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JUAN CARLOS TORRE La vieja guardia sindical y Peron Sobre los origenes del peronismo EDITORIAL SUDAMERICANA INSTITUTO TORCUATO DI TELLA BUENOS AIRES. PREFACIO El estudio del peronismo ejerce una atraccién especial entre nosotros. Componente fundamental de la sociabili dad politica en la que nos hemos formado, el peronismo es una via de entrada obligada para conocer la sociedad argentina actual, sus conflictos, sus esperanzas. De hecho, los estudios sociales hicieron ‘su ingreso en los medios universitarios a partir de una reflexion sobre este hecho capital de nuestra experiencia contemporanea. Quienes hemos sido estudiantes de Gino Germani fuimos inicia dos muy temprano a esta reflexion; nuestra evolucion intelectual ha sido mareada por ella. En mi caso personal, quiero sefialar otra influencia Celia Durruty, con quien comparti una vida de afectos y de bisqueda intelectual, dejé a su muerte un trabajo in concluso sobre el antiguo movimiento obrero y el pero- nismo. Su cuaderno de notas, los materiales que habia reunido, me Hlevaron a continuar su investigacion en mo mentos en que todavia no tentadecidido qué hacer con mi flamante diploma de graduacio en sociologia Después, fue la discusion en comin a lo largo de los ahios con Silvia Sigal en torno a las ideas de Gino Germa- ni y de Alain Touraine sobre los movimientos sociales de América Latina, el didlogo con colegas como Miguel Murmis y Juan C. Portantiero, el conocimiento de Fran cisco Weffort y Daniel Pecaut, que me hablaron de sus estudios sobre Brasil y Colombia, las conversaciones siempre estimulantes con Tulio Halperin Donghi, los que me dieron progresivamente los elementos para abordar la investigacion sobre los origenes del peronismo. Louise Doyon, que vino de Canada para escribir su tesis de doc- 10 JUAN CARLOS TORRE torado sobre los sindicatos durante la década peronista, 1945-1955, compartio conmigo generosamente su traba. Jo, y aprendi mucho de su dedicacion e inteligencia. Las autoridades y los colegas del Instituto Torcuato Di Tella, al que me incorporé en el aiio 1972, me ofre. cieron un apoyo invalorable. Ana Maria Mustapic acom. pao la laboriosa gestacién de este libro, fue su primera ectora, y su compafiia entonces y hoy ha sido y es una Permanente fuente de sostén y aliento, EI angulo que escogi para mi investigacién sobre los origenes del peronismo fue la relacion entre Peron y la vieja guardia sindical, es decir los hombres que condu cian el movimiento obrero hacia 1943. Esta eleccion fue facilitada por la relacién que entablé con algunos de ellos y Ia oportunidad de consultar sus memorias regis- tradas en el Archivo de Historia Oral del Instituto Di Tella. Los primeros capitulos de la investigacién fueron es- critos en 1974-1975, los iiltimos recién los terminé en 1982. El manuscrito fue interrumpido varias veces por- que, durante esos afios, y en una experiencia que no fue solo mia, cambié de pais, vivi en distintas ciudades, donde colegas de Estados Unidos, Francia, Brasil y Gran Breta‘ia, a los que estoy reconocido, me ayudaron a en. contrar un clima intelectual fuera de Argentina. En enero de 1983, una vez concluido, lo presenté como tesis de doctorado en la Ecole de Hauites Etudes de Paris con la supervision de Alain Touraine, Como ocurte con frecuencia, luego de defender la tesis ante el jurado, me dispuse a revisar el manuscrito Para su publicacion, Pero entonces sobrevino la demo. cracia en Argentina, y con ella el gobierno de Raill Al. fonsin, al que decidi integrarme para ser parte de este perfodo de reconstruccién institucional. El libro debia esperar. En octubre de 1988, de nuevo en el Instituto Di Tella, retomé el trabajo pendiente con la colabora. cién: de Leandro Wolson, que mejoré la redaccién. El texto que se publica hoy es sustancialmente el mismo que terminé hace ocho afios, pero como convivian en él LA VIEJA GUARDIA SINDICAL ¥ PERON 1 dos retoricas, la de la narracién histérica y la del andlisis sociolégico, opté por independizar esta Ultima y resu- mirla en un articulo de la revista Desarrollo Econdmico! para facilitar la lectura de este libro cuya justificacién es desarrollada en los parrafos siguientes del Prefacio. 's un hecho frecuente que en la memoria ideologica de los movimientos sociales el comienzo de la historia sea el lugar de una\ruptural el momento en que, sobre los escombros del antiguo orden, surge una voluntad revolucionaria sin lazos con la coyuntura inmediata y portadora de valores trascendentes. A esta tentacion no escapé el peronismo. En su imagen de la sociedad en la que nace, los nuevos trabajadores de origen rural que afluyeron a la ciudad y a las fabricas atraidos por la in- dustrializacion hacia fines de los afios treinta desempefia- ron el papel de esa fuerza regeneradora,correspondiendo a Peron la tarea no menos decisiva de ser su intérprete y lider. . Los primeros anilisis elaborados desde la oposicién concedieron también a los nuevos trabajadores el lugar central en la comprensién del movimiento politico que arriba al poder en 1946. Esta coincidencia en el sujeto no fue, es verdad, siempre acompafiada por un acuerdo en su evaluacion. Mientras que los idedlogos del pero) nismo vieron en ellos el elemento de renovacin de un | orden de jerarquias y privilegios, otros tendieron acon- siderarlos como la base social de una experiencia de autoritarismo de masas. Asi, los nuevos trabajadores, | Celebrados por su intervencidn en la gestacion de una sociedad més igualitaria o vistos como la fuerza social que favorecié la instalacién de un régimen no democra- tico, ganaron el centro de la escena en los estudios sobre, Jos origenes del peronismo. . Los grandes ausentes en este cuadro historico fueron los“dirigentes del viejo sindicalismo consolidado entre los afios veinte y treinta, integrado por los gremios de servicios como los ferroviarios, los telefonicos, los em-

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