Boletín de Ciencias

Alejandría
 Boletín de Ciencias

Alejandría
INSTITUTO TECNOLÓGICO METROPOLITANO
Institución Universitaria

Boletín de Ciencias • ALEJANDRÍA

Número dos • julio de 2010
ISSN 2145-4612

Alejandría es una publicación periódica de la facultad de ciencias del ITM, escrita en

un lenguaje riguroso pero de fácil comprensión con la misión de ser un instrumento
de actualización, divulgación y comunicación para las comunidades académicas en
el campo de la ciencia y la tecnología en Colombia . Se imprimen, con un propósito
pedagógico y divulgativo, dos mil ejemplares para distribución gratuita.

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El pensador: Se trata de un hombre sentado, reclinado, con la cabeza ladeada hacia
abajo, en una postura de pensamiento, pasividad, soledad, preocupación. Es símbolo
de la escultura de Rodín, fue presentada en público hasta 1904. Buscaba representar
a Dante frente a Las Puertas del Infierno ponderando su gran poema “La Divina
Comedia”. Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Auguste_Rodin.

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 Editorial

Los siglos XVI y XVII han marcado un periodo especial en la

historia de la humanidad, tanto en el arte, la filosofía, como
en la historia de las ciencias, esto es ilustrado en las obras
de arte y literatura de autores de finales del Renacimiento
Europeo, época también rubricada por sus cualidades como
“Revolución Científica”. Se concibe el inicio de este periodo
en 1543, con la publicación de la obra del polaco Nicolás
Copérnico Sobre las revoluciones de los orbes celestes, y
su máximo esplendor y culminación con la publicación en
1687 de los Principios matemáticos de la filosofía natural
del inglés Isaac Newton.

Las secuelas de los desarrollos de este periodo son parte de

los episodios centrales que proporcionaron la transformación
de las ideas científicas, filosóficas y teológicas que dan origen
a la llamada Modernidad. En la tesis presentada en este texto
por el profesor Raúl Gómez, la revolución científica del
siglo XVII, nos muestra que esta época no fue un periodo de
transición simple sin mayores saltos, sino que refiere a todo
un gran proyecto de transformaciones de visión de mundo
en muchos aspectos del pensamiento científico y filosófico.

El profesor Gómez nos ilustra desde su perspectiva, las

que para él fueron las principales rupturas epistemológicas
que evidencian que fue un periodo revolucionario en la
historia de las ciencias, la filosofía y el pensamiento y como
consecuencia, el proyecto de ciencia “galileo-cartesiana” se
instauró como el modelo de mundo que tuvo su influencia
hasta bien entrado el siglo XX.

Si bien es cierto que este proyecto no nació de la nada

en las cabezas de Galileo y Descartes, si fueron personajes
que matizaron de forma determinante los esquemas de
pensamiento y proporcionaron el ambiente para que
ocurrieran las rupturas epistemológicas como las describe
en este texto el profesor Gómez.

Invitamos pues al lector a disfrutar de este bello texto

y a seguir participando de la lectura activa de estos temas
relevantes de la historia, el contenido y la filosofía de las
ciencias.

Comité editorial
 LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA
Cuestiones Epistemológicas

Raúl Gómez Marín

Profesor del Departamento de Humanidades. Universidad Eafit
 La Revolución Científica • Cuestiones Epistomológicas

Introducción

Este texto se alberga la pretensión Iniciemos aclarando que la expresión

de analizar algunos de los aspectos «revolución científica» es característica de
epistemológicos más relevantes que la concepción según la cual el progreso
hicieron posible la constitución y el del conocimiento es discontinuo; es decir,
desarrollo del proyecto de ciencia que indica de entrada que el conocimiento
se generó en el marco de la revolución científico no progresa de modo continuo
científica acaecida en los entornos del ni es simplemente acumulación de
siglo XVII: el proyecto de ciencia galileo- conocimientos. Pero, ello no quiere
cartesiano.
Como lo indica su nombre, los
componentes esenciales de este Proyecto
provienen de dos fuentes: por un lado, de
las investigaciones experimentales y de las
ideas físico-filosóficas desarrolladas por el
genio italiano Galileo Galilei (1564-1642);
y, por otro lado, de las investigaciones
filosóficas y metodológicas realizadas por
el gran filósofo francés René Descartes
(1596- 1650), investigaciones que le
proporcionaron los primeros fundamentos
filosóficos y metódicos a dicho proyecto.
Antes de poner en consideración los
cambios, rasgos y cortes que están implícitos
en el proyecto de ciencia galileo-cartesiano,
hallamos muy conveniente poner en una
perspectiva general el problema de su
Galileo Galilei
originalidad.

9
Raúl Gómez Marín

decir que el proyecto de ciencia galileo- un giro radical en la astronomía y en la

cartesiano brotó milagrosamente de la Nada. concepción del mundo de ese entonces,
Bien al contrario, fue preparado durante un giro tan decisivo que posteriormente se
mucho tiempo por un largo esfuerzo del llamó la «revolución copernicana».
pensamiento humano. Varios antecedentes
concurren en ese largo esfuerzo. Por ahora,
nos referiremos sólo a dos antecedentes
insoslayables.
El «sistema heliocéntrico»1, ideado por
el astrónomo polaco Nicolás Copérnico
(1473-1543), a lo largo de su magna
obra titulada De revolutionibus orbium
coelestium (publicada en 1543) 2 es,
sin duda, uno de los antecedente más
importantes del proyecto de ciencia
galileo-cartesiano. El sistema heliocéntrico El modelo geocéntrico fue propuesto
fue muy importante porque contradijo por el astrónomo Tolomeo: este
frontalmente la explicación del mundo modelo fue significativo en su
momento porque corrigió algunos de
dada por el «sistema ptolemaico»3, que los errores de los anteriores modelos
era dominante en la época de Copérnico griegos.
y aún en la de Galileo. Copérnico provocó

1
Se llama «sistema heliocéntrico» al modelo según el cual el Sol (Helios) se halla en el centro del sistema
planetario y la Tierra gira en torno al Sol. Galileo defendió abiertamente el «sistema heliocéntrico»,
hecho que lo puso en grave peligro con la Inquisición.
2
“De revolutionibus” es reconocido como el punto inicial de la astronomía moderna. Sin duda es un
mojón clave en la Revolución científica. Copérnico trabajó cerca de veinticinco años en el desarrollo
de su modelo heliocéntrico. Pero, no lo aceptaron, ya que iba en contra de lo que enseñaba la religión
y la ciencia de su época.
3
El «sistema ptolemaico» ubica en su centro a la Tierra inmóvil o estática alrededor de ella giran el
Sol y los demás planetas.

