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GENERAL
BIOLOGÍA CELULAR Y
MOLECULAR DEL CENTROSOMA
Nº exp.
- Carreres Ortega, Ainoa 1523
1.- INTRODUCCIÓN
2.- DESARROLLO
2.2.1.- EL CENTROSOMA
2.2.3.- FUNCIONES
2.2.5.- ANORMALIDADES
3.- BIBLIOGRAFÍA
1.- INTRODUCCIÓN
Todas las células tienen una polaridad. Esto es particularmente evidente en las
células eucariotas, donde un citoesqueleto organizado diferencia las partes de la célula.
Por ejemplo las células epiteliales la posición del centrosoma en relación con el núcleo
define un eje estructural que indica la polaridad funcional de la célula. Los microtúbulos
(MTs), a causa de su polaridad intrínseca, están bien cualificados para tomar parte en la
polaridad celular. Y el centrosoma, la organela que organiza los MTs en haces útiles, es
por lo tanto fundamental para el establecimiento de la polaridad en la célula. En efecto,
esta polaridad funcional es mantenida en parte por la organización de los MTs que se
originan en los centrosomas y por tráfico de vesículas que ocurre a lo largo de estos
microtúbulos.
El término de centrosoma data del siglo XIX, cuando los biólogos celulares
Boveri y van Beneden descubrieron que las células que estudiaban tenían una estructura
en el centro de la que emanaban fibras. No estaba presente en las angiospermas. Esta
estructura se duplicaba antes de la mitosis y formaba los polos del huso mitótico. Como
el centrosoma fue definido por primera vez por su morfología más que por su función,
las organelas que cumplen la misma función en otros organismos, pero que tienen un
aspecto diferente, reciben nombres distintos (en la levadura se habla de corpúsculo polar
del huso). El término centro organizador de microtúbulos se emplea para referirse a
estas organelas.
2.- DESARROLLO
2.1.1.1.- Microtúbulos:
El cambio a una rotura rápida se llama catástrofe, mientras que el cambio hacia
el crecimiento se llama rescate. Para los microtúbulos, la diferencia estructural entre el
extremo con forma T y el extremo en forma D es dramática. Las subunidades con GTP
unidas al monómero β producen protofilamentos derechos que fortalecen los contactos
laterales. Pero la hidrólisis de GTP a GDP se asocia con un cambio conformacional
sutil en la proteína, que curva a los filamentos. En un rápido crecimiento del MT, el
casquete de GTP fuerza la curvatura de los protofilamentos, y los extremos se muestran
derechos. Pero cuando las subunidades terminales hidrolizan sus nucleótidos, esta
constricción desaparece y los protofilamentos se curvan.
- La inestabilidad dinámica requiere energía pero es útil:
2.1.1.2.- Tripletes
Para separar un MT, han de romperse 13 uniones longitudinales, una por cada
protofilamento. La proteína katanina cumple esta función. La katanina se localiza en la
región que rodea la zona que contiene la γ-tubulina pericentriolar. Está formada por
dos subunidades, es un heterodímero compuesto por una subunidad de 60 KDa y otra
subunidad de 80 KD, La subunidad de 60 kDa pertenece a la familia AAA de ATPasas.
Además está subunidad contiene la actividad de desensamblaje de MT dependiente de
ATP y la actividad ATPasa estimulada por MTs a en ausencia de la subunidad de 80
kDa y lleva a cabo la rotura general. La otra más grande, de 80kDa dirige la katanina al
centrosoma. La katanina libera MTs de su adhesión al centrosoma, y tiene un papel
crucial en la rápida despolarización observada en los polos del huso mitótico durante la
mitosis. También se encuentra en células en interfase y postmitóticas, como las
neuronas.
