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I.

INTRODUCCIÓN

Markus y Wurf (1987) definen la autoestima como los juicios sobre la propia
valía, que se puede verse afectada por los rasgos de valores culturales
(Servicialidad, honestidad, etc), y por otros que se transmiten como valiosos y
seviciales en los demás. Además indican que ésta se desarrolla cuando el niño es
capaz de percibirse a sí mismo como competente, ya que esta percepción refleja
las creencias referentes a las proezas para logra el éxito en su vida.

Por otra parte, Coopersmith (1976) la conceptualiza la autoestima, como la


evaluación que el individuo hace de sí mismo expresando una actitud de
aprobación o desaprobación e indica la extensión en la cual el individuo se siente
capaz, significativo y exitoso. Para el caso a tratar la autoestima es igualmente
subjetiva, agregando que todo sujeto puede aprobar o no, el resultado depende de
dicha percepción.

Asimismo, Rosenberg (1965, citado por Burns, 1990) precisa que la autoestima
en términos similares a Coopersmith, es decir, como una actitud positiva o
negativa hacia un objeto en particular, en concreto: el yo.

Mientras tanto Gil (1998) menciona que la Autoestima se manifiesta como uno
de los bienes básicos que una persona necesita para ser feliz. La Autoestima con
gran eficacia tiene las siguientes características: aprecio, aceptación, atención,
autoconciencia, apertura y bienestar.
En efecto Wells (1976) define a la autoestima basándose en términos de
reflexividad, diciendo que es un proceso en el cual la persona percibe
características de sí misma y al vez reacciona hacía éstas emocional o
conductualmente.

Para Gómez (1981, citado por González-Arratia y Valdez, 1996b), la


autoestima es el fenómeno o efecto que se traduce en conceptos, imágenes y
juicios de valor referidos al sí mismo, se entiende como un proceso psicológico
cuyos contenidos se encuentran socialmente determinados; en este sentido, se dice
que la autoestima es un fenómeno psicológico y social.
A su vez Roman (1983) indica que la Autoestima contiene, por una parte, la
imagen que la persona tiene de sí misma y de sus relaciones factuales con su
medio ambiente y, por otra, su jerarquía de valores y objetivos – meta. Dichos
valores forman un modelo coherente a través del cual la persona trata de planificar
y organizar su propia vida muy dentro de los límites declarados por el medio
Ambiente social.

Una Vez que hemos definido Autoestima, continuamos con Personalidad y por
motivos afines citamos a Sigmund Freud (1895 a 1900) quién menciona que la
personalidad es el patrón de pensamientos, sentimientos y conducta que presenta
una persona y que persiste a lo largo de toda su vida, en diferentes situaciones.
Vamos a guiarnos y somos manipulados por necesidades primitivas y por traumas
del pasado, los cuales residen en el inconsciente.

Y por último Ivencevich (2005) basándose en la definición de Eysenck, la


modifica expresando que es “un conjunto relativamente estable de sentimientos y
conductas que se formaron de modo significativo mediante factores genéticos y
ambientales”, además declara que las principales fuerzas que influyen en la
personalidad son: las fuerzas culturales, la fuerzas hereditarias, las fuerzas de la
relación familiar y la clase social y otras fuerzas de pertenencia a un grupo

La personalidad del hombre es una unidad organizada e integrada, constituida


por muchos elementos que actúan conjuntamente. La autoestima forma parte
importante del desarrollo de la personalidad de un individuo y, por lo tanto, es un
factor determinante en la conducta y forma de comportarse que éste presente ante
la sociedad. El presente trabajo tiene por objetivo describir la autoestima en los
estudiantes de 1° grado de secundaria de la Institución educativa Maranatha con
mayor índice de vulnerabilidad de la ciudad de Paita, por medio de los
Instrumentos.

La estructura del presente trabajo corresponde a un desarrollo clásico en la


materia, en que, en primer lugar, se proporciona un marco teórico en el que se
desarrollan los conceptos que fundamentan el desarrollo de la investigación. En
segundo término, se encuentra la metodología en donde se consideran los
objetivos, diseño de estudio escogido y los aspectos del test a considerar, para
posteriormente entregar los resultados del análisis de los datos y, finalmente, las
sugerencias y conclusiones. El tema escogido para el presente estudio fue
seleccionado por diferentes motivos, entre los que se encuentran: el tiempo del
que se dispone para su realización; el interés por conocer la autoestima de
estudiantes que conforman dicha institución y, finalmente, el establecer una
herramienta para que mejoren la autoestima de sus estudiantes.

Este trabajo de Investigación, nos ayudará a ver el nivel de Autoestima y


Personalidad por ende mejorar dichas variables en los estudiantes. De lo descrito
anteriormente, se desprende que la autoestima juega un papel trascendente en el
proceso de enseñanza aprendizaje, por consiguiente se debe estudiar el perfil de
autoestima de los educandos para mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje.
1. PLANEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN

1.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

a) Caracterización Del Problema

En el presente trabajo se aborda el tema "nivel de autoestima y


personalidad”, el cual es una recopilación de datos acerca de la autoestima
en los adolescentes y los diversos factores que ejercen en la personalidad.

Según el estudio (Garaigordobil, Durá & Pérez, 2005) señaló, a partir de


una muestra de 322 adolescentes de edades comprendidas entre 14 y 17
años, que los sujetos con alta autoestima-autoconcepto presentarían
menos problemas de conducta y menos síntomas psicopatológicos,
evidenciando mejor salud mental. Asimismo, se obtuvo como resultado
diferencias de género en algunas dimensiones del autoconcepto y en la
autoestima. En este caso, los adolescentes varones presentarían mayor
autoestima, autoconcepto emocional y físico, mientras que las
adolescentes tendrían puntuaciones superiores en propio concepto
académico y familiar.

