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INTRODUCCIÓN
vos relacionados con el trabajo. El estudio más tóricos como los tratamientos teóricos.3 Noso-
sistemático del concepto del trabajo surge de la tros nos enfocaremos en ésta última perspectiva.
gestante ciencia económica, en los estudios de
Adam Smith, David Ricardo y Marx, y las obras Trabajo y sus distintas dimensiones
de Weber y Durkheim todos ellos con una con-
figuración particular cada uno. De estos auto- Como ya hemos señalado, la diversidad de dimen-
res, las ideas de Marx y, en menor medida las siones y significados que giran en torno al trabajo
de Weber, dominarían las ciencias sociales en la ha requerido de esquematizaciones teóricas que
primera mitad del s. XX. Las importantes con- permitan observar con mayor claridad la trama
cepciones de Marx referentes a la distinción en- simbólica que entraña tras el concepto de trabajo.
tre el trabajo (como el esfuerzo realizado, gasto Para este ensayo tomaremos principalmente tres
de fuerza humana, trabajo real) y fuerza de tra- análisis que ilustran la variedad de significados y
bajo (como trabajo potencial) (Toharia, 1983) y de análisis que existe en el concepto de trabajo.
su transformación como valor de uso y valor de Estos tres análisis son tomados de Enrique De la
cambio constituirían los parámetros esenciales Garza, José Antonio Noguera y Julio Cesar Neffa.
(estructuralistas) para comprender el trabajo du- De la Garza (2005, 2001) hace una esquema-
rante dicho período. tización del concepto del trabajo y el no trabajo
El trabajo como acción racional instrumental como construcción social. Más allá de su con-
sería uno de los aportes de Weber al concepto de cepción primigenia, es decir, en cuanto actividad
trabajo. Ambos autores serían fuertemente criti- transformadora del hombre sobre la naturaleza,
cados por Jürgen Habermas (1987) al desplazar este autor señala cuatro contextualizaciones his-
la tónica del trabajo por el de la acción comunicati- tóricas del trabajo:
va. Por otra parte, las teorizaciones postmoder-
nas que defienden las tesis del fin del trabajo, en 1) En cuanto al objeto de trabajo. Es decir, el tra-
cuanto a la pérdida de su centralidad en la vida bajo en tanto transformación y producción mate-
cotidiana1 incorporarían al análisis del concepto rial (la producción de cosas, de bienes) y/o trans-
del trabajo elementos hermenéuticos tales como formación y producción inmaterial (servicios –de
sentido, identidad, mundo de vida, etc. En la ac- salud, educativos, turísticos, etc.-, el trabajo inte-
tualidad el análisis sobre el concepto del trabajo lectual y artístico, y producción simbólica).
puede abordarse desde una perspectiva histórica 2) En cuanto a la actividad de trabajar. Referida
(genealógica)2, o desde la multiplicidad de sig- al desgaste físico y mental que ocasiona el traba-
nificados desde la teoría que de alguna manera jo. Ello conlleva aspectos objetivos (el producto o
esquematiza tanto los distintos significados his- bien elaborado) y subjetivos (la concepción –in-
tegral o fragmentada de dicho producto o bien).
Además subyacen valores, sentimientos, formas
de razonamiento y discursos
1 Los trabajos de Meda (1998), Gorz (1998), Castels (1997) Offe 3) La actividad laboral como interacción inmediata
(1992) y Habermas (1987) son algunos de los más representa- y mediata entre los sujetos. Con el desarrollo de las
tivos. telecomunicaciones y el Internet, dichas interac-
2 Algunos ejemplos de ello, los más actuales y sintéticos consi- ciones no necesariamente están dadas cara a cara.
deramos, pueden encontrarse en Meda (1995), De la Garza
(2000) y Neffa (2003); Si bien no es tan actual, Friedmann
y Naville (1963) hacen otro tanto. Sennet (2000), Baumann 3 Este tratamiento aun siendo más novedoso, es menor que el
(1999) y Palenzuela (1995) por su parte dan un tratamiento señalado arriba –o lo es, por lo menos, en nuestra búsqueda–.
histórico menos sistemático, pero interesante en cuanto a la Los aquí utilizados corresponden a De la Garza (2005, 2001,
transformación del trabajo. 1997), Neffa (2005, 2001), Noguera (2002) y Watson (1987).