Modelo que muestra cómo puede actuar la katanina durante el flujo de tubulina
hacia el polo en el huso mitótico. La katanina y una proteína similar a una kinesina se
muestran en relación con una hipotética matriz dentro del centrosoma. El
desensamblaje del microtúbulo en el cinetocoro libera un pequeño fragmento de MT y
permite a la kinesina arrastrar el MT hacia la matriz centrosomal. La polimerización
simultánea de tubulina en el extremo del MT en relación con el cinetocoro tiene como
resultado el movimiento de las subunidades marcadas de tubulina hacia el centrosoma.
El MT generado de este modo puede ser desensamblado a dímeros de tubulina por la
acción de la katanina o puede nuclear el crecimiento de un nuevo MT.
Se han aislado otras dos proteínas que también desensamblan microtúbulos, la EF1 alfa
y la p56; pero a diferencia de la katanina no dependen de ATP. Sin embargo como todas
las actividades de desensamblaje de los MT ocurren en presencia de ATP, se cree que la
katanina es de estas tres la proteína predominante. Por otra parte es la única proteína que
se sabe que desensambla los MT estables en subunidades de tubulina que conservan la
capacidad de polimerizarse más tarde.
Un estudio de GONCZY:
“Un estudio reciente ha mostrado que la proteína de enganche ZYG-12 de
"Caenorhabiditis elegans" es esencial para la fijación del centrosoma al núcleo. Los
resultados sugieren un nuevo mecanismo para la estrecha conexión entre estas dos
organelas, y arroja luz nueva a su significación biológica.”
El centrosoma es una organela compleja que contiene alrededor de unas cien proteínas
además del complejo γ-tubulina. Generalmente las proteínas se definen como
centrosomales sobre la base de su localización gracias a técnicas de
inmunofluorescencia. La resolución de estos experimentos es sólo suficiente para
revelar que una proteína está en la región general del centrosoma. Algunas proteínas se
localizan en el centrosoma independientemente de los microtúbulos mientras que otras
requieren MTs. Se considera que sólo las que su localización es microtúbulo
dependiente son verdaderamente componentes del centrosoma. Algunas proteínas están
presentes durante todo el ciclo celular, mientras que otras sólo aparecen en un
determinado momento y luego abandonan el centrosoma o son degradadas. Por otra
parte hay evidencias crecientes de que el centrosoma contiene proteínas que no tienen
nada que ver con la función centrosomal y puede que usen la asociación con el
centrosoma como medio para asegurar la segregación durante la mitosis o como un
medio para incrementar la concentración local de proteína. Además la función e
interacciones de muchas de las proteínas identificadas no se conocen.
El material pericentriolar permanece pues en gran parte todavía desconocido.
El problema a la hora de identificar proteínas centrosomales es que esta pequeña
organela es difícil de purificar y sólo comprende una pequeña fracción del total de
proteínas celulares. La espectrometría por masa tiene la sensibilidad suficiente para
superar este problema, pero todavía queda el problema de la pureza. Los métodos de
análisis han permitido establecer que muchas proteínas tienen una estructura coil-coiled.
Algunas de las proteínas del material pericentriolar son:
Pericentrina:
Esta proteína de 220 kDa fue identificada en 1983 por técnicas de inmunofluorescencia
que la localizaron en el centrosoma. Más tarde también se encontró en centros
organizadores de microtúbulos no centriolares. A partir de la secuencia de aminoácidos
se predice la estructura tripartita de la pericentrina: un dominio central alfa helicoidal,
flanqueado por un dominio C-terminal y un dominio N- terminal no helicoidales. Esta
estructura es similar a la de los filamentos intermedios, lo que sugiere que la proteína
adopta una estructura coiled-coil que deja los extremos C y N- terminales
interaccionando con proteínas asociadas. Estos dominios contienen secuencias de
reconocimiento de proteínas quinasas. Utilizando diferentes modelos se puede prever
que la proteína se envuelve varias veces alrededor de los centriolos. Una estructura
como esta permite el acoplamiento al centrosoma de múltiples proteínas. La estructura
tridimensional de la pericentrina aparece como un entramado reticular cuya complejidad
y tamaño aumentan a medida que el ciclo celular avanza de la fase G1 a la mitosis. Así,
estructuralmente, la proteína une múltiples proteínas y forma un complejo que sirve
como andamio para la nucleación de los MTs.
