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1.

ALCANCES DE ALBA
1.1.Antecedentes:
Para entender la trascendencia del ALBA, es necesario que, inicialmente comprendamos
algunos alcances históricos que dieron lugar a este intento de integración regional.
El acuerdo del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), apoyado por Estados
Unidos, fue propuesto con el propósito de eliminar gradualmente las barreras al comercio
y a la inversión en todos los países de las Américas.
Se trataba de una extensión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN) suscrito entre Canadá, México y Estados Unidos. Su vocación era incluir a
todos los Estados de las Américas —excepto a Cuba—, desde Canadá hasta Chile y la
Provincia de Tierra de Fuego, Argentina. No obstante, los críticos opinaron que ese
acuerdo era solo una movida, como en el caso del TLCAN, del que solo podrían
beneficiarse los países más poderosos.
El ALCA fue lanzado el 11 de diciembre de 1994 durante la Cumbre de las Américas en
Miami, Florida; sin embargo, solo captó a la atención del público a partir de la Cumbre
de las Américas que se celebrara en la ciudad de Quebec, durante el fin de semana iniciado
el viernes 20 de abril de 2001 —algunos años después del triunfo político de la
Revolución Bolivariana. En Quebec, la reunión del ALCA fue objeto de protestas masivas
contra la mundialización económica de las empresas. El Presidente Hugo Chávez fue un
crítico virulento del ALCA, acuerdo al cual calificó de “plan de anexión” y “herramienta
del imperialismo” destinada a explotar a América Latina. De los 31 Estados que
participaron en la Cumbre de 2001, Venezuela, fue el único en oponerse.
1.2 Reseña Histórica de la ALBA y ocaso del ALCA
El 14 de diciembre de 2004, tres años después de la reunión de la ciudad de Quebec, se
estableció un acuerdo entre Cuba y Venezuela, en el décimo aniversario del primer
encuentro histórico entre Hugo Chávez y Fidel Castro. Al acuerdo suscrito se le dio el
nombre de Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA)
Pero ¿Qué ocurrió con el ALCA?. Su última Cumbre tuvo lugar en Mar del Plata,
Argentina, en noviembre de 2005, sin que se lograra ningún acuerdo sobre el ALCA. De
los 34 países que participaron en las negociaciones, 26 de ellos acordaron volverse a
reunir; sin embargo, la reunión nunca tuvo lugar. La falla de la Cumbre de Mar del Plata
de implementar una agenda completa del ALCA, respaldada por Estados Unidos, marcó
el fin de esta iniciativa. A la vez una amplia movilización popular desde todo el continente
rechazó el ALCA en la misma sede de la Cumbre, en el estadio de fútbol de Mar del Plata,
ante decenas de miles de personas que habían marchado por toda la ciudad.
Posteriormente, a ALBA se le conoció como ALBA-TCP, Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América y Tratado de Comercio de los Pueblos. El término
“Bolivariana” se refiere a la ideología de Simón Bolívar, el líder sudamericano de la
independencia nacido en Caracas, quien deseaba que América Latina se uniese como una
“gran nación”. De hecho, “Nuestra América” surge del concepto de José Martí de una
América Latina y el Caribe gobernada por sus propios pueblos en vez de por intereses
extranjeros.
La Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) surge, como una propuesta
inspirada en las luchas de Simón Bolívar de crear una Confederación Americana de las