10
 La Revolución Científica • Cuestiones Epistomológicas

Otro de los antecedentes destacables 1) Se agudizaron y profundizaron

del proyecto de ciencia galileo-cartesiano
fue la enorme polémica filosófica
que se desató en los siglos XVI y XVII
alrededor del sistema heliocéntrico y
de sus consecuencias; en particular, las
polémicas relacionadas con la cuestión
del método, con las cuestiones del
movimiento y la estructura del mundo,
así como la cuestión del papel que
juega el hombre en el mundo y en la
producción del conocimiento. Dichas
polémicas contribuyeron en grado
sumo a que se fueran madurando las
condiciones propicias para que “explotara”
la revolución que generó dicho proyecto
de ciencia.
Con todo, pese a estos y otros
antecedentes, nosotros en este texto
defenderemos la tesis de que fue en el
marco histórico del siglo XVII donde
específicamente ocurrieron los siguientes
fenómenos:
fuertemente las insuficiencias
y las contradicciones que tenían
l a s a n t e r i o re s c o n c e p c i o n e s y
explicaciones del mundo.
2) Se realizaron de modo específico
y efectivo las principales rupturas
epistemológicas 4 que no permiten
hablar propiamente de revolución
científica. Estas rupturas fueron tan
radicales que, como afirma Alexandre
Koyré (1892-1964) 5, en su artículo
Galileo y la revolución científica del
siglo XVII, “Galileo y Descartes, para
empezar, han tenido que reformar
nuestro propio intelecto; darle una
serie de conceptos nuevos; elaborar
una idea nueva de la naturaleza, una
concepción nueva de la ciencia; dicho
de otro modo, una nueva filosofía”
(Koyré, 1990: 182-183).

4
Una ruptura epistemológica en un determinado ámbito del saber consiste en un cambio radical en
el modo como se investigan y conocen los fenómenos de dicho ámbito. Por ejemplo, romper con el
método de investigación allí imperante, cambian radicalmente las hipótesis de partida que se hacen
sobre los fenómenos que se estudian, cambiar de criterios de verdad. En consecuencia, se rompe con el
modo de interpretar, comprender y explicar los fenómenos que son objeto de investigación del ámbito
del saber donde ocurre una determinada ruptura epistemológica.
5
Alexandre Koyré es uno de los grandes historiadores de la ciencia, aunque de origen ruso, se formó
en Francia y Alemania. Sus investigaciones epistemológicas e históricas se centran principalmente en
Galileo y en la cosmología de los siglos XVI y XVII.

11
Raúl Gómez Marín

3) Y juntos, estos dos fenómenos no es que el hombre se libertara de suyo

contribuyeron de modo definitivo en
la formación histórica de una nueva
Época del hombre, hoy llamada la
Época moderna.
1. Prolegómenos
Cada época tiene su propia
representación del mundo. El núcleo de
tal representación lo constituye su esencia.
Martin Heidegger (1889-1976)6, en su
texto La época de la imagen del mundo,
despeja y analiza de un modo muy riguroso
los rasgos que a su juicio caracterizan la
esencia de la Época moderna. Pero aquí
nos limitaremos a resaltar sólo dos de
esos rasgos característicos: La emergencia
del sujeto y el proyecto de ciencia como
investigación.
Respecto del primer rasgo, nos
c o n t e n t a re m o s c o n l a s i g u i e n t e
consideración de Heidegger: “Lo decisivo
de las ataduras anteriores, sino que se
transforma absolutamente la esencia del
hombre, al convertirse éste en sujeto….
Pero cuando el hombre pasa a ser el
sujeto primero y propiamente dicho, eso
significa: El hombre pasa a ser aquel
existente en el cual se funda todo lo
existente a la manera de su ser y de su
verdad” (Heidegger, 1960: 78).
Con respecto al segundo rasgo, que
el proyecto de ciencia es una parte
fundamental de la esencia de la época
moderna (el proyecto galileo-cartesiano),
sí estamos obligados a considerar
ciertos asuntos que a nuestro juicio son
fundamentales.
Como ocurre con cualquiera otra
representación del mundo, en el núcleo
de la esencia de la Época moderna se
inscriben dos asuntos que son sumamente
destacables:

6
El gran filósofo alemán Martin Heidegger (1889-1976) le dedicó una parte de su trabajo filosófico
a reflexionar sobre la condición del hombre en el mundo, así como al papel que juegan la ciencia y
la técnica en la constitución de la época en la que él se forma. Estando ya bastante consolidado el
mencionado proyecto científico, a mediados del siglo XX, escribe ese magnífico texto intitulado: La
época de la imagen del mundo. En este texto Heidegger despeja los rasgos esenciales que, a su juicio,
caracterizan a la Época moderna y, de modo muy incisivo, analiza por qué su ciencia figura entre los
fenómenos más esenciales de la Edad moderna.

12
 La Revolución Científica • Cuestiones Epistomológicas
1) En tal núcleo se alojan ciertas
preconcepciones filosóficas (que aquí
llamaremos ‘postulados metafísicos’)
sobre la estructura del mundo y sobre
el papel del hombre en el mismo.
2) En dicho núcleo se haya preestablecido
qué cosa se debe entender por
Verdad (qué es la verdad) y cómo se
debe proceder para ’descubrir’ el
conocimiento verdadero.
A tales preconcepciones la llamamos
postulados metafísicos por dos razones
básicas: a) porque son precomprensiones
filosóficas sobre la existencia y sobre
el conocimiento que están dadas de
antemano y que, sin más, se le imponen
a la realidad y/o al hombre que intente
conocer y b) porque de por sí, lo que dichos
enunciados aseveran es inverificable
empíricamente. Ambas cosas le otorgan
a dichas preconcepciones el carácter de
postulados.
Así dichas las cosas, en el análisis de la
revolución científica que vamos a realizar
nos dejaremos orientar por los siguientes
interrogantes:
1) ¿Qué postulados metafísicos están
en el núcleo del proyecto de ciencia
galileo-cartesiano?
13
2) ¿Cuáles son los rasgos epistemológicos
más inéditos de la revolución científica?
3) ¿Qué rupturas epistemológicas se
tuvieron que realizar para llegar a
construir el marco epistemológico del
proyecto de ciencia galileo-cartesiano?
2. De los postulados metafísicos
¿Qué postulados metafísicos están
en el núcleo del proyecto de ciencia
galileo-cartesiano? Hablar de postulados
metafísicos en el marco de las ciencias
de la naturaleza puede parecer un poco
extraño. Empero, como intentaremos
mostrar a lo largo del presente texto,
por encima del marco de ese proyecto
hay ciertas preconcepciones (supuestos
fundamentales) sobre la concepción de la
realidad y sobre el conocimiento mismo
que determinaron en gran medida las
hipótesis7, los conceptos y la lógica8 que
están en la «base» sobre la que reposan las
teorías generadas en el marco de dicho
proyecto de ciencia.
A nuestro juicio, desde el núcleo de la
representación del mundo constituida
en la época moderna se le impusieron al
proyecto de ciencia galileo-cartesiano,
entre otros, los siguientes cuatro
postulados metafísicos.
Raúl Gómez Marín

