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FALACIAS - COPI

No hay ninguna clasificación de las falacias universalmente aceptada. Como De Morgan: "No hay nada similar a
una clasificación de las maneras en que los hombres pueden llegar a un error, y cabe dudar de que pueda haber
alguna".

La palabra 'falacia' coloquialmente quiere decir "idea equivocada o creencia falsa", pero los lógicos usan el
término en el sentido más estrecho y técnico de "error en el razonamiento o la argumentación. Es, entonces, un
tipo de razonamiento incorrecto.

En la lógica, se acostumbra reservar el nombre de 'falacia' a aquellos razonamientos que, aunque incorrectos, son
psicológicamente persuasivos. Definimos falacia como una forma de razonamiento que parece correcto pero
resulta no serlo cuando se lo analiza cuidadosamente.

Las falacias se dividen tradicionalmente en dos grandes grupos, las formales y las no formales. Las no formales son
errores de razonamiento en los cuales podemos caer por inadvertencia o falta de atención en el tema, o bien
porque nos engaña alguna ambigüedad en el lenguaje usado. Podemos dividirlas en falacias de atingencia y
falacias de ambigüedad. No tenemos la intención de hacer una revisión exhaustiva; solo consideraremos las más
comunes y engañosas.

I. FALACIAS DE ATINGENCIA

Todas las falacias de atingencia tienen premisas carentes de atingencia, o conexión lógica con la certeza de las
conclusiones que pretenden establecer. Si poseen una atingencia psicológica, sin la cual no serían persuasivas o
aparentemente correctas, y esta conexión se debe al lenguaje utilizado.

1. CONCLUSIÓN INATINGENTE

Sucede cuando un razonamiento que se supone es dirigido a una conclusión en particular se usa para probar otra.
Por ejemplo, cuando se estudia una ley sobre vivienda, y un legislador para hablar a favor de la misma argumenta
que todo el mundo tiene derecho a una vivienda decente. Tiene atingencia psicológica, porque todos estarán de
acuerdo (o dirán que lo están) con la vivienda digna universal; pero esta ley trata de medidas específicas, no
generales. Ahí radica su falta de atingencia lógica.

Lo mismo pasa si un fiscal en un juicio por asesinato, en vez de intentar demostrar que el acusado es culpable, se
dedica a argumentar sobre cuan horrible crimen es el asesinato.

Estas obvias inatingencias engañan durante el transcurso de largas discusiones, cuando la fatiga y el apelar a las
emociones puede causar que suenen lógicamente conectadas a la discusión. La aprobación lograda por estas
apelaciones a la emoción ayuda a que se transfiera a la conclusión que se buscaba (la ley específica, tildar de
asesino a un hombre, etc).

Estas falacias no atingentes siempre buscan persuadir mediante apelación a los sentimientos, de temor, piedad,
reverencia, desaprobación, o entusiasmo.

2. ARGUMENTUM AD BACULUM (APELACIÓN A LA FUERZA)

El argumentum ad baculum es la falacia que se comete cuando se apela a la fuerza, o a la amenaza de fuerza, para
provocar la aceptación de una conclusión. Usualmente solo se recurre a ella cuando fracasan las pruebas o
argumentos racionales. El ad baculum se resume en el dicho: "La fuerza hace el derecho"

Un lobbista político usa el argumento ad baculum cuando recuerda a un representante que el lobbista cuenta con
tantos miles de votantes en el distrito electoral del representante, o tantos contribuyentes potenciales para la
campaña de fondos. Lógicamente, estas consideraciones no tienen nada que ver con los méritos de la legislación
cuya aprobación trata de lograr, pero, desdichadamente, pueden ser muy persuasivas. En escala internacional, el
argumentum ad baculum significa la guerra o la amenaza de guerra.

3. ARGUMENTUM AD HOMINEM (OFENSIVO)

La expresión argumentum ad hominem significa literalmente 'argumento dirigido contra el hombre', pero tiene
dos posibles acepciones. La primera variedad de esta falacia es la de tipo 'ofensivo'. Se la comete cuando, en vez
de tratar de refutar la verdad de lo que se afirma, se ataca al hombre que hace la afirmación.

Este razonamiento falaz actúa a través del proceso psicológico de la transferencia. Si puede provocarse una
actitud de desaprobación hacia una persona, ella puede desbordar el campo estrictamente emocional y
convertirse en desacuerdo con lo que ésa persona dice. Pero esta conexión es solo psicológica, no lógica.

4. ARGUMENTUM AD HOMINEM (CIRCUNSTANCIAL)

La segunda interpretación, la variedad circunstancial, se define cuando una persona urge a otra aceptar una
conclusión porque así lo exigen las circunstancias en las que se encuentra la segunda persona. Por ejemplo, instar
a un sacerdote a aceptar un argumento porque negarlo sería ir contra lo que dice la Biblia. Las circunstancias son,
en este caso, la filiación religiosa del sacerdote.

El ejemplo clásico de esta falacia es la réplica del cazador al que se acusa de barbarie por sacrificar animales
inofensivos para su propia diversión. Su réplica consiste en preguntar a su crítico: " ¿Por qué se alimenta usted con
la carne de ganado inocente?"

