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MES DE MARÍA

JUEVES 29 DE NOVIEMBRE

GUÍA:
Buenos días Comunidad Educativa Pastoral del Colegio Providencia. Nos encontramos una
vez más reunidos para celebrar a nuestra Madre, la Virgen María. En este tiempo iremos
recorriendo su camino y agradeciendo el infinito amor que tiene hacia nosotros. Con un corazón
alegre y agradecido damos inicio a nuestra celebración, Invocando juntos la presencia Trinitaria
que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, Amén. Cantamos junto al coro.

CANTA EL CORO

GUÍA:
En este día María nos enseña a escuchar a Jesús. Queremos aprender de ella a estar
atentos a las enseñanzas de su hijo amado. Como alabanza hacia nuestra madre que nos guía
rezamos la oración inicial.

(ORACIÓN INICIAL__________________________________)

GUÍA:
María es dichosa y bienaventurada, no sólo por el hecho físico de haber tenido a Jesús en
su vientre y haberlo criado con amor y esmero, sino por el hecho sobrenatural de haber creído
en la palabra de Dios, haberla guardado en su corazón y hacerla vida durante toda su vida.
La palabra de Dios que proclamamos es una imagen, un dibujo de Dios, un eco de Dios.
Escuchemos el Santo Evangelio tomado del libro de Apocalipsis, capítulo 21, versículos del 1 al 5.

(EVANGELIO______________________________________)

Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el
mar. 2 Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios, preparada como una novia
hermosamente vestida para su prometido. 3 Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos,
está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. 4 Él les
enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de
existir».

5
El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!» Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son
verdaderas y dignas de confianza».

PALABRA DE DIOS

GUÍA:
María crea comunión y educa a un estilo de vida compartida y solidaria, en fraternidad, en
atención y acogida del otro, especialmente si es pobre o necesitado.
Que su testimonio de Discípula y Misionera de la Vida nos guíe y nos ayude a ser cada día
testigos de Jesucristo, para que nuestros pueblos, en Él tengan vida. Escuchemos lo que se nos
quiere decir a través de la reflexión.
(REFLEXIÓN___________________________________________)

El relato describe esa renovación total del cielo y la tierra, esa nueva relación entre Dios y
el mundo. La “Nueva Ciudad” no es nada de lo viejo: ni la Jerusalen israelita y ni siquiera la iglesia
cristiana; es realmente algo nuevo, que jamás podría ser imaginado. Dios crea y recrea las cosas
en la persona de su Hijo amado, que es un regalo de lo alto. Cristo y María son el cimiento donde
Dios quiso establecer su morada de manera permanente. No es una frágil tienda, ni tampoco un
templo de piedra, sino su presencia viva y permanente en medio de los hombres: “Allí donde dos o
más estén reunidos en mi nombre…… ahí estaré”. Dios instaura una alianza universal y quiere que
sus hijos sean fieles a esa alianza, a ejemplo de María. Ella supo reconocer en Dios aquel pacto
y morada que anidó en su corazón incluso en la hora de la muerte de su Hijo y, por supuesto,
después de su Resurrección.

GUÍA:
María, ella nos espera con sus brazos extendidos y nos acoge maternalmente, nos escucha
y le presenta a su Hijo Jesús nuestros dolores, esperanzas, necesidades, agradecimientos y todo
aquello que requerimos para ser más felices y estar más cerca del Padre. Pidamos con esta
confianza a Nuestro Señor, que por intercesión de su Santa Madre, escuche nuestras plegarias.

(PETICIONES_______________________________________)

1. Señor, Te pedimos por los alumnos del Colegio Providencia y en especial por nuestros
compañeros de cuarto medio, para que los guíes por el camino del bien. Junto a María.
Roguemos al Señor.
2. Por nuestras familias, para que impregnadas de la dulzura de María, construyan un
hogar como el que tuvieron la Sagrada Familia, para que acompañen a sus hijos, se
respeten entre ellos y nos cuiden con cariño. Junto a María. Roguemos al Señor.
3. Por los niños y jóvenes, en especial por los de nuestro Colegio, para que crezcamos en
sabiduría y gracia de Dios. Junto a María. Roguemos al Señor.
4. Por los enfermos, en especial por profesores y compañeros del Colegio Providencia,
para que María Santísima acompañe y consuele su sufrimiento. Junto a María.
Roguemos al Señor.