Postulado 1: Todo lo existente se funda Dicho postulado asevera algo

como tal a partir del hombre, y se
funda a la manera de su ser y de su
verdad.
Postulado 2: El Universo existe
objetivamente.
Postulado 3: El universo es comprensible
y, por lo tanto, es cognoscible.
Postulado 4: Los acontecimientos que
ocurren en el mundo son objetivos y
existe en ellos una regularidad necesaria.
El postulado uno: “Todo lo existente se
funda como tal a partir del hombre, y se funda
a la manera de su ser y de su verdad”, es
una de las consecuencias más importantes
de La emergencia histórica del Sujeto, uno de
los rasgos que, como vimos más arriba,
propone Heidegger para caracterizar la
esencia de la época moderna, época en
la que se instituye el proyecto de ciencia
galileo cartesiano.
sumamente decisivo, a saber: el hombre
es el punto de partida y el punto de llegada
de todo conocimiento. El es su hacedor
y su destinatario. El hombre es, pues, el
sujeto y la cosa que conoce. Y por ello,
precisamente por ello, es que “el hombre
pasa a ser aquel existente en el cual se
funda todo lo existente a la manera de
su ser y de su verdad” (Heidegger, 1960:
78). Pero, también hay que aclarar que
ese postulado estipula que el sujeto está
separado9 del objeto de conocimiento.
En la época moderna el hombre se
hace consciente de que él es el creador
del conocimiento; él descubre el enorme
poder de la intuición y el valor que tiene
el método experimental para poner a
prueba sus hipótesis y teorías sobre
la naturaleza; empero, por otro lado,
acepta sin más la concepción de la
verdad que le proporcionó su época,

7
Ninguna teoría parte del vació. Toda teoría parte de ciertas hipótesis que se formulan sobre la sus
objetos de conocimiento, hipótesis que, quiérase o no, se nutren de los postulados metafísicos que están
inscritos en el núcleo de la época en la que ella se formula. Para no ir muy lejos, citemos la hipótesis
galileana que conjetura que el espacio real es el espacio de la geometría euclidiana, o la hipótesis
newtoniana que conjetura que el espacio y el tiempo son absolutos e independiente uno de otro.
8
La lógica le suministra a la teoría los principios y las reglas de razonamiento que le dan fundamento a
la deducción matemática de los enunciados de la teoría. Los principios lógicos dependen de postulados
metafísicos. Por ejemplo, el principio de contradicción excluida se basa en la preconcepción (postulado)
de que la realidad es consistente.
9
En contraposición, hoy se postula que toda captación lleva en sí la impronta de aquel que conoce.

14
 La Revolución Científica • Cuestiones Epistomológicas

a saber: la concepción de la verdad como una totalidad fija de estados de cosas

correspondencia. La concepción de la verdad
como correspondencia es una teoría
según la cual lo verdadero es un reflejo
de lo real; o dicho con otros términos, los
enunciados verdaderos son un «reflejo»
de los hechos, en la medida en que ellos
describen los hechos tal y como ellos son.
Así las cosas, un enunciado verdadero no
es más que una descripción adecuada de un
estado de cosas metafísicamente fijado.
Esta es la concepción de la verdad que
subyace en el proyecto de ciencia de la
época moderna10.
Por su parte, el segundo postulado
le asegura que el Universo11 (la materia
y la energía) existe objetivamente. En
la época moderna se postuló, sin más,
que el universo existe en sí mismo
con total independencia del sujeto de
conocimiento. Incluso este postulado
va más allá: asevera que ahí-afuera hay
un mundo consistente, que consiste en
que existen con total independencia de
nuestra Mente (idea metafísica), mundo
que el sujeto puede describir y explicar
de modo único, completo y verdadero:
tal descripción-explicación nos diría cómo
es ese mundo. En síntesis, con el segundo
postulado se le inyecta al proyecto de
ciencia galileo-cartesiano el acta de
independencia epistemológica de los hechos
con respecto a la teoría.
Nota: El postulado dos, que asegura
la independencia epistemológica de los
hechos con respecto a la teoría, no es muy
aceptado hoy en día, y es el foco de una
de nuestras mayores problemáticas. Por
ejemplo, además de los sorprendentes
y misteriosos conocimientos producidos
por la física cuántica— que ponen incluso
en cuestión la idea misma de realidad­—,
las filosofías más recientes sostienen
la tesis de que no existe ningún objeto
independiente del sujeto, pues alegan que

10
La concepción de la verdad como correspondencia no influye mucho en día a las ciencias naturales
contemporáneas. Como dichas ciencias son esencialmente hipotético-deductivas (de sus hipótesis de
partida se deducen sus enunciados), se avala más la concepción de la verdad como coherencia, según
la cual, un enunciado de una teoría científica es verdadero en la medida en que se pueda demostrar
que dicho enunciado se deduce de las hipótesis de las que parte dicha teoría.
11
Como lo mencionamos más arriba, la noción de Universo surge precisamente en el marco del proyecto
de ciencia galileo-cartesiano.

15
Raúl Gómez Marín
toda captación lleva en sí la impronta de
aquel que conoce.
Ahora, al combinar el postulado uno
con el dos, se puede inferir otro de
los postulados metafísicos que están
implícitos en el proyecto de ciencia
galileo-cartesiano, a saber: el postulado
según el cual existe una realidad directamente
testificada, es decir, se asegura que en
la realidad está inoculada una verdad
manifiesta, que el hombre puede poner
en relación de espejo con lo conocido. En
síntesis, ambos postulados le inyectan al
proyecto de ciencia galileo-cartesiano la
siguiente certeza: la experiencia sensible
es la evidencia última de la validez del
conocimiento12.
El tercer postulado afirma sin más que
el Universo es comprensible y que, por lo
tanto, es cognoscible. O sea, nos asegura
que es posible que podamos llegar a
comprender y a explicar la totalidad
de los fenómenos que han acaecido,
que están acaeciendo y que acaecerán
12
Pero hoy en día la idea de una realidad directamente testificada y de una verdad en ella manifiesta
es objeto de una profunda crítica.
13
La expresión latina ‘a priori’ significa ‘previo a’, o también con total independencia de la experiencia.
Lo a priori tiene el carácter de necesidad, y en ese sentido es incuestionable por la experiencia.
16
en el Universo. Así, El tercer postulado
persuade al hombre de que él pude llegar
a comprender y a explicar en su totalidad
la estructura del universo. Es decir, dicho
postulado asevera a priori13 que es posible
describir y explicar el Universo de un modo
único, completo y verdadero. En síntesis,
le inyecta al proyecto de ciencia galileo-
cartesiano un programa de investigación,
al asegurarle que es posible construir una
teoría única del Universo, o si se quiere la
ciencia verdadera del universo verdadero.
Por último, el cuarto postulado asevera
que los acontecimientos que ocurren en
el mundo son objetivos y que existe en
ellos una regularidad necesaria. Este cuarto
postulado le inyecta al proyecto de ciencia
galileo-cartesiano dos certezas, a saber: 1)
la certeza de que todo acontecimiento que
ocurra en el mundo es objetivo; es decir,
la certeza de que lo dado, lo acontecido,
ocurre en verdad y no reside meramente
en el sujeto y, por lo tanto, en su acontecer,
se da tal como él es y no de otro modo y 2)
 La Revolución Científica • Cuestiones Epistomológicas

le inocula un cierto determinismo universal14, En conclusión, aquellas teorías que

