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Literacidad y alfabetización disciplinar:

enfoques teóricos y propuestas pedagógicas

Melanie Elizabeth Montes Silva* | Guadalupe López Bonilla**

Este trabajo constituye una revisión teórica en donde, de inicio, se expli- Palabras clave
can las nociones básicas de literacidad, literacidad disciplinar y alfabeti-
zación disciplinar. Posteriormente se presenta una revisión de la literatura Literacidad
sobre la investigación y aplicación didáctica de la literacidad disciplinar. Alfabetización
Se enfatizan dos formas complementarias de abordarla: los estudios que Disciplinas
se centran en lo que hacen los miembros de una comunidad disciplinar
para acceder y producir conocimiento mediado por textos, y los estudios Participación del
que analizan las características y dimensiones de los géneros disciplina- estudiante
res, esto último desde tres corrientes teórico-metodológicas: la escuela de Género
Sídney, los nuevos estudios de retórica y la perspectiva sociocognitiva. Se
concluye con una reflexión sobre los niveles educativos que se han traba-
jado bajo estos enfoques, ya que, aunque algunos estudios señalan que
pueden aplicarse desde la educación secundaria, la investigación en los
países de habla hispana suele centrarse en el nivel superior.

This article is a theoretical review that begins with an explanation of the Keywords
basic notions of literacy and disciplinary literacy, followed by a review of the
literature on research and didactic application of disciplinary literacy. Two Literacy
complementary forms of addressing these topics are emphasized: studies Disciplines
focused on what members of a disciplinary community do to access and Student participation
produce text-mediated knowledge, and studies analyzing the characteristics
and dimensions of disciplinary genres, specifically from three theoretical- Gender
methodological tendencies: the Sidney school, the new rhetorical studies and
the sociocognitive perspective. The article concludes with a reflection on the
educational levels studied from these perspectives since, while some studies
indicate they may be applied in junior high school, research in Spanish-
speaking countries tends to focus on higher education.

Recepción: 18 de marzo de 2016 | Aceptación: 30 de mayo de 2016


* Estudiante del Doctorado en Ciencias Educativas en el Instituto de Investigación y Desarrollo Educativo de la
Universidad Autónoma de Baja California (México). Maestra en Educación por el Instituto Tecnológico y de Es-
tudios Superiores de Monterrey (ITESM) (México) y magíster en Ciencias del Lenguaje y Lingüística Hispánica
por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) (España). Línea de investigación: literacidad y
alfabetización académica y disciplinar de lingüística en el nivel superior. CE: melanie.montes.silva@gmail.com
** Investigadora titular en el Instituto de Investigación y Desarrollo Educativo de la Universidad Autónoma de Baja
California (México). Doctora en Lengua y Literatura por la Universidad de California en San Diego (EUA). Espe-
cialista en temas sobre alfabetización disciplinar, identidad escolar y análisis del discurso. Publicaciones recientes
(co-coordinaciones): (2013), Una década de investigación educativa en conocimientos disciplinares en México. Ma-
temáticas, ciencias naturales, lenguaje y lenguas extranjeras, 2002-2011, México, ANUIES/Consejo Mexicano de
Investigación Educativa, colección Estados del Conocimiento, sección lenguaje; (2011), Discourses and Identities
in Contexts of Educational Change, Nueva York, Peter Lang. CE: bonilla@uabc.edu.mx

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Introducción generales. Posteriormente abundaremos en
dos vertientes teórico-metodológicas desde
La lectura y la escritura son prácticas esenciales las que se ha hecho investigación sobre lite-
en la mayoría de las sociedades contemporá- racidad y alfabetización disciplinar: la prime-
neas. Están presentes tanto en situaciones co- ra promueve que los estudiantes participen
tidianas como en ámbitos profesionales, aun- en prácticas propias de los especialistas, y la
que son especialmente visibles en los entornos segunda propone el estudio de los géneros
académicos. Esto se debe a que la escuela es la textuales que se producen en cada ámbito, lo
institución principal que se encarga de su en- cual, a su vez, se ha llevado a cabo desde di-
señanza y, además, porque son actividades que versas perspectivas. Aquí retomaremos tres
sirven para evidenciar lo aprendido y, a su vez, enfoques relevantes: la escuela de Sídney, los
para aprender tanto habilidades como conte- nuevos estudios de retórica y la perspectiva
nidos de las asignaturas que ahí se imparten. sociocognitiva. Este último apartado incluirá
Dada su relevancia, han surgido innu- una presentación de cada enfoque y una breve
merables corrientes teóricas y metodológicas revisión de la literatura, en la que incluiremos
para investigar las prácticas de lectura y escri- trabajos representativos realizados tanto en
tura. Estos enfoques han partido de diversas lengua inglesa (sobre todo en Estados Unidos
perspectivas y su objetivo ha sido tanto rede- y Australia) como en español. Finalmente,
finir dichas prácticas como proponer accio- cerraremos con posibles líneas de investiga-
nes didácticas que favorezcan su enseñanza y ción, con el propósito de enriquecer los es-
aprendizaje. Entre estas corrientes podemos tudios sobre la literacidad y la alfabetización
retomar una que se centra en las prácticas disciplinar.
propias de las disciplinas, y que bajo diver-
sos modelos conceptuales (Moje et al., 2004) y Literacidad: práctica social que
propuestas didácticas (Alvermann et al., 2012) implica el uso de la lectura y la
ha promovido el acceso de los estudiantes a escritura
los conocimientos de las disciplinas media-
dos por textos escritos. En general, estos es- El término literacidad se deriva del inglés li-
tudios surgieron por el interés de especialis- teracy, que en español ha sido traducido de
tas en indagar lo que hacen los miembros de diversas maneras: “alfabetización o cultura
distintas áreas al leer y escribir textos de su escrita (Emilia Ferreiro), literacia o literidad
campo disciplinar. Los estudios pioneros de (usado en América, calcando el literacy inglés)
Bazerman (1988) en el campo de las ciencias, y y escrituralidad (propuesto como alternativa a
de Wineburg (1991) en el campo de las ciencias la oralidad)” (Cassany, 2005: 90). Los términos
sociales, son representativos de esta corriente. que se prefieren en la literatura especializada
En este artículo, que constituye una revi- en español son alfabetización y literacidad. En
sión teórica, señalaremos cuál es la diferencia este momento se concibe que ambos tienen
entre literacidad y alfabetización, específi- cabida en el mismo enfoque teórico; no obs-
camente del tipo disciplinar, y las distingui- tante, se asocian con significados distintos.
remos del tipo académico. Empezaremos Desde el enfoque sociocultural1 y, en
por aclarar qué es la literacidad, en términos particular, desde los Nuevos Estudios de

El enfoque
1 sociocultural ve la literacidad como un fenómeno situado, donde los significados son co-construidos
por los participantes con base en sus motivos personales y sociales, y también en la cultura, normas, valores e identi-
dades de las que se han apropiado como consecuencia de su participación en las comunidades discursivas de diver-
sos ámbitos (Bañales et al., 2013). Desde esta perspectiva, la literacidad es más que leer y escribir; implica considerar
lo que las personas hacen cuando leen y escriben, por qué lo hacen, para qué, cómo y qué en cada contexto particu-
lar, además de definir cuál es su identidad y la visión del mundo que exhiben al realizar estas acciones (Gee, 2004).

