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I​​ntermedio temprano en la sierra central

Resumen

La presente monografía es un recuento bibliográfico sobre el intermedio temprano


en la sierra central del Perú. Parson, Hastings y Matos llevaron a cabo un trabajo de
patrones de asentamientos en la región de Junín, la cual tuvo dos temporadas. Es
sobre estas dos temporadas y el análisis posterior hasta la publicación del libro en el
2013 del cual tratará este trabajo.
Se explica cuál fue la metodología para la recolección de datos en el campo y su
análisis en gabinete, así como también se presenta la data recogida y su análisis y
las conclusiones a las que los autores llegaron.

Palabras clave: Junín, Mantaro, Intermedio temprano, arquitectura, cerámica,


prospección, sierra central.

Antecedentes, problemática, fines y objetivos de la investigación

El presente trabajo monográfico se basa en el libro “Prehispanic settlement patterns


in the Upper Mantaro, Junin, Peru: the Wanka region” (Parsons, J. R., Hastings, C.
M., & Matos, R., 2013), que habla de dos proyectos de investigación arqueológica
llevados a cabo en la sierra central del Perú: JASP (Junin Archaeological Survey
Project), co-dirigido por Parsons y Matos entre 1975 y 1976, y UMARP (Upper
Mantaro Archaeological Research Project), dirigido por Earle entre 1977 y 1986.
(Parsons​ et al.​, 2013).
Sin embargo, antes de ellos tenemos ya trabajos previos en esta región, como son
los de Tello y Miranda (1923), Browman y su tesis (1970) o Matos con sus trabajos
en el Mantaro (1959, 1966, 1968, 1971, 1972a, 1972b, 1973, citado en Parsons ​et
al,​ 2013).
Browman (1970) es de particular importancia para los estudios en la región del
Mantaro, pues presenta una primera cronología​1 específicamente para esta área, en
base a material lítico y cerámico (1970:290-293). Este estudio permitió identificar la
presencia de ocupaciones formativas y pos-formativas en la región de Junín.

1. Ver Anexo
Lavallee y Julien (1973, citado en Parsons ​et al​., 2013) realizaron trabajos en la
región Asto, cerca a Huancayo. Estos estuvieron enfocados en el Intermedio tardío y
proveyeron información concreta sobre cerámica y arquitectura doméstica.
En lo que respecta a UMARP, Parsons ​et al. (2013) lo consideran como una
continuación de su prospección, y donde hay una gran cantidad de publicaciones
(Hastorf, C., Sandefur, E., Earle, T., H.E. Wright, J., LeCount, L., & Russell, G.,
1989, Lennstrom, H. A., & Hastorf, C. A., 1992, Cane, R. M., 2011)
La división temporal que dan Parsons ​et al (2013) a esta región consiste en 1. Early
horizon (EH) (Horizonte temprano), 2. Early intermediate period/Middle horizon
(EIP/MH) (Intermedio temprano/Horizonte medio), 3. Late intermediate period (LIP)
(Intermedio tardio) and 4. Late horizon (LH) (Horizonte tardio). Para el propósito de
esta monografía se tomará en cuenta, principalmente, el EIP/MH.
Este trabajo por Parsons ​et al (2013) es presentado como un documento que puede
ser usado por sí mismo, pero que también puede ser usado con el primer volumen
(Parsons ​et al.​, 2000) y con todo el material que ha puesto el UMARP al servicio de
todos.
Para los autores, una de los objetivos y motivación principal para llevar a cabo este
trabajo era “la convicción de que una perspectiva sistemática regional era necesaria
en la sierra andina para proveer una nueva base para generar buenas hipótesis
acerca del cambio cultural a largo plazo en la prehistoria” (Parsons​ et al.​, 2013, p.1).