repúblicas que habían sido independizadas de España, con el fin de hacer frente a los
distintos bloques económicos como el europeo, el asiático y el estadounidense1 . Basado
en los principios bolivarianos y en las luchas de otros libertadores históricos, el presidente
venezolano Hugo Chávez en la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la
Asociación de Estados del Caribe, celebrada en isla de Margarita en diciembre de 2001,
anunció la creación del ALBA, cuya base es la autodeterminación y la soberanía de los
pueblos, y cuyos principios observan y buscan una alternativa de integración para
contrarrestar las medidas de políticas económicas propuestas e implementadas a finales
del siglo pasado, durante las décadas de los ochenta y noventa, por algunos organismos
internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Al final del
Siglo XX la creciente interdependencia de los países de América Latina y el Caribe era
el resultado de una serie de factores, entre los que destacaban políticas económicas de
corte neoliberal que obligaban no sólo a la liberalización de sus regímenes de comercio e
inversión, sino que también la adopción de medidas tendientes a la integración regional.
El ALBA defiende la idea de que “el comercio y la inversión no deben ser fines en sí
mismos sino instrumentos para alcanzar un desarrollo justo y sustentable”. La idea fue
presentada por el presidente Hugo Chávez en diciembre de 2001 durante la III Cumbre
de Jefes de Estado y Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe.
1.2.Principios de la ALBA
Sus principios son muy distintos a los del ALCA:
A diferencia de la integración neoliberal, que da prioridad a la liberación del comercio y
las inversiones, el ALBA se centra en la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Se
le otorga una alta importancia a los derechos humanos, los derechos laborales, los
derechos de la mujer y la protección de medio ambiente.
A diferencia del ALCA, el ALBA se propone eliminar los obstáculos que impiden la
integración: la pobreza, las asimetrías entre países, el intercambio desigual, la deuda
impagable, la imposición de programas de ajuste y de reglas comerciales rígidas, la
monopolización de los medios de comunicación y los impedimentos para la transferencia
de tecnología debido a onerosos tratados de propiedad intelectual.
El ALBA se contrapone a las llamadas “reformas” que tienen por objetivo la
desregulación y la privatización de los servicios públicos. En su lugar persigue fortalecer
es estado y promover la participación ciudadana en los asuntos públicos. Contrario a lo
que postula la doctrina del libre comercio, la cual promete alcanzar de manera automática
el crecimiento y el bienestar, el Alba establece la necesidad de la intervención estatal para
la reducción del as disparidades entre países.
El ALBA, al contrario de la integración neoliberal que postula la liberación de todos los
sectores y la “reciprocidad” en la apertura de mercados, propone “cooperación”,
complementariedad y “solidaridad”. Toma en cuenta los diferentes niveles de desarrollo,
los puntos fuertes y las debilidades de las economías participantes, así como los intereses
específicos de los estados de proteger a determinados sectores. Bajo este concepto en el
ALBA tienen prioridad los proyectos de cooperación en beneficio mutuo, especialmente