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Literacidad,2 se entiende que la literacidad Según este enfoque, existe un sinnúmero
es un “conjunto de prácticas discursivas, es de literacidades, asociadas con situaciones
decir… formas de usar la lengua y otorgarle diversas; algunas pueden ser vernáculas, es
sentido tanto en el habla como en la escritura” decir, que se vinculan con la vida cotidiana y
(Gee, 2004: 24). Es una práctica aprendida por que no están reguladas por las instituciones
el ser humano para que le sea útil a sus propó- (Barton y Hamilton, 2003). Otras literacidades
sitos e “implica una manera de usar la lectura pueden ser prácticas llamadas oficiales, insti-
y la escritura en el marco de un propósito so- tucionalizadas o dominantes, las cuales están
cial específico” (Zavala, 2008: 71) y, sobre todo, relacionadas con la vida pública, formal o pro-
es “algo que la gente hace… es esencialmente fesional, por lo que están sujetas a reglas estric-
social y se localiza en la interacción interper- tas, de diferente índole, como de convenciones
sonal” (Barton y Hamilton, 2004: 109). El enfo- lingüísticas y formato, entre otras (Cassany,
que sociocultural para entender la literacidad 2008). A continuación, nos centraremos en
no niega el componente cognitivo del lengua- una práctica institucionalizada particular, la
je, pero, en lugar de considerar que la lectura que se relaciona con los ámbitos disciplinares.
y la escritura son sólo habilidades cognitivas
individuales, se las ve como una práctica so- Literacidad disciplinar y
cial y “una práctica ideológica, implicada en alfabetización disciplinar
relaciones de poder e incrustada en significa-
dos y prácticas culturales específicas” (Street, Cabe hacer una distinción inicial. En la lite-
2014: 1).3 Tomando en cuenta estas conside- ratura especializada en español es común que
raciones, podemos precisar que la noción de se denomine literacidad académica (Zavala,
literacidad remite básicamente a la partici- 2009) y alfabetización académica (Carlino,
pación activa de los individuos en la cultura 2013) a lo que en este trabajo entendemos por
de lo escrito, es decir, el conocimiento y reco- literacidad disciplinar (López Bonilla, 2013;
nocimiento del código escrito, de las reglas Natale y Stagnaro, 2015) y alfabetización disci-
lingüísticas que gobiernan la escritura y de plinar (Parodi, 2008). Además, en la literatura
las convenciones establecidas para el texto. de Estados Unidos (por ejemplo, Moje, 2007,
También se refiere al conocimiento y recono- 2008; Shanahan y Shanahan, 2008) se denomi-
cimiento de géneros discursivos, de los roles na disciplinary literacy a lo que en textos espe-
que desempeñan los interlocutores en la co- cializados del Reino Unido se llama academic
municación escrita, de las formas de pensa- literacy (como hacen Lea y Street, 2006).
miento y procedimientos de observación de Con relación a la distinción entre lo acadé-
la realidad, de la presentación de información mico y lo disciplinar, Fang y Coatoam (2013)
y de razonamiento asociados con el discur- sostienen que la literacidad disciplinar puede
so escrito; a la identidad y el estatus que los ser clasificada como un tipo de literacidad
miembros de una comunidad han adquirido académica. Ello se debe a que esta última se
a través del uso de la escritura, y a los valores y relaciona con prácticas específicas del ámbito
marcos culturales que se elaboran a través del académico, mientras que la literacidad dis-
discurso escrito (Castro y Sánchez, 2015). ciplinar puede ocurrir en cualquier ámbito

En las últimas décadas del siglo pasado muchas disciplinas cambiaron su enfoque, de lo individual a la interacción
2
social y cultural, por lo que surgieron diversos movimientos contra el conductismo de la primera parte del siglo
XX y la revolución cognitiva de entre 1960 y 1970 (Gee, 2000). Los Nuevos Estudios de Literacidad nacen con este
cambio de enfoque y “represents a new tradition in considering the nature of literacy; one which focuses not so mucho
on acquisition of skills, as in dominant approaches, but rather on what it means to think of literacy as a social practi-
ce” (Street, 2013: 27).
Texto original: “an ideological practice, implicated in power relations and embedded in specific cultural meanings and
3
practices”.

