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EL CONTRATO DE SEGURO EN GENERAL

En estricto rigor el contrato de seguro terrestre no pertenece al Derecho


Comercial, es decir, no es mercantil.
En otros ordenamientos jurídicos este contrato está regulado por normas del
Derecho Civil (Marcel Planiol y George Ripert).
Nuestro Código de Comercio innovó.
El ordenamiento jurídico chileno fue el primero (1865) en tratarlo en la
legislación mercantil, en el Libro II; Título VIII, dando “Reglas Generales” a
todo tipo de seguro privado.
El marco legislativo se encuentra recogido entre los artículos 512 a 601 del
Código de Comercio.

El principal modelo de nuestra Legislación mercantil contenida en el Código


de Comercio, fue el Código francés, que no lo trató y, sólo el año 1930 dictó
una ley.
Nuestro Código, lo dice en el Mensaje: “…muchas de las naciones europeas
carecen hasta hoy de leyes sobre esta importante materia, y que ella es
completamente nueva en el país.”

Su vigencia se extendió desde el año 1867 hasta el 30 de Noviembre de 2013,


pues del el 1 de Diciembre de 2013, entró en vigencia la ley 20.667, que
reemplaza el Título VIII del Libro II del Código de Comercio.
Respecto del seguro marítimo nuestro Código siguió el modelo francés (Libro
III del C. de C.) que fue íntegramente modificado por la ley 18.680 de 1988,
que recoge las Reglas de Hamburgo de 1978, que fue una iniciativa de la
UNCITRAL (United Nations Comission on Iternational Trade Lan – Comisión
de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil) –artículos 1158 y ss.

Historia del seguro

La historia del seguro se remonta a las antiguas civilizaciones en las que se


utilizaban prácticas que constituyeron los inicios de nuestro actual sistema de
seguros.
Probablemente, las formas más antiguas de seguros fueron iniciadas por los
babilonios y los hindúes. Estos primeros contratos eran conocidos bajo el
nombre de Contratos a la Gruesa y se efectuaban, esencialmente, entre los
banqueros y los propietarios de los barcos.
Con frecuencia, el dueño de un barco tomaría prestados los fondos necesarios
para comprar carga y financiar el viaje.
El contrato de Préstamo a la Gruesa especificaba que, si el barco o carga se
perdía durante el viaje, el préstamo se entendería como cancelado.
Naturalmente el costo de este contrato era muy elevado; sin embargo, si el
banquero financiaba a propietarios cuyas pérdidas resultaban mayores que
las esperadas, éste podía perder el dinero.
El seguro propiamente dicho es una institución relativamente reciente.
Aparentemente surgió en la Edad Media bajo la forma de seguro marítimo en
los países mediterráneos, especialmente España e Italia, pero carecía de bases
estadísticas serias y no constituía una institución organizada.

Los vestigios del SEGURO DE VIDA se encuentra en antiguas civilizaciones


tales como Roma, en la que era acostumbrado por las asociaciones religiosas,
colectar y distribuir fondos entre sus miembros en caso de muerte de uno de
ellos.

Con el crecimiento del comercio en la Edad Media, tanto en Europa como el


Cercano Oriente, se hizo necesario garantizar la solvencia financiera para el
caso que ocurriese un desastre de navegación.
Eventualmente, Inglaterra resultó ser el centro marítimo del mundo, y
Londres vino a ser la capital aseguradora para casco y carga.
El SEGURO DE INCENDIO surgió más tarde en el siglo XVII, después que un
incendio destruyó la mayor parte de Londres.

Las sociedades con objeto asegurador aparecieron alrededor de 1720, y en las


etapas iniciales los especuladores y promotores ocasionaron el fracaso
financiero de la mayoría de estas nuevas sociedades.
Las repercusiones fueron tan serias que el Parlamento restringió las licencias
de tal manera que sólo hubo dos compañías autorizadas. Estas aún son
importantes compañías de Seguros en Inglaterra como la Lloyd´s de Londres.

Historia del seguro

En la evolución del seguro se pueden distinguir las siguientes etapas:


1.- Edad antigua.

2.- Edad Media (hasta mediados del siglo XIV)

3.- Desde mediados del siglo XIV a fines del XVII.

4.- Desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX.


5.- Desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días.

Historia del seguro.


1.- Edad antigua.

En sus comienzos no puede decirse que existiera un seguro con las bases
técnicas y jurídicas que lo identifican en la actualidad, pero sí surgió como un
sentimiento de solidaridad ante los infortunios.
Babilonia.
Ejemplos de estos intentos de solidaridad los tenemos en el seguro de
caravanas de Babilonia, en la que existía la costumbre que, los que tomaban
parte en una caravana, se comprometían a saldar en común los daños
causados por robo o asalto a cada uno de ellos durante el trayecto.

El Código de Hammurabi, rey de Babilonia (1955-1912 A.C.) ya preveía la


indemnización por accidentes de trabajo a través de organizaciones de
sociedades mutuas; la mutualidad para compartir las pérdidas causadas a las
caravanas que transportaban mercancías en el desierto, y la contribución de
todos en la construcción de un navío que se había perdido en la tempestad.

Egipto.
En Egipto existían agrupaciones para la ayuda mutua de sus miembros en
los ritos funerarios del asociado que falleciera.

Grecia.
Hacia el siglo V A.C. las Leyes en Rodas, Grecia, imponían la obligación
recíproca de los cargadores de contribuir a la indemnización de los daños
causados en provecho común en caso de tempestad o de rescate del buque
apresado por enemigos, la echazón (el reparto proporcional, entre todos los
interesados de la suerte de un buque, del valor de los objetos que se echan al
mar para salvarlo) está incluida en casi todas las leyes mercantiles que tienen
averías comunes, y conserva los caracteres que establecieron las Leyes de
Rodias. (La distancia que la separa Rodas de Atenas es de 490 km).

Roma.
Durante la hegemonía romana existieron asociaciones constituidas por
artesanos (Collegia Tenorium, Collegia Funeratia) que, mediante reducida
cuota de entrada y una cotización periódica, otorgaban a sus asociados una
sepultura y funerales apropiados.
También existieron asociaciones de militares que aportaban una cuota con la
que tenían derecho a una indemnización para gastos de viaje por cambio de
guarnición, en caso de retiro o muerte.

También se practicaba a través del “préstamo a la gruesa” o “Nauticum


Foenus” por los cuales una persona, el propietario del barco o armador
tomaba a préstamo una suma igual al valor de la mercancía transportada. Si
llegaba a puerto pagaba el capital más elevados intereses (15%). En caso de
naufragio nada pagaba.
Dicha operación era distinta del seguro ya que la indemnización se entregaba
anticipadamente y el pago de la prima se condicionaba a la existencia del
siniestro.

En cualquier caso se puede afirmar que durante esta época existieron


instituciones muy similares al seguro.
En estricto rigor, el “préstamo a la gruesa ventura” (del latín: nauticum
Fœnus) es una variante del contrato de mutuo, que consiste en que el
prestamista entrega dinero u otros bienes fungibles a un naviero para realizar
transporte marítimo, obligándose el naviero a pagar al prestamista el precio
del riesgo (pretium periculi) si el viaje concluía en feliz arribo a puerto.
En caso contrario, si el barco naufraga o no llegaba a puerto, nada debía el
naviero al mutuante (perdiendo capital e intereses).
A la inversa de lo que ocurre en un mutuo ordinario, los riesgos son de cargo
del mutuante (prestamista), pero sólo desde que empieza hasta que termina la
travesía. Antes y después se aplican las reglas del mutuo común.

Historia del seguro.


2.- Edad Media (hasta mediados del siglo XIV).

A diferencia del periodo anterior, en la que era la familia la que afrontaba los
peligros en común, en la Edad Media es el gremio, que con mayor presencia y
organización que nunca, desempeña ese papel. Surgen las denominadas
“guildas”, que si bien no eran verdaderas empresas de seguros, sí constituían
una aproximación de éstas.
Se caracterizaban porque en un principio no tenían carácter comercial, sino
de defensa mutua o religioso. Con posterioridad ese carácter mutual se fue
perdiendo, revistiéndose de un carácter comercial, buscando propósito de
lucro.
Tontinas, de origen italiano, consistían en sumas fijas de dinero cuyo total se
dividía entre el número de supervivientes a una fecha dada.
El seguro propiamente dicho nace en el siglo XIII con el seguro marítimo.
Surge al modificarse el préstamo a la gruesa sustituyéndose el pago de los
intereses por una prima y aplazándose el pago de la indemnización hasta
cuando el daño ocurriese.
Esto se debe a un decreto del Papa Gregorio IX dictado en 1230, que
prohibió como usura el pago de todo tipo de intereses.

Historia del seguro.


3.- Desde mediados del siglo XIV a fines del XVII.

En este periodo, y como consecuencia del desarrollo de la actividad marítima,


aparecen los primeros antecedentes del contrato de seguro marítimo. Existe
testimonio escrito de un contrato suscrito en Génova en 1347 por el que se
aseguraba al buque “Santa Clara” desde Génova hasta Mallorca. Los contratos
formalizados se llamaban “polizzas”.
etimología: polizza y este, del griego αποδειξις (apodeixis) que significa
“demostración, declaración”

Paralelamente surgieron las primeras regulaciones legales de la actividad


aseguradora. El asegurador comenzó siendo una persona individual, pero
pronto surge la agrupación de personas y las sociedades anónimas.

El caso más famoso de PRÉSTAMO A LA GRUESA fueron las “Capitulaciones


de Santa Fe”, el que fue estipulado entre los Reyes Católicos y Cristóbal
Colón en las Capitulaciones de Santa Fe.
Son bien conocidas las vicisitudes que pasó Cristóbal Colón, primero
en Lisboa, donde vivió diez años, y luego en España, tratando de vender su
proyecto de que navegando hacia el Oeste por la Mar Oceánica (hoy Océano
Atlántico) podía llegarse a las Indias, dada su creencia de que el diámetro de
la Tierra era menor del que hoy se sabe que tiene.
Después de largas negociaciones entre Colón y los Reyes Católicos, se firmó
un documento en la Villa de Santa Fe de la Vega de Granada. Santa Fe era la
ciudad fundada sobre el campamento que los reyes habían establecido como
cuartel general para la conquista de Granada.

En aquellos años se llamaba Capitulaciones al contrato firmado entre los


monarcas con particulares para emprender determinadas acciones. De esa
manera, la conquista de los nuevos territorios se haría con particulares, no
con ejércitos del Estado.

Las primeras pólizas de Seguro de Vida se extendieron en Londres en 1583.


En 1668 se fundó en Paris la primera compañía de seguros por acciones
para el seguro marítimo.
A esta época corresponde la creación del Lloyd´s inglés que era una
corporación de aseguradores individuales. Surgió a raíz de las reuniones de
aseguradores marítimos en el cafetín de Edward Lloyd (1648-1713).

Cafetín de Edward Lloyd, Londres.

Allí tenían por costumbre reunirse los hombres de negocios, armadores,


capitanes de navíos mercantes y los actores más importantes del comercio
internacional, para intercambiar información de primera mano sobre el tráfico
marítimo y cerrar contratos de seguros.
Al señor Lloyd se le habría ocurrido entonces la idea de poner tizas y una
pizarra negra a disposición de sus clientes que empezaron a apuntar en ella
los datos relativos a los tipos de cargamento y a los buques que las compañías
comerciales querían asegurar.

Bastaba con que las personas adineradas que aceptaban cubrir <<los riesgos
fortuitos de un navío>> o expedición escribiese su nombre bajo los datos del
barco por el que respondían. De ahí viene el término “suscripción”, que sigue
empleándose en el mundo de los seguros.
Esta institución se funda formalmente en 1769.

Pero ya antes surgen en ese periodo las empresas de seguros de incendios


como consecuencia del famoso incendio de Londres de 1666, que puso de
manifiesto la necesidad del mismo en las ciudades de la época, construidas
sin la menor protección contra el fuego.

Este siniestro destruyó 13.200 casas y 90 iglesias.


Luego, en 1677, en Hamburgo, se funda la primera caja General Pública de
Incendio, formada por varios propietarios que reunían cierta cantidad para
socorrerse entre ellos en caso de incendios.

Historia del seguro.


4.- Desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX.

Junto los seguros ya existentes, relativos a siniestros producidos por riesgos


de la naturaleza, surgen los que tienen que asegurar los perjuicios causados
por actos del hombre.
En consecuencia, surgen los seguros de personas, que requieren de una
mayor base científica.
Blas Pascal (Paris) (primera tabla de mortalidad). Edmund Halley, astrónomo (Londres) (seguro de vida).

En este sentido cabe destacar los trabajos desarrollados por Pascal y Fermat
sobre el cálculo de las probabilidades, estudios como los de Halley sobre la
mortalidad y formulación como la ley de los Grandes Números de Bernouilli. A
través de estos principios se asentaron las bases científicas de la actividad
aseguradora.

Durante el siglo XVIII, surgen en España, Inglaterra, Alemania y Francia,


Compañías de Seguros con una estructura muy similar a las actuales.
En el siglo XIX, la actividad aseguradora se desarrolla de forma paralela a la
vida económica, ya mucho más compleja.

Historia del seguro.


5.- Desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días

Durante el siglo XIX, las modificaciones en las condiciones de vida influyen en


el desarrollo del seguro.
En esta etapa surgen fenómenos sociales como la urbanización, la
industrialización y la debilitación de la solidaridad familiar que, en suma,
favorecen el individualismo y, por consiguiente, el desarrollo de la actividad
aseguradora.
Surgen nuevos riesgos y se cubren otros que anteriormente no se cubrían.
Hay un fuerte intervencionismo estatal, debido especialmente al gran número
de aseguradoras y al hecho que muchas de ellas se constituyeron sin reunir
las debidas garantías.
En esta época, la actividad aseguradora va adaptándose a las nuevas
exigencias de la vida económica, favoreciendo el desarrollo industrial que
cuenta con el seguro como garantía ante las crecientes industrias y, por tanto,
la proliferación de riesgos.
En cuanto a la regulación jurídica del seguro, éste se inicia con los
Estatutos de Florencia en 1369; Barcelona 1435; Burgos 1494; Sevilla 1554.
Por lo expuesto se afirma que el contrato de seguro, en la forma que lo
conocemos hoy, es de origen anglosajón (pragmatismo).

Historia del seguro.


CHILE

Hasta mediados del siglo XIX no hubo compañías de seguro nacionales, por lo
que el mercado estaba en manos de empresas extranjeras, principalmente
británicas, que a través de agentes operaban en Chile, principalmente en el
mercado de seguros marinos y contra incendio.
No hubo durante este periodo ningún tipo de regulación nacional específica
para el funcionamiento de estas empresas.

Importantes eventos tuvieron lugar en la segunda mitad del siglo XIX:


(i) Compañías nacionales ingresaron en el mercado y compitieron con las
empresas extranjeras;
(ii) Expansión generalizada del mercado de seguros en Chile;
(iii) Se promulga el primer Código de Comercio en Chile, que contuvo
referencias específicas para el mercado de los seguros;
(iv) Se desarrolla el mercado para seguros de vida.

Las primeras décadas del siglo XX también trajeron interesantes desarrollos.


Por ejemplo, comenzaron los seguros sociales en Chile y, además,
Se crea la Caja Reaseguradora de Chile.
Comienza así la protección a la industria nacional de seguros, que culmina
con la promulgación del DFL 251 de 1931, el que operó hasta 1980.
El año 1980 marcó el fin de la protección a la industria nacional y la
liberalización total del mercado, con el DFL 5 de 1980.

Etapas:
a.- De la independencia chilena a la creación de la primera compañía nacional
de seguros, 1810-1852.-

b.- Inicios de la industria nacional y competencia con empresas extranjeras,


1853-1899.

c.- La industria nacional de seguro al comenzar el siglo XX, 1900-1930.

d.- Pseudonacionalización de la industria del seguro, 1931-1979.

e.- Mercado actual de la industria del seguro, 1980-2013.

f.- Nueva ley.

A mediados del siglo XIX (1853), comienza la historia del seguro en nuestro
país cuando Agustín Edwards Ossandón (por aquel entonces conocido como
empresario minero), formó en Valparaíso la Compañía Chilena de Seguros,
presidida por Edwards Ossandón entre 1853 y 1878.
Fue la primera compañía nacional en América del Sur que incursiona en el
mercado del seguro contra incendios y actualmente bajo el nombre de Chilena
Consolidada, propiedad del Zurich Group.

No obstante, a pesar de ser esta una compañía legalmente chilena, cabe


destacar que la influencia extranjera fue fundamental en su creación, puesta
en marcha y desarrollo.
Por ejemplo, en el primer comité creado para redactar los estatutos de la
compañía y lanzar la campaña para poner en el mercado las acciones de la
firma,
de 17 miembros,
seis eran británicos,
dos norteamericanos,
dos franceses y
un alemán.
Asimismo, muchos de sus primeros accionistas fueron extranjeros (por
ejemplo Huth, Gruning & Co. y Graham, Rowe & Co.), quienes además
estuvieron muy bien representados en los primeros directorios de la
compañía.

Finalmente, desde sus inicios, la Compañía Chilena de Seguros operó tanto en


el mercado de los seguros marítimos como en el de incendios.
A modo de registro histórico, la primera póliza propiamente “chilena” fue
contratada el 11 de febrero de 1853, siendo esta una póliza contra incendio
para un edificio en el puerto de Valparaíso.

Al año siguiente (1854) de la fundación de la Compañía Chilena de Seguros, se


promulgó en Chile la primera ley sobre sociedades anónimas, una
oportunidad que fue aprovechada por dicha empresa para constituirse bajo
dicha estructura jurídica.
Asimismo, otra sociedad anónima (Compañía de Seguros El Porvenir de las
Familias) aprovechó la ocasión para entrar en el mercado de seguros.

En los años siguientes muchas otras empresas chilenas siguieron los pasos de
Edwards Ossandón, entrando en el mercado de los seguros. Destacaron entre
ellas:
Unión Chilena (1858), que también operó en las ramas de seguros marítimos y
contra incendios,
La Mutualidad (1860), dedicada a seguros de incendios;
La América (1861), ofreciendo seguros contra incendio y marítimos,
La Compañía Nacional de Seguros (1871);
La Valparaíso, también operando en seguros contra incendio y marítimos
(1882),
La República (1885),
La Comercial (1885);
La Protectora, activa en la rama de incendios, marítimos y accidentes
personales (1885),
La Pacífico (1886);
La Tarapacá (1889);
La Previsora (1889);
La Santiago de Chile (1893),
La Italia (1899), y
La Española (1899), entre otras.
En resumen, a principios de los años 1870 ya había cinco compañías
chilenas de seguros, consiguiendo más que duplicarse antes de finalizar
los años 1880.

Lamentablemente no hay cifras disponibles sobre el valor de las primas


captadas por estas compañías nacionales de seguros en la segunda mitad del
siglo XIX, pero todo indica que el volumen de negocios transados fue muy
pequeño.
Según Charles Jones, en 1883, las 23 principales compañías de seguros
presentes en Valparaíso (nacionales y extranjeras) captaron solamente
£75.000 en primas.
Esto equivalió a tan solo el 0,7% del valor de las exportaciones de productos
chilenos en dicho año.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, la historia del seguro en Chile
estuvo marcada por los siguientes hechos:

1.- Fundación de las primeras compañías chilenas de seguros.

2.- Desarrollo del mercado de seguros contra incendios, en particular


gracias al establecimiento de cuerpos de bomberos en Valparaíso, Santiago y
otras regiones. Chile emuló así la experiencia de la mayoría de los países del
mundo occidental, desarrollando primero el mercado de los seguros
marítimos, luego el de incendios, y posteriormente el de vida.

3.- Expansión global de la industria de los seguros en Chile (sobre todo


marítimos y de incendio), aun cuando la misma permaneció como una
industria relativamente pequeña.

El crecimiento observado del sector, se debió a un crecimiento del comercio


exterior de Chile, así como al crecimiento económico del país, primero durante
el ciclo del cobre y la plata, y posteriormente del salitre.

Asimismo, nueva legislación (el primer Código de Comercio de Chile) y


revoluciones en comunicaciones, por ejemplo, introducción del telégrafo
conectando Chile con Europa, ayudaron al desarrollo del sector.

4.- Nueva expansión de los británicos en el mercado de seguros de Chile,


que permanecieron como la fuerza principal del sector durante la segunda
mitad del siglo XIX;

5.- A pesar de la hegemonía británica del siglo XIX, en la segunda mitad


del mismo hubo un incremento de la competencia entre las nuevas
empresas chilenas y otras empresas extranjeras, que culminó con la creación
de la Asociación de Aseguradores de Chile en 1899 (hoy Asociación de
Aseguradores de Chile A.G.).
6.- Lentos comienzos de los seguros de vida en Chile, pero con
participación de compañías nacionales en esta rama de la industria.

En 1927, la ley 4.228 pone fin a la inmensa libertad para ejercer el comercio
en Chile.
A través de esta iniciativa legal, de corte proteccionista, se creó en 1927 la
Caja Reaseguradora de Chile.
La Caja estaba domiciliada en Santiago, con otra sede en Valparaíso, y su
misión principal era cubrir los reaseguros de las compañías de seguros que
operaban en Chile, tanto nacionales como extranjeras.
Es decir, la Ley 4.228 estableció un monopolio estatal de reaseguros.
Con la creación de la Caja, por primera vez en la historia de Chile el, Estado
pasó a ser accionista de una empresa de seguros.

A su vez, la Ley 4.228 de 1927 creó la Superintendencia de Sociedades


Anónimas, Compañías de Seguros y Bolsa de Comercio (actualmente
Superintendencia de Valores y Seguros), dependiente del Ministerio de
Hacienda y que tuvo a su cargo la aplicación de las leyes relativas a las
compañías de seguros y la fiscalización de los negocios de las mismas.

En efecto, fue el primer artículo de dicha ley el que creó la Superintendencia.

Las atribuciones dadas a la Superintendencia fueron bastante amplias.


Entre ellas destaca el acceso a libros contables y a carteras de negocios de las
compañías, así como el derecho a comprobar las reservas de riesgo de las
mismas. Pero quizás, la atribución más relevante para esta sección, fue la
aprobación por parte de la Superintendencia de tarifas de primas en el
mercado de seguros, lo que fue visto como una clara intervención estatal en el
mercado.

En 1931, Carlos Ibáñez del Campo, dictó el famoso DFL 251, reafirmando así
lo estipulado en la Ley 4.228 de 1927.
Aunque dicho decreto significó la culminación del nacionalismo y de la
intervención del Estado chileno en la industria del seguro –iniciada con las
discusiones en el Congreso chileno en los años 1880, la promulgación de la
Ley 1.712 de 1904 y la entrada en vigor de la Ley 4.228 de 1927–, no sería
justo atribuir a este decreto una “nacionalización” de la industria.

En efecto, aparte de reafirmar lo estipulado en la Ley 4.228, es cierto que con


dicho decreto se impidió que nuevas empresas extranjeras entraran al
mercado del seguro en Chile, pero también se les permitió seguir funcionando
a las que ya estaban operando (32 compañías en total).
Asimismo, y quizás más importante que lo anterior, el DFL 251 dio a la
Superintendencia la facultad de “aprobar las tarifas de primas que las
compañías confeccionen y los modelos de pólizas que se propongan poner en
uso, no pudiendo regir las primeras ni emplearse las últimas sin la
aprobación del Superintendente” (artículo 3, letra e).