1
Correa Flores, Rafael (Comp.) Construyendo el ALBA. “Nuestro Norte es el Sur”. Graficas Lauki C.A.
Caracas, 2005. Cap. III Pp. 85-110
aquellos que se dan entre empresas estatales. Además, hace uso de las transacciones
compensatorias que no requieren el gasto de divisas. Podría decirse que los objetivos
centrales del ALBA son el combate a la pobreza y el desarrollo social.
Aunado a ello el ALBA se aboca a:
- Preservar la autonomía e identidad latinoamericana.
- Fomentar la transferencia de tecnología y asistencia técnica.
- Priorizar a empresas nacionales como proveedoras de los entes públicos.
- Enfrentar el abuso de monopolios y oligopolios a través de eficaces mecanismos
que aseguren una sana competencia.
El ALBA también comprende conceptos tales como:
- Integración tecnológica-productiva
- Soberanía alimentaría
- Participación de los pueblos en los asuntos públicos
- Garantía de comercio justo y sustentable
- Competencia productiva con los países no miembros del ALBA
- Justicia social
- Soberanía
- Pluralidad de culturas
- Diversidad
- Reconocimiento de la cultura afro descendiente
- El derecho de la autodeterminación de los pueblos indígenas tal como lo establece
los pactos de derechos humanos.
EL ALBA se fundamenta en la creación de mecanismos que aprovecha las ventajas
cooperativas entre las diferentes naciones asociadas para compensar las asimetrías entre
los países. Esto se realiza mediante la cooperación de fondos compensatorios (Fondos de
Convergencia Estructural), destinados a la corrección de discapacidades intrínsecas de
los países miembros. Estos fondos en buena medida recuerdan a los fondos estructurales
de la Unión Europea. Los principios del ALBA se materializaron por primera vez en el
Acuerdo suscrito entre Cuba y Venezuela en diciembre del alo 2004. Las actividades que
han desarrollado ambos países al amparo de este acuerdo constituyen un buen ejemplo de
lo que es posible concretar en el marco del ALBA. Con la firma del tratado ALBA Cuba
y Venezuela acordaron pasos concretos de liberalización, así como una serie de proyectos
de cooperación en materia económica y social. Por ejemplo. El intercambio de bienes y
mercancías puede llevarse a cabo en forma de un negocio de compensación. Cuba elimina
todos sus aranceles y sus barreras no arancelarias para productos venezolanos, mientras
que Venezuela elimina barreras no arancelarias para mercancías y servicios cubanos.
Siendo Venezuela uno de los propulsores de la Alternativa Bolivariana para las Américas,
es lógico que uno de los aspectos más sobresaliente del ALBA sea la integración
energética de América Latina y el Caribe. Para Venezuela la cooperación energética en
el marco del ALBA no viene propiciada únicamente por el interés de diversificar los
mercados para el petróleo venezolano. Más bien se dio por la convicción de que para
alcanzar los objetivos del ALBA debe apuntarse hacia una integración energética de los
países de la región que asegure el suministro estable de productos energéticos en beneficio
de las sociedades latinoamericanas y caribeñas.
También parte de la aspiración venezolana de lograr un proceso de transformación que
limite el rol de las empresas multinacionales petroleras en Latinoamérica y conduzca
hacia el control público de todo el sector energético de la región.
El pilar energético del ALBA lo constituye PetroAmérica. El objetivo de Petroamérica es
la “integración de las empresas energéticas estatales de América Latina y el Caribe” y la
realización de inversiones conjuntas a lo largo de la cadena de valor del petróleo y del
gas: desde la explotación pasando por la extracción hasta la comercialización. Venezuela
considera a Petroamérica como una iniciativa a largo plazo que podría desembocar en una
federación de empresas estatales o incluso en un consorcio energético latinoamericano.
Petroamérica, a su vez, constituye el marco para tres iniciativas subregionales:
Petrocaribe, Petrosur y Petroandina. Mientras que Petrocaribe comprende a 14 países del
Caribe, Petrosur incluye a los países del MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay). Petroandina, por su parte, aspira a la cooperación con los miembros de la
Comunidad Andina de naciones (CAN (Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia). El objetivo
fundamental de Petrocaribe es contribuir con la seguridad energética, el desarrollo socio-
económico y la integración de los países del Caribe. Permitir a las pequeñas economías
del Caribe tener acceso a fuentes de energía seguras y en condiciones tales que los precios
no se conviertan en obstáculos para su desarrollo.
1.3.Países miembros