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especializado en torno a una disciplina con- Es importante enfatizar que las prácticas
creta, incluido, por supuesto, el entorno aca- de literacidad van más allá de la lectura y la
démico. No obstante, dado que en el ámbito escritura, ya que incluyen los conocimien-
académico coexisten prácticas de literacidad tos necesarios para participar en la actividad.
de diversos tipos y niveles de especialización Particularmente la literacidad disciplinar toma
(Shanahan y Shanahan, 2008), consideramos en cuenta los conocimientos de la disciplina
necesario distinguir las prácticas más gene- que se han acumulado en el tiempo, así como
ralizables o básicas de las que son más sofis- el desarrollo de la capacidad para producirlos
ticadas y delimitadas a disciplinas concretas. y criticarlos (Moje, 2007). Asimismo, considera
Tomando esto en consideración, entendemos las actividades que permiten determinar qué
por literacidad y alfabetización académica a cuenta como conocimiento válido en una dis-
las prácticas más generalizables, por ejemplo, ciplina, qué normas y roles se deben cumplir
las que se enseñan en asignaturas iniciales en una comunidad específica, cómo se deter-
que suelen formar parte de los programas de mina la autoridad disciplinar (Ford y Forman,
estudio del nivel superior o en talleres de re- 2006) y cómo se difunde el conocimiento.
dacción general. En cambio, concebimos la li- Aunque puede haber prácticas generali-
teracidad y la alfabetización disciplinar como zables a diferentes ámbitos, cada disciplina
prácticas altamente especializadas. tiene un conjunto de prácticas de literacidad
Otra cuestión por tomar en cuenta es que particulares, las cuales no se pueden trans-
las nociones de literacidad disciplinar y alfabe- ferir automáticamente, pues requieren ruti-
tización disciplinar suelen ser empleadas como nas sofisticadas y especializadas (Shanahan
sinónimos, aunque cada vez más la literatura y Shanahan, 2008). En consecuencia, para
especializada marca una distinción que con- aprender las prácticas de cada disciplina, y
viene resaltar. En seguida presentamos una para construir los conocimientos que les son
breve explicación de cada uno de los conceptos. propios, es necesario fomentar que los apren-
La literacidad disciplinar es un tipo de prác- dices estén inmersos en las prácticas y que uti-
tica de literacidad que se da en el marco de un licen los textos específicos de cada disciplina
dominio específico y restringido; una discipli- (Moje, 2008). Heller y Greenleaf (2007) ilustran
na donde la lectura y la escritura se ven como esta situación con el caso de una disciplina en
prácticas inherentes y esenciales, las cuales pue- particular, la Biología: los estudiantes apren-
den ser reproducidas, aprendidas y enseñadas. den a leer y a escribir como biólogos sólo si
participan de manera recurrente en prácti-
Se refiere a la capacidad de participar en cas que requieran que lean y escriban como
prácticas sociales, semióticas y cognitivas biólogos. Esta misma situación aplica a cual-
consistentes con aquéllas que llevan a cabo quier área de conocimientos, pues en todos
los expertos en la disciplina. Se basa en la los casos los especialistas leen y escriben “en el
creencia de que la lectura y la escritura son marco de una discusión en evolución, con sus
parte integral de las prácticas disciplinares propios objetivos, problemas, condiciones,
y que las disciplinas no sólo difieren en el argumentos y dialecto” (Bazerman, 1988: 5).5
contenido, sino también en la forma en la La alfabetización disciplinar, en cambio, es
que ese contenido es producido, comunica- precisamente la instrucción formal en torno a
do y criticado (Fang, 2012: 19-20).4 la literacidad disciplinar. Esta noción puede ser

Texto original: “refers to the ability to engage in social, semiotic, and cognitive practices consistent with those of con-
4
tent experts. It is grounded in the beliefs that reading and writing are integral to disciplinary practices and that disci-
plines differ not only in content but also in the ways this content is produced, communicated, and critiqued”.
Texto original: “as part of an evolving discussion, with its own goals, issues, terms, arguments, and dialect”.
5

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definida como la responsabilidad de los maes- ya que esa sí es labor de la educación superior,
tros expertos en una disciplina de compartir o incluso del posgrado. Lo que se pretende lo-
con sus estudiantes las formas de leer, escri- grar al introducir a los estudiantes en las prác-
bir, hablar, escuchar, investigar y pensar de los ticas de los especialistas es que sepan cómo se
miembros de esa comunidad disciplinar. Bajo concibe el conocimiento, cómo se investiga
este modelo, los expertos proveen el andamiaje y cómo se comunica en cada disciplina, para
necesario para que los aprendices entiendan y que así les resulte posible navegar en las dife-
escriban textos complejos en formas relevan- rentes disciplinas que les demanda el currícu-
tes para la disciplina (International Writing lo escolar. Retomaremos este punto hacia el
Center Association, 2015). final; a continuación, presentaremos la revi-
Distinguir estos conceptos es importan- sión de literatura sobre las principales formas
te por dos razones: en primer lugar, porque en las que se han investigado la literacidad y la
ayuda a entender que es conveniente ofrecer alfabetización disciplinar.
formación explícita para que los estudiantes
puedan participar exitosamente en las activi- Formas de acercarse a la
dades propias de las disciplinas; en segundo investigación de las prácticas
lugar, porque cada noción implica necesida- disciplinares
des distintas para obtener datos empíricos, es
decir, para conocer las prácticas de literacidad Dada la amplitud que involucra la literacidad
es necesario acercarse a los especialistas, a fin y la alfabetización disciplinar, su estudio se ha
de describir y analizar las actividades que lle- hecho de maneras diversas; aquí abundare-
van a cabo como miembros de su comunidad mos en dos formas concretas: promover que
disciplinar; en cambio, para conocer las prác- los estudiantes participen en las prácticas de
ticas de alfabetización conviene caracterizar literacidad propias de cada disciplina, e iden-
el ejercicio de los docentes e identificar cómo tificar las características y las dimensiones de
enseñan a los estudiantes las prácticas letra- los géneros textuales, según las propuestas de
das de las disciplinas (Carlino, 2013). la escuela de Sídney, los nuevos estudios de
El tipo de formación que busca la alfabe- retórica y la perspectiva sociocognitiva, co-
tización disciplinar no se limita a un cono- rrientes a las que volveremos después, en el
cimiento mecánico de prácticas específicas, apartado sobre enseñanza de los géneros tex-
sino que pretende lograr la construcción de tuales propios de las disciplinas. En la Tabla 1
conocimientos disciplinares a partir del invo- se puede ver una síntesis de estas aportaciones
lucramiento en prácticas de literacidad disci- teórico-metodológicas.
plinar. Este tipo de formación suele vincularse
con el nivel superior; no obstante, los conteni- Participación de los estudiantes en las
dos disciplinares forman parte del currículo prácticas de los especialistas
de los niveles educativos previos. Moje (2007) Ford y Forman (2006) hablan de un giro ha-
señala que es a partir de la secundaria cuando cia la práctica, es decir, proponen que los es-
se marcan las diferencias temáticas asociadas tudiantes participen en las actividades que
a las disciplinas; en consecuencia, la alfabeti- realizan los expertos de una disciplina en lu-
zación disciplinar puede comenzar antes de gar de limitarse a aprender los resultados de
que los estudiantes ingresen a la universidad. esas actividades. Para lograrlo habría que re-
Heller y Greenleaf (2007) explican que el ob- contextualizar el conocimiento, lo que impli-
jetivo de la alfabetización disciplinar no es, caría identificar cuáles son las prácticas más
necesariamente, convertir a los estudiantes de representativas que deberían estar presentes
secundaria en especialistas de cada disciplina, en el salón de clases y cómo implementarlas,

