ENE-MAR

2011

28 DE ENERO, 19.30 h 25 DE FEBRERO, 19.30 h 25 DE MARZO, 19.30 h

Nuestros hijos nos acusarán Oro Negro King Corn

Jean-Paul Jaud Marc Francis y Nick Francis Aaron Woolf

MALA SIEMBRA:
CINE Y SOBERANÍA
ALIMENTARIA

Imagen: King Corn.

Proyecciones en el Terrario es un programa audiovisual un programa en torno a la creación audiovisual más

que se desarrolla en Intermediæ con una frecuencia
regular durante todo el año. En él se presentan obras
cinematográficas y videográficas con orientaciones estéticas
diferentes y que de modo transversal están relacionadas con
las líneas de investigación y programación de Intermediæ.
Esta programación se complementa con Sesión de noche,
espacio que invita a distintos comisarios a presentar
experimental y propiciar a través de la reflexión sobre
las piezas seleccionadas un acercamiento a discursos
y problemáticas emergentes dentro del campo del arte
contemporáneo. Sesión de noche tiene lugar en el Terrario
de Intermediæ, proponiendo varias citas en el año y
convirtiendo el Terrario de Intermediæ en un espacio
informal de tertulia.

Intermediæ Matadero Madrid. Paseo de la Chopera, 14. 28045, Madrid. www.intermediae.es