Con estas nuevas condiciones se podría hablar, do. En todo caso, podríamos decir, más bien, que
propone De la Garza, de comunidades simbólicas de determinados aspectos del trabajo (como puede
trabajo y no sólo interacciones copresenciales. ser la acepción del trabajo asalariado) han pedi-
4) Estás interacciones se articularían en formas do influencia en la conformación de identidades,
específicas de relaciones sociales. No sólo trabajador- pero la variada gama de significados aún coexis-
patrón, sino clientes y proveedores, las relaciones ten con las de otros mundos de vida.
al interior del trabajo familiar, relaciones entre Por su parte, José Antonio Noguera nos pre-
trabajadores cuenta propia, de trabajo y estudio, senta cuatro ejes conceptuales desde las diversas
etc. posturas teóricas respecto al concepto del trabajo:
En síntesis, el autor argumenta que la dife- a) El eje valorización versus desprecio del trabajo. Este
rencia histórica del trabajo y el no trabajo, no sólo eje se refiere a si el trabajo es dignificado y reves-
está dada por el tipo de actividad o de objeto sino tido de valor social y cultural positivo o si, por
por la articulación de sus relaciones sociales. Así el contrario, es despreciado como una actividad
las significaciones del trabajo son construcciones so- innoble; y esas dos posturas, la de valorización y
ciales que implican determinadas relaciones de poder y la de desprecio, reflejan las visiones contrapuestas
dominación, relaciones de fuerza que pueden variar los que dominaban, respectivamente, en las socieda-
significados de los conceptos. (De la Garza, 2005:4) des modernas y en las antiguas. (Noguera, 2002:
Ahora bien, el actual desarrollo de impor- 144) Conlleva las distintas concepciones creadas
tantes transformaciones en la esfera laboral tales históricamente de la ética del trabajo, desde su ca-
como formas de trabajo alternas al trabajo asala- rácter penoso propio de las antiguas civilizaciones
riado como el trabajo informal, a cuenta propia, y reforzado por tradición judeocristiana hasta su
el trabajo flexible y precario, trayectorias labora- glorificación de la ética del trabajo con el protes-
les oscilantes y/o truncadas por episodios de des- tantismo, la ilustración, el liberalismo económico
empleo, nuevas formas de organización y de rela- y, desde luego, la revolución industrial.
ciones laborales, nuevas modalidades de cultura
laboral y nuevas discusiones teóricas en torno b) Concepto amplio versus concepto reducido de
al trabajo nos lleva a la construcción del concepto trabajo. Noguera denomina concepto amplio
ampliado de trabajo lo que implica considerar los de trabajo al que considera que una actividad
aspectos materiales e inmateriales del mismo, la aboral puede tener recompensas intrínsecas a
incorporación de objetos simbólicos, su dualidad la misma, y que por tanto el trabajo no nece-
objetiva y subjetiva y su relación con la conexión sariamente consiste en una actividad pura y
con fines y medios, así como la relación implícita exclusivamente instrumental, sino que puede
con la naturaleza y otros individuos (relaciones tener en ella misma su propio fin. Por el con-
sociales –de poder, dominio, de interés–). A ello trario, un concepto reducido de trabajo sería
habrá de sumarle la influencia recíproca del mun- aquél que sólo considera posibles recompen-
do de trabajo con otros mundos de vida (De la sas extrínsecas a la actividad en cuestión (re-
Garza, 2005: 10-11). Esto último es de particular compensas que pueden tomar formas muy
relevancia en tanto que refuta las tesis postmo- distintas: dinero, supervivencia, reconoci-
dernas del fin del trabajo: el trabajo no ha perdido miento social, salvación religiosa, etc.); según
importancia en la conformación de subjetividades el concepto reducido, el trabajo es una acti-
y en el proceso de dar sentido, cuando mucho se vidad puramente instrumental, que no puede
han debilitado los enlaces o difuminado su parti- dar lugar a autorrealización personal alguna,
cipación en otros mundo de vida, como puede ser y que supone necesariamente una coerción
el familiar, el del consumo, etc., pero no aniquila- para la libertad y la autonomía del ser huma-
no. Esta dicotomía entraña tres dimensiones: estaríamos ante una noción meramente economi-
una cognitiva instrumental en tanto a la bús- cista o no del trabajo.