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Tabla 1. Corrientes teórico-metodológicas vinculadas con la investigación
y la enseñanza de la literacidad disciplinar
Enfoque Autores Características Nivel educativo de
representativos principales interés principal
Participación en las prácticas de los Wineburg; Ford y Identificar las Desde bachillerato
especialistas Forman; Shanahan y prácticas de hasta los expertos
Shanahan; Moje expertos y novatos,
diseñar estrategias
didácticas, formar
a los estudiantes en
las prácticas de las
disciplinas
Géneros: identifica- Escuela de Sídney Martin, Rothery y Se basa en la LSF Inicialmente, educa-
ción de sus carac- Christie y parte de un mo- ción básica; después,
terísticas y enseñanza delo de tres etapas: sobre todo, nivel
deconstrucción, superior
construcción con-
junta y construcción
independiente
Nuevos estudios de Bazerman, Miller, Ve al género como Nivel superior y
retórica Coe, Freedman acción social y por campo profesional
y Medway ello considera am-
pliamente el contexto
en el que se produce
y usa
Enfoque Parodi Análisis de las Nivel superior y
sociocognitivista características de los campo profesional
géneros

además de cómo influye en los individuos la ejercicios ha sido fructífero y permite afirmar
participación en esas prácticas y qué recursos que los expertos realizan las tareas de manera
obtienen como resultado de esas experiencias. diferente que los novatos.
Como podemos ver, el punto de partida para Un ejemplo emblemático de esto es el tra-
lograr la participación es conocer previamen- bajo de Wineburg (1991) sobre el campo de la
te cuáles son las prácticas de literacidad que Historia, en Estados Unidos. Este investiga-
llevan a cabo los especialistas en cada discipli- dor proporcionó textos sobre la guerra de in-
na. Por este motivo, las investigaciones desde dependencia estadounidense a historiadores y
este enfoque han usado técnicas como los pro- a estudiantes de historia a nivel bachillerato,
tocolos de pensamiento en voz alta y la obser- y como resultado encontró que el proceso de
vación del desempeño para identificar las ca- lectura era distinto en cada grupo, lo que iba
racterísticas de lo que los expertos, y también más allá de saber más o menos sobre el tema:
los aprendices, llevan a cabo al leer o escribir los estudiantes rara vez veían el trasfondo de
textos propios de sus disciplinas (Shanahan y lo que leían, su punto de vista se basaba en el
Shanahan, 2012). Esto implica que se asignan enfoque abordado por el texto, difícilmente
las mismas tareas tanto a especialistas en la comparaban las fuentes y se frustraban si en-
disciplina como a estudiantes de esa área de contraban contradicciones en los textos; en
conocimiento, se les pide que expliquen en cambio, los historiadores comparaban los da-
voz alta el proceso que están llevando a cabo tos de las fuentes, rastreaban las intenciones
mientras realizan esa encomienda y se com- de cada autor y leían la fuente del documento
para el desempeño de cada grupo. Este tipo de antes de leer el texto mismo.

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Otra manera de abordar este enfoque es de artículos científicos; así detectaron que es
centrarse sólo en los expertos, como hizo un proceso de cuatro etapas en el que inter-
Zanotto (2007) en una investigación realizada vienen el aprendiz, sus compañeros, sus tuto-
en Barcelona. Su proyecto buscaba analizar res y otros investigadores. En la primera etapa
las estrategias de lectura y escritura que utili- el aprendiz se vuelve un hablante autorizado
zaban los miembros expertos de un tribunal sobre temas de la comunidad disciplinar; esto
que se había reunido para evaluar el apartado se logra con los conocimientos que adquiere
teórico de una investigación hecha para ob- en su formación académica y a partir de las
tener un grado académico a nivel posgrado. numerosas lecturas que realiza de artículos
Como resultado encontró similitudes en el especializados, lo que le permite reconocer
proceso de lectura de cada participante, aun- la estructura de los textos, para después po-
que también identificó diferencias en el abor- der emular las características que son mejor
daje estratégico del texto. Por ejemplo, para apreciadas por la comunidad científica. En un
hacer la evaluación del documento todos los segundo momento el aprendiz forma parte de
lectores revisaron la relación entre la teoría y un grupo de investigación, trabaja en el labo-
los datos empíricos, la claridad de los objeti- ratorio con colegas y tutores y, con el tiempo,
vos y que se especificaran todos los pasos de la es capaz de construir un discurso académico
investigación; asimismo, tomaron en cuenta propio. En la tercera etapa se vuelve un cien-
la calidad de la redacción y que el texto cum- tífico independiente que publica argumentos
pliera con las características propias del géne- propios, derivados del trabajo del grupo de
ro discursivo de un trabajo de investigación. investigación al que pertenece, y sus propues-
Entre las diferencias destacan las actividades tas son evaluadas por especialistas del campo
realizadas por dos miembros del comité an- disciplinar. Finalmente, gana el reconoci-
tes de comenzar la lectura: uno investigó la miento de la comunidad académica, adquiere
trayectoria del autor y las líneas de investiga- una reputación y es citado por sus colegas.
ción del director, para después situarse ante Los trabajos que hemos señalado has-
el texto y generar hipótesis sobre el tema que ta ahora permiten conocer las prácticas de
trata; otro hizo una revisión general del do- lectura o de escritura de especialistas o de
cumento y eso le permitió determinar de qué aprendices. Una vez que se han identificado,
manera habría de leerlo. Este tipo de investi- es posible diseñar estrategias encaminadas a
gaciones puede contribuir a la formación de la formación intencionada de los estudian-
investigadores noveles para que desarrollen tes, precisamente lo que hicieron Hynd et al.
un proceso de lectura estratégica y procesos (2004) en Estados Unidos. Estos investiga-
metacognitivos. dores partieron de los resultados de trabajos
La formación de investigadores es tam- previos (como el trabajo de Wineburg antes
bién de interés para Gutiérrez et al. (2012). descrito), que demostraban que los apren-
Ellos no se centran en los especialistas, sino dices eran muy ingenuos al interpretar y to-
en los aprendices, específicamente en los es- mar decisiones tras leer múltiples textos de
tudiantes de un doctorado científico en una historia, así que brindaron instrucción espe-
universidad mexicana; y no trabajan con cializada en una asignatura universitaria. La
protocolos de pensamiento en voz alta, sino formación estaba encaminada a que fueran
con entrevistas y grupos focales, pues de esa capaces de leer los datos, buscar las fuentes,
manera registran el aprendizaje que tiene lu- contextualizar y corroborar la información
gar en una comunidad de práctica. Lo que les que aparecía en múltiples textos, con datos
interesa es identificar el proceso a través del conflictivos entre sí. Como resultado, des-
cual los doctorandos se convierten en autores pués de la instrucción identificaron cambios