Pericentrina y Γ-tubulina:
La γ-tubulina es un componente esencial del centrosoma que une el centrosoma con los
MTs. La γ-tubulina fue localizada formando una estructura en anillo en el material
pericentriolar. Forma un complejo llamado γ-TuRC que puede nuclear MTs in vitro al
unirse al extremo (-) y estabilizarlo. Además, esta proteína forma un complejo con la
pericentrina en el centrosoma e influye en la nucleación de los MTs. La pericentrina es
necesaria para que complejos de γ-tubulina se asocien al centrosoma: la unión correcta
de la pericentrina y γ-TuRC regulan el ordenamiento de la formación de MTs; o bien
otras proteínas que también se unen a la pericentrina ayudan a regular la actividad de
nucleación del complejo γ-TuRC.
Las AKAPs están presentes en regiones con gran actividad nucleadora de MTs. La PKA
es reclutada por las AKAPs para influir en la dinámica de los microtúbulos mediante la
regulación de factores desestabilizadores de microtúbulos.
La centrofilina es un componente importante del material pericentriolar durante
la metafase. Interviene en la nucleación del huso de MTs durante la mitosis.
La centrina se localiza dentro de lo propios centriolos y al igual que la γ-
tubulina, en el material pericentriolar. Esta proteína interviene en la duplicación y en la
separación del centrosoma. En las células donde se bloquea la síntesis de centrina los
centriolos son incapaces de duplicarse durante el ciclo celular y los husos tienen un solo
centriolo en cada polo. Las células se pueden dividir pero sin centriolo no se separan por
citocinesis, y en los siguientes ciclos de división son células multinucleadas y mueren.
La proteína CAP350 ha sido identificada recientemente. Se localiza al nivel de
los centriolos y también existe como una red en el material pericentriolar. Está
compuesta por 3117 residuos y contiene un dominio conservado CAP-Gly situado en la
parte C-terminal, que ha sido caracterizado como un domino de unión de los MTs, por
lo que se piensa que CAP350 es una proteína que une los MTs.
Además de las tubulinas α, β y γ también se han identificado otras dos tubulinas
presentes en los centrosomas: son la δ-tubulina y la ε-tubulina, en una localización
distinta a la de γ-tubulina. La δ-tubulina es más visible entre los centriolos mientras que
la ε-tubulin se localiza cerca de la γ-tubulina .El centrosoma único de las células en G1
posee ε-tubulina. El nuevo centrosoma la adquiere más tarde un proceso de maduración.
- Motores Moleculares:
Las proteínas motoras se unen a los filamentos del citoesqueleto polarizados y
usan la energía derivada de hidrólisis repetidas de ATP para moverse por ellos. Docenas
de proteínas motoras diferentes coexisten en todas las células eucariotas, y difieren en el
tipo de filamentos al que se unen, la dirección que llevan a lo largo de ellos, y la carga
que llevan. Muchas proteínas motoras llevan orgánulos membranosos, como
mitocondrias, sacos de Golgi o vesículas secretoras, a sus localizaciones específicas en
la célula. Otras proteínas motoras provocan el acoplamiento de filamentos contra otros,
generando una fuerza como la contracción muscular, el batido ciliar y la división
celular.
Las proteínas motoras que se mueven unidireccionalmente a lo largo de un
polímero orientado son reminiscencias de algunas otras proteínas y complejos proteicos
como DNA y RNA polimerasas, helicasas y rigosomas. Todas ellas tienen la capacidad
de utilizar energía química para propulsarse, y generar movimiento acoplando la
hidrólisis de nucleósidos trifosfato a un cambio conformacional a gran escala de la
proteína.
