beta se cierra alrededor del DNA quedando lista para
unirse con la polimerasa III.
La DNApol-1 interviene en la reparación del DNA; también elimina los iniciadores de RNA en el
extremo 5’ terminal de cada fragmento de Okazaki y reemplaza estos con DNA.
Exonucleasa 5’ 3’: puede degradar los dos tipos de ácido nucleico. Remueve el cebador
de RNA de cada fragmento de Okazaki.
Polimerasa: a medida que remueve el cebador también tiene su actividad de polimerasa y
rellena los espacios resultantes con desoxirribonucleótidos.
Exonucleasa 3’ 5’: desplaza los nucleótidos mal apareados del extremo 3’ de la cadena
en crecimiento del DNA.
Se estima que la frecuencia de apareamiento incorrecto es una vez cada 105 a 106 nucleótidos.
Esta baja frecuencia de mutaciones se debe en parte a las actividades de exonucleasa 3’ 5’
de la DNA polimerasa I. Cuando la DNA polimerasa incorpora un nucleótido incorrecto, la enzima
se detiene y el extremo de la cadena tiende a separase de la plantilla y formar una cadena
sencilla 3’ terminal. Cuando esto sucede, la enzima sufre un cambio conformacional para dirigir
esta cadena sencilla 3’ terminal hacia el sitio de exonucleasa 3’ 5’, el cual remueve el
nucleótido erróneo. Esto es trabajo de “lectura y corrección”.
Además la bacteria posee un mecanismo de reparación del apareamiento erróneo que opera
después de la replicación y corrige casi todas las uniones erróneas. Así, la fidelidad de la
replicación del DNA se base en 3 actividades distintas:
En E. coli un nuevo ciclo de replicación puede iniciar antes de que el ciclo previo se complete.
Por lo tanto estas bacterias replican su cromosoma a una máxima velocidad de 20 minutos.
Replicación en eucariotas
Las células eucariotas replican su genoma en pequeñas porciones denominadas replicones. Cada
replicón tiene su propio origen de replicación desde el cual avanza bidireccionalmente la
horquilla de replicación.
En las células humanas, la replicación inicia en alrededor de 10 mil a 100 mil diferentes orígenes
de replicación. Alredor de 10 a 15% de los replicones se dedican activamente a la duplicación en
cualquier momento dado durante la fase S del ciclo de celular.
Las secuencias que promueven la replicación del DNA (osea las secuencias origen) se conocen
como secuencias de replicación autónoma (ARS). El elemento central de una ARS consiste en
una secuencia conservada de 11 pares de bases, que funcionan como sitio de unión específico
para el complejo multiproteico esencial llamado complejo de reconocimiento de inicio (ORC).
Es esencial que cada porción del genoma se replique solo una vez durante el ciclo celular. Por lo
tanto deben existir mecanismos que eviten el reinicio de la replicación en un sitio que ya se ha
duplicado. Por lo tanto durante el inicio de la replicación, el origen debe pasar por una serie de
pasos:
1. Al origen (ARS) se une un complejo ORC. Al ORC se unen varias proteínas necesarias para los
siguientes pasos.
2. Proteínas llamadas factores permisivos se unen al ORC para ensamblar un complejo
proteínico-DNA, llamado complejo de prerreplicación (pre-RC); este complejo pre-RC es
competente para iniciar la replicación. Dentro de los factores permisivos se han encontrado
un grupo de 6 proteínas MCM
relacionadas (Mcm2 – Mcm7). Estas
proteínas MCM son ensambladas
en el punto de origen en la fase
tardía de la mitosis o poco después,
gracias a la ayuda de factores
accesorios que se ligaron
previamente al ORC. Las 6 proteínas
forman un complejo MCM que
posee actividad de helicasa
(encargada de desenrollan el DNA
en la horquilla de replicación). En
cada origen se unen 2 complejos
MCM (helicasas). Cada una de las
replicasas se desplaza en
direcciones contrarias alejándose
del origen cuando inicia la
replicación.