Metodología

Para el momento en que Parsons ​et al. (2013) empezaron el trabajo de campo en
1975 no habían muchos ejemplos de trabajos sistemáticos a nivel regional en los
Andes. El trabajo con más afinidad para ellos era el de Browman (1970). Y si bien
para ese momento Willey (1953, citado en Parsons ​et al.​, 2013) ya había hecho su
prospección en el Valle de Virú, el ecosistema de desierto no permitía hacer un
traslado directo de la metodología.
Lo que los autores buscaban era desarrollar una metodología que les permitiera
descubrir todo tipo de sitios y determinar de forma precisa el tamaño de los sitios y
las distancias.
Tácticas del trabajo de campo

Cuando los autores llegaron a Perú, Parsons (2008, citado en Parsons ​et al.​, 2013)
ya había tenido un proyecto de esta magnitud en México, pero no era posible hacer
un traslado directo de estas técnicas, donde las principales diferencias eran las
grandes empinadas pendientes de la región Junín, la poca cantidad de áreas
cultivadas, lo que dificultaba la visibilidad de artefactos en superficie, y la falta de
fotos aéreas en escala 1:5000, que permitían observar más detalladamente el sitio.

Procedimientos de prospección

Se pudo mantener parte de la metodología usada en México, como fueron la


división en equipos de 2 a 4 personas, con una separación entre 25 a 50 metros
entre grupos, una cobertura regional sistemática, fotos aéreas pegadas a triplay
para el reconocimiento (una por grupo).
Los autores se basaron principalmente en los restos arquitectónicos para el
reconocimiento, definición y datación arqueológica, y los restos de cerámica fueron
un segundo plano, ya que en la región lo primero era más abundante, mientras que
con la cerámica no era posible hacer inferencias cronológicas por su escasez.

Recolección de superficie

La recolección de material de superficie por los autores fue hecha con el objetivo de
inferir una cronología de ocupación. De cada sitio se hacía una recolección de 30 a
60 minutos. La forma de recolectar los fragmentos variaba según la cantidad y su
estado de conservación, en donde si había poca o en mal estado se consideraba
todo el sitio como una sola unidad, pero si había abundante material de superficie se
dividía al sitio en sectores, y, si era posible, según la función que pudo tener el
sector.

Toma de información en el campo

Para la toma de información, la arquitectura se presentó como el mayor reto, porque


en anotar esta información de forma muy detallada se hubiera ido gran parte de la
temporada de campo debido a la gran cantidad de estructuras bien preservadas.
Problemas logísticos como la falta de fotos aéreas, GPS, o lluvias repentinas
también dificultaban la toma de datos.
Los equipos de campo utilizaban cámaras fotográficas par la captura de información
arquitectónica. Cada equipo llevaba un pequeño cuaderno de campo con hojas
resistentes al agua, donde principalmente anotaban el área recorrida, los sitios y
características encontradas, el material de superficie encontrado y su contexto, y la
información de las fotografías. También iba una descripción general de la
arquitectura, la configuración del sitio y su tamaño. Mientras un miembro del equipo
anotaba, los otros iban haciendo recolección de superficie. Este trabajo en total no
pasaba las 3 horas por sitio, con algunas excepciones.
En total, el cuaderno de campo debía tener toda esta información repartida en 4
categorías:
● Unidades
● Características
● Ubicación
● Colleción

Procedimientos de gabinete

Los autores hicieron tres tipos de trabajo de gabinete, de los cuales dos se llevaron
a cabo en el Perú:
● Reportes de sitio preliminares, en Jauja
● Análisis cerámico, en Lima
Al regresar a Ann Arbor se hizo la elaboración de los mapas y el cómputo de los
datos.

