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 Trastorno depresivo mayor

Trastorno de salud mental que se caracteriza por depresión persistente o pérdida de interés en las
actividades, lo que puede causar dificultades significativas en la vida cotidiana.
 Trastorno de ansiedad
Trastorno mental que se caracteriza por producir sensaciones de preocupación, ansiedad o miedo, tan
fuertes que interfieren con las actividades diarias de quien las padece.
 Trastorno bipolar
Trastorno que provoca altibajos emocionales, que van desde trastornos de depresión hasta episodios
maníacos.
 Demencia
Conjunto de pensamientos y síntomas sociales que interfieren con la vida cotidiana.
 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad
Trastorno crónico caracterizado por la dificultad para prestar atención, la hiperactividad y la impulsividad.
 Esquizofrenia
Trastorno que afecta la capacidad de una persona para pensar, sentir y comportarse de manera lúcida.
 Trastorno obsesivo-compulsivo
Pensamientos excesivos (obsesiones) que llevan a comportamientos repetitivos (compulsiones).
 Autismo
Trastorno agudo del desarrollo que afecta la capacidad de comunicarse y de interaccionar.
 Trastorno por estrés postraumático
Trastorno caracterizado por la imposibilidad de recuperarse después de experimentar o presenciar un evento
atemorizante.

¿Qué son las enfermedades mentales?

Las enfermedades o trastornos mentales son condiciones que afectan su pensamiento, sentimientos, estado
de ánimo y comportamiento. Pueden ser ocasionales o duraderas (crónicas). Pueden afectar su capacidad
de relacionarse con los demás y funcionar cada día.

¿Cuáles son algunos tipos de enfermedades mentales?

Existen muchos tipos diferentes de trastornos mentales. Algunos comunes incluyen:

 Trastornos de ansiedad, incluyendo trastorno de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno


de estrés post-traumático y fobias
 Depresión, trastorno bipolar y otros trastornos del estado de ánimo
 Trastornos de la alimentación
 Trastornos de la personalidad
 Trastornos psicóticos, incluyendo la esquizofrenia

¿Qué causa los trastornos mentales?

No hay una sola causa de la enfermedad mental. Varios factores pueden contribuir al riesgo de sufrirla, por
ejemplo:

 Sus genes y su historia familiar


 Su experiencia de vida, como el estrés o si ha sufrido de abuso, en especial durante la infancia
 Factores biológicos como desequilibrios químicos en el cerebro
 Una lesión cerebral traumática
 La exposición de una madre a algún virus o productos químicos durante el embarazo
 Consumo de alcohol o drogas
 Tener una enfermedad seria como el cáncer
 Tener pocos amigos y sentirse solo o aislado

Los trastornos mentales no son causados por falta de carácter. No tienen nada que ver con ser flojo o débil.

¿Quién sufre trastornos mentales?


Los trastornos mentales son comunes. Más de la mitad de todos los estadounidenses serán diagnosticados
con algún trastorno mental en algún momento de su vida.

¿Cómo se diagnostican los trastornos mentales?

Los pasos para obtener un diagnóstico incluyen:

 Su historial médico
 Un examen físico y posiblemente pruebas de laboratorio, si su proveedor de salud piensa que otras
condiciones médicas podrían estar causando sus síntomas
 Una evaluación psicológica, en la cual responderá preguntas sobre sus pensamientos, sentimientos
y conducta

¿Cuáles son los tratamientos de las enfermedades mentales?

El tratamiento depende del trastorno mental que usted tenga y qué tan grave sea. Junto a su proveedor
trabajarán en un plan de tratamiento solo para usted. Por lo general, implica algún tipo de terapia. También
puede tomar medicamentos. Algunas personas también necesitan apoyo social y educación para manejar
su condición.

En algunos casos, es posible que necesite un tratamiento más intensivo. Si su enfermedad mental es grave
o tiene riesgo de hacerse daño a usted o a alguien más, es posible que deba ir a un hospital psiquiátrico. En
el hospital, recibirá consejería, discusiones grupales y actividades con profesionales de salud mental y otros
pacientes.

