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Esta repetición hará que pase a formar parte de su repertorio de conducta. Es decir,
se habituará a hacerlo así y ya no serán necesarios los premios.
Definir la conducta
El primer paso consiste en definir la conducta que queremos que el niño haga. No la
definas en función de lo no quieres que haga (como "quiero que deje de tener
berrinches a la hora de irse a dormir") sino según lo que sí quieres que haga (como
"quiero que cuando le pida que se vaya a dormir, se dirija a su habitación sin
protestar, se ponga el pijama, se meta en la cama y se duerma"). De este modo
tendrás claro lo que deseas conseguir, y tu hijo/a sabrá lo que esperas de él o ella.
Crea una tabla similar a esta (puedes dibujarla en una cartulina o comprar alguna
que vendan hecha):
En ella escribes la conducta o conductas que deseas que el niño/a realice (en la
imagen aparecen escritas en tarjetas, que describen conductas como "recoger mis
juguetes", "comer las verduras" "irme a dormir a mi hora", etc.)
plicar el programa al niño/a
Has de explicarle bien lo que esperas que hagas. Por ejemplo: "cuando yo te diga
que tienes que irte a dormir, te vas a tu habitación, te pones el pijama, te metes en
la cama y te duermes. Si haces eso, ganarás dos puntos. Esos dos puntos los
pondré en esta tabla y cuando mañana por la mañana te levantes, podrás ver que
están ahí y podrás comprar un premio que valga dos puntos".
Para poner los puntos, utiliza algo que puedas pegar y quitar con facilidad y con
una forma que al niño le guste. Puedes poner la tabla en la nevera y utilizar como
puntos imanes con formas de animales, de estrella, etc.
eleccionar los premios
Para seleccionar los premios que puede ganar, ten en cuenta lo siguiente:
No le quites juguetes o privilegios que ya tenía. Los premios han de ser algo
nuevo.
No utilices la comida (caramelos, dulces, etc.) como premios, pues puede surgir
un problema si pide su premio poco antes de cenar.
Los premios pueden ser juguetes, pero también privilegios, como elegir lo que
quiere para cenar, ir a algún lugar especial, ir al cine, jugar a un juego especial
con su padre o madre, etc. Es preferible que no gastes mucho dinero en
premios.
Pon los puntos en la tabla en cuanto los gane. El espacio de tiempo entre la
conducta (irse a dormir) y la consecuencia (ganar los puntos) debe ser lo mas
corta posible. De lo contrario, el programa puede fracasar.
Dale también los premios en cuando el niño/a diga que quiere comprarlos con
sus puntos.
Tras comprar los premios ponle un precio a cada uno. Procura que haya premios de
diversos precios. Por ejemplo, dos que valgan dos puntos (de manera que los
pueda conseguir con facilidad y así ver recompensado su buen comportamiento con
rapidez); dos que valgan 4 y dos que valgan 6 puntos.
También puedes incluir premios más valiosos, que valgan más puntos. Por ejemplo,
ir al cine puede valer 10 puntos; ir a patinar sobre hielo puede valer 12 puntos, etc.
No obstante, al principio del programa, el énfasis debe estar en premios pequeños,
que pueda ganar con facilidad, de manera que se dé cuenta de la conexión que
existe entre su comportamiento y la posibilidad de ganar premios.
Después puedes explicarle que tiene la opción de guardar sus puntos para tener
más y poder comprar algo más caro.
áctica
Además de ganar puntos por irse a dormir por las noches, también puede ganar
puntos por practicar, es decir, cuando tú se lo pides, se va a su habitación, se pone
el pijama, y se mete en la cama durante un instante. Por hacer esto puede ganar
otros dos puntos, de modo que a lo largo del día puede ganar hasta 4 puntos (por
la práctica y por irse a dormir por la noche sin protestar).
Cuando le expliques el programa puedes hacer una práctica para que lo comprenda
correctamente y pueda ganar sus dos primeros puntos. Recuérdale que solo estáis
fingiendo y que no se va a dormir de verdad. Cuando se meta en la cama dile que
volverás en un minuto y que si todavía está en la cama cuando vuelvas habrá
ganado dos puntos. Entonces poned juntos en la tabla los dos puntos que ha
ganado. Luego dale el premio que decida comprar con esos dos puntos.