Reportes de sitio preliminares

El modelo de forma de reporte de sitio (Cuadro 1) fue elaborada unas semanas


después de iniciada la temporada con toda la información de campo disponible.
Sitio No. -
Área -
Fecha de prospección -
Grupo de fotos -
Equipo -
Reportado por -

I. Ambiente natural
Elevación -
Zona general -
Topografía del área -
Vegetación -
Drenaje -
Erosión -
Profundidad del suelo -

II. Uso moderno de la zona

III. Restos arqueológicos


Condición general del sitio -
Cerámica de superficie -
Arquitectura -

IV. Anotaciones finales

V. Fotografías

Cuadro 1: Modelo de forma de reporte (Parsons ​et al.,​ 2013) (Traducido


y redibujado por Aarón Grados)

Análisis cerámico

Al final de cada una de las dos temporadas se llevó el material de superficie a Lima,
donde Matos y Parsons lo analizaban. Con la experiencia del primero en la región
Parsons iba tomando apuntes y trataban de hilvanar una cronología. Sin embargo
esto último resultaba complicado por la poca cantidad de colecciones o por su mal
estado.

Clasificación de sitios

Según Parsons ​et al.​ (2013) hay dos categorías de sitios a tener en cuenta en Junín:
● Sitios residenciales
● Almacenes o colcas
Mientras que a los sitios residenciales se les analiza por el área total en hectáreas
que presentan, a las colcas se les toma en cuenta la cantidad de estructuras que
presentan. La Figura 1 muestra la relación entre cantidad de sitios y área total en
EIP/MH.
Para el caso de los sitios residenciales los autores decidieron no hacer cálculos
sistemáticos saber la población, sino que tomaron el área total del sitio como
muestra.

Figura 1:​​ Distribución sitio-área para el EIP/MH. Los sitios de 1 ha son los más
abundantes (27). (Parsons et al., 2013) (Traducido y redibujado por Aarón Grados)

Resultados de la investigación

Data

La data que presentaremos a continuación son presentados por Parsons ​et al.
(2013) y son tanto de las temporadas de ellos en el JASP como del UMARP, lo que
permitió un refinamiento de los datos iniciales tomados por los primeros. Ellos
dividen la información en los dos grupos mencionados anteriormente según la
clasificación de sitios:
Sitios residenciales

Esta sección concierne solamente a sitios que los autores han considerado de
carácter doméstico con una permanencia constante o casi constante.

Tendencias de población a largo plazo

Como se mencionó en la sección referida a la metodología, el área superficial de los


sitios es lo que se usaron los autores para definir la cantidad de habitantes. El
Cuadro 2 muestra la relación entre los cuatro periodos principales y la cantidad de
área ocupada.

Periodo Hectáreas Porcentaje total de


ocupadas hectáreas ocupadas

EH 31.3 (?) 1.9

EIP/MH 495.4 30.3

LIP 633.0 38.7


Wanka I 260.7 16.0
Wanka II 335.2 20.5

LH 474.3 29.0

total 1634.0 99.9

Cuadro 2: Las hectáreas de EH provienen de sitios cuestionables. Las


cifras de Wanka I y II fueron tomadas de sitios identificados por UMARP.
(Parsons ​et al​, 2013) (Traducción y redibujado por Aarón Grados).

Esta información nos deja ver que la población durante el EH era muy modesta, y
que el mayor incremento de área ocupada, y por ende población, se da cuando
hacemos la transición entre este periodo y el EIP/MH.

Ocupación de sitios residenciales a través del tiempo

El Cuadro 3 muestra el porcentaje del número de sitios residenciales a través del


tiempo, y podemos ver que los sitios de menor tamaño, especialmente las aldeas
pequeñas, son los de mayor abundancia.
Si bien las aldeas grandes son abundantes también, estas no aparecen en el EH. Y
al observar las aldeas muy grandes junto con los centros locales se aprecia lo poco
común que son, no habiendo centros locales ni en EIP/MH ni Wanka I, lo que para
Parsons ​et al.​ (2013) puede que sea porque las aldeas muy grandes representaban
a centros locales en estos periodos.

