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Se considera que el ATP es el actor más indicado para allegar a las escuelas esta propuesta de evaluación para promover la
mejora continua con estándares para la educación básica.
El ATP será responsable de implementar el proceso de mejora continua en la escuela a partir de la auto, co y heteroevaluación
de la práctica docente. Asimismo, le corresponde generar las condiciones institucionales para la aplicación de los estándares,
procurar que se implemente el proceso en la escuela y que los docentes y directivos se apropien de él para que lo realicen de
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la manera más autónoma posible (que lo hagan suyo), pero sobre todo: dar seguimiento y acompañamiento a los docentes
y colectivos en el proceso de mejora continua emprendido.
Dadas las implicaciones del proceso, se piensa en el ATP como un actor estratégico que tenga reconocimiento y legitimidad
con la población que trabaja. Es imprescindible que sea una persona comprometida con su quehacer educativo.
No está por demás recordar que al promover la mejora continua con estándares, el ATP habrá de poner en juego con un sus
habilidades de negociación, de sensibilidad hacía los contextos, y por lo tanto la capacidad de resolver situaciones adversas.
Por otro lado, se requiere de su experiencia como expositor, en el trabajo con equipos (dinámicas grupales), y en la
recuperación de información.
Puesto que el ATP es quien acordará con los docentes la colaboración en la propuesta de mejora continua con estándares, se
sugiere que tenga la suficiente claridad en los aspectos básicos del proceso, lo cual implica que:
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Trabajo de gestión
Trabajo de sensibilización y motivación con los docentes.
Sortea dificultades por situaciones externas e internas de las escuelas.
Incentiva a los docentes que participan.
Brinda acompañamiento a los docentes en las actividades del proceso.
De ser necesario, establece alianzas con actores estratégicos dentro de las comunidades para que las propuestas educativas
tengan mayor legitimación y mejores resultados.
En cada actividad proporciona a los docentes información necesaria, clara y precisa. Asimismo se asegura que ésta sea
comprendida.
Da seguimiento y acompañamiento a los docentes y colectivos por medio de diversas estrategias basándose en los
resultados de la evaluación.
Presentación
La presentación es el primer paso que lleva a cabo el ATP como promotor. En este primer momento usted da a conocer a los
actores lo que involucra el proceso de mejora continua con estándares de desempeño docente (qué, cómo, quién, para qué y
con qué se realiza), haciendo una invitación abierta para todas aquellas personas a las que el modelo pueda beneficiar, por
ejemplo, docentes y autoridades (Supervisor y Director). Además del contenido de la propuesta, hace referencia a las
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expectativas que se tienen, con la idea de que los actores comprendan la relevancia de su participación. Asimismo, puede
enfatizar los aprendizajes y beneficios que los docentes obtienen al participar; y, las intenciones de la visita.
Después de hacer la presentación promueva las condiciones necesarias de espacio y tiempo para el desarrollo de la aplicación.
En esta primera parte del proceso es importante que entregue los materiales con que se trabajará, y dé a los participantes una
explicación de su contenido y uso.
Los acuerdos a los que se le recomienda llegar junto con el colectivo al término de la presentación son: a) decidir con quiénes
trabajar, incluso si alguna de las autoridades está dispuesta a participar en todo el proceso (los docentes frente a grupo serán
los autoevaluados y/o coevaluadores, los directores con grupo pueden ser autoevaluados, coevaluadores y/o
heteroevaluadores; las autoridades educativas tales como Directores, ATP, Supervisores, Jefe de zona, sólo pueden asumir el
rol de heteroevaluadores); b) definir la asignatura en que se trabajará; c) establecer la duración de la clase; d) definir el lugar
de trabajo, e) acordar los tiempos de trabajo, con flexibilidad respecto a lo que los maestros propongan.
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Registro de clase
El segundo paso es realizar un registro de clase, es decir, acudir a la clase que se haya seleccionado previamente para
recuperar información de la misma y evaluar al docente. Promueva el registro de la clase entre los participantes en el proceso,
tenga en cuenta que no hay una sola manera de realizarlo. La videograbación es sólo una de las posibilidades; dadas las
condiciones contextuales, puede optar por una audiograbación y/o autorregistro. Como ATP es importante que usted anote
detalles de la clase que considere que aportan elementos para la valoración así como para la conversación posterior.
