CAPITULO

V
 LOS TECNICOS DEL PODER
El interrogante “¿Quién gobierna las cosas?” esta curiosidad fue dada recién en la
segunda ola, debido a que en esta surgió una nueva clase de poder, extenso y sin rostro,
esta incógnita no se presentaba hasta la revolución industrial ya que antes las personas
no tenían razones del porque formularla, todo el mundo sabía quién tenía el control.
Para el autor, las sociedades en la segunda ola presididas por especialistas en
integración, dado que dividió la vida y la cultura de toda la comunidad.
LOS INTEGRADORES
Los integradores surgieron a raíz del industrialismo, debido a que en ese tiempo se
separó la sociedad, se rompió la dirección del mando entre la iglesia, el estado y el
individuo, se crearon nuevas clases sociales, etc. En ese tiempo surgió la necesidad de
que de nuevo se juntaran las cosas pero en una forma muy diferente, fue ahí donde
surgieron los integradores, denominándose ejecutivos o administradores, coordinadores,
presidentes, vicepresidentes, fue así que se declararon indispensables. Ellos podían
definir las funciones y asignaban trabajos, tenían la facultad de poder fijar criterios y
daban o retiraban credenciales, podían enlazar la producción, distribución, el transporte
y las comunicaciones. Fue así que el control de los medios de integración otorgaba
poder, al hacerse más complicado la producción y más especializada la división del
trabajo, se requerían ejecutivos y expertos en las empresas, por los cuales este intervenía
entre el patrón y los obreros, en consecuencia se desarrollaron las actividades
administrativas, surgiendo así la nueva elite del ejecutivo donde el poder recaía en el
medio integrador, es decir en las empresas los propietarios tuvieron que vender cada vez
más a grupos de accionistas ya que ellos no sabían sobre el funcionamiento de ello, pero
la problemática se dio cuando los accionistas tuvieron grandes porcentajes de acciones
en las empresas tampoco sabían sobre el verdadero funcionamiento de ello fue así que
empezaron contratar a “los integradores” llamados directores estos se encargaban de los
asuntos diarios de las compañías fijaban estrategias y objetivos estos lograron que su
poder sea cada vez mayor, por consiguiente los integradores asumieron el poder efectivo
dado que sin ellos el sistema no podrían trabajar juntos.
EL MOTOR INTEGRACIONAL
La moderna sociedad industrial desarrollo un gran porcentaje de empresas, de los cuales
abarcaba desde sindicatos y asociaciones empresariales hasta las iglesias, escuelas y
grupos recreativos, todos ellos debían funcionar dentro de un marco de leyes
previsibles, de aquella exigencia de integrar la civilización de la segunda ola surgió el
mayor regulador de todos “un gobierno grande”, este fue denominado el motor
integracional del sistema, debido a que asumieron las tareas integradoras que otros no
podían o no querían realizar, este fue el gran acelerador gracias a su poder coercitivo y a
los ingresos que obtenía de los impuestos, impulsaron grandes obras como el
ferrocarril , puertos, canales y carreteras, pusieron en funcionamiento los servicios
postales, aplicaron aranceles para ayudar a la industria, lo técnicos del poder se
apoderaron de los medios de integración con ellas el control social, cultural, político y
económico.

