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Una conducta reprobable es una acción que hace una persona y que ella, o el
grupo social, piensa que es `incorrecta´.
· Al actuar en forma reprobable la persona tiene este dilema: ¿Fui bueno?, ¿Fui
justo?, ¿Este acto está bien?
Cuando se opta por convencer a otros, hay dos formas básicas para hacerlo:
Justificación moral:
Gran parte de las justificaciones morales surgen de conflictos que no han sido
resueltos y siguen transmitiéndose a través de generaciones, lo que el Che
Guevara exaltaba en su testamento como «El odio eficaz es el que hace del
hombre una violenta, selectiva y fría máquina de matar...».
Los eufemismos se usan para llamar a ciertas acciones de otra forma, dando un
estatus respetable a acciones que no lo son.
Los eufemismos más poderosos son las expresiones paliativas, aquellas que
minimizan las acciones brindándoles otra connotación.
El ambiente social es clave para fortalecer o debilitar este contro interno, dando
validez o rechazando las justificaciones morales ante actos reprobables
Mmm
Definición de Remordimiento
Para los especialistas, aquellas personas que tienden a sufrir remordimiento, son
aquellas personas con un Ello muy marcado.
El Ello ha sido definido por Freud como la instancia de la conciencia que nos
impide llevar acciones inmorales y que nos mantiene dentro de los parámetros
socialmente aceptados.
Sin embargo, en aquellas personas con un Ello muy importante, cualquier acción
puede ser vista como un error y considerarse excesivamente como un pecado.
Los criminales suelen tener acerca de su conducta, opiniones diferentes a las ajenas lo que los
predispone a explicar sus puntos de vista; por eso, es corriente que acojan sugestiones para
escribir su autobiografía. Suelen conseguirse así datos muy interesantes, sobre todo si el
delincuente está ya definitivamente condenado y no tienen interés en ocultar datos. La actitud
suele ser distinta cuando se trata de simples procesados que tienen interés en mostrar hechos que
los favorezcan en la sentencia.
Las limitaciones y ventajas del procedimiento son claras. Sólo es aplicable en criminales de
cierto nivel cultural e intelectual y en relación con ciertos delitos (la negativa es regla en
algunos delitos, como los de homosexualismo, violación, delación, etc.). Por sinceras que sean
la buena voluntad y la buena fe del escritor, dejará de lado todo lo que olvidó así como todo lo
que no conoce por ser de naturaleza inconsciente. Asimismo, sucederá que el criminal,
desconocedor de la Criminología, deje de lado hechos que considera sin importancia y que la
tienen; o se detendrá en detalles útiles, a los que considera fundamentales. Taft hace notar que,
entonces, el criminólogo se enfrenta con un dilema: o permite que todo quede librado a lo
iniciativa del delincuente y por consiguiente, pierde datos importantes; o sugiere cuáles son los
temas que deben ser extensamente expuestos, en cuyo caso puede torcerse el resultado con la
introducción de los propios prejuicios o abrir al delincuente el camino a procesos de
racionalización que perturban la veracidad de los datos y la interpretación espontánea del
autor[7]