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REVISIÓN PSICOMETRICA DE LA DEPRESIÒN: “PROBLEMA DE LA


ACTUALIDAD”
Stefany Mogrovejo, Maria Fernanda Paredes, Sherida Rojas y Jimmy Vera
Universidad Privada de Tacna

Resumen

Este trabajo considero a estudiar solo los instrumentos psicológicos que miden la
depresión, se considera todos los datos elementales, tales como: Autor, año de
publicación, lugar de creación, definición, confiabilidad, validez y otros datos que se
resaltan en el trabajo. Los test psicométricos que se tomaron como estudio fueron: Escala
de Depresión de Yesavage, Inventario de Depresión Infantil (CDI), Inventario de
Depresión Estado-Rasgo (IDER), Escala de Zung Depresión, Escala de Depresión
Geriátrica (GDS), Quick Inventory of Depressive Symptomatology-Self Report (QIDS-
SR), Escala de Hamilton para la Evaluación de la Depresión (Hamilton) y CDS.
Cuestionario de Depresión para Niños. Finalmente, se concluye que los test
psicométricos son una herramienta eficaz para la medición en psicología por sus
características científicas de confiabilidad y validez.

Palabras clave: Test psicométricos, Depresión, Confiabilidad y Validez

Abstract

This work considers to study only the psychological instruments that measure depression,
is considered all elementary data, such as: Author, year of publication, place of creation,
definition, reliability, validity and other data that are highlighted in the work. The
psychometric tests that were taken as a study were: Yesavage Depression Scale, Infant
Depression Inventory (CDI), State-Trait Depression Inventory (IDER), Zung Depression
Scale, Geriatric Depression Scale (GDS), Quick Inventory of Depressive
Symptomatology-Self Report (QIDS-SR), Scale for Depression Assessment (Hamilton)
and CDS: Depression Questionnaire for Children. Finally, we conclude that psychometric
tests are an efficient tool for measurement in psychology because of its scientific
characteristics of reliability and validity.

Keywords: Psychometric tests, Depression, Reliability and ValidityKeywords:


Depression
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Introducción

La depresión es un trastorno psicológico del estado anímico, esto dificulta las


capacidades cognitivas, afectivas y psicosociales durante un período de algunas semanas
o más.

En el siglo XVIII, en Inglaterra, se habla de depresión por primera vez, hubo que esperar
a finales del siglo XIX y principios del XX para que se empezara a estudiar en
profundidad. Quienes empezaron a profundizar en la enfermedad fueron el alemán Emil
Kraepelin y el austríaco Sigmund Freud, padre del psicoanálisis.

En el año de 1970, los principales enfoques psicológicos explicativos de la


depresión o bien procedían del psicoanálisis o estaban basados en las teorías del
aprendizaje. La crisis del conductismo y su paulatina sustitución por el paradigma
cognitivista influye en los modelos teóricos que tratan de dar cuenta de la aparición de la
depresión. Estos comienzan, a partir de finales de 1960, no sólo a reconocer sino también
a enfatizar el papel que algunos factores de naturaleza mental o cognitiva juegan en la
génesis de la depresión.

Valdemar y Miranda (2008) señalan que la depresión o descenso de la actividad


funcional, es un síndrome psiquiátrico que consiste en el pesimismo y tristeza, retardo
psicomotor, insomnio y pérdida de peso, sentimientos de culpa y preocupaciones
somáticas con frecuencia de proporciones delirantes.

García y Palazón (2010) manifiestan que la depresión es un trastorno psicológico


que se caracteriza por una alteración del estado de ánimo y de la vitalidad del ser humano,
que impide que la persona funcione como de costumbre en su entorno familiar, social y
laboral y que genera un gran malestar.

Goncalves, Gonzales y Vázquez (2008) señalan que la depresión es una alteración


incluida dentro de los trastornos del estado de ánimo, cuya principal manifestación es la
alteración en el sentido de ánimo bajo, los trastornos depresivos son el grupo más
frecuente de los atendidos por los especialistas, el humor del paciente depresivo
generalmente es de tonalidad triste y rara vez este tipo de humor se da de forma aislada;
en el síndrome depresivo está afectado el sistema motor, el sueño, el apetito y la
cognición.
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El concepto de depresión da referencia a síntomas afectivos y de sentimientos o


emociones negativas como: tristeza patológica, decaimiento, irritabilidad, impotencia
frente a las exigencias de la vida, también presentan síntomas cognitivos, volitivos o
incluso somáticos (Sudupe, Taboada, Castro & Vázquez, 2006).