acompañado de la certeza de que en todo
acontecimiento existe una regularidad
necesaria y que, en consecuencia, el
universo debe estar regido por un principio
de causalidad.
Nota: el principio de causalidad asevera
que todo acontecimiento, cualquiera sea,
se puede y se debe explicar causalmente;
es decir, que es posible hallar su causa
y explicarlo a partir de ella. Desde una
perspectiva más contemporánea, explicar
causalmente significa que se puede deducir
a partir de su causa. Empero, hoy en día
este principio también es objeto de fuertes
cuestionamientos.
En resumidas cuentas, el cuarto postulado
le inyecta (a priori) al proyecto de ciencia
galileo-cartesiano tanto el determinismo
universal como la evidencia del principio
de causalidad: aprioridad que no hace más
que reforzar su carácter metafísico.
nacieron siguiendo los lineamientos del
proyecto de ciencia galileo-cartesiano
tienen en su ‘paraguas’ un conjunto de
aserciones metafísicas (postulados). Dicho
conjunto de postulados incidió en las
hipótesis de partida, en los métodos, en
los resultados y, muy particularmente
incidió en las teorías físicas con las que
finalmente se construyó la imagen moderna
del Universo15.
El profesor Rubén Morones16 puede
ayudarnos a comprender un poco más
lo que hemos intentado plantear con los
mencionados postulados:
“La existencia objetiva del universo,
la cognoscibilidad del mismo y las
regularidades en los fenómenos de la
naturaleza, son las concepciones más
básicas de la concepción científica del
mundo. Las hipótesis fundamentales sobre
las que descansa la estructura teórica de la

14
Hipótesis según la cual el conocimiento del estado actual del universo, junto a las leyes físicas, permite
predecir rigurosamente todos sus estados futuros.
15
En esta imagen se representa un universo frío, un mundo ocupado por esferas celestes en movimientos
perpetuos. En dicha imagen el universo está dotado de un orden impecable, determinista y causal; es
un mundo en equilibrio, constituido por sistemas y estados de cosas que son medibles y predictibles,
tanto hacia atrás como hacia adelante (tiempo reversible). Por ejemplo, en el universo de Newton la
«realidad» está constituida por partículas individuales que interaccionan mediante fuerzas instantáneas.
16
Rubén Morones es Doctor en física. Profesor de la Universidad Nacional de Colombia.

17
Raúl Gómez Marín
física son hipótesis filosóficas sobre el papel
del hombre en la comprensión del mundo,
o los conceptos “prefísicos” sobre el
espacio, el tiempo y la materia. Estos son
los pilares fundamentales sobre los que
se levanta todo el edificio de la ciencia”
(Morones, 2004: 56)
3. R a s g o s e p i s t e m o l ó g i c o s d e l a
revolución científica
Pasemos ahora a poner en consideración
la segunda pregunta que planteamos en
los prolegómenos de este texto: ¿Cuáles
son los rasgos epistemológicos más
inéditos de la revolución científica? Tales
rasgos son muchos.
A partir de la revolución científica el
hombre rompe con las representaciones
del mundo antiguo y medieval, produce
las semillas para la gestación de un mundo
nuevo, un mundo con nuevas formaciones
sociales que alojarán a un nuevo tipo de
hombre. Y, por encima de todo, gracias a
la revolución científica, el hombre rompe
con los anteriores criterios y referentes
de la verdad, para erigir en su lugar a
la Razón. A partir de ese momento, la
razón aparece como el único tribunal al
que se debe remitirse el hombre para
sea juzgada la pretensión de validez de
18
sus conocimientos y enunciados. Pero,
sin duda, uno de los de los rasgos más
inéditos y esenciales de la revolución
científica es su proyecto de ciencia: El
proyecto galileo-cartesiano. Como bien lo
afirma Heidegger, “entre los fenómenos
esenciales de la Edad moderna figura su
ciencia” (Heidegger, 1960: 68).
Ciertamente, Galileo Galilei y René
Descartes contribuyen fuertemente en
el proceso de trazado y construcción de
los lineamientos de un nuevo Marco de
producción del conocimiento. Galileo
produce las semillas para el florecimiento
de las nuevas ciencias de la naturaleza.
Descartes, por su parte, produce las
semillas de una nueva filosofía, con la
que, justamente, se inicia la primera
andadura del sujeto por el mundo.
En ese marco, se genera una nueva
técnica y emerge, por primera vez, la
idea de Universo. Y juntas, ciencias de la
naturaleza y técnica producen la primera
imagen17 del Universo.
Con el paso del tiempo el proyecto
de ciencia galileo cartesiano se
fue desarrollando y nacieron nuevas
concepciones científicas y filosóficas
sobre la naturaleza y sobre el hombre.
Se generaron nuevos saberes, nuevas
tecnologías y productos que fueron
 La Revolución Científica • Cuestiones Epistomológicas

incidiendo, palmo a palmo, en todos Pasemos ahora a concretar un poco

los ámbitos de las culturas y sociedades
occidentales. Su ímpetu transformador fue
radical: dicho proyecto proporcionó los
lineamientos para generar otras ciencias
de la naturaleza, las ciencias de la vida y,
por primera vez, las ciencias sociales y
humanas; y, además, algo potencialmente
revolucionario: a partir de todas ellas
surgió una técnica nueva.
Así, juntas, las ciencias y la técnica por
ellas generada cambiaron radicalmente
la estructura del mundo hasta entonces
conocido. De ese modo, la pareja ciencia-
técnica pasó a ser parte fundamental de las
instancias generadoras y reproductoras
de las nuevas formaciones sociales y, por
ende, de la misma época moderna18. En
síntesis, el proyecto de ciencia galileo
cartesiano construyó no sólo otro Marco
para producir el conocimiento, sino
otro Marco para producir las sociedades
humanas: dicho con otras palabras,
generó una nueva episteme19, hoy llamada
la episteme moderna.
más las cosas. L os demás rasgos
epistemológicos del proyecto de ciencia
galileo-cartesiano son muchos. Aquí nos
limitaremos a destacar los siguientes tres:
a) La manera como se pensó la relación
entre teoría y ‘hecho’.
b) La entronización del método científico.
c) La instauración del vínculo entre teoría,
lógica y experimentación: teoría-
lógica-experimentación.
La manera como Galileo pensó la
relación entre teoría y ‘hecho’ constituyó
de por sí un profundo cambio de actitud
frente al conocimiento de la naturaleza.
Como afirma Alistair Crombie (1915-1996),
en su libro Historia de la ciencia: de San
Agustín a Galileo, en ese cambio de actitud
reside el rasgo distintivo del método
científico. Este cambio ilustra por sí mismo
la nueva actitud científica que imperará de
allí en adelante frente al conocimiento, y
por supuesto, dicha actitud introduce una

17
Una imagen científica que es el producto de un diseño matemático de la naturaleza.
18
Y lo es con mayor fuerza en la época actual.
19
Una episteme es el Marco que aloja y define los postulados, ideas,… que hacen posible que surjan
los diversos tipos de saberes y creencias que caracterizan a una época.