5. Te pedimos por nuestras religiosas, las Hermanas Misioneras Catequistas de la Sagrada


Familia, para que Espíritu Santo fortalezca su fe, las guie y las ayude en la misión de
propagar la Palabra de Dios.. Junto a María. Roguemos al Señor.

6. Por los profesores y funcionarios de nuestro Establecimiento para que sintiendo la


protección y la fortaleza de María les permita ejercer sus funciones buscando el bien
común y ser guías para nosotros, sus alumnos. Junto a María. Roguemos al Señor.

GUÍA:
Todo verdadero discípulo es por esencia peregrino de la Vida. En María ese peregrinar la
fue configurando de acuerdo a las circunstancias que le tocaba vivir.
Hoy descubriremos algunos rasgos de su peregrinar en la fe.

María, Esposa y madre: Vivió en Nazaret cerca de treinta años. Allí atendía el hogar que
había formado con José y cuidaba a su hijo. “Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en
gracia, delante de Dios y de los hombres” María: hace la voluntad de Dios en lo diario, en lo
sencillo y humilde
María, Mujer solidaria: La peregrinación de la fe significa estar atento a las necesidades del
que está junto a mí. Dos actitudes de la Virgen nos acerca el Evangelio. La primera es la visita de
María a su prima Isabel, a quien acompañó por tres meses y la segunda es cuando le pide a Jesús
que ayude en las bodas de Canaa, transformando el agua en vino.

A María No le es ajeno el dolor: Peregrinar en la fe significa también aceptar que el


misterio del dolor y la muerte están presentes en nuestra vida. “El Anciano Simeón le había
profetizado: “a ti misma una espada te atravesará el corazón”. Esa espada comenzó a tocarla al
quedar viuda de José. Pero fue muy profunda al tener que vivir lo que ninguna madre desea:
“junto a la cruz de Jesús, estaba su madre”

María, La hija mayor de la Iglesia: En el Cenáculo, a los cincuenta días de la resurrección,


el Hijo Glorificado y el Padre envían al Espíritu Santo haciendo nacer a la Iglesia. María también
estaba allí, enseñándonos que para cumplir la voluntad de Dios y ser peregrina de la Fe
necesitamos de esa comunidad querida por Jesús.

GUÍA:
Todas las madres aman a sus hijos, pero María amaba a Jesús de una manera especial,
porque sabía que su hijo Jesús era el Hijo de Dios que moriría por nuestra salvación. Jesús es
obra de María, como todo hijo lo es de su madre.
Como signo de comunión nos unimos como hermanos rezando juntos la oración que Jesús
nos enseñó para dirigirnos al Padre y un Ave María.

(ORACIONES………………………………………………………..)

GUÍA:

Agradecidos de que nuestra Madre Inmaculada nos mira con ojos misericordiosos
imploremos su maternal protección rezando juntos la oración final del mes de María.

(ORACIÓN FINAL……………………………………………………………..)

LOCUTORA:
Que la protección de la Virgen, por quien hemos recibido al Autor de la vida nos acompañe.
Que nuestra Señora Reina de la Paz, nos conceda la alegría de vivir en Cristo.
Los estudiantes de primer año de Catequesis del colegio Providencia les agradece su
participación y respeto y los invita a comprometernos a entregar lo mejor de cada uno, a abrir
nuestro corazón y saber escuchar lo que Dios nos habla.
Que la Sagrada Familia les bendiga y acompañe siempre.

Llenos de confianza y amor e implorando su maternal protección. Nos despedimos de


nuestra Madre cantando.