Categoría del sitio Porcentaje de los sitios residenciales

EH EIP/MH LIP Wanka I Wanka II LH

Campamento y 10 22.1 17.7 9.3 13.3 14.9


caserío

Aldea pequeña 90 52.1 53.1 56.1 36.7 54.3

Aldea grande 0.0 21.4 22.1 31.6 26.7 22.3

Aldea muy grande 0.0 4.3 2.7 3.5 10.0 5.3

Centro local 0.0 0.0 2.7 0.0 6.7 2.1

Centro regional 0.0 0.0 1.8 0.0 6.7 1.1

Cuadro 3​​: porcentaje del número de sitios residenciales, por periodo. (Parsons et
al, 2013) (Traducción y redibujado por Aarón Grados)

La distribución de sitios residenciales por zonas altitudinales

Periodo <3400 msnm 3401-3600 3601-3800 3801-4200


msnm msnm msnm

n % n % n % n %

EH 4 40.0 4 40.0 1 10.0 1 10.0

EIP/MH 32 23.2 65 47.1 29 21.0 12 8.7

LIP 23 19.8 42 36.2 26 22.4 25 21.6

Wanka I 12 21.1 30 52.6 12 21.1 3 5.3

Wanka II 6 20.0 10 33.3 9 30.0 5 16.7

LH 23 24.7 40 43.0 22 23.7 8 8.6

Cuadro 3​​: porcentaje del número de sitios residenciales, por periodo. (Parsons et
al, 2013) (Traducción y redibujado por Aarón Grados)
Cuadro 4​​: Distribución de los tipos de sitios residenciales por zona de elevación.
(Parsons et al, 2013).
La información presentada por los autores en los Cuadros 3 y 4 nos muestra que los
sitios del EIP/MH se encontraron, principalmente, entre los 3401-3600 msnm. Para
los autores, la comparación entre sitios pequeños (caseríos, aldeas pequeñas) y
sitios grandes es útil, ya que probablemente los sitios pequeños sean de carácter
temporal, mientras que los grandes eran ocupados a tiempo completo. Esto puede
que signifique que en los sitios pequeños se hayan llevado a cabo actividades más
especializadas (ibid.).
Siguiendo este razonamiento plantean (Ibid.) que para EIP/MH y Wanka I, que
tienen una alta cantidad sitios grandes entre los 3401-3600 msnm, los recursos
primarios fueron similares, con fácil acceso a la parte más baja. La poca cantidad de
sitios en los 3801-4200 msnm podría indicar que los recursos de la puna tenían un
carácter secundario para ese momento.

La configuración regional de los sitios residenciales

Figura 2​​: Mapa esquemático de los sitios residenciales en EIP/MH. (Parsons et al,
2013).
Hay un total de 125 sitios repartidos por la región en este periodo, en donde la
mayor cantidad son del tipo pequeña, ya sea caserío o aldea pequeña.
Los autores hacen notar ciertas tendencias para este periodo (Ibid.):
● Como se observó en el Cuadro 3, el incremento de sitios residenciales entre
EH y EIP/MH es muy marcado. Ellos suponen que el incremento inició de
forma lenta y aceleró con el tiempo.
● Hacen una división de dos sectores según el mapa, noroeste y sureste. A
estos dos sectores los divide una franja de terreno con una densidad de
asentamientos baja. Esta división la plantean como parte del origen de las
diferencias entre los Xauxas y los Wankas.
● Aunque parecen del mismo tamaño a simple vista, el sector del noroeste
presenta más sitios.
● En esta área y para este periodo no hay un centro primario que resulte obvio,
es decir que resalte por sus características arquitectónicas o por su tamaño.
Con esta información plantean que la organización sociopolítica de este
periodo no parece haber sido fuertemente jerárquica.
● Sin embargo, sí hay presencia de Aldeas muy grandes, y estas se
encuentran casi todas (4) en el sector noroeste, y sólo una en el sureste. Esto
sugiere una mayor importancia y mayor poder en la zona del noroeste.

Almacenes o colcas

Las colcas son, en su mayoría y tal y como la evidencia cerámica lo indica, del LH y
de afiliación Inca (Ibid.). Están en su mayoría sin asociación a algún sitio residencial,
aunque existen excepciones.