Los argumentos de este género no son correctos; no ofrecen pruebas satisfactorias para la verdad de sus
conclusiones, sino que están dirigidos solamente a conquistar el asentimiento de algún oponente a causa de
especiales circunstancias que se vinculan con éste. A menudo logran su propósito, pues suelen ser muy
persuasivos.

No es difícil ver la conexión que existe entre estas dos variedades de argumentum ad hominem. El segundo puede
ser considerado como caso especial del primero, ya que equivale a acusar a una persona de faltar a sus principios.

5. ARGUMENTUM AD IGNORANTIAM (ARGUMENTO POR LA IGNORANCIA)

Podemos ilustrar la falacia del argumentum ad ignorantiam con el razonamiento de que debe de haber fantasmas
porque nadie ha podido demostrar nunca que no los hay. Se comete esta falacia cuando se sostiene que una
proposición es verdadera simplemente sobre la base de que no se ha demostrado su falsedad, o que es falsa
porque no se ha demostrado su verdad.

El argumentum ad ignorantiam es falaz en todos los contextos excepto en uno: justicia, donde se supone la
inocencia de una persona hasta que se demuestre su culpabilidad.

6. ARGUMENTUM AD MISERICORDIAN (LLAMADO A LA PIEDAD)

El argumentum ad misericordiam es la falacia que se comete cuando se apela a la piedad para conseguir que se
acepte una determinada conclusión, Se encuentra con frecuencia este tipo de argumentación en los tribunales de
justicia, cuando un abogado defensor deja de lado los hechos que atañen al caso y trata de lograr la absolución de
su cliente despertando piedad en los miembros del jurado.

7. ARGUMENTUM AD POPULUM

El argumentum ad populum se define a veces como la falacia de dirigir un llamado emocional 'al pueblo', para
ganar su aprobación respecto a una conclusión que no está sustentada por un razonamiento válido. Esto es tan
amplio, que puede incluir casi todas las otras falacias de atingencia. De manera más circunscripta, la falacia del
argumentum ad populum es el intento de ganar el asentimiento popular para una conclusión despertando las
pasiones de la multitud.

Si la medida propuesta introduce un cambio y el argumentador está en contra de éste, arrojará sospechas sobre
las 'innovaciones arbitrarias' y elogiará la sabiduría 'del orden existente'. Si está a favor, hablará de 'progreso' y se
opondrá a los 'prejuicios anticuados'.

La publicidad suele recurrir a esta falacia, asociando el uso de productos determinados con el patriotismo, la
belleza, el refinamiento o el intelecto. Los políticos argumentan que merecen nuestro voto porque "todos votan
por él". El clásico "millones de moscas no pueden estar equivocadas".

8, ARGUMENTUM AD VERECUNDIAM (LA APELACIÓN A LA AUTORIDAD)

Es la apelación a la autoridad, al sentimiento de respeto que siente la gente por las personas famosas, para ganar
asentimiento a una conclusión. No siempre es estrictamente falaz, pues la referencia a una reconocida autoridad
en su especialidad puede dar mayor peso a una opinión y constituir un factor de importancia.

Si varios legos discuten acerca de algún problema de la física y uno de ellos apela al testimonio de Einstein sobre la
cuestión, este testimonio es sumamente importante, Aunque no demuestra lo que se sostiene, tiende
indudablemente a confirmarlo. Sin embargo, si son expertos que discuten sobre un problema dentro de su
especialidad, solo deben apelar a los hechos y a la razón.

Pero, cuando se apela a una autoridad fuera del ámbito de su especialidad, se comete la falacia del argumentum
ad verecundiam. Existe además, una superposición con el ad populum, cuando nos intentan convencer en
publicidad de que un deportista sabe que clase de ropa es mejor usar para verse elegante. Sin embargo, puede
constituirse una ad verecundiam cuando literalmente se basa el anuncio en la autoridad del deportista como tal,
para vendernos el producto, y no solo se lo asocia solapadamente.

9. LA CAUSA FALSA

La falacia que llamamos de la 'causa falsa' ha sido analizada de diversas maneras en el pasado y ha recibido
distintos nombres latinos, tales como non causa pro causa y post hoc ergo propter hoc. El primero de éstos es más
general e indica el error de tomar como causa de un efecto algo que no es su causa real. El segundo designa la
inferencia de que un acontecimiento es la causa de otro simplemente sobre la base de que el primero es anterior
al segundo. Consideraremos todo razonamiento que trata de establecer una conexión causal erróneamente, como
un ejemplo de falacia de la causa falsa.

10. LA PREGUNTA COMPLEJA

La última falacia de atingencia que consideraremos es la falacia de la pregunta compleja. Todos sabemos que es
un poco 'cómico' hacer preguntas como: "¿Ha abandonado usted sus malos hábitos?", o "¿Ha dejado usted de
pegarle a su mujer?'. No son preguntas simples, a las que sea posible responder con un directo 'sí' o 'no'. Las
preguntas de este tipo suponen que se ha dado ya una respuesta definida a una pregunta anterior, que ni siquiera
ha sido formulada. En ambos casos, si se contesta con un simple 'sí' o 'no' a la pregunta 'tramposa', ello, tiene el
efecto de ratificar o confirmar la respuesta implícita a la pregunta no formulada.