El 14 de diciembre de 2004 Fidel Castro y Hugo Chávez fundan en La Habana la


Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) como contrapartida
al Tratado de Libre Comercio que promovía Estados Unidos.

Tras la llegada de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, en abril de 2006, el país andino
se convierte en el tercer miembro del organismo.

Nicaragua, con Daniel Ortega al frente, es el cuarto país en entrar a formar parte del Alba,
en 2007, un año antes de que lo hiciese la Honduras de Manuel Zelaya.

Tras el golpe de Estado contra el presidente Zelaya, Venezuela decidió la salida de


Honduras de Petrocaribe para evitar que la ayuda económica de Caracas fuese a financiar
al Gobierno impuesto. La salida de Honduras se concreta en enero de 2010.

Ecuador es el último de los miembros más activos del Alba en entrar al organismo, en
2009, año en el que se cambia el nombre de la institución, que pasa a llamarse Alianza.

El ALBA lo completan Antigua y Barbuda, Dominica, Santa Lucía y San Vicente y Las
Granadinas. Actualmente, tiene nueve países miembros.

Haití, Irán y Siria son miembros observadores del Alba, lo que siempre generó gran
polémica.

Durante esta década de vida, los miembros han creado el Banco del Alba para financiar
proyectos, y, en 2010, desarrollaron una moneda virtual: el sucre
1.4.El ocaso de la ALBA:

Si el futuro del Alba está vinculado al del petróleo, el Caribe parece la única zona de
crecimiento. En el fondo es un proyecto venezolano, de ahí la dificultad de encontrar
relevos. Su dinámica está asociada además al Socialismo del Siglo XXI, que está bastante
debilitado como horizonte.

Ni Ecuador ni Bolivia son potencias petroleras. Además, Correa y Morales, como Chávez
en sus inicios, participan de distintos foros y ven en Unasur un motor de integración
económica con un horizonte más claro que el del Alba. “Hay muy pocas opciones de que
crezca como plataforma ideológica”, opina Rojas: “Venezuela está saturada de problemas
domésticos. Ha perdido muchísimo liderazgo regional”2.

1.5.La ALBA en la Actualidad:


En abril de 2019 Venezuela hará efectivo su divorcio de la Organización de Estados
Americanos (OEA); el país caribeño puso en marcha esa moción en 2017 alegando que
sus integrantes conspiraban contra su soberanía y su derecho a la autodeterminación.
¿Tambaleará ese organismo multilateral después del deslinde? Para nada, aseguran los
expertos en la materia. Lo que nadie puede prever con precisión es el futuro de la Unión
de Naciones Suramericanas (UNASUR) tras la partida de Colombia, que se consumará
en marzo de 2019, ni el de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América
(ALBA), ahora que Ecuador abandonó sus filas.

Estas rupturas son consecuencia directa de la crisis político-institucional y humanitaria


que se vive en Venezuela: durante años, sus vecinos fueron testigos silentes de
ella. Cuando finalmente se pronunciaron al respecto ya era muy tarde. Hoy, las multitudes
que huyen de esa nación latinoamericana, convertida en Estado fallido, parecen pasarle
factura al resto del continente por su indiferencia.

El pasado 23 de agosto, el canciller ecuatoriano, José Valencia, señaló que, al separarse


de la ALBA, su país pretendía reforzar la búsqueda de soluciones a la cuestión venezolana
y al éxodo que ésta ha desencadenado. De los 2,3 millones de venezolanos que
actualmente viven fuera de su país más de 1,6 millones han emigrado en los últimos tres
años, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)
y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM); procurando llegar a Perú y
a Chile, en la mayoría de los casos, casi 600.000 han peregrinado por Ecuador en lo que
va de 2018.

2
https://elpais.com/internacional/2014/12/13/actualidad/1418491835_596490.html
Por su parte, el nuevo presidente de Colombia, el liberal-conservador Iván Duque,
confirmó el 27 de agosto que su país se retiraría de la UNASUR en respuesta al silencio
cómplice de la organización frente a la actuación de la “dictadura” de Maduro, aludiendo
a la violación sistemática de los derechos humanos en Venezuela, a la coartación de las
libertades de sus ciudadanos y a otros factores que han obligado a más de 800.000
personas a escapar hacia Colombia en busca de auxilio y protección. Duque agregó que
también le daba la espalda a la UNASUR por haber debilitado a sistemas de integración
más relevantes para los intereses de Colombia.

Los partidos de izquierda que llegaron al poder en Venezuela (1999 y 2013), Brasil (2002
y 2010), Uruguay (2004 y 2009), Bolivia (2005), Chile (2006), Ecuador (2006),
Nicaragua (2006), Paraguay (2008), El Salvador (2009) y Perú (2011) fundaron la ALBA,
la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), y la UNASUR o se
adhirieron a ellas con miras a fomentar la cohesión entre los países al sur del Río Bravo
y rehuir la hegemonía estadounidense en la OEA. Pero fue ante todo la Comunidad
Andina (CAN) la que languideció debido a la sobreoferta de hermandades; una Venezuela
pujante la dejó en 2006 para unirse al MERCOSUR.