Comience aquí

 Cambiando la manera en que pensamos acerca de la salud mental (Asociación Nacional de Salud
Mental)
 Cambie de opinión acerca de la salud mental (Asociación Estadounidense de Psicología)
 Enfermedad mental (Clínica Mayo) También en inglés
 Salud mental en la comunidad latina (Alianza Nacional de Enfermedades Mentales)

Diagnóstico y exámenes

 Realice una prueba de salud mental (Asociación Nacional de Salud Mental)


 Salud mental: Qué es normal y qué no (Clínica Mayo) También en inglés

Prevención y factores de riesgo

 Infórmese (sobre los factores de riesgo y síntomas de una enfermedad mental) (Asociación
Nacional de Salud Mental)

Tratamientos y terapias

 En búsqueda de ayuda: Cómo elegir un psicoterapeuta (Asociación Psiquiátrica Americana)


 Entendiendo la psicoterapia (Asociación Psiquiátrica Americana)
 Obtenga ayuda (enfermedad mental) (Asociación Nacional de Salud Mental)
 Profesionales de salud mental: Consejos para encontrar uno (Clínica Mayo) También en inglés
 Terapia electroconvulsiva (Enciclopedia Médica) También en inglés
 Terapia y orientación (Academia Americana de Médicos de Familia) También en inglés
 Tratamiento de las enfermedades mentales (Merck Sharp & Dohme de España)

Viviendo con...
 Lo que las personas en recuperación necesitan saber sobre el bienestar (Administración de
Servicios de la Salud Mental y Abuso de Sustancias) - PDF También en inglés

Asuntos relacionados

 Cómo superar el estigma de las enfermedades mentales (Clínica Mayo) También en inglés
 Hábito de fumar entre adultos con enfermedades mentales (Centros para el Control y la Prevención
de Enfermedades) También en inglés

Asuntos específicos

 Cleptomanía (Clínica Mayo) También en inglés


 ¿Cuál es la diferencia entre el estrés normal y el trastorno de adaptación? (Clínica Mayo) También
en inglés
 Síndrome de Munchausen por poderes (Enciclopedia Médica) También en inglés
 Síntoma somático y trastornos relacionados (Academia Americana de Médicos de Familia)
También en inglés
 Trastorno de adaptación (Enciclopedia Médica) También en inglés
 Trastorno de ansiedad por enfermedad (Enciclopedia Médica) También en inglés
 Trastorno de conversión (Enciclopedia Médica) También en inglés
 Trastorno de despersonalización-desrealización (Clínica Mayo) También en inglés
 Trastorno de síntomas somáticos (Enciclopedia Médica) También en inglés
 Trastorno dismórfico corporal (Clínica Mayo) También en inglés
 Trastorno explosivo intermitente (Clínica Mayo) También en inglés
 Trastorno facticio (Clínica Mayo) También en inglés
 Trastornos disociativos (Clínica Mayo) También en inglés

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la SALUD es “un estado de completo bienestar físico,
mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.»

La SALUD MENTAL se define así como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de
sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma
productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.

La ENFERMEDAD o EL TRASTORNO MENTAL es una alteración de tipo emocional, cognitivo y/o


comportamiento, en que quedan afectados procesos psicológicos básicos como son la emoción, la
motivación, la cognición, la conciencia, la conducta, la percepción, la sensación, el aprendizaje, el lenguaje,
etc. Lo que dificulta a la persona su adaptación al entorno cultural y social en que vive y crea alguna forma
de malestar subjetivo. (Ref. La “Guía de estilo” de FEAFES, la Confederación Española de Agrupaciones
de Familiares y personas con enfermedad mental).

No es fácil establecer una causa-efecto en la aparición de la enfermedad mental sino que son múltiples y en
ella confluyen factores biológicos (alteraciones bioquímicas, metabólicas, etc.), factores psicológicos
(vivencias del sujeto, aprendizaje, etc.) y factores sociales (cultura, ámbito social y familiar, etc.) que
pueden influir en su aparición.

 Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo alrededor de 1 de cada 4 personas


sufre un trastorno mental a lo largo de su vida.
 Se estima en un 2% la población vizcaína que padece actualmente un trastorno mental. Esto
significa que hay en torno a 23.000 personas afectadas en nuestro territorio.
 La OMS calcula que aproximadamente el 20% de los/as niños/as y adolescentes del mundo tienen
trastornos mentales graves. Los trastornos neuropsiquiátricos figuran entre las principales causas
de discapacidad entre los jóvenes. (OMS)
 En 2020 la depresión será la segunda causa mayor de incapacidad en el mundo después de las
enfermedades cardíacas.
 La depresión es un trastorno mental frecuente que afecta a más de 350 millones de personas en el
mundo, afectando más a la mujer que al hombre.
 La depresión representa un 4.3% de la carga mundial de morbilidad y se encuentra entre las
principales de causas de discapacidad, sobre todo entre las mujeres.
 En nuestra sociedad existen un conjunto de barreras laborales y sociales creadas por el estigma
de la enfermedad mental.
 Las personas con enfermedad mental crónica tienen numerosas experiencias de
rechazo, especialmente en el ámbito laboral, los amigos y la familia extensa: el 44% informa
haber tenido experiencias de discriminación en el área laboral, el 43% en las relaciones con
los amigos y el 32% con los vecinos.
 El empleo es uno de los principales ámbitos de estigmatización: se estima que entre un 5 y un
15% de las personas con enfermedad mental tiene un trabajo, y sólo el 5% lo tiene de forma
regular. El 44% afirma haber sufrido algún tipo de discriminación laboral.