Una pregunta de este tipo no admite un simple 'sí' o 'no' como respuesta, porque no es una pregunta simple o
única, sino una pregunta compleja, en la cual hay varias preguntas entrelazadas. Se comete la falacia de la
pregunta compleja cuando no se percibe la pluralidad de preguntas y se exige, o se da, una respuesta única a una
pregunta compleja, como si fuera simple.

No solamente encontramos ejemplos de esta falacia en bromas obvias, como nuestros dos primeros ejemplos. Un
abogado puede plantear preguntas complejas a un testigo para confundirlo, o acusarlo: ¿Qué hizo con el dinero
que robó?". En publicidad o propaganda, un portavoz de una empresa privada explotando bienes públicos puede
preguntar "¿Por qué la explotación privada de los recursos es mucho más eficiente que cualquier control
público?", o un populista preguntar a su auditorio: "¿Hasta cuándo vamos a tolerar la interferencia extranjera en
nuestros intereses nacionales?".

En todos estos casos, el procedimiento inteligente es tratar la pregunta compleja, no como si fuera simple, sino
analizándola en sus partes componentes. Puede muy bien ocurrir que cuando la pregunta implícita previa es
respondida de manera correcta, la pregunta explícita simplemente se diluye. Si no he robado dinero alguno, la
pregunta de qué hice con el carece de sentido.

Hay también otras variedades de la pregunta compleja. Una madre puede preguntar a su pequeño si quiere
portarse bien e ir a acostarse, En este caso, la cuestión es menos engañosa. Claramente se trata de dos preguntas
y una de ellas no presupone una particular respuesta a la otra. La falacia reside aquí en la suposición de que debe
darse a ambas preguntas una única respuesta. Pero ésta es una pregunta compleja y es, al menos, concebible que
las dos preguntas puedan tener respuestas diferentes.

Otra versión de esta falacia se encuentra en ciertos calificativos que predeterminan en cierto modo la respuesta,
como cuando alguien pregunta: "¿No conduce esta política a una deflación ruinosa?”. Es menester dividir la
pregunta compleja. La respuesta puede ser: "conducirá a una deflación, sí, pero no será ruinosa, sino que será un
saludable reajuste”.

II. FALACIAS DE AMBIGÜEDAD

El segundo grupo de falacias no formales que veremos suele llamarse 'falacias de ambigüedad' o 'falacias de
claridad', Aparecen en razonamientos cuya formulación contiene palabras o frases ambiguas, cuyos significados
oscilan y cambian de manera más o menos sutil en el curso del razonamiento y, por consiguiente, lo hacen falaz.

1. EL EQUÍVOCO

La primera falacia de ambigüedad que examinaremos es la que surge del simple equivoco, usualmente con
palabras con más de un significado. Un ejemplo tradicional de esta falacia es el siguiente: "El fin de una cosa es su
perfección; la muerte es el fin de la vida; por lo tanto, la muerte es la perfección de la vida". Las premisas solo son
plausibles cuando la palabra 'fin' es interpretada diferentemente en cada una de ellas.

Hay un tipo particular de equívoco que merece mención especial. Se relaciona son los términos 'relativos', que
tienen diferentes significados en contextos diferentes. Por ejemplo, la palabra 'alto' es una palabra relativa; un
hombre alto y un edificio alto están en categorías completamente distintas. Un hombre alto es el que es más alto
que la mayoría de los hombres; un edificio alto es el que es más alto que la mayoría de los edificios. Ciertas formas
de razonamiento que son válidas para términos no relativos, pierden su validez cuando se sustituyen éstos por
términos relativos.

2. LA ANFIBOLOGÍA

La falacia de anfibología aparece cuando se argumenta a partir de premisas cuya formulación es ambigua debido a
SU estructura gramatical. Un enunciado es anfibológico cuando su significado es confuso debido a la manera
descuidada o torpe en que sus palabras están combinadas. Un enunciado anfibológico puede ser verdadero en
una interpretación y falso en otra.
Cuando se lo afirma como premisa en la interpretación que lo hace verdadero y se extrae de él una conclusión
basada en la interpretación que lo hace falso, entonces se comete la falacia de anfibología.

Un ejemplo es cuando un rey consulta a un oráculo antes de la guerra, y el oráculo le dice "destruirás un reino
poderoso", pero resulta que el reino destruido es el propio y no el enemigo. Los enunciados anfibológicos son
realmente premisas peligrosas. Sin embargo, raramente se los encuentra en discusiones serias.

3. EL ÉNFASIS
Como en el caso de todas las falacias de ambigüedad, se comete la del énfasis, en un razonamiento cuya
naturaleza engañosa y carente de validez depende de un cambio o una alteración en el significado, según que se
destaque.

4. LA COMPOSICIÓN

La expresión 'falacia de composición' se aplica a dos tipos de razonamientos inválidos íntimamente relacionados
entre sí. El primero puede describirse como el razonar falazmente a partir de las propiedades de las partes de un
todo, a las propiedades del todo mismo. Ejemplo: las piezas de una máquina son livianas, por ende, la máquina es
liviana.