queda de resultados a través de criterios de
eficacia; otra práctico moral referida a su sen- d) Centralidad versus no centralidad del trabajo. Esta
tido social que tiene toda acción social (éti- última bifurcación refiere básicamente a la discu-
ca del trabajo, solidaridad social, creación de sión postmoderna de sí el trabajo ha dejado de ser
vínculos y redes, etc.) y una dimensión estético o no el eje rector de la actividad humana (material
expresiva en tanto a la cualidad de autoexpre- e inmaterial). Noguera distingue reconocer entre
sión y autorrealización del trabajo. (ídem., la necesidad material del trabajo y su centralidad
145) social y cultural; y entre su centralidad descriptiva
(en la vida cotidiana) y su centralidad normativa
Poco más adelante, el autor enfatiza la distinción (política y ética). Estas distinciones nos permiten
del concepto ampliado y reducido de trabajo de observar que la dicha centralidad perdida del tra-
esta manera: el concepto amplio es el que abarca bajo sólo es parcial en algunas dimensiones y que
las dimensiones de la acción que van más allá de por lo tanto no es posible generalizar de una de-
la racionalidad instrumental, esto es, el que pue- cadencia total del trabajo en la vida cotidiana.
de considerar el trabajo no sólo como producción
instrumental de valores de uso, sino también, al De esta manera, a través del análisis de Noguera
mismo tiempo, como medio de solidaridad social y podemos ver que el trabajo, como concepto, impli-
de autorrealización personal; el concepto amplio ca sus significaciones de valorización / desprecio a
tiende a incorporar así las tres dimensiones o ra- lo largo la historia; su valor intrínseco en sí mismo
cionalidades que pueden estar presentes en la ac- o extrínseco en términos de beneficios obtenidos
ción humana: cognitivo-instrumental, práctico- por el mismo, su carácter meramente económico
moral y estético-expresiva. El concepto reducido, o extraeconómico y su rol en la estructuración de
por el contrario, sólo podría considerar el trabajo la vida cotidiana. Todas estas dimensiones están
bien como acción instrumental destinada a la pro- fuertemente interrelacionadas entre sí, pero elude
ducción de valor de uso, bien como deber social o su relación con otras esferas sociales y repara poco
disciplina coercitiva; en ambos casos, el concepto en sus contenidos subjetivos.
reducido supone que el trabajo no puede dar lu- Por último revisaremos las reflexiones de Ne-
gar a ningún potencial de autonomía ni de auto- ffa (2003) en torno a las distintas significaciones
rrealización individual. (Noguera, 2002:146) del trabajo a partir de su análisis histórico. Éstas
se basan fundamentalmente en tres dimensiones:
c) Productivismo versus antiproductivismo en re- una objetiva, otra dimensión propia del sujeto y
lación con el trabajo. Una concepción del trabajo una más que considera el trabajo como fin en sí
es productivista cuando se basa en alguno de los mismo o como medio. Por lo tanto el trabajo es
siguientes supuestos teóricos: Asume la produc- un concepto multidimensional
ción de bienes económicos como una finalidad en
sí misma o prioritaria sobre cualquier otra (esto 1) Dimensiones objetivas: como una acción
es, persigue «la producción por la producción»). orientada hacia la producción material que impli-
Equipara toda actividad humana con la produc- ca un gasto de energía humana con la participa-
ción económica o considera que ésta es el «mode- ción de sus facultades físicas, psíquicas y mentales.