Diagnóstico

Para determinar un diagnóstico y revisar las complicaciones relacionadas, es posible que te realicen lo
siguiente:

 Una exploración física. El médico intentará descartar los problemas físicos que podrían causar
los síntomas.
 Análisis de laboratorio. Pueden incluir, por ejemplo, un control de la función tiroidea y análisis
para la detección de alcohol y drogas.
 Una evaluación psicológica. El médico o el profesional de salud mental hablará contigo sobre tus
síntomas, pensamientos, sentimientos y patrones de conducta. Es posible que te pida que
completes un cuestionario para ayudar a responder estas preguntas.

Cómo determinar la enfermedad mental que padeces

A veces, es difícil descubrir qué enfermedad mental puede estar provocando los síntomas. Sin embargo,
dedicar el tiempo y el esfuerzo necesarios para tener un diagnóstico preciso ayudará a determinar el
tratamiento adecuado.

Los síntomas que definen cada enfermedad mental están detallados en el Diagnostic and Statistical Manual
of Mental Disorders DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-5),
publicado por la American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría). Los
profesionales de salud mental utilizan este manual para diagnosticar trastornos mentales, y las compañías
de seguro lo usan para reembolsar el costo del tratamiento.

Clases de enfermedades mentales

Las principales clases de enfermedades mentales son las siguientes:

 Trastornos del neurodesarrollo. Esta clase abarca una amplia variedad de problemas que, por lo
general, comienzan en la infancia, antes de que el niño empiece la escuela primaria. Algunos
ejemplos son el trastorno del espectro autista, el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad y los trastornos del aprendizaje.
 Espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos. Los trastornos psicóticos provocan
desconexión de la realidad; por ejemplo, delirios, alucinaciones, y pensamiento y habla
desorganizados. El ejemplo más notable es la esquizofrenia, aunque también existen otras clases
de trastornos que, en ocasiones, pueden asociarse con la desconexión de la realidad.
 Trastorno bipolar y trastornos relacionados. Esta clase comprende trastornos con episodios
alternos de manía (períodos de actividad, energía y excitación excesivas) y depresión.
 Trastornos depresivos. Comprenden trastornos que afectan la manera en que una persona se
siente emocionalmente, como el nivel de tristeza y felicidad, y pueden alterar la capacidad para
desenvolverse. Algunos ejemplos son el trastorno depresivo mayor y el trastorno disfórico
premenstrual.
 Trastornos de ansiedad. La ansiedad es una emoción que se caracteriza por la previsión de
situaciones de peligro o desgracias en el futuro, junto con una preocupación excesiva. Estos
trastornos pueden comprender comportamientos dirigidos a evitar las situaciones que provocan
ansiedad. En esta clase, se incluyen el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico y
las fobias.
 Trastorno obsesivo compulsivo y trastornos relacionados. Estos trastornos se caracterizan por
preocupaciones u obsesiones, y pensamientos y acciones reiterados. Los ejemplos comprenden el
trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno de acumulación compulsiva y el trastorno de
arrancarse el pelo (tricotilomanía).
 Trastornos relacionados con traumas y factores de estrés. Son trastornos de adaptación en los
que una persona tiene problemas para hacer frente a una situación durante un suceso estresante de
la vida o después de él. Algunos ejemplos son el trastorno de estrés postraumático y el trastorno
por estrés agudo.
 Trastornos disociativos. Son trastornos en los que se distorsiona el sentido de identidad, como
en el trastorno de identidad disociativo y la amnesia disociativa.
 Trastorno de síntomas somáticos y trastornos relacionados. Una persona que tiene uno de estos
trastornos puede padecer síntomas físicos sin causa médica aparente, pero los trastornos están
asociados con niveles de angustia y deterioro considerables. Comprenden el trastorno de síntomas
somáticos (antes conocido como «hipocondría») y el trastorno facticio.
 Trastornos de la conducta alimentaria y de la ingesta de alimentos. Estos trastornos
comprenden alteraciones relacionadas con la alimentación, como la anorexia nerviosa y el
trastorno por atracones.
 Trastornos de la excreción. Estos trastornos están relacionados con la eliminación inadecuada
de la orina o las heces por accidente o a propósito. Un ejemplo de este tipo de trastornos es mojar
la cama (enuresis).
 Trastornos del sueño/vigilia.. Estos trastornos del sueño son suficientemente graves como para
requerir atención clínica. Entre ellos, se encuentran el insomnio, la apnea del sueño y el síndrome
de las piernas inquietas.
 Disfunciones sexuales. Comprenden trastornos relacionados con la respuesta sexual, como la
eyaculación precoz y el trastorno orgásmico femenino.
 Disforia de género. Se refiere a la angustia que acompaña al deseo manifiesto de una persona de
ser de otro género.
 Trastornos disruptivos, del control de impulsos y de la conducta. Estos trastornos comprenden
problemas con el autocontrol emocional y conductual, como la cleptomanía o el trastorno
explosivo intermitente.
 Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos. Comprenden problemas
relacionados con el consumo excesivo de alcohol, cafeína, tabaco y drogas. En esta clase, también
se incluye la ludopatía.
 Trastornos neurocognitivos. Los trastornos neurocognitivos afectan la capacidad de una persona
para pensar y razonar. Estos problemas cognitivos adquiridos (no del desarrollo) comprenden el
delirio, además de trastornos neurocognitivos debido a afecciones o enfermedades tales como una
lesión cerebral traumática o la enfermedad de Alzheimer.
 Trastornos de la personalidad. Un trastorno de la personalidad implica un patrón prolongado de
inestabilidad emocional y comportamientos poco saludables que provoca problemas en la vida y
en las relaciones. Algunos ejemplos son el trastorno límite de la personalidad, el trastorno de la
personalidad antisocial y el trastorno de la personalidad narcisista.
 Trastornos parafílicos. Estos trastornos comprenden el interés sexual que provoca angustia o
deterioro personal, o que ocasiona daños potenciales o reales a otra persona. Algunos ejemplos
son el trastorno de sadismo sexual, el trastorno de voyeurismo y el trastorno de pedofilia.
 Otros trastornos mentales. Esta clase comprende los trastornos mentales que se deben a otras
enfermedades o que no cumplen con todos los criterios para encuadrarse dentro de alguno de los
trastornos antes mencionados.
Tratamiento