Elogia su comportamiento
Por ejemplo, cuando le pidas que se vaya a la cama, elogia su conducta varias
veces. Al ponerse en camino a su habitación puedes decirle: "muy bien, te estás
yendo a tu habitación como un niño/a grande". Igualmente, elogia su conducta al
ponerse el pijama, al meterse en la cama, al ganar su premio, etc. También puedes
utilizar los abrazos, caricias, etc.
Ten cuidado con el tono de voz que utilizas para pedirle que se vaya a la cama (o
que haga cualquier otra cosa). Procura usar un tono amable y tranquilo y di "por
favor". Dile exactamente lo que quieres que haga; por ejemplo, en vez de decirle:
"es hora de irte a dormir", dile: "Laura, ya es la hora, por favor, vete a dormir
ahora". No utilices una pregunta para dar una instrucción. No le digas: "¿no
deberías estar ya en la cama"?, pues si dices eso, un niño pequeño entenderás que
le estás preguntando y no que le estás pidiendo que se vaya a la cama.
i se niega a obedecer
Si tu hijo/a se niega a hacer lo que le has pedido, dile: "Carlos, puedes ganar dos
puntos si lo haces".
Si se sigue negando, repite por segunda y última vez: "Por favor, vete a la cama
ahora". Di esto con voz tranquila.
Si sigue sin obedecer, dile: "bueno, tal vez mañana puedas ganar puntos" y sal de
la habitación. Luego trata de eliminar toda estimulación posible (como apagar el
televisor) y llévalo a la cama, aunque ya sin posibilidad de ganar puntos. Esto es
importante: una vez que ha perdido la oportunidad, ya no puede ganar puntos esa
noche, por mucho que insista; tan solo dile, sin sarcasmo y en un tono normal y
amable: "mañana podrás ganar puntos si te vas a la cama cuando te lo diga".
Procura elegir una hora que no sea especialmente conflictiva. Por ejemplo, si tratas
de hacer que se vaya a dormir 15 minutos antes de que acabe su programa favorito
en la tele, lo tendrás bastante difícil.
Crea una rutina antes de irse a dormir. Por ejemplo, un baño, luego una media
hora de alguna actividad relajada, como leer algún cuento, y luego irse a dormir.
Antes de irse a dormir evita que realice actividades que impliquen mucha actividad
o lo mantengan en un gran estado de alerta, como los videojuegos, programas de
acción en la tele, etc.
http://www2.gobiernodecanarias.org/educacion/17/WebC/lujose/modificacion_de_conducta.htm
A) INSTRUCCIONES
E) COMENTARIOS REFORZANTES
A) INSTRUCCIONES
- A media mañana
- En la hora de Tutoría.
C) TÉCNICAS
Debe ignorarse cualquier ruido que haga con los lápices, objetos, así
como molestar a otro compañero.
- Levantar la mano
- Estar en silencio
REGLA GENERAL:
CONDUCTAS INCOMPATIBLES:
IGNORAR
- Te has ganado...
- Tu conducta es la adecuada.
- Lo has conseguido.
Refuerzo positivo.
En la razón fija, cada determinado número de veces que el alumno lleva a cabo
la conducta objetivo, es reforzado con un premio o estímulo.
Refuerzo negativo.
Castigo.
Autocontrol.
Extinción.
Asociación de estímulos.
Esta técnica, mediante la asociación de dos estímulos, crea una conducta refleja.
Al provocarse uno de los estímulos apareados se produce de forma automática el otro.
Es una técnica muy apta para ser empleada en ambientes educativos.
Imaginación emotiva.
Relajación.
Autosugestión.
Racionalización.
Desensibilización sistemática.
htm
MÉTODOS CENTRADOS
EN LA CONDUCTA
POSITIVA
Fomentar una conducta es reforzarla, tanto si esa conducta consiste
en deletrear correctamente unas palabras como en lanzar una pelota.
Ten en cuenta este principio: "las acciones seguidas por un
refuerzo serán probablemente repetidas en situaciones futuras
similares".
En la segunda fase, debate y acuerda con tus alumnos las reglas que
es preciso observar en clase, explicitando claramente lo que se debe y
no se debe hacer. Siempre que sea necesario recuerda estas normas
a los chicos difíciles. Sin embargo, podrás observar que a pesar de la
enseñanza de las normas, es probable que la mala conducta persista.