lo» o «paradigma» para entender aquélla. O bien Además como una actividad socialmente necesa-
considera las actividades mercantiles como único ria (en tanto la transformación de la naturaleza
modelo posible y/o deseable de producción de para la necesaria reproducción de la especie hu-
bienes y servicios. (Ídem, 147). En otras palabras, mana) y trascendente (en cuanto a que lo produ-
cido tiene existencia objetiva propia y separada De esta manera, una forma para compren-
de su productor pudiendo extenderse su vida útil der las diferentes dimensiones que involucra el
más allá del sujeto creador) concepto ampliado de trabajo puede darse des-
de y en el sujeto mismo y no sólo en el ámbito
2) Dimensiones propias del sujeto: El trabajo general de la teoría social. Es decir, más allá de
es siempre la actividad de un ser humano, siempre discutir sobre la polisemia existente en torno al
va acompañado de sufrimiento y/ placer a la vez concepto de trabajo, había que discutir, más bien,
que proyecta diversas emociones del individuo cómo los sujetos construyen, configuran, sus múl-
(alegría, fastidio, entusiasmo, etc.). Se establecen tiples significados y sus transformaciones en los
relaciones directas con la vida y la salud del tra- diferentes ámbitos de la vida cotidiana. Conside-
bajador. Contribuye (o no) a su realización perso- ramos que es la identidad laboral, precisamente,
nal, le otorga un sentido de partencia e identidad, el espacio donde las polifónicas dimensiones del
se instaura y se da involucramiento con la empre- trabajo tiene su máxima expresión. Sin embargo,
sa y/o el colectivo de trabajo no cualquier modelo de análisis de identidad nos
permitiría contemplar esta variedad simbólica del
3) El trabajo como fin en sí mismo o como trabajo. De ello nos ocuparemos a continuación.
medio. Neffa afirma que el trabajo no constituye
un fin absoluto y duradero, sino un fin intermedio Identidad y trabajo
que se orienta hacía algo exterior al ser humano.
Concluye: La vida no es para el trabajo, no existimos Como hemos mencionado reiteradamente a lo
para trabajar, el trabajo es para hacer posible la vida, se largo de las páginas anteriores, el concepto de
trabaja para vivir. (Neffa, 2003: 247-252) trabajo entraña múltiples concepciones, dimen-
siones y significaciones que son asimiladas por los
Esta pléyade de dimensiones y significados sujetos en sus distintos ámbitos y momentos. Esta
imbricados en sí mismos nos dan una imagen del plasticidad puede verse plasmada en el proceso de
trabajo como una gigantesca hidra de múltiples construcción identitario, puesto que dicho pro-
cabezas. Sin embargo, hay que aclarar que todas ceso se interiorizan los significados externos y se
estas dimensiones alrededor del concepto del tra- reconstruyen desde la propia experiencia indivi-
bajo no se dan simultáneamente en el sujeto, sino dual intersubjetiva para después ser exterioriza-
que se presentan en diferentes momentos según la dos para una identificación en la interacción con
coyuntura personal. En un mismo trabajo, un mis- los otros sujetos.
mo sujeto puede tener diversas –incluso contradic- No es de nuestro interés abordar en este en-
torias– percepciones acerca de su trabajo pero en sayo la extensa y enmarañada discusión teórica
distintos periodos según las circunstancias que le que gira alrededor de la identidad. Muchos au-
rodean. Por ello el concepto ampliado de trabajo tiene tores clásicos de la teoría social5 lo han tratado
que considerarse con otras esferas como la familiar,
la económica y la educativa por señalar algunas. En
este sentido, podríamos ver el concepto ampliado 1997:87)
del trabajo como una configuración (De la Garza, 5 De acuerdo con Luis A. Várguez, diversas perspectivas y co-
2005)4 que va más allá de la esfera laboral. rrientes teóricas la manejan con sutiles diferencias. La teoría
sociológica de Pierre Bordieu, la antropología interpretativa
de Cliford Geertz, el interaccionismo simbólico de Georges
4 Enrique De la Garza refiere el término de configuración como Mead, los trabajos de Touraine, Habermas, Melucci y Albe-
una red de relaciones, conceptos o códigos subjetivos según sea para las roni, Giddens y la fenomenología de Alfred Schütz y Berger
relaciones sociales, la Teoría o la significación (…) puede reconocer y Luckmann son algunas de las corrientes más significativas
relaciones duras o laxas de sus elementos. (De la Garza, 2005:38, (Várguez, 1999:39).