Víctor Ferrer (2006), Sustentó su trabajo Doctoral de investigación de titulo


“Visión Cristo Céntrico” para mejorar el desarrollo de la autoestima en
Educación Básica Regular Lambayeque Trabajo realizado de tipo
descriptivo, utilizando los métodos de observación y la correlacional, toma
en cuenta aspectos socioculturales el contexto escolar y el cuantitativo que
mide el peso de las variables, para los eftos de este trabajo es importante
definir la variable autoestima. La piedra angular de esta tesis es Jesús de
Nazaret el gran Maestro; confirma que la Iglesia Católica aporta a la
Educación Básica y al desarrollo de la autoestima a través de las personas
que se han identificado con el estilo de vida de Jesús de Nazaret. La religión
juega un papel muy importante en la formación de los valores éticos y
morales en la Educación Básica regular y en la formación de la autoestima,
ya que sus principios se fundamentan en las Santas Escrituras, (AT) y (NT).
Asimismo se denota que tanto el autoestima y la personalidad influyen en
la conducta humana de la familia, para ello nos planteamos la siguiente
pregunta ¿Uno Nace con la personalidad? No, ya que esta se va formando
con el transcurso del tiempo y de las experiencias vividas, sin embargo
esta se inicia en la familia ya que es la familia en centro donde aprendemos
en su mayoría los valores.

En la Institución Educativa Maranatha ubicado en Av. Marco Jara, Paita,


hay probabilidades que los alumnos de dicha casa de estudios puedan estar
siendo influenciados por la sociedad, entorno donde viven así como los
estereotipos que se muestra hoy en día.

b) Enunciado Del Problema

A partir de lo antes mencionado se formula la siguiente pregunta ¿Cuál es


el nivel de autoestima en los estudiantes de primer grado de Secundaria de
la Institución Educativa Maranatha, Paita – 2018?
1.2 OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

1.2.1 Objetivo general

 Identificar el nivel de autoestima en los estudiantes de primer grado


de Secundaria de la I.E. MARANATHA, Paita – 2018.

1.2.2 Objetivos específicos

 Describir el nivel de autoestima en la sub escala sí mismo en los


estudiantes del primer grado de Secundaria de la Institución
Educativa MARANATHA, Paita - 2018.

 Describir el nivel de autoestima en la sub escala social en los


estudiantes del primer grado de Secundaria de la Institución
Educativa MARANATHA, Paita - 2018.

 Describir el nivel de autoestima en la sub escala hogar en los


estudiantes del primer grado de Secundaria de la Institución
Educativa MARANATHA, Paita - 2018.

 Describir el nivel de autoestima en la Sub escala escuela en los


estudiantes del primer grado de Secundaria de la Institución
Educativa MARANATHA, Paita - 2018.
1.3. JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN:

El presente proyecto se enfocará en describir los niveles de autoestima de los


estudiantes de Primero de Secundaria de la Institución Educativa
MARANATHA, Paita - 2018.del año 2018,dicho proyecto ayudará a poder
tomar decisiones y/o aplicar un plan de acción para fortalecer la autoestima
de los alumnos lo cual es un pilar importante para un óptimo desarrollo en
todas las áreas de su vida; por ende se verán beneficiados en primer lugar
cada uno de los participantes que podrán fortalecer sus destrezas y poder
modificar conductas inadaptativas y con ello poder corregir sus debilidades,
del mismo modo la Institución educativa ya que ayudara a formar alumnos
capaces de asumir cualquier reto que se les presente. Asimismo la sociedad
ya que verán levantarse a una nueva generación emprendedora, con ganas de
salir adelante y que a pesar de los obstáculos sabrán afrontarlos día a día
audazmente.
2.2 BASES TEÓRICAS DE LA INVESTIGACIÓN

2.2.1 AUTOESTIMA

2.2.1.1 Definición

La autoestima es la capacidad intrínseca que posee cada individuo para


reconocerse y respetarse, valiéndose y resaltando la importancia de sus valores y
le da importancia de todo aquello que se creen capaces de lograr. Producir una
correcta autoestima nos permitirá crecer como mucha humanidad y futuros
profesionales.

La autoestima es una importante variable psicológica, por lo que, se ha definido


por distintos autores. Por ejemplo Wilber (1995), señala que la autoestima está
vinculada con las características propias del individuo, el cual hace una valoración
de sus atributos y configura una autoestima positiva o negativa, dependiendo de
los niveles de consciencia que exprese sobre sí mismo.

José Bonet (1997), señala: “La autoestima abarca un concepto multidimensional


que engloba entre otros las seis Aes de la autoestima.”:

Aprecio de uno mismo como persona, independientemente de lo que pueda hacer


poseer, de tal manera que se considera con los mismo derechos que las demás
personas, pero a la vez diferente a cualquier persona.

Aceptación tolerante de sus limitaciones, debilidades, errores y fracasos,


reconociendo serenamente los aspectos desagradables de su personalidad.

Afecto, actitud positiva hacia sí mismo, de tal modo que se halla bien consigo
mismo frente a los demás, dentro de su piel y en todo lo que es como ser.

Atención y cuidado de sus necesidades reales, tanto físicas como psíquicas.


Autoconsciencia, es decir darse cuenta del propio mundo interior, y escucharse a sí
mismo amistosamente.
Apertura, actitud abierta y atenta al otro, reconociendo su existencia y
reafirmándolo, lo que inicia del reconocimiento basado de que no podemos vivir
de forma aislada e independiente de los demás.

William James (1904), señalaba que solemos valorarnos a nosotros mismo, señaló
tres componentes de nuestra identidad:

“El primero: Nuestro estilo de pensar sentir y actuar, los rasgos de nuestra
personalidad

El segundo: el “yo” social, las cualidades o defectos que reconocen en


nosotros los demás, la buena o mala reputación que tenemos en nuestro
entorno social.

El tercero: el “yo” material que incluye nuestra imagen corporal, las


riquezas, el patrimonio económico y las propiedades que son importantes
para nosotros”

Así mismo, Coopersmith (1996), revela que la autoestima precisa la evaluación


que la persona hace y por lo general mantiene con referencia a si mismo. Esta
autoestima se maneja por medio de una actitud de aprobación o desaprobación
que refleja el nivel en el cual el sujeto cree en sí mismo para ser capaz, tener
productividad, y muy importante. Por tanto, la autoestima se cimienta en un juicio
propio de la dignidad que está dirigido en las acciones que el individuo posee
hacia si mismo.