- Hay dos tipos de proteínas motoras para los MTs: quinesinas y dineínas:
Las dineínas son una familia de proteínas motoras que se dirigen hacia el
extremo (-), pero no están relacionadas con las quinesinas. Están compuestas de dos o
tres cadenas pesadas (que incluye el dominio motor) y un gran número variable de
cadenas ligeras asociadas. La familia de la dineína tiene dos ramas principales. La rama
más antigua contiene las dineínas citoplasmáticas, que son homodímeros de cadena
pesada, con dos grandes dominios motores como cabecera. Probablemente se
encuentren en todas las células eucariotas, y son importantes para el tráfico de vesículas,
la localización del Aparato de Golgi cerca del centro celular...
Las dineínas axonémicas, la otra gran rama, incluye heterodímeros y
heterotrímeros, con dos o tres dominios motores como cabecera, respectivamente. Están
altamente especializadas para el desplazamiento rápido y eficiente de MTs que
conducen el batido de cilios y flagelos.
Una tercera rama, secundaria, comparte gran similitud en su secuencia con las dos
ramas anteriores pero parece estar involucrada en el batido del cilio.
Las dineínas son las más grandes de los motores moleculares conocidos, y
también están entre las más rápidas: las dineínas axonémicas pueden mover MTs en un
tubo de ensayo en la estimable proporción de 14 µm/s. En comparación, las quinesinas
más rápidas pueden mover sus MTs alrededor de 2-3 µm/s.
- Las proteínas motoras generan fuerzas acoplando hidrólisis de ATP a cambios
conformacionales:
Para una movilidad unidireccional, una proteína motora debe usar la energía
derivada de la unión e hidrólisis de ATP para forzar un gran movimiento en parte de la
proteína. Cuando la cabecera de la quinesina se une al MT, antes de chocar, su región de
unión está relativamente desestructurada. Desde la unión de ATP hasta la de la cabeza,
esta región se acorta a los lados de la cabecera, que lanza a la segunda cabeza hacia la
posición donde será capaz de unirse a un nuevo lugar de ligamiento en el
protofilamento, 8 nm del extremo (+) de MT más cerca que el sitio de unión de la
primera cabeza. Los ciclos de hidrólisis del nucleótido están estrechamente coordinados.
La primera es que los ciclos mecanoquímicos de las dos cabezas motoras del
dímero están coordinados con los demás, por lo que una cabeza de quinesina no
continúa hasta que la otra está en equilibrio para unirse. Esta coordinación permite a la
proteína motora operar en un ajuste mano a mano, nunca permitiendo al orgánulo
difundirse del sendero del MT.
La segunda razón es que la quinesina gasta una gran fracción de su ciclo de
ATPasa en una fuerte unión al MT. El cambio conformacional que produce el trabajo
debe ocurrir mientras la proteína motora está muy unida a su polímero.
Dentro de las clases de proteínas motoras, la velocidad del movimiento es muy variable.
Para las quinesinas es alrededor de 0,02 a 2 µm/s.
Al contrario, el taxol®, extraído del tronco del Taxus brevifolia, estabiliza los
MTs, interrumpiendo también la mitosis. Se demostró utilizando derivados foto-
activables del taxol, que éste se une predominantemente a la región amino terminal de la
beta tubulina. La estequiometría de la unión del taxol es una molécula por dímero de
tubulina. Los dímeros estabilizados por taxol son capaces de ensamblarse con GDP, sin
necesitar el GTP para la hidrólisis como ocurre normalmente. Inhibe el crecimiento de
células cancerígenas, siendo un fármaco de notable éxito en el tratamiento del cáncer
ovárico.
2.2.1.- EL CENTROSOMA
2.2.3.- FUNCIONES
En todo momento hay una ganancia lenta de tubulinas en los cinetocoros y una pérdida
lenta de tubulinas en los polos del huso, independientemente de la fase mitótica. Los
microtúbulos se unen a los cinetocoros mediante dineína citoplasmática no fija, que
forma un anillo corredizo alrededor de los microtúbulos.