Posteriormente, y siguiendo con la tónica nacionalista, en 1953 un nuevo DFL


(210) de Carlos Ibáñez del Campo, ahora en su segundo período presidencial,
creó el Instituto de Seguros del Estado (ISE), que a pesar del calificativo de
“instituto” era una empresa aseguradora propiedad del Estado chileno, cuya
misión era administrar el monopolio de los seguros de bienes y riesgos del
Estado, incluidos por cierto el de las empresas del sector público.

La justificación dada en ese entonces fue que “lo lógico es que esos riesgos [de
instituciones públicas y semi-públicas] los cubran Instituciones del Estado,
ajenas al espíritu de lucro, y llevadas solo por la finalidad de cubrir esos
riesgos con el menor sacrificio económico de sus imponentes u obligados.”

Fin de la protección a la industria nacional y liberalización del mercado:


 el DL 3.057 de 1980.
Desde fines de los años 1970, en Chile, como en la mayoría de los países
latinoamericanos, el liberalismo económico reemplazó al proteccionismo y la
intervención del Estado, tan de boga en las cinco décadas anteriores.
En lo que respecta a la industria del seguro en particular, el DL 3.057
(publicado el 10 de enero de 1980) revirtió completamente el espíritu del
proteccionista DFL 251 de 1931. Básicamente, el mercado del seguro en Chile
se liberalizó. Por ejemplo, se dio plena libertad a las compañías de seguros
para fijar las tarifas de sus primas, así como para fijar comisiones, todo con el
objetivo de fomentar la libre competencia.

Como parte de este proceso, en 1989 MAPFRE compró la Caja Reaseguradora


de Chile que, para aquel entonces, ya había sido convertida en una sociedad
anónima.

Habiéndose entendido ya desde 1990 que el Código de Comercio, vigente


desde 1867, no estaba acorde con la actual orientación que la regulación
exigía, se trabajó en una nuevo texto legal, labor que culmina con la dictación
el año 2013 de la 20.667 que reemplaza el Título VIII del Libro II del Código de
Comercio.
Esta nueva ley se encuentra vigente desde el 1 de Diciembre de 2013, más
acorde con las técnicas modernas sobre la materia.
Ley 20.667, que regula el contrato de seguro (29 julio de 2013).

I.- Breve historia de la iniciativa.

En abril de 1990, el Prof. de Derecho Comercial Osvaldo


Contreras Strauch tomó la iniciativa de sugerirle al entonces recién
asumido Superintendente de Valores y Seguros don Hugo Lavados Montes
de preparar un proyecto de ley para actualizar las normas del Código de
Comercio, quien la aceptó procediendo a formar una comisión redactora
integrada por un grupo de abogados especialistas en el ramo. Dicha
comisión quedó constituida por los abogados señores Juan Achurra Larrain
(Q.E.P.D.), Sergio Baeza Pinto (Q.E.P.D.), Osvaldo Contreras Strauch,
Francisco Gazmuri Schleyer, José Tomás Guzmán Salcedo, Oscar Andrés
Illanes Edwards, Juan Eduardo Infante Barros, Aurora Llaneza Menéndez,
Luis Hernán Merino Espiñeira, Ricardo Peralta Valenzuela, Gonzalo Quiroga
Riobó y Juan José Vives Rojas, todos reconocidos especialistas en el Derecho
de Seguros. Actuó como secretario de la comisión el abogado de la
Superintendencia don Fernando Pérez Jiménez, quien redactó las actas de las
sesiones que se celebraron y en un comienzo fue presidida por don Sergio
Baeza Pinto, hasta su temprana muerte ocurrida muy poco tiempo después,
sucediéndole en el cargo el Pro. Osvaldo Contreras Strauch, a partir del 22 de
noviembre de 1990.

La comisión inició su trabajo el 7 de Junio de 1990 y le dio término el 20


de agosto de 1992, entregando al Superintendente un anteproyecto de ley
que, además de modificar el Título VIII del Libro Segundo del Código de
Comercio, reemplazándolo enteramente, y de revisar algunas normas del
Título VII de su Libro Tercero, sobre el seguro marítimo, modificaba también el
DFL N° 251 de 1931, en aspectos que por entonces interesaban a la
Superintendencia, varios de los cuales fueron recogidos en otras leyes
dictadas con posterioridad y modificaba el Código Penal en materia de fraude
al seguro, parte del proyecto esta última, que fue redactada por el profesor de
Derecho Penal don Alfredo Etcheberry Orthustegui.
Convertido en proyecto de ley, el texto redactado por la comisión fue enviado
por Mensaje dirigido por el Ejecutivo con fecha 27 de Julio de 1993, dirigido a
la Cámara de Diputados (Mensaje N° 206-326) y no logró avance alguno hasta
que fue retirado por el mismo Poder Ejecutivo, a mediados del 2000, para
ordenar la agenda legislativa (Oficio SEGPRES 10-342, de 5 de Junio de
2000).
En Diciembre de 2003, el Ministro de Justicia de la época, don Luis Bates
Hidalgo, se interesó en revisar el proyecto y actualizar sus disposiciones, con
el objetivo de reimpulsar la iniciativa y reiniciar su tramitación legislativa,
pero finalmente sus gestiones no fructificaron.

La moción parlamentaria de 2007.


Perseverando en la idea de sacar adelante la idea, el Prof. Contreras tomó
contacto con el Diputado Señor Jorge Burgos Varela que se interesó vivamente
en impulsar el proyecto presentado bajo la forma de una moción
parlamentaria en la Cámara de Diputados, a efectos de lo cual el Prof.
Contreras efectuó una nueva revisión y actualización del proyecto, en
concordancia con el avance del Derecho de Seguros en el mundo, que seguía
en el seno de la Asociación Internacional de Derecho de Seguros, de la cual,
en ese momento, detentaba el cargo de Presidente de su Comité
Iberolatinoamericano (CILA).

Preparada de esta forma, la moción parlamentaria fue presentada el martes


10 de Julio de 2007, con la firma de los Diputados señores Jorge Burgos,
Alberto Cardemil, Edmundo Eluchans, Sergio Ojeda, Patricio Vallespín
y Mario Venegas, y de los ex Diputados señores Juan Bustos, Marcelo Forni,
Renán Fuentealba, y Eduardo Saffirio, registrada con el Boletín N° 5185-03.

Pero, por cierto no bastaba, ni con mucho presentar una moción


parlamentaria afinada, para conseguir lo hoy concretado a través de la
20.667.

En efecto en un sistema hiperpresidencial, donde aquello de “poderes


colegisladores” suele ser bastante relativo, a la hora de los tiempos legislativos
y de las iniciativas.

Derechamente una ley de esta naturaleza y alcances jurídicos, es


absolutamente inviable sin el concurso, o más bien sin el entusiasmo del
Ejecutivo.

A fines del 2007 los profesores Osvaldo Contreras S. y el diputado Edmundo


Eluchans U., tuvieron una audiencia con el Superintendente de Valores y
Seguros de la época.

Sin embargo, jamás se le puso tipo alguno de urgencia, lo que hacía imposible
su tramitación. Preciso es señalar que en aquella época la agenda legislativa,
de las comisiones probables para tramitar, constitución y economía, se
encontraban muy recargadas con los proyectos llamados OCDE, cuya sanción
era requisito de ingreso al club de las economías grandes, aunque no muy
sanas por estos días.

II.- Principales características de la ley:

1.- Se trata de una ley protectora de los pequeños y medianos


asegurados, que se hace cargo del hecho que el seguro es un contrato de
adhesión para gran parte de los asegurados, cuya voluntad y poder de
negociación se reduce a aceptar las condiciones preestablecidas por el
asegurador u optar entre las alternativas que este le ofrece.
Dichos asegurados, disponen de menos medios para negociar y hacer valer
sus derechos ante el asegurador, lo que exige una protección que el Código de
Comercio no recogía suficientemente, toda vez que la mayoría de sus normas
eran dispositivas, como es la regla general en el derecho privado.

De ahí la iniciativa de ley, que propende a equilibrar la situación de los


pequeños asegurados frente a las compañías de seguros, con base en normas
mínimas obligatorias que provean un marco de certeza jurídica que no pueda
ser modificado contractualmente.

En efecto, las normas de la ley tienen carácter imperativo, salvo que ellas
preceptúen otra cosa, sean más favorables a los asegurados, o se trate de un
seguro de grandes riesgos. (Art. 542).

Quedan exentos del carácter imperativo los seguros de daños contratados


individualmente por personas jurídicas cuya prima anual supere 200 UF (5
millones), y los seguros de casco y transporte marítimo y aéreo, conocidos
como de grandes riesgos.

Fuera de ésta, contempla un gran número de otras disposiciones que


favorecen a los asegurados, que sería largo citar (serían más de cuarenta).

2.- La ley trata de evitar el repetir o regular innecesariamente temas que


están resueltos en otros cuerpos legales.
Por lo tanto no aborda temas relativos a:
La claridad con la que debe ser redactada la póliza exigida por el legislador
en el DFL 251 (Art 3° letra e) ni aspectos formales menores, como
El tamaño y tipo de letra que debe emplearse, porque ello se encuentra
tratado de manera general en la Ley de Protección al Consumidor.
Tampoco aborda la ley, lo relativo a
La falta de cumplimiento o del cumplimiento oportuno de la obligación de
indemnizar, dado que la obligación de reparar los daños y perjuicios
causados por un siniestro puede revestir diversas formas, dejándose
entregado este tema a las normas generales contenidas en los Arts. 1551 y
siguientes del Código Civil y las reglamentarias sobre el cumplimiento
oportuno de la obligación de los aseguradores (DS 1055-2012).
3.- La agravación de riesgos se regula en una forma clara y ordenada,
abarcando todas las situaciones que pueden presentarse, dando la solución
apropiada para cada una de ellas (Art. 526).

4.- Se regula la concurrencia de intereses entre el asegurado y el


asegurador (por su derecho de subrogación), para cobrar perjuicios a los
terceros responsables del siniestro en todo tipo de seguros. (Art. 534).

5.- Se admite la posibilidad de cubrir e indemnizar siniestros originados


con culpa grave del propio asegurado (Art. 535), como el accidente de un
automóvil cuyo conductor no respeta un disco PARE, que en la legislación
anterior se encontraba prohibida, aunque superada por la práctica de la
actividad aseguradora.

6.- Se sanciona con la nulidad o la resolución del contrato la


presentación de información sustancialmente falsa al celebrar el contrato
o al reclamar la indemnización de un siniestro respectivamente. El asegurador
tendrá derecho a la prima, cobrar los gastos y la acción criminal
correspondiente (Art. 539).

7.- Se establece la obligación de las compañías de seguro de remitir a la


SVS copia de las sentencias dictadas en las disputas sobre el contrato,
facilitando así la formación de una recopilación jurisprudencial que reúna
sentencias dictadas tanto por la justicia ordinaria como por árbitros.

8.- Se contempla una solución adecuada y clara para el aseguramiento


de universalidades y para justificar la existencia y valor de los bienes que la
componen al tiempo del siniestro (Art. 548).

9.- Se aclara que el principio de indemnización solo se aplica en los


seguros de daños (Art. 550).

10.- Se admite expresamente la posibilidad de cubrir el lucro cesante


mediante un pacto (Art. 551).

11.- Se deja claramente establecido el concepto de suma asegurada y su


relación con el valor efectivo del bien al tiempo del siniestro y las
consecuencias que surgen de ella. (Art 552) así como también el de la regla
proporcional (Art 553).
12.- Se reconoce a los seguros a valor convenido (Art 554) y se admite la
posibilidad de la cobertura de seguros a valor de reposición y la de
mercaderías a precio de mercado, que hace largo tiempo que venían usándose,
a pesar de no estar reconocidas en las antiguas normas. (Art 555).

13.- Se regulan los efectos del coaseguro (Art 557) y del sobreseguro (Art.
558).

14.- Se prescribe que la obligación natural del asegurador es indemnizar


el siniestro en dinero, pero se admite el pacto de que se haga mediante la
reparación o reposición del objeto asegurado (Art 563).

15.- Se regula el ejercicio de derechos de terceros sobre la


indemnización. (Art. 565).

16.- Se dictan normas particulares para algunos de los más importantes


seguros reales y patrimoniales, entre estos últimos al seguro de
responsabilidad civil, en el cual la quiebra, muerte, imposibilidad o
inactividad del asegurado no afectan los derechos del tercero a la
indemnización, porque el asegurador debe pagarle la indemnización a él y no
al asegurado;
y al de caución, cuya eficacia se refuerza al establecerse que el
asegurador puede pagar al acreedor no obstante las excepciones o defensas
que oponga el asegurado (Art. 582), y se consagra el seguro de caución a
primer requerimiento en cuyo caso la indemnización deberá ser pagada en el
plazo establecido en la póliza, no obstante, la aparición de excepciones por
parte del afianzado (583).

17.- Se regula apropiadamente el reaseguro, particularmente en lo


concerniente a que:
a.- Servirán para interpretar el contrato de reaseguro, los usos y costumbres
internacionales (Art. 585).
b.- Se admite la posibilidad que en el contrato de reaseguro se convenga:
que los pagos por siniestros se hagan directamente por reasegurador al
asegurado; y
que en caso de siniestro el asegurador directo ceda al asegurado los derechos
que emanen del reaseguro para cobrarle al reasegurador (Art. 586).
c.- En las controversias sobre reaseguros, las partes podrán acordar que ella
se resuelva conforme a las normas sobre arbitraje mercantil internacional
previstas en la ley chilena (Nuevo Art. 29 del DFL 251).

18.- En los seguros de vida, sobre la vida de un tercero, se prescribe que


será preciso su consentimiento para contratarlo y se prohíbe contratar
seguros de vida sobre la cabeza de menores e incapacitados (Art. 589); y
19.- Se introduce en el Código Penal la figura del “fraude al seguro” (Art. 470
N° 10).
470. Las penas del artículo 467 se aplicarán también:
10°. A los que maliciosamente obtuvieren para sí, o para un tercero, el pago
total o parcialmente indebido de un seguro, sea
simulando la existencia de un siniestro,
provocándolo intencionalmente,
presentándolo ante el asegurador como ocurrido por causas o en
circunstancias distintas a las verdaderas,
ocultando la cosa asegurada o
aumentando fraudulentamente las pérdidas efectivamente sufridas.
Si no se verifica el pago indebido por causas independientes de su voluntad,
se aplicará el mínimo o, en su caso, el grado mínimo de la pena.
La pena se determinará de acuerdo con el monto de lo indebidamente
solicitado.

LEGISLACIÓN MÁS RELEVANTE


1.- Código de Comercio, artículos 512 a 601 (seguros en general –terrestre en
oposición a marítimos-);
y 1158 a 1202 (seguros marítimos).

2.- DFL N° 251, sobre Compañías de Seguros y reaseguros, Sociedades


Anónimas y Bolsas de Comercios (estatuto de las compañías de seguros).
Modificado por el DL 3507 de 1980, que eliminó la tarificación, y después por
la ley 18.660 (1987); 18.814 (1989); 19.301 y 20.667 (2013).

3.- Ley 16.744, sobre Accidentes del Trabajo.

4.- DL 3500 (sistema de pensiones).

5.- DL 3538 Ley Orgánica de la SVS (1980).

6.- Ley 18.302 (de 1984) (responsabilidad por daños nucleares).

7.- 18.490 (SOAP).

MERCANTILIDAD DEL SEGURO

El contrato de seguro, por su naturaleza es civil, sólo es mercantil, porque lo


ha dispuesto así el artículo 3° N° 9 del Código de Comercio.

“Art. 3° Son actos de comercio, ya de parte de ambos contratantes, ya de parte


de uno de ellos:
9° Las empresas de seguros terrestres a prima, inclusas aquellas que
aseguran mercaderías transportadas por canales o ríos.”

Para el asegurador siempre es mercantil (art. 4° DFL 251), para el asegurado,


aplicando el principio de lo accesorio, dependerá, pero normalmente será civil
pero, si es comerciante, el contrato de seguro también será para él un acto de
comercio (art. 7 C. de C).

Mercantilidad del seguro marítimo.


16. Los fletamentos, seguros y demás contratos concernientes al comercio
marítimo.

Es decir, siempre es mercantil, no aplicándose aquí la teoría de lo accesorio,


pues el MAR MERCANTILIZA LOS ACTOS.

TEORIA GENERAL DEL CONTRATO DE SEGURO

Nuestra actual ley (20.667), a diferencia de la anterior que lo definía,


proporciona una descripción funcional del seguro:
“Por el contrato de seguro se transfieren al asegurador uno o más riesgos a
cambio del pago de una prima, quedando éste obligado a indemnizar el
daño…” (art. 512 C. de C).

El documento justificativo del seguro se llama póliza.


(Art. 512 anterior)“El seguro es un contrato bilateral, condicional y aleatorio
(2258 N°1 CC*) por el cual una persona natural o jurídica toma sobre sí por
un determinado tiempo todos o alguno de los riesgos de pérdida o deterioro
que corren ciertos objetos pertenecientes a otra persona, obligándose,
mediante una retribución convenida, a indemnizarle la pérdida o cualquier
otro daño estimable que sufran los objetos asegurados.”
*Art. 2258. Los principales contratos aleatorios son:
1° El contrato de seguros.
2° El préstamo a la gruesa ventura,
3° El juego.
4° La apuesta.
5° La constitución de renta vitalicia.
6° La constitución del censo vitalicio.

Luego se agregaba en el artículo 514 que era un contrato solemne:


El seguro se perfecciona y prueba por escritura pública, privada, u oficial (art.
514.), artículo que fue reemplazado.
Sólo el seguro marítimo se perfeccionaba con el solo consentimiento de la
compañía aseguradora, que acepta la propuesta del asegurado.
Hoy el contrato es consensual pero, para probarlo, la ley (art. 515) dispone
que la existencia y estipulaciones del contrato se podrán acreditar por todos
los medios de prueba que contemplen las leyes, siempre que exista un
principio de prueba por escrito que emane de cualquier documento que conste
en télex, fax, mensajes de correo electrónico y, en general, cualquier sistema
de transmisión y registro digital o electrónico de la palabra escrita o verbal.
 Es decir, el contenido del contrato de seguro, admite cualquier medio de
prueba, siempre que existe un principio de prueba escrito.

Antes, el seguro ajustado verbalmente valía como promesa, con tal que los
contratantes hubieran convenido formalmente en la cosa, riesgo y prima. La
promesa podía ser justificada por cualquiera de los medios probatorios
admitidos en materia mercantil, y autorizaba a cada una de las partes para
demandar a la otra el otorgamiento de la póliza.

Era una excepción al contrato de promesa ya que, de acuerdo con lo dispuesto


en el artículo 1554 del Código Civil La promesa de celebrar un contrato no
produce obligación alguna; salvo que…conste por escrito. Se puede concluir
que el contrato de seguro ajustado verbalmente era el único caso en que la
promesa tenía validez siendo verbal.

Actualmente esta posibilidad no está regulada, de manera tal que si no queda


algún antecedente escrito, el seguro ajustado verbalmente no tiene existencia
jurídica.

Se puede intentar definir el contrato de seguro como:


El seguro es un contrato en virtud del cual una compañía aseguradora
asume los riesgos de pérdida o deterioro de ciertos bienes, en los que
tiene interés el asegurado, obligándose a indemnizar la pérdida o
deterioro que sufra, todo ello a cambio de una retribución llamada prima.

CARACTERÍSTICAS DEL CONTRATO DE SEGURO

1.- Principal.
2.- Consensual.
3.- Oneroso.
4.- Bilateral.
5.- Nominado.
6.- De adhesión.
7.- Dirigido
8.- De tracto sucesivo.
9.- Puro y simple.
10.- Individual, aunque puede ser colectivo.
11.- Aleatorio?

1.- Principal.
Por regla general es un contrato principal y, cuando este contrato es
accesorio, va a ser un seguro de garantía o fidelidad.
Esta complementariedad da origen a ciertas instituciones, como la
compraventa, C.I.F, el crédito documentario que da origen al acrediticio o al
llamado juego de documentos, que está integrado por la factura, conocimiento
de embarque y la póliza de seguros.

El valor CIF es una abreviatura del inglés “Cost Insurance and Freight”, o
“costo, seguro y flete”. Es aquel valor que el vendedor aporta, cubriendo los
costos que produce el transporte de la mercancía por vía marítima al puerto
de destino.

La importancia del valor CIF es que no sólo cubre el transporte, sino también
el seguro contratado para cubrir riesgos como pérdida o daño de la mercancía.
En gran parte de las transacciones, los mejores vendedores son aquellos que
se comprometen en correr con los costos CIF.

El valor FOB significa “Free on Board”, que en español puede utilizarse como
“libre a bordo”. Al igual que el valor CIF, es una cláusula de compraventa por
vía marítima, pero se diferencia en que el valor del transporte y seguro es
cubierto por el comprador.

El vendedor sólo debe cumplir con la obligación de entregar la mercancía en el


medio de transporte designado.

2.- Consensual.
Hoy el contrato es consensual pero, para probarlo, la ley dispone (art. 515)
que la existencia y estipulaciones del contrato se podrán acreditar por todos
los medios de prueba que contemplen las leyes, siempre que exista un
principio de prueba por escrito.-

3.- Oneroso (1440 CC).


Desde luego es oneroso, porque tiene por objeto la utilidad de ambos
contratantes, gravándose cada uno en beneficio del otro.
Es conmutativo (1441 CC) porque las recíprocas obligaciones de las partes se
miran como equivalentes. ¿¿¿…???

4.- Bilateral.
Esto es, produce efectos para ambas partes contratantes, las cuales se obligan
recíprocamente.

La Compañía Aseguradora contrae dos obligaciones:


La asunción del riesgo de pérdida o deterioro.
La obligación de pagar una indemnización, para el caso de producirse
el siniestro asumido, que es la pérdida o daño de las cosas aseguradas
(art.512). Esta obligación de indemnizar nace cuando se produce el
siniestro y es, por lo tanto, una obligación condicional.

El Asegurado contrae varías obligaciones, la principal:


Pagar la prima, además;

Tiene la obligación de afirmar con veracidad a la compañía aseguradora,


antes o al momento de celebrar el contrato, sobre la naturaleza de los bienes
asegurados y sobre los riesgos que rodeen la cosa o bien asegurado.

Esta información se hace a través de un documentos llamado propuesta.


Esta obligación es recogida en doctrina en el principio de la buena fe, o de la
máxima buena fe y también se conoce con el nombre de deber de sinceridad.

En el contrato de seguro la buena fe es elevada al más alto grado.

6.- De adhesión.
Por regla general es un contrato de adhesión, porque en definitiva el
interesado contratará alguna de las pólizas que la compañía de seguro debe
mantiene a disposición del público y no podrá negociar sus cláusulas.