Previo al registro de la clase puede promover el uso del instrumento de estándares para facilitar la identificación de los
elementos esenciales del desempeño docente ya que esto posibilita una valoración (llenado) más congruente y completa.
Aunque esta actividad no se realiza necesariamente en la escuela, puesto que es una reflexión individual, usted debe procurar
que se complete el llenado del instrumento y se comprendan a satisfacción los estándares y el uso de los niveles, además de
reforzar la necesidad de escribir las justificaciones que acompañan a la asignación de niveles, ya que éste es el principal
insumo de trabajo posterior. Si ha decidido tomar parte en el proceso, deberá realizar también la valoración de acuerdo a lo
antes sugerido.
En todos los momentos del proceso influyen los insumos con los que se cuenta para
trabajar. Para el llenado del instrumento (evaluación individual) es importante su
revisión, y el registro de clase. El instrumento completado se convierte en el insumo
del proceso de reflexión colectiva. Lo anterior es básico para la elaboración del
Trayecto de mejora.
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El objetivo de esta actividad es promover la reflexión colectiva del desempeño docente, a través de la identificación de
fortalezas y problemáticas individuales y colectivas sobre la práctica docente.
En esta actividad su labor como ATP es pieza fundamental, pues puede fomentar que los docentes lleven a cabo el proceso de
reflexión. En el transcurso de la conversación, usted estará atento a:
Tratar que la reflexión se sitúe lo más posible dentro de la práctica docente, ya que se puede desviar hacia cuestiones
externas (del contexto).
Tomar nota sobre la forma en que se desarrolla la reflexión, los temas que se abordan, los aciertos y dificultades que se
observen.
Participar en la conversación (sólo en caso de ser heteroevaluador) acotándose a los acuerdos establecidos.
Propiciar la participación de los docentes, si funge como moderador.
Existen dos tipos de trayecto: el individual y el colectivo. Lo preferible es que se realicen ambos, de tal manera que sea
posible que los docentes puedan poner en común los aspectos de mejora que hayan considerado individualmente. Su
participación puede ser de mucho beneficio, aun en los casos en que la escuela sólo plantee trayectos de mejora individuales,
ya que puede comunicar al colectivo lo que los docentes han considerado como aspectos de mejora.
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El ciclo de este proceso se cierra con el seguimiento a la implementación del trayecto de mejora en la escuela. Dependiendo
de lo que se establezca en el Trayecto de mejora individual y colectivo, como ATP a usted le corresponde proveer a los
docentes los recursos y estrategias posibles para que se lleve a cabo.
Además, aun cuando la evaluación sea escolar, puede propiciar el intercambio de experiencias entre escuelas, con la intención
de formar redes entre ellas y maestros; para así, aprovechar más el proceso de reflexión.
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Tener conocimiento de la propuesta de estándares de desempeño docente, así como de sus materiales de trabajo.
Promover condiciones institucionales para la aplicación de la propuesta (tiempos, espacios, actores).
Alentar la participación de los docentes. Conversar constantemente con ellos acerca de sus necesidades.
Ser sensible a las características y contexto en el que estará inmerso.
Fomentar la disposición y participación de los docentes, directores y autoridades; así como su compromiso con el
trabajo.
Identificar qué cosas se pueden mejorar para las siguientes implementaciones.
Las respuestas que ofrecemos no son definitivas ni exhaustivas, pero lo invitan a decidir lo que considere conveniente para su
labor. Es importante pensar que las sugerencias son posibles caminos de desarrollo para llevar a cabo el proceso, pero no los
únicos. En otras palabras, lo que aquí se presenta no es prescriptivo, sino orientador; apegarse a las actividades, pero apostar
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por las decisiones de los actores es una buena estrategia. Cabe recordar que lo más enriquecedor es que, para llegar a los
resultados y los productos, hay diversas formas de construcción y conversación que sostienen los docentes.
Tenga usted muy claro el papel que va a desempeñar, sus funciones, tareas y responsabilidades.