RESUMEN
TÉCNICA DEL
AISLAMIENTO
(TIME-OUT)
EL ELOGIO
Elogiar adecuadamente
Elogiar inmediatamente
Los elogios son más eficaces, especialmente en niños muy pequeños cuando
se producen pronto. No debe pasar demasiado tiempo entre el comportamiento
positivo del niño y la respuesta paterna, aunque los niños más mayores pueden
apreciar el reconocimiento posterior. El espacio entre la acción de un niño y la
respuesta del padre se puede llenar con un gesto si es necesario, y si se escribe en el
diario de la buena conducta se puede convertir en una señal privada entre ambos.
Al anotar lo que el niño está haciendo correctamente y enseñarle el diario, es
conveniente decirle algo, como por ejemplo, «Me alegro de ver que estás
compartiendo el papel con tu hermana». Más adelante, se puede hacer la cuenta sin
largos comentarios escritos, y a la larga la cuenta se puede convertir en una señal de
elogio silencioso en el aire, lo que le dará un sentido personal.
Los niños se vuelven locos por conseguir elogios de sus padres cuando esos
son los únicos momentos en los que consiguen que se les preste atención.
Algunos padres se preocupan pensando que sus hijos se comportarán bien
sólo si reciben el reconocimiento.
Cuando se trabaja para establecer un nuevo comportamiento, es necesario
elogiar constantemente al principio, y luego reducir los elogios gradualmente.
Cuando el niño lo ha aprendido, se debe elogiar sólo de vez en cuando. De
todos modos no es posible estar presente cada vez que el niño hace algo
correctamente. Cada vez que se hagan comentarios concretos y positivos sobre su
conducta, el niño tendrá una visión positiva de sí mismo, y estará así más seguro de si
mismo.
Al mismo tiempo el niño debe saber que se le valora y se le quiere
incondicionalmente. aun cuando no se esté trabajando para mejorar su conducta.
Abrácele, préstele atención, escúchele, apréciele. Esto garantiza al niño que no
necesita «ganarse» su amor porque ya lo tiene.
IGNORAR DETERMINADOS COMPORTAMIENTOS
Si Airim arroja objetos pesados o juega con enchufes, no se puede ignorar este
modo de actuar.
Los padres no deben empezar con algo que no van a ser capaces de ignorar
durante mucho rato; es preferible no empezar. La mayoría de los comportamientos
empeoran antes que mejorar. Hay que preguntarse:«¿Qué es lo peor que puede
ocurrir?» «¿Podré soportarlo?» ¿Podrá la madre aguantar los gritos de su hijo en el
supermercado pidiendo donuts mientras cl público se vuelve a mirarla con muestras
de indignación ante su dureza? Si el niño dice palabrotas delante de la abuela, ¿será
capaz el padre de hacerse el sordo? Si no, es mejor elegir otra opción para hacer
frente a este comportamiento.
La ignorancia es particularmente eficaz en conductas que han sido
previamente alimentadas por la atención del padre y no funcionará bien con aquellas
conductas que sean normales a ciertas edades o en etapas de desarrollo. La
mayoría de los niños de dos o tres años hacen rabietas, y por mucho que se ignoren,
es poco realista esperar que desaparezcan. No obstante. la ignorancia sistemática
de las primeras rabietas reducirá su persistencia más tarde.
La ignorancia funciona bien normalmente para detener un comportamiento que
siempre ha provocado la atención y ha permitido al niño salirse con la suya con
anterioridad. Las rabietas son un buen ejemplo. El quiere un caramelo v usted le dice,
«No. ahora no». Llora, se cae al suelo, patalea y grita. Usted intenta resistir, pero al
final no lo soporta más y se rinde. Le da el caramelo para detener la rabieta. Las
lágrimas se secan, su táctica ha funcionado. Ha reforzado usted la dependencia del
niño en las rabietas para el futuro. La próxima vez, en lugar de esto intente salir de la
habitación. Puede resultar sorprendente lo rápidamente que el niño deja de llorar.
Cuando se empieza ignorando una mala conducta, el niño hará todo lo que
pueda para atraer una atención a la que está acostumbrado. Incrementará la
intensidad, volumen y frecuencia de sus actos hasta saber que obtendrá respuesta.
Pero no hay que abandonar. No le deje dar por sentado que sus travesuras van a
llamar la atención como lo habían hecho antes, intente llevar un registro del tiempo
que duran, o cuente las ocasiones en que se producen estas conductas para poder
superarlas: ello será indicativo de los progresos que se hacen.