 ENE-MAR 2011 PRESENTACIÓN
— MALA SIEMBRA: CINE Y SOBERANÍA ALIMENTARIA —
L
a nueva generación de ni-
ños es la primera de la histo-
ria moderna que no va a ser
tan sana como sus padres, y
no debería ser así”. Es uno
de los crudos y tristemente
veraces parlamentos que se escu-
chan en las primeras secuencias
del impactante documental Nues-
tros hijos nos acusarán. En este
filme, el director Jean-Paul Jaud
elabora un ensayo de la realidad
que revisa el estado de la cuestión
sobre las indolentes políticas en
materia de recursos alimentarios
que se han consolidado desde
mediados del pasado siglo, y que
recorren aspectos concernientes
al trato de los recursos naturales
y el medio ambiente, a las prácti-
cas agrícolas y la producción de
alimentos, a los modelos de de-
sarrollo en las metrópolis contem-
poráneas, al consumo excesivo e
inconsciente y el impacto de una
errática filosofía en la relación de
los individuos con su entorno.
Los tres documentales que incluye este ciclo abordan
temas que atañen a los debates sobre el concepto de
soberanía alimentaria, las acciones y prácticas afi-
nes a este derecho esencial de individuos, pueblos
y países a producir y consumir dentro de parámetros
apropiados a sus circunstancias económicas, sociales
y culturales, con criterios sosteni-
bles y ecológicos que redunden
en el saneamiento de sus políticas
alimentarias y activen el desarrollo
de las economías y las comunida-
des locales. El pasado mes de di-
ciembre se reactivaba en España,
a raíz de datos publicados por
Wikileaks, la polémica social so-
bre el uso de transgénicos y la
intervención de gobiernos como
el español y el estadounidense en
las regulaciones que favorecen el
uso de organismos genéticamente
modificados en la producción de
nuestros alimentos.
Con estos filmes, que se suman a
títulos vistos ya en las Proyeccio-
nes del Terrario, como Nosotros
alimentamos el mundo, El mundo
según Monsanto, Utopía o Pri-
vatizando el mundo, entre otros,
Intermediae continúa una línea
de trabajo relacionada con la
permacultura y que tiene su ex-
presión en diferentes proyectos
activos durante 2011, como el
Banco de intercambio de semillas o el jardín urbano
Avant Garden. Compartiremos especialmente estos en-
cuentros con Veterinarios Sin Fronteras y Greenpeace,
dos de las organizaciones más activas en las acciones
de sensibilización sobre la urgencia de un consenso
en torno a la soberanía alimentaria.
ENE-MAR 2011 PROGRAMA
28 DE ENERO, 19.30 H
· Nuestros hijos nos acusarán (Nos Enfant Nous Accuseront), 2008 (Francia). Documental. Dirección: Jean-Paul Jaud.
Duración: 112’. V.O. francés con subtítulos en castellano.
Presentación a cargo de Jordi Menéndez Puiggalí, coordinador de Cooperación Norte de Veterinarios sin Fronteras.
En Europa cada año mueren 100.000 niños por enfermedades causadas por el medio ambiente. 70% de los casos
de cáncer está ligado al medio ambiente: 30% a la polución y 40% a la alimentación. Cada año el cáncer en los
niños aumenta un 1% en Francia y en los últimos 25 años ha aumentado en 93% en toda la población. La película
cuenta la iniciativa de un ayuntamiento en Berjac, una pequeña población francesa, que decide cambiar el comedor
escolar para que sirva únicamente alimentos biológicos, financiando el sobrecoste con el presupuesto de la comuna.
Consciente del peligro sanitario que amenaza a una joven generación expuesta a 76.000 toneladas de pesticidas
regados cada año en su país, este alcalde decide plantar cara y dar un ejemplo que tiene alcances políticos sin
comparación. Este es el comienzo de una lucha contra una lógica que podría volverse irreversible, una lucha para
que mañana nuestros hijos no nos puedan acusar.
Jean-Paul Jaud (1946), productor y director de cine egresado de la escuela Louis Lumière de París. Ha realizado diferentes documentales y reportajes
para televisión, entre los que sobresale la premiada serie Les Quatre Saisons. Fundó la compañía J+B SEQUENCES dedicada a la realización de
documentales de larga duración y con una marcada inclinación a temáticas medioambientales.
www.jplusb.fr www.veterinariossinfronteras.org
25 DE FEBRERO, 19.30 H
· Oro Negro (Black Gold) , 2006 (Estados Unidos y Reino Unido). Documental. Marc Francis y Nick Francis.
Duración 78’. Inglés con subtítulos en castellano.
Las multinacionales dominan el comercio internacional del café, siendo éste, después del petróleo, el producto
de mayor rentabilidad. Sin embargo los precios bajos que se pagan a los productores, obligan cada vez a más
cultivadores a abandonar sus tierras. En ningún sitio es más notable esta paradoja que en Etiopía, la cuna del
café. Tadesse Meskela, el Gerente General de la Corporación de Granjeros del Café en la región de Oromia, es