Sin embargo, no todos los ejemplos de este tipo de falacia de composición son tan obvios. Algunos son engañosos.
Digamos que se sostiene que cada escena de una determinada obra de teatro era un modelo de perfección
artística, y por eso, la obra como un todo era artísticamente perfecta. Obviamente, se está ignorando que como
han sido articuladas dichas escenas para componer la obra en su total.

El segundo tipo de falacia de composición es estrictamente paralelo al que acabamos de describir. Se refiera a
adjudicar las propiedades de un colectivo o clase a los miembros individuales del mismo. Si decimos "los hombres
son numerosos", no podemos concluir que "un hombre es numeroso".

Otro ejemplo es decir que las dos bombas atómicas lanzadas en la Segunda Guerra Mundial hicieron más daño
que las bombas convencionales. Individualmente, si, una bomba atómica es más poderosa que una convencional;
pero se lanzaron tantas bombas convencionales, que colectivamente, el daño hecho por estas es mucho mayor
que el causado por las dos atómicas.

5. LA DIVISIÓN

La falacia de división es simplemente la inversa de la falacia de composición. En ella, se presenta la misma


confusión, pero la inferencia procede en la dirección opuesta, y también hay dos versiones.

La primera supone que lo que es cierto de un todo debe serlo de sus partes. X empresa es importante, por ende,
un funcionario de la misma también debe ser importante. O si la máquina es pesada, también lo son todas sus
partes.

El segundo tipo es deducir las propiedades de un elemento a partir de la clase o conjunto que lo contiene. Si los
arboles de un parque dan mucha sobra, entonces, uno de esos árboles también daría mucha sombra.

LÓGICA FORMAL - SEOANE

EL OBJETO DE LA LÓGICA

Cuando buscamos transmitir información, usamos oraciones susceptibles de ser evaluadas como verdaderas o
falsas, a las que llamamos "enunciados". Solemos encadenar enunciados para lograr que otros acepten la validez
de los primeros enunciados, que pueden llamarse "premisas", mientras que los enunciados que queremos que
acepten serían "conclusiones".

Un argumento revela que la información codificada en las premisas permite, de alguna manera a especificar
después, obtener la información expresada en la conclusión. Entonces, un argumento es una estructura lingüística
formada por enunciados (premisas) y un enunciado (conclusión) que se desprende o extrae de las premisas.
Tienen una relación de justificación.

Un modelo sería: Pre1, Pre2, ... PreN / Con


En lenguaje natural, sin embargo, la relación no es tan transparente, porque al formarse frases complejas y
expresivamente ricas, nos vemos forzados a realizar un esfuerzo analítico para identificar cada elemento.

Los argumentos son el campo de estudio de la lógica, que puede aplicarse a disciplinas tales como la matemática,
la filosofía, y la práctica político-jurídica.

También existe un modelo en donde se incluyen los pasos, o sea, enunciados que justifican a otros enunciados.:
Pre1, Pre2, ... , PreN, Pas 1, Pas2, ... , PasK / Con

* La noción intuitiva de consecuencia lógica.

Un lógico podría decir que un argumento es verdadero cuando las premisas "cumplen su función". Pero ¿qué
significa eso, que "cumplan su función? La respuesta del lógico sería que eso sucede si la conclusión es
consecuencia lógica de las premisas.

Lo importante es la relación, no que de hecho sean verdaderas o falsas las premisas y la conclusión en sí, sino que,
más allá de transmitirse o heredarse una verdad de las premisas a la conclusión, la conclusión sea necesariamente
verdadera tomando en cuenta las premisas.

En síntesis, un argumento es lógicamente correcto si siempre que sus premisas son verdaderas, su conclusión lo
es. O, dicho de otra manera, si es imposible que las premisas sean verdaderas y la conclusión sea falsa. Se dice que
la conclusión es consecuencia lógica de las premisas, o que éstas implican la conclusión. Una argumentación con
esta relación entre premisas y conclusión es "deductivamente correcta".

* El valor del recurso a la forma.

Es importante poder identificar la presencia de la relación de consecuencia lógica entre premisas y conclusión.
Para eso, recurrimos al análisis formal o estructural de los argumentos. Asumida la verdad de las premisas,
determinada estructura garantiza la verdad de la conclusión.

Identificar esta estructura supone ver que partes comunes tienen las premisas que se utilizan. El usual es el "Si A
entonces B". De ahí podemos esquematizar el Modus Ponens:

Si A entonces B
A
------------
B

((A1-->A2) ^ A1) --> A2

(Si tienes libreta de conducir)A1, entonces (eres mayor de edad)A2, y (tienes libreta de conducir)A1, por lo tanto
(eres mayor de edad)A2.

Existe la falacia de afirmación consecuente, el error inverso del Modus Ponens:

((A1-->A2) ^ A2) --> A1

(Si tienes libreta de conducir)A1, entonces (eres mayor de edad)A2, y (eres mayor de edad)A2, por lo tanto (tienes
libreta de conducir)A1.

A2 solo sucede si sucede A1, pero A1 no significa que suceda A2.


Luego está el Modus Tollens:

((A1-->A2) ¬ A2) --> ¬ A1

Si cada vez que sucede A1 sucede A2, y no ha sucedido A2, entonces podemos deducir que no sucedió A1.

Si (hay un intruso)A1, entonces (ladra el perro)A2, y no (ladra el perro)A2, por lo tanto no (hay un intruso)A1.