El tratamiento depende del tipo de enfermedad mental que tengas, la gravedad y lo que sea más efectivo en
tu caso. En muchos casos, combinar tratamientos es lo que mejor funciona.

Si tienes una enfermedad mental leve con síntomas bien controlados, el tratamiento que te ofrece un
proveedor de atención médica puede ser suficiente. Sin embargo, en ocasiones, el enfoque de equipo es
más adecuado para asegurar la respuesta a todas tus necesidades psiquiátricas, médicas y sociales. Esto es
particularmente importante para las enfermedades mentales graves, como la esquizofrenia.

Tu equipo de tratamientoTu equipo de tratamiento puede comprender:

 Médico de atención primaria o médico de familia


 Enfermera especializada
 Asistente médico
 Psiquiatra, un médico que diagnostica y trata las enfermedades mentales
 Psicoterapeuta, por ejemplo, psicólogo o consejero habilitado
 Farmacéutico
 Asistente social
 Integrantes de la familia

MedicamentosSi bien los medicamentos psiquiátricos no curan la enfermedad mental, con frecuencia
pueden mejorar los síntomas en forma significativa. Los medicamentos psiquiátricos pueden ayudar,
además, a la efectividad de otros tratamientos, como la psicoterapia. Los medicamentos más adecuados
para ti dependerán de tu situación particular y de la forma en que el cuerpo responda a la medicación.

Los medicamentos psiquiátricos con receta utilizados con mayor frecuencia son los siguientes:

 Antidepresivos. Los antidepresivos se utilizan para el tratamiento de la depresión, la ansiedad y,


en ocasiones, otras enfermedades. Pueden ayudar a mejorar algunos síntomas, como la tristeza, la
desesperanza, la falta de energía, la dificultad para concentrarse y la falta de interés en las
actividades. Los antidepresivos no son adictivos, por lo que no crean dependencia.
 Medicamentos para la ansiedad. Estos medicamentos se utilizan para tratar los trastornos de
ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizado o el trastorno de pánico. También pueden
ayudar a reducir la agitación y el insomnio. Los medicamentos contra la ansiedad que se
administran a largo plazo son generalmente antidepresivos que también sirven para tratar la
ansiedad. Los medicamentos contra la ansiedad de acción rápida brindan alivio a corto plazo pero
pueden crear dependencia, por lo que, idealmente, solo deberían utilizarse durante períodos cortos.
 Medicamentos estabilizadores del ánimo. Los estabilizadores del ánimo se utilizan, con mayor
frecuencia, para el tratamiento del trastorno bipolar, que supone la alternancia entre episodios de
manía y de depresión. En ocasiones, los estabilizadores del ánimo se utilizan con antidepresivos
para tratar la depresión.
 Medicamentos antipsicóticos. Los antipsicóticos se utilizan, generalmente, para el tratamiento
de trastornos psicóticos, como la esquizofrenia. Los antipsicóticos también se utilizan para tratar
el trastorno bipolar o con antidepresivos para tratar la depresión.

Psicoterapia

La psicoterapia, también llamada «terapia de conversación», supone hablar acerca de la enfermedad y de


los problemas relacionados con un profesional de salud mental. La psicoterapia te permite conocer tu
enfermedad, tus estados de ánimo, sentimientos, pensamientos y conductas. Esa comprensión y ese
conocimiento te permiten adquirir capacidades para enfrentar situaciones y controlar el estrés.

Existen muchos tipos de psicoterapia, cada uno con su enfoque para mejorar el bienestar mental. Con
frecuencia, la psicoterapia se completa con éxito en pocos meses, aunque en algunos casos puede ser
necesario el tratamiento a largo plazo. Puede llevarse a cabo de forma individual, grupal o con los miembros
de la familia.
A la hora de escoger a un terapeuta, es importante que te sientas cómodo y confíes en su capacidad de
escuchar lo que tienes para decir. Además, es importante que el terapeuta comprenda la historia de vida que
te ha convertido en la persona que eres y ha definido la forma en que vives.

Tratamientos de estimulación cerebral

Los tratamientos de estimulación cerebral se utilizan, en algunos casos, para la depresión y otros trastornos
de salud mental. Por lo general, se reservan para las situaciones en las que los medicamentos y la
psicoterapia no dieron resultado. Entre ellos están comprendidos la terapia electroconvulsiva, la
estimulación magnética transcraneal y un tratamiento experimental llamado «estimulación cerebral
profunda» o «estimulación del nervio vago».

Asegúrate de comprender los riesgos y los beneficios de cualquier tratamiento recomendado.

Programas de tratamiento hospitalario y residencial

En ocasiones, puede que la enfermedad mental sea tan grave que necesites que te atiendan en un hospital
psiquiátrico. Esto se recomienda, por lo general, si no puedes cuidar de ti mismo adecuadamente o si estás
en peligro inminente de lastimarte a ti o de lastimar a otra persona.

Las opciones son la hospitalización durante 24 horas, la hospitalización parcial o diurna y el tratamiento
residencial, que ofrece un entorno temporal de atención donde vivir. Otra opción puede ser el tratamiento
ambulatorio intensivo.

Tratamiento del abuso de sustancias

Con mayor frecuencia, el abuso de sustancias se presenta junto con alguna enfermedad mental. Por lo
general, interfiere en el tratamiento y empeora la enfermedad mental. Si no puedes dejar de consumir drogas
o alcohol por tus propios medios, necesitas tratamiento. Consulta con el médico acerca de las opciones de
tratamiento.

Involúcrate en tu propia atención

Trabaja con el proveedor de atención médica para decidir juntos cuál es el tratamiento más adecuado en tu
caso de acuerdo con tus síntomas y su gravedad, tus preferencias personales, los efectos secundarios de los
medicamentos y otros factores. En ciertos casos, la enfermedad mental puede ser tan grave que tenga que
ser el médico o un ser querido quien decida acerca de la atención que recibes hasta que estés en condiciones
de participar en la toma de decisiones.