Antes de llevar a cabo la implementación disipe todas sus dudas, recuerde que cuenta con materiales que contribuyen a
ello. En caso de ser necesario solicite apoyo a los contactos que se encuentran al final del documento.
Trate de aclarar las inquietudes de los docentes. Es mejor resolverlas cuando aparecen, porque después puede ser más
complicado hacerlo. Parta de que los actores no siempre externan todas sus dudas, ya sea por temor, falta de confianza,
o porque no están de acuerdo con lo que se propone.
Apele constantemente a la colaboración de los docentes. Identifique aquellos que apoyen el proceso para que cada
momento sea más fluido (por ejemplo, proponga que sean relatores, moderadores, etcétera). Asimismo, tenga en cuenta
que la mala relación con docentes y directores en ocasiones se traduce en resistencias a participar.
Motive a los docentes en las actividades, no deje que la pasividad o el cansancio les gane.
Respete los tiempos establecidos; no se trata de ser rígidos, pero tampoco tan flexibles que se de pie a la dispersión en
el proceso. Finalmente los docentes deciden en gran medida sobre su tiempo.
Si además de promover la propuesta usted va a fungir como heteroevaluador, intente ser un participante más; colabore.
Su conducción en las actividades es pieza clave en el proceso. Es importante que usted identifique cuándo intervenir
para aclarar y orientar los momentos de la evaluación.
Prevea los materiales a utilizar (presentaciones, materiales impresos, etc.). Es necesario contar con ellos y con copias
adicionales, para quien pueda integrarse al proceso.
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Para lograr mayor confianza entre los docentes ayuda mucho hacer explícito que los ATP no son “más” que los
maestros, es decir, recordar que su labor no es la de enseñar cómo “deben ser las cosas”, sino ayudar a comprender
cómo ocurren éstas y contribuir a mejorarlas.
Ponga usted a disposición de los maestros toda la información que considere importante que conozcan, así como un
medio para que ellos estén en contacto con usted. Por ejemplo, alguna dirección electrónica, material adicional sobre
los alcances del proyecto, etc., ya que es importante que sepan todo lo relacionado con la propuesta en que están
participando. Además, tienen el derecho.
Explique la dinámica de trabajo de cada una de las actividades de manera detallada, con un lenguaje claro y accesible.
Se necesita generar un ambiente de confianza con los profesores, haciéndoles saber que su trabajo es respetable en sí
mismo, así como su deseo de participar o de no hacerlo. Recuerde que propiciar una buena comunicación entre los
participantes y usted, así como entre ellos, es fundamental.
Así como los docentes se están comprometiendo a colaborar en la propuesta, es importante que usted responda a ese
compromiso como parte de su labor a través del seguimiento de los procesos de evaluación por el colectivo docente
emprendidos.
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En su labor de asesor usted ha promovido una propuesta mediante la cual puede acompañar a los docentes en la mejora de su
práctica. Como fruto de la implementación del proceso de evaluación usted puede ampliar horizontes en su quehacer, tales
como establecer un vínculo más cercano a la escuela, conocer más a los docentes, acompañarles en la identificación de los
elementos que ellos juzgan conveniente transformar, incorporar nuevas herramientas, atender sus necesidades de manera
pertinente.
Si bien la propuesta de estándares busca incidir en la escuela, su propósito es también el de otorgar contenido y estructura
para la construcción de un sentido ampliado de la función del ATP. Esto es, ir más allá de los esquemas administrativos en los
que se ha visto circunscrito, para situarlo en los espacios de intervención pedagógica, sea ésta el aula, la escuela o las escuelas
que asesora.
Es importante destacar que además de la propuesta que usted ya conoce, los estándares le proporcionan otras estrategias que
lo invitamos a conocer y que consideramos son útiles para su trabajo. Es el caso del portafolio docente, y de los indicios para
conversar, los cuales se encuentran en el “Manual para la aplicación de los estándares de desempeño docente en el aula”.
Para aclarar sus dudas o comentar la propuesta, por favor comuníquese con:
Adriana Olvera López: adrianaolvera@cee.edu.mx
Lourdes Pacheco Cámara: lourdespacheco@cee.edu.mx
Carlos Martínez Jardón: carlos.martinez@cee.edu.mx
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