Sin embargo, no participan de esta característica cuando se cumplan los


siguientes supuestos:
a.- Se trate de seguros de daños
b.- Contratados individualmente,
c.- Que tanto el asegurado como el beneficiario, sean personas jurídicas y
d.- El monto de la prima anual que se convenga sea superior a 200 unidades
de fomento, y
e.- Los seguros de casco y transporte marítimo y aéreo.
Inc. 2° art. 542 C de C, e inc. 2° letra e) art. 3° DFL 251/31

7.- Dirigido, debido a que las compañías de seguros se encuentran bajo la


supervigilancia de la Superintendencia de valores y seguros. (art. 3° DFL N°
251 de 1931).
A este respecto el DFL N° 251 (art. 3° letra e) dispone que las compañías
aseguradoras deben mantener a disposición del público, los modelos de textos
de condiciones generales de pólizas y cláusulas que se contraten en el
mercado.
Las entidades aseguradoras podrán contratar con dichos modelos a partir del
sexto día que hubieren sido incorporados al Depósito de Pólizas que, para esos
efectos, llevará la Superintendencia.

La actual ley agregó que las disposiciones que rigen al contrato de seguro
son de carácter imperativo, a no ser que en éstas se disponga otra cosa.
No obstante, se entenderán válidas las estipulaciones contractuales que sean
más beneficiosas para el asegurado o el beneficiario.

Se exceptúan de lo anterior, los seguros de daños contratados


individualmente, en que tanto el asegurado como el beneficiario, sean
personas jurídicas y el monto de la prima anual que se convenga sea superior
a 200 unidades de fomento, y los seguros de casco y transporte marítimo y
aéreo. (art. 542) (art. 3° DFL N° 251).

9.- Puro y simple (o condicional) ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿?????????????

Puro y simple.
No es condicional, ya que la obligación de la Compañía relativa a asumir el
riesgo y la obligación del asegurado de pagar la prima nacen al momento de
celebrarse el contrato.
Lo que sí es condicional, es la obligación de la compañía de indemnizar la
pérdida o deterioro, obligación sujeta a la condición de ocurrencia del
siniestro.

11.- Aleatorio. ¿¿¿¿¿¿¿---?????

No es aleatorio.
A pesar que el art.1441 del Código Civil en relación el art.2258 nº1 del mismo
cuerpo legal, establecen que el contrato de seguro es aleatorio, ello no resulta
tan efectivo, por cuanto la empresa aseguradora que tiene una gran cantidad
de clientes se maneja de acuerdo al cálculo de las probabilidades y a la tabla
de mortalidad (teoría de los grandes números), por lo tanto la compañía
selecciona los riesgos, y de esta manera para la aseguradora el contrato no es
aleatorio.
El contrato de seguro no es aleatorio como lo pretendía el art.512 del C. de C.,
crítica que se sostiene en el actual desarrollo del comercio asegurador. Se
podría estimar que para la Compañía es un contrato aleatorio, pero ello no es
así por cuanto no se encuentra sometida a un alea de ganancia o pérdida,
tenga o no que pagar la indemnización.
Las compañías se encuentran asentadas en fundamentos muy precisos para
asumir los riesgos y pagar las indemnizaciones sin que ello signifique
establecer un nuevo riesgo, el que de por si produciría la imposibilidad del
funcionamiento del sistema.

En efecto, la Compañía aseguradora que paga una indemnización, no pierde:

a.- Porque, a su vez, se encuentra asegurada a través del reaseguro, de


manera que si la Compañía paga la indemnización por el siniestro, en virtud
del contrato de reaseguro, la Compañía aseguradora puede repetir contra la
Compañía reaseguradora por el monto de esa indemnización.

b.- Porque el cálculo de las indemnizaciones y las primas se basan en las


reglas de las estadísticas y en la llamada "teoría de los grandes números".
Las Compañías de Seguro reciben grandes sumas por concepto de primas, y
por otra parte, los siniestros no se producen a cada instante. En esta forma se
encuentran resguardadas por este inmenso ingreso mensual que son la
primas.

c.- Además, la legislación nacional incorporó los sistemas del principio


asegurador universal, y por esto las Compañías aseguradoras deben mantener
invertidas sus "reservas técnicas" en negocios realmente productivos,
especialmente en acciones de S.A., calificadas de la primera clase, de manera
que al patrimonio de la Compañía aseguradora ingresen además los
dividendos que generen las acciones de la sociedades anónimas de las que son
accionistas. Así los fondos a que se refiere el art.21 del DFL.251/31, permiten
que las compañías tengan un patrimonio protegido.

Otra cosa ocurre desde el punto de vista del seguro individual, que no se
admite en la ley, pero que se puede apreciar en teoría, y que sí es aleatorio.
En efecto, si dos personas naturales celebran un contrato de seguro, y una de
las partes se compromete a indemnizar a la otra para el caso de que se
produzcan pérdidas, en este caso el contrato será aleatorio.

CLASIFICACIÓN DEL CONTRATO DE SEGURO

1.- Según dónde se desarrolle el riesgo (Escenario):


Seguro marítimo, artículos 1158.
Seguro terrestre, artículos 512.
Seguro Aéreo, regulado en el código aeronáutico.
2.- De acuerdo al artículo 4º del D.F.L 251 que dice relación con la
singularidad o pluralidad de asegurados:

Individuales y Colectivos.

3.- Según su función o según se hallen a cargo del Estado, en su función de


tutela o de la actividad aseguradora privada, se dividen en seguros sociales y
seguros privados. (DL 3500),

3.1.- Seguros sociales:


Los seguros sociales han tenido por objeto tradicional amparar a la clase
trabajadora contra ciertos riesgos, como la muerte, los accidentes, la
invalidez, las enfermedades, la desocupación o la maternidad.
Son obligatorios, sus primas están a cargo de los asegurados y empleadores, y
en algunos casos el Estado contribuye también con su aporte para la
financiación de las indemnizaciones.
Otra de sus características es, en algunos casos, la ausencia de una póliza,
con los derechos y obligaciones de las partes, dado que estos seguros son
establecidos por leyes y reglamentados por decretos, en los que se precisan
esos derechos y obligaciones.

3.2.- Seguros privados:


Estos seguros son los que el asegurado contrata voluntariamente para
cubrirse de ciertos riesgos, mediante el pago de una prima que se halla a su
cargo exclusivo. Además de estas características podemos señalar:
Los seguros privados se concretan con la emisión de una póliza –el
instrumento del contrato de seguro– en la que constan los derechos y
obligaciones del asegurado y asegurador.

4.- De acuerdo con su objeto, los seguros privados pueden clasificarse en


seguros sobre las personas y seguros sobre las cosas, y esto lleva a distinguir
el grupo en que se puede incluir el bien asegurado: Generales y de vida.
Compañías: Artículo 8º del D.F.L 251.
Seguros: Art. 544 C de C.

5.- Según la libertad para contratar o no un seguro: Voluntarios y


Obligatorios (SOAP, Salud, previsional).

6.- Según Jorge Bande.


La doctrina y la técnica de los seguros han logrado una mayor precisión (Jorge
Bande), y clasifica los seguros en grupos, los grupos se clasifican en ramos, y
éstos en modalidades.
Grupos  ramos  modalidades.

Los grupos son cuatro, y para distinguirlos se atiende al "interés" del


asegurado que, en el Código de Comercio, está identificado con la relación
jurídica e incluso moral, como en el seguro de vida, que aquél tenga en el bien
asegurado, es decir, en cada grupo se reúne a los contratos de seguros de
objetos semejantes. Sea éste una cosa corporal, incorporal (derechos),
patrimonio o la persona, sea en relación con la vida, salud o integridad física o
mental.

1.- Los seguros del primer grupo son aquellos en que el interés del asegurado
es una cosa corporal;

2.- Los del segundo grupo son los que el interés se centra en un derecho,
como el seguro de crédito;

3.- Los del tercer grupo, son aquellos en que el interés reside en la
conservación del patrimonio, como en el seguro de responsabilidad civil; y, por
último;

4.- Los del cuarto grupo incluyen el de vida y la seguridad de las personas.

1.- En los seguros de daños sobre las cosas, el interés del asegurado está
descrito en el artículo 520 del Código de Comercio, que exige que tenga interés
real en evitar los riesgos, en cualquier forma que lo constituya interesado en
la conservación del objeto asegurado.

2.- El seguro de crédito es aquel que cubre los riesgos de pérdidas o deterioros
en el patrimonio del asegurado, producto del no pago de una obligación en
dinero o de crédito de dinero. (inc 4° art. 11 DFL 251)

3.- El seguro de daños sobre el patrimonio dice relación con la


responsabilidad civil del asegurado.-

4.- En el seguro sobre la propia vida del asegurado, el interés en su


conservación es obvio, pero cuando se asegura la vida de un tercero, el
artículo 589 de nuestro Código exige que en este caso quien contrata tenga
interés efectivo en su conservación.

Según lo expresado, en cada grupo hay ramos que están formados por
contratos que cubren riesgos semejantes, que al adoptar aspectos especiales
forman las modalidades.
Primer grupo:

Riesgo de daño sobre cosas corporales;


Modalidad huelga
robo
Grupo (daños cosas corporales)  Ramos: Modalidad terrorismo
incendio

Segundo grupo: Riesgo de daño sobre derechos (cosas incorporales)

Seguro de crédito
Ramos:
Seguro de garantía.

Tercer grupo: Riesgo de daño sobre el patrimonio:

Responsabilidad civil.
Ramos:
Responsabilidad por accidentes.

Cuarto grupo: Riesgo de daño sobre las personas;

Seguro de Salud.
Ramos:
Seguro de Vida.

Modalidades:
Huelga.
Terrorismo.

Siempre se atiende al interés del asegurado.


No se debe confundir la clasificación que propone Jorge Bande con la
clasificación de las compañías de seguros que como:
“Empresas del Primer y Segundo Grupo hace el artículo 8° del DFL N° 251.
1er Grupo: Daño de cosas.
2° Grupo: Vida y Salud.

PRINCIPIO GENERALES DEL SEGURO.

La materia que nos ocupa se encuentra inspirada en una serie de principios


que se entienden incorporados en la mayoría de los contratos de seguros y
que revisten tal importancia que, en ocasiones, de vulnerarse alguno de ellos,
se origina un vicio en la relación jurídica que puede causar su nulidad.

Máxima buena fe,


Interés asegurable,
Indemnización,
Subrogación,
Contribución, y
La causa inmediata
1.- Principio de la máxima buena fe: A través de este principio se exige las
partes contratantes celebren el contrato con sinceridad.
Artículos 524, 525,
526 (deber de informar hechos o circunstancias que agraven los riesgos),
539 (información sustancialmente falsa),
556 inc 3° (en caso de pluralidad de seguros, el asegurado, al denunciar el
siniestro, debe informar tal circunstancia).-
Para el asegurado esto se traduce en el hecho que al efectuar la propuesta del
seguro no debe ocultar ninguna circunstancia esencial para que el asegurador
decida aceptar o denegar la transferencia del riesgo.

En este sentido están sancionadas por la ley, no solamente las falsas


apreciaciones que se hagan en cuanto a la cosa asegurada y a los riesgos, sino
incluso las reticencias, esto es, las informaciones que en vez de expresarse por
el asegurado se silencian.

“LA VERDAD SE CORROMPE TANTO CON LA MENTIRA COMO CON EL


SILENCIO” Cicerón.

Para el asegurador significa que:


No puede dar al proponente informaciones inciertas en las negociaciones del
seguro;
Que no debe emitir pólizas con cláusulas ambiguas;
Ni aceptar seguros cuyo cumplimiento no pueda exigirse legalmente ante los
tribunales de justicia.

Manifestaciones del principio de la máxima buena fe en el Código de


Comercio:
Obligaciones del asegurado. El asegurado estará obligado a: 1º Declarar
sinceramente… (art. 524)
Si el contratante hubiere incurrido inexcusablemente en errores,
reticencias o inexactitudes determinantes del riesgo asegurado en la
información que solicite el asegurador, y el siniestro se ha producido, el
asegurador quedará exonerado de su obligación de pagar la
indemnización. Inc. 4° art. 525.

2.- Principio del interés asegurable:


El que contrata un seguro debe tener un interés económico y legítimo
para ponerse a cubierto del riesgo. El asegurado resulta beneficiado con
el traspaso del riesgo al asegurador, y se verá perjudicado
económicamente si ocurre el siniestro sin que haya convenido el seguro.
De acuerdo con la ley, la póliza debe expresar cuál es el interés asegurable
(art. 518 N° 3).
Se podrá sostener, como antes lo disponía la ley, que constituye fundamento
suficiente de este interés asegurable la propiedad de los bienes, su posesión y
los contratos tales como el mutuo, la hipoteca, el arrendamiento, usufructo,
etc. que, por los derechos que originan, constituyen fuente de interés
asegurable.
La ley además sanciona al contrato que carece de este "interés
asegurable" y dispone que en tal caso terminará. (art.520).-
El derogado 518 disponía que “El seguro en que falte interés es nulo y de
ningún valor.”

Manifestaciones en el Código de Comercio de este principio.


Artículo 513 n), “Interés asegurable: aquel que tiene el asegurado en la no
realización del riesgo, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 589 en
relación a los seguros de personas.”

Artículo 518 N° 3, La póliza de seguro deberá expresar, a lo menos: El


interés asegurable;

Artículo 520, El asegurado debe tener un interés asegurable, actual o futuro,


respecto al objeto del seguro. En todo caso es preciso que tal interés exista al
momento de ocurrir el siniestro.
Artículo 546, Toda persona que tenga un interés patrimonial, presente o
futuro, lícito y estimable en dinero, puede celebrar un contrato de seguros
contra daños.

Artículo 547, Sobre el mismo objeto asegurado pueden concurrir distintos


intereses asegurables, los que podrán cubrirse simultánea, alternativa o
sucesivamente hasta concurrencia del valor de cada interés.

3.- Principio de la indemnización: Por aplicación de este principio se


establece un límite al monto pagadero en caso de siniestro, que corresponde
tan sólo a la magnitud del daño sufrido por el asegurado. No puede recibir
más, y pude recibir menos por alguna franquicia que se haya convenido en la
póliza (deducibles).

Consagración legal de este principio:


Artículo 550, el seguro de daños es un contrato de mera indemnización y
jamás puede constituir para el asegurado la oportunidad de una ganancia o
enriquecimiento.

Artículo 556, El conjunto de las indemnizaciones recibidas por el asegurado,


no podrá exceder el valor del objeto asegurado.
Agrega que si el asegurado ha recibido más de lo que le correspondía, tendrán
derecho a repetir en su contra aquellas aseguradoras que hubieren pagado el
exceso.

4.- Principio de la subrogación. 534


Principio que, por tener también consagración legal, no es necesario que se
exprese en las pólizas pero, aun así, y debido a su trascendencia, en la gran
mayoría se indica.
En virtud de este principio la empresa aseguradora, que paga una
indemnización, puede perseguir a los terceros responsables del siniestro y
obtener de ellos el reembolso de lo pagado.
De esta manera, y al tener este principio consagración legal, para que la
compañía pueda ejercer sus derechos subrogándose, no es necesario que el
asegurado le ceda sus derechos.

Manifestaciones en el Código de Comercio de este principio:

Artículo 534, Por el pago de la indemnización, el asegurador se subroga en


los derechos y acciones que el asegurado tenga en contra de terceros en razón
del siniestro.  Subrogación personal.
Artículo 565, La cosa que es materia del seguro será subrogada por la
cantidad asegurada para el efecto de ejercitar sobre ésta los privilegios e
hipotecas constituidos sobre aquélla.  Subrogación real.

5.- Principio de la contribución: Este principio se aplica cuando se han


celebrado dos o más contratos de indemnización que conciernen al mismo
interés sobre un mismo bien y en relación con idéntico riesgo, caso en el cual,
ocurrido el siniestro, el pago al asegurado tiene que repartirse a prorrata entre
los aseguradores.
Esto es esencial para que tenga aplicación el principio de la mera
indemnización.
No rige sin embargo, tratándose de los seguros personales, sino sólo en los de
indemnización, y se aplica aunque las pólizas no lo indiquen expresamente.

Manifestaciones en el Código de Comercio de este principio:

Artículo 556 inc. 4°, El asegurador que pagare el siniestro, tiene derecho a
repetir contra los demás la cuota que les corresponda en la indemnización,
según el monto que cubran los respectivos contratos.

Artículo 557, Existe coaseguro cuando, con el consentimiento del asegurado,


dos o más aseguradores convienen en asegurar en común un determinado
riesgo. En tal caso, cada asegurador es obligado al pago de la indemnización
en proporción a su respectiva cuota de participación.

6.- Principio de la causa inmediata: Este principio exige una relación de


causa efecto, según la cual el siniestro debe haberse originado por una causa
inmediata que esté comprendida en la cobertura de los riesgos prevista en la
póliza. Cumplida esta exigencia, el siniestro queda amparado y será
indemnizado.-
COBERTURA

Consagración legal de este principio:


Artículo 525, en los casos que el contratante hubiere incurrido
inexcusablemente en errores, reticencias o inexactitudes determinantes del
riesgo asegurado en la información que solicite el asegurador y el siniestro se
ha producido, el asegurador quedará exonerado de su obligación de pagar la
indemnización si proviene de un riesgo que hubiese dado lugar a la rescisión
del contrato por no haber identificado adecuadamente la cosa asegurada o la
extensión de los riesgos a que está expuesta, en caso contrario, tendrá
derecho a rebajar la indemnización en proporción a la diferencia entre la
prima pactada y la que se hubiese convenido en el caso de conocer el
verdadero estado del riesgo.

PARTES DEL CONTRATO DE SEGURO

Asegurador

Asegurado,

Beneficiario,

Tomador

EL ASEGURADOR

Compañía aseguradora.

Conforme al D.F.L. 251, el comercio de seguros está reservado a compañías de


seguros constituidas de acuerdo con la ley.
Se trata de sociedades anónimas nacionales, que están sometidas a la
fiscalización y control de la Superintendencia de Valores y Seguros.
Estas sociedades se caracterizan por que su objeto es único y sólo puede ser
el comercio de seguros y reaseguros, conforme al artículo 4 inciso 1°, y art. 9°
del D.F.L. 251, ya citado.

Se agrega en el inciso 3º del mismo artículo 4° que, sin perjuicio de lo


anterior, cualquier persona natural o jurídica podrá contratar libremente en el
extranjero, de acuerdo a las normas sobre operaciones de cambios
internacionales, toda clase de seguros.

Se exceptúan, en todo caso, los Seguros obligatorios establecidos por la Ley y


los seguros sociales contemplados en el D.L. 3.500, de 1980.

Es necesario recalcar que cada vez que se emplee la denominación "compañías


de seguros" o simplemente "compañías", se entiende que se refiere a todas las
sociedades anónimas nacionales de seguro, y salvo que de la naturaleza del
texto se desprenda otra cosa, se entenderán comprendidas en esa
denominación las sociedades anónimas nacionales de reaseguro (art. 6° DFL
N° 251).
Asimismo actúan como aseguradores las agencias de compañías de seguros
extranjeras debidamente autorizadas para actuar en Chile (art. 4 bis).

Finalmente se debe recordar que las sociedades mutuales a base de primas


que aún operen en el país, que garanticen los beneficios que ofrezcan, pueden
continuar sus negocios con la autorización de la Superintendencia quedando
sujetas a u fiscalización inmediata. Art. 5°

CONSTITUCION DE LA COMPAÑIA DE SEGUROS.- (art. 9° DFL N° 251/31)


Se forman, existen y prueban por:
escritura pública,
obtención de una resolución de la Superintendencia de Valores y Seguros,
que autoriza la existencia y aprueba los estatutos sobre la base del estudio de
los documentos y antecedentes que acrediten que han cumplido y están en
condiciones de cumplir las obligaciones que establece el D.F.L. 251, citado.
Dictada la resolución que autoriza la existencia de la Compañía de Seguros o
de reaseguros, la Superintendencia del ramo extiende un certificado que
contiene aquella resolución y el extracto de los estatutos.

Este certificado es el que se inscribe en el Registro de Comercio y se publica


en el Diario Oficial dentro del plazo de 60 días contados desde la fecha de la
resolución que autorizó la existencia de la Compañía.
Es indispensable tener presente que la Superintendencia debe comprobar que
estas sociedades cumplen con las exigencias legales y económicas requeridas
al efecto, para autorizar su existencia (artículo 126 inciso 3º de la Ley 18.046;
y 3º letra a) del D.F.L. 251 modificado por el D.L. Nº 3057 de 1980).

Las escrituras públicas deben contener además de las menciones generales


exigidas por la Ley Nº 18.046, sobre sociedades anónimas, las especiales
requeridas por el D.F.L. 251.

Éste establece una norma especial en relación al capital el que en las


Compañías de Seguros no puede ser inferior a 90.000, U.F. al momento de
constituirse y deberá encontrarse totalmente suscrito y pagado para autorizar
su existencia (artículo 7º del D.F.L. 251).
(120.000 UF las Reaseguradoras, inc. 4° letra a, art. 16 DFL 251)

Actuación de las compañías en el mercado:


Las compañías de seguro actúan en el mercado por medio de los auxiliares del
comercio de seguros:
Agentes
Art. 57 DFL – 251 Corredores
Liquidadores
Agentes: Son personas que se dedican a la comercialización o venta de
seguros por cuenta de una compañía.
No pueden prestar tales servicios a más de una entidad aseguradora en cada
grupo de seguros,
Excepción: Los agentes de ventas de compañías que, conforme a lo señalado
en el artículo 11 inciso segundo del DFL 251, cubran riesgos de crédito, los
que podrán, a su vez, prestar servicios en una entidad aseguradora del primer
grupo que no esté facultada para cubrir estos riesgos.

Tales agentes deberán:


Inscribirse en el registro especial que llevará la Superintendencia o la entidad
aseguradora, según se determine mediante norma de carácter general;
Sujetos a fiscalización de la SVS, y
Podrá exigírseles los mismos requisitos establecidos para los corredores de
seguros en los artículos 58 y 59 siguientes.
Serán de responsabilidad de la entidad aseguradora las infracciones, errores u
omisiones en que puedan incurrir los agentes de ventas en el desempeño de
su actividad.

AGENTES:
Trabajan para sólo una compañía (hay excepción);
Persona natural o jurídica.
Se registran en la SVS.
Sujetos a su fiscalización de la SVS.

Corredores (Inc. 5° art. 57 DFL 251/31):


Los corredores de seguros son auxiliares del comercio de seguros, que deben
asesorar a la persona que desea asegurarse por su intermedio,
ofreciéndole las coberturas más convenientes a sus necesidades e intereses,
ilustrándola sobre las condiciones del contrato,
debiendo asistirla durante toda su vigencia, especialmente en las
modificaciones que eventualmente correspondan y
al momento de producirse un siniestro.

Deben también asesorar a la compañía aseguradora verificando:


la identidad de los contratantes,
la existencia de los bienes asegurables y
entregándole toda la información que posean del riesgo propuesto.
Deben entregar a todos sus clientes información respecto de la diversificación
de sus negocios y de las compañías con que trabajen, en la forma que
determine la Superintendencia.

Liquidador de seguros (art.61 DFL N° 251/31):


Es una persona natural o jurídica encargada de la liquidación de los
siniestros que están cubiertos por un seguro.
La liquidación se refiere al proceso mediante el cual se determina:
La ocurrencia del siniestro,
Si el riesgo se encuentra cubierto por un seguro contratado y, en caso
afirmativo,
Monto de la indemnización o pago que corresponda.

