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Los 10 más conocidos

El mundo de los cactus es, en España, México y otros países, cada vez más reconocido,
aumentando su número de coleccionistas de manera considerable con el paso del tiempo y a gran
velocidad. Pero no todos son iguales, de hecho son muy diferentes. Es necesario entender que
este tipo de plantas crecen originalmente en zonas desérticas y áridas, con lo cual deben soportar,
en la mayoría de los casos, condiciones extremas: períodos de gran cantidad de lluvias y otros de
extrema sequía, heladas notables y temperaturas de mucho calor, insoportables para la vida
humana. De todas maneras, recreando un medio similar en lo que se denomina sustrato, sobre
todo en lo concerniente a donde se afirman, pueden conservarse y reproducirse de manera
perfecta en cualquier ciudad, teniendo algunos mínimos cuidados. Debido a esta condición
mencionada, y como no todos los medios donde se han desarrollado en el mundo son iguales,
toman las más diversas formas generando distintos tipos de cactus.

En primer lugar, debemos realizar una primera gran división, que nos permitirá entender de qué se
trata ni bien entramos en contacto con una de ellas. Se trata de la división entre cactus y
suculentas (o crasas). Cabe destacar que todos son cactus, pero las suculentas están preparadas
para soportar períodos de sequía más largos, con lo cual conservan más agua en su interior, ya sea
en tallo u hoja.

Aporocactus

El primer cactus que vamos a referenciar es el Aporocactus (nombre científico). En su


denominación vulgar, solemos encontrarlo como Cactus cola de rata, Cactus colgante, Flor del
cuerno o Flor del látigo. Es muy atractiva y reconocida por su tallo en forma de cilindro, que cae a
lo largo de la maceta. Al ser muy tupido, resulta ser muy bonito para decorar ya que completa bien
los espacios. Su floración es rosa intenso, con lo cual también constituye una belleza propia de la
planta. Esta se da específicamente en Primavera y dura cuatro o cinco días en plenitud, momento
ideal para disfrutarla. Suelen vivir más de diez años y requieren, en verano, ser regados tres veces
por semana.

Peyote

Sin duda, uno de los Cactus más conocidos y más regulado es el “Lophophora williamsii”,
comúnmente conocido como Peyote. Es ilegal cultivarlo o poseerlo, el peyote es conocido por su
potente efecto psiquedélico gracias a las altas concentraciones de mescalina que posee en su
interior. Sólo es legal para uso de miembros de tribus americanas nativas porque peyote ha sido
un aspecto muy importante en los rituales de estas tribus nativas americanas. Según estas tribus,
el uso de peyote da lugar a menudo a la conexión y comprensión de los espíritus y otras entidades
intangibles con el ser humano

Ariocarpus
Otro cactus muy bonito es el Ariocarpus, nombre científico con igual nombre para su
denominación vulgar. Muy extendido en México, es muy reconocido por constituir su forma una
especie de bocha con muchas hojas y varias flores pequeñas. No tienen espinas definidas, aunque
sus hojas terminan en punta. Debido a su carencia, reflejan el calor del sol y les permite así
soportar extremas temperaturas en verano. Existen más de cinco especies y varían, en líneas
generales, en la coloración de su hoja (las más difundidas son verde intenso y marrón chocolate) y
en el color de sus flores, desde blancos tenues a cálidos rosas. Para recibir floración, en las plantas
nuevas, hay que armarse de paciencia, ya que pueden demorar hasta diez años.

Astrophytum asterias

El Astrophytum asterias es uno de los más originales que existen, pretendido por todos los
coleccionistas por su diferenciación con el resto. Conocido como Astrofito de manera vulgar, este
cactus originario de México es realmente hermoso. Se distingue por presentar una forma de
esfera achatada con una altura que no supera los cinco centímetros y un diámetro que no excede
los diez. El color es verde marino y presenta pequeñas areolas en las diferentes ocho secciones
determinadas por sus surcos. Posee, asimismo, una única flor de amarillo intenso, una vez por año,
que constituye la típica imagen de este cactus. Una de sus ventajas, respecto de las anteriores, es
que su floración suele darse cuando la planta apenas tiene 3 centímetros de diámetro.

Echinocactus capricornis

Como la mayoría de los cactus, Echinocactus capricornis es de origen es mexicano. Vulgarmente es


conocido como Biznaga de estropajo o Cuerno de cabra, debido a su peculiar forma. Puede llegar
hasta los veinte centímetros de altura presentando un color verde. Sus areolas son de tamaño
grande, presentando además una pequeña lanosidad. De crecimiento notablemente lento,
presenta una gran cantidad de espinas y una única flor, aunque esta suele repetirse cuatro o cinco
veces en verano. Su color va desde un suave rojizo hasta terminar en su extremo con un cálido
amarillo. En verano requieren de mucho sol y agua tres veces por semana, siendo en invierno de
los tipos de cactus que menos necesitan de la misma.