Sagrada Familia, Bendícenos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Los que han traído flores para nuestra Madre se acercan a dejarlas al altar
Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la
primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. 2 Vi además
la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de
Dios, preparada como una novia hermosamente vestida para su
prometido. 3 Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí,
entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio
de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su
Dios. 4 Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni
llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de
existir».
5
El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las
cosas!» Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y
dignas de confianza».

PALABRA DE DIOS

El relato describe esa renovación total del cielo y la tierra,


esa nueva relación entre Dios y el mundo. La “Nueva Ciudad” no
es nada de lo viejo: ni la Jerusalen israelita y ni siquiera la
iglesia cristiana; es realmente algo nuevo, que jamás podría ser
imaginado. Dios crea y recrea las cosas en la persona de su Hijo
amado, que es un regalo de lo alto. Cristo y María son el cimiento
donde Dios quiso establecer su morada de manera permanente.
No es una frágil tienda, ni tampoco un templo de piedra, sino su
presencia viva y permanente en medio de los hombres: “Allí
donde dos o más estén reunidos en mi nombre…… ahí estaré”.
Dios instaura una alianza universal y quiere que sus hijos sean
fieles a esa alianza, a ejemplo de María. Ella supo reconocer en
Dios aquel pacto y morada que anidó en su corazón incluso en la
hora de la muerte de su Hijo y, por supuesto, después de su
Resurrección.
1. Señor, Te pedimos por los alumnos del Colegio Providencia y en
especial por nuestros compañeros de cuarto medio, para que los
guíes por el camino del bien. Junto a María. Roguemos al Señor.

2. Por nuestras familias, para que impregnadas de la dulzura de María,


construyan un hogar como el que tuvieron la Sagrada Familia, para
que acompañen a sus hijos, se respeten entre ellos y nos cuiden con
cariño. Junto a María. Roguemos al Señor.

3. Por los niños y jóvenes, en especial por los de nuestro Colegio, para
que crezcamos en sabiduría y gracia de Dios. Junto a María.
Roguemos al Señor.

4. Por los enfermos, en especial por profesores y compañeros del


Colegio Providencia, para que María Santísima acompañe y consuele
su sufrimiento. Junto a María. Roguemos al Señor.

5. Te pedimos por nuestras religiosas, las Hermanas Misioneras


Catequistas de la Sagrada Familia, para que Espíritu Santo
fortalezca su fe, las guie y las ayude en la misión de propagar la
Palabra de Dios.. Junto a María. Roguemos al Señor.

6. Por los profesores y funcionarios de nuestro Establecimiento para


que sintiendo la protección y la fortaleza de María les permita
ejercer sus funciones buscando el bien común y ser guías para
nosotros, sus alumnos. Junto a María. Roguemos al Señor.
María, Esposa y madre: Vivió en Nazaret cerca de treinta años.
Allí atendía el hogar que había formado con José y cuidaba a su
hijo. “Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia,
delante de Dios y de los hombres” María: hace la voluntad de
Dios en lo diario, en lo sencillo y humilde

María, Mujer solidaria: La peregrinación de la fe significa estar


atento a las necesidades del que está junto a mí. Dos actitudes
de la Virgen nos acerca el Evangelio. La primera es la visita de
María a su prima Isabel, a quien acompañó por tres meses y la
segunda es cuando le pide a Jesús que ayude en las bodas de
Canaa, transformando el agua en vino.

A María No le es ajeno el dolor: Peregrinar en la fe significa


también aceptar que el misterio del dolor y la muerte están
presentes en nuestra vida. “El Anciano Simeón le había
profetizado: “a ti misma una espada te atravesará el corazón”.
Esa espada comenzó a tocarla al quedar viuda de José. Pero fue
muy profunda al tener que vivir lo que ninguna madre desea:
“junto a la cruz de Jesús, estaba su madre”

María, La hija mayor de la Iglesia: En el Cenáculo, a los


cincuenta días de la resurrección, el Hijo Glorificado y el Padre
envían al Espíritu Santo haciendo nacer a la Iglesia. María
también estaba allí, enseñándonos que para cumplir la voluntad
de Dios y ser peregrina de la Fe necesitamos de esa comunidad
querida por Jesús.

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