Aunque las pataletas y las quejas parecen durar una eternidad, se pueden
medir en segundos e incluso minutos. En el espacio de pocos días, se podrá
comprobar cuándo la conducta se intensifica y cuándo va disminuyendo.
Cuando compruebe que los quejidos duran diez minutos el día que no se da al
niño una galleta y sólo ocho minutos al día siguiente, se animará a seguir con la
táctica. Después de poco tiempo, el patalear porque no ha conseguido una galleta
será sólo un recuerdo. Téngase presente que cuanto más firme se haya sido y menos
atención se haya prestado a la conducta, menor será su duración.
No intente razonar con un niño que rechaza el «no» como respuesta. Este niño
ha aprendido que su perseverancia da resultados y que si él persiste los demás
ceden al final. El repetir varias veces «Pero. ¿por qué no puedo?» puede convertirse
en algo muy molesto, especialmente si ya se le ha contestado varias veces. No hay
que enfadarse: esto conduce la mayoría de las veces a un sentimiento de culpa en
lugar de al éxito. Tampoco hay que ceder. Si el ignorar no encaja con el carácter de
algunos padres o si no es factible en ciertos momentos, hay que intentar la técnica
del disco rayado. Esto significa que hay que responder con una versión adulta de la
misma conducta. Es el caso de Brian, que está dando la lata porque quiere picar algo
antes de la cena. En primer lugar no puede estar demasiado hambriento, y tampoco
se le quiere dar nada para no estropear su apetito para la cena. Se le explica la
decisión que se ha tomado de forma razonable una vez. Después, como respuesta a
sus súplicas adicionales, se le repite lo mismo, de forma corta como, por ejemplo,
«No comerás nada antes de la cena». No importa lo creativos que se vuelvan los
argumentos de Brian, repita sólo «No comerás nada antes de la cena». Esta técnica
es más efectiva cuando se simula prestar poca atención a las quejas. Los padres
deben continuar lo que estaban haciendo, cantando la respuesta cada vez que el
niño ruegue de nuevo. Se obtienen resultados interesantes. El niño puede reaccionar
primero enfadándose. Puede hacer una rabieta, gritar o quejarse. Pero sus
peticiones irán disminuyendo porque se cansará de pedir y obtener siempre la misma
respuesta.
DAR RECOMPENSAS
Hacer un cuestionario
CUESTIONARIO DE REFUERZOS
5. ¿Qué privilegios especiales te gustaría tener? (ver más televisión, irte más tarde a
la cama, etc.).
6. ¿Qué te gustaría hacer con un amigo? (ir al cine, jugar a mini-golf, comer un helado,
etc.).
Recompensas diarias
Pegatinas
Postre
Recompensas semanales
Libro
Película
Recompensas mensuales
Muñeco
Juego
Hay algunas estrategias para que la selección de recompensas sea más eficaz.
Una de ellas es variar las recompensas para que no pierdan su atractivo.
Pepín estaba muy contento de conseguir un animalito de plástico cada vez que
utilizaba el orinal en lugar de mojar sus pantalones. Ganó muchos. Pero después de
un par de semanas perdió interés en los animalitos de plástico. Seleccione varios tipos
diferentes de recompensas del repertorio que se ha extraído de los cuestionarios.
Posteriormente, alterne las recompensas materiales con actividades y privilegios
especiales. Cuando sea posible, ofrezca recompensas apropiadas a la conducta que
se está reforzando. El acostarse media hora más tarde puede ser una recompensa
lógica por haber estado listo para ir a la escuela a tiempo y de buen humor.
Cumplir siempre
Los padres han de definir con exactitud lo que quieren que el niño haga más a
menudo. Con la máxima precisión que sea posible, se debe definir qué debe hacer
para obtener la recompensa. No hay que decir <<Debes ser más responsable>> sino:
Amelia muestra con orgullo sus gráficos a todas las visitas. Está lleno de
estrellas que ha ganado por cepillarse los dientes después de cada comida, sin que
sus padres tengan que recordárselo.
Cuando se está tratando una conducta diaria, hay que utilizar un gráfico
inspirado en el calendario, como el de la figura 2.