La liquidación de los siniestros puede ser realizada por la compañía


aseguradora directamente o encomendada a un liquidador registrado en la
Superintendencia.

El plazo para hacer la liquidación no puede exceder de 45 días corridos desde


la fecha de la denuncia del siniestro, pudiéndose prorrogar por igual período
por motivos fundados, salvo las excepciones establecidas en el artículo 23 del
Reglamento (D.S. de Hacienda N° 1.055, de 2012), vigente a contar del 1° de
junio de 2013.

CLASIFICACION DE LAS COMPAÑIAS DE SEGUROS.-

Las Compañías se dividen en dos categorías denominadas grupos (art. 8° DFL


251):

a.- Las primeras se denominan compañías del "primer grupo", son las que
aseguran los riesgos de pérdida o deterioro que sufren las cosas o el
patrimonio. "seguros de daños."

b.- Las compañías de Seguros que se llaman del "segundo grupo" cubren los
riesgos de las personas. "Seguros de personas".
Estas son las compañías de seguros de vida, que garantizan a las personas el
pago de una indemnización para el caso de muerte, o el pago de un capital o
renta para el caso de sobrevivencia.

La clasificación tiene mucha importancia porque los sistemas de cobertura de


los seguros, cálculos de indemnizaciones, cálculos de prima etc. son muy
distintos en los seguros sobre cosas que los seguros de vida.
(La diferencia básica reside en que es imposible establecer cuál es el valor de
la vida de una persona, lo que es perfectamente posible efectuar respecto de
las cosas.)

El seguro sobre cosas se fundamenta en el principio de mera indemnización,


por lo que jamás puede ser ocasión de una ganancia.

Por tanto, no es eficaz el seguro sino hasta concurrencia del verdadero valor
de la cosa asegurada.

Para fijar el verdadero valor de la cosa asegurada es necesario efectuar


avaluaciones o tasaciones de los bienes.

En el seguro de vida no es posible, desde el punto de vista comercial, avaluar


la vida.

Esta afirmación se ha superado por la normativa de la seguridad social. En


efecto, es necesario precisar que la legislación sobre seguridad social, que
nació del contrato de seguro, permite en caso de accidente, tasar o avaluar la
pérdida de miembros importantes o menos importantes para los efectos de los
pagos de las entidades previsionales.

Por estas razones no pueden organizarse entidades aseguradoras destinadas a


cubrir riesgos comprendidos en los dos grupos. No obstante lo anterior "las
entidades aseguradoras de uno y otro grupo podrán cubrir los riesgos de
accidentes personales y los de salud".

EL ASEGURADO.-
De acuerdo al artículo 513 a), el asegurado es la persona que queda libre del
riesgo, es decir, es la persona que en virtud del contrato traslada los riesgos
de pérdidas o deterioro a la compañía aseguradora, la que asume el riesgo
sobre la base del pago de una prima.

A este sujeto se le denomina además e indistintamente contrayente o tomador


que, por lo general, es el mismo asegurado y en él recaen las obligaciones
emanadas del contrato de seguro.
Cuando la persona del tomador no coincide con el asegurado, algunas de las
obligaciones pesan, además, sobre el propio asegurado.

Puede además celebrarse el contrato por una persona actuando en nombre de


otra, ya sea porque es su representante legal, ya sea porque es su mandatario
o su administrador en las sociedades. En estos casos en virtud del principio
de la representación, los efectos se radican en el representado como si hubiere
contratado el mismo (1448 C.C.)
También se puede celebrar el contrato por cuenta de otra persona de la que no
se tiene facultad de representar.

En este caso el asegurado puede ejercer todos los derechos que corresponden
a su calidad, pero mientras no otorgue su aceptación expresa o tácita, el
seguro es revocable por el solo acuerdo del asegurador y del contrayente.
Aplicación del 1449 C.C.

La doctrina sostiene que la aceptación se puede otorgar válidamente aun


después de ocurrido el siniestro pero, mientras no de su aceptación, no es
parte del contrato y ninguna obligación le alcanza.

También puede intervenir como un tercero distinto del asegurador, tomador y


del asegurado: un beneficiario.
Tercero interesado en cuyo provecho se contrata y que recibe las
indemnizaciones que corresponda pagar al asegurado en caso de siniestro.
Solo tiene un derecho eventual extinguible por revocación, nulidad, resolución
o resciliación del contrato. Ej. seguro de vida. (art. 516)

El asegurado debe cumplir con dos requisitos:


a.- Capacidad. Antes se exigía expresamente "Pueden celebrar un contrato de
seguro todas las personas hábiles para obligarse". Hoy, al no hacer referencia
expresa, habrá que estar a las normar generales sobre capacidad de obligarse
o de obligar a terceros.
b.- Interés. El asegurado debe tener interés real en evitar los riesgos,
entendiéndose por interés la relación jurídica con contenido económico (no
moral) , que ligue al asegurado con la cosa asegurada, que constituya al
asegurado en interesado en la conservación del objeto asegurado, tal como lo
dice el artículo 520:
“El asegurado debe tener un interés asegurable, actual o futuro, respecto al
objeto del seguro. En todo caso es preciso que tal interés exista al momento de
ocurrir el siniestro.”

La legislación anterior era expresa al dar ejemplos de interés asegurable al


disponer que “…de parte del asegurado se requiere,…, que tenga al tiempo del
contrato un interés real en evitar los riesgos, sea en calidad de:
-propietario,
-copartícipe,
-fideicomisario,
-usufructuario,
-arrendatario,
-acreedor o administrador de bienes ajenos,
-sea en cualquiera otra que lo constituya en interesado en la conservación del
objeto asegurado”.

Hoy el interés debe existir, al menos al…

No es suficiente el mero interés moral o de afección; así por ejemplo, no


obstante que un sujeto tenga mucho interés en la conservación del patrimonio
nacional, no podría asegurar la estatua de don Bernardo O'Higgins,
simplemente porque le gusta o porque se trata de un interés patriótico, porque
falta la relación jurídica con contenido pecuniario que ligue al asegurado con
la cosa asegurada.

Este interés puede estar constituido por la calidad de dueño que tenga el
asegurado sobre la cosa; puede ser también por la calidad de tenedor de la
cosa, pero siempre que ésta tenencia implique una relación jurídica con interés
económico, como el caso del arrendatario, el usufructuario, el fideicomisario, el
usuario; así, también el acreedor puede asegurar el patrimonio de su deudor,
porque en él tiene interés el acreedor, que nace del derecho de prenda general.

El acreedor (tercero) tiene interés en la conservación del patrimonio del


deudor, porque será este en definitiva el que responderá del cumplimiento de
las obligaciones del deudor.
Lo mismo ocurre en el caso del acreedor hipotecario que tiene interés en la
conservación de la cosa hipotecada, porque asegurada la cosa hipotecada y
ocurrido el siniestro la indemnización que paga la Compañía Aseguradora se
subroga realmente a la cosa hipotecada; se dice que la indemnización es un
valor de reemplazo por efecto de la subrogación real.

La falta de interés es causal de término.


El asegurado tendrá derecho a la restitución de la parte de la prima no
ganada por el asegurador correspondiente al tiempo no corrido. (art.520)

Beneficiario: el que, aun sin ser asegurado, tiene derecho a la indemnización


en caso de siniestro.
Es el interesado en cuyo provecho se contrata y es quien recibe las
indemnizaciones que corresponda pagar al asegurado en caso de siniestro.
Solo tiene un derecho eventual extinguible por revocación, nulidad, resolución
o resciliación del contrato. Ej. seguro de vida. (art. 595)
Tomador: persona que contrata un seguro, por cuenta propia o ajena. El
tomador se denomina, también, asegurado o contratante cuando toma un
seguro por cuenta propia, y es al mismo tiempo el beneficiario en caso
de siniestro.

Por ej. En seguros de automotores, el asegurado, tomador, o contratante, es


quien contrata la póliza y quien recibe la indemnización en caso de daños en
su vehículo por siniestro.

Cuando se contrata un seguro por cuenta ajena o en favor de un tercero, el


tomador o contratante es quien suscribe la póliza y; el asegurado es el
beneficiario de la misma.
Por ej. En seguros de Accidentes Personales, el tomador o contratante
suscribe la póliza para asegurar los daños que pudiera sufrir un tercero, el
asegurado, quien será el beneficiario de la indemnización en caso de
accidente. (…tercero indeterminado pero determinable…-art. 516)

Organismo Contralor.
No es parte del contrato.
La Superintendencia de Valores y Seguros
DL N° 3538/1980.-
Créase la Superintendencia de Valores y Seguros, que se regirá por la presente
ley, institución autónoma, con personalidad jurídica y patrimonio propio, que
se relacionará con el Gobierno a través del Ministerio de Hacienda. (art. 1° del
DL N° 3538/1980).

1.- Corresponde a la Superintendencia de Valores y Seguros la superior


fiscalización de las empresas dedicadas al comercio de asegurar y reasegurar,
cualquiera sea su naturaleza y los negocios de éstas. (art.3° f, DL 3538/80).

2.- Corresponde a la Superintendencia velar porque las personas o


instituciones fiscalizadas, desde su iniciación hasta el término de su
liquidación, cumplan con las leyes, reglamentos, estatutos y otras
disposiciones que las rijan, y, sin perjuicio de las facultades que éstos le
otorguen, está investida de las siguientes atribuciones generales:

a.- Interpretar administrativamente, en materias de su competencia, las leyes,


reglamentos y demás normas que rigen a las personas o entidades fiscalizadas
y fijar normas, impartir instrucciones y dictar órdenes para su aplicación y
cumplimiento.
b.- Absolver las consultas y peticiones, e investigar las denuncias o reclamos
formulados por accionistas, inversionistas u otros legítimos interesados, en
materia de su competencia, determinando los requisitos o condiciones previas
que deban cumplir para entrar a conocer de ellas;

c.- Evacuar los informes que le requieran los fiscales del Ministerio Público
que estén dirigiendo investigaciones criminales, siempre que correspondan a
materias de la competencia de la Superintendencia y se refieran a información
que esté disponible en sus archivos;

d.- Examinar todas las operaciones, bienes, libros, cuentas, archivos y


documentos de los sujetos o actividades fiscalizados y requerir de ellos o de
sus administradores, asesores o personal, los antecedentes y explicaciones
que juzgue necesarios para su información.

6.- Etcéteras.

Todas estas facultades derivan o tienen su origen o razón en la Teoría del


ORDEN PÚBLICO ECONÓMICO (George Ripert), de acuerdo con la cual,
aplicada a este contrato, por afectar la libre contratación, requiere una
especial fiscalización y normas de carácter imperativo (art. 542).-

Así por ejemplo, la SVS, debe controlar cualquier situación de insolvencia de


una Compañía de Seguros porque es un negocio cuya explotación supone una
contratación en masa, en la que se arriesgan inmensos capitales, al igual que
reservas técnicas (de riesgo; matemáticas; de siniestros; adicional; descalce).

También controla la libertad tarifaria.

El Defensor del asegurado.


Al revisar la historia del seguro en Chile, hicimos una referencia a la
Asociación de Aseguradores de Chile (AG), y ésta, con la intención de hacer
aplicación práctica del principio de la MÁXIMA BUENA FE para el “Compendio
de Buenas Prácticas” que deben existir entre las Compañías y los asegurados,
el año 2007 acordó crear la institución del DEFENSOR DEL ASEGURADO,
una especie de Ombudsman.

Tiene carácter privado, autónomo e independiente y tiene por objeto resolver


desavenencias entre las Compañías de Seguros y los Asegurados cuando la
disputa no supere, en el caso de los seguros de vida y salud, el equivalente a
UF250 y, para los demás seguros el equivalente a UF500;
No tiene costo para el asegurado

Sus resoluciones son vinculantes para las Aseguradoras pero no para los
asegurados.
(www.ddachile.cl).-

ELEMENTOS DE LA ESENCIA DEL CONTRATO DE SEGURO.-

Los elementos esenciales o de la esencia en el contrato de seguro son la cosa


(interés asegurable –arts. 513 n, 520, 546-), el riesgo y la prima, y el actual
C. de C. agrega la obligación condicional de indemnizar.
Otros agregan la Compañía de Seguros, que en realidad es una de las partes,
tan esencial como el asegurado.
El artículo 521 del C. de C. dispone que, son requisitos esenciales del contrato
de seguro, el riesgo asegurado, la estipulación de prima y la obligación
condicional del asegurador de indemnizar.

Cosa Asegurada……………………….513 n, 520 (interés).


Riesgo………………………………………. 513 t.
Prima……………………………………….. 513 s., 527.
Obligación de indemnizar……….. 529 n° 2.

1.- LA COSA ASEGURADA.-


"O interés asegurable".
El Código de Comercio contenía una conceptualización jurídica (en los
reemplazados artículos 522 y 524), en que desarrollaba el contrato sobre la
base de considerar como objeto del seguro las cosas corporales o incorporales.

1.1.- Identificación en el Código.


Actualmente, el artículo 545 dispone que los seguros de daños tienen por
objeto la indemnización de los daños sufridos por el asegurado y pueden
recaer sobre cosas corporales, derechos o sobre un patrimonio (o sea,
corporales e incorporales).

A su turno el artículo 588 dispone que los seguros de personas son los que
cubren los riesgos que puedan afectar la existencia, la integridad física o
intelectual, la salud de las personas y los que garantizan a éstas, dentro o al
término de un plazo, un capital o una renta temporal o vitalicia.

1.2.- Requisitos que debe cumplir la cosa para ser asegurada.-


El actual artículo 512, mejorando la redacción del anterior, se refiere a los
seguros que cubren daños que afecten al asegurado, o a satisfacer un capital,
una renta u otras prestaciones pactadas.
Por lo tanto pueden asegurarse todas las cosas que tengan una presencia
corpórea, o las cosas incorporales o simples derechos. El legislador señala los
requisitos que deben cumplir las cosas para poder ser aseguradas.

1.2.1.- Naturaleza y existencia.


Deben ser cosas corporales o incorporales; personas.
Las cosas deben ser corporales o incorporales.- Cuando el legislador se
refiere a las cosas corporales, debemos entender que se trata de seguros del
primer grupo que cubren los riesgos de pérdida o deterioro de ellas. Cuando
se refiere a las cosas incorporales, debemos entender que se trata de seguros
del segundo grupo, que cubren precisamente los riesgos de pérdida o deterioro
de cosas incorporales o simples derechos.

Relación de la existencia de la cosa asegurada con el interés asegurable.


Es importante la oportunidad en la que es exigible la existencia del interés, ya
que antes se exigía al menos al tiempo que los riesgos comiencen a correr por
cuenta del asegurador. En consecuencia se permite el seguro de cosas que no
existen, pero se espera que existan.

Es necesario que la cosa exista.- Lo que tiene importancia, porque si la cosa


no llegare a existir (el interés no llegare a existir) o cesare durante la vigencia
del seguro, el seguro terminará, sanción impuesta en el inciso segundo del
artículo 520 del Código de Comercio, que señala.

El artículo 521 sanciona con nulidad la ausencia de riesgo asegurado, ya que


dispone que éste es un requisito esencial del seguro. Ello es así, pues si una
persona asegura una cosa que cree tener en su patrimonio, la que en realidad
no existe, y la compañía aseguradora, frente al riesgo de pérdida o deterioro de
una cosa se obliga a pagar una indemnización, ninguna obligación va a nacer
por falta de causa porque la indemnización reemplaza jurídicamente los
bienes que integran el patrimonio del asegurado y no a los inexistentes.
Además, la ley señala que el seguro no puede ser jamás el motivo de una
ganancia, y es por ello que el legislador sanciona el seguro de una cosa que no
exista y no se espera que exista, con la nulidad.

Respecto de las cosas que se esperan que existan, es perfectamente válido el


seguro, pero es preciso que el interés exista al momento de ocurrir el siniestro.
Entre los seguros de cosas que no existen pero que se esperan que existan,
están aquellos seguros que cubren los riesgos a que están expuestos los
productos de la agricultura, antes regulados expresamente en el reemplazado
artículo 587 que señalaba que en el caso del seguro contra los riesgos a que
están expuestos los productos de la agricultura, en la póliza deben
individualizarse las siembras o plantaciones y se estas siembras están hechas
o por hacerse.
Hoy este seguro se encuentra amparado por el “seguro de pérdida de
beneficios” (art. 579).-

1.2.2.- Deben tener un valor estimable en dinero.


Toda persona que tenga un interés patrimonial, presente o futuro, lícito y
estimable en dinero, puede celebrar un contrato de seguros contra daños.
(546)

Esto porque es necesario determinar el valor de la cosa en dinero para los


efectos de cuantificar a cuánto va a ascender el monto de la indemnización. La
cantidad que la compañía se obliga a pagar en caso de siniestro, es lo que se
denomina la suma asegurada, y que corresponde a la indemnización. La ley
señala que el seguro no es eficaz sino hasta concurrencia del verdadero valor
de la cosa asegurada el que se determina pecuniariamente. El simple valor de
afección que pueda tener un bien no basta para asegurarlo, a menos que ese
bien tenga un valor que pueda estimarse en dinero.

En los seguros reales la indemnización no excederá del valor del bien ni del
respectivo interés asegurado al tiempo de ocurrir el siniestro, aun cuando el
asegurador se haya constituido responsable de una suma que lo exceda. Si la
cantidad asegurada consistiere en una cuota, se entenderá que ésta se refiere
al valor que tenga el objeto asegurado al momento del siniestro.

En los seguros patrimoniales la indemnización no podrá exceder, dentro de los


límites de la convención, del menoscabo que sufra el patrimonio del asegurado
como consecuencia del siniestro. (552)

En los seguros reales el valor de las cosas aseguradas puede ser establecido
mediante una estimación expresamente pactada al momento de celebrarse el
contrato. (art. 554)

1.2.3.- Que las cosas pueden ser objeto de una especulación lícita. (546)

Son nulos absolutamente también, los contratos que recaigan sobre objetos de
ilícito comercio…

1.2.4.- Que las cosas se hallen expuestas a perderse por el riesgo que
toma sobre sí el asegurador. (546).
Son nulos absolutamente también, los contratos que recaigan sobre objetos…
no expuestos al riesgo asegurado o que ya lo han corrido.

No se debe olvidar que, no obstante lo expuesto, los riesgos de la persona


humana también pueden ser objeto del contrato de seguro. Igual criterio debe
tenerse para admitir los seguros que tienen por objeto el resguardo del
patrimonio del asegurado.

Que la cosa asegurada se halle expuesta a perderse por el riesgo que toma
sobre sí el asegurador: La compañía aseguradora, sobre la base del contrato,
asume salvo estipulación expresa, todos los riesgos, a que se halle expuesta la
cosa asegurada.
Así por ejemplo, no podría asegurarse un inmueble contra el riesgo de un
naufragio, o que un cargamento de asbesto, que es incombustible, contra el
riesgo de incendio. De manera que el seguro no vale cuando la cosa se
asegura contra un riesgo que no lo va a afectar.

El asegurador responde de los riesgos descritos en la póliza, con excepción de


las situaciones expresamente excluidas por ella.
A falta de estipulación, el asegurador responde de todos los riesgos que por su
naturaleza correspondan, salvo los excluidos por la ley. (530)

También pueden ser asegurados, de forma especial, los establecimientos


industriales, mineros, agrícolas, comerciales, los cargamentos terrestres,
marítimos y aéreos y, en general, las universalidades o conjuntos de bienes
que, por su ubicación u otra circunstancia, sean materia de un mismo seguro.
(548)
Estos se podrán asegurar con o sin designación específica de los bienes que
los contengan o compongan (antes se hablaba de establecimiento de
comercio). Se habla que el establecimiento de comercio puede ser asegurado a
"puerta cerrada", esto es, con todo lo que comprendan, incluso las
mercaderías.
Pueden asegurarse, en la misma forma, con o sin designación expresa, los
muebles que constituyen el menaje de una casa.
Quedan excluidos del concepto universalidad, aquellos que tengan gran
precio, como alhajas, cuadros de alto valor, objetos de arte u otros análogos,
los cuales deben ser asegurados con expresa designación.
Dispone el inciso final del artículo 548 que "en uno y otro caso el asegurado
deberá individualizar los objetos asegurados y justificar su existencia y valor
al tiempo del siniestro".

Todo esto se hace cuando ocurre el siniestro, mediante el procedimiento que


se conoce como "liquidación de avería", que es efectuado por liquidadores de
averías, quienes se constituyen en el lugar del siniestro y determinan cual es
el "salvataje", que son los restos que queda de la cosa asegurada una vez
producido el siniestro.

Cosas que no pueden ser materia de seguro:


a.- Las ganancias o beneficios esperados.
No pueden ser objeto de seguro los beneficios o ganancias esperados porque
éstos no existen el tiempo de celebrarse el contrato seguro. Son sólo meras
expectativas. En otros términos, son los beneficios que una persona
subjetivamente piensa o espera ganar, que es distinto a la ganancia fundada.

La indemnización de perjuicios, en el ámbito de la responsabilidad civil,


comprende el daño emergente y el lucro cesante.
Lo que es perfectamente asegurable es el daño emergente.

La doctrina afirmaba que el lucro cesante se podía asegurar, porque éste es la


utilidad concreta "determinada en su cuantía por un contrato o por las
condiciones reales del mercado"; es perfectamente tangible, perfectamente
calculable, sobre la base de estimaciones objetivas, fundamentales en la
contabilidad y en el negocio de una persona. En consecuencia, se puede
asegurar las utilidades que se dejan de percibir por el asegurado a
consecuencia de la destrucción de la cosa que los producía.
Hoy expresamente lo autoriza el art. 551.

b.- Los objetos de ilícito comercio: Por ejemplo, no podría asegurarse un


cargamento de estupefacientes. (521)

c.- Las cosas que ya han corrido el riesgo, háyanse salvado o perecido en
él. Art. 521 inciso tercero:
En este caso el seguro es nulo por falta de un elemento de la esencia del
contrato: la falta de riesgo asegurable.
Entonces, de acuerdo con lo hasta aquí expuesto, no basta que la cosa objeto
del seguro cumpla con las exigencias estudiadas, cuya omisión está
sancionada con la nulidad de pleno derecho del contrato, sino que se requiere,
además, que la persona que contrata el seguro tenga respecto de ella un
interés asegurable.

INTERES ASEGURABLE: aquel que tiene el asegurado en la NO realización


del riesgo, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 589 en relación a los
seguros de personas. (513 n)
"Es una relación susceptible de valoración económica, entre un sujeto y una
cosa apta para satisfacer una necesidad o prestar una utilidad" (Baeza Pinto).

Se trata de una noción de índole económica y no afectiva, toda vez que se


refiere al propósito de evitar los riesgos y al interés en conservar la cosa
asegurada. El interés asegurable, como elemento esencial del contrato de
seguro, podría resultar difícil de determinar, cualquiera podría alegar tener un
interés, incluso económico que justificaría y haría válido el respectivo
contrato.
Por este motivo, en el anterior art. 518 se consideraban varios ejemplos de los
diversos títulos en cuya virtud el asegurado podía, al tiempo del contrato,
tener un interés real en evitar los riesgos.