un hombre con una misión: evitar la bancarrota de 74.000 productores de café. Mientras ellos se esfuerzan en la
producción de uno de los granos de café de más calidad, Tadesse viaja por el mundo evitando intermediarios e
intentando encontrar compradores que paguen un precio justo por su café. Con los viajes de Tadesse a Londres y a
Seattle como telón de fondo, el enorme poder de las multinacionales que dominan el comercio del café sale a relucir.
Marc y Nick Francis son realizadores independientes establecidos en el Reino Unido. Su obra documental se aproxima a diferentes problemas del
mundo globalizado. Entre sus proyectos se incluyen Nuke UK (2002), St. Dunstans (2003) o Hyde Park (2003).
www.blackgoldmovie.com
25 DE MARZO, 19.30 H
· King Corn, 2007 (EE.UU.). Documental. Dirección: Aaron Woolf. Duración: 88’. Inglés con subtítulos en castellano.
Presentación a cargo de Juan Felipe Carrasco, Campaña de transgénicos de Greenpeace.
Dos amigos, un acre de maíz y la cosecha subvencionada que impulsa a una nación de comida rápida. Ian Cheney
y Curt Ellis viajan al corazón de Estados Unidos para saber de dónde vienen los alimentos que consumen. Con la
ayuda de vecinos y amigos, unas semillas genéticamente modificadas, herbicidas de alto impacto, plantan y hacen
crecer, en un acre de tierra en Illinois, una cosecha de maíz transgénico considerada de las más productivas de
Estados Unidos, del grano más subvencionado, presente en el 90 % de la dieta de los americanos. Pero cuando tratan
de seguir la ruta de su grano dentro de un sistema alimentario basado en la máxima rentabilidad, lo que encuentran
plantea preguntas preocupantes acerca de qué comemos y cómo producimos los alimentos.
Aaron Woolf es director y productor de cine. Realizó estudios de Master en Film & Video Production en la Universidad de Iowa. Ha dirigido los
documentales Greener Grass: Cuba, Baseball, and the United States (2000) y Dying to Leave: The Global Face of Human Trafficking and Smuggling
(2003). Es fundador de Mosaic Films Incorporated. Su obra se ha concentrado en el aspecto humano de las políticas gubernamentales y ha tratado
extensamente temas políticos como inmigración, agricultura y la reconstrucción de Estados Unidos.
www.kingcorn.net www.greenpeace.org/espana/es/Trabajamos-en/Transgenicos
 ENE-MAR 2011 PERSPECTIVA DEL DIRECTOR
— NOTAS DEL DIRECTOR (KING CORN) —
Por Aaron Woolf
Si hubieran existido motivos para sospechar que el
exceso de producción de sorgo o arroz estaba detrás de
nuestra crisis nacional de salud, no creo que hubieran
estado tan entusiasmados con esta película, o sobre
cómo sacar a la luz este conflicto en Estados Unidos.
Pero la idea de que el maíz podría estar implicado, es
un golpe al sistema donde más le duele.
Encontré la planta de maíz cuando hace 16 años me
mudé desde México a Iowa para estudiar cine. Me en-
cantó el paisaje y andar en motocicleta a través de los
campos, con la tranquila idea de que si me caía estaría
a salvo en medio de esa alfombra verde. Durante esos
largos viajes, nunca se me ocurrió pensar que aquellas
plantas serían el centro de una película que me gustaría
hacer, o que en ese “jardín” existían graves problemas.
Pero mucho tiempo antes, las alteraciones genéticas fun-
damentales ya se habían hecho en la planta de maíz,
definiendo el papel que jugaría en nuestro sistema ali-
mentario. En el documental quería analizar en mayor
profundidad los efectos de esta cultura del maíz y su evo-
lución en nuestra sociedad, pero era muy pronto para
conocer todos sus efectos. Muchas de las consecuencias
de lo que se había hecho con el maíz y la política de
maíz eran aún desconocidos.
Los primeros cultivos híbridos de maíz fueron hechos arte-
sanalmente por los agricultores explorando tímidamente
las posibilidades de la planta, y cuando se implementa-
ron los subsidios al cultivo de maíz al inicio de los años
setenta, el país todavía luchaba contra el hambre ge-
neralizado. Pero los malos resultados pueden provenir
de acciones bienintencionadas. En realidad, aquellos
esfuerzos sentaron las bases para los problemas actuales
ocasionados por tener un exceso de comida de muy baja
calidad. Efectivamente la comida es más barata ahora,
pero estamos sólo empezando a comprender el costo to-
tal que eso tiene en el medio ambiente, nuestra salud y
nuestro tejido social.
En la actualidad se ha puesto en marcha un proceso de
cuestionamiento de nuestra cultura y agricultura. Si vas
en motocicleta a través de Iowa, verás un creciente nú-
mero de campos sembrados con maíz orgánico, o donde
se realiza el pastoreo en libertad de ganado y se em-
Director’s Statement, de Aaron Woolf. Traducción al español del original en inglés. Fuente: www.kingcorn.net