Chinchilla (2008) refiere que existen diversos síntomas como: falta de humor,
desinterés, pesimismo, desesperación, pensamientos vagos, ideas delirantes depresivas,
falta de sociabilización, aislamiento, desinterés por el deseo de vivir, memoria baja,
atención y concentración dificultosa.

Existen diversos tipos de depresión, donde se encuentran con mayor frecuencia:


depresiones atípicas, depresión (niños, adolescentes, mujeres, varones y ancianos),
depresiones crónicas, depresión ansiosa, depresiones psicopáticas, donde los
tratamientos psicológicos más comunes son: psicoterapias conductistas, terapias
cognitivo conductual y terapia interpersonal de la depresión, estos tratamientos van a
depender del abordaje y habilidad del terapeuta, identificando las características
personales del paciente. (Vallejo, 2005)

Investigaciones han demostrado la importancia que tienen los acontecimientos


estresantes como la perdida de relaciones importantes por separación, divorcio o muerte
en la aparición de la depresión ; es evidente que los estresores psicosociales relacionados
con procesos de duelo juega un papel muy importante en la aparición de este trastorno
exponiendo al sujeto a un riesgo aumentando de padecer otros episodios depresivos, con
la probabilidad de desencadenar cambios persistentes en su vida (Arribillaga, Cortés &
Goicochea, 2006).

Evans, Charney y Lewis (2006) Manifiestan que la depresión se presenta en


primer lugar con quejas somáticas y psicosociales que incluyen: dolor, cansancio (cefalea
o lumbalgia), también con mareos o debilidad, trastorno del sueño, disfunción orgánica
vaga (náuseas o estreñimiento), bajo rendimiento de la memoria y cognición, problemas
de aprendizaje y atención.

Arregui (2010) Refiere que la presión ocupa el tercer lugar de morbilidad en el


mundo según La Organización Mundial de Salud y se calcula que en el año 2020 la
depresión sería la segunda causa, después de las enfermedades cardiovasculares.
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Ferre (2007) menciona que tanto los psicólogos como los médicos de cabecera,
podrían hacer un buen tratamiento hacia la depresión. Sin embargo, nos dice que es mejor
que ese procedimiento sea dado por un psiquiatra, dado que, este podría dar un
diagnóstico descartando enfermedades físicas y a la vez acompañado de un tratamiento
farmacológico de la depresión.

En diversas investigaciones se encuentra que la mujer presenta mayor grado de


depresión que un hombre esto también lo demostraron Serrano ed al. (2008) en donde
encontraron que la proporción de varones y mujeres, en relación a la población en general,
que sufren de depresión y que en algunos casos llevan tratamiento es de dos mujeres por
cada varón. Diferentes investigaciones dan explicación ante este resultado por la
influencia de factores como el ámbito social, estereotipos y la ausencia de apoyo.

Los estudiantes universitarios también sufren de algunos síntomas de depresión,


estos suelen manifestarse en su desempeño académico. Coon y Mitterer (2010) nos
mencionan los problemas que son más comunes:

 El ingreso a la universidad o el ritmo de vida universitario, provocan


síntomas de estrés en los jóvenes, lo cual les provoca dudas acerca de si
están o no llevando el estilo de vida que quisieran llevar.
 Al dejar sus grupos de apoyo, como: amigos, ex parejas, etc.; algunos
estudiantes suelen recurrir al aislamiento social, lo cual también llegaría a
producirles estrés.
 Problemas en las calificaciones o métodos de estudio inadecuados
desatarán también depresión en el alumno.
 Es probable que los estudiantes que estén sufriendo de depresión, tiendan
a ingerir sustancias alcohólicas o tóxicas para su salud.

