Por: Ana Sofía Toro Orrego Valeria Ríos Sánchez Mateo Abril Jiménez
Asignatura: Lingüística
Docente: Kathya Jemio Arnez
Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid
Facultad de Comunicación Audiovisual Medellín, Antioquia 2018 LA PRAGMÁTICA
La competencia comunicativa a lo largo de los últimos treinta años se ha
convertido en el objetivo central de la enseñanza de una segunda lengua o extranjera, y uno de los componentes básicos que se encuentran en ésta, es justamente la competencia pragmática, la cual brinda herramientas teóricas y metodológicas a la comunicación, necesarias para evolucionar en la descripción de las reglas y principios que están en fuerza cuando nos comunicamos, y además nos permite conseguir un mejor alcance de los mecanismos que habitualmente no usamos a la hora de comunicarnos. La pragmática permitió impulsar diversos fenómenos, proponiendo enfoques explicativos en muchas áreas, tales como la referencia nominal y temporal, la deixis, el orden de palabras y estructura informativa o marcadores discursivos. Esta tiene un nivel de desarrollo que se observa principalmente en la abundante investigación, las sociedades científicas, los congresos internacionales y publicaciones que dan forma de monografías, colecciones de estudios o revistas especializadas. El enfoque pragmático es necesario para explicar muchas cuestiones que se creían simplemente gramaticales y no es raro que sea indispensable al momento de recurrir a aquellos elementos que aunque sean externos al sistema de la lengua, estipulen el uso que hacemos de esta; como se explicará a continuación. El objetivo principal de la pragmática es proporcionar, a través de herramientas lingüísticas, respuestas adecuadas a las preguntas a través de las interacciones comunicativas que el ser humano desarrolla diariamente y que componen cuatro elementos: Emisor (es el que quiere transmitir el mensaje), destinatario (a quien el emisor transmite el mensaje), situación (el contexto que le brinda al emisor generar un acto comunicativo) y enunciado (expresión lingüística que transmite el emisor). Estos factores que intervienen en la comunicación, permiten su intercambio. Estas herramientas básicas constituyen en la pragmática, un método de aprendizaje de las lenguas que también necesitan de los actos de habla, que categorizan las intenciones y analizan los medios comunicativos, y necesita de cortesía, que estudia los parámetros que determinan la distancia social y sus manifestaciones lingüísticas. Estos dos ámbitos han influenciado el desarrollo histórico de la pragmática pues juntos dan a conocer su interferencia mostrando así, las normas sistemáticas de la comunicación que le permiten al emisor manifestar acciones asertivas, directivas, comprensivas, expresivas y declarativas para reflejar el estado de cosas en el mundo. (Searle, 1975). Los actos de habla pueden incrementar o agravar su fuerza mediante su estructura interna de peticiones que son principalmente: los apelativos (elementos que atraen la atención), el núcleo (secuencia mínima que puede expresar la petición), perspectiva hacia el oyente, la estrategia que se va a utilizar, entre otros. Esta estructura interna, brinda métodos de adecuación y estándares comunicativos a distintas culturas, que permite obtener diferentes formas de expresión convirtiendo de esta manera a los actos de habla en pequeñas instituciones sociales. Es importante aprender a interactuar de manera adecuada y fluida para poder evitar los malentendidos que creen estereotipos negativos de distintas culturas. Para evitar que la lengua separe, hay que hacer un uso correcto de las instrucciones lingüísticas. Es claro que la investigación realizada a la pragmática sobre todo la parte operacional, le ha ofrecido a los docentes herramientas y nuevos criterios que les permitan reflexionar y analizar frente a la comunicación y la importancia de nuevos conocimientos. Estos avances les han brindado instrumentos teóricos y nuevos criterios que les ayudaran a enfrentarse con los diferentes fenómenos que desbordan los límites del código lingüístico y donde sus decisiones frente a la selección de contenidos serán amparadas en la reflexión científica y no en la intuición, tales como: (Qué tipo de input debe ofrecerse para propiciar el desarrollo de los aspectos pragmáticos de la competencia), la manera de presentarlos (qué efectos e implicaciones tienen los diferentes modelos de enseñanza sobre la adquisición de las habilidades pragmáticas), el diagnóstico de errores (qué tipo de errores pueden deberse a una interferencia negativa de las normas vigentes en la primera lengua o en otra lengua que conoce el alumno), o la evaluación (cómo se puede medir adecuadamente la competencia adquirida); ayudando así a encaminar y mejorar con elementos de juicio la mayoría de sus tareas diarias.