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Resolución

Informe de Lectura Crítico del texto N° 3 “El quinto poder” de Ignacio Ramonet.

Ramonet, I. (2003). El quinto poder en Le Monde Diplomatique. Recuperado de


http://ateneu.xtec.cat/wikiform/wikiexport/_media/cursos/curriculum/interniv/dv36/mod
ul_1/ramonet.pdf

El Dr. en Semiología e Historia de la Cultura Ignacio Ramonet es un intelectual español


especialista en geopolítica y estrategia internacional. Durante el periodo 1990-2008 se
desempeñó como director de la publicación mensual Le Monde Diplomatique, donde
ejerce el periodismo en la actualidad.
En octubre de 2003 publicó el editorial de Le Monde Diplomatique, titulado “El quinto
poder”. Su producción coincide con su participación en el Foro Social Mundial que se
realizó en Brasil un año antes, un encuentro de organizaciones sociales en oposición al
Foro Económico Mundial (que se celebra cada año en Davos) y que buscaba
contrarrestar las consecuencias que había dejado, tras de sí, las políticas neoliberales
aplicadas en los países periféricos.
En este escenario social y político en el que viven las sociedades globalizadas, surge el
debate social sobre qué posición toman los medios de comunicación ante esta realidad.
Entonces, Ramonet responde que existe un poder mediático que ha dejado de lado la
representación de los que no tienen voz y que manipula en función de las relaciones
existentes con los Estados y las megacorporaciones mundiales, deteriorando la calidad
de la información, que representa el insumo con el que los ciudadanos toman sus
decisiones. De manera que, el periodista en este texto, aborda el rol de los medios de
comunicación en las sociedades globalizadas y basa el análisis en su conocimiento en
geopolítica, comunicación y Derechos Humanos. Al mismo tiempo brinda un aporte a
las disciplinas de la sociología, la economía y el ejercicio del periodismo, con la
finalidad de convencer y convocar a sus lectores a comprometerse en la conformación
de un “quinto poder”, que devuelva el equilibrio a la forma republicana de las
democracias liberales.
El diagnóstico de Ramonet resulta indiscutible ya que en América Latina sobran
ejemplos de manipulación informativa en función de los intereses de los conglomerados
mediáticos que se encuentran alejados del bien común. Sin embargo, hay que reconocer
que la propuesta de crear un nuevo poder, una fuerza civil, es utópica. A la luz de los
hechos, se puede distinguir que existen otras estrategias que propendan a la
contrainformación como así también existen otras regulaciones que protegen el derecho
social de la comunicación.
Para sostener su hipótesis, el autor refuerza la función de los poderes republicanos
(Ejecutivo, Legislativo y Judicial), el equilibrio que debe existir entre ellos como
condición del ejercicio democrático. De este modo, Ramonet presenta la problemática
desde el funcionamiento institucional que es aceptado en los países occidentales y por
ende, no busca incomodar al lector al que se dirige.
En la división de poderes que el autor repasa también, incluye los peligros de las
decisiones de los diferentes estamentos del Estado, en los que el periodismo,
históricamente distinguido con el nombre del “cuarto poder”, funcionaba para dar a
conocer las injusticias y los excesos de poder frente al ciudadano común. De esta forma,
Ramonet analiza que los medios de comunicación tienen esa legitimidad frente a la
opinión pública pero advierte que en los últimos años, el periodismo fue coaptado por
las fuerzas del poder económico mundial y ha abandonado su función social y
democrática.
Además, enfatiza que, ese cambio rotundo se debe a que, en los últimos años, la
mundialización de la economía y la cultura alteró los límites de las fronteras nacionales
y es el capital financiero el que se constituye como el nuevo “amo del mundo”. En
consecuencia, para el autor, las decisiones que afectan al ciudadano en lo cotidiano ya
no dependen de los gobiernos sino de la relación que exista entre ellos y las
corporaciones que participan en Davos, representadas por el Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio.
Por otro lado, a lo largo del texto, Ramonet demuestra el grado de concentración
mediática que engloba en la actualidad a los grupos económicos más importantes que se
establecen mucho más poderosos que cualquier Estado Nación, por lo que pueden
influir en las políticas, siguiendo sus intereses comerciales. Ramonet enfatiza que el
periodismo, al depender de estas empresas, representa a las corporaciones. También,
reconoce que un factor predominante de esta época es la revolución digital que permite
que comunicación e información se vuelvan difusas y hoy, se conviertan en “la industria
pesada de nuestro tiempo”. De ahí que para, el autor, surge el nivel de influencia de los
medios de comunicación y la posibilidad de concentración que han generado en los
últimos años.
En consecuencia, si el periodismo no tiene margen de acción frente al poder de las
corporaciones mediáticas y económicas, y éstas presionan a los gobiernos, a la sociedad
civil solo le resta organizarse en, lo que el periodista español denomina, el “quinto
