Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
No copyright
Se anima expresamente a la copia, difusión
y/o ampliación
mediante cualquier medio.Agradecimiento*
El pensamiento feminista
postestructuralista, como el de Butler, ha
supuesto un problema y un desafio para el
activismo político tradicional del movimiento
feminista. Las reivindicaciones políticas
feministas tradicionales se basaban en ser la
traslación política de las demandas de un
grupo social, 'las mujeres”, grupo excluido del
sistema político, del poder, y de la estructura
del Estado (tal y como se entiende el Estado en
el mundo occidental). Pero las criticas a la
utilización de esta categoría universalizadora
de "mujeres", por parte del feminismo negro,
lesbia- no. o de países del tercer mundo, asi
como la dislocación de la propia categoría de
"mujeres” por parte de las postmodemas, hace
muy difícil articular unas demandas políticas
en la estructura estatal y política en la que
vivimos.
Bibliografía
AMORÓS, Celia y DE MIGUEL, Ana (eds.)
(2005): Teoría feminista: de la Ilustración a la
globalización, Madrid: Minerva Editores.
BARTLETT, Katharine and KENNEDY,
Rosarme (1991): Feminist legal theory:
readings in law and gender, Boulder: Westview
Press.
BENHABIB, Seyla (1992): Situating the self.
Gender, Community and Postmoder- nism in
Contemporary Ethics, Cambridge: Polity Press.
BUTLER, Judith (1990): Gender Trouble.
Feminism and the Subversión ofldentity,
London: Routledge.
FINEMAN, Martha Albertson (1995): The
neutered mother, the sexual family and other
twentieth Century tragedies, London:
Routledge.
FINEMAN and KARPIN, Isabel (edited)
(1995): Mothers in Lav». Feminist Theory and
the Ilegal regulation of Motherhood, New York:
Columbia University Press.
LEVTT, Nancy and VERNICK, Robert (2006):
Feminist legal theory: a primer, New York: New
York University Press.
MACKINNON, Caterine (1989): Hacia una
teoría feminista del Estado, Madrid: Cátedra.
NASH, Mary (2004): Mujeres en el mundo.
Historia, retos y movimientos, Madrid: Alianza
Editorial.
OLSEN, Francés (edited) (1995): Feminist
legal theory, Aldershot. England: Dart- mouth.
PITCH, Tamar (2003): Un derecho para dos:
la construcción jurídica del ginero, sexo y
sexualidad. Madrid: Trotta.
SMART, Carol (1989): Feminism and the
pawer of law, London: Routledge.
- (1995): Law. Crime and Sexuallty. London:
Sage.
YOUNG, Iris Marión (1990): Justtce and the
politics of difference, New Jersey: Princeton
University Press
.
Introducción
2. Fundamentación teórica y
epistemológica
La epistemología foucaultiana ha
contribuido al cuestionamiento de los discursos
científicos que han operado históricamente
reproduciendo el sentido común, las
continuidades, las concepciones del mundo
universalistas, esencialistas y substancialistas
y la supremacía de lo mismo sobre lo diferente
(García Fanlo, 2011). Esta perspectiva modifica
también el estatuto de la persona
investigadora, la cual ya no se articula sobre la
idea de un sujeto cognoscente creador de
discurso libre de valores. Desde esta posición,
la investigación se convierte en una
herramienta útil para el activismo político y la
insurrección de los saberes, anunciada por el
mismo Foucault, quedando conformada como
una forma de práctica insurreccional. Es esta
finalidad la que también compartimos en la
presente investigación: la ruptura de la falsa
dicotomía entre el activismo y la creación
intelectual, mediante no solo el compromiso
ético de la investigadora, sino sobre todo,
partiendo de una concepción anti-
representativa del lenguaje y la política.
En la política, el concepto de anti-
representatividad, se complementa con el de
acción directa y autogestión, en alusión a la
capacidad de los grupos explotados para
prescindir de la mediación y los medios es-
tatales e institucionales para emprender una
lucha a favor de la revolución social.Por otra
parte, la representación es la Junción
normativa de un lenguaje que, al parecer,
muestra o distorsiona lo que se considera
verdadero acerca de la categoría de las
mujeres (Butler, 2007:45) y por tanto,
constriñe las posibilidades de auto-deñnición
femenina en función del cumplimiento exigido
para todas aquellas amparadas bajo la
categoría “mujer”
Desde este lugar’ la investigadora
intentará realizar un recorrido desafiante: el
desarrollo de una situacionalidad4 propia en el
análisis del asunto que nos ocupa, la creación
de subjetividad femenina a partir de las redes
discursivas de saber-poder’ del sistema
legislativo y las posibilidades de resistencia
que nos ofrecen las perspectivas libertarías
anti-representativas.¿Has visto ya un Espíritu?