Astrophytum myriostigma

El Astrophytum myriostigma nunca puede faltar en las colecciones. Conocido tradicionalmente


como Mitra episcopal, Mitra de obispo, Gorro de obispo o Bonete de obispo, este hermoso cactus
presenta costillas bien definidas en sus costados exteriores, conformando una forma muy especial,
de ahí su peculiar nombre vulgar. Pueden variar en número desde cuatro a nueve. Si bien su
coloración típica es el verde, presenta una gran cantidad de pequeñísimas escamas blancas, las
cuales suavizan su color. Su floración es espectacular, a veces superando la medida estándar que
se espera de los cactus. Son muy sensibles al exceso de agua, con lo cual, ante la duda, se aconseja
no regarlas con la misma asiduidad que las demás. Necesitan de la luz solar, desarrollándose de
manera perfecta tanto en interiores como exteriores.

Austrocylindropuntia cylindrica

La Austrocylindropuntia cylindrica es uno de esos tipos de cactus que se aconseja tener debido a
su peculiar forma, uno o algunos tallos en forma cilíndrica y de palo. Su floración es generosa,
presentando una gran cantidad, aunque sólo en aquellos que han podido superar el metro de
altura. Estas diferencias tan notorias con los tipos mencionados anteriormente, radican en que la
Opuntia cilíndrica, como se la conoce de manera vulgar, no pertenece a tierras mexicanas sino que
su origen está en el norte de Perú y Ecuador, con lo cual ya varía el paisaje y, por ende, sus
especies.

Austrocylindropuntia subulata

La Austrocylindropuntia subulata, conocida vulgarmente como Los alfileres de Eva es un cactus


muy especial que crece en forma de columnas. Presenta una gran cantidad de espinas, de ahí el
nombre reconocido de alfileres. Su floración, que se da en primavera-verano, es de color rojiza y
alcanza los ocho centímetros de longitud. Su peculiar forma y más difícil de conseguir, también
está justificado, como en el caso del anterior, debido a su procedencia: sur de Perú. Cabe destacar
que no resiste mucho las heladas, con lo cual no se aconseja tenerlas con climas así, ya que
posiblemente no podrán sobrevivir. Además, son hipersensibles al exceso de agua, con lo cual
debe tenerse extremo cuidado, caso contrario es muy probable que la planta se pudra. Si bien
necesitan del sol, existen distintas especies de este cactus que necesitan algo de sombra para vivir
de manera correcta.

Cereus

El Cereus, originario de Argentina, sur de Brasil y Uruguay, es un cactus muy especial. Denominado
Tunilla de manera vulgar (también Achacana o Cirio), presenta un tamaño realmente grande.
Algunas especias logran varios metros de altura. Pueden vivir, aproximadamente, hasta 30 años.
Su floración, consecuentemente, es grande, presentando algunas de veinte o veinticinco
centímetros de diámetro. Debido a su origen, en Invierno prácticamente no necesitan agua, quizás
una o dos veces a lo largo de la temporada.

Agave

Conocido como el cactus de Agave, el “Leuchtenbergia principis” es único debido a las


protuberancias de su tallo principal que son muy rectas, como un dedo. Estos “dedos” se inclinan
con pequeños grupos de espinas que en los ejemplares más viejos, pueden crecer en forma de
web enredada, sirven para proteger la parte superior de la planta. El Agave comienza como
cualquier planta de cactus normal y pronto se desarrolla a lo lardo de distintos puntos. A medida
que envejece, éstos va formando durante su fotosíntesis unas extendiones muy gruesas, los
“dedos”. Una vez que han formado dichas protuberancias, el Agave mantiene su forma y obtiene
un aspecto más amplio y robusto pero sigue siendo una sola planta. Esto es anormal porque la
mayoría de las cactáceas empiezan produciendo pequeñas crías en algún momentos.

Es muy importante, válido para todos los cactus, no brindarles líquido en abundancia. Muchas
veces notamos que parece que necesitan agua y cometemos el error de brindarles algo más, y ahí
es cuando podemos matarlos ya que, sencillamente, en su afán de absorber el agua, se pudren.
Existen, desde ya, más cactus que los reseñados, la lista es enorme y continúa. Los básicos que
todo buen coleccionista debe tener, de todas formas, se encuentran mencionados.

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