Los microtúbulos intervienen en:
- Los movimientos de los cromosomas durante la división celular (constituyen el huso
mitótico).
- El transporte de sustancias u orgánulos intracelulares.
- La morfogénesis de la célula.
- El mantenimiento de la forma de la célula.
- Los movimientos celulares, mediante cilios y flagelos.
- La emigración de las vacuolas de endocitosis.
- La liberación de los granos de secreción.
- La polaridad celular.
- El mantenimiento de la estructura de la membrana celular (intervienen en la
organización de todos los filamentos del citoesqueleto).
“La aberración del centrosoma acompañada de una mutación de p53 puede inducir
inestabilidad genética en el carcinoma hepatocelular. La duplicación del centrosoma es
controlada de una manera específica en el ciclo de una célula y ocurre una vez en todos
y cada uno de ellos, por ello asegura la segregación equilibrada de los cromosomas
durante la fase mitótica. Las anormalidades numéricas o estructurales pueden originarse
en los centrosomas de células malignas bajo defectuosos ciclos celulares y sistemas de
control; las células cancerígenas con centrosomas anormales pueden sobrevivir y
reentrar en el ciclo celular, promoviendo desequilibrios en la segregación de
cromosomas e inestabilidad genética.
Nosotros investigamos las aberraciones del cromosoma en 33 pacientes diagnosticados
con carcinoma hepatocelular (HCC), usando un marcador fluorescente de pericentrina.
También estudiamos la mutación p53, con actividad proliferativa, y la ploidia de DNA
en estos casos. En los hepatocitos normales, un centrosoma por célula fue identificado
como dotación de una ronda, normalmente en la vecindad de la membrana nuclear. Sin
embargo, en células cancerígenas del tejido HCC, ocurrieron varios modelos de
anormalidades del centrosoma, incluyendo centrosomas supernumerarios y centrosomas
con una forma y un tamaño anormal. Aunque la frecuencia de los centrosomas
anormales fue en cada tejido relativamente baja comparada con previos estudios de
otros cánceres, no obstante, la aberración del centrosoma se encontró en 30 tumores
externos de 33 tejidos HCC. El porcentaje de células tumorales con centrosomas
anormales fue significativamente más alto en los tumores no diploides (15,8 - 15,9 por
mil) que en los tumores diploides (5,1 - 5,4 por mil) (P<0,05), y tendía a ser mayor en
los tumores con la mutación p53 (11,6 - 13,1 por mil) que en aquellos con el p53
silvestre (5,6 - 6,8 por mil). Además, el 82% de los tumores no diploides exhibían la
mutación p53, mientras que sólo el 41% de los tumores diploides mostraban la
mutación p53. El porcentaje de células tumorales con anormalidades en el centrosoma
no estaba relacionado con la representación, tamaño o actividad proliferativa.
Por lo tanto, nuestros resultados indican que las células cancerígenas hepáticas, bajo una
aberración centrosómica y un sistema de control defectuoso probablemente causado por
la mutación p53, tenía el potencial para la inestabilidad genética y un comportamiento
agresivo. Este efecto potencial ocurre sin respecto al tamaño o apariencia del tumor.”
3.- BIBLIOGRAFÍA
Internet:
bio-cl.iespana.es/bio-cl/centro.htm
www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query.fcgi?CMD=search&DB=PubMed
intl.jcb.org/cgi/content/abstract/112/3/427
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http://www.albany.edu/~abio304/list.html: cell physiology
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http://www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query.fcgi?cmd=Retrieve&db=PubMed&dopt=Abs
tract&list_uids=8834802: molecular characterisation ninein
http://www.pnas.org/cgi/reprint/95/16/9295.pdf : disassembly…
http://cimbad.mnhn.fr/ :tubuline et agents antimicrotubulaires
http://www.biochem.ucl.ac.uk estructuras molec imag
http://www.rscb.org/ caract tec de proteínas (imag, peso, subunidades…)