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epistémicos en los estudiantes: se enfocaban hay entre la literacidad disciplinar y la alfabe-
en distintas perspectivas, reflexionaban so- tización disciplinar, es decir, cómo se pueden
bre el objetivismo, subjetivismo y relativis- llevar a las aulas los conocimientos adquiridos
mo de los temas, y cambiaron sus estrategias en relación con las prácticas propias de los es-
de lectura y sus ideas sobre lo que significan pecialistas en diversas disciplinas.
los hechos históricos. Este fue un trabajo a
pequeña escala y los resultados no se pueden Enseñanza de los géneros
generalizar; no obstante, dan elementos para textuales propios de las disciplinas
sostener que participar en actividades propias Otra manera de acercarse al estudio de la lite-
de la disciplina puede contribuir al desarrollo racidad en las disciplinas es a través de los gé-
del pensamiento crítico y al uso de estrategias neros textuales que se producen en cada una.
aplicadas a asignaturas específicas. Hyland (2008) sostiene que los géneros son,
Shanahan y Shanahan (2008), también en además de una herramienta para llevar a cabo
Estados Unidos, fueron más allá. Involucraron investigación, un enfoque pedagógico robus-
a los profesores para identificar tanto prácticas to que sirve para la enseñanza de la escritura
de cada disciplina como las estrategias que en numerosas situaciones. Este enfoque busca
los docentes podían llevar a las aulas para su explicitar lo que los especialistas hacen cuan-
instrucción en dos contextos diferentes: en do escriben textos propios de sus disciplinas,
preparatoria y en un programa de formación lo que implica no sólo la estructura y las for-
de futuros profesores de ese nivel. Lo hicieron mas gramaticales de los textos, sino también
de esta manera para que los profesores cola- sus contenidos, los procesos que llevan a cabo
boraran en el diseño de estrategias y no sintie- al escribir y la forma de considerar la situación
ran que se les imponían métodos didácticos. social del proceso comunicativo en el que par-
Trabajaron con tres disciplinas: matemática, ticipan. Saber cuáles son las características de
química e historia. Para cada una de estas áreas los textos de cada disciplina permite organi-
formaron un equipo independiente, integrado zar cursos que atiendan de mejor manera las
por dos expertos de cada disciplina, que eran necesidades de cada forma de escribir en cada
investigadores y profesores universitarios; dos área de conocimiento, dadas sus diferencias.
profesores que trabajaban para formar futuros Ahora bien, las aproximaciones teóricas a
docentes de bachillerato en la disciplina; dos la noción de género son vastas, incluso si de-
profesores de la disciplina a nivel bachillerato jamos de lado la perspectiva literaria. Hace 20
y los propios investigadores como especialistas años Hyon (1996) publicó un artículo en el que
en literacidad. Identificaron ciertas similitu- distinguía tres formas de acercarse al estudio
des entre las estrategias empleadas por cada y enseñanza de los géneros textuales: inglés
uno de los tres grupos de expertos (por ejem- con propósitos específicos (IPE), nuevos estu-
plo, todos contextualizaban y corroboraban dios de retórica y la corriente australiana de la
la información), pero los especialistas de cada lingüística sistémico funcional (LSF); además,
disciplina las usaban para diferentes propó- explicaba las características, metas, contextos
sitos y en distinto grado. También identifica- de aplicación y propuestas pedagógicas de
ron estrategias propias de cada disciplina, por cada perspectiva. Este artículo tuvo un gran
ejemplo: en matemática destacó la relectura y impacto, fue ampliamente citado y propi-
la lectura atenta; en química, estrategias para ció debates académicos importantes. Swales
transformar la información de gráfica a tex- (2009) considera que las diferencias de las tres
tual y viceversa, y en historia se ponía atención tradiciones son cada vez menos nítidas, o in-
al examen de la autoría de la fuente. Este tipo cluso puede ser que ya hayan desaparecido;
de trabajos pone de manifiesto la relación que en cambio, Martin (2014) destaca diferencias

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relevantes entre la LSF con un enfoque emi- sociocognitiva. Presentaremos algunos estu-
nentemente lingüístico para analizar los gé- dios que ilustran la contribución de cada una
neros (los textos), y los nuevos estudios de de estas corrientes a la literacidad y a la alfa-
retórica e IPE, que privilegian la descripción betización disciplinar. No abordaremos el res-
etnográfica de los participantes (quiénes pro- to de las escuelas mencionadas debido a que
ducen y consumen los géneros discursivos), se han desarrollado principalmente en otras
por encima de los textos en sí. Por ello, Martin lenguas (la escuela brasileña en portugués y el
considera que, aunque la terminología de enfoque semiodiscursivo en francés); o bien,
cada corriente podría parecer equivalente, porque buscan el desarrollo de competencias
ésta en realidad alude a marcos de referencia críticas (el new London group, centrado en las
teóricos y metodológicos distintos, así que al multiliteracidades), o porque se centran en la
recontextualizar las ideas de una teoría a otra enseñanza de lenguas (IPE, con mayor énfasis
se produce inevitablemente un cambio de en la L2).
significado.
Al margen de las diferencias y las caracte- La escuela de Sídney
rísticas más puntuales de cada perspectiva, lo Martin, Rothery y Christie, entre otros, co-
cual discutiremos más adelante, en este punto menzaron a trabajar la pedagogía basada en
nos interesa resaltar que la lista de enfoques los géneros desde 1979 y, despúes de varias
para acercarse al estudio del género puede etapas, para 1995 llegaron a tener un gran
ser más amplia de lo que propuso Hyon a fi- impacto en el currículo oficial de inglés en el
nales del siglo pasado. Swales (2012) opina que nivel K-6 (de preescolar al sexto año) en Nueva
hay dos candidatos más para entrar a esta Gales del Sur, con programas que surgieron de
lista: el enfoque brasileño y lo que se conoce los resultados de proyectos de investigación-
como new London school o new London group. acción llevados a cabo en escuelas desfavore-
Boudon y Parodi (2014) también retoman la cidas (Martin, 2012). Las propuestas iniciales
clasificación original de Hyon y, al igual que de este grupo se centraban en cambiar la ma-
Swales, suman la escuela brasileña; asimismo, nera en la que se enseñaba la escritura en las
incluyen el enfoque semiodiscursivo, desarro- escuelas primarias para introducir la noción
llado principalmente en Francia, y la dimen- de género y ampliar la variedad de géneros
sión cognitiva, retomada por el propio Parodi que se enseñaban, esto enmarcado en la LSF
en la perspectiva sociocognitiva. Como pode- de Halliday (2001) y ya no en la gramática tra-
mos confirmar, son múltiples las formas de dicional. Para lograr sus propósitos desarro-
acercarse al estudio y enseñanza de los géne- llaron un principio pedagógico que consistía
ros y cada una tiene seguidores que las consi- en “actividades didácticas de escritura, de tal
deran válidas, aunque las distingue el enfoque manera que los estudiantes fueran introdu-
y los métodos que siguen. cidos en los modelos de escritura y, además,
Para cumplir con los propósitos de este que construyeran textos en conjunto con sus
trabajo, que en este punto es describir las maestros antes de esperar que escribieran de
investigaciones que se han hecho en distin- manera autónoma” (Martin, 2001: 158).6
tos contextos, nos limitaremos a exponer Este principio está representado en un mo-
brevemente tres de las corrientes menciona- delo que refleja el ciclo de enseñanza-apren-
das: la corriente australiana de la LSF, tam- dizaje basado en los géneros, el cual es flexible
bién conocida como escuela de Sídney, los y está compuesto por tres ejes: deconstruc-
nuevos estudios de retórica y la perspectiva ción, construcción conjunta y construcción