Una década más tarde, consciente de que el desprestigio del régimen de Maduro sería una
rémora para la unión, el MERCOSUR expulsó a Venezuela y se revigorizó. “Hoy día, el
Mercado Común del Sur y la Alianza del Pacífico exhiben un mejor desempeño y mayor
vitalidad que otras iniciativas de integración regional porque ambas asociaciones cultivan
una idea de cooperación más liberal, flexible, abierta y funcional, orientada hacia la más
rápida obtención de resultados, sobre todo en el campo económico”, sostiene Víctor
Mijares, profesor de Ciencia Política en la Universidad de los Andes, con sede en Bogotá3.

“En ámbitos como el de la seguridad, que les impondrían demasiadas obligaciones a sus
socios, el interés del MERCOSUR y de la Alianza del Pacífico en la multilateralidad es
menor”, acota el especialista. El auge de los Gobiernos que comulgan con el “socialismo
del siglo XXI” da la impresión de haber terminado en Latinoamérica: ¿comienza el ocaso
de sus proyectos de integración con las defecciones de Colombia y Ecuador? Tanto
Mijares como Paula González, experta en Relaciones Internacionales de la Pontificia
Universidad Javeriana de Bogotá, instan a diferenciar entre la ALBA, la CELAC y la
UNASUR pese a la similitud de sus orígenes.

3
https://www.dw.com/es/latinoam%C3%A9rica-hermandades-en-peligro/a-45349650
1.6.La UNASUR y la ALBA, horas bajas

“Las salidas de Colombia y Ecuador pueden derivar en la desaparición de la UNASUR y


la ALBA”, dice el politólogo venezolano, antes mencionado, subrayando que ambas
organizaciones están subordinadas a proyectos partidistas o personalistas que exigen
demasiados compromisos políticos de sus aliados. Demasiada lealtad. Por la cantidad de
países que la conforman, la CELAC es menos homogénea en términos ideológicos, acota.
González disiente: “Ese puede ser el caso de la ALBA, pero la UNASUR es la plataforma
desde la cual Brasil se presenta como un líder regional de cara al mundo; el Estado
brasileño no la dejará morir por motivos ideológicos.

Mijares trae a colación que Paraguay sopesa retirarse de la UNASUR. De hecho, al igual
que Colombia y Paraguay, también Argentina, Brasil, Chile y Perú habían suspendido
temporalmente su participación en el organismo en abril de 2018. “Aunque es posible que
Colombia no sea el último país en salir de la UNASUR, yo no descartaría que Brasil –
actualmente concentrada en asuntos domésticos– recupere su ímpetu y replantee el
regionalismo sudamericano en algún momento”, esgrime González. Confrontado con el
argumento de González, Mijares concede que la extinción total de la UNASUR es
evitable si se “sacrifican” los componentes de la organización que tienden a
volverla inoperativa.

2. ALCANCES SOBRE EL SELA:

El Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA) es un


organismo intergubernamental regional, creado el 17 de octubre de 1975 mediante
el Convenio de Panamá. Constitutivo del Sistema Económico Latinoamericano
(SELA), con sede en Caracas, Venezuela.
El SELA está integrado por 26 países de América Latina y el Caribe, a saber: Argentina,
Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, El
Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá,
Paraguay, Perú, República Dominicana, Suriname, Trinidad y Tobago, Uruguay y
Venezuela.
Fundamentalmente, el SELA está dirigido a promover un sistema de consulta y
coordinación para concertar posiciones y estrategias comunes de América Latina y el
Caribe, en materia económica, ante países, grupos de naciones, foros y organismos
internacionales e impulsar la cooperación y la integración entre países de América Latina
y el Caribe.
En su XXXI Reunión Ordinaria (21 al 23 de noviembre de 2005), el Consejo
Latinoamericano, máxima instancia del SELA dispuso, mediante la Decisión 473, que
“Los términos “América Latina” y “latinoamericano”, utilizados en el Convenio
Constitutivo del Sistema Económico Latinoamericano deben interpretarse en el sentido
de que significan, respectivamente, “América Latina y el Caribe” y “latinoamericano y
caribeño” y que, en consecuencia, el nombre de la Organización debe entenderse que
significa “Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe”.