Las personas que sufren de depresión suelen sentir malestares tanto fisiológicos
como externos. Tienen a creer que su vida carece de sentido, sintiendo así una tristeza
profunda, generalmente estos sentimientos vienen acompañados de un progresivo
aislamiento social, de esa manera la persona iría perdiendo comunicación con su entorno,
centrándose así más en sus sentimientos depresivos y con la creencia de que su entorno
no estaría apoyándolo, más bien hundiéndolo más (Díaz, 2011).
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Existen varias posturas hacia la depresión, para García (2010) la depresión se concebia
de tres maneras. Una era la teoría conductual, el cual señalaba la falta de refuerzo en
cuanto la falta de actividad del reprimido que no logra encontrar refuerzos en la sociedad
y es asi que se da la depresión. La segunda era la teoría biológica, que resumia la
depresión en la ineficacia del equilibrio en los neurotransmisores. Y la tercera era la teoría
cognitiva, que afirmaba que la depresión era consecuencia de pensamientos incorrectos,
por una cognición alterada en donde la percepción es distorsionada.

También, Trickett (2009) informo de otras tres tipos de depresión:

 Depresión externa, a veces se le llama depresión exógena, reactiva o neurótica. Se


reacciona a las circunstancias de la vida con depresión. Cuando el cambio en la
vida de la persona es triste resulta fácil una alteración del estado de ánimo.
 Depresión enmascarada o somática, los síntomas toman forma física, como dolor
de espalda, dolores de cabeza, problemas digestivos. El que sufre puede que no se
dé cuenta del motivo de su problema y niega estar deprimido defensivamente.
 Manía depresiva, se da cuando el sujeto pasa de estar muy animado a estar muy
desanimado. Algunas personas con manía disfrutan de sus momentos de gran
ánimo, pero muchas personas con manía disfrutan de sus momentos de gran
ánimo, pero muchas otras los encuentran tan deprimentes como los momentos
bajos porque saben que su personalidad cambia.

Analizar reflexiva y críticamente las teorías científicas de un dominio específico


y los instrumentos psicológicos que se emplean para su medición, así como también
cualquier otro aspecto que sea relevante o pertinente en la revisión bibliográfica de
un constructo.

Método

Materiales

Se sustrajo información de diferentes fuentes: libros en físico como: La depresión


y sus máscaras: Aspectos Terapéuticos de Chinchilla, Introducción a la Psicología: El
acceso a la mente y la conducta de Coon, Guía para el médico: Depresión y Trastornos
Bipolares de Evans. Así como de libros virtuales entre los que están la Caracterización
de la depresión en jóvenes universitarios de Arribillaga. Buscamos en revistas donde
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encontramos la depresión y su contexto. Revista de Neuro-Psiquiatría de Arregui. Se


utilizó también artículos de internet como Salud en familia. Depresión. de Diaz, cuatro
libros virtuales sobre la depresión de autores como Arribillaga et al. (2006) y Bacca et al.
(2004); seis libros físicos como ¨La depresión y sus máscaras¨ de Chinchilla, así como
también se utilizó dos artículos científicos relacionados al tema, y material de apuntes de
la Universidad Privada de Tacna , también se optó por bases de datos confiables como
Redalyc y Tesis de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Análisis de la información.

La búsqueda y recopilación de información se realizó a partir del 02 de mayo del


presente año 2017, siendo el criterio de búsqueda el siguiente, recolectando información
de la biblioteca de la Universidad Privada de Tacna como también a libros virtuales,
revisando artículos sobre el tema, revistas, investigaciones, los criterios de búsqueda
fueron: depresión, depresión en la sociedad, estadística de depresión en el mundo, causas
de depresión, depresión en adolescentes, trastorno de depresión. Se obtuvo información
con fechas de publicación no mayor a 10 años de antigüedad, en su mayoría. Está
organizado desde lo general a lo particular y de idioma español.