El error inverso del Modus Tollens es la negación del antecedente:

((A1-->A2) ¬ A1) --> ¬ A2

Si (hay un intruso)A1, entonces (ladra el perro)A2, y no (hay un intruso)A1, entonces no (ladra el perro)A2.

El perro ladra cuando hay un intruso, pero no es la única situación en la que ladra el perro.

* El objeto de la lógica

Dados los desarrollos anteriores, podemos decir como primera caracterización del objeto de la lógica que "se
ocupa del estudio de la argumentación deductiva". Sin embargo, la fuerte presencia de teoría matemática en la
lógica ha hecho que también se caracterice a la disciplina como "el estudio de los lenguajes formales".

También vale decir que no todos los argumentos son deductivos. Existen también los argumentos inductivos,
donde no haya una relación de consecuencia lógica, sino que las premisas otorgan a la conclusión mayor
probabilidad o verosimilitud.

A la hora de evaluar argumentos, un argumento deductivo debe ser evaluado en función de si su conclusión es
consecuencia lógica de sus premisas, pero un argumento inductivo debe ser evaluado en términos de si su
conclusión es consecuencia "inductiva" de sus premisas.

LENGUAJE LÓGICO PROPOSICIONAL: SINTAXIS

No todas las estructuras deductivas poseen la misma complejidad. Es necesario, como se dijo, identificar las
partes, y analizarlas. Una forma es preguntarse que puede modificarse y que no puede modificarse en un
argumento deductivo para que la argumentación siga siendo lógicamente correcta. Por ejemplo, si tomamos el
argumento:

Si [Juan es vampiro], entonces [posee un castillo].


[Juan es vampiro].
---------------------------------------------------
[Juan posee un castillo].

Podemos simplificar esto en:

Si ..., entonces ...


...
---------------------------------------------------
...
El problema aquí es que los puntos suspensivos no diferencian entre los diferentes elementos que había en el
argumento original. Entonces, cada parte reemplazable debe sustituirse con una letra distinta.

Si A, entonces B
A
---------------------------------------------------
B

Podemos también escribirlo como: Si A entonces B, y A, por lo tanto B.

Entonces, A y B pueden sustituirse por enunciados, pero solo por enunciados válidos, nunca por preguntas, nunca
por construcciones inválidas. Como ya dijimos, además, la garantía de la corrección del argumento descansa en las
conexiones entre enunciados. Debemos entonces, prestarle atención tales conexiones, aislar su estructura
proposicional o enunciativa. El estudio de estas estructuras es el objeto del lenguaje lógico proposicional.

Estamos construyendo un lenguaje artificial, para evitar la equivocidad del lenguaje natural, aspirando por tanto a
una univocidad como una propiedad del lenguaje artificial. Es necesario también usar símbolos como conectores,
para las expresiones como "entonces" o "por lo tanto", y usar paréntesis para eliminar ambigüedades.

Por ejemplo:

Si la lluvia cae suavemente, entonces Juana gusta de pasear por la playa y no le gusta bañarse en el mar.

La fórmula (sin paréntesis) podría lucir así —donde "^" está en lugar de "y" y
"¬" está en lugar de "no":

A1-->A2^¬A3

Un poco de reflexión basta para advertir que la oración e) es ambigua. Es decir, no se sabe si:

1) Si la lluvia cae suavemente, entonces Juana gusta de pasear por la playa. Y, además, no le gusta bañarse en el
mar.

2) Si la lluvia cae suavemente, entonces Juana gusta de pasear por la playa y (cuando llueve así) no le gusta
bañarse en el mar.

Esta ambigüedad afecta las condiciones de verdad del enunciado, porque si a Juana le gusta bañarse en el mar, 1)
es falso, porque afirma que no le gusta, mientras que 2) no necesariamente lo es. Dado que estamos
construyendo un lenguaje artificial para rigorizar el análisis argumental, debemos eliminar la ambigüedad. Por eso,
usamos paréntesis, y el enunciado 1) se escribiría así:

((A1-->A2)^¬A3)

Y si queremos afirmar 2):

(A1-->(A2^¬A3))
Otra forma de eliminar esta ambigüedad es mediante la denominada "notación polaca", en la que se colocan los
conectivos antes de las letras de enunciados. Entonces, para escribir "Si la lluvia cae suavemente, entonces Juana
gusta de pasear por la playa. Y, además, no le gusta bañarse en el mar.", usaríamos:

^-->A1A2¬A3

Y para escribir "Si la lluvia cae suavemente, entonces Juana gusta de pasear por la playa y (cuando llueve así) no le
gusta bañarse en el mar."

-->A1^A2¬A3

* El lenguaje formal proposicional

Caracterizar un lenguaje formal para el análisis lógico proposicional nos obliga a utilizar un metalenguaje, para
referirnos al lenguaje objeto. Llamaremos al metalenguaje L, y al lenguaje objeto L0. Nuestro alfabeto será A, y
consistirá de los siguientes elementos:

1) Símbolos lógicos (conectores o conectivos): ¬ (negación), --> (condicional), ^ (conjunción), v (disyunción


inclusiva), w (disyunción exclusiva), <--> (bicondicional).