Cuando la conducta a tratar es de las que tienen lugar varias veces al día
entonces va mejor un gráfico dividido en intervalos de tiempo apropiados (Fig. 3). El
gráfico de la Fig. 3 se utilizó para enseñar a Airim a no quejarse. Dado que las quejas
no ocurren en horarios fijos, el gráfico le permitía ganar estrellas cada hora que
pasaba sin quejarse.
________gana un punto si se levanta a las 7:00 sin que tengan que recordárselo.
☺
Hora Lunes Miércoles Viernes Sábado
Martes Jueves
8:00
9:00
10:00
11:00
12:00
13:00
14:00
15:00
16:00
17:00
18:00
Total
Hay que tener fe en el gráfico, no hay que olvidarlo ningún día, hav que
reforzar la nueva conducta con muchos elogios v consecuencias naturales. Cuando el
nuevo hábito haya quedado establecido, ir retirando las recompensas.
Dicha asociación debe reiterarse varias veces (entre 10/12 veces) durante varios días,
hasta que se modifique la conducta real.
El autocontrol
En esta técnica el alumno se propone determinados objetivos en su conducta,
los cuales debe realizar periódicamente, llevando a cabo su seguimiento, evaluación y
reforzamiento.
Puede ser empleada como elemento de terapia por sí misma o bien como
medio de apoyo a otras técnicas. Constituye una técnica base imprescindible para
lograr resultados eficaces, ya que mediante ella el sujeto se acostumbra a observarse,
lo que hace con arreglo a unas pautas que previamente se ha propuesto, reforzándose
su nivel de aspiración cada vez que las ejecuta correctamente. Constituye un refuerzo
constante de su fuerza de voluntad, junto al seguimiento de su actitud a lo largo de un
proceso.
Es utilizada a veces como medio para conocer la línea base en relación con un
problema, es decir, la frecuencia o incidencia del mismo durante un período de tiempo.
Otras veces constituye el punto de partida o de apoyo a otras terapias.
La autosugestión
Terapia asertiva
Algunos sujetos presentan dificultad por manifestar sus sentimientos, bien por
timidez, prevención o complejo de inferioridad. Ello puede constituir en determinados
casos, un grave perjuicio para su vida de relación social y el desarrollo evolutivo de su
personalidad. A fin de modificar su actitud de forma adecuada se utiliza la terapia
asertiva, que consiste en estimular al sujeto a que manifieste verbalmente sus
emociones y sentimientos con toda libertad.
Terapia cognitiva
El sujeto verbaliza la conducta que desea realizar, posteriormente la verbaliza
al tiempo que la ejecuta. Cuando este último proceso lo realiza correctamente recibe la
aprobación del terapeuta a modo de refuerzo.
Modelado encubierto
En esta técnica se hace imaginar al sujeto la conducta deseable, así como las
consecuencias favorables que provoca en los demás. Se reitera dos o tres veces al
día hasta que el sujeto se siente capaz de ponerla en práctica en su vida normal.
La relajación
Mediante esta técnica se actúa sobre los diversos músculos del cuerpo para
lograr su total distensión.
Con los ojos entornados, se cierra el puño derecho con fuerza, notan do la tensión en
el brazo; se permanece unos segundos haciendo tensión; se abre la mano
distendiéndola totalmente, experimentando uru sensación de alivio y relajación. Se
hace lo mismo con el puño izquierdo.
Se termina cada sesión flexionando el brazo varias veces con energía al tiempo que
se respira profundamente dos o tres veces. Se abren los ojos y se habla.
Desensibilización sistemática
puede realizar bien por medio de una entrevista con la familia y el alumno, por la
-Una vez relajado, y tras haber imaginado el pensamiento último sin llegar a sentir
ansiedad, se le cita para la próxima sesión.
.Náuseas y mareos
.Incomunicación familiar
.Relaciones interpersonales
.Ansiedad en general
El castigo encubierto
El autocastigo
Es una técnica aplicable en aquellos casos en los que el alumno no sea capaz
de imaginar el castigo encubierto.
La inundación emocional
.En otra sesión el psicólogo le presenta una escena global con sus preocupaciones,
que le provoque un intenso grado de angustia, haciendo que se produzca una
explosión verbal de sus sentimientos.
.Se repite la escena hasta que el alumno acepte sin temor, incluso con sensación de
bienestar, la emoción. De esta manera se irá extinguiendo su temor al dominar la
situación emotiva de forma apropiada.
.Temores.
.Obsesiones.