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Estilo de vida y remedios caseros

En la mayoría de los casos, las enfermedades mentales no mejoran al tratarlas por cuenta propia, sin
atención profesional. Sin embargo, hay algunas cosas que puedes hacer para complementar tu plan de
tratamiento:

 Cumple con tu plan de tratamiento. No faltes a las sesiones de terapia. Incluso si te sientes
mejor, no te saltees los medicamentos. Si los suspendes, los síntomas pueden regresar. Además,
podrías tener síntomas parecidos a los de la abstinencia al suspender un medicamento de forma
demasiado abrupta. Si los medicamentos que tomas te producen efectos secundarios molestos o si
tienes otros problemas con el tratamiento, habla con el médico antes de realizar cambios.
 Evita el alcohol y las drogas. El consumo de alcohol o de drogas recreativas puede dificultar el
tratamiento de las enfermedades mentales. Si eres adicto, dejarlos puede ser todo un desafío. Si no
puedes dejarlos por tu cuenta, consulta con tu médico o busca un grupo de apoyo para recibir
ayuda.
 Mantente activo. El ejercicio puede ayudarte a controlar los síntomas de la depresión, el estrés y
la ansiedad. La actividad física también puede contrarrestar los efectos de algunos medicamentos
psiquiátricos que pueden causar aumento de peso. Considera caminar, nadar, realizar tareas de
jardinería o cualquier forma de actividad física que disfrutes. Incluso la actividad física moderada
puede marcar una diferencia.
 No tomes decisiones importantes cuando tengas síntomas intensos. Evita tomar decisiones
cuando estés atravesando los síntomas de la enfermedad mental, dado que es posible que no puedas
pensar con claridad.
 Establece prioridades. Puedes reducir el impacto de la enfermedad mental al administrar tu
tiempo y tu energía. Cuando sea necesario, restringe tus obligaciones y fíjate metas razonables.
Permítete hacer menos cosas cuando los síntomas empeoran. Te puede ser útil hacer una lista de
tareas diarias o usar una agenda para estructurar tu tiempo y mantenerte organizado.
 Aprende a adoptar una actitud positiva. Centrarte en las cosas positivas de la vida puede
mejorar tu vida e incluso tu salud. Intenta aceptar los cambios cuando ocurren y mantener los
problemas en perspectiva. Las técnicas para el control del estrés, como los métodos de relajación,
te pueden ayudar.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Afrontar una enfermedad mental puede ser difícil. Habla con tu médico o terapeuta sobre cómo mejorar tu
capacidad de enfrentar desafíos o situaciones, y ten en cuenta estos consejos:

 Aprende acerca de la enfermedad mental. Tu médico o terapeuta puede facilitarte información


o recomendarte clases, libros o sitios web. Involucra a tu familia también; eso puede ayudar a las
personas que se preocupan por ti a comprender lo que te está pasando y aprender a ayudarte.
 Únete a un grupo de apoyo. Conectarte con otras personas que estén afrontando desafíos
similares puede ser de ayuda. Los grupos de apoyo para personas con enfermedades mentales están
disponibles en numerosas comunidades y en Internet. Un buen lugar para comenzar es la National
Alliance on Mental Illness (Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales).
 Mantente en contacto con tus amigos y familiares. Intenta participar en actividades sociales y
reunirte con familiares o amigos periódicamente. Pide ayuda si la necesitas y sé sincero con tus
seres queridos acerca de cómo te sientes.

Lleva un diario personal. Llevar un registro de tu vida personal puede ayudarte y ayudar al profesional de
salud mental a identificar lo que desencadena o mejora tus síntomas. También es una forma saludable de
explorar y expresar el dolor, la iP: ¿Cuáles son los primeros signos de los trastornos mentales?

R: Un trastorno mental o del comportamiento se caracteriza por una perturbación de la actividad intelectual,
el estado de ánimo o el comportamiento que no se ajusta a las creencias y las normas culturales. En la
mayoría de los casos, los síntomas van acompañados de angustia e interferencia con las funciones
personales.

Los trastornos mentales producen síntomas que son observables para la persona afectada o las personas de
su entorno. Entre ellos pueden figurar:

 síntomas físicos (dolores, trastornos del sueño)


 síntomas afectivos (tristeza, miedo, ansiedad)
 síntomas cognitivos (dificultad para pensar con claridad, creencias anormales, alteraciones de la
memoria)
 síntomas del comportamiento (conducta agresiva, incapacidad para realizar las tareas corrientes
de la vida diaria, abuso de sustancias)
 Alteraciones perceptivas (percepción visual o auditiva de cosas que otras personas no ven u oyen)

Los signos precoces específicos varían de un trastorno mental a otro. Las personas que presentan uno o
varios de los síntomas enumerados deben consultar a un profesional si esos síntomas persisten, provocan
un sufrimiento importante o interfieren con las tareas cotidianas.
La depresión, el abuso de sustancias, la esquizofrenia, el retraso mental, el autismo en la infancia y la
demencia son ejemplos de trastornos mentales. Pueden aparecer en varones y mujeres de cualquier edad y
en cualquier raza o grupo étnico. Aunque no se conocen perfectamente las causas de muchos trastornos
mentales, se cree que dependen de una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales, como
sucesos estresantes, problemas familiares, enfermedades cerebrales, trastornos hereditarios o genéticos y
problemas médicos. En la mayoría de los casos, los trastornos mentales pueden diagnosticarse y tratarse
eficazmente.