Resultados y discusión

Escala de Depresión de Yesavage. Gomez y Campo (2010) y, Yesavage (1982)


afirman que la escala de depresión de Yesevage es una herramienta breve de 30 puntos
en el que los participantes deben responder por sí o por no con respecto a cómo se
sintieron en la última semana. La confiabilidad arroja valores de consistencia interna entre
0.76 y 0.89 en ancianos de la ciudad de Cordova. En cuanto a la validez convergente, se
comparó la GDS con la Escala Autoaplicada para la Depresión de Zung (SDS) y la Escala
para la Evaluación de la Depresión de Hamilton (HRS-D) encontrándose una relación
muy satisfactoria entre la GDS y las dos escalas, con valores de 0.84 y 0.83
respectivamente. Además, se ha encontrado una buena correlación entre la GDS y el
Inventario de Depresión de Beck (0.78 y 0.74 al cabo de seis meses). En cuanto a la
validez de constructo, se ha comprobado que la GDS es una medida específica de
depresión, aunque tiene serias dificultades en detectar depresión leve o ligera cuando se
utilizan muestras de ancianos institucionalizados. Discrimina entre personas ancianas con
depresión y sin depresión. Se encontró en la GDS una sensibilidad del 84% y una
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especificad del 95% para un punto de corte de 15 y del 100% y 80%, respectivamente,
para un punto de corte de 11.

Inventario de depresión infantil (CDI). El CDI evalúa dos escalas: Disforia


(humor depresivo, tristeza, preocupación, etc.) y Autoestima negativa (juicios de
ineficacia, fealdad, maldad, etc.) y proporciona una puntuación total de Depresión. Fue
creado por Kovacks en el año de 2004 en Nueva York. Respecto a la consistencia interna,
se obtuvo un Alfa de Cronbach de 0.835. Para comprobar la validez de constructo, se
realizó un Análisis Multivariado basado en CATPCA. El análisis de componentes
principales categóricos fue realizado con varias dimensiones (Pérez et al, 2014)

Inventario de Depresión Estado-Rasgo (IDER). El IDER es un inventario muy


breve (20 elementos) destinado a evaluar por una parte el grado de afectación (Estado) y
por otra la frecuencia de ocurrencia (Rasgo) que el sujeto muestra en relación con los
componentes afectivos de la depresión. Fue creado por Spielberger en el año 2007 en
España. Con el análisis factorial exploratorio (AFE) se confirmó una vez verificados los
supuestos para la aplicación del AFE para la escala Rasgo mediante la prueba Keiser-
Meyer-Olkin (KMO = .848) y la prueba de esfericidad de Bartlett (X2 = 2871.893 gl=
45 y p< .001) los resultados muestran que el análisis factorial de ejes principales, arrojó
una estructura de dos componentes que explican el 51.57% de la varianza. En el primer
componente saturaron la totalidad de los ítems con pesos factoriales superiores a .40
(Agudelo, Gómez & López, 2014)

CET-DE. Cuestionario Estructural Tetra dimensional para la Depresión creada


por Alonso Fernández en el año 1986 es un instrumento heretoadministrado que registra
la presencia de los síntomas. Compuesto por 63 ítems distribuido en cuatro partes:
dimensión I(humor depresivo), 21 ítems ; dimensión II (anargia), 14 ítems; dimensión
III(discomunicación), 14 ítems; dimensión IV(ritmopatía), 14 ítems. La confiabilidad de
test-retest en las siguientes dimensiones: dimisión I (0,86) excelente, dimisión II (0.88)
excelente, dimensión III (0,83) excelente, dimensión IV (0,61) aceptable; y la
confiabilidad de inter- observador (entre siete parejas de observadores) en la dimensión I
(0,90) acuerdo del 95%, dimensión II (0,70) acuerdo del 85%, dimensión III (0,90)
acuerdo del 95%, dimensión IV (0,90) acuerdo del 95%.