.Negación al alimento.
.Se hace que el alumno analice la situación que le preocupa o perturba, expresándose
verbalmente ante el psicólogo
.Pereza mental.
.Mínimo aceptable.
.Falta de interés por el trabajo
.Perturbación en clase.
.Agotamiento por exceso de actividades o estudio.
TÉCNICAS CONDUCTISTAS UTILIZADAS EN EL TRATAMIENTO
PSICOPEDAGÓGICO
La desensibilización sistemática.
La imaginación emotiva.
Es la técnica básica del condicionamiento clásico, a partir de la cual se han elaborado las
restantes. Si un estímulo que provoca una conducta, lo asociamos con otro estímulo cualquiera,
cuando se produzca éste, también se seguirá aquella conducta o una muy parecida. Si un
estímulo provoca alegría, y le asociamos con un segundo estímulo, como puede ser el sonido de
un timbre, cuando éste suene, aun sin haberse producido el primer estímulo, se responderá con
alegría. Para que se produzca la asociación de los estímulos debe practicarse el aprendizaje
durante cierto espacio de tiempo. La conducta aprendida de forma refleja puede extinguirse si
no se aplica el estímulo inicial junto al nuevo, renovando así el condicionamiento.
La desensibilización sistemática.
Si un estímulo que provoca ansiedad lo apareamos con una conducta que sea incompatible
con la ansiedad, ésta disminuirá hasta llegar a desaparecer cuando aparezca aquél. Esta
técnica, en la que se aplican los principios del condicionamiento clásico, se usa en la mayor
parte de los casos en que se aprecia temor, ansiedad o preocupación ante algo. Generalmente,
la conducta incompatible con la ansiedad, y que se utiliza con mayor frecuencia. es la
relajación muscular, pero puede ser empleada también la relajación mental o cognoscitiva. El
proceso de la desensibilización sistemática implica :
. Asociación sucesiva de las diferentes categorías de temor con la relajación, hasta que deje de
provocar angustia o ansiedad.
La imaginación emotiva.
. Hacer que el alumno imagine, con los ojos cerrados, a dicho personaje y establezca
una relación con él.
El refuerzo positivo.
El refuerzo negativo.
El castigo.
La extinción.
El autocontrol.
La retroalimentación.
El refuerzo positivo.
. Elogiar su conducta, mediante expresiones como «muy bien», «estupendo», y otras parecidas
que demuestren aprobación de la misma.
. Premios diversos, como objetos, regalos, fichas (canjeables después por otros objetos).
. Cosas agradables, como oír música, ver un programa de televisión, asistir a una reunión, etc.
. Reconocimiento de su acción por otras personas.
. Programa de razón fija. Cada cierto número de veces que el alumno realice la respuesta
deseada se le concede un refuerzo. Al comienzo de un programa se le deberá reforzar todas las
veces que la conducta se produzca. Conforme se avanza en el programa, podrá ir
aumentándose de forma paulatina dicha razón fija. Es una modalidad eficaz, por la que se
suelen comenzar la mayor parte de los programas, aunque después se cambie de modalidad. El
alumno se habitúa a la proporción establecida, siendo sus realizaciones intermedias (en el
supuesto de razones fijas amplias) más imperfectas, y mejores las finales del ciclo. Cuando se
suprime el refuerzo, suele extinguirse la conducta con más facilidad que con las otras
modalidades.
. Programa de razón variable. En este caso se varía la proporción de respuestas correctas por
cada refuerzo, de manera que el alumno no sepa cuándo va a recibirlo. Al principio la oscilación
de la razón debe ser pequeña y aumentarse poco a poco. Es un procedimiento muy eficaz para
lograr la modificación de la conducta, ya que todas las respuestas del alumno se realizan con la
expectativa del posible premio, al desconocer el momento en que se producirá. Incluso cuando
se suprime el refuerzo, resulta difícil la extinción de la respuesta.
. Programa de intervalo fijo. Siempre que el alumno obre correctamente, es decir, realice la
conducta deseada durante un espacio de tiempo fijo, se le proporciona el refuerzo. Esta
circunstancia es independiente del número de veces que lo haga. Su eficacia es discreta, ya que
puede habituarse, con una sola acción, a esperar el refuerzo en el tiempo que, por repetición,
llega a conocer. Al suprimir el refuerzo se produce la extinción con rapidez.