desde diferentes perspectivas dándole cada uno definición de nosotros hecha por los otros (…) en
un enfoque particular que, lejos de lograr una función de la pertenencia a una categoría principal
convergencia que diera como resultado una teoría (identidad a menudo llamada “colectiva”. (Dubar,
de la identidad unificada, han generado versiones 2001:5) En un trabajo previo iría más allá al seña-
muy particulares que obliga a los investigadores lar que “la identidad no es otra que el resultado a
tomar a uno o dos de ellos en un intento de lograr la vez estable y provisorio, individual y colectivo,
consensos. subjetivo y objetivo, biográfico y estructural, de
Por ello nos remitiremos exclusivamente a la los diversos procesos de socialización que, con-
producción teórica más elemental sobre la iden- juntamente, construyen los individuos y definen
tidad laboral. Desde revisión muy general de la las instituciones.” (Dubar, 1991) Estas definicio-
sociología del trabajo, los análisis sobre la cons- nes ponen de manifiesto la identidad no como un
titución y transformación de la clase y concien- atributo o característica sino más bien como una
cia obrera –especialmente en la historiografía y construcción que implica una interacción dinámi-
sociología marxista inglesa– conforman algunos ca entre los elementos subjetivos del individuo y
antecedentes en tanto su abordaje de las cos- la realidad concreta.
tumbres y prácticas cotidianas6 como clase y no Asimismo Dubar nos habla de cuatro figuras
tanto en su reflexión de los procesos subjetivos de identidad en función de la división del traba-
que conforman la identidad. Situación similar en jo9: 1) cultural, en tanto que la identidad no puede
el caso de Latinoamérica y nuestro país en parti- reducirse al ámbito laboral sino al amplio espec-
cular, quiénes estudiaban a la identidad de clase tro de la cultura; 2) de categoría, es decir, cuando
como características homogéneas, estáticas y pre- se es identificado en un grupo (profesional o de
determinadas. Con la aceptación e incorporación oficio); 3) instrumental en función de una relación
de la sociología hermenéutica en la década de precisamente instrumental con el trabajo y 4) de
los sesentas, nociones como sentido, subjetividad, status en tanto una identificación con la empresa.
cultura, orientación hacía el trabajo, control, etc., se Además añade la identidad de empresa (por la con-
ampliaría el análisis sobre los procesos subjetivos tinuidad de la carrera y el reconocimiento), de red
que constituyen la identidad.7 La discusión acerca (como rupturas voluntarias de trayectoria y reco-
de la fragmentación del mundo del trabajo y del nocimiento externo), de categoría (continuidad de
posible fin del trabajo abriría una veta más en el carrera pero sin reconocimiento) y de no trabajo
análisis de la identidad laboral pero vista como (rupturas sufridas y amenazas de exclusión). Los
una situación crítica de la identidad en el trabajo.8 primeros dos responden a un modelo de com-
Claude Dubar (1991) por último, se concentraría petencia que ha sustituido al de calificación, los
en las identidades profesionales y ocupacionales, otros dos a un modelo de exclusión. (Dubar, 2001)
brindando una perspectiva teórica que ha sido Ahora bien, estás figuras de identidad en relación
muy útil para la sociología laboral. con el trabajo son perpendiculares por la dualidad
Dubar, da una definición primaria dual se la identitaria señalada más arriba (“identidades por
identidad como “definición de sí –de lo que so- sí” e “identidades por los otros).
mos o queremos ser– hecha por nosotros mismos Las propuestas de Dubar han sido muy úti-
(identidad con frecuencia llamada individual) y les para analizar de las identidades laborales,10 a
6 Por señalar algunos Cfr. Hoggart (1999), Thompson (1991) 9 Resultado de tipificaciones (o tipos ideal) “deducidas racional-
Katznelson (1986). mente” de situación del trabajo. (Dubar, 2001:8).
