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Trabajo Práctico Nro 1.

El retrato de Jennie.

Materia: Guión III

Profesora: Stella Maris Poggian

Alumna: Ezcurra Lucía

¿Dónde comienza la acción en la historia?

La acción a mi entender hace referencia al momento del desenlace, una vez que termina la parte introductoria de la
película. Por tanto, la acción comenzaría cuando se aparece por primera vez la niña al personaje principal, y desde allí
comienzan a desencadenarse una serie de hechos que trascienden el tiempo y el espacio dentro de la lógica.

Narración de la cronología según argumento y trama:

La historia comienza en Nueva York, en 1934, en invierno.

Un pintor abatido por haber perdido la inspiración, y porque nadie compra sus cuadros, conoce un día de invierno, a una
niña en Central Park vestida de un modo anticuado. Esta sóla, le dice que se llama Jennie, tienen una breve charla en
donde Jennie habla de cosas del pasado como si fueran del presente y desaparece luego entre la niebla. Deja olvidado
un pañuelo envuelto en un diario. Jennie le sugiere en ese encuentro pintar personas y comienza a hacerlo. Luego Eben
Adams, el personaje principal, descubre que el diario es de otra época. La retrata y su retrato capta la atención de una
dueña de una galería de arte, y de su amigo Matthews que se lo compra. A partir de ese momento se suceden otros
encuentros, con la particularidad de que en breves intervalos de tiempo la chica se va convirtiendo en una bellísima
joven, de la cual el pintor se enamora.

El segundo encuentro con Jennie sorpende a Eben al verla ya como una joven más adolescente. Dieterle recurre una vez
más a la imagen para sugerir el extraño origen de la muchacha. La luz y la sombra vuelve a dar la entrada como le dará
luego la salida. Jennie se va, y la dueña de la galería se encuentra con Eben observando hacia la nada. Luego lo
acompaña a pintar un mural.

Este segundo encuentro servirá para que Eben empiece a investigar, a partir de los datos que tiene de la joven, sobre
ella y su familia. Llega a una casa de una ex trabajadora del circo, ve una foto de Jennie y confirma que es la hija de los
trapecistas.

Poco a poco descubre el drama de la niña que perdió a sus padres en un accidente de trapecio en el circo y que luego
fue internada por una tía en un convento. Pero todo ocurrió treinta años antes.

Tiene un nuevo encuentro con Jennie.

Este encuentro está marcado por el dolor de Jennie por la pérdida de sus padres. Él trata de consolarla. Habla de la
soledad que siente, y que será enviada a un convento. En este momento se hace evidente que Jennie es como un espejo
de Eben. Comparten los sentimientos de soledad y desamor.

Tras este encuentro Eben echa cada vez más en falta la presencia de Jennie. Presa de un estado melancólico decide que
la próxima vez que se encuentren le propondrá pintarle un retrato. Miss Spinney, la dueña de la galería, presiente lo que
Jennie significa para el artista, su fuente de inspiración. Jennie se ha transformado para Eben en el sentido. Ella le dota
de dirección vital, por ello no puede imaginar no volver a verla (en un momento dice "sabía en el fondo de mi corazón
que no sería nadie hasta que Jennie regresara"). Y una vez más, prólogo del que será el cuarto encuentro, nos
encontramos con estas extrañas sensaciones que surgen antes de los encuentros con Jennie.
Al llegar a su estudio encuentra de nuevo a Jennie, y es aquí donde le propone retratarla, a lo que Jennie responde con
entusiasmo. Jennie, con cada encuentro con una edad mayor que en la anterior, le lleva al convento en el que está
internada tras la muerte de sus padres... Allí le dice: "cada vez me siento un poco más cerca de la verdad... como si
pronto fuera a comprender". Y como siempre persiste en que todo esto tiene que ver con Eben. Cuando de nuevo
vuelve a desaparecer Eben continúa obsesivamente con el cuadro. Lo muestra entonces a Miss Spinney y a Matthews.
Ambos coinciden en que están delante de una obra maestra, y Matthews sigue con la misma idea que le dijo a Eben
cuando le compró el dibujo de una Jennie aun niña, el hecho de que aun separados por la edad, se ha captado en ambos
rostros "algo" que no es del presente ni del pasado, "algo" que es eterno.

El tema del retrato, como también el del espejo, que refleja el alma es un tema de amplio espectro en el mundo del arte,
siendo un tema habitual en los cuentos y relatos fantásticos. Justamente esa dimensión eterna, esa dimensión "más allá
del tiempo y del espacio" es lo que hace que Eben se de cuenta de algo: "Empecé a darme cuenta de que era presa de
un encantamiento fuera de todo tiempo y de todo cambio. Supe por fin que el amor es infinito y que la pequeña
felicidad de hoy no es más que una parte de él". Tenemos que contemplar este comentario al lado de otro motivo que
siempre inquieta a Jennie y la pone triste: una pintura de Eben de un lugar real llamado el "faro del fin del mundo"
correspondiente a un faro en Cape Cob en Nueva Inglaterra.

Como poco a poco va descubriéndose en la película Jennie es un fantasma que murió precisamente en una tormenta en
el faro del fin del mundo de Cape Cob, y que parece no querer morir sin experimentar el amor en cuanto a amar y ser
amada, el "algo" que tiene que encontrar.

Eben presenta el retrato en la galería de arte y quedan impresionados.

En el quinto encuentro la nueva desaparición de Jennie coincide con el final del retrato. También tienen un encuentro
más cercano e íntimo en su relación romántica. Es después de este encuentro que Eben confirma que Jennie murió
ahogada en el faro del fin del mundo arrebatada por una gran ola, y es allí, en la misma fecha que sucedió la desgracia,
que él se dirige convencido de que es allí donde se producira el sexto encuentro.

En el sexto encuentro, tras alquilar un pequeño bote, Eben se dirige hacia el faro del fin del mundo. Al llegar estalla una
gran tormenta. Eben llega al faro y sube por él en busca de Jennie.

Por la gran tormenta, se levantan olas grandes y quedan a la deriva.

Eben lucha por salvar a Jennie del final que llega con la gran ola, pero es finalmente Jennie quien le salva a Eben.

La película acaba con la imagen en color del retrato de Jennie ya en el museo.

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