ra, el miedo y otras emociones

Las enfermedades mentales abarcan una amplia variedad de trastornos, cada uno de ellos con
características distintas. En líneas generales, se manifiestan como alteraciones en los procesos del
razonamiento, el comportamiento, la facultad de reconocer la realidad, las emociones o las relaciones con
los demás, consideradas como anormales con respecto al grupo social de referencia del cual proviene el
individuo. No tienen una única causa, sino que son el resultado de una compleja interacción entre factores
biológicos, sociales y psicológicos, y con frecuencia es posible identificar y tratar una causa orgánica
subyacente.1234567891011121314

Dependiendo del concepto de enfermedad que se utilice, algunos autores consideran más adecuado utilizar
en el campo de la salud mental el término trastorno mental (que es el que utilizan los dos sistemas
clasificatorios de la psicopatología más importantes en la actualidad: la CIE-10 de la Organización Mundial
de la Salud y el DSM-IV-TR de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría), sobre todo en aquellos casos
en los que la etiología biológica no está claramente demostrada. Además, el término enfermedad mental
puede asociarse a estigmatización social. Por estas razones, este término está en desuso y se usan más
trastorno mental o psicopatología. Sin embargo, el término trastorno mental también ha sido objeto de
controversia y crítica. En su Diccionario de Psicopatología Fantástica, José Retik crea entidades
psicopatológicas fantásticas inventando sus propias patologías15. No fue el primero en realizar este
ejercicio. En 1995, al psiquiatra Ivan Goldberg, afincado en Nueva York, se le ocurrió gastar una broma.
Había leído la cuarta edición del Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales (DSM, en inglés),
la Biblia de la psiquiatría moderna, y decidió animarse con una parodia. Se inventó una enfermedad. La
llamó "desorden de adicción a Internet" (IAD, en inglés)16. Se ha demostrado que tanto el estrés como los
problemas psicológicos o psiquiátricos provocan malos hábitos alimenticios y esta mala nutrición causa
diversos trastornos de salud y empeora la salud mental, en una especie de círculo vicioso

En la antigüedad, se relacionaba los trastornos mentales con causas sobrenaturales. Las culturas más
primitivas los atribuían a posesiones demoníacas o fuerzas naturales y las culturas más complejas a los
dioses.18 Estos pensamientos primitivos dieron lugar a la práctica de trepanaciones craneanas con el objetivo
de "dejar salir a los demonios que provocaban las enfermedades mentales" y sobre las que existen
evidencias que datan desde hace más de 5.000 años, a torturas o al confinamiento de los enfermos.18

En el siglo XIX, los manicomios eran como cárceles, pues solo se disfrazaba la tortura como una curación,
uno de los tantos casos fue en el hospital psiquiátrico Charenton en París, donde aplicaban como
tratamiento, mantenerlos atados, sumergirlos en agua fría, golpes y sumergirles la cabeza en una bañera.
Todo esto para apartar las ideas e ilusiones que ellos pudieran albergar.

En 1949, Antonio Egas Moniz recibió el premio Nobel en Medicina por "por su descubrimiento del valor
terapéutico de la lobotomía en determinadas psicosis",19 técnica que consiste en retirar total o parcialmente
un fragmento del cerebro en la parte frontal. Walter Freeman, médico estadounidense, fue el pionero de las
lobotomías transorbitales, técnica que realizó profusamente y se vio envuelta en una gran polémica, hasta
su última intervención en 1967.

Paralelamente, en 1964 se llevó a cabo el proyecto MK-ULTRA, que buscaba controlar la mente y así
borrar la memoria existente y reconstruir el pensamiento, algunos de los experimentos realizados eran la
radiación, uso de psicotrópicos, inyección simultánea de barbitúricos y anfetaminas, y descargas eléctricas
al cerebro. El único resultado de este experimento fue dejar a las personas involucradas con daño cerebral.20