El autor que también concreta, dice que la autoestima se evoca cada una de las
experiencias subjetivas que el individuo evoca a otros por medio de reportes
verbales y también otras conductas en modo obvio que traslucen la demarcación en
la cual el individuo se siente valeroso, significativo, exitoso y valiente, por lo cual
ejerce un juicio personal de lo valioso que es dentro de su vida.
McKay y Fanning (1999), comparten que la autoestima se vincula estrechamente
en relación con la aceptación incondicional de cada persona y con el ejercicio de
sus habilidades, ya que ambas son bases de impulso. Es importante reafirmar que,
la disciplina severa, las críticas negativas y las expectativas irreales de los adultos,
son muy nocivas.

Barroso (2000), analiza que la autoestima es un aura que existe en todo ser vivo,
con diferente cualidades que organiza, compenetra, atregua, unifica y dirige a
todo el sistema de contactos que llegan a hacerse en el sí mismo del individuo.
Este autor ha delimitado el concepto de autoestima considerando su propia
realidad y vivencias, lo que le permite hacerse responsable de si mismo y de sus
actos.

La autoestima de acuerdo Abraham Maslow (1979) refiere:

“Es la necesidad de respeto y confianza en sí mismo. La necesidad de la


autoestima es básica, todos tenemos el deseo de ser aceptados y valorados por los
demás. Satisfacer esta necesidad de autoestima hace que las personas se vuelvan
más seguras de sí misma. El no poder tener reconocmiento por los propios logros.”

2.2.1.2 La autoestima desde la perspectiva psicológica

Según J. Gill, nos refiere que la persona con su Autoestima muy baja presenta
síntomas que lo distinguen de forma particular con el resto de personas.

Entre las características que encontramos esta la crítica hacia lo que realiza, crítica
constante hacia el esfuerzo propio, ser muy sensible a la crítica o llamado de
atención de otra persona. También no abarca de forma concisa sus ideales u
objetivos sintiéndose torpe e incluso aceptando todo lo que le piden por miedo a
desagrado o defraudo del resto.
2.2.1.3 Formación de la autoestima

Respecto a cómo se forma de la autoestima. Wilber (1995), concreta que el


concepto del yo y del propio yo, se dando de forma gradual durante toda la vida,
dando inicio desde la infancia y cruzando por distintas etapas de avanzada
constitución. Cada etapa apremia impresiones, sentimientos, e inclusive,
razonamientos complejos sobre el Yo. Cómo resultado se da un sentimiento
mayorizado de valía o de incapacidad.

Para desarrollar la autoestima en todos los grados de la actividad, se requiere tener


una posición de confianza frente a sí mismo y actuar con seguridad frente a las
personas, ser abiertos e imparciales, valorar a los demás y valorarlos como son;
tener autonomía en las decisiones a tomar, tener comunicación clara y preciso,
tener una actitud empática, en otras palabras, ser capaz de percibir las necesidades
de sus congéneres, ponerse en su lugar y asumir actitudes de compromiso.

El autor explica que, la autoestima se cimienta a diario con el espíritu alerta y la


conexion con las personas que rodean al sujeto, con las que se relaciona o tiene
que dirigir. La importancia de la autoestima radica en enfrentar la vida con
confianza y seguridad. Un aspecto central para desarrollar la autoestima, es el
conocimiento de sí mismo. Cuanto más se conoce un individuo, tiene más
posibilidad de querer y aceptar los deberes. Si bien los logros son básicos para
otrogarle un sentido a la vida, ellas tienen costos en esfuerzo, fatiga, deterioro,
frustración, pero también en maduración, logros, seguridad y satisfacción
personal.
Cuando se entra en contacto con personas constructivas, equilibradas, constantes
y honestas, hay más posiblidades de desarrollar una personalidad sana, de con
acciones positivas que a su vez permiten desarrollarlo con mayor probabilidad de
éxito, aumentando la autoestima.

Por su parte, Coopersmith (1996), indica que todo proceso de formación de la


autoestima se demarca a los seis meses luego del nacimiento, cuando el individuo
empieza a distinguir su cuerpo como un todo absoluto diferente del ambiente que
lo rodea. Explica que en este momento se comienza a elaborar el concepto de
objeto, cosas, iniciando así el concepto de sí mismo, a través de las experiencias
y experimentaciones en de su cuerpo, del ambiente que le rodea y de las personas
que están cerca de él.

Explica el autor que segun las experiencias continúan, y en este proceso de


aprendizaje, el individuo cimienta su propio concepto, distingue su nombre de los
demás y reacciona ante el llamado. Entre los tres y cinco años, el individuo se
torna egocéntrico, pues en el individuo piensa que el mundo gira en torno a él y
sus necesidades, lo que relaciona el desarrollo del concepto de posesión,
conectado de toda forma con el autoestima.

Durante este período, las experiencias provistas por los padres y la forma de
ejercer su autoridad, así como la manera como establecen las relaciones de
independencia son importantes para que el individuo adquiera las capacidades de
interrelacionarse aportando en la formación de su autoestima, por lo cual, los
familiares deberán ofrecer al sujeto experiencias gratificantes que aporten a su
vez con su ajuste personal y social para lograr bienes a nivel de la autoestima.

En la edad de seis años, explica Coopersmith (1996), se inician las experiencias


escolares y la interacción con otros individuos o grupos congeneros, desarrolla la
necesidad de compartir para aclimatarse al medio ambiente, el cual es de suma
importancia para su desarrollo y la apreciación de sí mismo a partir de los criterios
que elaboran los individuos a su alrededor. A los ocho y nueve años, ya el individuo
es capaz de establecer su propio nivel de autoapreciación y lo conserva
relativamente equilibrado en el tiempo.

Agrega Coopersmith (1996), que la primera infancia inicia y consolida las


habilidades de socialización, estrechamente relacionadas al desarrollo de la
autoestima; puesto que muestra las oportunidades de relacionarse con otras
personas de manera directa y continua. Por tanto, si el medio del que se rodea el
individuo es un mundo de paz y aceptación, es muy seguro el individuo
conseguirá seguridad, integración y armonía interior, lo cual establecerá la base
del desarrollo de la autoestima.
Explica el mismo autor que, la historia del individuo en relación con el trato
respetuoso que ha recibido, su estado social, las relaciones interpersonales, la
comunicación y el afecto recibido son elementos que connotan el proceso de
formación de la autoestima y hacen que el sujeto conlleve sus percepciones de
manera detallada o con desbarajuste, caracterizando el comportamiento de esta
variable.