7 Cfr. Watson (1987), Braverman (1974). 10 Algunos ejemplos de ellos se pueden encontrar en Guadarra-
8 Cfr. Sennett, (2000), Baumann (1999) Gorz (1998) Castels ma (1998), Marhuenda (2002) Graffigna (2004) sólo por seña-
(1997) y Offe (1992). lar algunos.
inmaterial de la naturaleza y lo producido en este de la sociología del trabajo, menciona que “la
proceso: el trabajo es hacer y, a la vez, lo hecho subjetividad vivida en las actividades de trabajo va
(trabajo y producto del trabajo). Ello Implica po- desde los estados de insatisfacción, de tristeza, y
ner en práctica conocimientos y habilidades que hasta de depresión, de neurosis, hasta los estados
habrán de concretarse en el objeto de trabajo. de realización de sí mismo, de satisfacción, de ex-
Por otra parte, el trabajo, como elemento del pansión del ánimo, y, en los casos extremos (…),
mundo social, organiza tanto el tiempo cotidiano de alegría” (Friedmann et al, 1961:17). A la par
como el tiempo de vida del individuo. El trabajo de lo señalado, el trabajo, como parte del mun-
estructura el tiempo cotidiano en un corto plazo do intersubjetivo, está confinado por un intervalo
al determinar la jornada laboral, y, en función de temporal objetivo (en específico la duración del
éste, el tiempo de estudio y/o descanso. En un contrato) donde el sujeto interioriza dichas sub-
mediano plazo, hay una división temporal entre jetividades “mientras tenga trabajo”. Es decir, el
el periodo de trabajo y el vacacional, de empleo trabajador puede aceptar humillaciones o injus-
y desempleo. En lo correspondiente al tiempo de ticias dadas sus necesidades económicas con la
vida, el trabajo se erige como episodio trascen- esperanza de encontrar un mejor trabajo en el
dente en el transcurso de la vida: el tránsito de un futuro, pero en tanto lo encuentra tendrá que
trabajo a otro determina la biografía personal de “aguantarse”. El cambio de actividad productiva
manera indeleble así como lo determinado por la modifica los mundos intersubjetivos en tanto que
edad de trabajar o no. Además funge como ele- genera nuevos órdenes subjetivos.
mento esencial del proyecto de vida individual.
Así pues, el trabajo se conforma como una par- c) Por último, el “universo simbólico” son
te sumamente importante del mundo social dado marcos de referencia universal: es decir, un cuer-
que en él se encuentra el significado objetivo del po de tradición que integra un gran número de
trabajo y a través de él se conforman los vínculos definiciones de la realidad y presenta el orden
con otros mundos sociales igualmente complejos. institucional del individuo como realidad sim-
(la familia, la educación, la religión, etc.) bólica (Berger y Luckman, 1983: 105-106). En
este sentido el trabajo es, además de ser parte del
b) Por mundo intersubjetivo entiéndase como mundo social y el mundo intersubjetivo, un uni-
el espacio donde se dan las interpretaciones que verso simbólico en tanto a la serie de valoracio-
el individuo realiza en el mundo social en el que nes culturales que se le han atribuido. Si bien el
se desarrolla y que comparte con otros sujetos. trabajo, como universo simbólico, ha estado en
(Berger et al, 1983) El mundo intersubjetivo es constante transformación según la época, en la
un diálogo permanente entre mis creencias, de- actualidad se le sigue considerando como símbo-
seos, emociones, valoraciones – estéticas, morales lo de lo correcto, de lo bueno, lo productivo. Ello
y/o cognitivas, estados de ánimo y biografía; y el conlleva un gran peso subjetivo para el individuo
mundo que me rodea; conformándose en un de- ya que la sociedad le demanda trabajar no sólo
venir constante de construcción y reconstrucción. para incorporarse a la actividad económica, sino
Como señala Enrique De la Garza: “los sujetos porque, además, para ser “un hombre de bien”,
no actúan ni dan significado sólo por su situación hay que trabajar. Por otra parte, en el trabajo se
en las estructuras, pero para actuar pasan por el ponen en práctica una serie de valoraciones ta-
proceso de dar sentido y decidir los cursos de la les como la responsabilidad, la ética, la lealtad y
acción (De la Garza, 2000:28). Propiamente el la inteligencia entre otros. Así el trabajo desem-
trabajo, como parte –también– de mundo inter- peñado otorga diversas atribuciones al individuo
subjetivo, en un espacio convergente de subjeti- que sin duda son elementales en la construcción
vidades; Georges Friedmann, en un libro clásico de su identidad (ser muy trabajador, flojo, listo,
torpe, etc.). Por último, en el trabajo se incorpo- escenarios específicos (en la oficina, taller, fábri-
ran otro tipo de atribuciones que tiene que ver ca, etc.)