Inventario de Depresión de Beck. BDI-II, Inventario de Depresión de Beck - II


fue creado por el psiquiatra Aaron Temkin Beck y fue publicado por primera vez en 1961,
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en la actualidad existen tres versiones, aplicables a personas mayores de 13 años. Se


compone de 21 ítems indicativos de síntomas tales como tristeza, llanto, pérdida de
placer, sentimientos de fracaso y de culpa, pensamientos o deseos de suicidio, pesimismo,
etc. Estos síntomas se corresponden con los criterios para el diagnóstico de los trastornos
depresivos recogidos en el DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales, cuarta edición, American Psychiatric Association, 1994) y CIE-10
(Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas relacionados con
la Salud, Organización Mundial de la Salud, 1993). Sus ítems no se derivan de ninguna
teoría concreta acerca del constructo medido, sino que describen los síntomas clínicos
más frecuentes de los pacientes psiquiátricos con depresión. Se presentan datos sobre la
fiabilidad y validez de la traducción española de la versión de 1978 del Inventario para la
Depresión de Beck (Beck Depression Inventory, BDI; Beck, Rush, Shaw y Emery, 1979)
obtenidos con una muestra de 338 pacientes no hospitalizados con diversos diagnósticos
psicopatológicos según el DSM-III-R (A.P.A., 1987/1988). El coeficiente alfa de
fiabilidad fue alto (0,90). Los índices de validez de criterio fueron aceptables: los
pacientes con trastornos depresivos tenían puntajes significativamente más alto que los
pacientes con trastornos de ansiedad o esquizofrenia, y el análisis discriminante de los
ítems del BDI reveló que el grupo de ítems de Tristeza, Insatisfacción y Fatiga clasificaba
correctamente al 88 % de los pacientes como depresivos o no depresivos. El análisis de
la precisión diagnóstica reveló que no existe ningún punto de corte que por sí mismo sirva
para realizar un diagnóstico diferencial válido entre tipos de pacientes. Se concluye que
el BDI es un instrumento válido de detección y cuantificación de síntomas depresivos en
pacientes, pero su utilidad como herramienta diagnóstica es limitada.

Escala de Hamilton para la evaluación de la Depresión. Nombre Original:


Hamilton Depression Rating Scale, (HRSD) creada por M. Hamilton en el año 1960. Es
un instrumento de escala heteroaplicada. Ofrece una medida cuantitativa de la intensidad
del trastorno depresivo y permite cuantificar la evolución de los síntomas bajo el efecto
de un tratamiento. Puede ser aplicada a personas con diagnóstico de trastorno depresivo.
También es utilizada en pacientes alcohólicos y con demencia, en población geriátrica.
Las escalas más utilizadas tienen 21 y 17 ítems. El marco temporal de la evaluación se
refiere al momento actual y/o los días o semana previa. Su contenido se centra
fundamentalmente en los aspectos somáticos y comportamentales de la depresión, siendo
los síntomas, cognitivos y de ansiedad los que más peso tienen en el cómputo total de la
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escala. Se han identificado distintos factores o índices, de los que los más usados son:
Índice de melancolía, formado por los ítem 1 (estado de ánimo depresivo), 2 (sensación
de culpabilidad), 7 (trabajo y actividades), 8 (inhibición), 10 (ansiedad psíquica) y 13
(síntomas somáticos generales); Índice de ansiedad, formado por los ítem 9 (agitación),
10 (ansiedad psíquica) y 11 (ansiedad somática); Índice de alteraciones del sueño,
formado por los tres ítem referidos a insomnio (4,5,6). Entre los criterios de calidad están:
Fiabilidad: En sus dos versiones (adaptadas) esta escala posee una buena consistencia
interna (alfa de Cronbach entre 0,76 y 0,92). El coeficiente de correlación intraclase es de
0,92. La fiabilidad inter-observador oscila, según autores, entre 0,65 y 0,9. Validez: Su
correlación con otros instrumentos de valoración de la depresión como la Escala de
Depresión de Montgomery- Asberg, o el Inventario de Sintomatología Depresiva y la
Escala de Melancolía de Bech, oscila entre 0,8 y 0,9. La validez es menor en pacientes de
edad elevada, aunque ha mostrado buenos índices psicométricos en subpoblaciones de
especiales características y mantiene un buen rendimiento en población geriátrica. Es muy
sensible al cambio terapéutico.

CDS. Cuestionario de Depresión para Niños. Su nombre original es CDS.