McKay y Fanning (1999), señalan que el punto clave para que un individuo
disfrute de la vida, inicie y mantenga relaciones positivas con los demás, sea
original y capaz de aprender, se encuentra en la validez personal de sí mismo o
autoestima. La comprensión que el individuo logra de sí mismo –por ejemplo, de
que es sociable, eficiente y flexible, está en asociación con una o más emociones
respecto de tales atributos.
A partir de una determinada edad (3 a 5 años), el niño recibe opiniones, juicios y,
por qué no decirlo, críticas, a veces destructivas o sin fundamento, acerca de su
persona o de sus actividades. Su primera estirpe de quién es él proviene, entonces,
desde afuera, de la realidad intersubjetiva. No obstante, el periodo de la infancia,
los niños no pueden hacer la diiferencia de objetividad y subjetividad. Todo lo
que oyen acerca de sí mismos y del mundo va a constituir una realidad única. El
juicio “este chico siempre ha sido enfermizo y torpe”, llega en forma definitiva,
como una verdad fuerte, precisa e irrefutable, más que como una apreciación
rebatible.

McKay y Fanning (1999), agregan que la conformación de la autoestima se inicia


con estos primeros esbozos que el niño recibe, principalmente, de las figuras de
apego, las más significativas a su temprana edad. La opinión “niño maleducado”
si es dicha por los padres en forma persistente, indiscriminada y se acompaña de
gestos que enfatizan la descalificación, tendrá una profunda repercusión en la
identidad del pequeño.

En el proceso de la validez personal o autoestima hay un aspecto muy importante


que implica la relación con los afectos o emociones. Resulta que el menor se
siente más o menos conforme con la imagen de sí mismo. Puede agradarle, sentir
miedo, experimentar rabia o ponerlo triste, pero en definitiva y, sea cual sea,
presentará de manera automática una respuesta emocional relacionada con esa
percepción de sí mismo. Así es el componente de “validez”, “valoración” o
“estimación” propia.

Los mismos autores revelan que en forma muy rudimentaria, el niño está
consciente de tener, lo quiera o no, un carácter o personalidad establecida, y eso
no pasa desapercibido, le provoca una sensación de mayor o menor disconfort.
Incluso, es más factible que él reconozca con claridad el sinsabor que le concierne
el saberse “tímido”, sin tener ideas precisas de qué significa exactamente eso.
Sólo sabe que no le gusta o que es malo.

Sólo en la adolescencia, a partir de los 11 años aproximadamente, con la


instauración del pensamiento formal, el joven podrá tener un concepto sobre su
sensación de placer o desdicha, asumiendo una actitud de distancia respecto de lo
que experimenta, poniendo a prueba la fidelidad de los rasgos que él mismo, sus
padres o su familia le han conferido de su imagen personal.

McKay y Fanning (1999), detallan que siendo la identidad un tema central de esta
etapa, el adolescente experimenta quién es y querrá responderse en forma
consciente a preguntas sobre su futuro y su estancia en el mundo. La crisis
emergente tendrá un efecto dañino si el joven ha llegado hasta aquí con una muy
carente o baja valoración personal. El reconocimiento de una valoración positiva
de sí mismo, que opera de modo automático e inconsciente, permite en el niño un
desempeño psicológico sano, en armonía con su alrededor y, en especial, en su
relación con los demás. En la situación contraria, el adolescente no encontrará un
terreno favorable (el concerniente a su afectividad) para aprender, explotar sus
relaciones y tener el control de mayores responsabilidades.

Por tanto, las personas más cerca al individuo de modo afectivo (padres,
familiares, profesores o amigos), son las que más influencia tiene y potencian o
dificultan su autoestima. Dependerá de los sentimientos y expectativas de la
persona a la que se siente unido afectivamente el individuo. Si los sentimientos
son positivos, el niño recibirá un mensaje que le agradará, se sentirá bien, y como
consecuencia, le ayudará a tener mejor autoestima. Si los sentimientos son
negativos, la sensación que el individuo percibe le aporpinará dolor, y en
definitiva, provocará rechazo a su propia persona y, por tanto, la decadencia de
su autoestima.

Por su parte, Craighead, McHale y Pope (2001), coinciden con lo antes


mencionado, al afirmar que la autoestima se forma a consecuencia del
autoconcepto y autocontrol. De este modo explican que el autoconcepto acapara
las ideas que el individuo desarrolla sobre de y lo que es realmente. Estas ideas
se forman al paso de las experiencias que tienen con las personas que les rodean;
es decir, cómo son tratados por ellos y, en función a estas conductas, así
comienzan a comportarse. Por ello, el refuerzo mutuo que reciben de los padres
es un elemento esencial en el proceso de la formación del autoconcepto y por
ende, de la autoestima.

Agregan los mismos autores que, el proceso de formación del autoconcpeto no


resulta siempre en una autoimagen positiva o negativa; todo ello dependerá de
elementos tales como el proceso de identificación, madurez del individuo y el
desarrollo corporal, espiritual y moral. A medida que el individuo se va
desarrollando, comienza a entender que él es distinto a otros y se da cuenta cuáles
son sus cualidades y limitaciones. En los años escolares, los niños se orientan más
por las opiniones y perspectivas que los demás tienen alrededor de ellos, pero
incrementan al mismo tiempo las nociones de comparación con los demás
restantes.

Explican Craighead, McHale y Pope (2001), que no todos los individuos


desarrollan las habilidades cognitivas que retumban el autoconcepto a la misma
velocidad, puesto que la habilidad para pensar de forma abstracta se puede
desarrollar a lo largo de la disposición de utilizar más conceptos diferenciados.
En relación al autocontrol, estos autores han expresado que los individuos
aprenden a dirigir su propio comportamiento como parte importante de su
desarrollo. La mayoría de los padres concuerdan mutuamente que una
característica que más les importa es cómo el individuo moldea su conducta.
El desarrollo del autocontrol parece estar relacionado con la autoestima tanto
directa como indirectamente, puesto que algunos estudios han demostrado que los
individuos con alta autoestima tienen fuertes sentimientos de eficacia personal y
de control propio. Este proceso de desarrollo del autocontrol abarca tres pasos
fundamentales: el automonitoreo o convertirse en propio observador, la
autoevaluación o valoración del comportamiento y el autoreforzamiento que
abarca el sistema de recompensas; lo cual se produce a distintas edades
dependiendo de la capacidad y experiencias que tenga todo individuo.