¿Yo?No, pero mi abuela los ha visto - asi me
ocurre a mi, yo no los he visto nunca, pero a
mi abuela le corrían sin cesar por entre las
piernas; y por respeto al testimonio de
nuestras abuelas, creemos en la existencia de
los espíritus
(Stimer, 2007 42)
Partiendo de la crítica al sujeto unitario de
las concepciones post- humanistas,
intentaremos apuntar algunas cuestiones que
nos resulten útiles para el análisis posterior
Utilizamos el término humanismo, en
referencia a las asunciones derivadas de este
movimiento cultural, fi losóñco e intelectual
propias del s. xvi que derivaron, ya en el s.
xvm, en una concepción antropocéntríca de la
realidad y en una concepción de la razón
humana como valor supremo La
postmodernidad y su concepción post-
humanista, pone en cuestión la concepción de
este sujeto soberano, desplazando la
racionalidad como único método de acceso al
conocimiento.
El post-estructuralismo feminista o la
influencia del mismo en el feminismo, ha dado
lugar a la crítica a la ontología, según la cual,
la mujer es un ser que pre-existe (mujer en sí)
a todos los discursos socio-históricos que la
han construido. La repetición histórica de estos
discursos de subjetivación ha sido ocultada,
como también lo ha sido su carácter
performativo10 (Butler. 2007).
3. Fundamentación
Metodológica
Deconstrucción de polaridades
La deconstrucción nos sirve como
Esposas nefastas y otras aberraciones
1De qué forma se produce la enunciación para cumplir con las exigencias que se
auto-atribuyen los enunciadores de los discursos legislativos: racionalidad, objetividad
y universalidad.
El resultado fue que en la mayoría de las
sentencias encontradas (10 de 12) las
agresiones eran cometidas por mujeres contra
sus parejas o exparejas, en todas y cada una
de ellas, incluso las dos sentencias en 63 las
que no existía ni había existido vínculo afectivo
de ningún tipo, las mujeres alegaron eximentes
o atenuantes que daban por supuesto la
existencia de violencia habitual contra ellas o
bien una o varias agresiones previas por parte
del varón.
Si la construcción de la feminidad ha
estado caracterizada por la combinación de
escasas capacidades de racionalidad y
objetividad en el ámbito público, pero en
cambio gran astucia estratégica para el mundo
privado (Cabruja, 2009), la puesta en cuestión
de la veracidad de los testimonios o denuncias
de violencia de género, refunda el mito
patriarcal.
2
). son golpeadas en la cabeú con una
sartén (STS 3922/2009). limpian d cuchillo
dejándolo en el lavabo del cuarto de baAo (STS
1471/2011 Pg 2). etc.
08
derechos y las legislaciones. Esto, a su
vez. genera una aparente
(lagarde, 2011).
La no violencia es patriarcal4* y
contraria a los intereses de aquellos que
están siendo explotados de múltiples
formas
Compréndanlo de una vez: si la violencia
acaba de empezar, si la explotación y la
opresión no han existido jamás sobre la Tierra,
quizá la pregonada “no violencia" podría poner
fin a la querella. Pero si el régimen todo y
hasta sus ideas sobre la no violencia están
condicionados por una opresión milenaria, su
pasividad no sirve sino para alinearlos del
lado de los opresores.
(Jean Paul Sartre, 1983: 14)4'
Apuntar que la no violencia es patriarcal y
contraría a los intereses de aquellxs que están
siendo explotados de múltiples formas, es una
afirmación sin duda polémica. Ahora bien, no
se trata tanto de entonar una oda a la
violencia, sino de examinar los preceptos que
lxs partida- rúes de la no violencia argumentan
para condenarla. Partimos de la idea de que la
violencia no es un hecho deseable en absoluto
y que idealmente la convivencia pacifica y
armónica es el máximo deseo para cualquier
ser humano y sociedad. Ahora bien, la paz
establecida sobre la explotación y la
constricción, tampoco es paz deseable, ni
siquiera es paz ya que esta, solo está
garantizada para aquellxs que pueden
desarrollar sus vidas en contextos o guettos
privilegiados.
El pacifismo simplemente no resuena en
las realidades diarias de la gente, a menos que
esta gente viva en una extravagante burbuja
de tranquilidad en la que toda forma de
reactiva y pandémica violencia civil haya sido
expulsada por la violencia sistémica y menos
visible de la policía y délas fuerzas militares.
(Genderloos, 2010: 82)
La táctica de la no violencia refuerza el
monopolio estatal de la misma, asegurando el
Estado su papel de único legitimado para el
Esposas nefastas y aberraciones
El heteropatriarcado, amparado en un
sistema de binarismos rígido, dispone de los
elementos para destruir, social e incluso
físicamente, a cualquiera que no encaje en una
de las dos categorías de la dicotomía o que
abiertamente ose rechazar sus preceptos. Un
ejemplo de la violencia ejercida por este
sistema de organización social, económica y
moral lo encontramos en el ostracismo y el
castigo que se otorga por ejemplo a las
personas transexuales, mediante la pericia
médico-legal o a las mujeres trabajadoras del
sexo, mediante el ostracismo social y la
estigmatización institucional.