Texto
6 original: “writing lessons in such a way that students were introduced to models of writing and in addition
jointly constructed texts with their teachers before begin expected to write their own”.

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M.E. Montes y G. López | Literacidad y alfabetización disciplinar: enfoques teóricos y propuestas pedagógicas
independiente. En la deconstrucción el profe- atender sus problemas de lectura y escritura,
sor modela el texto a los estudiantes para que diseñó un proyecto de investigación-acción
ellos conozcan y comprendan sus característi- mediante talleres para estudiantes preuni-
cas; en la construcción conjunta los estudian- versitarios, cuyo propósito era que desarro-
tes elaboran textos con base en los modelos llaran la habilidad de producir los géneros
deconstruidos, con la mediación del profesor científico-académicos que les demandaría la
y en sesiones plenarias; y la construcción inde- universidad. Los talleres contemplaban las
pendiente se da cuando el profesor considera tres etapas del modelo: 1) deconstrucción del
que los estudiantes ya tienen la capacidad de género: leer textos reales para comprender las
escribir de manera independiente (Martin y características del género (gramática, registro
Dreyfus, 2015). y contenido); 2) construcción de ejemplares
Posteriormente, el departamento de edu- genéricos: redactar con base en las caracterís-
cación de su país les pidió que ampliaran sus ticas previamente identificadas y con ayuda
investigaciones a las escuelas secundarias y a de un docente, quien modelaba el proceso
centros de trabajo. Acercarse a otras asignatu- (selección de información y organización, y
ras y disciplinas, y también a diferentes ámbi- elaboración de esquemas de contenido); 3)
tos laborales, les permitío a los autores desa- evaluación y edición de las producciones tex-
rrollar más elementos teóricos, identificar las tuales individuales, de manera grupal y con
características de los géneros producidos en ayuda del docente. Tras aplicar esta estrategia
diferentes contextos y reformular su modelo didáctica identificó progresos significativos
pedagógico inicial con versiones más detalla- en los estudiantes.
das (Martin, 2001) o complemetarias (Martin Además de proyectos como los previamen-
y Dreyfus, 2015). te referidos, que se relacionan con el contexto
De acuerdo con esta perspectiva, el abor- de la educación superior, hay trabajos sobre los
daje de la literacidad disciplinar desde los gé- niveles educativos previos. Entre éstos igual-
neros puede centrarse en conocer las caracte- mente se distinguen los centrados en caracte-
rísticas de los textos que se producen en una rizar los textos y los que proponen perspecti-
comunidad disciplinar o puede servir para vas didácticas. Ejemplo del primer caso es la
proponer estrategias didácticas. En el contex- compilación de artículos que hacen Barletta y
to latinoamericano, Moyano ha realizado tra- Chamorro (2011) sobre las características dis-
bajos en ambos sentidos. Un ejemplo de esto cursivas de diversos textos escolares; el segun-
es la caracterización que realizó de la sección do caso se puede ilustrar con la compilación de
de discusión en artículos de microbiología trabajos que hizo Moyano (2013) sobre la ense-
(Moyano, 2014). Con esta investigación iden- ñanza basada en géneros, como en las clases de
tificó que en dicha sección los autores buscan historia, geografía y matemática.
legitimar sus hallazgos y mostrar que es posi-
ble incluirlos al cuerpo de conocimiento que Los nuevos estudios de retórica
ya forma parte de la disciplina, para lo cual Este enfoque parte del hecho de que se escri-
ubican sus resultados en el marco de otras in- be de manera diferente en cada disciplina y
vestigaciones. Este tipo de indagaciones, que de que esas diferencias van más allá del texto;
buscan conocer las características textuales también difieren las estrategias para producir
de diversos géneros, es relevante por sus posi- conocimiento y las formas de pensar. El tra-
bles aplicaciones. bajo pionero de Bazerman (1988) puso esto
En un proyecto diferente, Moyano (2007) en evidencia. Él enseñaba escritura en el nivel
trabajó con estudiantes que estaban por in- superior y debía capacitar a los estudiantes
gresar a la universidad, en Argentina. A fin de para que redactaran ensayos académicos en