En función de Craighead, McHeal y Pope (2001), confirman que las experiencias


de la infancia, la interrelación con los padres y las oportunidades que tengan los
individuos, son importantes en el proceso de desarrollo del autoconcepto, del
autocontrol, y por lo tanto, de la autoestima. Coincidiendo con Coopersmith
(1996), afirman que el comportamiento de los padres y otros adultos
significativos, junto con el desarrollo de las competencias cognitivas del sujeto,
afectan la capacidad del individuo para controlar sus propias conductas. Por lo
tanto, a causa de estos factores, se conforman los cimientos de la autoestima, por
tal motivo el Psicólogo debe de examinar las áreas de funcionamiento social,
cognitivo y emocional del individuo.
Por otra parte, Barroso (2000), en sus afirmaciones aplicadas a la población
venezolana también explica que los individuos comienzan a desarrollar su
autoestima desde los primeros años de vida cuando presentan necesidades de
apego y contextualización, las cuales se van remodelando durante su desarrollo
donde concretan sus procesos y funciones básicas de ubicación, afecto e
identificación. Estas competencias dan paso a la socialización, la originalidad, la
independencia y la diferenciación; lo que se apoya en las experiencias que tenga
el individuo tanto dentro como fuera del ámbito familiar y con las personas
significativas para él.

Todas las afirmaciones ya descritas en retrospectiva con el proceso de formación


y desarrollo de la autoestima son importantes para el presente estudio, pues los
adolescentes están expuestos a múltiples estímulos ambientales que han sido
determinados como nocivos para el desarrollo personal, lo cual requiere urgente
la evaluación de la autoestima como una variable fundamental.
2.2.1.4 Tipos de Autoestima.

Coopersmith (1996), afirma que existen distintas características del autoestima,


entre las que se distingue que es relativamente estable en el tiempo. Esta
característica incluye que la autoestima es vulnerable a variar, pero esta variación
no es fácil, dado que la misma es el resultado de la experiencia, y por lo tanto sólo
otras experiencias son capaces de variar el grado de autoestima.

Del mismo modo, explica el autor que la autoestima puede variar de acuerdo al
sexo, la edad y otros requisitos que definen el rol sexual. De esta manera, un
individuo puede manifestar una autoestima relacionada con sus factores
específicos.
De lo anteriormente mencionado se descuelga la segunda característica de la
autoestima propuesta por Coopersmith (1996), que es su individualidad. Dado que
la autoestima está relacionada a factores subjetivos, ésta es la resultante de las
experiencias individuales de todo individuo, el cual es diferente a otros en total
magnitud y expresión. La autoevaluación implícada en el reporte de la autoestima
exige que el sujeto examine su rendimiento, sus capacidades y atribuciones acorde
con estándares y valores personales, llegando a la decisión de su propia valía.

Este autor agrega que otra característica de la autoestima es que no es condición


indispensable que el individuo tenga consciencia de sus acciones hacia sí mismo,
pues igualmente las expresará por medio de su voz, postura o gestos, y en
definitiva, al sugerirle que aporte información sobre sí mismo, se basará en
evaluarse considerando las apreciaciones que tiene elaboradas sobre su persona.

También, Barroso (2000), afirma que la autoestima incluye unas características


esenciales entre las cuales se encuentran que el nivel en el cual el individuo cultiva
la vida interna, se supera más allá de las limitaciones, valora al individuo y a los
que le rodean, posee buen sentido del humor, está consciente de sus destrezas y
limitaciones, tiene consciencia ecológica, utiliza su propia información, posee
sentido ético, propone límites y reglas, asume sus errores y maniobra,
efectivamente, sus sentimientos.
Así mismo, Craighead, McHale y Pope (2001), afirman que la autoestima prevee
tres elementos o variables escenciales, entre las mismas, se encuentra que hay:
una descripción del comportamiento, una reacción al comportamiento y el
conocimiento de los sentimientos dela persona.
Explican que en relación a la formulación del comportamiento, el lenguaje de la
autoestima determina como el individuo se considera a sí mismo, siendo una
variable indispensable de distinción entre los individuos, puesto que permite
conceptualizar la conducta.

En cuanto a la reacción al comportamiento, señalan que la autoestima es el


lenguaje que distribuye el individuo, acerca de sí mismo y permite asumir un
comportamiento determinado sea o no conflictivo. Finalmente, haciendo
referencia al conocimiento de los sentimientos, agregan que el autoestima valida
las experiencias del individuo y los hace sentir de todos modos, específico y
diferenciado de los demás individuos.

Para la efectualidad de ese estudio, se considera el autoestima desde la espectativa


de los niveles formulados por Coopersmith (1996), pues sirven de referencia de
ayuda para la evaluación de la autoestima.

Los tipos son modelos ideales que reúnen caracteres esenciales. En el caso de la
autoestima se divide en varios tipos, entre los cuales encontramos los siguientes:

Autoestima alta y estable: Este tipo de autoestima se caracteriza por que la


persona respeta las opiniones de las demás y respetan aquello que la persona
opina. Se desenvuelven de manera correcta y son fieles seguidores de sus
convicciones y de todo aquello que practican y se proponen.

Autoestima alta e inestable: Las personas con este tipo de autoestima, se


caracterizan por desestabilizarse constantemente, suelen defender su punto de
vista pero lo cambian si es que alguien les critica.
Autoestima baja y estable: Este tipo de autoestima, afecta mucho el desarrollo
personal del individuo, lo que ocasiona que la persona no se esfuerce ni busque
promover su imagen o potencializar sus características propias.
Autoestima baja e inestable: Las personas con este tipo de autoestima suelen
caracterizarse por ser muy influenciables y sensibles a la crítica.

2.2.1.5. Características propias de la Autoestima:

Es importante señalar que una característica que permite identificar a alguien o


algo, de esta forma permite distinguir del resto. En el caso de la autoestima baja
encontramos las siguientes características:

• Las personas presentan inseguridad y desconfianza de sí mismo. Múltiples


problemas en las relaciones

• Temor al cambio o a la mejoría en diferentes aspectos de la vida.

• En el caso de la autoestima alta presenta y evicencia las siguientes


características.

• Amplia seguridad acerca de la persona que es, presentando seguridad en lo


que realiza.