El refuerzo negativo
Esta técnica consiste en incrementar la frecuencia de una acción deseable eliminando algo que
resulta molesto al alumno, siempre que obre correctamente. Como medios para llevar a cabo el
refuerzo negativo se encuentran, entre otros, quitar o suprimir al alumno :
. Objetos o cosas que le resulten desagradables, como figuras, animales, ambiente, etc.
. Olores desagradables.
El refuerzo negativo debe ser también lo más inmediato posible a la conducta deseada. Su
aplicación puede ser de manera continua o intermitente. La primera es más eficaz que esta
última, pues al suprimir el refuerzo, se suele producir la extinción con más rapidez.
El castigo.
Esta técnica consiste en eliminar algo grato, o bien en proporcionar algo que resulte
molesto al alumno, siempre que responda con una conducta distinta a la deseable, facilitando así
la extinción de la misma.
El castigo aplicado de forma intermitente es menos eficaz que cuando se hace de forma
continua, es decir, siempre que se produzca la respuesta inadecuada.
Los castigos deben aplicarse lo más inmediatamente posible tras la acción incorrecta.
Entre los castigos que más corrientemente pueden aplicarse, tanto en ambientes
escolares como en los familiares, se encuentran los siguientes :
Olores desagradables.
Los castigos pueden aplicarse en muchas ocasiones, siendo necesario que el alumno lleve el
autocontrol de su conducta y se halle comprometido en un contrato serio y responsable.
La extinción.
Ignorar la conducta es una técnica muy fácil y de gran eficacia. En muchas ocasiones la
familia, al aplicar un castigo por una conducta indeseable, lo que hace es, a veces, reforzarla;
mientras que si la hubiera pasado por alto sin prestarle atención, el niño, al ver que no se le hace
caso y que aquella conducta no es útil para él, dejaría de realizarla, con lo que desaparecería por
extinción.
El autocontrol
Consiste en la aplicación de los medios terapéuticos por el propio alumno, de acuerdo con las
prescripciones convenidas con el profesor, llevando asimismo el control de sus resultados.
- La misma subjetividad del autocontrol hace que, en la mayor parte de los casos, el
alumno sea, incluso, más exigente en la evaluación de su tratamiento.
. La autoobservación.
. El autorref'uerzo y el autocastigo.
. La autorregulación.
. El autocontrol de estímulos.
. La autoinhibición recíproca.
. El autotratamiento.
. La autoobservación.
Consiste en la observación de la conducta por el mismo alumno, el cual recibe los
criterios a los que debe ceñirse en todo momento para realizarla. Estos criterios deben ser muy
concretos y muy objetivos.
Es una modalidad idónea para ser empleada en medios escolares, ya que, en muchas
ocasiones, los problemas se presentan en momentos en los que el observador externo no está
junto al alumno y, en cambio, el propio alumno, al ser siempre el protagonista, puede observar
perfectamente su conducta.
. Autorrefuerzo.
. Autorregulación.
. Autocontrol de estímulos.
Es una modalidad en la que el alumno determina los estímulos que pueden servirle para
modificar su conducta, y con arreglo a los mismos, se los aplica, observa y evalúa.
. Autoinhibición recíproca.
El alumno elige el medio más adecuado para contrarrestar la acción que quiere inhibir y
luego lo aplica cuando es previsible que se den las circunstancias que desea modificar. Esta
modalidad de autocontrol se utiliza en ciertos casos de ansiedad, dificultades en la relación
social, nerviosismo y, en general, cuando se presentan problemas de comportamiento que
puedan contrarrestarse mediante conductas que sean incompatibles. Se comentan y concretan
con el alumno aquellos aspectos que él considera que pueden aplicarse con más eficacia en
previsión de la conducta a inhibir. Cuando se presenta una circunstancia así, pone en práctica
la conducta incompatible, con lo que evita la otra conducta. Anota sus resultados y,
posteriormente, contabiliza sus éxitos y fracasos.
. Autotratamiento.
La retroalimentación.
Mediante esta técnica el alumno va conociendo los resultados que obtiene, los cuales
pueden influir en su futura actuación. El conocimiento de su propia evolución provoca en él la
autoestimulación y el deseo de corregir aquellos aspectos que puedan mejorarla. La
retroalimentación puede ser:
. Interna o autorretroalimentación.
. Externa.
. Sociorretroalimentación.