2) Letras de enunciados o proposicionales: A0, A1, A2, A3, …

3) Símbolos auxiliares: (,).

En términos de conjuntos, llamamos K al los conectivos, LP a las letras de enunciados, y par al conjunto formado
por el paréntesis curvo izquierdo y el paréntesis curvo derecho. Llamaremos "palabra" a cualquier cadena de
signos de A, el conjunto de todas las palabras será denotado por Pal(A). Las palabras significativas, o enunciados
inambiguos, serán llamados "fórmulas", o conjunto (For).

LÓGICA VIVA - VAZ FERREIRA

El objeto de Vaz Ferreira al escribir este libro es estudiar la manera en que los hombres piensan, discuten, aciertan
o se equivocan. Sobre todo, de las maneras como se equivocan, un análisis de las confusiones más comunes, de
los paralogismos más frecuentes en la práctica.

Busca usar ejemplos no solo de la ciencia, sino también de la vida corriente, poner al alcance de cualquier persona
la posibilidad de razonar mejor, y evitar errores que antes no hubiera evitado, o hubiera evitado con menos
facilidad.

Entonces, podemos decir que en este libro expresa una "filosofía del error": aborda los modos de pensar
equivocados. El libro tiene dos finalidades, una pedagógica, y otra práctica.

Conforma una variedad temprana de lo que se llama hoy "lógica informal" o "práctica argumental", por llevar la
lógica los problemas y discusiones reales. Al contrario que la lógica tradicional (rígida y artificial), Lógica Viva evita
sistematizar clases argumentales, sino que presenta como advertencias los peligros que existen al argumentar.

Estos errores cognitivos (al pensar o argumentar) son denominados paralogismos o falacias. Sus causas surgen de
una realidad compleja, irreducible a los esquemas de pensamiento. La psíquica es una realidad continúa y fluida,
que es imposible de traducir sin perdida al plano verbal, de la lógica.

Presenta tres grados de actividad mental: 1) el psiqueo, o pensamiento no cristalizado, germinal, fermental; 2) el
pensamiento, o expresión cristalizada del psiqueo, ideas a veces fragmentadas que incluyen dudas, temores,
contradicciones; y 3) el lenguaje, escrito o hablado.
* Falacia de falsa oposición

El primer paralogismo que plantea es el de falsa oposición. Constituye una exageración, genera una falsa oposición
(estableciendo incompatibilidad entre las partes), y consiste en tomar por contradictorio cosas que en realidad
solo son distintas, o tomar por contradictorio lo que es complementario.

* Cuestiones de palabras y cuestiones de hechos

Plantea también Vaz Ferreira que existen las "cuestiones de palabras" y las "cuestiones de hechos": muchas veces
la gente discute sobre las cosas, y otras veces sobre cómo deben ser nombradas las cosas. Confundirlas conduce al
paralogismo.

* Cuestiones explicativas y cuestiones normativas

Establece también las "cuestiones explicativas" y las "cuestiones normativas". Las normativas comprenden tres
momentos:

1) Primer momento: investigar o determinar todo lo que podría hacerse, especificar todas las soluciones posibles.

2) Segundo momento: estudiar las ventajas e inconvenientes de cada una de esas soluciones.

3) Tercer momento: elegir una de esas soluciones.

Cada uno de estos momentos puede tener paralogismos:

1) En el primer momento puede suceder que no se tomen en cuenta todas las soluciones posibles (error por
omisión), u omitir soluciones que podrían ser combinaciones de otras planteadas por separado, o que resultan de
la aplicación e otras.

2) En el segundo momento, puede haber dificultades en observar las ventajas y desventajas (si las soluciones ya
fueron aplicadas) o en prever sus ventajas y desventajas. También hay factores morales o estéticos, que no son
cuantificables, pero influyen en la elección. Por último, la diferencia en temperamentos hace que ciertas ventajas
o inconvenientes pesen más o menos para cada persona.

3) El tercer momento debería venir después del segundo, pero en la realidad, suele ser al revés. Este es
justamente uno de los errores más usuales en las cuestiones normativas, porque ya hay una decisión previa, una
preferencia no justificada, que nos hace examinar mal las ventajas y los inconvenientes.

El principal paralogismo es tratar las cuestiones normativas como si forzosamente todas tuvieran alguna solución
sin inconvenientes. La causa de esto proviene de la forma en que se tratan las cuestiones explicativas, en las que,
al menos teóricamente, hay una sola solución.

En las cuestiones explicativas, "solución" significa averiguar, comprender, explicar, entonces esa solución es
teóricamente única y perfecta. Por otro lado, en las cuestiones normativas, "solución" significa una elección, y en
la práctica, suele tener que elegirse lo menos imperfecto.

* Falacias verbo-ideológicas

Entonces, en una cuestión explicativa, la gente creerá que la solución es verdadera, mientras que en una cuestión
normativa, la solución es por grados. Pero existe una tercera opción:

Las falacias verbo-ideológicas son las que tienen que ver con la relación entre el lenguaje y pensamiento. Se cae en
ellas cuando se discuten problemas sin sentido, y cuando se detectan, debe dejarse de discutir.
* Pensamiento por sistemas y pensamiento por ideas: Paralogismo de falsa sistematización

Otro error común es adoptar un sistema de pensamiento, y aplicarlo inflexiblemente ante todos los aspectos de la
vida, en todos los casos. Lo mejor es tener en cuenta nuestras observaciones y conocimientos, y "reservar" la idea,
tenerla en cuenta, como una herramienta para reflexionar ante cada problema real y concreto.