Tratándose de seguros de personas, el interés asegurable rige respecto de la


persona misma que se asegura o respecto de quien contrate el seguro por
tener un interés actual y efectivo en la conservación de la vida o integridad
personal de un tercero. (589)

Elementos esenciales del contrato de seguro: Cosa Asegurada; Riesgo; Prima y


Obligación de indemnizar.

2.- EL RIESGO:
2.1.- Concepto.
Está definido en el artículo 513 letra t), del Código de Comercio, en los
siguientes términos:

"la eventualidad de un suceso que ocasione al asegurado o beneficiario


una pérdida o una necesidad susceptible de estimarse en dinero".
En el hecho, el Código de Comercio entiende por riesgo solamente los daños
provocados por caso fortuito, esto es, el imprevisto imposible de resistir, que
se identifica, para estos efectos, con la fuerza mayor en los términos del
Código Civil (art. 45 CC).

Se debe entender en este concepto legal, además de los casos que el Código
enumera a modo ejemplar, a los hechos del hombre, como es el caso de daños
provocados por el dolo o culpa de terceros, pues respecto del asegurado, estos
hechos pueden constituir un imprevisto imposible de resistir, por ejemplo el
seguro contra robo.

También puede consistir en cualquier hecho en que esté envuelta la


responsabilidad del asegurado, siempre que el daño se haya producido por su
culpa leve o levísima.

También son riesgos asegurables, hechos de terceros por los cuales el


asegurado sea civilmente responsable, en que se abarca hasta la culpa grave o
dolo.
En la anterior legislación, nunca se podía asegurar si el daño se producía por
dolo del tomador o beneficiario, pero hoy sí se admite (535).

Es más exacto definir el riesgo como lo hace la doctrina que dice que:
"el riesgo es toda amenaza de pérdida o deterioro que afecta a bienes
determinados, a derechos específicos, o al patrimonio de una persona, y
también su vida".

Con esta definición se abarcan todos los daños que son susceptibles de
cubrirse por el seguro por cualquier causa y todos los bienes potencialmente
afectados por el detrimento, porque los daños no solamente recaen en cosas
corporales, sino que también en cosas incorporales como los derechos
específicos, el patrimonio y la vida de una persona.
La noción de riesgo envuelve la noción de cosa, de derecho, de patrimonio, y
también de la persona del asegurado.
En consecuencia, no hay riesgo si éste no va a constituir una amenaza de
pérdida o deterioro, de una cosa, de un derecho, de un patrimonio, o de
la vida de una persona.

Desde el punto de vista de los seguros sobre cosas, la noción de riesgo


también envuelve el concepto de "interés del asegurado", que es el vínculo
jurídico que une al asegurado con la cosa asegurada y que puede ser el título
o calidad de dueño, copartícipe, fideicomisario, usufructuario, arrendatario,
administrador de bienes ajenos. Para que haya riesgo es necesario precisar
que el asegurado tiene un interés sobre la cosa asegurada.
El concepto de riesgo excluye la noción de imposibilidad, es decir, es necesario
que la ocurrencia del hecho sea verosímil.
En consecuencia quedan excluidos del concepto del riesgo los hechos
imposibles, como es el caso de una casa afectada por un naufragio.
Por tanto, la compañía aseguradora asume la obligación de pagar una
indemnización cuando la cosa asegurada es susceptible de correr un riesgo
que pueda causar la pérdida o el deterioro de la cosa asegurada.

Esto tiene importancia para la precisión del seguro, porque la compañía


aseguradora, al contratar el seguro, puede tomar sobre sí todos o algunos de
los riesgos a que está expuesta la cosa asegurada, y no estando expresamente
limitado el seguro a determinados riesgos, el asegurador responde de todos,
salvo las excepciones legales. (530).

Tiene importancia la delimitación del riesgo, por ejemplo, en los seguros de


incendio porque normalmente las compañías de seguros estipulan que
responden en el caso de incendio, pero en las pólizas hacen una exhaustiva
enumeración casuística de los casos en que no responden, como es el caso,
por ejemplo, del terremoto, motín, insurrección, etc.

2.2.- CARACTERÍSTICAS DE LOS RIESGOS.


Dados los diversos tipos de Riesgos que se pueden llegar a presentar, así como
los factores que los afectan, no todo tipo de riesgo puede ser asegurable, no al
menos con las Pólizas de Seguros.
Para que un Riesgo sea Asegurable, debe reunir cierto tipo de características.

Riesgo Incierto
El Riesgo debe ser incierto, esto es, no se tiene la certeza de si el Riesgo va
a ocurrir o no.
Para que el Riesgo sea asegurable no se debe tener dicha certeza sobre si el
riesgo va a ocurrir o si ya ocurrió, de lo contrario, se estaría asumiendo una
pérdida segura para la entidad que decida cubrir dicho riesgo.
El único Riesgo cuya certeza se tiene, y que puede ser asegurable (cubierto
por una aseguradora) es …

Riesgo Aleatorio
Para poder ser asegurable, el Riesgo debe ser Aleatorio, esto es, no se sabe
cuándo podría ocurrir el riesgo y su ocurrencia debe ser indeterminada.
Si se tiene la certeza de que el riesgo va a ocurrir, cuándo y su magnitud,
desaparecería la Aleatoriedad del Riesgo, principio básico de los Contratos de
Seguros.

Riesgo Posible
Para que un Riesgo sea Asegurable, debe ser posible, real, debe tener la
posibilidad de concretarse en la realidad, debe poder suceder.
Evidentemente, no tiene ningún sentido asegurarse contra Riesgos Imposibles.
La posibilidad o probabilidad de un riesgo tiene dos limitaciones: La
Frecuencia y la Imposibilidad.
La Frecuencia excesiva atenta contra el principio de aleatoriedad. La
presentación frecuente de un tipo específico de siniestro, influye en el costo
del seguro que cubriría dicho riesgo.
La Imposibilidad que el riesgo se manifieste en siniestro, resulta en un
sinsentido, un absurdo.

Riesgo Lícito
El Riesgo no ha de ser contra de la ley, reglas morales o de orden público,
ni en perjuicio de terceros ya que la póliza sería nula automáticamente.
La cobertura o asunción de un Riesgo dado por parte de una entidad, no debe
romper el orden público ni contravenir el marco legal establecido.
Esta limitante tiene dos excepciones:
En el Seguro de Vida, en el que se puede asegurar y cubrir la muerte del
asegurado, aún por suicidio. (Después de dos años).
En el Seguro de Responsabilidad Civil, en el que se pueden garantizar los
daños a terceros por actos de imprudencia.

Riesgo Concreto.
El Riesgo ha de ser analizado y valorado por la Aseguradora en dos
aspectos:
Cualitativa y Cuantitativamente, antes de proceder a asumirlo o cubrirlo.
Una ambigüedad en la designación del riesgo que se pretende asegurar en
cuanto a sus características, naturaleza, situación, etc., imposibilitan el
estudio y análisis del mismo antes de ser aceptado.

El Riesgo Fortuito
El Riesgo debe provenir de un acto o acontecimiento ajeno a la voluntad
humana de producirlo.
El Riesgo debe carecer, estar exento de todo elemento volitivo, de lo contrario,
también podría perderse el elemento de aleatoriedad.

Riesgo con Afectación o Contenido Económico


La concretización del riesgo, la realización del mismo, debe producir una
necesidad económica, debe afectar económicamente a alguien, ya sea a la
persona afectada por el riesgo o a un tercero que se vea afectado cuando el
propietario del bien asegurado padezca el riesgo (Un ejemplo de esto serían los
empleados de una fábrica que se ha incendiado; concretamente no se ven
afectados directamente, pues la planta de dicha fábrica no es propiedad de
ellos, sin embargo si se verán afectados en sus trabajos y muy probablemente
en sus ingresos). Dicha necesidad se satisface con la Indemnización
correspondiente.

2.3.- CLASIFICACIÓN DEL RIESGO ASEGURABLE

Criterios de Clasificación del Riesgo Asegurable:

1.- De acuerdo a la cosa afectada.


De este modo los Riesgos Asegurables se pueden clasificar en:
Riesgos que afectan a las Personas.
Riesgos que afectan a los Bienes.
Riesgos que afectan a Terceros
Riesgos Consecuenciales.

Riesgos que afectan a las Personas


Como su nombre lo indica, estos son los Riesgos que afectan a las
Personas Físicas. De acuerdo con el Artículo 588 y siguientes del C.
de C. , los riesgos que afectan a las Personas son:
La Muerte Prematura.- Son los relacionados con la Existencia, con la Vida
misma, en este caso el fallecimiento.
Vejez sin Recursos.- Igualmente, relacionado con la Existencia, pero en este
caso a la posibilidad de sobrevivir a un plazo dado, o bien llegar a una edad
avanzada sin recursos económicos suficientes para vivir adecuada y
dignamente.
Los relacionados con la Salud.
Invalidez o Incapacidad.- Son los relacionados con el vigor o vitalidad,
entendemos, con la capacidad para poder trabajar a consecuencia de un
accidente o una enfermedad.

Riesgos que afectan a los Bienes


Como su nombre nos indica, los Riesgos que afectan a los bienes son los
riesgos que ocasionan daños a las propiedades de las personas, más que a
las personas mismas.
Los riesgos sobre los bienes son aquellos que se desprenden del daño
ocasionado a los bienes de una persona, por actos de otra, o por hechos de la
naturaleza.
Por ello, concluimos que los Riesgos sobre los bienes, a su vez pueden sub
clasificarse de acuerdo al origen del daño causado, quien o que sería la fuente
del riesgo:
Riesgos provenientes de Fenómenos de la Naturaleza (Hechos de la
Naturaleza).
Riesgos provenientes de Actos y Hechos derivados de la Voluntad Humana, así
como de Hechos Sociales.

Riesgos que afectan a Terceros (Riesgos por Responsabilidad Civil)


Todo acto o hecho “Propio” genera una consecuencia jurídica, que puede ser
negativa, nula o positiva, en el sentido de la obligación o derecho que una
persona podría contraer al llevar a cabo dicho acto o hecho.

Nuestra legislación civil establece obligaciones para quien ejecute actos o


hechos que afecten negativamente a otras personas.
La misma legislación civil establece el grado de derecho indemnizatorio que
una persona tendría de ser afectada por los hechos o actos de otra.
A esto se le denomina Responsabilidad Civil.

La Responsabilidad Civil es la que una Persona (Responsable) contraería


para con otra (Tercero), y va a desprenderse de actos o hechos (deliberados o
no) que dicha persona (el responsable) podría realizar y que afecten
negativamente los Bienes del Tercero (daños) así como el ingreso que el
Tercero deja de percibir como consecuencia del daño ocasionado o gasto
ocasionado (Perjuicios) o bien, que afecten la Integridad Personal (Lesiones) y
Psicológica del Tercero (Daño Moral). Por ello decimos que Los Riesgos que
afectan a Terceras personas se dividen en:

Riesgos por daños a los Bienes de terceros.


Riesgos sobre Lesiones a la Persona de un Tercero.
Riesgos por Daño Moral.

Riesgos Consecuenciales
Denominamos así a los perjuicios (pérdida de ingreso que el tercero resiente
como consecuencia del daño ocasionado a sus bienes por los actos o hechos
del responsable civil) así como a los gastos realizados por el tercero para
recuperar la utilidad y funcionamiento de la cosa afectada.
Es la pérdida de ventas, utilidades o rentas a consecuencia de un riesgo que
haya afectado a un negocio o empresa.
2.- Según la intensidad del riesgo.
2.1.- “Riesgos constantes”: Son aquellos cuya peligrosidad se mantiene pareja.
2.2.- “Riesgos variables”: Son aquellos que van cambiando bajo ciertas
circunstancias y condiciones.
2.3.- “Riesgos progresivos”: Son aquellos que van aumentando según el
avance del tiempo.

3.- Según si importan o no una acción del hombre o la naturaleza.


3.1.- Riesgos ocurridos por efectos positivos, es decir que el riesgo dependa de
que ocurra un hecho. Incendio, muerte, robo, naufragio.
3.2.- Riesgos constituidos por eventos negativos, es decir los que dependen de
que no ocurra un hecho. Mora.

4.- Según el origen del riesgo.

4.1.- Hechos de la naturaleza: Terremotos, aludes, huracanes, marejadas.

4.2.- Hechos del hombre: Robo, roturas, daños.

5.- Según la intensidad de los hechos naturales.

5.1.- Catastróficos: Terremoto.

5.2.- Normales o frecuentes: Sequía, heladas.

6.- Según dependa da la naturaleza de la cosa o de la acción u omisión


del hombre.
6.1.- Riesgos objetivos: Aquellos en que la peligrosidad atiende a las
condiciones naturales de la cosa.
6.2.- Riesgos subjetivos: Aquellos en que la peligrosidad atiende a las
condiciones de la persona.

7.- Según si la Aseguradora responde por la naturaleza del contrato o sólo


en caso de estipulación expresa.
El Código de Comercio también hace una clasificación de los riesgos en:

7.1.- Riesgos por los cuales las compañías responden por la naturaleza
del contrato sin necesidad de estipulación expresa, artículos: 530 inc. 2°
Estos son riesgos constituidos por el caso fortuito, cuyos elementos son:
Imprevisibilidad.
Inimputabilidad. Ajeno al deudor, no debe provenir de su hecho o culpa o de
las personas por las que responde.
Irresistibilidad.

La compañía debe responder siempre cuando concurran estos requisitos. En


el concepto de caso fortuito no solo debe entenderse los hechos de la
naturaleza, sino que igualmente los hechos del hombre; es decir los terceros
extraños a la asegurado.
Según lo dispuesto en el artículo inciso 2° art. 530, si nada dice la póliza se
entiende que la compañía debe responder por todas las perdidas ocurridas por
cualquier caso fortuito, por lo tanto la compañía, por regla general, responde
por todos los riesgos, salvo las excepciones legales.

7.2.- Riesgos por los cuales la compañía responde sólo en el caso de


estipulación expresa, artículos
535  Culpa grave.
549  Vicio propio.
551  Lucro cesante.
1181  Hecho personal del asegurado como dolo o culpa del capitán en la
pérdida o daño del casco.

7.2.1.- Vicio propio: definido en el artículo 549 inciso 2º: Se entiende por vicio
propio el germen de destrucción o deterioro que lleven en sí las cosas por su
propia naturaleza o destino, aunque se las suponga de la más perfecta calidad
en su especie.
7.2.2.- Hecho personal del asegurado: De acuerdo a los principios generales,
la compañía no respondería de este riesgo porque no se cumpliría la condición
de inimputabilidad ni se constituiría fortuito, pero, hoy el artículo 535 sí lo
permite en caso de estipulación expresa.
7.2.3.-Hechos de terceros que afectan la responsabilidad civil del asegurado:
El asegurado puede asumir los riesgos de pérdida o deterioro que causen
terceros por los cuales el asegurado sea civilmente responsable.
Hay que tener presente en esta materia lo señalado por el artículo 2320 del
Código Civil.
“Toda persona es responsable no sólo de sus propias acciones, sino del hecho
de aquellos que estuvieren a su cuidado.”

2.4.- DELIMITACIÓN DEL RIESGO.

Es importante para el Asegurado y para la Compañía Aseguradora delimitar


los riesgos. (Artículos 524 N°1, 525)
Cobertura
Delimitación Tiempo
Lugar

A.- En cuanto a la clase de seguros: se refiere a la cobertura de los riesgos.


Art. 530. Riesgos que asume el asegurador. El asegurador responde de los
riesgos descritos en la póliza, con excepción de las situaciones expresamente
excluidas por ella.
A falta de estipulación, el asegurador responde de todos los riesgos que por su
naturaleza correspondan, salvo los excluidos por la ley.

B.- En cuanto al tiempo: la norma general, es que el plazo de duración del


seguro sea de 1 año contado desde que se suscribe el contrato.
El artículo 518, señala las menciones que debe contener la póliza y el
numerando 5 señala: la época en que principia y concluye el riesgo para el
asegurador. (art. 523).

C.- En cuanto al lugar: Además de las enunciaciones que exige el artículo


518, la póliza deberá expresar la ubicación, destino y uso de los inmuebles
asegurados, y de los edificios colindantes, en cuanto estas circunstancias
puedan influir en la estimación de los riesgos.
Iguales menciones deberá contener la póliza respecto a los inmuebles en que
se encuentren colocados o almacenados los bienes muebles, cuando el seguro
verse sobre estos últimos. (art. 567).

2.5.- AGRAVACIÓN DEL RIESGO.


Es preciso tener presente que, aun cuando la agravación de los riesgos supone
una acción u omisión posterior a la contratación del seguro, ya con
anterioridad se impone a la Compañía Aseguradora una carga relacionada con
esta posibilidad.

2.5.1.- La ley impone a la Compañía la obligación de revisar el riesgo a


que puede estar expuesta la cosa asegurada, tal que si no lo evalúa
correctamente, después no puede reclamar por reticencias, errores o
inexactitudes.

Dispone el artículo 525 que para prestar la declaración a que se refiere el


número 1 del artículo 524, será suficiente que el contratante informe al tenor
de lo que solicite el asegurador, sobre los hechos o circunstancias que
conozca y sirvan para identificar la cosa asegurada y apreciar la extensión del
riesgo.

Convenido el contrato de seguro sin que el asegurador solicite la declaración


sobre el estado del riesgo, éste no podrá alegar los errores, reticencias o
inexactitudes del contratante, como tampoco aquellos hechos o circunstancias
que no estén comprendidos en tal solicitud.

“Si el siniestro no se ha producido, y el contratante hubiere incurrido


inexcusablemente en errores, reticencias o inexactitudes determinantes del
riesgo asegurado en la información que solicite el asegurador de acuerdo al
número 1° del artículo anterior, el asegurador podrá rescindir el contrato.
Si los errores, reticencias o inexactitudes sobre el contratante no revisten
alguna de dichas características, el asegurador podrá proponer una
modificación a los términos del contrato, para adecuar la prima o las
condiciones de la cobertura a las circunstancias no informadas.

Si el asegurado rechaza la proposición del asegurador o no le da contestación


dentro del plazo de diez días contado desde la fecha de envío de la misma, este
último podrá rescindir el contrato. En este último caso, la rescisión se producirá
a la expiración del plazo de treinta días contado desde la fecha de envío de la
respectiva comunicación.

525 inc 3°

Si el siniestro se ha producido, el asegurador quedará exonerado de su


obligación de pagar la indemnización si proviene de un riesgo que hubiese
dado lugar a la rescisión del contrato de acuerdo al inciso anterior y, en caso
contrario,
tendrá derecho a rebajar la indemnización en proporción a la diferencia entre
la prima pactada y la que se hubiese convenido en el caso de conocer el
verdadero estado del riesgo.
Estas sanciones no se aplicarán si el asegurador, antes de celebrar el
contrato, ha conocido los errores, reticencias o inexactitudes de la declaración
o hubiere debido conocerlos; o si después de su celebración, se allana a que se
subsanen o los acepta expresa o tácitamente.” (525 incisos 3°, 4° y 5°).-

2.5.2.- La ley impone al Asegurado la obligación de informar al asegurador


los hechos o circunstancias que agraven sustancialmente el riesgo declarado,
y sobrevengan con posterioridad a la celebración del contrato, dentro de los
cinco días siguientes de haberlos conocido, siempre que por su naturaleza, no
hubieren podido ser conocidos de otra forma por el asegurador (inciso 1° art.
526).

Ejemplos de hechos que pueden provocar una agravación de los riesgos:


Alteración del lugar en el cual se ha declarado que se encuentra la cosa.
Cambio de destino del lugar en el que se guarda la cosa asegurada.
Cambio de destino o uso de la cosa asegurada.
Traslado de la cosa a un lugar distinto a aquel en el cual se declaró que se
mantenía.
No cumplir el deber de emplear el cuidado y celo de un diligente padre de
familia para prevenir el siniestro.
Producido el siniestro, tomar todas las providencias necesarias para salvar la
cosa asegurada o para conservar sus restos.
Además, es obligación del asegurado no agravar el riesgo y dar noticia al
asegurador sobre las circunstancias que lleguen a su conocimiento y que
reúnan las características señaladas en el artículo 526 (art. 524 N° 5)

(Elementos esenciales del contrato de seguro: Cosa Asegurada; Riesgo; Prima


y Obligación de indemnizar.)

3.- LA PRIMA.
La prima es uno de los elementos esenciales del contrato de seguro. Es el
precio del seguro o contraprestación que establece una compañía de seguros y
es determinada sobre la base de cálculos actuariales y estadísticos, teniendo
en cuenta la frecuencia y severidad en la ocurrencia de eventos similares, la
historia de eventos ocurridos al cliente, y excluyendo los gastos internos o
externos que tenga dicha aseguradora.
El artículo 513 en su letra s) dispone que la prima es la retribución o precio
del seguro.

De acuerdo con el artículo 521 la estipulación de la prima es un elemento


esencial del contrato, tal que su falta acarrea su nulidad absoluta.

Por su parte, el N° 8° del artículo 518 dispone, como una de las menciones
que debe contener la póliza, la prima del seguro, y el tiempo, lugar y forma de
su pago.

Como consecuencia de esta disposición, el artículo 524 dispone que una de


las obligaciones del asegurado es, precisamente, pagar la prima en la forma y
época pactadas.
3.1.- Particularidades:
a.- Forma de pago: Salvo pacto en contrario, es pagada en dinero; su pago es
de carácter obligatorio para el tomador o contratante según las condiciones
establecidas en la póliza de seguros.
El artículo 527 dispone que la prima puede consistir en una cantidad de
dinero, en la entrega de una cosa (dación en pago) o en un hecho estimable en
dinero (cumplir obligación de hacer).

Generalmente el precio o prima se pacta en dinero y, particularmente en UF,


en virtud de lo dispuesto en el artículo 10 del DFL 251:

El monto de los seguros, de las primas y de las indemnizaciones, se expresará


en unidades de fomento, a menos que los contratos respectivos se pacten en
moneda extranjera con arreglo a las disposiciones legales vigentes.

Sin perjuicio de lo anterior, la Superintendencia podrá autorizar, mediante


norma de carácter general, que se pacten en otros sistemas de reajustabilidad.

El valor de la unidad de fomento que se considerará para el pago de las


primas e indemnizaciones será el vigente al momento del pago efectivo de las
mismas.

b.- Derecho del asegurador: El asegurador gana la prima desde el momento


en que los riesgos comienzan a correr por su cuenta, y tendrá derecho a
percibir o retener su totalidad en caso que fuera procedente la indemnización
por un siniestro de pérdida total o finalizase la vigencia de acuerdo con el
artículo 523.

c.- Oportunidad: Salvo pacto en contrario, el pago de la prima se hará al


entregarse la póliza, el certificado de cobertura o el endoso, según
corresponda, y deberá hacerse en el domicilio del asegurador o en el de sus
representantes, agentes o diputados para el cobro.

d.- No pago.
La falta de pago de la prima producirá la terminación del contrato a la
expiración del plazo de quince días contado desde la fecha de envío de la
comunicación que, con ese objeto, dirija el asegurador al asegurado y dará
derecho a aquél para exigir que se le pague la prima devengada hasta la fecha
de terminación y los gastos de formalización del contrato.

e.- Efectos de la terminación del contrato por el no pago de la prima.