• Desarrollo correcto de sus relaciones íntimas o relaciones interpersonales.

• Capacidad para demostrar sus verdaderos sentimientos.

• Capacidad de reconocer y demostrar sus propios logros.

2.2.1.6 Información y opiniones sobre la Autoestima

Rosenberg Steem (1965), plantea que la autoestima es esencial para el ser humano
porque:

a) Implica el desarrollo de patrones

b) Define el establecimiento de comparaciones entre los individuos y la


comprensión de quien es uno como persona basada en el resultado.
Y a su vez Christopher J. Mruk (1999) argumenta que la autoestima: “es la
evaluación que efectúa y mantiene comúnmente el individuo en referencia a sí
mismo; por lo que la autoestima no es solo un sentimiento, implica factores
perceptuales y cognitivos.”

Argumentos muy relevantes al momento de referirnos acerca de la autoestima y su


importancia.

Otra aportación de suma importancia para el estudio de la autoestima fue la


desarrollada por Stanley Coopersmith (1967), que al igual que Rosenberg
considera que la autoestima: “es la evaluación que el individuo hace y
generalmente mantiene con respecto a si mismo; esta expresa una actitud de
aprobación o desaprobación e indica la medida en la que el sujeto es capaz,
importante, exitoso y valioso. A su vez plantea que existen distintos niveles de
autoestima, por lo cual cada persona reaccióna ante situaciones similares, de
forma diferente; teniendo en cuanta expectativas desiguales ante el futuro,
reacciones y autoconceptos difierentes. Por lo cual caracteriza a las persona con
alta, media y baja autoestima.”
La confianza y la empatía son dos valores que se relacionan ampliamente con la
autoestisma por ende aquí su concepto:

Confianza: Las personas con una elevada autoestima no tienen temor al hablar o
dirigirse hacia otras personas. Expresan sus sentimientos y pensamientos con
libertad. En el caso de las personas con una autoestima debilitada o baja, ellas
suelen tener un sentimiento de miedo constante. No confían en sí mismas ni en
sus propias capacidades.

Empatía: Aquellas personas con autoestima elevada o positiva suelen reconocer


las emociones de los demás, así como también están en sintonía con los
sentimientos propios y ajenos

2.2.1.7 Componentes intrínsecos de la Autoestima


La autoestima presenta diferentes componentes, que permiten se englobe de mejor
forma en el ámbito diario de la vida:

El componente afectivo: Este enfoque se caracteriza por definir a los seres


humanos y a las personas como se conforman y se sienten en el transcurso de sus
días, semanas y de su vida.

El componente cognitivo: Este componente define la forma de pensar de cada uno


de nosotros.

El componente conductual: Este componente se caracteriza por definir la forma


con la cual respondemos a las circunstancias diarias que la vida nos presenta .

2.2.1.8 Dimensiones y Niveles de Autoestima

Coopersmith (1996), señala que los individuos presentan diversas formas y


niveles perceptivos, así como diferencias en cuanto al patrón de acercamiento y
de respuesta a los estímulos ambientales. Por ello, la autoestima presenta áreas
dimensionales que caracterizan su amplitud y radio de acción. Entre ellas incluye
las siguientes:

SI MISMO (Autoestima Personal): tiene que ver con la evaluación que el


individuo hace y por lo general mantiene con respecto a sí mismo en relación con
su imagen corporal y cualidades personales, considerando su capacidad,
productividad, importancia y dignidad e implicando un juicio personal expresado
en actitudes hacia sí mismo.

ESCUELA (Autoestima en el área académica): se refiere a la evaluación que


el individuo hace y habitualmente perpetua con respecto a sí mismo en relación
con su desempeño en el ámbito escolar, considerando su capacidad,
productividad, importancia y dignidad, que implica un juicio personal expresado
en acciones hacia sí mismo.
HOGAR (Autoestima en el área familiar): trata de la evaluación que el
individuo hace y habitualmente mantiene con respecto a sí mismo en relación con
sus relaciones en los miembros del grupo familiar, su capacidad, productividad,
importancia y dignidad, implicando un juicio personal expresado en actitudes
hacia sí mismo.

SOCIAL (Autoestima en el área social): consiste en la examinación que el


individuo se hace y habitualmente mantiene con respecto a sí mismo en conexión
con sus relaciones sociales, considerando su capacidad, productividad,
importancia y dignidad, lo que lo conlleva un juicio personal estipulado en
actitudes hacia sí mismo.
Por su parte, McKay y Fanning (1999), señalan que en la autoestima existe una
versificación completa acerca de sí mismo y del comportamiento de su “yo”. Hay
dimensiones de la misma:

1. Dimensión Física. Sentirse atractivo

2. Dimensión Social. El individuo se siente aceptado y de pertenecer a un


grupo, ya sea empresarial, de servicio, entre otros.

3. Dimensión Afectiva. El individuo realiza una percepción de distintos tipos


de la personalidad.

4. Dimensión Académica. El individuo trata de enfrentar con éxito los


estudios, carreras y la autodistinción de las capacidades intelectuales,
creativas y constantes.

5. Dimensión Ética. Es la autorrealización de los valores y normas.

Dichas dimensiones de la autoestima son compartidas por Craighead, McHale y


Pope (2001), quienes indican que la autoestima se observa en el área corporal en el
momento que se determina el valor y el reconocimiento que el individuo distingue
de sus cualidades y aptitudes físicas, basandose en su apariencia y sus capacidades
en relación al cuerpo. A nivel académico, la evaluación que hace de sí mismo
como estudiante y si conoce sus patrones para el logro académico.
A nivel social, influye la valoración que el individuo hace su vida social y los
sentimientos que tiene como amigo de otros, abarcando las necesidades sociales y
su grado de satisfacción. A nivel familiar, refleja los sentires sobre sí mismo como
miembro de una familia, qué tan valioso se siente y la seguridad que profesa en
cuanto al amor y respeto que tienen hacia él. Finalmente, la autoestima global
encuadra una aproximación de sí mismo, y se basa en una evaluación de todos los
instrumentos de si mismo que imparten su opinión personal.

Como se llega a observar, los autores coinciden en sus planteamientos, lo que hace
posible indagar la importancia de correlacionar los elementos propuestos, dado que
sus fundamentos teóricos importantes guardan similitud y pueden aportar a ampliar
las posibilidades de instrumentos diagnósticos de la autoestima.

