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Se debe tener en cuenta que lo que se compra no es el derecho real sobre el bien,
sino el derecho o la expectativa que tiene el heredero del mismo. Una vez se haya
realizado la escritura pública de cesión de derechos herenciales, el cesionario
puede, por intermedio de un abogado, iniciar la sucesión, con el fin de que se le
adjudique en ella el bien que compró por intermedio de la escritura de cesión de
derechos herenciales, y así convertirse en propietario.
En el artículo 1967 del código civil, encontramos que ceder a título oneroso los
derechos herenciales, o legado, sin especificar los efectos de que se compone,
no se hace responsable sino de su calidad de heredero o delegatario, de lo
anterior podemos entender que la cesión de los derechos solamente se hacen
sobre la expectativa que se tiene de heredar, no recae sobre la propiedad como tal
del bien, esta mera expectativa se funda es en la posibilidad de sustituir al
heredero al momento de reclamar el o los bienes que le corresponde una vez
terminado el proceso de sucesión.
Si bien es cierto que la norma permite este tipo de venta, hay algunos aspectos
que se deben tener en cuenta al momento de realizar este tipo negociación:
Como ya lo habíamos mencionado anteriormente, la sesión de derechos
herenciales se hace a título de venta, requiere la formalidad de ser elevada a
escritura pública, mas sin embargo, no requiere paz y salvo, o cancelación de
conceptos por predial o formulario único de pago de autoevaluó.
Por otra parte, este tipo de ventas no se hace como cuerpo cierto, ya que quien
realiza la venta no se considera propietario exclusivo de un bien, pues solo le
asiste el derecho que sería definido en la respectiva partición y adjudicación
efectuada en la respectiva sucesión.
Aunque en el caso de los legatarios, se puede hacer la cesión de derechos a titulo
singular, en el caso de herederos el derecho se cede a titulo universal
Una vez perfeccionada la venta de los derechos herenciales, el tercero que entra a
ser parte del proceso de sucesión, se denomina cesionario, siendo así la persona
natural o jurídica que adquiere el derecho a la herencia, ocupando así el lugar del
cedente dentro el trámite de sucesión de las persona fallecida.
Las controversias que se susciten con ocasión del ejercicio del derecho
consagrado en el artículo 1971 del Código Civil, se decidirán como incidente.”
Teniendo en cuenta que los dos artículos son iguales, entraremos a su análisis en
los procesos de sucesión por causa de muerte, a este respecto, en la sentencia
T734 de 2014, establece: “La figura de la sucesión procesal consiste en el
reemplazo total de una de las partes procesales, con el fin de alterar su
integración por la inclusión de un tercero en el lugar de aquella. La sucesión
se surte por varias formas, dependiendo de si se predica de personas
naturales o jurídicas, o de si la sustitución se origina por acto entre vivos o por
la muerte de una persona natural o la extinción de una jurídica. Dicha
institución jurídica está regulada en el artículo 60 del C.P.C. La sucesión
procesal constituye una figura procesal relevante pues desarrolla el derecho
al debido proceso, al proteger a la parte que no conoce quien será su
contradictor, facultándola no solo con el derecho a ser informada de la
solicitud de sucesión, sino también con la potestad para aceptar o no la
sustitución. Sobre esta figura, la jurisprudencia de la Corte se ha pronunciado
tanto en sede de constitucionalidad como en asuntos de tutela.”
Otro de los motivos en los que podría darse la sucesión procesal es el de actos
entre vivos ejemplo, venta, donación, permuta, dación en pago, o adjudicaciones
en públicas subastas del derecho litigioso de una de las partes o del bien materia
del proceso.En estas situaciones, es necesario que el cesionario concurra al
proceso para solicitar la sucesión, caso en el que, si la parte contraria no acepta la
sustitución, tradente y cesionario continúan como partes litisconsorciales. La corte
por otra parte en su definición, establece el valor procesal de esta figura, como
quiera que las partes pueden saber quién es su contradictor, dando así las
garantías al debido proceso.
Esta acumulación podrá ser solicitada por cualquier de los herederos reconocidos
dentro del proceso de sucesión, para que se pueda admitir esta solicitud, se debe
aportar la prueba existente del matrimonio o la sociedad patrimonial, si dicha
prueba no figura dentro del proceso.El término que establece la norma para
formular esta solicitud, es el de antes de que se haya aprobado la partición o
adjudicación de bienes en cualquiera de los procesos, esta solicitud, suspende el
proceso en el cual se presenta hasta que esta se decida.
El Código General del Proceso en su artículo 522 contempla los caso en los que
hay dualidad de procesos de sucesión de una misma persona ante dos jueces
distintos, dando la potestad a cualquiera de los interesados solicitar que se
decrete la nulidad del proceso que se haya inscrito con posterioridad en el registro
de aperturas de sucesión. Incluso el código le permite a los jueces que de oficio al
percatarse que el mismo proceso se adelanta ante notario, oficiar a este para que
dicho trámite sea suspendido; esta situación no se contemplaba en el código de
procedimiento civil.
Algo común a los dos códigos, es que cuando una persona solicite que la sucesión
de una persona se tramite en un solo proceso, cuando se hayan adelantado dos o
más ante jueces distintos, deberá contener estos requisitos:
1- El solicitante deberá demostrar el interés que le asiste.
2- Deberá anexar a la solicitud certificación en la que se señale la existencia
de los procesos, en estas certificaciones deberá constar el estado en el que
se encuentra cada proceso.
El Registro Nacional de Apertura de Procesos de Sucesión que menciona el
código general del proceso, será llevado por el Consejo Superior de la
Judicatura, como lo señala el código general del proceso.