plean prácticas agrícolas más seguras para todos. Verás
invernaderos donde se cultivan variedades hortícolas
que forman parte de nuestra herencia y que es urgente
que conservemos. Tal vez, incluso, tendrás la sensación
que experimentó Colón cuando viajó por primera vez al
“Nuevo Mundo” y le escribió a la reina Isabel la Católica
que había encontrado algo más valioso que el oro, un
cultivo que podría alimentar a un continente.
ENE-MAR 2011
— EL RETO DE LOS DOCUMENTALISTAS —
Por Miguel Mirra
Frente a la realidad, y desde el limitado ángulo de un
trabajador de la cultura, valdría preguntarse: ¿Cuál es el
papel que le cabe al documentalista comprometido con
un movimiento social? ¿Debería contentarse con registrar
y proyectar la imagen del nuevo movimiento, es decir,
mirar y compartir la mirada?
“Mirar no implica actuar (al menos no implica relacio-
narse). Entre uno y otro momento se entabla una dialéc-
tica contradictoria de miradas (...). ¿Quién mira, cómo
mira, para qué mira?. Un documental que sólo “mira”
es sospechoso. Es falso que no se pueda teorizar críti-
camente sobre la “mirada”, es falso que ésta sea po-
seedora de un principio autónomo de objetividad, es
falso que la “mirada” por sí satisfaga las necesidades
principales de cualquier relación humana. La mirada
es sólo un momento de un proceso que queda incom-
pleto si no pasa a categorías superiores de la lógica
como la praxis. “Mirada” no es sinónimo de claridad,
reflexión, legibilidad u objetividad. (...) Ante la pantalla
que exhibe documentales ninguna mirada es de hecho
pasiva. El que mira lo hace armado con una red social
que lo acompaña en la experiencia particular pero que
cobrará sentido sólo en el marco de sus dispositivos de
clase, de la conciencia que de eso tenga y de cómo se
predispone para la producción de sentido. Nadie lee
un documental (...) sólo con la mirada y no basta mirar
para entender.” (Fernando Buen Abad, Filosofía de la
Imagen documental, Instituto de Investigaciones sobre la
Imagen, México, 2001).
Si mirar no es suficiente ¿debería, entonces, echar mano
a todos los medios, los métodos, técnicas e instrumentos
que por su especialidad conozca y que considere capa-
ces de auxiliar al movimiento social en el logro de sus ob-
jetivos, es decir pasar a la acción? ¿Esa acción debería
consistir en descubrir la forma de poner dichos medios
en manos de los propios protagonistas?
Lucrecia Mastrángelo decía (...) que “si esta historia la
hemos de escribir entre todos, si la memoria es un puente
necesario... si nos están quitando todo hasta el derecho
a soñar, serán entonces los tiempos en que deberemos
producir para la resistencia. Producir desde la autoges-
tión y el compromiso, denunciando y poniendo en imá-
El reto de los documentalistas, ensayo del investigador y director argentino Miguel Mirra, 2005, (Fragmentos).
APUNTES
genes lo que no se ve... dando la palabra al oprimido,
haciendo que éste sea sujeto y no objeto del filme. Multi-
plicando experiencias, debatiendo, reflotando las ideas
del cine-acto generando la participación activa de los
espectadores. Debemos tomar conciencia... y sencilla-
mente multiplicarla (…), debemos cambiar los conceptos
de producción para trabajar junto al movimiento social.
Ya no será una idea creada desde la cabeza del di-
rector, ni siquiera desde un equipo de realizadores. Es
necesario (...) empezar a hablar de co-producción en-
tre los realizadores y la propia gente en conflicto, ge-
nerar un vínculo que permita la confianza y el trabajo
compartido, posibilitar la toma de conciencia de lo que
significa un medio audiovisual puesto al servicio de los
que hoy están excluidos (...); hacer del documental una
herramienta para la liberación, una suerte de devolu-
ción: cultura y arte restituyendo la dignidad perdida”.
(Lucrecia Mastrángelo, Documental para la resistencia,
Foro Documentalista de 2002).
Por eso el Movimiento de Documentalistas ha rechazado
de plano la generación de contra información propuesta
por algunos aparatos políticos como la actividad de los
documentalistas en este contexto histórico. Es que en la
idea misma de producir hoy contrainformación hay una
clara contaminación paternalista y burocrática: el pueblo
es tenido en cuenta sólo como receptor de un proceso
informacional que otros generan por él; no tiene partici-
pación alguna más allá de formar parte del contenido de
la información y una vez iniciado el proceso contrainfor-
macional no tiene acceso ni al control de la producción,
ni de la distribución del producto informativo. Termina,
en el mejor de los casos, siendo un mero consumidor de
una mercancía por la que, además, tiene que pagar.
Fuente: www.documentalistas.org.ar