19
Raúl Gómez Marín

nueva manera de comportarse frente a la 1) Hacer observaciones controladas

naturaleza20.
La manera como Galileo establece
en su teoría los nexos con las cosas y
la mediación que usa para religar la
teoría con las cosas son verdaderamente
inéditas. Y, ¿cómo lo logra? Mediante
la representación matemática de los
fenómenos, usando como vehículo el
método científico y como hilo de sutura
la experimentación controlada. Orientado
por el postulado de que las teorías
científicas son un reflejo de lo real21.
Así, otro de los rasgos epistemológicos
fundamentales del proyecto de ciencia
galileo-cartesiano es la entronización del
método científico. Al evolucionar en ese
marco, el método científico se convierte
en el programa que indica y prescribe el
camino que debe ir trazando el espíritu
científico para articular la teoría con los
fenómenos o con los «hechos observados».
Señalemos algunas de las partes del
programa:
y mediciones sistemáticas, repetir
significativamente esas observaciones
(en las mismas condiciones), formular
hipótesis generales, o sea, aplicar el
método inductivo: de ese modo, los
hechos o fenómenos estudiados se
objetivan en una teoría.
2) Posteriormente, intenta verificar
experimentalmente las hipótesis
generales.
3) Luego, a partir de las hipótesis
generales se deducen otras hipótesis
también generales (mediante la
deducción lógico-matemática).
4) De nuevo, se intenta verificar
experimentalmente las hipótesis
derivadas y se predicen algunos
resultados.
El proyecto galileo-cartesiano inauguró
el camino o método desde ese momento
habría de seguir el espíritu científico para
intentar describir, interpretar, explicar y
predecir los fenómenos naturales. De allí

20
La nueva manera de comportarse se traduce en otorgarle a los fenómenos otro estatuto, indagar
mediante otro método y, en consecuencia formular las preguntas de investigación de otra manera.
Puede, entonces, comprenderse por qué durante los periodos críticos de la ciencia casi siempre hay
un cambio en la manera como se concibe la relación entre la teoría y los hechos.
21
Hoy en día se sospecha de tanta belleza. En el estado actual de cosas del conocimiento hay muchos
señuelos que parecen advertir que no es posible construir una teoría que sea un reflejo de la realidad
estudiada y que, por lo tanto, sea única y definitiva.

20
 La Revolución Científica • Cuestiones Epistomológicas
emergen los siguientes mojones del método
científico: «observación sistemática»,
«control experimental», «inducción»,
«deducción », «experimentación » y
«predicción».
Otro de los rasgos epistemológicos
inéditos del proyecto de ciencia galileo-
cartesiano reside en la instauración de
un vínculo solidario entre teoría, lógica
y experimentación. Aunque en la época
de Galileo y Descartes ya se sabía que el
razonamiento se fundamenta en la lógica,
no obstante, la representación matemática
de los fenómenos naturales hizo que la
lógica se perfilará como un instrumento de
la ciencia, pues la lógica es la proporciona
las reglas y los principios de razonamiento
que fundamentan la deducción matemática
en el seno de las teorías.
Por otro lado, también hay una
lógica inscrita en el método científico:
los principios lógicos y la idea de la
verdad están implícitos en los procesos
de verificación empírica y en la
experimentación controlada. Así, el
vínculo teoría-lógica-experimentación es
otro de los rasgos epistemológicos del
mencionado proyecto de ciencia.
Por último, señalemos que los rasgos
que acabamos de considerar figuran
aún hoy en día en la lista de los criterios
21
epistemológicos con los que se evalúan
las teorías que tengan la pretensión de ser
científicas. Así, aun hoy son decisivos los
siguientes criterios:
1. La relación que se establece entre
teoría y hechos.
2. La utilización del método científico o
que sea reconocido como tal.
3. El poder deductivo de la teoría.
4. El método que se usa para verificar o
refutar los enunciados de la teoría—o
también, ¿en qué se diferencia su
método de la simple observación
que, como se sabe, es la base de la
inducción aristotélica? —.
4. Rupturas epistemológicas
Pasemos ahora a considerar
la tercera pregunta que planteamos
en los prolegómenos: ¿Qué rupturas
e p i s t e mo l ó g i c a s s e t u v i e ro n q u e
realizar para llegar a construir el marco
epistemológico del proyecto de ciencia
galileo-cartesiano?
Nota: como lo mencionamos más
arriba (pie de página 4.), una ruptura
epistemológica consiste en un cambio
radical de postulados, hipótesis, métodos,
criterios para verificar las consecuencias
Raúl Gómez Marín

de las teorías, criterios para establecer que originaron propiamente la ciencia

la verdad, etc. En consecuencia, una
ruptura epistemológica trae consigo un
cambio radical en el modo de comprender,
interpretar y explicar los fenómenos.
Pero, ¿es legítimo hablar de rupturas
epistemológicas en el marco de la
revolución científica? Así lo pensamos
nosotros. Como intentaremos sostener
a continuación, al construir el marco
epistemológico del proyecto de ciencia
galileo-cartesiano se realizaron diversas
rupturas epistemológicas que fueron
fundamentales para la constitución y
posterior desarrollo de las ciencias de la
naturaleza, las cuales incidieron de modo
radical en el devenir histórico, social,
político y cultural de la humanidad.
Como lo hemos dejado entrever en
este texto, se ha discutido mucho sobre
la originalidad de la revolución científica
y no ha sido posible llegar a un acuerdo
general. Algunos filósofos e historiadores
de la ciencia consideran que fue en el
marco histórico del siglo XVII donde
ocurrieron las rupturas epistemológicas
tal y como la entendemos hoy22. Otros
filósofos e historiadores, por el contrario,
consideran que la ciencia surgió a partir
de un largo y continuo proceso de
transformación del modo de conocer
que comenzó en el siglo XVI con la
publicación de De revolutionibus, la gran
obra de Copérnico; continuó luego con
las investigaciones de Galileo, Descartes
y Johannes Kepler (1571-1630) y culminó
con los Principia 23, la magna obra de
Newton (1643- 1727), obra donde él
desarrolló a fondo la física moderna y la
llevó casi hasta sus últimas consecuencias.
Y otros, aun más radicales, consideran
que las transformaciones científicas
acaecidas en el marco del proyecto de
ciencia de la época moderna son producto
del esfuerzo de pensamiento que se
inició con el modo particular y original
de preguntar de los filósofos en la Grecia
antigua: el modo como preguntaron por
el ser del ente24.
Una cosa sí es clara: el proyecto de
ciencia galileo-cartesiano no emerge de

22
Aunque hay que aclarar que desde ese entonces las ciencias de la naturaleza han tenido revolucionarias
transformaciones. A partir de la mitad del siglo XIX, se introdujeron en las matemáticas y en las
ciencias de la naturaleza ideas nuevas y revolucionarias que le abrieron el camino a un nuevo punto
de vista filosófico, distinto al anterior mecanicista. Las ciencias contemporáneas han creado novedosos
conceptos y teorías del universo que constituyeron una nueva imagen de la realidad.