LAS PIRAMIDES DEL PODER

Fue así que los llamados “técnicos del poder” se encontraban organizados en jerarquías
de elites y subelites, cada industria formaron su propia estructura organizacional , en
consecuencia surgieron una estructura de ciencia, defensa y cultura, de los cuales
emergieron elites generalistas, de la cual esta pasaba por encima de todas las otras elites
un ejemplo de ello según el autor menciona a la Unión soviética y la Europa oriental, en
conclusión en todas las naciones de la segunda ola vemos grupos especializados de
integradores, burócratas o ejecutivos , integradores a su vez por integrador generalistas.
LAS SUPERELITES
Según el autor menciona que en un nivel superior a todos se encuentra los llamados
superelites, es el nivel más importante dentro de la sociedad industrial, porque se refería
a las personas encargadas de asignar la inversión. Al establecerse el capital de inversión,
las personas encargadas de controlar y de verificar que la inversión sea utilizada de
manera eficiente, eran los que formaron las superélite de todas las sociedades
industriales.
CAPITULO
VII
 UN FRENESI DE NACIONES
Este capítulo nos explica más aun como los países tratan de obtener un mayor poder, s
así como surgen varias naciones que compiten por ser los mejores en diversos
productos, y estas a su vez chocan con naciones de la primera ola mientras la tercera ola
empieza a lanzar sus acometidas contra ellas, aquí también muestra el comercio
internacional como una vía de desarrollo de países de segunda ola. A pesar de que se ha
consolidado un sistema político, surgen conflictos debido a que las políticas no son las
apropiadas para este mercado de segunda ola, la sociedad moderna surge debido a
levantamientos nacionalistas provocados durante la revolución industrial.
Se necesita una unidad política de la segunda ola que estuviese a la altura de desarrollo
de las unidades económicas de la segunda ola, se llega a la integración política
orientándose a las nuevas tecnologías, y sobre todo la integración no concluía en las
fronteras de cada nación-estado, pese a toda su fortaleza, la civilización industrial tenía
que ser alimentada desde fuera.
CAMBIANDO DE CABALLOS
En este subtitulo nos dice que antes de que la segunda ola empezara a recorrer Europa,
la mayor parte de las regiones del mundo no estaban aún consolidadas como naciones,
sino que se hallaban organizadas, más bien, en una mezcolanza de tribus, clanes,
ducados, principados, reinos y otras unidades más o menos locales. Las fronteras
estaban mal definidas, los derechos gubernamentales eran borrosos. El poder del Estado
no se hallaba aún uniformizado. Impone impuestos a los campesinos, El control político
no era aún uniforme resumió la situación diciendo que al viajar por Europa tenía que
cambiar de leyes con tanta frecuencia como de caballos.
EL CLAVO DE ORO
Cuanto más extenso fuese el territorio sometido a su control y más amplia el área de
mercado económico, mayores eran su riqueza y su poder. Al distender al máximo cada
nación sus fronteras políticas y económicas las élites integracionales recurrieron a la
avanzada tecnología. Se lanzaron a la construcción de ferrocarriles y así abrirse paso.
Durante las siguientes tres décadas o más, los obreros ferroviarios fueron empalmando
una región con otra. los trayectos transcontinentales fortalecerían los lazos de unión
entre las costas del Atlántico y el Pacífico. El último martillazo sobre el clavo de oro
que completó la primera línea férrea transcontinental abrió la puerta a un mercado
verdaderamente nacional, integrado a escala continental. Y amplió el control real, no ya
sólo el nominal, del Gobierno nacional. Sino que podía ahora desplazar rápidamente
tropas por todo el continente para imponer su autoridad. Por tanto, lo que sucedía en un
país tras otro era el nacimiento de esa poderosa nueva entidad, la nación. De esta forma,
el mapa del mundo quedó dividido en un conjunto de manchas claramente Delineadas.
CAPITULO
XV
 MÁS ALLÁ DE LA PRODUCCIÓN EN SERIE
Según el autor menciona que hoy en día las fábricas han cambiado rotundamente, antes
solo los trabajadores eran esclavizados haciéndolos trabajar por largas horas, sin
beneficio alguno, los aspectos sociales en ese entonces no fueron debidamente
estudiados ni debatidos, muchos de ellos enfermaban por el humo que emitían las
fábricas y la suciedad en los que les hacían trabajar, en ese tiempo a los trabajadores los
veían como algo inferior. Pero hoy en día esto es muy diferente, generalmente las
fabricas cuentan con instalaciones óptimas para poder trabajar cuidando así el bienestar
de los trabajadores, además poseen tecnología más moderna, los sistemas de
información más avanzados, no existe distinciones visibles de categoría ni trabajo,
muchas de estas fábricas cuidan íntegramente a sus trabajadores ya que para ellos son el
pilar de su producción sin ellos no tendrían lugar en el mercado, por ellos según el autor
nos dice que la fábrica no se dedica a la producción en serie si no que hemos avanzado y
considera que esto va más allá de la producción en serie.
Hay un cambio en el estilo de producción de la tercera ola, ésta va superando la
producción en serie: "Un analista de Critique, publicación de estudios soviéticos, hace
notar que mientras los países menos desarrollados —(los que) tienen un PNB de entre
1.000 y 2.000 dólares americanos per cápita al año— se concentran en la fabricación
masiva de productos', los 'países más desarrollados (...) se concentran en la exportación
de productos fabricados en series cortas que dependen de una mano de obra muy
especializada (...) y de costos de investigación elevados: computadores, maquinaria
especializada, aviones, sistemas de producción automatizada, pinturas de alta
tecnología, productos farmacéuticos, polímeros y plásticos de alta tecnología'" (p. 183).
Esto, según Toffler, se extiende aún a la industria militar. Se está desmasificando la
fabricación. Esto tendrá repercusión en las profesiones. El procesador de palabras está
revolucionando el trabajo, yendo hacia la eliminación de la mecanografía. Con ello, el
trabajo de oficina, va necesitando menos personal. "Las dos revoluciones del sector
administrativo y del fabril dan lugar a un modo de producción enteramente nuevo para
la sociedad, un paso gigantesco para la especie humana. Este paso lleva consigo
implicaciones indescriptiblemente complejas. Afectará no sólo a cosas tales como el
nivel de empleo y la estructura de la industria, sino también a la distribución de poder
político y económico, a las dimensiones de nuestras unidades de trabajo, a la
distribución internacional del trabajo, al papel de las mujeres en la economía, a la
naturaleza de trabajo y al divorcio entre productor y consumidor: alterará incluso un
hecho aparentemente tan simple como el 'dónde' del trabajo" (p. 194).
 BIBLIOGRAFIA
TOFFLER,A.(1997). LA TERCERA OLA.