2.1.Antecedentes de la Cooperación Sur-Sur en el SELA4


El Convenio de Panamá, suscrito el 17 de octubre de 1975 y constitutivo del Sistema
Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), señala como propósitos
fundamentales del organismo, los siguientes: i) Promover la cooperación intrarregional,
con el fin de acelerar el desarrollo económico y social de sus miembros y ii) Promover
un sistema permanente de consulta y coordinación para la adopción de posiciones y
estrategias comunes sobre temas económicos y sociales, tanto en los organismos y foros
internacionales como ante terceros países y agrupaciones de países.

Desde la creación del SELA, su Secretaría Permanente ha venido ejecutando, por


mandato de los Estados Miembros, una diversidad de programas e iniciativas en materia
de cooperación regional e internacional, a través de reuniones, foros, seminarios, estudios,
cursos de formación y capacitación y la creación de Comités de Acción con la finalidad
de abordar problemas puntuales identificados como prioritarios dentro de la agenda
latinoamericana y caribeña, y, particularmente, en lo relacionado con la Cooperación
Internacional y la Cooperación Económica y Técnica entre Países en Desarrollo (CEPD
- CTPD).

Esas acciones de cooperación cobraron mayor relevancia en 1978, cuando la Asamblea


General de las Naciones Unidas convocó una reunión en Argentina para abordar el tema
de la promoción e instrumentación de la cooperación técnica entre países en desarrollo
(CTPD). Como resultado de esa reunión, 138 países participantes e instituciones
regionales e internacionales adoptaron el Plan de Acción de Buenos Aires (PABA), el
cual marcó un hito en la historia de las relaciones internacionales y en el ámbito de la
Cooperación Internacional al crear un marco global para el desarrollo y el fortalecimiento
de la Cooperación Sur-Sur (CSS) y un instrumento orientador para la acción de los países
y organismos internacionales en materia de CTPD. De esta manera, la Cooperación
Horizontal se constituyó en un poderoso instrumento de asistencia externa ofrecido por
los países en desarrollo, lo que despertó un interés creciente por parte de los gobiernos de
América Latina y el Caribe, los cuales comenzaron a instrumentar iniciativas regionales
en esa dirección. En ese contexto, el SELA intensificó sus acciones para promover la
cooperación regional entre sus Estados Miembros. Este compromiso se vio ampliado con
la adopción del Plan de Acción de Caracas de Cooperación entre Países en Desarrollo,
adoptado por la Conferencia Ministerial del Grupo de los 77, de 1981.

La cooperación regional fue adquiriendo cada vez mayor importancia en el SELA y es


así como en el año 1983, en el marco de la IX Reunión Ordinaria del Consejo
Latinoamericano, máxima instancia política del organismo, se adoptó la Decisión No. 156

4
http://sursur.sela.org/reuni%C3%B3n-de-directores-de-cooperaci%C3%B3n/antecedentes-de-la-
cooperaci%C3%B3n-sur-sur/
mediante la cual se designó a la Secretaría Permanente como "Punto Focal Regional para
el Intercambio de Información sobre Cooperación Técnica entre países en Desarrollo".