La responsabilidad del asegurador por los siniestros posteriores cesará de
pleno derecho, sin necesidad de declaración judicial alguna.
3.2.- Determinación de la prima.
Técnicamente, es el costo de la probabilidad media teórica de que haya
siniestro de una determinada clase.
Así, en un país, o zona determinada, hubiese 1.000.000, de automóviles,
respecto a los cuales la experiencia demostrase que, al cabo de un año,
250.000 de esos vehículos iban a tener siniestro por un importe de $500.000,
cada uno. La prima que el asegurador debería cobrar individualmente a las
personas cuyos vehículos quisieran asegurar sería la de $125.000.-

Este ejemplo simple pone de manifiesto que la prima debe ser proporcional,
entre otros aspectos,
a la duración del seguro,
al mayor o menor grado de probabilidad del siniestro,
a su posible intensidad o costo y, naturalmente,
a la suma asegurada.

Un análisis más detenido del ejemplo anterior lleva a la consecuencia de que


la prima no puede ser equivalente al riesgo, sino proporcional, porque el pago
de la indemnización depende de un acontecimiento fortuito, que sucederá o
no, y cuya cuantía se desconoce a priori.

Esta equivale a la prima neta que, como ha quedado dicho, se calcula sobre
la base de la suma de todos los datos estadísticos para cada seguro en
particular, como por ejemplo: probabilidades de riesgo, la intensidad, por la
duración del contrato, por la suma asegurada, tasas de interés, etc.

Prima bruta.
Incluye lo que el asegurador cobra a cada asegurado para completar el monto
de las reservas técnicas y económicas que la Superintendencia de Valores y
Seguros exige a cada compañía de seguros. Estas reservas dicen relación con
los gastos necesarios para el funcionamiento de la compañía.
Por ejemplo: Comisiones a los corredores, gastos de cobranza, gastos
generales tales como luz, agua, arriendo, etc.

Entonces, el asegurador no se limita a cobrar al asegurado el precio teórico


medio de esa probabilidad (prima pura o de riesgo), sino que ha de gravarla
con una serie de recargos, tales como:

Gastos de administración (cobro de primas, tramitación de siniestros, haberes


de personal de la empresa, etc.).
Gastos de adquisición (comisiones de primas, marketing, etc.).
Gastos de redistribución de riesgos (coaseguro y reaseguro).
Recargo comercial (para obtener un beneficio lógico por el capital que arriesga
la empresa aseguradora y el trabajo que desarrolla).

Todos estos recargos, que se suman al valor de la prima neta, pura o de


riesgo, para convertirse en la prima bruta y, la suma de ambas, se
denomina prima comercial.

Luego, a esta prima comercial se deben incorporar impuestos y recargos


fiscales y entonces se denominará prima final.
Prima neta
+Prima bruta
+Carga fiscal (IVA)
=Prima final

4.- OBLIGACION DE INDEMNIZAR.

Este elemento resulta trascendente porque representa la causa de la


obligación que asume el tomador de pagar la prima correspondiente.
Debido a que éste se obliga a pagar la prima porque aspira que el
asegurador asuma el riesgo y cumpla con pagar la indemnización en caso de
que el siniestro ocurra.

Esta obligación depende de la realización del riesgo asegurado.


Esto no es sino consecuencia del deber del asegurador de asumir el
riesgo asegurable, y si bien puede no producirse el siniestro, ello no significa
la falta de este elemento esencial del seguro, por cuanto este se configura con
la asunción del riesgo que hace el asegurador al celebrar el contrato de
seguro, siendo exigible la prestación indemnizatoria sólo en caso de ocurrir
el siniestro.

En general, la indemnización es la compensación o resarcimiento económico


por el menoscabo producido al perjudicado que se realiza por el causante del
daño o por quien deba corresponder en su lugar.

Es el importe que está obligado a pagar contractualmente la entidad


aseguradora en caso de producirse un siniestro.
Es, en consecuencia, la contraprestación que corresponde al asegurado frente
a la obligación de pago de prima que tiene el mismo.

El fin de la indemnización es conseguir una reposición económica en el


patrimonio del asegurado afectado por un siniestro:
a través de una sustitución de los objetos dañados o,
mediante la entrega de una cantidad en metálico equivalente a los bienes
lesionados.
Sin embargo, en cualquiera de ambos casos, es preciso que el valor de
reposición no exceda del verdadero valor o precio del objeto dañado (o del
interés asegurado) inmediatamente antes de producirse el siniestro, pues de
otra forma se produciría un enriquecimiento injusto para el asegurado, que
incluso llegaría a tener interés en que el siniestro se realizase para obtener
con ello un beneficio. (art. 552, Art. 550).
4.1.- Doble limitación.
Se comprende entonces que las indemnizaciones que las entidades de seguros
hayan de satisfacer a sus asegurados tengan una doble limitación:
Por un lado, el hecho que la indemnización no puede ser superior al capital
asegurado en la póliza para el riesgo afectado por el siniestro; y de otro,
Que no puede exceder del precio del objeto dañado inmediatamente antes de
que se produzca el accidente.

Si el capital asegurado en la póliza lo es por un importe correcto, cuando se


produce el siniestro no hay problemas prácticos en orden a la satisfacción de
las indemnizaciones, ya que si el siniestro ha tenido carácter total, la
indemnización equivaldría al 100% del capital asegurado y si el siniestro ha
sido parcial, es decir, ha afectado a una parte determinada, se establece la
correspondiente proporción.

El problema realmente surge cuando ha existido una valoración excesiva o


defectuosa del objeto asegurado y el capital que consta en la póliza es superior
o inferior, respectivamente, al valor que la cosa realmente tiene.

Valoración excesiva, sobreseguro o supraseguro.


En este primer supuesto, en caso de siniestro total, algunos asegurados
pueden creerse en el derecho de poder reclamar el 100% del capital
asegurado, arguyendo que la entidad de seguros ha estado percibiendo
durante determinado número de años una prima proporcional a dicho capital
y que, en consecuencia, ha de satisfacer la indemnización prevista en la
póliza;

En este caso, si ha habido algún error en la redacción de las condiciones


particulares del contrato, este puede ser imputable al propio asegurado que,
cuando inicialmente hizo las declaraciones correspondientes en la propuesta,
pudo actuar de mala fe, auto perjudicándose al asignar a los bienes
asegurados un valor superior al que realmente tenían y comprometiéndose, en
consecuencia, a satisfacer una prima mayor, o bien actuó con negligencia al
no declarar el precio exacto, ante cuya manifestación realmente los
aseguradores son impotentes para realizar las investigaciones oportunas
encaminadas a establecer el precio exacto del valor asegurado en cada caso
concreto, por las dificultades prácticas que estas comprobaciones individuales
exigirían.

Valoración defectuosa del objeto asegurado (infraseguro).


Por el contrario, en este caso, es lógico que la postura que mantenga la
entidad de seguros consista en no abonar más cantidad de la asegurada, en
proporción a la cual ha percibido las primas, aunque realmente el precio del
valor en venta del objeto dañado sea superior al capital asegurado.
¿Cómo se resuelve?  Reglas expuestas en 4.2. y 4.3.

4.2.- Regla proporcional (art. 553), en el infraseguro (underinsurance).


Fórmula que se aplica en la determinación de la cifra indemnizatoria que, en
caso de siniestro parcial, debe satisfacer la entidad aseguradora, en virtud de
la cual, cuando existe infraseguro (es decir, cuando el capital garantizado en
la póliza es inferior al valor real del objeto asegurado) el daño debe ser
liquidado teniendo en cuenta la proporción que exista entre el capital
asegurado y el valor real en el momento del siniestro.

Si, p. ej., un edificio, cuyo valor real es de 1.000.000 de pesos, está asegurado
contra el riesgo de incendio por sólo 750.000 millones, en caso de siniestro
que destruya sólo la mitad del inmueble, la indemnización de la aseguradora,
en virtud de la regla proporcional, sólo será la mitad de 750.000 millones y no
la mitad de 1.000.000 de pesos.

Sin embargo, las partes pueden pactar que no se aplique la regla proporcional
prevista en el inciso primero del art. 553, en cuyo caso el asegurado no
soportará parte alguna del daño si ocurriera un siniestro, a menos que éste
exceda la suma asegurada.

4.3.- Sobreseguro o supraseguro (overinsurance). (art. 558).


Situación que se origina cuando el valor que el asegurado o contratante
atribuye al objeto garantizado en una póliza es superior al que realmente
tiene.
Como el seguro no puede originar enriquecimientos injustos, y a fin de evitar
que los seguros se conviertan en apuestas así como para evitar conductas
fraudulentas, en caso de siniestro sólo se indemnizará hasta el valor del bien
y, en consecuencia, la entidad aseguradora sólo está obligada a satisfacer el
daño efectivamente causado.

Efectos del sobreseguro:


Si ocurre el siniestro, la indemnización cubrirá el daño producido, de
acuerdo con el valor efectivo del bien.
Si aún no ocurre, cualquiera de las partes podrá exigir reducción del valor
asegurado, así como la de la prima, salvo caso art. 554.-
Sanción legal en caso de sobreseguro:
Si el sobreseguro proviene de mala fe del asegurado, el contrato será nulo, no
obstante lo cual el asegurador tendrá derecho a la prima a título de pena, sin
perjuicio de la acción criminal a que hubiere lugar (art. 558).-

4.4.- Concurrencia de seguro (concurrence of insurance cover) Pluralidad


de seguros. (art. 556)
Situación que se plantea cuando sobre el mismo objeto existen varios seguros
del mismo tipo, de tal modo que, teóricamente, si se produjera la pérdida de
dicho objeto a consecuencia de un siniestro, las indemnizaciones conjuntas
debidas por las distintas aseguradoras sobrepasarían el valor real del objeto y
serían, por tanto, causa de lucro para el tomador del seguro.
Esta situación sólo sería permisible en los seguros sobre la vida humana, por
la propia indeterminación del valor del objeto asegurado, que no puede
limitarse económicamente.

En el seguro de daños, por ejemplo, cada una de las aseguradoras


concurrentes sólo pagaría la parte proporcional del capital asegurado en la
respectiva póliza, sin que el conjunto de las indemnizaciones sobrepasara el
valor real de los daños producidos por el siniestro. La concurrencia de seguros
es distinta del coaseguro, ya que en este último, si bien existen varios
contratos sobre el mismo objeto, el importe total asegurado no sobrepasa el
valor de dicho objeto.

4.5.- Coaseguro (coinsurance). (art. 557).


Se da este nombre a la concurrencia acordada de dos o más entidades
aseguradoras en la cobertura de un mismo riesgo.
Desde un punto de vista técnico, el coaseguro es uno de los sistemas
empleados por los aseguradores para homogeneizar cuantitativamente la
composición de su cartera, puesto que a través de él sólo participan respecto a
determinados riesgos en proporciones técnicamente aconsejables.

Desde un punto de vista jurídico, la ventaja del coaseguro frente al


reaseguro, que técnicamente le reportaría la misma utilidad (dispersión o
distribución de riesgos), estriba en que en aquel cada coaseguradora sólo
responde por la participación que ha asumido, mientras que en el caso del
reaseguro el asegurador responde por todo el riesgo, aunque, ocurrido el
siniestro, puede recobrar la participación correspondiente de sus
reaseguradores.

Administrativamente, el coaseguro puede ser de póliza única, en cuyo caso


en la misma póliza firman todos los coaseguradores, fijándose en ella el
porcentaje de participación de cada uno sobre el total del riesgo, o de pólizas
separadas si cada coasegurador emite su propia póliza, garantizando en ella
su participación individual en el riesgo.

Desde un punto de vista comercial, es frecuente que la entidad que


consiguió la operación (denominada abridora) abone al gestor de la misma la
totalidad de la comisión, obteniendo ella otras comisiones de los respectivos
coaseguradores a quienes ofrece la participación en el riesgo, a fin de
compensar sus gastos de producción. También es frecuente que sea tal
entidad la que se encargue de cobrar todas las primas y de liquidar la
totalidad de los siniestros, abonando o cargando, respectivamente, a
continuación, las cantidades correspondientes a los demás coaseguradores.

EFECTOS DEL CONTRATO DE SEGURO

1.- Obligaciones del Asegurado. (art. 524)

1.1.- Obligaciones anteriores o coetáneas con la celebración del contrato.


(art. 524 N° 1 y N° 2).
Deber de sinceridad en la información. (principio de la máxima buena
fe) para:
Identificar la cosa asegurada;
) apreciar la extensión de los riesgos;
existencia de otros seguros que amparen el mismo objeto.
Para cumplir con los deberes de las letras a y b precedentes (N°1 art. 524), es
suficiente que el contratante informe al tenor de lo que solicite la Compañía
Aseguradora, sobre los hechos y circunstancias que conozca y sirvan para
identificar la cosa asegurada y apreciar la extensión de los riesgos (art. 525).

Sanción de incumplimiento:
Si el siniestro no se ha producido, y el contratante hubiere incurrido
inexcusablemente en errores, reticencias o inexactitudes determinantes del
riesgo asegurado en la información que solicite el asegurador, éste podrá
rescindir el contrato. (en realidad puede demandar la nulidad).
Si el siniestro se ha producido, el asegurador quedará exonerado de su
obligación de pagar la indemnización si proviene de un riesgo que hubiese
dado lugar a la rescisión del contrato de acuerdo al inciso anterior y, en caso
contrario, tendrá derecho a rebajar la indemnización en proporción a la
diferencia entre la prima pactada y la que se hubiese convenido en el caso de
conocer el verdadero estado del riesgo.
1.2.- Obligaciones durante la vigencia del contrato. (Contrato de tracto
sucesivo).
Pagar la prima (N° 3 art. 524)

Cuidado de un buen padre de familia.


Emplear el cuidado y celo de un diligente padre de familia para prevenir el
siniestro (N° 4 art. 524)

No agravar el riesgo. (N° 5 art. 524).


El asegurado no puede variar el lugar del riesgo ni cualquiera otra
circunstancia que se haya tenido a la vista para estimarlo.
En este sentido, el artículo 567 dispone que la póliza deberá expresar la
ubicación, destino y uso de los inmuebles asegurados, y de los edificios
colindantes, en cuanto estas circunstancias puedan influir en la estimación
de los riesgos.
Iguales menciones deberá contener la póliza respecto a los inmuebles en que
se encuentren colocados o almacenados los bienes muebles, cuando el seguro
verse sobre estos últimos.

1.3.- Obligaciones a consecuencia del siniestro.


Tomar todas las providencias necesarias para salvar la cosa asegurada
o para conservar sus restos;
Obligación relacionada con el salvataje, con el objeto de conservar los restos
náufragos (derecho marítimos) también aplicable a los contratos de seguro
terrestre.
El salvataje* tiene importancia porque en el caso de daño parcial de la cosa
asegurada, el asegurado puede hacer dejación de los objetos asegurados a
favor de la compañía, esto es, puede abandonar voluntariamente los restos de
la cosa asegurada, pasando el dominio de estos bienes a la compañía
aseguradora.
La dejación es un modo de adquirir el dominio particular, propio del derecho
marítimo, pero que no obstante ello, se ha incorporado en las pólizas de los
contratos de seguros. (art. 564)

*Salvataje, es el importe que resulta por la venta de los restos de un siniestro

Notificar al asegurador, tan pronto sea posible una vez tomado


conocimiento, la ocurrencia de cualquier hecho que pueda constituir o
constituya un siniestro, y
Acreditar la ocurrencia del siniestro denunciado, y declarar fielmente y
sin reticencia, sus circunstancias y consecuencias.
2.- Obligaciones del Asegurador.

2.1.- Asesorar y asistir (art. 529).

2.2.- Entregar la póliza dentro de cinco días hábiles (art. 519).

2.3.- Indemnizar (art. 529).

2.1.- Asesorar y asistir (art. 529).


Cuando el seguro se contrate a través de corredor, esta obligación recae en
aquél (inciso 5° art. 57 DFL 251/31):
Deben asesorar a la persona que desea asegurarse por su intermedio,
ofreciéndole las coberturas más convenientes a sus necesidades e intereses e
ilustrándola sobre las condiciones del contrato, debiendo asistirla durante
toda su vigencia, especialmente en las modificaciones que eventualmente
correspondan y al momento de producirse un siniestro.

2.2.- Entregar la póliza dentro de cinco días hábiles (art. 519).


Está obligación la cumple la Compañía entregando la póliza en el plazo de 5
días al asegurado o al Corredor y, en este caso, el Corredor la debe entregar al
asegurado en otros 5 cinco días (todos hábiles).

2.3.- Indemnizar (art. 529 N° 2).

Esta es la gran obligación que interesa al asegurado y, al decir de algunos, la


única real que pesa sobre el Asegurador.

Requisitos para que proceda la indemnización

 Existencia del contrato.

 Cumplimiento de las obligaciones del asegurado.

 Que el riesgo siniestrado esté bajo cobertura.

 Que el siniestro ocurra durante la vigencia del contrato.


2.3.1. Existencia del contrato, que hoy es consensual (póliza) art. 515 y
519.

2.3.2. Cumplimiento de las obligaciones del asegurado (art. 524).


Deber de sinceridad en las declaraciones de la propuesta.
No agravar los riesgos.

Es importante tener presente que el siniestro se presume ocurrido por un


evento que hace responsable al asegurador. (art. 530) (Antes, el art. 539
disponía que se presumía siempre que el siniestro ocurría por caso fortuito).
El asegurador puede acreditar que el siniestro ha sido causado por un hecho
que no lo constituye en responsable de sus consecuencias, según el contrato o
la ley. (531).

Esta norma contiene una inversión del Onus Probandi que dispone el Código
Civil en su art. 1547, sobre responsabilidad contractual ya que en el seguro
al asegurado le basta con probar que se produjo el siniestro. Si la
compañía no quiere pagar, a ella le corresponderá probar.
Art. 1547 CC.

La prueba de la diligencia o cuidado incumbe al que ha debido emplearlo;


la prueba del caso fortuito al que lo alega.
Todo lo cual, sin embargo, se entiende sin perjuicio de las disposiciones
especiales de las leyes, y de las estipulaciones expresas de las partes.
También es importante recordar en este punto que las normas del Código de
Comercio en materia de seguros son de carácter imperativas (art. 542) y, por
tanto esta regla no podrá ser alterada por la Compañía Aseguradora.

2.3.3. Que el riesgo siniestrado esté bajo cobertura.


Riesgos descritos en la póliza, con excepción de las situaciones expresamente
excluidas por ella. A falta de estipulación, el asegurador responde de todos los
riesgos que por su naturaleza correspondan, salvo los excluidos por la ley.
(530)
Monto hasta el que se encuentra cubierto el riesgo.

2.3.4.- Que el siniestro ocurra durante la vigencia del contrato (art. 523).

2.3.5.- Forma de cumplimiento de la obligación de indemnizar. (563)

Dinero
Forma de indemnizar Reparación
Reposición
DINERO:
De acuerdo con el art. 10 del DFL 251/31, se debe pagar en pesos chilenos
según el valor de la UF al día del pago.
En moneda extranjera.
En pesos pero con una forma de reajustabilidad distinta cuando la SVS lo
hubiera previamente autorizado a través de una NCG.

REPOSICIÓN:
En los seguros reales, al tiempo de contratar el seguro, las partes podrán
estipular que el pago de la indemnización se hará sobre la base del valor de
reposición o de reemplazo del bien asegurado, sin exceder del límite de la
suma asegurada. Tratándose de mercaderías, podrán acordar que la
indemnización corresponda a su precio de venta en el mercado.

REPARACIÓN.
De conformidad con lo dispuesto en el art. 563, el Asegurador también puede
indemnizar el siniestro mediante la reparación de la cosa asegurada, siempre
que así se hubiera pactado, sino será siempre en dinero.

Llegado este punto es preciso recordar los principios indemnizatorios:

Bona fide, art. 524 N° 1 – 525 – 1177 N° 4.


Mera indemnización, art. 550 – 552 inc. 3° - 556
De la cobertura, art. 529 N° 2.-
De la contribución, art. 556 inc. 2° - 557.-
Respecto de este último caso recordar el tratamiento que el Código de
Comercio aplica para los casos de infraseguro (art. 553) y sobreseguro (art.
558).

Respecto del caso del infraseguro, las partes pueden pactar que no se aplique
la regla proporcional y en tal caso corresponderá al que se denomina seguro a
primer riesgo (first risk insurance) y que es aquel por el que el asegurador
renuncia a aplicar la regla proporcional contenida en el inc. 1° del 553 y se
obliga a pagar, en caso de siniestro, el importe total de los daños, hasta donde
alcance el capital garantizado.
Esta forma de contratación de seguros no es demasiado extendida en los
seguros de hogar, y se utiliza más habitualmente en los seguros de robo para
bienes de alto valor, pero puede ser utilizada sin ningún problema en
cualquier caso.
El asegurado contrata un seguro que en vez de tener en cuenta cual es el
valor de los bienes asegurados, se basa en la cantidad máxima indemnizable,
independientemente del valor real de un posible siniestro.
Por ejemplo, si tenemos una póliza a primer riesgo de 6 millones y el
asegurado es víctima de un robo cuya indemnización entre los bienes robados
y los desperfectos ocasionados en el hogar suman 14 millones, la Aseguradora
sólo se hará cargo de los 6 millones iniciales.

Este tipo de seguro es entonces útil si el valor total de los bienes asegurables
es muy alto, pero el Asegurado cree poco probable que puedan ser motivo de
robo o daño todos ellos, por lo que opta por elegir una cantidad con la que
cree puede estar seguro frente a un futuro incidente, ahorrándose tener que
contratar un seguro de hogar por la suma total de sus bienes.

Acciones del Asegurado.


Las acciones emanadas del contrato de seguro prescriben en el término de
cuatro años, contado desde la fecha en que se haya hecho exigible la
obligación respectiva. (541).
En el caso de los seguros de transporte terrestre (577) y marítimo (1248), el
plazo de prescripción es de dos años.

Acción de avería.
Acciones
Acción de dejación.

Acción de avería.
La acción que posee el Asegurado se denomina en doctrina de AVERÍA,
expresión tomada del Derecho Marítimo para pérdidas parciales o destrucción
(art. 1087) y recogida también por el mismo Código en el contrato de
transporte terrestre (art. 207 y 210)

Acción de dejación.
Dejación: la transferencia del objeto del seguro en favor del asegurador, en
caso de pérdida total (513 i).

Es un modo de adquirir el dominio que tiene lugar cuando el Asegurado


abandona en favor del Asegurador los restos de la cosa siniestrada, acto por
el cual el Asegurador adquiere el dominio de dichos restos.
En nuestra legislación sólo puede tener lugar cuando ha sido expresamente
pactada (564).
El objeto o consecuencia es que la Aseguradora indemnizará el total del valor
de la cosa asegurada y, a cambio, conservará para sí la propiedad del objeto
siniestrado.

Transporte terrestre, art. 210


Derecho marítimo, art. 831 N° 1 – 1178, alternativamente la acción de avería o
de dejación.

Procede en los siguientes casos:

a.- Derecho marítimo:


art. 831 N° 1 dejación válidamente aceptada
Art. 1178 asegurado puede ejercer la acción de avería o de dejación (y
procederá en casos de pérdida de ¾ partes del valor).

b.- Seguro transporte terrestre.