Total Circular Rectangular

Número total de estructuras 2182 1146 1036

% total de estructuras 100.0 52.5 47.5

Volumen total (m​3​) 124,567 50,900 73,667

% volumen total 100.0 40.9 59.1

Cuadro 5​​: Número y volumen de colcas circulares y rectangulares en la región


Wanka. (Parsons et al, 2013) (Traducción y redibujado por Aarón Grados).
La distribución de sitios que carecen de estructuras de piedra definidas

​Cuadro 6​​: Sitios que carecen de estructura definida. (Parsons et al, 2013)
(Traducción y redibujado por Aarón Grados).
En toda la región de Junín se encuentran sitios con estructura arquitectónica
definida. Sin embargo, no todos los sitios tienen sus estructuras preservadas,
carecen de los escombros o son muy escasos. Esta falta de escombros es tomada
por los autores (Ibid.) como un indicador de una presencia estacional en la que los
pobladores utilizaron adobe, tierra aplanada o caña y barro para construir. Sin
embargo, en el resto de los Andes existen asentamientos temporales hechos en
piedra (Yamamoto, 1981, citado en Parsons ​et al.​, 2013).
La información presente en el Cuadro 6 permite ver lo siguiente según los autores
(Parsons ​et al.,​ 2013):
● La mayoría de sitios carentes de estructura de piedra son los de menor
tamaño.
● La mayoría de estos sitios se encuentra a menos de 3600 msnm.
● La mayoría de estos sitios se ubican temporalmente en EIP/MH.

Continuidad a largo plazo de los asentamientos y abandono

La ausencia de cerámica no permite hacer un análisis sobre la tendencia de


continuidad y abandono en un sitio. Sin embargo, han tratado de dar algunas luces
sobre este tema (Ibid.)

El periodo EIP/MH

Cuadro 7​​: Ocupación a largo plazo en sitios EIP/MH. (Parsons et al, 2013)
Como se observa en el Cuadro 7, casi un tercio de sitios EIP/MH continuó en uso en
Wanka I, aunque esta continuidad descendió notoriamente en Wanka II, con un
pequeño repunte para Wanka III. Sin embargo lo que llama la atención es la
reocupación en Wanka III de sitios EIP/MH que habían sido abandonados, con un
40% de sitios en total.
Conclusiones

Los autores (Ibid.) concluyen que la falta de una cronología basada en cerámica
más precisa ha hecho difícil el reconocimiento de etapas críticas en el cambio
cultural a largo plazo de la región Wanka. Esto ha pesar de que los trabajos de
UMARP han refinado mucho más la información obtenida inicialmente por ellos.
Con respecto al Intermedio temprano/Horizonte medio (EIP/MH), si bien la transición
entre del EH al EIP está aún oscura, sí se sabe que va a haber un gran incremento
poblacional, con mayor cantidad de sitios y mayores áreas en uso, así como el
desarrollo de dos sectores, noroeste y sureste, posiblemente ligados a los grupos
Xauxa y Wanka respectivamente.

Puntos clave para futuras investigaciones

De acuerdo con Parsons ​et al.​ (2013):


1. Refinamiento de la cronología basada en cerámica.
2. Continuar los esfuerzos interrumpidos por UMARP para definir los sistemas
de asentamiento pre-LIP.
3. Introducir un componente geoarqueológico a las investigaciones,
especialmente para entender la ocupación prehispánica de las áreas
inundables.
En lo que respecta a este trabajo, ofrecemos como puntos para futuras
investigaciones también el poner más énfasis en la transición entre EH y EIP, para
así poder entender ese crecimiento poblacional tan grande y por toda la región
Anexo

Presentamos la cronología que realizó Browman (1970) para el área de Junín.

Cronología con líticos

Anexo 1​​: Cronología de artefactos líticos, hecha con métodos de radiocarbono.


(Browman, 1970)
Cronología con cerámica

Anexo 2​​: Cronología del horizonte temprano. (Browman, 1970)


Anexo 3​​: Cronología del intermedio temprano. (Browman, 1970)
Anexo 4​​: Cronología del medio. (Browman, 1970)
Bibliografía

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