22
 La Revolución Científica • Cuestiones Epistomológicas

la nada. Dicho proyecto es un auténtico desarrollado, completado y llevado hasta

Carrefour de entradas y salidas de diversas
concepciones. Por una parte, entran los
postulados metafísicos que consideramos
más arriba; entra el método científico;
entran nuevos principios físicos como
el principio de inercia (que fue usado
implícitamente por Galileo y formulado
por Descartes) y, en general, entran
las nuevas concepciones físicas sobre
el movimiento, el tiempo y el espacio,
etc. (que justamente le proporcionan el
sócalo a la nueva física). Por otra parte,
como lo veremos a continuación, salen
la concepción de Cosmos y con ella las
concepciones aristotélicas sobre el espacio
y el movimiento; también salen, aunque
no todos, algunos de los postulados y
de las concepciones filosóficas en que se
fundamentaba la representación el mundo
medieval.
Por otra parte, también es cierto que el
proyecto de ciencia galileo-cartesiano no
surgió completo, acabado y sin problemas.
Nadie discute que dicho proyecto fue
sus últimas consecuencias tanto por las
investigaciones científicas de Kepler25,
Newton y Albert Einstein (1879-1955)26,
entre otros, como por las investigaciones
filosóficas de Immanuel (1724-1804)
Kant27.
Dejemos de lado por ahora esta disputa,
y empeñamos más bien en avanzar en
la defensa de nuestra tesis que afirma
lo siguiente: aunque es cierto que el
proyecto de ciencia galileo-cartesiano tuvo
antecedentes y consecuentes sumamente
importantes, fue en el marco de ese
proyecto de ciencia que se realizaron de
manera efectiva las principales rupturas
epistemológicas que hicieron posible
tanto la constitución de la ciencia moderna
como sus posteriores extensiones y
desarrollos.
Empecemos por decir algo de corte
general. Como ya lo habíamos planteado
en la introducción, estas rupturas
epistemológicas fueron tan inéditas y
radicales que Galileo y Descartes, para

23
Sir Isaac Newton es uno de los grandes físicos y matemáticos ingleses. En su gran obra intitulada
Philosophiae naturalis principia mathematica (que usualmente se nombra como los Principia) descubrió
y formuló explícitamente, entre otras cosas: la ley de gravitación universal, el principio de inercia y las
leyes de la física que llevan su nombre.
24
Ente es todo aquello que mentamos, aquello de lo que hablamos, incluido el hombre. Ente se dice
de aquello que es, asevera Heidegger.

23
Raúl Gómez Marín

empezar, tuvieron que reformar nuestro 2) La geometrización del espacio: cambio

propio intelecto [el de ese entonces];
darle una serie de conceptos nuevos;
elaborar una idea nueva de la naturaleza,
una concepción nueva de la ciencia; dicho
de otro modo, una nueva filosofía (Koyré,
1990: 182-183). Pasemos ahora a precisar
con un poco más de detalle algunas de
tales rupturas.
El historiador de la ciencia Alexandre
Koyré, en su texto Galileo y la revolución
científica del siglo XVII, caracteriza el
cambio intelectual acontecido en el marco
de la revolución científica mediante dos
rasgos, a saber:
1) La destrucción de la idea de Cosmos: En
consecuencia, la desaparición en la
ciencia de toda consideración que se
funde sobre la noción de Cosmos.
que trae consigo la matematización
de la naturaleza y, por consiguiente,
la matematización de la ciencia.
La idea griega y medieval del Cosmos28
remite a la concepción aristotélica de
un espacio cósmico, que es una entidad
cualitativamente diferenciada y concreta.
Por lo tanto, para explicarlo en la época de
Galileo se requería de dos tipos de físicas
diferentes: una Física para los fenómenos
celestes y otra para los fenómenos
terrestres.
El corte epistemológico que realizó
Galileo radicó en substituir la noción de
Cosmos por la noción de Universo, entidad
espacio-temporal donde acontecen todos
los fenómenos, y para definir el Espacio se
valió del espacio homogéneo y abstracto

25
Kepler realizó varios aportes científicos. Entre los principales cabe destacar las tres leyes planetarias
conocidas como leyes de Kepler. Estas leyes son las que describen los movimientos que realizan los
planetas alrededor del Sol.
26
La física moderna comienza con Galileo y termina con Einstein, particularmente con su tan nombrada
teoría de la relatividad especial.
27
Kant es uno de los grandes filósofos alemanes. Muchos historiadores de la filosofía lo consideran como
el fundador de la Epistemología. Kant es, sin duda, con Descartes, uno de los principales exponentes
de la filosofía de la época moderna. En la Crítica de la razón pura, una de sus principales obras, Kant
intento, entre otras cosas, fundamentar filosóficamente las ciencias naturales, muy especialmente la
física de Newton.
28
El cosmos es pensado como una la unidad cerrada de una totalidad, un “todo cualitativamente
determinado y jerárquicamente ordenado, en el que las partes diferentes que lo componen, a saber, el
Cielo y la Tierra, están sujetas a leyes diferentes” (Koyré, 1990: 181)

24
 La Revolución Científica • Cuestiones Epistomológicas

de la geometría euclidiana. Así, en el de J.C.) fueron los primeros que tuvieron

marco de ese proyecto de ciencia sale la
noción de Cosmos y entra la mencionada
de Universo.
Así, al romper con la concepción de
Cosmos, Galileo produce una ruptura
radical en la concepción anterior del
mundo: pasa del mundo cerrado de la
cosmología aristotélica a la concepción de
un Universo infinito, lo cual, entre otras,
supuso una transformación radical de las
bases metafísicas sobre las que descansaba
la física de ese entonces.
La matematización de la naturaleza
es de por sí una ruptura epistemológica
t r a s c e n d en t a l . L a re p re s e n t a c i ó n
matemática de los fenómenos es el modo
como Galileo establece los nexos con
las cosas; mediante la matematización
de la naturaleza se liga la teoría con las
cosas para buscar así tras la diversidad
de los fenómenos las leyes constantes
que rigen su comportamiento, y ello es
verdaderamente inédito.
Ahora, alguien puede alegar que los
pitagóricos y Platón (428/427-347 antes
la idea de incorporar las matemáticas
en la explicación de la naturaleza y en
postular que la ciencia debe buscar detrás
del caos aparente de los fenómenos el
«orden» constituido por leyes constantes.
Hasta cierto punto, sólo hasta cierto
punto, esa objeción es válida. Se nos ha
dicho que Pitágoras29 y sus seguidores
enseñaron que el Cosmos es la realización
de proporciones armónicas cuya forma
y medida es el número: concepción que,
ciertamente, presupone la idea de la
existencia de una correspondencia entre
las matemáticas y los mecanismos de la
naturaleza. Pero, hay que subrayar que,
por un lado, los pitagóricos, a diferencia de
Galileo, incorporaron las matemáticas en
la religión y tenían otra cosa en la mente;
y, por otro lado, en ellos la idea de Cosmos
era dominante.
En síntesis, si bien es cierto que a su
modo los pitagóricos ya tenían una cierta
sospecha de que las fórmulas matemáticas
tienen fuerza creadora, esta idea se queda
en el mero ámbito especulativo y se

Pitágoras, a quien se le atribuyen la invención de muchos conocimientos matemáticos, así como la

29

observación de ciertas relaciones entre las matemáticas y la naturaleza, vivió presumiblemente en los
entornos del año 532 antes de J.C. Pero, tanto su vida como las doctrinas pitagóricas de sus seguidores
están revestidas de un halo de misterio y leyenda.