Así, un sistema sería el naturismo, en que en medicina, higiene, pedagogía, etc, apliquemos siempre lo observado
en la naturaleza. Reservar la idea, en cambio, sería enfrentar cada problema, en sí mismo, y allí tener en cuenta
factores tales como la adaptación del hombre a las condiciones naturales, los avances científicos ya realizados,
etc; y tomar la decisión según cada caso.

Pensar por ideas parece presentar incertidumbres, porque tenemos que considerar grados, límites, casos, etc,
pero no restringe. En cambio, el sistema (-ismo) está condenado fatalmente a la unilateralidad y al error, porque la
realidad no es tan simple como para poder enfrentarla rígidamente. Considerar una idea como un sistema de
verdad absoluta solo logra cegarnos ante los méritos de otras ideas, otras verdades.

* Ilusión de experiencia

Se trata, simplemente, de creer que algo es cierto porque desde hace mucho tiempo se hace de determinada
manera. Se robustece la fe en una creencia, como si se la hubiera comprobado experimentalmente.

MODELO DE TOULMIN - MARAFIOTI

¿Qué diferencia plantea Toulmin entre la lógica formal y la lógica practica?

Toulmin entiende la lógica como una metodología de análisis de una secuencia racional. La lógica tiene que ver
con lo que los hombres piensan, argumentan e infieren. Funciona como una disciplina autónoma sin contacto con
la vida cotidiana. Para Toulmin la lógica es jurisprudencia generalizada. En el único campo que podría funcionar la
lógica clásica es en el de las matemáticas y propone desplazar el campo de atención de la lógica a la lógica
práctica, no formal, que es una lógica aplicada.

Para usar esta perspectiva parte del ámbito jurídico, plantea que la lógica es jurisprudencia generalizada. Los
argumentos pueden ser comparados con litigios jurídicos. La relación entre lógica y jurisprudencia ubica en el
centro la función crítica de la razón. Un buen argumento es aquel que resiste a la crítica los argumentos, los
elementos que los conforman, las funciones que cumplen y como estas se relacionan entre sí.

El modelo de Toulmin es, en principio, justificador. Analiza la técnica por la cual un locutor brinda una justificación
a una aserción que había sostenido y que es puesta en duda por su interlocutor. Una aserción razonable es, en
principio, aquella que puede afrontar la crítica, una aserción que el locutor es capaz de integrar a un cierto
esquema de procedimiento que se desarrolla según un número de etapas.

El esquema de 3 términos, datos, garantía y conclusión, nutren el centro de la argumentación y se pueden


relacionar los otros elementos del esquema son argumentaciones secundarias que sostienen la argumentación
principal. Se constituye así una red argumentativa.
Conclusión y datos: Se va a responder la pregunta presentando un cierto número de datos (D) que justifican el
enunciado general. Este último tomará el estatuto de conclusión (C). Se liga por una flecha el dato factico y la
conclusión que este permite.

“Harry es un ciudadano británico” (C)


“Harry nació en Bermudas” (D)

Se liga por una flecha el dato fáctico y la conclusión que este permite:

D -------> C

Garantías: (G) Es la formulación de una regla, licencia de inferir o ley de pasaje. Es un puente entre (D) y (C). La
garantía cumple el papel de ser la premisa mayor del silogismo clásico. Las garantías no son hechos sino reglas que
permiten o autorizan el paso de unos enunciados a otros. El dato corresponde a la premisa menor del silogismo.

"Ya que un individuo nacido en las Bermudas es generalmente (M) ciudadano británico" (G)

Modalizadores y restricciones. Hay que precisar con que fuerza la relación de los datos permite extraer la
conclusión. En el enunciado completo de (C) figurara un modalizador (M) que puede tomar la forma lingüística de
un adverbio como “generalmente”. El esquema argumentativo prevé en consecuencia un lugar para la refutación
potencia (R) de su conclusión.

"A menos que Su padre y su madre sean extranjeros" (R)

Soportes (S): La ley (o garantía) puede ser cuestionada por lo cual hay que apoyarla en un justificativo.

"Dado que el estatuto jurídico de los individuos nacidos en las colonias británicas de padres que cumplen
condiciones…"

D en consecuencia (M) (C)

Ya que G a menos que (R)

Dado que (S)

El ejemplo completo seria:

Harry nació en Bermudas (D) en consecuencia (M) Harry es ciudadano


probablemente británico (C)

Ya que A menos que


Un individuo nacido en las Su padre y su madre sean
Bermudas es generalmente extranjeros (R)
ciudadano británico (G)

Dado que
Las disposiciones legales así lo
establecen…… (S)
Los datos en los que se basa tienen que ser relevantes en relación con la conclusión planteada en el argumento y
suficientes para apoyarla. La garantía con que uno cuenta para asegurar ese apoyo tiene que ser aplicable al caso
que se está discutiendo y tiene que basarse en un sólido soporte. La modalidad o fuerza de la pretensión
resultante tiene que basarse explícitamente y han de entenderse bien las posibles refutaciones o excepciones.