En relación a los grados o niveles de autoestima, Coopersmith (1996), afirma que


la autoestima puede presentarse en tres niveles: alta, media o baja, que se pone en
evidencia porque las personas experimentan las mismas situaciones en forma
completamente diferente, dado que cuentan con espectativas diferentes sobre su
futuro, reacciones afectivas y propioconcepto.

Explica el autor que estos niveles se distinguen entre sí dado que caracterizan la
conducta de los individuos, por ello, las personas con una autoestima alta son
activas, expresivas, con metas sociales y académicos, son drigentes, no rehúyen a
las disyuntivas y se interesan por asuntos públicos.

También es visible en de los individuos con alta autoestima, la baja afectación al


inicio de la niñez, les transtornan los sentimientos de ansiedad, confían en sus
propias apreciaciones, esperan que sus esfuerzos deriven el éxito, se aproximan a
otras personas con la perspectiva de ser bien recibidas, considerando que el trabajo
que hacen generalmente es de gran calidad, esperando realizar buenos trabajos en
el futuro y son populares entre las personas de su misma edad.

Haciendo referencia a los individuos con un nivel de autoestima medio,


Coopersmith (1996), afirma que son personas caracteristicas por presentar
parecidos con las que presentan alta autoestima, pero la manifiestan en menor
magnitud, y en otros casos, muestran conductas inapropiadas que reflejan
dificultades en el autoconcepto. Sus conductas pueden ser positivas, tales como
presentarse alegres y capaces de aceptar críticas, sin embargo, comparten
tendencia a sentirse inseguros en las estimaciones de su valía personal y dependen
mucho de la aceptación social. Por ello, se indica que los individuos con un nivel
medio de autoestima presentan autoafirmaciones positivas más asequibles en su
aprecio de la competencia, significación y expectativas, y es usual que sus
declaraciones, conclusiones y opiniones en algunos aspectos, estén próximos a
los de los individuos con alta autoestima, aún cuando no bajo todo contexto y
situación como acontece con éstos.

Finalmente, Coopersmith (1996), conceptualiza a las personas con un nivel de


autoestima medio como aquellos individuos que manifiestan desánimo,
depresión, soledad, se sienten poco atractivos, así como poco capaces de
expresarse y defenderse pues sienten miedo de provocar el enfado de los demás.

Agrega que estos individuos se juzgan como débiles para vencer sus limitaciones,
permanecen muy lejos ante un grupo social determinado, son vulnerables a la
crítica, se preocupan mucho por problemas internos, presentan mucha dificultad
para establecer relaciones amistosas, no tienen seguridad sobre sus ideas, dudan
de sus habilidades y estiman que los trabajos e ideas de los demás son mucho
mejor que las suyas.

Para concluir, es importante indicar que el autor afirma que estos niveles de
autoestima pueden ser susceptibles de variación, si se abordan los rasgos
afectivos, las conductas anticipatorias y las características motivaciones de los
individuos. Craighead, McHeal y Pope (2001), por su parte, coinciden con lo
anteriormente señalado, afirmando que los individuos con alta autoestima,
reflejan un autoconcepto positivo sobre su imagen corporal, así como en relación
a sus habilidades académicas, familiares y sociales. Ello implica que los
individuos con alta autoestima se muestren seguros, acertados, eficientes,
capaces, dignos y demuestren estar en disposición para lograr las metas,
resolviendo problemas y demostrando habilidades de comunicación.

Por tanto, un individuo que posee una autoestima alta o positiva se evalúa a sí
mismo de forma positiva y se siente muy bien en relación de sus puntos fuertes,
demuestra autoconfianza y trabaja sobre sus áreas débiles para mejorarlas y es
capaz de instruirse a sí mismo cuando falla en algo.

En el caso contrario, explican los mismos autores, los individuos de autoestima


baja, manifiestan una actitud positiva artificial hacia sí mismos y hacia el mundo,
en una oportunidad desesperada de hacer creer a otros y a sí mismo que es una
persona saludable. Por ello, pueden retraerse, evitando el contacto con otros,
puesto que tiene miedo que más tarde o temprano los rechazarán. Un individuo
con baja autoestima es en escencia una persona que consigue muy pocas cosas o
motivos para sentirse orgullosa de sí misma.

Entre las características de estos individuos se encuentran que se muestran


introvertidos, confusos, sumisos, con problemas para identificar una solucion a
las situaciones que se les presentan, lo cual los traduce en erráticos en algunas de
sus conductas, todo lo cual refuerza sus inconvenientes referentes de
autoconcepto y autocontrol, afectando a sí mismo.

Aunque Craighead, McHeal y Pope (2001), nos hacen mención a tres niveles de
autoestima, es importante indicar que la herramienta que propone Pope (1988),
evalúa la misma en tres grados, lo cual propone deducir que a nivel metodológico,
la medición de una variable es concebida en términos parecidos a los propuestos
por Coopersmith (1996).

5.2.1.9 La autoestima y su desarrollo en el campo social

Las personas a diario nos desarrollamos y nos desempeñamos en distintos ámbitos


de nuestra vida .Basándonos en la forma diaria de trabajo de cada ser humano , es
importante señalar que las personas adultas nos afrontamos al problema de
establecer una identidad laboral o social con nuestro entorno . Esto se debe a una
incorrecta formación de nuestra autoestima. Es por eso que es muy relevante
señalar la autoestima como el concepto principal de cada uno de nosotros
tenemos acerca de aquello que somos y lo que realizamos. Esto influenciara y
lograra que en cualquier ámbito que nos desempeñemos aprendamos a valorar lo
que realizamos.
Juan Bolívar (2003), señala que: “La autoestima de los miembros de una empresa
les posibilita afrontar con éxito los procesos de cambio y transformación en el
ámbito empresarial ya que les permite ver los retos como oportunidades más que
como amenazas.”

El concepto de Branden evoluciona, y en (2005) se refiere a autoestima como: “la


disposición a considerarse competente para hacer frente a los desafíos básicos de
la vida y a sentirse merecedor de la felicidad.”
Martin y Kliegel (2004), refieren que : “el desarrollo tiene lugar cuando se
observan cambios duraderos. En la persona coinciden el cambio y la estabilidad,
dado que los cambios de las diversas competencias personales transcurren a
distintas velocidades y en su interacción producen cierta estabilidad, por ejemplo,
en la autonomía de la persona o en su bienestar.”