Posteriormente, en 1987, los Estados Miembros del SELA instauraron la Reunión de


Directores de Cooperación Internacional de América Latina y el Caribe, a celebrarse
anualmente, como un espacio para el encuentro de los actores de la cooperación
internacional y el intercambio de ideas y experiencias sobre esta temática abordada desde
la perspectiva latinoamericana y caribeña, en donde la Secretaría Permanente, ha venido
actuando como punto focal regional para analizar la cooperación en áreas de alta prioridad
para los países.

Estos encuentros se iniciaron como Reuniones de Directores de Cooperación Técnica


Internacional. Posteriormente se incorporó la modalidad de las Sesiones de Trabajo del
Grupo Ad-Hoc de Cooperación Técnica entre Países en Desarrollo (CTPD) y las
reuniones del Mecanismo de Coordinación de Organismos Internacionales e Instancias
Regionales que llevan a cabo actividades de CTPD.

Uno de los aportes más significativos de la Secretaría Permanente a la cooperación


internacional y a la CTPD, lo constituyó la iniciativa del Sistema de Información Regional
para el Intercambio de Ofertas y Demandas de Cooperación (INFOSELA) y el Proyecto
Estado de Situación de la Cooperación Regional (PESICRE), que fueron las primeras
iniciativas para impulsar la estructuración de bases de datos de las instituciones regionales
e internacionales y centros de excelencia regionales que actuaban en el ámbito de la
cooperación latinoamericana y caribeña. Iniciativas en esta misma dirección fueron
desarrolladas también por el PNUD a través de INRES-SUR, WIDE, entre otras.

A partir de 1999, en el marco de la Reunión de Directores de Cooperación realizada en


República Dominicana, se adoptó la denominación Reunión de Directores de
Cooperación Internacional de América Latina y el Caribe, con la finalidad de ampliar el
nivel y alcance de estas reuniones y, sobre todo, incluir otros actores de la cooperación
regional e internacional y analizar temas sectoriales de la cooperación.

Estos encuentros regionales han permitido a las autoridades de cooperación de los Estados
Miembros del SELA, debatir asuntos de alta prioridad, así como emprender acciones en
una multiplicidad de temas que han sido abordados en este foro entre los cuales figuran:
la ayuda oficial al desarrollo, la CTPD (Cooperación Horizontal o Cooperación Sur-Sur),
la cooperación económica entre países en desarrollo (CEPD), el condicionamiento de la
ayuda, las tendencias de la cooperación internacional, los nuevos actores de la
cooperación internacional, la economía informal, las políticas de empleo, las micro y
pequeñas empresas, la cooperación en salud, el cumplimiento de las metas del milenio,
los modelos de desarrollo, la vulnerabilidad de los países ante los desastres naturales, la
cooperación agrícola y la seguridad alimentaria, entre otros. Tales acciones han sido
orientadas a apoyar los esfuerzos de los países para impulsar el progreso económico y
social, mediante la difusión de buenas prácticas y de las lecciones aprendidas en materia
de cooperación en la región.

Además, este espacio de encuentro desarrollado en el marco del SELA, ha facilitado el


relacionamiento entre las agencias bilaterales y multilaterales de desarrollo,
organizaciones no gubernamentales, entes del sector privado, organismos regionales e
internacionales, universidades, y la iglesia, entre otros actores interesados en la temática
de la cooperación internacional y la ayuda al desarrollo.
2.2.Países miembros:
- Argentina
Bahamas
- Barbados
- Belice
- Bolivia
- Brasil
- Chile
- Colombia
- Cuba
- Ecuador
- El Salvador
- Guatemala
- Guyana
- Haití
- Honduras
- Jamaica
- México
- Nicaragua
- Panamá
- Paraguay
- Perú
- República Dominicana
- Suriname
- Trinidad y Tobago
- Uruguay
- Venezuela

2.3.ACTIVIDADES Y ESTRUCTURA5

Actividades

 Celebra anualmente la reunión del Consejo Latinoamericano, a nivel ministerial,


y convoca regularmente reuniones regionales de consulta y coordinación con altos
funcionarios de los países miembros sobre temas de interés colectivo en sus
ámbitos de competencia.
 Realiza reuniones de expertos sobre temas específicos de la agenda económica
regional y mundial y organiza foros en los que participan representantes
gubernamentales y no gubernamentales.