poder”. Este nuevo órgano tendría la función de contralor, al denunciar las
complicidades entre los “gigantes” de la política, el sector financiero y los medios, para
la protección del ciudadano, según el autor.
Por su crítica a los medios de comunicación y su relación con los poderes, la ideología
que presenta Ramonet es la de un liberalismo europeo que propugna por las libertades
individuales y el ejercicio republicano. Esto es evidente ya que se construye como un
enunciador que valora a la democracia, considera que el verdadero periodismo es aquel
que se ejerce defendiendo a las minorías e invita a la participación ciudadana en los
problemas públicos, como lo es el acceso a la información veraz. En contrapartida, se
opone a la manipulación, al abuso del poder (ya sea político como económico) y a la
mercantilización de la comunicación.
En suma, su pensamiento se puede vincular al del español Pascual Serrano, quien es
periodista y escribió el artículo “El periodismo necesita corazón” en el que rescata a las
figuras de Rodolfo Walsh, Joe Lee Anderson y Ryzard Kapuscinsky como ejemplos de
profesionales que no se alejaron del interés social en sus coberturas periodísticas aun
cuando las líneas editoriales de las empresas que los contrataban indicaban lo contrario.
Ambos autores parecen complementarse en la mirada crítica y el análisis que le hacen a
la actualidad. Se diferencian en que mientras Serrano se enfoca en los casos particulares
para exhortar a los nuevos redactores, Ramonet propone una mirada global y reconoce
el protagonismo de los actores de peso: las corporaciones de la mundialización.
Este editorial de Ramonet, sin duda, analiza con precisión la relación paradigmática
entre los medios, los poderes económicos y políticos en tiempos en los que impera la
globalización neoliberal. Desde la experiencia latinoamericana, han sucedido reiterados
casos de coberturas periodísticas en los que se puede observar la vinculación de
intereses. Por ejemplo, cuando en los 90’ se iniciaron las privatizaciones del sector
público, la mayoría de los medios argentinos se dedicaron a contar las bondades que el
proceso traería para la vida diaria de los ciudadanos. Sin embargo, no era parte del
debate público que esas mismas empresas mediáticas estaban a favor de la
desregulación del Estado porque les significaba acceder a licencias de radiofrecuencias,
en condiciones de concentración de la cuota de mercado. Al tiempo que los nuevos
inversores en otros sectores (luz, agua, teléfono, etc.) también generaron ganancias al
convertirse como nuevos anunciantes y ocupar espacios de publicidad en medios de
comunicación privados.
No obstante, Ramonet no resuelve la garantía de eficacia del “quinto poder” porque si
bien, es meritorio pensar en la participación de la sociedad en pos de una democracia
sólida, nada en su argumento asegura que no tome los mismos “vicios” que los otros
poderes. De alguna manera, necesita de alianzas o articulaciones con ellos.
Supongamos que el observatorio de medios, que el autor propone, produce contenidos
relevantes para la ciudadanía, éste no tiene la influencia mediática para que llegue a
toda la sociedad. Si el periodismo sigue funcionando de ese modo, ¿podemos creer que
se va a publicar una denuncia de la complicidad entre medios- empresas- Estado, sólo
porque lo legitima un poder cívico?
Por otra parte, en esta primera etapa del siglo XXI, sobre todo en América Latina, han
sucedido ciertos avances que ponen en el debate público una observación crítica de la
comunicación. Desde los nuevos marcos regulatorios que se fueron gestando sobre los
medios masivos, como es el caso de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y
la creación de la Defensoría del Público. Ambas elementos dan cuenta de la integración
institucional de una audiencia que ejerce el derecho a informarse y que se opone al
consumo mercantilizado de la noticia. Esto demuestra que algunos cambios pueden
surgir desde los poderes políticos en protección al ciudadano, y no al revés, como lo
sugiere Ramonet. Incluso, Noam Chomsky, lingüista e intelectual norteamericano, en
“El control de los medios de comunicación” interpela a la sociedad democrática a tomar
un decisión sobre su organización para no ser llevada como “un rebaño amedrentado”
por la manipulación informativa. Pero en cualquier caso, es necesaria la práctica del
pensamiento crítico para contar con ciudadanos atentos y comprometidos que no
“caigan” en ella.
En conclusión, Ignacio Ramonet tiene el valor de exponer un panorama respecto de los
medios de comunicación en tiempos en los que no había lugar para voces discordantes
al pensamiento único. Sin embargo creemos que su posición no ofrece una solución
concreta, sólo un llamado, necesario pero insuficiente, a la participación ciudadana.

Bibliografía

Chomsky, N. (2004). El control de los medios de comunicación. Revista de Ciencias


Sociales Realidad Económica. Recuperado de
http://www.iade.org.ar/modules/noticias/article.php?storyid=1608

Serrano, P. (2012). El periodista necesita corazón. Revista Pueblos. Recuperado de


http://www.revistapueblos.org/?p=2461

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