Todos los elementos están vinculados, de manera que existe una importante dependencia entre ellos. Debe existir
un necesario consenso previo entre quienes participan de la argumentación respecto del campo que se va a
debatir. Estos puntos en común son los que permiten asignarle cierta legitimidad a cada campo argumentativo. Lo
que funciona como garantía ultima de los argumentos ante cualquier audiencia es el sentido común.

El esquema de tres términos (datos, garantía y conclusión) nutre el centro de la argumentación, y se pueden
relacionar los otros elementos del esquema como argumentaciones secundarias que sostienen la argumentación
principal. Se constituye así una red argumentativa que organiza los dispositivos destinados a fortalecer la
argumentación central.

La verdad es un concepto gradual y no un concepto binario (V/F). El modelo de Toulmin no es retorico sino
vericondicional. La validez de un enunciado no se mide por el grado de adhesión de un auditorio sino que refiere a
la noción tradicional de validez, volviéndola relativa en el dominio del enunciado conclusión. Hay una
relativización de la noción de Auditorio y del Locutor. Toulmin define la argumentación como una “interacción
humana”.

La inclusión del concepto de campo argumentativo hace que el modelo no sea tan formal y abstracto ya que re
descubre la noción de tropos o lugar común sobre la cual la retórica antigua fundamenta la las teorías de la
invención. Cada ámbito de la argumentación impone sus restricciones y sus posibilidades. La noción de campo
argumentativo se extiende a los foros de discusión que encuentra su lugar al lado de las reglas de procedimiento,
de las técnicas de argumentación, de los tipos de pruebas, de las implicaciones prácticas que tiene lugar en las
diferentes empresas en el curso de las cuales se argumenta y se razona en común.

Ningún campo presenta mejores argumentos que otro campo, se notan semejanzas y diferencias entre los modos
y los estilos de argumentación. El único juicio valido será el relativo al interior de un campo. No vale el análisis
comparativo de los distintos campos entre sí.

La pretensión de validez varía según los contextos de acción. Los diversos contextos en los que pueden
presentarse argumentaciones se pueden reducir a un número determinado de “campos argumentativos”. A cada
uno le corresponden diferentes pretensiones de validez y diferentes tipos de argumentación.

Toulmin señala la diferencia que se puede dar entre los diferentes campos argumentativos a partir del punto de
vista de la institucionalización. Para ello distingue entre un modelo de organización orientado al conflicto y un
modelo de organización orientado al consenso, y en el plano del proceso reconoce contextos de acción
funcionalmente especificados en los que esta ubicado el habla argumentativa como mecanismo resolutorio de
problemas.

Reconoce cinco campos de argumentación representativos: el derecho, la ciencia, la crítica de arte, la dirección de
empresas, y la ética. Desarrolla su programa extrayendo el mismo esquema argumentativo dependiente de cada
campo.

Distingue entre el esquema general que sostiene las estructuras de los argumentos que son constantes respecto
del campo (datos, conclusión, garantías, modalizadores y restricciones) y las reglas especiales de argumentación
dependientes del campo que son esenciales para las esferas de la vida que representan.
La fuerza de los argumentos incluye cuatro tipos de temas:

 Los enunciados calificadores


 Las excepciones y condiciones de presentación de los argumentos
 El concepto de carga de la prueba
 La argumentación relevante

Los enunciados calificadores se emplean para establecer el grado de certeza de una aserción particular. Por esta
razón, las conclusiones son introducidas por palabras del tipo indudablemente, probablemente, posiblemente,
necesariamente, etc. La función de los adverbios es indicar el tipo de fuerza racional que debe atribuírsele a la
conclusión, de esta manera, moralizan calificativamente. Cada argumento tiene cierta clase de fuerza.

Importa considerar como se admiten las excepciones y condiciones de presentación de los argumentos. Algunas
garantías llevan a conclusiones incondicionalmente, otras lo hacen en situaciones normales, mientras que algunas
garantías son eficaces solo para casos excepcionales. Existen dos razones para que una conclusión no sea
presentada como definitiva o cierta. Sea porque el dato, la garantía y el soporte sustentan la conclusión solo
parcial o débilmente; o porque el dato, la garantía y el soporte sustentan la conclusión solo en ciertos contextos o
bajo ciertas condiciones. Los adverbios para estos casos son presumiblemente, normalmente, ocasionalmente, e
indican cuanta fuerza poseen los argumentos según las condiciones y circunstancias de su construcción y
presentación.

En el caso de carga de la prueba, se da que en muchas situaciones cotidianas se toman decisiones en forma
racional aun cuando no se posea suficiente información. Cuando la información es pobre, no resulta racional
suspender la formulación de juicios, ya que las situaciones prácticas demandan una intervención urgente.

Finalmente, solo se comprenderá qué le otorga poder y fuerza racional a los argumentos, al investigar como estos
sirven a los propósitos especializados de empresas profesionales como las constituidas por la ley, la ciencia, etc. Es
decir, lo relevantes que sean para ellas.

Las condiciones de fuerza y relevancia de los argumentos, solo será entendidos si son analizados en el contexto
mas amplio de las demandas y los objetivos de la empresa en la que emergen.

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