Sin perjuicio del definición contenida en el art. 513 y la condición de
procedencia que dispone el at. 564, la aplicación efectiva de esta acción se
encuentra sujeta respecto de los contratos de seguros terrestres a las normas
que sobre esta materia se disponen para los seguros marítimos. (art. 577),
esto es artículos 1158 y ss.

Causas de terminación del contrato de seguro

1.- Resciliación: Llamada también mutuo disenso, es un modo de extinguir


las obligaciones, por lo que es requisito fundamental que la obligaciones se
encuentren pendientes, y que consiste en una convención para dejar sin
efecto un acto jurídico válidamente celebrado, por mutuo consentimiento de
todos los que intervinieron en su celebración.

Procede aun cuando se haya pagado íntegramente la prima, porque la


compañía aseguradora mantiene su obligación de pagar la indemnización si
ocurre el siniestro, pero en tal caso tendrá aplicación la regla del inciso 2° del
art. 520 (restitución de la parte de la prima no ganada por el asegurador).

2.- El Asegurador. Las partes podrán convenir que el asegurador pueda poner
término anticipadamente al contrato, con expresión de las causas que lo
justifiquen, salvo las excepciones legales. (La terminación se producirá a la
expiración del plazo de treinta días contado desde la fecha de envío de la
respectiva comunicación).
3.- El asegurado podrá poner fin anticipado al contrato, salvo las excepciones
legales, previa comunicación al asegurador, sin necesidad de expresión de
causa.

4.- Retracto.
En los contratos de seguro celebrados a distancia, el contratante o asegurado
tendrá la facultad de retractarse dentro del plazo de diez días, contado desde
que reciba la póliza, sin expresión de causa ni cargo alguno, teniendo el
derecho a la devolución de la prima que hubiere pagado.
Este derecho no podrá ser ejercido si se hubiere verificado un siniestro, ni en
el caso de los contratos de seguro cuyos efectos terminen antes del plazo
señalado de 10 días.

5.- Quiebra (art. 540). (Ley 20.720)

5.1.- El Asegurado: declarada la quiebra del Asegurador, estando pendientes


los riesgos, podrá poner fin anticipado al contrato, en cuyo caso tendrá
derecho a la devolución proporcional de la prima, o bien a exigir que el
concurso afiance el cumplimiento de las obligaciones del fallido.

En el caso de quiebra del Asegurador, los créditos de los asegurados por
siniestros ocurridos con anterioridad a la quiebra gozarán de la preferencia
del número 5 del artículo 2472 del Código Civil.

Con todo, los pagos por concepto de reaseguros beneficiarán a los asegurados,
cuyos créditos por siniestros preferirán a cualesquiera otros que se ejercieren
en contra del asegurador, sin perjuicio de contribuir a los gastos de
administración de la quiebra o liquidación, en su caso.
Regularización.

(DFL N° 251/31)
En los casos en que por cualquier motivo ocurra la reducción del patrimonio
de una compañía bajo el mínimo establecido en los artículos 7 ó 16, según el
caso, deberá ser superada en los plazos y condiciones señalados (40 días),
sino se debe convocar a Junta de accionistas para acordar un aumento de
capital (80 días para enterarlo).

Si no hay acuerdo o el acuerdo no se cumple con el pago, se revocará su


autorización de existencia y se constituye en causal de quiebra (insolvencia).

5.2.- El Asegurador, si ocurriere la quiebra del asegurado antes de pagarse el


total de la prima, podrá poner fin anticipado al contrato.
6.- Vencimiento o expiración del plazo: Esta causal se encuentra
establecida prácticamente en todos los contratos de seguro. Generalmente el
contrato de seguro dura 1 año, renovable.

A falta de estipulación sobre su extinción, corresponderá al tribunal


competente determinar hasta cuándo correrán los riesgos por cuenta del
asegurador, tomando en consideración la naturaleza del seguro, las cláusulas
del contrato, los usos y costumbres y las demás circunstancias pertinentes.
(inc. 3° art. 523)

7.- Resolución. (Incumplimiento).


La resolución contractual o resolución por incumplimiento, también
llamada condición resolutoria tácita, es un efecto especial que se produce en
los contratos bilaterales, es decir, en los que las partes se han obligado
recíprocamente, y que consiste en que frente al incumplimiento de una de las
partes, nace para la otra el derecho de pedir que se deje sin efecto el contrato
reparándosele los perjuicios sufridos.
La resolución contractual tiene como efecto principal la cesación de efectos
que emanan de un contrato.
Por ello, la resolución es un supuesto de ineficacia.
Tal ineficacia es sobrevenida, dado que se produce por causas anómalas que
se producen en el devenir de la relación contractual.

7.1.- No pago de la prima. La falta de pago de la prima producirá la


terminación del contrato a la expiración del plazo de quince días contado
desde la fecha de envío de la comunicación que, con ese objeto, dirija el
asegurador al asegurado y dará derecho a aquél para exigir que se le pague la
prima devengada hasta la fecha de terminación y los gastos de formalización
del contrato. (Pacto comisorio calificado – legal, art. 528).

7.2.- Falta de interés asegurable. Si el interés no llegare a existir, o cesare


durante la vigencia del seguro, el contrato terminará (art. 520).

7.3.- Extinción del riesgo después de celebrado el contrato. El seguro


termina si el riesgo se extingue después de celebrado el contrato (art. 536).

7.4.- Proporcionar información sustancialmente falsa al reclamar la


indemnización. Si el asegurado, a sabiendas, proporciona al asegurador
información sustancialmente falsa al reclamar la indemnización de un
siniestro (art. 539).

8.- Rescisión. (Nulidad) es un concepto que hace referencia al negocio


jurídico por el que se deja sin efecto, mediante declaración judicial, un
negocio, contrato o acto jurídico. También conocida como la acción de nulidad
de los contratos o negocios jurídicos.
Se entiende principalmente con respecto a los contratos, negocios o actos
jurídicos que están afectados de la nulidad relativa.
Algunos sistemas jurídicos la consideran como uno de los modos de extinguir
las obligaciones, como por ejemplo, nuestro Código Civil.

Causales de rescisión del contrato de seguro:

8.1.- Errores, reticencias o inexactitudes en que incurra el asegurado al


declarar los riesgos.
Si el contratante hubiere incurrido inexcusablemente en errores, reticencias o
inexactitudes determinantes del riesgo asegurado en la información que
solicite el asegurador de acuerdo al número 1° del artículo anterior, el
asegurador podrá rescindir el contrato.(inc. 3° art. 525)
En realidad es causal de resolución del contrato por incumplimiento de
obligación del asegurado que deberá ser declarada.

8.2.- Rechazo de adecuación.


Si el asegurado rechaza la proposición del asegurador de modificar los
términos del contrato, para adecuar la prima o las condiciones de la cobertura
a las circunstancias no informadas, o no le da contestación dentro del plazo
de diez días contado desde la fecha de envío de la misma, el Asegurador podrá
rescindir el contrato. En este último caso, la rescisión se producirá a la
expiración del plazo de treinta días contado desde la fecha de envío de la
respectiva comunicación.(Art. 525 inc. 3°)

8.3.- Proporcionar información sustancialmente falsa al prestar


declaración art. 524 N°1.
Si el asegurado, a sabiendas, proporciona al asegurador información
sustancialmente falsa al prestar la declaración a que se refiere el número 1°
del artículo 524, el contrato de seguro es nulo (art. 539).

8.4.- Agravación de los riesgos. (art. 526)


Si el siniestro no se ha producido, el asegurador, dentro del plazo de treinta
días a contar del momento en que hubiere tomado conocimiento de la
agravación de los riesgos, deberá comunicar al asegurado su decisión de
rescindir el contrato o proponer una modificación a los términos del mismo
para adecuar la prima o las condiciones de la cobertura de la póliza. Si el
asegurado rechaza la proposición del asegurador o no le da contestación
dentro del plazo de diez días contado desde la fecha de envío de la misma, este
último podrá dar por rescindido el contrato. En este último caso, la rescisión
se producirá a la expiración del plazo de treinta días contado desde la fecha de
envío de la respectiva comunicación.

9.- Ausencia de algunos de los elementos esenciales del contrato de


seguro.
La falta de uno o más de los requisitos esenciales del contrato de seguro (el
riesgo asegurado, la estipulación de prima y la obligación condicional del
asegurador de indemnizar), acarrea la nulidad absoluta del contrato.

10.- Transmisión de la propiedad de la cosa asegurada.


10.1.- Transmitida la propiedad de la cosa asegurada por título universal o
singular, y el seguro hubiere sido consentido por el asegurador en
consideración a la persona del causante, termina el seguro.
10.2.- Transferencia. Si el objeto del seguro o el interés asegurable fueren
transferidos, cesará el seguro de pleno derecho al expirar el término de quince
días, contado desde la transferencia, a menos que el asegurador acepte que
éste continúe por cuenta del adquirente o que la póliza sea a la orden.

11.- Pérdida por causa no cubierta.


La pérdida o destrucción de la cosa asegurada o sobre la cual recae el interés
asegurable, provocado por una causa no cubierta por el contrato de seguro,
producirá su terminación e impondrá al asegurador la obligación de devolver
la prima conforme a lo establecido en el inciso segundo del artículo 520.
Si la pérdida o destrucción fuere parcial, se reducirán la cantidad asegurada y
la prima en la proporción que corresponda.

11.- Cumplimiento de la obligación del Asegurador.


Salvo pacto en contrario, el seguro termina cuando se entregan las
mercaderías al consignatario en el punto de destino.(inciso 2° art. 576).

Tribunales competentes

1.- Superintendencia de Valores y Seguros.


Es una atribución y obligación de la SVS resolver, en casos a su juicio
calificados, en el carácter de árbitro arbitrador sin ulterior recurso, las
dificultades que se susciten entre compañía y compañía, entre éstas y sus
intermediarios o entre éstas o el asegurado o beneficiario en su caso, cuando
los interesados de común acuerdo lo soliciten.
Sin embargo, el asegurado o el beneficiario podrán por sí solos solicitar al
árbitro arbitrador la resolución de las dificultades que se produzcan, cuando
el monto de la indemnización reclamada no sea superior a 120 unidades de
fomento, o a 500 unidades de fomento cuando se trate de seguros obligatorios
(art. 3° letra i) DFL N° 251/31).-

2.- Arbitraje. 543.


Árbitro arbitrador.  No se puede designar árbitro en la póliza.

Cualquier dificultad que se suscite entre el asegurado, el contratante o el


beneficiario, según corresponda, y el asegurador, sea:
en relación con la validez o ineficacia del contrato de seguro, o
con motivo de la interpretación o aplicación de sus condiciones generales o
particulares,
su cumplimiento o incumplimiento,
o sobre la procedencia o el monto de una indemnización reclamada al amparo
del mismo,
será resuelta por un árbitro arbitrador, nombrado de
común acuerdo por las partes cuando surja la disputa. Si
los interesados no se pusieren de acuerdo en la persona
del árbitro, éste será designado por la justicia ordinaria y,
en tal caso, el árbitro tendrá las facultades de arbitrador
en cuanto al procedimiento, debiendo dictar sentencia
conforme a derecho.

Disputas por montos inferiores a 10 mil UF.


En las disputas entre el asegurado y el asegurador que surjan con motivo de
un siniestro cuyo monto sea inferior a 10.000 unidades de fomento, el
asegurado podrá optar por ejercer su acción ante la justicia ordinaria.

LA PÓLIZA

Es el documento justificativo del seguro (art. 513 letra p). Es la formalización


escrita del contrato de seguro.
Pero puede existir contrato de seguro sin póliza ya que actualmente no es un
contrato solemne.

1.- Depósito de Pólizas.


La SVS debe mantener a disposición del público, los modelos de textos de
condiciones generales de pólizas y cláusulas que se contraten en el mercado.
Las entidades aseguradoras podrán contratar con dichos modelos a partir del
sexto día que hubieren sido incorporados al Depósito de Pólizas que, para esos
efectos, llevará la Superintendencia.

Pero, las compañías de seguros del primer grupo, en los casos de seguros de
Transporte y de Casco Marítimo y Aéreo, como asimismo en los contratos de
seguros en los cuales, tanto el asegurado como el beneficiario, sean personas
jurídicas y el monto de la prima anual que se convenga no sea inferior a 200
unidades de fomento, podrán contratar con modelos no depositados en la
Superintendencia, debiendo la póliza respectiva ser firmada por los
contratantes. (art. 3° letra e)

2.- Disposiciones mínimas de la póliza.

2.1.- La Superintendencia fijará, mediante norma de aplicación general, las


disposiciones mínimas que deberán contener las pólizas.

2.2.- Art. 518 del C de C.

3.- No pueden contener redacción poco clara.


Es responsabilidad de la Compañía que las pólizas de seguros que contraten:
Estén redactadas en forma clara y entendible,
Que no sean inductivas a error y
Que no contengan cláusulas que se opongan a la ley.

Consecuencias:
a.- La Superintendencia podrá prohibir la utilización de un modelo de póliza o
cláusula cuando, a su juicio, su texto no cumpla con los requisitos de
legalidad y claridad en su redacción, o con las disposiciones mínimas
señaladas.

b.- En caso de duda sobre el sentido de una disposición en el modelo de


condición general de póliza o cláusula, prevalecerá la interpretación más
favorable para el contratante, asegurado o beneficiario del seguro, según sea
el caso.

4.- Contenido.
Condiciones generales y particulares.
4.1.- Condiciones
4.1.1.- Condiciones generales:
Las condiciones generales son los textos de los contratos tipo, que deben
utilizar las entidades aseguradoras en la contratación de los seguros, que
contienen las regulaciones y estipulaciones por las que se rige el contrato
respectivo.

Estas condiciones deberán contener, a lo menos, las siguientes estipulaciones


relativas a:
 la cobertura y materia asegurada;
 exclusiones;
 obligaciones del asegurado;
 agravación o alteración de riesgo;
 declaraciones del asegurado;
 prima y efectos de su no pago;
 procedimiento de denuncia de siniestro;
 terminación del seguro; comunicación entre las partes y,
 en general, todas aquellas materias destinadas a regular el contrato
que no constituyan condiciones particulares del mismo.

Las condiciones generales se identifican con la nomenclatura POL. Así, por


ejemplo, la póliza de incendio tiene el código POL 1 90 006. Se puede
consultar esta información en el Depósito de Pólizas.

Ejemplo:
Definiciones de términos técnicos usados en la póliza, como por ejemplo,
pérdida total, valor comercial, etc.
Detalle de coberturas o riesgos cubiertos incluidos (por ejemplo, incendio o
inundación, en el seguro de casa).
Detalle de exclusiones o situaciones no cubiertas por el seguro (por ejemplo,
accidentes por practicar deportes peligrosos sin declararlos, en un seguro de
vida).
Límites: son los montos máximos a cubrir por parte de la compañía.
Obligaciones del asegurado: son las responsabilidades del asegurado, como
por ejemplo, hacer denuncio en Carabineros después del siniestro, proteger el
bien siniestrado, etc.
Arbitraje: establece la forma de proceder cuando haya diferencias de
interpretación de la póliza, entre el contratante o asegurado y la compañía de
seguros.

4.2.- Condiciones particulares:


Las condiciones particulares del contrato de seguro son todas aquellas
estipulaciones que regulan aspectos que por su naturaleza no son materia de
las condiciones generales, y que permiten la singularización de una póliza de
seguro determinada, especificando sus particularidades tales como:
requisitos de aseguramiento,
especificación de la materia asegurada;
individualización del asegurador, contratante, asegurado y beneficiario, si
corresponde;
descripción, destino, uso y ubicación del objeto o materia asegurada,
monto o suma asegurada,
prima convenida y su forma de pago,
franquicias, deducibles o límites de cobertura convenidas y duración del
seguro.

Las condiciones particulares no están sujetas a depósito.

Identificación del asegurador: indica nombre y dirección de la compañía


aseguradora.
Datos del contratante: indica nombre y RUT del contratante.
Tipo de seguro o plan: indica si es seguro de auto, casa, vida, etc.
Condición general: indica el código asignado por la Superintendencia de
Valores y Seguros (SVS) a este tipo de póliza. El código permite verificar que es
un producto autorizado por la SVS.
Bien o persona a asegurar: es la identificación de la persona u objeto
asegurado. (Incluye edad en el caso de seguros de vida).
Beneficiarios: son las personas o instituciones que reciben la indemnización
en caso de siniestro.
Coberturas: son los riesgos que la persona contrata por ejemplo, incendio,
fallecimiento, enfermedad, robo, etc. Algunas de ellas son obligatorias y otras
opcionales.
Exclusiones: son los riesgos que no estarán cubiertos por ejemplo,
enfermedades preexistentes en el caso de un seguro de salud.

Monto o capital asegurado: es el monto tope por el cual responde la


compañía de seguros para cada cobertura. Debe indicarse el límite de
responsabilidad de la compañía de seguros y los deducibles, que es la parte
del costo del siniestro que asume o paga el asegurado. Por ejemplo, en el caso
de un deducible de 10 UF, el asegurado paga las primeras 10 UF del siniestro
y la compañía de seguros lo que excede esa cantidad.
Prima: es el monto que pagará el contratante. Corresponde al costo del seguro
y en algunos casos incluye una componente de ahorro. Además, se indica la
periodicidad y forma de pago de la prima.
Vigencia: es el período de duración del seguro.
Fecha del contrato: es la fecha inicial de vigencia de la póliza.
Tablas: en el caso de los seguros de vida se detallan otros datos como costo
máximo de las coberturas, condiciones y cargos por rescates o retiros
parciales, condiciones de préstamos, valores garantizados, etc.
En las condiciones particulares además se indican situaciones específicas
como por ejemplo, prestaciones de servicios de asistencia al hogar o
automóvil, etc.

5.- Modificaciones del contrato de seguro.


Una vez extendida la póliza, documento que da cuenta de las condiciones del
contrato, puede ser modificado, lo que se hace a través de un documento
denominado “endoso”, que en los términos del art. 513 letra j) es; la
modificación escrita de la póliza, a menos que aparezca que dicho término ha
sido empleado en su acepción común.

6.- Tipos de seguro:


6.1.- Pólizas flotantes, es aquella por la que, en virtud de las características
especiales del riesgo (variabilidad del objeto asegurado, modificación en la
cuantía del capital cubierto, etc.), se concede al asegurado, dentro de ciertos
límites y previo reconocimiento de determinadas condiciones, una garantía
«abierta» en la que pueden establecerse aumentos o reducciones.
Normalmente, la póliza flotante es consecuencia del deseo de simplificar
administrativamente los trámites que exigiría la actualización sucesiva del
contenido de una póliza en la que el objeto asegurado estuviese sujeto a
variaciones de diversa índole.

Por ejemplo, en una póliza colectiva de accidentes individuales del personal de


una empresa, en la que periódicamente se están produciendo contrataciones y
desvinculaciones de personal a su servicio, o en una póliza por la que se
cubra el riesgo de incendio de las mercancías depositadas en unos grandes
almacenes.
En tales casos, la póliza flotante es un imperativo práctico y en virtud de ella,
dentro de ciertos límites, quedan asegurados en todo momento todos los
empleados de la industria o todas las mercancías en stock, utilizando los
ejemplos anteriores. (Art. 548)

Nuestro Código la define como el contrato normativo que da cuenta, en


términos generales, de estipulaciones pactadas para relaciones específicas de
seguros que van a ser objeto de formalización posterior. (Art. 513 letra r).
6.2.- Reaseguro. 584, 585, 586, 587.
En términos simples, es un acuerdo mediante el cual un asegurador,
denominado cedente, transfiere a otro asegurador, denominado reasegurador,
la totalidad o una parte de sus riesgos y éste recibe una parte de la prima.
También se le puede definir como un instrumento técnico del que se vale una
entidad aseguradora para conseguir la compensación estadística que necesita,
igualando u homogeneizando los riesgos que componen su cartera de bienes
asegurados mediante la cesión de parte de ellos a otras entidades.
En tal sentido, el reaseguro sirve para distribuir entre otros aseguradores los
excesos de los riesgos de mayor volumen, permitiendo el asegurador directo (o
reasegurado cedente) operar sobre una masa de riesgos aproximadamente
iguales, por lo menos si se computa su volumen con el índice de intensidad de
siniestros. También, a través del reaseguro, se pueden obtener participaciones
en el conjunto de riesgos homogéneos de otra empresa y, por lo tanto,
multiplicar el número de riesgos iguales de una entidad.

El reaseguro tiene carácter internacional, especialmente


por las grandes sumas comprometidas, lo que no significa
que no existan Reaseguradoras nacionales, que las hay.

No existe relación contractual entre el asegurado y la


Compañía Reaseguradora, tal que, en los términos del
artículo 585 del Código, el reaseguro no altera en forma
alguna el contrato de seguro y, por tanto, no puede el
asegurador diferir el pago de la indemnización de un
siniestro al asegurado, en razón del reaseguro.

6.3.- Retrocesión. Es un reaseguro que hace el reasegurador de una parte


del riesgo que él previamente ha asumido. Supongamos, p. ej., que un
asegurador directo concierta una póliza con un capital asegurado de 20.000
UF de los que retiene 2.000 UF y cede las 18.000 restantes al reasegurador A,
quien, a su vez, retiene 8.000 UF y cede al reasegurador B las otras 10.000
UF. Esta segunda cesión del reasegurador A al B recibe el nombre de
retrocesión. (inc. 2° art. 584).

7.- Defensa del asegurado.


7.1.- Representación Judicial del Asegurado.
Dice relación con las acciones judiciales que terceros puedan dirigir contra el
asegurado en los casos en que el derecho demandado esté cubierto.
El asegurador tiene el derecho de asumir la defensa judicial del asegurado
frente a la reclamación del tercero.
Si la asume, tendrá la facultad de designar al abogado encargado de ejercerla
y el asegurado estará obligado a encomendar su defensa a quien el asegurador
le indique. El asegurado prestará al asegurador y a quienes éste encomiende
su defensa, toda la información y cooperación que sea necesaria.

Conflicto de intereses.
No obstante lo anterior, cuando quien reclame esté también asegurado con el
mismo asegurador o exista otro conflicto de intereses, éste comunicará
inmediatamente al asegurado la existencia de esas circunstancias, sin
perjuicio de realizar aquellas diligencias que por su carácter urgente sean
necesarias para su defensa. En dichos casos, y también cuando se trate de
materia penal, el asegurado podrá optar siempre entre mantener la defensa
judicial a cargo del asegurador o encomendar su propia defensa a otra
persona. En este último caso, el asegurador responderá de los gastos de
defensa judicial hasta el monto pactado en la póliza. (art. 573).

7.2.- Transacción.
Se prohíbe al asegurado aceptar la reclamación contraria o transigir judicial o
extrajudicialmente con el tercero afectado, sin previa aceptación del
asegurador. El incumplimiento de esta obligación, exime al asegurador de la
obligación de indemnizar.
No constituye incumplimiento la circunstancia de que el asegurado, en las
declaraciones que formule, reconozca hechos verídicos de los que se derive su
responsabilidad.

EL SEGURO DE CAUCIÓN, O SEGURO DE GARANTÍA.