3. El ensamblado de estos complejos
proteicos marca un sitio en el
genoma como potencial origen de
replicación, aunque no garantiza
que en realidad lo sea. Durante casi
todos los ciclos celulares se
ensambla un número mucho mayor
de complejos de replicación previos
del que se utilizará. Sea cual sea el
mecanismo de selección de este
complejo, poco antes de comenzar
la dase S del ciclo celular, la
activación de las cinasas de
proteínas decisivas fosforilan el
complejo MCM y otras proteínas y
así comienza la replicación. Una de estas cinasas es dependiente de ciclina (Cdk). La actividad
de las Cdk es importante desde la fase S hasta la mitosis, la cual suprime la formación de
nuevos complejos de pre-RC. Por ello cada origen puede activarse una sola vez por ciclo
celular. En la última parte de la mitosis, las Cdk posibilitan el ensamble del pre-RC para iniciar
un próximo ciclo celular.
4. Una vez que la replicación comienza en la parte inicial de la fase S, las proteínas MCM se
desplazan con la horquilla de replicación.
Los procesos que ocurren en la horquilla de replicación de células eucariotas es muy similar a
las ya descritas en la bacteria E. coli. Algunas proteínas cambian pero su función es la misma;
esto se describe en el cuadro de más abajo.
Por lo tanto todos los mecanismos de replicación requieren: helicasas, proteínas de unión con
DNA monocatenario, topoisomerasa, primasa, DNA polimerasas, pinza deslizante, cargador de
la pinza y DNA ligasa. Para el estudio de replicación de eucariotas in vitro se emplea la helicasa
viral llamada antígeno R grande del virus SV40. Por lo tanto el siguiente gráfico es la replicación
eucariota pero interviene la helicasa viral.
Como en las bacterias, el DNA eucariota se sintetiza de manera semidiscontinua (los fragmentos
de Okazaki son más pequeños en comparación con los de una bacteria; son de unos 150
nucleótidos). Al igual que en las bacterias; las DNA polimerasas de eucariotas están presentes
en un dímero que sugiere una replicación coordinada por un complejo de replicación o
replisoma (osea lo que se forma un asa con la cadena retrasada).
DNApol α: está muy relacionada con la primasa y juntas inician la síntesis de cada fragmento
de Okazaki.
El complejo polimerasa α-primasa reconoce y se une al segmento desenrollado, en forma de
DNA monocatenario cubierto por una proteína de unión al DNA, llamada RPA. La primasa
comienza la síntesis del cebador de RNA, el cual se amplía por la adición de unos 20
desoxirribonucleótidos por medio de la polimerasa α.
La pinza deslizante que mantiene unido la DNApol δ y ε en células eucariotas se conoce como
PCNA. El cargador de pinza que coloca la PCNA sobre el DNA se llama RFC.
La polimerasa δ desplaza el cebador del extremo 5’ del fragmento de Okazaki previo. Una
endonucleasa llamada FEN-1 corta el DNA recién sintetizado al iniciador desplazado, y una DNA
ligasa sella el espacio en el DNA.
Se cree que la FEN-1 y la DNA ligasa se atraen a la horquilla gracias a la PCNA. De hecho se cree
que PCNA tienen participación importante en diferentes fenómenos durante la replicación,
reparación y recombinación del DNA debido a su capacidad de unirse a diversas proteínas. Por
esto se lo ha llamado “cinturón de herramientas moleculares”.
Las polimerasas eucariotas construyen las cadenas de DNA en una dirección 5’ 3’ al agregar
nucleótidos a los grupos hidroxilos 3’ y ninguna de estas es capaz de iniciar la replicación sin un
cebador.
Las polimerasas γ, δ, ε poseen una exonucleasa 3’ 5’, cuya actividad de lectura y corrección
garantiza que esta replicación ocurra con una gran eficiencia.
Existen otras DNA polimerasas (como ƞ, κ, ι) que poseen una función especializada que permite
a las células la replicación del DNA dañado.