con las interacciones entre individuos, ser buen
compañero, condescendiente, “lambiscón”, etc. En esta compleja construcción identitaria,
De esta manera, el universo simbólico es funda- el concepto ampliado de trabajo se manifiesta
mental para la construcción tanto de la identidad en todas sus dimensiones (objetivas y subjetivas)
como de la biografía individual (Gleizer, 1997). mostrando su amplio espectro de significados en
Tanto en el mundo intersubjetivo como en el el devenir continuo y cotidiano del sujeto. Así,
universo social se encuentra el significado subje- las distintas significaciones del trabajo podrían
tivo (Schütz, 1971) del trabajo. Así, el trabajo es ser analizadas desde las percepciones del sujeto
parte del mundo social la vez que conforma un mismo y no sólo desde la formulación teórica.
universo simbólico determinado donde se mani- Nuestras ideas usuales acerca del trabajo y su im-
fiestan las subjetividades del trabajador como un portancia en nuestra vida varían día con día en
mundo intersubjetivo en tanto que es compartido función de nuestras experiencias, expectativas y
por otros individuos . Esto conforma su acervo de la imagen que construimos de nosotros mis-
social de conocimiento que le permite al sujeto mos. Por esto creemos que la riqueza simbólica
dar sentido a sus acciones en el trabajo. del trabajo debe de ser construida desde el sujeto
Estas tres categorías: mundo social, mundo mismo en tanto que de él fluye un inagotable cau-
intersubjetivo y universo simbólico, interactúan dal de significados que dan cuenta del impacto de
entre sí para generar “una dinámica entre la iden- las transformaciones y sus estrategias para afron-
tidad objetivamente atribuida (por la sociedad) y tarlo.
el significado que se le atribuye. Para que el sig-
nificado subjetivo de la propia identidad pueda Comentarios finales
armonizarse con el significado atribuido por la
sociedad, requiere ser ubicado en el marco del A lo largo de este ensayo nos hemos dado a la
universo simbólico.” (Gleizer, 1997). A todo ello, tarea adentrarnos en la complejidad del concepto
hay que agregarle el orden institucional que nor- de trabajo y el de identidad. Vemos en la com-
ma sobre pautas de vida, de cómo se debe vivir la plejidad no un problema que deba de resolverse,
vida. Así pues, entendemos la identidad como la aclararse o simplificarse; sino por el contrario, dar
acción constructiva que el individuo realiza inte- cuenta de la complejidad de la realidad social nos
riorizando elementos simbólicos externos (dados permite hilvanar redes de análisis que nos permi-
por el mundo social -estructuras sociales- y los tan “pescar” parte de la riqueza simbólica y con-
“otros” individuos), incorporándolos a sus pro- ceptual de nuestra realidad social.
pias subjetividades para después transmitirlas al Aceptar que vivimos en un mundo de amor-
mundo exterior dentro de un universo simbóli- fas contradicciones en temporalidades no lineales
co y momento determinado (para que pueda ser exige un tratamiento de estudio igualmente com-
visto, identificado por los “otros”). En otras pa- plejo y abierto. Por ello, al concebir al trabajo
labras, la construcción de la identidad se da cuan- como un mundo complejo de múltiples dimen-
do el individuo interioriza las significaciones del siones y significados, los enfoques de análisis se
mundo social (ingresar a un trabajo en un con- amplían exponencialmente permitiéndonos ob-
texto biográfico particular), las incorpora a sub- servar la enorme riqueza del trabajo como con-
jetivamente a su vida (mundo intersubjetivo) para cepto, como actividad y como mundo de signifi-
después externarlas en el universo simbólico (ser caciones.
un buen trabajador, amable, etc.), el cual también Al comprender la diversidad del trabajo po-
tiene una representación en el mundo social en demos ver que la centralidad del trabajo en la
R
Referencias