Children’s Depression Scale. Fue creado por Moshe Lang y Miriam Tisher. Puede ser
aplicado de manera individual y colectiva en niños desde los 8 a los 14 años la versión en
español y desde los 8 a los 16 años la versión en euskera. La duración de su aplicación es
de aproximadamente 30 a 40 minutos. Busca la evaluación global y específica de la
depresión en los niños y adolescentes. Uno de los instrumentos más utilizados para
evaluar la depresión infantil en los ámbitos psicoeducativo y clínico es el Cuestionario de
Depresión para Niños (CDS) de Lang y Tisher. El CDS está compuesto por 66 ítems, 48
de carácter depresivo y 18 de carácter positivo, que evalúan dos dimensiones (Total
depresiva y Total positiva) y se agrupan en ocho sub-escalas que contribuyen a clarificar
la manifestación de la sintomatología depresiva en los niños y adolescentes, puesto que
estos pueden manifestar su depresión de muy diferentes maneras (Lang, M. y Tisher, M.
2014)
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Referencias

Agudelo, D., Gómez, Y., & López, P. (2014). Propiedades Psicométricas del Inventario
de Depresión Estado Rasgo (IDER) con una muestra de población general
colombiana. Recuperado de:
http://www.scielo.org.co/pdf/apl/v32n1/v32n1a06.pdf

Arregui A. (2010). La depresión y su contexto. Revista de Neuro-Psiquiatría, volumen


(73), página 75-76.

Arribillaga, M., Cortés, C. & Goicochea, V. (2006). Caracterización de la depresión en


jóvenes universitarios. Bogotá. Editorial Red Universitas Psychologica

Chinchilla, A. (2008). La depresión y sus máscaras: Aspectos Terapéuticos. Madrid.


Editorial Médica Panamericana S.A.

Coon, D. & Mitterer, J. (2010). Introducción a la Psicología: El acceso a la mente y la


conducta. México D.F. Editorial Cencage Learning S.A.

Díaz, H. (2011). Salud en familia. Depresión. Recuperado de


http://www.saludenfamilia.es/general.asp?seccion=515

Evans, D., Charney, D. & Lewis, L. (2006). Guía para el médico: Depresión y Trastornos
Bipolares. Madrid. Editorial McGraw Hill Interamericana.

Ferre, F. (2007). Guía de ayuda a pacientes y familiares: Afrontar la depresión.


Recuperado de https://consaludmental.org/publicaciones/Afrontarladepresion.pdf

García, J. & Palazón, P. (2010). Afronta tu depresión: con psicoterapia interpersonal.


Madrid. Editorial Descleé de Brouwer.

Goncalves, F., Gonzales, V. & Vázquez, J. (2008). Guía de buena práctica clínica en
depresión y ansiedad. Segunda Edición. Madrid. Editorial International
Marketing and communication S.A.

Lang, M. y Tisher, M. (2014). CDS. Cuestionario de Depresión para Niños. Manual, 8ª


edición (Seisdedos, N., adaptador). Madrid: TEA Ediciones.
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Perez et.al. (2014). Adaptación del inventario de depresión infantil de Kovacs en


adolescentes de 12 a 15 años. Recuperado de:
http://www.revistahph.sld.cu/rev%20nro1-2014/hph%20orig1.html

Sanchez, J. (n.d). Historia de la depresión. Recuperado de


http://depresion.about.com/od/historiasreales/a/Historia-Depresion.htm

Serrano, M., Gili, M. & Roca, M. (2008). Guía Práctica: depresión en la mujer.
Barcelona. Ediciones Mayo S.A.

Sudupe, J., Taboada, O., Castro, C. & Vázquez, C. (2006). Depresión. Recuperado de
http://www.scamfyc.org/documentos/Depresion%20Fisterra.pdf

Valdemar, F. & Miranda, O. (2008). Diccionario de Psicología. Lima. Editorial San


Marcos E.I.R.L.

Vallejo, J. (2005). Consenso: Tratamiento de las depresiones. Barcelona. Editorial Elece


Industrial Gráfica S.L

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http://pendientedemigracion.ucm.es/info/psclinic/evaluacion/Proyecto%20Apoy
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20DEL%20ESTADO%20DE%20ANIMO/ESCALA%20DE%20DEPRESION
%20GERIATRICA/GDS_F.PDF

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