25
Raúl Gómez Marín
pone más al servicio de la religión que al
servicio de la indagación de las leyes de la
naturaleza. En consecuencia no hayamos
en ello una razón suficiente para hablar de
continuidad en el conocimiento científico
y menos aún para sustraerle la originalidad
a la concepción galileana del Universo y
en particular a su concepción del espacio.
Por otra parte, tampoco hay duda
de que el gran filósofo griego Platón
conoció las arriba mencionadas tesis
pitagóricas y que, de su cuño, formuló en
diversas ocasiones la siguiente tesis: Las
entidades fundamentales de la materia son
las formas; y cualquiera sea la forma, ella es
más importante que la sustancia que la
compone.
En términos actuales podríamos
reinterpretar esta tesis de Platón del
siguiente modo: las entidades fundamentales
de la naturaleza son las fórmulas. Es muy
posible que Galileo haya conocido y
reinterpretado así esta tesis, o que al
menos se haya inspirado en ella para
otorgarle a su proyecto de ciencia el norte,
o ideal científico, de la matematización
de la naturaleza. De todas formas, la
ruptura epistemológica se dio porque
él sacó la anterior tesis de Platón del
ámbito puramente especulativo, la
reinterpretó filosóficamente y la condujo
26
a un campo científico: la teorizo, la
instrumentalizó, la experimentó, midió y
la aplicó a la naturaleza de modo mecánico
y acertadamente efectivo.
En síntesis, originalidad de la ruptura
epistemológica realizada por Galileo
Galilei consistió en que él fue el primero
que estableció un vínculo real, efectivo
y comprobable entre la naturaleza y la
esencia de lo matemático. De ese modo
rompió con todas las explicaciones de
la naturaleza que se habían dado hasta
entonces y produjo una auténtica ruptura
epistemológica en la sabana de la episteme
de su tiempo.
Galileo realizó una ruptura radical en la
episteme de su tiempo al considerar que
no tenía sentido hablar de estado natural
de las cosas, y que en caso de hacerlo, se
tendría que asumir al movimiento como
el estado natural. A partir de este cambio
de perspectiva, Galileo se contrapone
al hasta entonces invencible Aristóteles
(384-322 antes de J.C.), cuya explicación
del movimiento era aun dominante
en su época. Aristóteles enseñó que
el estado natural de las cosas era el
Reposo. ¿Por qué? Porque en la teoría
física de Aristóteles prima la idea de
Cosmos, y como el cosmos es una entidad
heterogénea, él se vio obligado a distinguir
 La Revolución Científica • Cuestiones Epistomológicas

la física del estado de reposo de la física

del estado de movimiento uniforme, es
decir, distinguió dos físicas distintas. La
perspectiva de Galileo, en cambio, lo lleva
a construir, de pies a cabeza, una y sólo
una Física con la que une el Cielo con la
Tierra.
Así, Galileo al realizar dicha ruptura
epistemológica, invalida las siguientes
concepciones aristotélicas sobre el
movimiento:

1) Hay dos clases distintas de movimiento:

el movimiento natural y el movimiento
violento.
2) En los cuerpos hay diversos grados
de perfección, razón por la cual el
movimiento natural es diferente en los
cuerpos de diferente perfección.
3) Las cosas corrientes están compuestas
por combinaciones en diversas
proporciones de los cuatro elementos
fundamentales: Aire, Fuego, Agua y
Tierra. Por esta razón, en la época
de Galileo se consideraba que el
movimiento de un cuerpo se da en una
dirección que está determinada por
el elemento que es dominante en su
composición.

27
Raúl Gómez Marín
4) Todo cuerpo se mueve según su
naturaleza. El principio físico general
afirmaba lo siguiente: el movimiento es
mutación de algo hacia algo.
Por otra parte, en la física de Aristóteles
también prima la noción de Cosmos.
¿Por qué? porque él considera que hay
un espacio de fondo que permanece fijo
mientras el tiempo pasa: es decir, como
lo aclara Roger Penrose30, en su libro El
camino a la realidad, allí un punto ‘p’
en el espacio es el mismo que hace un
minuto. En cambio, en la física de Galileo
no podemos decir significativamente
tal cosa. En la física de Galileo “no hay
nada que distinga el estado de reposo
del estado de movimiento uniforme,… lo
que esto nos dice es que no tiene sentido
dinámico decir que un punto particular
en el espacio es o no es el mismo en un
instante posterior….No hay un espacio de
fondo— una pantalla— que permanece
fijo mientras el tiempo pasa. No se puede
atribuir ningún sentido dinámico a la idea
de que un punto particular en el espacio
debe considerarse el mismo en un instante
posterior” (Penrose, 2007: 529).
30
Roger Penrose es uno de los matemáticos y físicos más prestigiosos del mundo contemporáneo
28
Galileo piensa la naturaleza de modo
muy diferente. Repudia la idea de lugar
natural y habla de cuerpos abandonados
a sí mismos. Lo sorprendente es que
tales cuerpos no existen en ninguna
parte, extraño, no. Pero, lo que hay que
entender es que esa es la pretensión
de abstracción a la que, justamente,
responde lo matemático: las fórmulas
matemáticas, lo matemático, aspira a la
determinación de la esencia de las cosas
que se sustraen a la experiencia directa y
que sin embargo, como afirma Heidegger
en su libro La época de la imagen del mundo,
dicha representación fundamenta todas las
cosas, las posibilita y les abre el camino.
Por tal razón no dudamos en afirmar
que Galileo fue quien por primera vez
estableció un vínculo íntimo entre el universo
y la esencia de lo matemático, y así generó
la ruptura epistemológica que fue decisiva
tanto para la constitución y desarrollo de la
ciencia moderna, como para la formación
de las actuales ciencias de la naturaleza.
Otra de las rupturas epistemológicas que
hicieron posible la construcción del marco
del proyecto de ciencia galileo-cartesiano
tiene que ver con el asunto del método. En
 La Revolución Científica • Cuestiones Epistomológicas
el marco del proyecto de ciencia galileo-
cartesiano no sólo se acaba de desarrollar
y perfilar el método científico, sino que se
introduce el asunto del método en general.
Descartes no sólo analizó lo que había de
infundado en el modo de proceder para
conocer que dominaba en su tiempo, sino
que propuso de pies a cabeza el método
que, a su juicio, debía dirigir a la razón en
29
la búsqueda de la verdad en las ciencias: el
método cartesiano tiene su fundamento en
la duda metódica y estipula cuáles deben ser
las reglas metodológicas para la dirección
del espíritu en la invención y cuáles deben
ser los principios generales que deben
regir a la razón en la búsqueda de la verdad
en las ciencias.
Raúl Gómez Marín