■ %ar t ** + !■«
Mima S«*« U* (!«*« ta«* )>■»■ i T *■ ■ * -
............................................................. pmárr
pmraln lAMAHK. E (1**4Í Ihfwi *-rt*e
^ ? triwMi'
pt XiÉH.XXl
m mtn !•<
MnuA. B rsns> tr» >rtart«w ét gtmn» n
im
fUCAlA R (JWS> "Dnartond
laa Mb* d p»- í>tnp
(MBO pan aa
‘Hi Z53emi «MAL 1 cRAHOJ ItEGlTOO Rtilfb
Mita ér lt l'idrarii fér/6>r~ MaMMÍrtranm
BKUA. B y BORCT. j <JW* U c
Hnmi'M I. ((■*! NMM y AwA» y» «aa Mié*
adá éh|k
Hdhw 9» N«r»A\ «'. V mm/M f Hiiaqi) (2099)
(Marra y étmmmrnm < ■#*— AMMMM drf é>n>i
* #4 fnér >Miiton» Anéwiyni y (Awmlwl
MAMMrNdléDNMHMM nrnjn. I (2001) F1 grmr
dr ,%M(|MH IUWIUM fJ Pnmrr
WTIX» I (2007) FJ féarra en Afal* lUwéw
PaédJW
MUD | (1997) In*m0r pmdrr r iémtiémi
Madrid Mntaat*
rAMn^A. T (2097) l*y "a* 1*1 'MI Iil‘*p(4u
VWrariu d» U ptkelegia e la*
niMiai«Mnd^MrtÉn pitrapandaglrai Mw y
Nlrartamintl» Rn MOUA y SAN MAJfTW (2097)
F.ttaén dr Waéitu Enlrrleftendo nmrrmkmti
frmlnMmi MAI l«i *4n4mr*ai ér |4wn Warrlwi*
VtnM
C AAin ^A, T (2009) Tr*tlmemi&* octlr&«
motora* Prérricai éhcmnlrmt y élt peoHHm
•artmmadw n prtmiofU y drracfca. R*i NITOIAA.
O y BOtJFJjfJN, £ (campa) (2009) G4wm y
éofaánartOw OÜirai frmlnMet del derecho y el
poder iMrHnw Amlwnpw y Ohrmlarl érl AWrwii
Pml i rli Drrti Human*
CATOBALF. S (1995) Faaraaft y el
frmlnltme- ¿m encentro Imposible* En Ame leí
ár flMegie /banana. Unrimidad de Mareta. 1995
Vol 7 5 II
CARRASCO. C (2001) Le memnlbtUdrnd áe
le vtde humane ¿en entelo áe mafe re»*
Tntrmtrm Temo* Baofaaa Icaria N* 12
CASTREjOl C. (2010) Peder, saber y
gobemabtildad En Stmpoii* Mlchet r*arad>.
pnvoenéhti». gebereemnlaHdad y biopollhce
instituto áe bnmti prwafi ñtw(érai
hltp7/wwwfttoaoAca*.anaBi.iiix/-
afniMb/iiiayteAFM/Po- amctaa(4)012.pdf
COLUN. F (2000) Prmxb de le dtfmm.ie.
Barcelona Icaria.
Esposas nefastas y otras aberraciones
<2>
No Copyright
/ rm&
Esposas nefastas y otras aberraciones:
l.aura Macaya
Noelia Igareda
Imagen
dr portada
Giuditta
che
decapita
Oiofeme,
Artemisia
Ontileachi,
1620
info @
diletanU.n
et
/ iftuujA
rufu\tu' s • ¡
■ i • <.»» ,
>•
*>k[*rha
/ (ir ia>
I» .', U i« •
4. i i
onfctruir
»<*► «I
1uJ»ii • ‘
*►!* M.a» '
fjrrformativc
iirl itttf .»,«
<
orMrp<
lorir» r .a»'
al*» ■
[NU'I fu
A
V }»afclMi
I
«iH*Mrfu<i
t> ri tmrra
dr rrw
nritmi .iii»
j»*•'•;*• "
jnilnnori
<^»kr nia
murria |*
1 Un ejemplo de ello lúe precisamente
una de las principales reivindicaciones de las
feministas de la primera ola, o feministas li-
berales, que reclamaban el derecho al sufragio
femenino. lis un claro ejemplo, que se repetirá
en numerosas ocasiones en la historia del
feminismo, en el que las demandas del
movimiento feminista se canalizan a través de
exigencias en lenguaje jurídico.
2 lis especialmente oportuno el
diagnóstico de subordinación de las mujeres
que hace Iris Marión Young (1992).
Esposas nefastas y otras aberraciones 1
Durante toda la investigación la autora va a
utilizar la tipogralia “x" para designar el neutro.
1.a “x" es suficientemente difusa como para no
ser asimilada eon ninguno de los géneros
estableeidos en base a la dicotomía
biologicista. Por otra parte, desisto del uso de
la (<¡\ puesto que esta tiene un componente
tecnológico reproductor de los sistemas de
dominación basados en la tecno-industi ia, que
incide además, en la distribución de papeles
diferenciados y jerárquicos entre las
dicotomías occidentales: hombre/mujer,
blanco/colonizado, razón/ naturaleza, etc.