5
http://www.sela.org/es/que-es-el-sela/actividades-y-estructura/
 Mantiene estrechas relaciones de cooperación con los principales organismos
intergubernamentales, instituciones públicas y entidades privadas, de carácter
regional e internacional.
 Realiza seminarios, cursos y talleres de formación sobre temas de interés
económico y social para América Latina y el Caribe, dirigidos a altos funcionarios
gubernamentales, empresarios, trabajadores, parlamentarios y académicos.
 Impulsa la cooperación multilateral y bilateral hacia la región de parte de
organismos internacionales y países donantes y actuar como punto focal regional
para la cooperación económica y técnica entre países en desarrollo.
 Promueve el intercambio de experiencias e información sobre políticas
nacionales, en particular las de mayor relieve para la coordinación
macroeconómica, lucha contra la pobreza, inclusión social y cooperación
internacional

Estructura

 El Consejo Latinoamericano es el máximo órgano de decisión del SELA. Está


integrado por un representante de cada Estado Miembro, se reúne anualmente, y
se encarga de establecer las políticas generales del organismo y de
pronunciamientos específicos a través de decisiones que se aprueban por
consenso.
 La Secretaría Permanente es el órgano técnico administrativo del SELA. Está
dirigida por un Secretario Permanente, elegido por el Consejo Latinoamericano
por un lapso de cuatro años. Entre sus atribuciones se destacan: propiciar y realizar
los estudios preliminares y tomar las providencias necesarias para la identificación
y promoción de proyectos de interés para dos o más Estados Miembros; ejercer
las funciones que le encomiende el Consejo Latinoamericano y, cuando
corresponda, poner en ejecución sus decisiones; y proponer al Consejo programas
y proyectos de interés común, sugiriendo las formas de llevarlos a la práctica y
otras medidas, incluso reuniones de expertos, que puedan contribuir al mejor logro
de los objetivos del SELA.
 Los Comité de Acción son organismos flexibles de cooperación que se
constituyen a partir del interés de dos o más Estados Miembros en promover
programas y proyectos conjuntos en áreas específicas. Son disueltos al cumplir
sus cometidos o pueden transformarse en organismos permanentes.

- Consejo Latinoamericano

El Convenio de Panamá, establece en sus Artículos 9 al 19, la naturaleza, los objetivos,


las atribuciones, la composición y el funcionamiento del Consejo Latinoamericano, el
cual, es la máxima instancia del organismo y está integrado por un representante de cada
Estado Miembro. Anualmente, celebra una reunión ministerial, precedida por una reunión
preparatoria. Tiene, entre otras, las siguientes atribuciones: i) establecer las políticas
generales y reglamentos de SELA y sus órganos; ii) decidir sobre la interpretación del
Convenio Constitutivo, las enmiendas propuestas por los Estados Miembros y adoptar las
medidas necesarias para su ejecución; iii) considerar y aprobar los informes, las
propuestas y el programa de trabajo de la Secretaría Permanente; iv) elegir y remover al
Secretario Permanente; v) aprobar el presupuesto y los estados financieros del SELA; y
vi) fijar las cuotas de los Estados Miembros. El Consejo Latinoamericano también está
facultado para aprobar posiciones y estrategias comunes de los Estados Miembros sobre
temas económicos y sociales, tanto en organismos y foros internacionales como ante
terceros países o agrupaciones de países.
Cuando se trata de las políticas generales, la interpretación y las propuestas de enmienda
al Convenio Constitutivo del SELA, las decisiones del Consejo Latinoamericano se
toman por consenso. Para las demás atribuciones, se toman por mayoría de dos tercios o
por mayoría absoluta, cualquiera fuera la mayor.

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