El primer paso ante un paciente con síntomas relacionados con un posible trastorno mental es realizar una
completa evaluación clínica, para excluir o confirmar la presencia de una causa orgánica subyacente o
asociada. Existe un amplio abanico de trastornos orgánicos que cursan con síntomas psiquiátricos o que
pueden simular un trastorno mental. Su identificación puede llegar a resultar compleja y no siempre se
realiza una adecuada evaluación del paciente.7813129 En ocasiones, los síntomas psiquiátricos se desarrollan
antes de la aparición de otros síntomas o signos más característicos de la enfermedad, como ocurre en
ciertos trastornos metabólicos,13129 e incluso pueden ser las únicas manifestaciones de la enfermedad en
ausencia de cualquier otro síntoma, como ocurre en algunos casos de enfermedad celíaca o de sensibilidad
al gluten no celíaca,8 por lo que con frecuencia no se consigue un diagnóstico correcto o este se demora
durante años.81312

Algunos de los trastornos que cursan frecuentemente con síntomas psiquiátricos o pueden confundirse con
una enfermedad mental incluyen:

 Trastornos endocrinos, tales como el hipotiroidismo, el hipertiroidismo, la hiperprolactinemia,


el síndrome premenstrual, la menopausia, la psicosis posparto, la enfermedad de Addison, el
síndrome de Cushing, la encefalitis de Hashimoto, el hipopituitarismo o el hipogonadismo
masculino.7
 Enfermedades sistémicas, inflamatorias e infecciosas, tales como la enfermedad celíaca78 y la
sensibilidad al gluten no celíaca (ambas cursan con frecuencia sin síntomas digestivos),8 el lupus
eritematoso sistémico, el síndrome de Sjögren, la artritis reumatoide, la psoriasis, el síndrome
antifosfolípidos, la enfermedad de Behçet, el PANDAS, la sarcoidosis, la mononucleosis
infecciosa, la sepsis, la fiebre tifoidea, la brucelosis, la malaria, la enfermedad de Lyme o el
VIH/sida.78
 Enfermedades gastrointestinales, tales como la enfermedad inflamatoria intestinal o la
enfermedad de Whipple.7
 Trastornos metabólicos, tales como la hipoglucemia, la hiperglucemia o los errores congénitos
del metabolismo.7
 Trastornos neurológicos, tales como la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular, la
enfermedad de Huntington, la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple, la enfermedad de
Wilson, las encefalopatías tóxicas (causada por sustancias tóxicas industriales o plaguicidas), los
tumores cerebrales, los accidentes vasculares cerebrales, las enfermedades vasculares cerebrales
crónicas o la hidrocefalia.7
 Enfermedades infecciosas del cerebro, tales como la meningitis, la encefalitis o la neurosífilis.7
 Fallo hepático, como la encefalopatía hepática.7
 Fallo renal, como la uremia o la retención urinaria aguda.7
 Enfermedades respiratorias, tales como el asma, el edema pulmonar, la embolia pulmonar, el
trasplante de pulmón, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el mal de altura, la
hipoxemia o la hipercapnia.7
 Enfermedades cardíacas, tales como las arritmias cardíacas, la insuficiencia cardíaca, la
enfermedad de las arterias coronarias, el baipás coronario, el prolapso de la válvula mitral o el
trasplante de corazón.7
 Enfermedades hematológicas, tales como la anemia, el síndrome hipereosinofílico, la
trombocitopenia, la policitemia, la leucemia o la anemia de células falciformes.7
 Trastornos electrolíticos o de fluidos, tales como la deshidratación y la insolación, la
hiponatremia, la hipernatremia, la hipocalcemia, la hipercalcemia o la hipomagnesemia.7
 Estados carenciales, por déficit de vitaminas B2, B6, B12 o vitamina D, ácido fólico o cinc, o el
síndrome de Wernicke-Korsakoff.7
 Intoxicación por metales, tales como el plomo, el mercurio, el aluminio, el manganeso o el
cobre.7
 El primer paso e imprescindible consiste en realizar una completa y exahustiva evaluación clínca
del paciente, para intentar identificar y tratar un posible trastorno orgánico asociado que cause o
potencie la sintomatología psiquiátrica, con lo que se puede conseguir la completa recuperación
del paciente o un considerable alivio de sus síntomas.467891011121314
 El siguiente paso requiere un enfoque integrador y multidisciplinar, en el que participen psicólogos
y psiquiatras, educadores sociales, enfermeros psiquiátricos, trabajadores sociales, terapeutas
ocupacionales y otros profesionales. Cada tratamiento integra, dependiendo del caso, la
administración de psicofármacos como métodos paliativos de los síntomas más pronunciados, así
como un proceso de intervención psicológica para atender los orígenes y manifestaciones del
trastorno y generar, de esta manera, un estado de bienestar más sólido, efectivo y permanente en
las personas que sufren una enfermedad mental.

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