30
 La Revolución Científica • Cuestiones Epistomológicas
Conclusiones
Por último, cerremos el presente texto
con las siguientes conclusiones:
• Si bien es cierto que el proyecto de
ciencia galileo-cartesiano no nació
milagrosamente de las cabezas de
Galileo y Descartes, al modo como
Atenea emerge de la Cabeza de Zeus,
también es cierto que dicho proyecto
no hubiese sido posible sin al menos
los cambios y rupturas epistemológicas
que hemos considerado en este texto.
• A partir de los desarrollos que
posibilitó el proyecto de ciencia
galileo-cartesiana se logró construir
una imagen científica del Universo,
cuya clave es su estructura espacio-
temporal: dicha imagen científica es
el producto de un diseño matemático
de la naturaleza. Tal diseño fue posible
porque en ese proyecto de ciencia el
espacio se postuló como una realidad que
es lógica y ontológicamente anterior al
mundo material.
• Es de amplio reconocimiento que el
proyecto de ciencia galileo-cartesiano
le proporcionó al positivismo sus ideas
y concepciones más fundamentales.
31
Nota: el término ‘positivismo’, acuñado
en el siglo XVIII por Augusto Comte
(1798-1857), nombra un concepto muy
escurridizo y difícil de ubicar con precisión.
Contentémonos con lo siguiente: Positivo es
aquello que nos es dado a la experiencia,
aquello que constituye un hecho. Se
llama positivista a toda teoría que destaca
por encima de todo la importancia de
los hechos, de la experiencia. En fin, el
positivismo es el movimiento filosófico y
metodológico que defiende la idea de que
lo cierto, efectivo y verdadero es lo positivo:
en consecuencia, es a ello a lo que debe
sujetarse el conocimiento verdadero.
Las raíces del positivismo son muy
profundas y se esparcieron casi por todos
los ámbitos del saber. Parten del proyecto
de ciencia galileo-cartesiano, se prolongan
y fortalecen considerablemente con las
investigaciones físicas de Isaac Newton
(1643-1727), pasan por la filosofía de
David Hume (1711- 1776), se anidan en
la sociología y en la filosofía de Comte
(1798-1857) y llegan incluso hasta hoy:
aún ciertos sectores de las ciencias y de la
filosofía de la ciencia de hoy siguen todavía
los lineamientos del positivismo.
Raúl Gómez Marín

• Hasta bien entrado el siglo XX, el • En fin, la esencia del proyecto de

proyecto de ciencia galileo-cartesiano
ejerció una profunda influencia en casi
todos los ámbitos de lo humano. Más
allá de las divergencias existentes, es
indiscutible que la revolución científica
tuvo un vasto alcance y un enorme
impacto sobre el devenir humano.
ciencia galileo-cartesiano se prolongó
mediante la tradición positivista31, la cual
buscó y aun sigue buscando extender
su ideal de ciencia, no sólo a las ciencias
de la naturaleza, sino también a las
ciencias humanas y sociales y, en
consecuencia, a todas las sociedades
y organizaciones humanas.

31
A mediados del siglo XIX, a partir de los trabajos de Galileo, Descartes, Augusto Comte y Stewart
Mill, la concepción positivista (tradición) se extendió de forma muy variada en casi todos los países
del mundo occidental.

32
 La Revolución Científica • Cuestiones Epistomológicas

Referencias bibliográficas

• Foucault, Michel (1985). Las palabras y las cosas. Barcelona, Paidós.

• Heidegger, Martin (1960). La época de la imagen del mundo. En:

Heidegger, Martin. Sendas perdidas. Buenos Aires, Losada.

• Jammer, Max (1970). Conceptos de espacio. México, Dina.

• Habermas, Jünger (1996). La lógica de las ciencias sociales. Madrid.

Tecnos.

• Koyré, Alexandre (1990). Galileo y la revolución científica del siglo

XVII. En: Historia del pensamiento científico. Madrid, Siglo XXI

• Morones, Rubén (2004). “La evolución de las conceptos de espacio

y tiempo”. En: Revista de ingenierías. Vol. VII, No. 22. Bogotá.
Universidad Nacional, Enero- Marzo de 2004.

• Penrose, Roger (2007). El camino a la realidad. México, Debate.

33
Raúl Gómez Marín

34
 La Revolución Científica • Cuestiones Epistomológicas
Glosario de términos
Carrefour: Lugar donde se cruzan varias
vías.
Determinismo: en el sentido en que
se usa en este texto, determinismo
universal es la hipótesis según la cual
el conocimiento del estado actual del
universo, junto a las leyes físicas, permite
predecir rigurosamente todos sus estados
futuros.
Episteme: los filósofos griegos usaron
el término ‘episteme’ bien sea para
referirse al conocimiento, o bien sea
para nombrar lo que ellos entendían por
ciencia. La introducción en el vocabulario
filosófico contemporáneo de la noción
de episteme se le debe al filósofo francés
Michel Foucault. Foucault afirma que “en
una cultura y en un momento dado nunca
habrá más que una sola episteme, que
define las condiciones de posibilidad de
todo saber” (Foucault, 1966 p. 179).
Hipótesis: en el sentido en que se usa en
este texto, una hipótesis es un supuesto
o una conjetura fundamental que hace un
investigador acerca de un determinado
35
conjunto de fenómenos, con el propósito
de deducir ciertas conclusiones acerca de
dichos fenómenos.
Objetivo –Subjetivo: desde la época
de Kant, el término ‘Objetivo’ se usa
para designar aquello que no reside
meramente en el sujeto. El sentido
del término ‘Objetivo’ se opone al del
término ‘Subjetivo’, que designa lo que
propiamente está en el sujeto.
Ontología-Ontológicamente: relativo a
la existencia de las cosas y al modo de
existencia de las cosas.
Postulado metafísico: en el sentido en
que se usa en este texto, un postulado
metafísico es una preconcepción que de por sí
es inverificable acerca de la estructura real
del mundo. Tales preconcepciones, nacen
unas con la época que ellas contribuyen
a generar, y otras son heredadas.
Principio: hay dos posibles
interpretaciones del término «principio».
Según una de ellas Principio es aquello
de lo cual derivan todas las cosas: algo
Raúl Gómez Marín
que es causa de toda cosa. En la otra
interpretación, Principio es la razón por la
cual se dice de una cosa que es lo que es:
o sea, nombra el fundamento racional de
un determinado conocimiento.
Ruptura epistemológica: una ruptura
epistemológica en una episteme o en
un determinado ámbito del saber es un
cambio radical en el modo como allí se
36
investigan y conocen los fenómenos.
Por ejemplo, se rompe con el método de
investigación allí imperante, se cambian
radicalmente los postulados y los
principios de conocimiento, se cambian
los criterios de verdad; en consecuencia,
se rompe con el modo de interpretar y de
explicar los fenómenos que son objeto de
investigación en el ámbito del saber donde
ocurre una ruptura epistemológica.
 Raúl Antonio Gómez Marín

Magíster en filosofía de la ciencia de la Universidad

de La Sorbona en París. Magíster en matemáticas puras
de la Universidad de París VI, en Francia. Se graduó
de ingeniero industrial en la universidad Autónoma de
Medellín. Actualmente es profesor titular de la escuela de
ciencia y humanidades de la Universidad EAFIT. Entre
las áreas de investigación en las que trabaja actualmente
se encuentran: la lógica, la lógica y argumentación,
la epistemología y complejidad y las metodologías de
investigación en ciencias humanas y sociales. Ha escrito
diversos libros y artículos en estas áreas de conocimiento.
 SERIE ALEJANDRÍA ISSN 2145-4612

Número cero, El Gato De Schrödinger y el Problema de Medición en

Física Cuántica, Román Castañeda Sepúlveda, Agosto de 2009

Número uno, La Biblioteca de Alejandría: Modelo Para Armar, Raúl

Domínguez Rendón, Diciembre de 2009

Número dos, La Revolución Científica: Cuestiones Epistemológicas,

Raúl Antonio Gómez Marín, Julio de 2010
 Alejandría
se terminó de imprimir
en Artes Gráficas y Publicaciones ITM,
en el mes de septiembre de 2010.