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distintos cursos disciplinares; en este contex- nuevos miembros, la identificación de los fac-
to se dio cuenta de que no podía considerar los tores que propician la creación de nuevos gé-
textos de las disciplinas como producciones neros en contextos empresariales, y cómo los
aisladas, sino que tenía que tomar en cuenta propios géneros moldean los ambientes en los
la actividad social e intelectual en la que cada que son creados.
texto concreto se da y adquiere significado. La Como se infiere de los temas expuestos, la
identificación de las diferencias de los textos, investigación del género desde la retórica no
según el contexto en el que se producen, deri- centra su interés en aspectos didácticos. De he-
vó en un cambio en la noción de género. cho, hay quienes cuestionan la necesidad de la
enseñanza explícita de los géneros y proponen,
Un género es una estrategia social estándar, en cambio, que se promueva un aprendizaje si-
encarnado en una forma típica del discurso, tuado que permita que los aprendices adquie-
el cual ha evolucionado para responder a un ran conciencia sobre los géneros y los usen,
tipo de situación retórica recurrente... Lo para que así los aprendan (Bawarshi y Reiff,
que podemos llamar la nueva retórica del 2010). A pesar de esto, sí hay ejemplos de tra-
género indaga sobre la evolución, situación bajos aplicados a la educación, como es el ela-
y relación motivada entre 1) lenguaje/estilo/ borado por Russell y Harms (2010) en Estados
forma, 2) situación retórica, contextos de Unidos. Los investigadores se interesaron par-
situación y cultura, y 3) función/uso/efecto/ ticularmente por los textos multimodales y su-
ideología. El género nos ayuda a entender el gieren que los géneros pueden funcionar como
discurso como proceso socio-cultural (Coe un andamio para producir aprendizajes y desa-
y Freedman, 1998: 137-138).7 rrollo cognitivo. Para indagar el tema realiza-
ron un estudio de caso en el que vincularon
Este enfoque presta especial atención a la dos asignaturas del primer año de universidad:
manera en la que las acciones simbólicas en una sobre escritura y la otra del área de inge-
las que se enmarca la producción y recepción niería. Aunque los estudiantes estaban más
de los géneros posibilita que los usuarios rea- interesados en escribir textos propios de in-
licen acciones sociales, se relacionen con otros geniería y no los vinculados con la formación
y adopten diferentes roles en la sociedad en la universitaria en general, con su participación
que están inmersos (Bawarshi y Reiff, 2010). en las dos asignaturas obtuvieron un mejor
Para reflejar los aspectos sociales y contextua- desempeño que los que sólo estaban inscritos
les, los trabajos empíricos derivados de este en la clase de ingeniería. El progreso no fue
enfoque consideraron sobre todo los textos únicamente en cuanto a la escritura y la elabo-
producidos en centros de trabajo. El aborda- ración de textos multimodales empleando las
je fue etnográfico, pues se considera al género herramientas que habían aprendido en la clase
como una forma de acción social (Miller, 2015). de escritura, sino que entendían más rápido y
Freedman y Medway (2005) señalan ejemplos pensaban más como ingenieros.
de los temas de interés desde esta perspectiva:
la manera en la que se produce un género par- Perspectiva sociocognitiva
ticular en contextos específicos, la forma en la Bajo la denominación de “sociocognitiva” po-
que las comunidades de práctica emplean la demos referirnos a diversas corrientes teóricas
producción de textos para iniciar o excluir a que estudian el género desde hace al menos 30

Texto
7 original: “A genre is a socially standard strategy, embodied in a typical form of discourse, that has evolved for
responding to a recurring type of rhetorical situation… What we may call the new rhetoric of genre inquiries about the
evolving, situated, motivated relationship among 1) language/style/form, 2) rhetorical situation, contexts of situation
and culture, 3) function/use/effect/ideology. It helps us understand discourse as socio-cultural process”.

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M.E. Montes y G. López | Literacidad y alfabetización disciplinar: enfoques teóricos y propuestas pedagógicas
años; no obstante, éstas tienen orígenes y en- la alfabetización disciplinar a partir de los gé-
foques distintos. Una especialmente relevante neros, “es requisito fundamental contar con
es la que proponen Berkenkotter y Huckin, una descripción de los textos que se leen y
cuyo trabajo integró al género en la tradición que circulan en los ámbitos de especialidad”
sociocognitiva (Zhu, 2005: 27). (Parodi et al., 2010: 249). Por este motivo, nos
Berkenkotter y Huckin (1993) publicaron centraremos en la forma en la que se entien-
un artículo en el que proponían cinco dimen- den y estudian los géneros discursivos.
siones para entender los géneros disciplinares: Para definir género desde esta perspecti-
1) estructuras retóricas dinámicas; 2) un tipo va hay que entender al menos dos cuestiones
de “cognición situada” inserta en actividades (Parodi, 2008): primero, que el género no es
disciplinares; 3) un tipo de conocimiento que una constante o patrón fijo definido única-
abarca tanto la forma como el contenido; 4) mente por el contexto, sino que el ser humano
una actividad estructurante y estructurada; y construye en su mente el género como instru-
5) una actividad cuyas convenciones apuntan a mento comunicativo y lo hace de manera di-
las normas, epistemologías e ideologías de las námica, con base en el contexto, la situación
comunidades discursivas en las que se inser- social y la interacción con otros sujetos. Estos
tan. Su teoría está fundamentada en el análisis géneros se almacenan a manera de represen-
de casos de estudio recabados a lo largo de ocho taciones cognitivas y son activados y mate-
años para indagar la manera en que los acadé- rializados cuando es necesario hacerlo en un
micos utilizan sus conocimientos sobre los gé- contexto particular. En segundo lugar, y en es-
neros académicos al realizar tareas de lectura trecha relación con lo anterior, el género es un
y escritura propias de su disciplina, tales como potencial de recursos que las personas tienen
escribir un informe de laboratorio, dictaminar almacenados en la mente, obtenidos gracias
ponencias para congresos o leer borradores de a sus conocimientos previos como hablantes/
un artículo científico. Esta propuesta considera escritores o como oyentes/lectores, los cuales,
que el conocimiento de los géneros disciplina- aunque son dinámicos, son susceptibles de
res se deriva de la participación de las personas ser observados sincrónica o diacrónicamente.
en actividades comunicativas propias de la Esos recursos de los que disponen son conven-
disciplina y, en ese sentido, son conocimientos ciones, por ejemplo, de “ciertas regularidades
que no se enseñan explícitamente, sino que se lexicogramaticales de la lengua, las represen-
aprenden a través de un proceso de encultura- taciones de los roles sociales, los tipos de textos
ción por el cual pasan los aprendices, princi- y los propósitos comunicativos” (Parodi et al.,
palmente en sus estudios de posgrado. 2010: 254). Tomando esto en cuenta, podemos
Un acercamiento de la perspectiva so- entender que los géneros, en su materializa-
ciocognitiva que es más reciente y ha tenido ción concreta, son variedades de una lengua
más impacto en América Latina nació en la que operan a través de conjuntos de rasgos
Escuela Lingüística de Valparaíso, en Chile, lingüístico-textuales co-ocurrentes sistemá-
y de su concepción multidimensional del len- ticamente a través de las tramas de un texto,
guaje, que incluye tres dimensiones: social, y que se circunscriben lingüísticamente en
lingüística y cognitiva. Algo relevante es que virtud de propósitos comunicativos, partici-
busca ser integral, para evitar así los reduc- pantes implicados (escritores y comprendedo-
cionismos derivados de visiones meramente res), contextos de producción, ámbitos de uso,
cognitivas o sociales (Parodi, 2008). Además, modos de organización discursiva, soportes y
se centra principalmente en la caracteriza- medios, etc. (Parodi et al., 2010: 26).
ción de los géneros, no en su enseñanza. La Los rasgos lingüístico-textuales pueden
razón de esto es que, si se pretende promover ser reconocidos en textos concretos para