Herbert Freudenberger (1970), define que: “La autoestima en el trabajo, un


importante número de investigadores ponen de manifiesto que un nivel de
autoestima bajo aparece asociado a un mayor nivel de síntomas del síndrome
denominado Bournout.”
ANALISIS DE RESULTADOS

Luego de haber descrito los resultados obtenidos se llevará a cabo el análisis de los
mismos.

La presente investigación se realizó con el objetivo de Determinar el nivel de autoestima


en los alumnos de primer grado de secundaria de I.E “MARANATHA” Paita 2018, donde
se aplico dicha prueba a 34 estudiantes los cuales nos arrojaron como resultado en la
TABLA N°I que el 58.8% presenta un nivel PROMEDIO referente a su autoestima.
Quién según (M.E Seligman, 1972). Inventario de Autoestima de Original Forma Escolar
Coopersmith, en tiempos normales, se mantiene una actitud positiva de sí mismo, un
aprecio genuino de sí mismo, buena aceptación las cuales se esperanzan en sus propias
limitaciones, tales como sus debilidades, fracasos y errores, afecto hacia si mismo,
atención y por ultimo cuidado de sus necesidades básicas tanto físicas, psíquicas e
intelectuales.

Los resultados que se encontraron en esta investigación coinciden con los resultados
obtenidos de Estrada S.(2017) en su investigación titulada “Autoestima en los estudiantes
de secundaria del centro de educación básica alternativa (CEBA) “Ciro Alegria”-
Tumbes, 2017, manifiesta que el 66% de los estudiantes evaluados se encuentran dentro
de un nivel PROMEDIO.

En la SUB ESCALA SI MISMO, se obtuvo como resultado que el 58.8% de los


estudiantes de la I.E “MARANATHA” Paita 2018 se ubica en un nivel PROMEDIO.
Basándonos en la investigación realizada por Fernández K (2016) titulada “Autoestima
en estudiantes de primero a quinto grado de educación secundaria de la Institución
Educativa Ricardo Palma del centro Poblado Miramar en el Distrito de Vichayal,
provincia de Paita, Piura 2016” manifestando que el 66.4% de los estudiantes evaluados
presentan un nivel Promedio.

En la SUB ESCALA SOCIAL se obtuvo como resultado que el 58.8% de los alumnos de
la I.E “MARANATHA” Paita 2018 se ubica dentro de un nivel PROMEDIO. El
porcentaje que arroja tiene cierta similitud con García V. (2017) quien en su investigación
titulada “Nivel de Autoestima en los estudiantes del tercer grado de Secundaria de la
Institución Educativa N° 058 Sifredo Zuñiga Quintos del distrito de Zorritos – Tumbes,
2017” determinó que el 68% de los estudiantes que fueron evaluados presentan un nivel
Promedio en la Sub Escala Social.

En la SUB ESCALA HOGAR, se obtuvo como resultado que el 88.24% de los estudiantes
de la I.E. “MARANATHA” Paita 2018, se encuentran en un nivel PROMEDIO.
Asimismo dicho porcentaje tiene cierta similitud con la investigación realizada por
Ramos V, (2017) titulada “Nivel de Autoestima de los Estudiantes del Primero al quinto
grado de Educación Secundaria de la I.E. Mixta Leonor Cerna de Valdiviezo Del Distrito
26 de Octubre – Piura 2015” el cual refiere que el 74.17% de los evaluados presenta un
NIVEL PROMEDIO.

A diferencia de los resultados obtenidos anteriormente, en la SUB ESCALA ESCUELA


el resultado que se obtuvo es de 52.94% en los estudiantes de la I.E “MARANATHA”
Paita 2018, lo cual determina que se encuentran en un nivel MODERADAMENTE
ALTO. Según en la Investigación realizada por Chavez I. (2017) quien en su
investigación titulada Nivel de Autoestima En los Estudiantes de Primer Grado de
Secundaria de la Institución Educativa N°058 Sifredo Zuñiga Quintos, Contralmirante
Villar, Zorritos Tumbes, 2017. Obtuvo como resultado al 42% de los estudiantes
evaluados, ubicándolos en un nivel MODERADAMENTE ALTO.
6.- CONCLUSIONES

El nivel de autoestima en la Escala GENERAL de los estudiantes de primer


grado de secundaria de la Institución Educativa “Marinatha” Paita 2018 es
PROMEDIO.
El nivel de autoestima en la sub escala SI MISMO de los estudiantes de
primer grado de secundaria de la Institución Educativa “Marinatha” Paita
2018 es PROMEDIO.
El nivel de autoestima en la sub escala ESCUELA de los estudiantes de
primer grado de secundaria de la Institución Educativa “Marinatha” Paita
2018 es MODERADAMENTE ALTO.
El nivel de autoestima en la sub escala HOGAR de los estudiantes de primer
grado de secundaria de la Institución Educativa “Marinatha” Paita 2018 es
PROMEDIO.
El nivel de autoestima en la sub escala SOCIAL de los estudiantes de primer
grado de secundaria de la Institución Educativa “Marinatha” Paita 2018 es
PROMEDIO.
7.- Recomendaciones

Se recomienda a nivel de autoestima General, trabajar programas de Habilidades


Blandas para mejorar los niveles promedios encontrados durante la evaluación.

Por otro lado a los resultados del sí mismo, nos ayuda a programar sesiones en
tutoría para reforzar sus capacidades y por ende hacer un efecto multiplicador en
ellos, y así también se demuestre en casa.

A nivel de Autoestima escolar, debemos trabajar capacitaciones enfocadas en el


buen trato, docente – alumno, para así potenciar los niveles de autoestima en la
escuela.

En el hogar siendo este, uno de los primeros pilares donde nos realizamos, debemos
trabajar escuelas de padres enfocadas en la mejora de la estima personal de sus hijos,
con el fin de crear adolescente con buena salud mental y emocional.

Y por último en el ámbito social, trabajar muchos proyectos sociales, enfocados en


que los estudiantes exponga lo aprendido por sus capacitaciones, por la familia, a
su entorno social, para que ellos crezcan sano y seguros.

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