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M.E. Montes y G. López | Literacidad y alfabetización disciplinar: enfoques teóricos y propuestas pedagógicas 173
buscar regularidades e identificar así los que Conclusiones
son característicos de cada género. Para esto
se recurre al estudio de corpus y se analizan Como hemos podido ver, la literacidad disci-
los datos con base en criterios y variables plinar es un tema que, aunque no es nuevo, sí
específicas. El grupo de investigación de es aún relevante. Estos estudios no se centran
Parodi (Parodi et al., 2010: 261) estableció seis únicamente en prácticas de lectura y escritu-
criterios para su análisis: “a) macropropósito ra, sino que se interesan por la construcción
comunicativo; b) modo de organización del de conocimientos al interior de las comuni-
discurso; c) relación entre los participantes; dades disciplinares. De acuerdo con lo que
d) contexto ideal de circulación; y e) modali- señalan algunas corrientes pedagógicas, esto
dad” y, a fin de operacionalizarlos, estableció aplica tanto si se están formando especialistas
variables específicas para cada uno. Analizar en ámbitos académicos de nivel superior o en
los textos de un corpus con estos elemen- ambientes profesionales, como si se espera
tos les permite identificar las características que los estudiantes de los niveles educati-
predominantes. vos previos a la universidad tengan mejores
Parodi y sus equipos de investigación han aprendizajes en las asignaturas que deben
usado estas herramientas para conformar cursar como parte del currículo oficial. Sin
corpus y analizar las características de los tex- importar de qué nivel educativo sean los es-
tos que los componen (Parodi, 2004; Parodi y tudiantes que se formen, las interrogantes si-
Gramajo, 2003), así como para describir géneros guen siendo cuándo acercarlos a las prácticas
específicos en una o varias disciplinas (Boudon de literacidad de los especialistas y, sobre todo,
y Parodi, 2014; Parodi, 2014; Parodi et al., 2015). cómo hacerlo. La alfabetización disciplinar en
Asimismo, otros investigadores han seguido sus distintas vertientes provee elementos para
estos métodos para describir diversos géneros atender ambas cuestiones, así que ésta es una
académicos (Castro y Sánchez Camargo, 2015; oportunidad para futuras investigaciones.
Marinkovich y Velásquez, 2010). Un segundo aspecto que nos interesa re-
De este interés por los géneros se despren- saltar es la relación que existe entre las formas
de otro tipo de investigaciones que ya no deta- de acercarse a la literacidad y a la alfabetiza-
llan las características de los géneros, sino que ción disciplinar: desde considerar las prácti-
aplican la noción para ir más allá de sus ca- cas propias de las comunidades disciplinares,
racterísticas. Por un lado, Parodi y Julio (2015) hasta prestar atención a los géneros textuales
hicieron experimentos para determinar cómo que se producen en cada una. En la breve re-
influyen en los estudiantes universitarios los visión de la literatura pudimos ver que ambos
elementos multisemióticos para la compren- enfoques tienen semejanzas, la principal es
sión de los géneros. En segundo lugar, hay que buscan caracterizar las prácticas disci-
investigaciones que buscan identificar la rela- plinares para luego llevar a las aulas las que
ción entre los géneros académicos que apren- son esenciales. No obstante, también hay di-
den los estudiantes en la universidad y los ferencias. Por un lado, quienes proponen la
géneros profesionales que deberán producir alfabetización disciplinar en los ciclos preu-
cuando ingresen al ámbito laboral (Cassany niversitarios, principalmente en secundaria y
y López, 2010; Natale y Stagnaro, 2015). Y, por bachillerato, lo han hecho como una manera
supuesto, existe el interés por enseñar los gé- de volver accesibles los textos de las asignatu-
neros cuyas características se conocen, lo que ras de estos niveles. En Estados Unidos esta
se vincula directamente con la alfabetización búsqueda llevó a los investigadores a indagar
disciplinar (Padilla y Carlino, 2010). lo que hacen los miembros de una disciplina

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M.E. Montes y G. López | Literacidad y alfabetización disciplinar: enfoques teóricos y propuestas pedagógicas
y a promover la participación de los estudian- Miller, 2015); en cambio, la perspectiva socio-
tes en prácticas similares mediadas por textos cognitiva privilegia la caracterización de los
(Moje, 2007; Shanahan y Shanahan, 2008, 2012; géneros académicos y profesionales (Parodi,
Wineburg, 1991); mientras que en Australia, 2004, 2008; Parodi et al., 2010). Sin duda, cada
los estudios se centraron en caracterizar los perspectiva se puede nutrir de la otra para te-
géneros académicos basándose en la LSF para ner más elementos que permitan caracterizar
su instrucción explícita (Martin, 2001, 2012; los géneros y definir qué y cómo se puede lle-
Martin y Dreyfus, 2015). var a las aulas. El reto principal en ambos en-
Por otro lado, las perspectivas más centra- foques sigue siendo definir qué es esencial en
das en el nivel superior han buscado que los cada disciplina: qué prácticas o qué géneros
estudiantes sean capaces de comprender y abordar. He aquí otra posibilidad para futuras
producir textos propios de los ámbitos acadé- investigaciones.
micos y profesionales. Los nuevos estudios de Este, sin duda, es un tema no agotado.
retórica se interesan en el género como acción Aún está en construcción y seguramente evo-
social y en la forma en la que su producción lucionará, pues es un recurso valioso para fo-
posibilita la realización de acciones socia- mentar aprendizajes auténticos y situados en
les (Bazerman, 1988; Coe y Freedman, 1998; estudiantes de todos los niveles.

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