Es aquel contrato de seguro mediante el cual el asegurador se obliga a


indemnizar al asegurado por los perjuicios que sufra en caso de que
el tomador del seguro incumpla las obligaciones, legales o contractuales, que
mantenga con éste.
Según el artículo 582 "Por el seguro de caución el asegurador se obliga a
indemnizar al asegurado los daños patrimoniales sufridos en caso de
incumplimiento por el tomador del seguro o afianzado, de sus obligaciones
legales o contractuales.”

incumplimiento = siniestro

Características:
a.- Aun cuando el contrato es perfecto desde que el tomador contrata con la
Compañía el respectivo seguro, para que produzca sus efectos, es necesario
que el beneficiario la acepte.

b.- "El garante (aseguradora) no puede cuestionar el incumplimiento del


tomador; se excluye la discusión sobre la producción del siniestro".

c.- Todo pago hecho por el asegurador deberá serle reembolsado por el
tomador del seguro.

Obligaciones del asegurado:


Tan pronto el tomador o afianzado incurra en una acción u omisión que
pueda dar lugar a una obligación que deba ser cubierta por el asegurador, el
asegurado deberá:
a.- Tomar todas las medidas pertinentes para impedir que dicha obligación se
haga más gravosa y,
b.- Para salvaguardar su derecho a reembolso, en especial, interponer las
acciones judiciales correspondientes.
Incumplimiento del asegurado:
Dan lugar, según su gravedad, a la reducción de la indemnización o la
resolución del contrato.

Seguro de garantía o caución a primer requerimiento.


En este caso, la indemnización deberá ser pagada al asegurado dentro del
plazo que establece la póliza, sin que la oposición de excepciones pueda ser
invocada para condicionar o diferir dicho pago.
En esta modalidad, el siniestro se entiende producido por la simple
reclamación de pago del asegurado (beneficiario)".

Aplicación.
El seguro de caución encuentra su razón de ser cuando una de las partes del
contrato exige a la contraparte una garantía que brinde el cumplimiento de las
obligaciones que ha contraído.
Una forma sencilla de obtener esta garantía es la contratación del seguro que
nos ocupa, puesto que si el obligado incumple, la aseguradora se hace cargo
de las indemnizaciones que resulten del incumplimiento, dentro de los límites
pactados. Se trata de un seguro muy utilizado para la firma de contratos con
la Administración Pública.

El tomador del contrato sería la empresa contratista, y el asegurado o


beneficiario la Administración Pública contratante.
La principal ventaja de este tipo de garantía radica en que, a diferencia de
otras fórmulas, como la fianza o aval bancario, no implica grandes pérdidas de
disposición sobre el activo circulante: basta con pagar la prima del seguro
para estar legalmente cubierto a todos los efectos.
Ahora bien, de tener el asegurado que ser indemnizado por el asegurador, el
tomador tiene la obligación de devolver a la Compañía las cantidades que
hubiesen sido pagadas.
SEGUROS DE PERSONAS

Sección Tercera, Título VIII del Libro II del Código de Comercio. Artículos 588
a 601.

1.- Detractores.
En su origen, el seguro de vida era considera
do inmoral, porque se entendía que podía inducir al beneficiario (herederos
por ejemplo) a provocar la muerte del asegurado.
Además, se sostenía que atentaba contra el principio de mera indemnización,
ya que ninguna indemnización podía constituir una ganancia y, en tal sentido,
para el beneficiario, surgen algunas preguntas determinar la equivalencia:

¿Cuánto vale la vida del asegurado?


¿Cuál es el interés pecuniario que el beneficiario desea cubrir?

Sección Tercera, Título VIII del Libro II del Código de Comercio. Artículos 588
a 601.

2.- Defensores.
La ley permite instituciones que podrían provocar las mismas dudas como el:
Testamento, 999
Usufructo, 764;
Renta vitalicia, 2464;

El primer país que lo permitió fue Inglaterra, cuando dictó la Life Assurance
Act 1774, conocida como Gambling Act de 1744.
Es la ley impidió el abuso del sistema de seguro de vida para evadir las leyes
de juego.
Antes de la ley, era legalmente posible, para cualquier persona, contratar un
seguro sobre la vida de cualquier otra persona, independientemente de si el
beneficiario de la póliza tenía interés legítimo en la persona cuya vida se
aseguraba.
Como tal, el sistema de seguro de vida proporcionaba un resquicio legal para
una forma de juego: Una póliza de seguro podía ser suscrita por un tercero no
relacionado, que estipulaba que determinada persona moriría o no antes de
una fecha determinada y, confiando en el azar, para determinar si el
"asegurador" o "tomador" se beneficiarían de este evento.

Es interesante que el actual artículo 589 pretenda describir el interés


asegurable en materia de seguro de personas cuando, lo que en realidad hace,
es describir quien puede tomar un seguro y quien puede ser beneficiario.
Es decir, no se refiere a cuál debe ser el contenido del interés.

El actual texto legal no distingue qué tipo de interés debe existir, si material o
moral, a diferencia del texto anterior, de acuerdo con el cual:

Se ha sostenido que el nombre de la actual Sección Tercera “De los seguros


de personas” es más adecuado a la materia que trata que el antiguo párrafo
4° “Del seguro de vida”, porque en sus disposiciones no se encuentra regulado
exclusivamente el seguro sobre la vida o existencia de las personas (siniestro =
muerte), sino también

la integridad física o intelectual,


la salud,
los que garantizan a éstas, dentro o al término de un plazo, un capital o
una renta temporal o vitalicia.

3.- Partes del contrato.


Contrayente.
Asegurado.
Beneficiario.

4.- Características.
4.1.- El seguro de vida no participa del carácter meramente indemnizatorio o
de compensación de los otros contratos de seguro.

4.2.- En este seguro, el pago de la indemnización que hace la compañía no


constituye la reparación del daño.

4.3.- Como consecuencia de la anterior característica, no hay subrogación.

4.4.- No hay valor de reemplazo.

4.5.- No puede haber sobreseguro, ni tampoco infraseguro


4.6.- Lo que en este tipo de contrato se asegura es un CAPITAL, que el difunto
no alcanzó a formar y, en caso de sobrevivencia, no pudo constituir.

4.7.- Por lo señalado, la prima como la indemnización, se pueden convenir


libremente.
4.8.- Rescate y reducción de la suma asegurada.
En la póliza de seguro se pueden regular los derechos de rescate y de
reducción de la suma asegurada, de modo que el asegurado pueda conocer en
todo momento el correspondiente valor de rescate o de reducción.

5.- Tipos de seguro de personas.

Seguro de personas muerte


salud fisica
sobrevivencia intelectual

Y cada uno puede adoptar distintas modalidades, como por ejemplo el seguro
de vida (muerte) si muere en cualquier momento o si la muerte le sobreviene
en un plazo o lugar determinado (viaje).

Una modalidad particular del seguro de vida, es el de desgravamen, que tiene


por objeto que, si fallece el deudor asegurado, la Compañía pagará a la
entidad financiera, acreedora del asegurado, la deuda que éste mantenía con
aquel a la fecha del deceso.
Tiene por efecto que:
a.- Prepaga la totalidad de la deuda; y en consecuencia,
b.- Libera a sus herederos de la carga.

6.- Limitaciones. (589)


6.1.- Consentimiento del asegurado:
La ley dispone que en aquellos casos en que el tomador y asegurado son
personas distintas, se requiere el consentimiento escrito de este último.
6.2.- Menores:
La ley no permite contratar seguro para el caso de muerte de menores de
edad o incapacitados.
Sanción: Los seguros contratados en contravención a estas normas serán
absolutamente nulos y el asegurador estará obligado a restituir las primas
percibidas, pudiendo retener el importe de sus gastos, si ha actuado de buena
fe.

7.- Deber de información.


En los seguros de personas, el deber de información adopta ciertas
características particulares.-
7.1.- Exámenes médicos.
Para apreciar la extensión de los riesgos el Asegurador puede solicitar
exámenes médicos.
7.2.- Actividades del asegurado.
No hace referencia a la información de actividades de riesgo que pueda
realizar el asegurado, ni como labor habitual o como hobby.
Sin perjuicio de lo cual dichas consultas se harán en los términos del artículo
525 y,
7.3.- Riesgo progresivo.
Entre otros antecedentes que la Compañía necesita conocer será, la edad del
asegurado, ya que se trata de riesgos progresivos, es decir, aumentan con la
edad del asegurado.
7.4.- Otros seguros.
No es relevante y por tanto no se requiere informar.

8.- Derechos del beneficiario.


8.1.- El monto de las indemnizaciones de los seguros sobre la vida cede
exclusivamente en favor del beneficiario.
8.2.- El pago de la indemnización no constituye renta (art. 17 N° 3 del DL 824.
8.3.- La indemnización no puede ser objeto de acciones de los acreedores
hereditarios.
8.4.- No está afecta al pago de impuesto a la herencia (no forma parte de
inventario de la posesión efectiva).
8.5.- Es inembargable (art. 445 N° 6 del CPC).
8.6.- Para recibir la indemnización no se requiere aceptar la herencia (porque
no forma parte de ella).
8.7.- La indemnización no ingresa a la masa de bienes en liquidación (porque
no formaba parte del patrimonio del fallido que fallece).
8.8.- Si el asegurado es uno de los cónyuges y el beneficiario es el otro, la
indemnización, no ingresa a la sociedad conyugal.

9.- Indisputabilidad.
9.1.- La ley 20.667 introdujo un plazo de 2 años, transcurrido el cual la
Compañía no puede invocar la reticencia o inexactitud de las declaraciones
que influyan en la estimación del riesgo, excepto cuando hubieren sido
dolosas.(592)

Antes se pactaba en una cláusula especial.

9.2.- Para el caso del suicido, salvo pacto en contrario, el riesgo de suicidio del
asegurado sólo quedará cubierto a partir de dos años de la celebración del
contrato, o de haber estado vigente el seguro por igual plazo en virtud de
sucesivas renovaciones.
En este caso, se trata de un elemento de la naturaleza del contrato, ya que
admite que se pacte en contrario. (inc. 2°, 598).

Seguro Obligatorio de Accidentes Personales


1.- SOAP
Es un seguro obligatorio que otorga cobertura en caso de muerte y por las
lesiones corporales que sean consecuencia directa de accidentes en los cuales
intervenga un vehículo asegurado.

Seguro Obligatorio de Accidentes Personales


2.- Características
2.1. Es un seguro exigido y regulado por la 18.490.
2.2. La póliza del seguro SOAP es única, la cual es elaborada por la SVS.
2.3. Este seguro debe ser contratado por todo propietario de un vehículo
motorizado, remolque, acoplados, casas rodantes u otros similares, al
momento de adquirir su Permiso de Circulación.
2.4. Se puede contratar directamente en una aseguradora o por internet en
los sitios web de éstas o a través de sistema POS (Point Of Sale).

Seguro Obligatorio de Accidentes Personales


2.5.- No cubre los daños causados al vehículo, sólo ampara los riesgos de
muerte y lesiones de las personas a consecuencia de accidentes y reembolsa
los gastos médicos y hospitalarios.
2.6.- Cubre los gastos médicos relativos a la atención pre-hospitalaria y el
transporte sanitario, la hospitalización, la atención médica, quirúrgica, dental,
prótesis, implantes, los gastos farmacéuticos y de rehabilitación de las
víctimas.
2.7.- Su contratación consta en un Certificado que es entregado por la
compañía de seguros al propietario del vehículo, el cual contiene entre otras
menciones, los datos del vehículo y la individualización de su propietario.
2.8.- El seguro SOAP tiene preferencia frente cualquier otra prestación
cubierta por una ISAPRE o FONASA u otro seguro complementario de salud o
accidente.

2.9.- Montos de indemnización:


- Muerte: 300 UF por persona
- Incapacidad permanente total: 300 UF por persona
- Incapacidad permanente parcial: hasta 200 UF por persona
- Gastos médicos hospitalarios: hasta 300 UF (nivel 03 FONASA)
Los Beneficiarios en caso de muerte en orden de precedencia son:
1. El Cónyuge sobreviviente;
2. Los hijos menores de edad;
3. Los hijos mayores de edad;
4. Los padres;
5. La madre de los hijos de filiación no matrimonial del fallecido, y
6. A falta de las personas antes indicadas, la indemnización corresponderá a
quien acredite la calidad de heredero.

2.10.- En caso de accidente:


Víctima debe concurrir a un servicio de Urgencia, para ser atendido (a)
por sus lesiones físicas (conductor, pasajero, peatón, ciclista, motorista)
especificando que es accidente de tránsito.
Realizar denuncia en Carabineros de Chile. Para ello debe conocer la
patente del vehículo. Sin este dato es imposible identificar un vehículo
involucrado.
Solicitar certificado otorgado por el Tribunal competente o el Ministerio
Público, en el cual se consignen los datos del accidente de tránsito, de
acuerdo al parte enviado al tribunal competente.
Denunciar el siniestro ante la compañía de seguros.
Guardar los certificados y boletas de gastos médicos en los que haya
incurrido a causa del accidente, así como el documento emitido por el
juzgado o fiscalía. Se presentan en la compañía de seguros para que
reembolse el dinero correspondiente.

2.11.- Los plazos para reclamar los beneficios son:


Regla General: un año contado desde la fecha en que ocurrió el
accidente o a partir de la muerte del accidentado, siempre que haya
ocurrido dentro del año siguiente a la fecha del accidente, según sea el
caso.

- Incapacidad permanente: un año desde la fecha de emisión del certificado


médico, el cual no podrá presentarse luego de dos años desde la fecha del
accidente.

- La compañía de seguros deberá pagar en un plazo de 10 días, contados


desde la presentación de los antecedentes.

LIQUIDACIÓN DE SINIESTROS

1.- Liquidadores de Siniestros


Investigan la ocurrencia de los siniestros denunciados y sus circunstancias,
determinan si éstos están cubiertos por la póliza contratada por el asegurado
y proponen el monto a indemnizar, si corresponde.

2.- Características
2.1.- Los Liquidadores de Siniestros realizan las liquidaciones de los siniestros
que les encomienden las compañías de seguros.
2.2.- La liquidación de siniestros puede ser efectuada directamente por la
aseguradora o por un liquidador externo inscrito en los registros de la SVS.
La decisión debe ser comunicada al asegurado dentro del plazo de 3 días
hábiles contados desde la fecha de la denuncia del siniestro.

3.- Objeto de la liquidación

La liquidación tiene por objeto básicamente determinar la ocurrencia del


siniestro, si este se encuentra amparado por la cobertura de seguro
contratada y, en caso afirmativo, la determinación de la indemnización a
pagar.

4.- Derecho de oposición a la liquidación.


En caso de liquidación directa por la compañía, el asegurado o beneficiario
puede oponerse dentro del plazo de 5 días hábiles, contados desde a
comunicación de la compañía, solicitando, por escrito, que se designe un
liquidador de seguros. La compañía debe designar al liquidador en el plazo de
3 días hábiles contados desde la oposición.

5.- Información al asegurado de gestiones a realizar y petición de


antecedentes.
El liquidador o la compañía, dentro del plazo de 3 días de iniciada la
liquidación, debe informar por escrito al asegurado las gestiones que le
compete realizar y de todos los antecedentes que requiere para liquidar el
siniestro.

6.- Pre – informe de liquidación.


En aquellos siniestros en que surgieren problemas y diferencias de criterios
sobre sus causas, evaluación del riesgo o extensión de la cobertura, el
liquidador puede, actuando de oficio o a petición del asegurado, emitir un pre
– informe de liquidación sobre la cobertura del siniestro y el monto de los
daños producidos, el que deberá ponerse en conocimiento de los interesados.
El asegurado o la compañía, dentro de los cinco días hábiles desde que tomen
conocimiento, podrán hacer por escrito observaciones al pre – informe.

7.- Plazo de liquidación.


Dentro del más breve plazo, no pudiendo exceder de:
Seguros en General: 90 días corridos desde fecha denuncio;
Seguros Vehículos Motorizados: 60 días corridos desde fecha
denuncio;
Seguros Marítimos Cascos o Avería Gruesa: 180 días corridos desde
fecha denuncio.
Prórroga del plazo de liquidación.
Los plazos antes señalados podrán prorrogarse en casos fundados,
sucesivamente por iguales períodos, lo que deberá comunicarse al Asegurado
y a la Superintendencia, pudiendo ésta última dejar sin efecto la ampliación,
en casos calificados, y fijar un plazo para entrega del Informe de Liquidación.

8.- Informe final de liquidación.


El informe final de liquidación deberá remitirse al Asegurado y
simultáneamente al Asegurador, cuando corresponda, y deberá contener
necesariamente la transcripción íntegra de los artículos 24 a 27 del
Reglamento de Auxiliares de Comercio de Seguros (D.S. de Hacienda N° 863
de 1989, D.O. de 5 de Abril de 1990) relativos a la resolución de
impugnaciones formuladas y el derecho del Asegurado a recurrir al
procedimiento arbitral contenido en la Póliza.

9.- Impugnación al informe de liquidación.


Recibido el informe de liquidación, La Compañía y el Asegurado dispondrán de
un plazo de diez días hábiles para impugnarla.
En caso de liquidación directa por la Compañía, este derecho sólo lo tiene el
Asegurado.
Impugnado el informe, el Liquidador dispondrá de un plazo de cinco días
hábiles para responder la impugnación.
10.- Presentación de reclamos.
En caso de tener alguna queja o reclamo referido a la actuación del liquidador
con motivo de la liquidación del siniestro, el asegurado o beneficiario puede
formular una presentación por escrito dirigida a la oficina del liquidador
correspondiente.

Los liquidadores están obligados a tramitar y contestar por escrito las


presentaciones que reciban, absolviendo los requerimientos efectuados por el
peticionario de manera clara, completa y precisa, en el plazo más breve
posible, el que no podrá exceder de 20 días contado desde su recepción.

11.- Autorización:
Los liquidadores de siniestros deben estar registrados en la SVS.

12.- Capital mínimo:


Los liquidadores de siniestros no requieren contar con un capital mínimo para
operar, sin perjuicio de su obligación de contratar pólizas de garantía y
responsabilidad civil en resguardo de sus clientes.

13.- Riesgos que pueden liquidar:


Los liquidadores de siniestros pueden liquidar todo tipo de siniestros.

14.- Obligaciones de los Liquidadores de Siniestros:


Determinar la ocurrencia de un siniestro.
Evaluar si el riesgo está cubierto por la póliza del seguro contratado.
Determinar el valor del objeto asegurado a la fecha del siniestro.
Proponer el monto de la indemnización.
Emitir un informe de liquidación dentro de los plazos señalados por DS N°
1.055 y ponerlo a disposición del asegurado y de la compañía de seguros. (DS.
vigente para siniestros denunciados a contar del 1° de junio de 2013; para
siniestros denunciados antes debe aplicarse el DS. 863, de 1989)

15.- Relación con la SVS


Autorización: Los liquidadores de siniestros deben estar registrados en la
SVS: en el Registro de personas jurídicas liquidadoras de seguros y Registro
de personas naturales liquidadores de seguros.

Inscripción: Los liquidadores de siniestros deben cumplir con los siguientes


requisitos al momento de la inscripción:
Ser chileno o extranjero radicado y mayor de edad.
Tener intachables antecedentes comerciales,
Acreditar conocimientos en materias de seguros,
Tener licencia de educación media o estudios equivalentes y
Deben constituir una garantía para responder por los perjuicios que puedan
ocasionar a los asegurados con objeto de la liquidación.
En caso de ser persona jurídica, deben constituirse legalmente en Chile y sus
administradores y representantes legales deben cumplir con ciertos requisitos.
16.- Inhabilidades: Los liquidadores de seguros no pueden ser martillero
público, agente de aduanas, corredor de seguros, director, gerente, apoderado
o trabajador de éstos o de una aseguradora o reaseguradora.

17.- Supervisión e inspección: La Superintendencia puede, entre otras


cosas, requerir a los liquidadores de siniestros que informen sobre las
liquidaciones que realicen, inspeccionar sus oficinas, examinar
documentación, libros, impartir normas relativas a la presentación de
información financiera y a la forma de llevar su contabilidad.
18.- Reportes: Los liquidadores de siniestros deben presentar a la
Superintendencia, comunicaciones sobre prórrogas, y periódicamente
información sobre ingresos.

19.- Sanciones: Si un liquidador de siniestros contraviene la ley o las normas


reglamentarias, la SVS puede aplicar sanciones de censura, multa,
suspensión de sus operaciones hasta por seis meses y revocación de la
inscripción en el registro.

DELITOS
A los que maliciosamente obtengan el pago total o parcialmente indebido de
un seguro, sea simulando la existencia de un siniestro, provocándolo
intencionalmente, presentándolo ante el asegurador como ocurrido por causas
o en circunstancias distintas a las verdaderas, ocultando la cosa asegurada o
aumentando fraudulentamente las pérdidas efectivamente sufridas, sufrirán
penas de presidio menor (entre 61 días y 5 años de presidio) dependiendo del
monto de lo defraudado. (Ver artículos 483, 483 a y 483 b del Código Penal).

El artículo 470 del CP dispone que las penas del artículo 467 se aplicarán
también:
N° 10°. A los que maliciosamente obtuvieren para sí, o para un tercero, el pago
total o parcialmente indebido de un seguro, sea simulando la existencia de un
siniestro, provocándolo intencionalmente, presentándolo ante el asegurador
como ocurrido por causas o en circunstancias distintas a las verdaderas,
ocultando la cosa asegurada o aumentando fraudulentamente las pérdidas
efectivamente sufridas.

Si no se verifica el pago indebido por causas independientes de su voluntad,


se aplicará el mínimo o, en su caso, el grado mínimo de la pena.
La pena se determinará de acuerdo con el monto de lo indebidamente
solicitado.

Figuras especiales.

TONTINAS.

Asociación de personas que se convienen para realizar una operación lucrativa


consistente en poner entre todas ellas un fondo para repartirlo en una época
dada, con sus intereses, solamente entre los asociados que han sobrevivido y
que siguen perteneciendo a la agrupación. Se denominan así porque esas
asociaciones fueron ideadas por el banquero italiano del siglo XVII Lorenzo
Tonti. En algunas épocas tuvieron cierto desarrollo, pero, desde hace ya
muchos años, han caído en el descrédito.
O sea, son formadas para practicar el ahorro sobre la base de mutualidad y
con la condición de perder sus asociados, en caso de fallecimiento o baja
voluntaria o forzosa, conforme a Estatutos, todo derecho a participar en el
capital o renta que llegue a reunirse con el ahorro de todos.

Contrato de previsión chatelusiano (fundado por el francés Federico


Chatelús, en el siglo XIX, más precisamente el año 1880).

El seguro chatelusiano era una modalidad de seguro de vida no científico, es


decir, no aceptada por el cálculo actuarial, que sin embargo llegó a gozar de
bastante aceptación en Francia y España.

Habría nacido con un innegable tinte político pues se dirigía a la protección de


las clases proletarias mediante la creación de un fondo de renta perpetua.

Su esencia consistía en la administración del fondo creado por las


aportaciones de los socios o partícipes, con el fin de garantizarles el pago de
una renta a los que hubieren cumplido con un número de cotizaciones o
llegado a una determinada edad como miembros activos del fondo.

Se distinguen porque:

Cuando las cuotas o aportaciones de los asociados se


acumulan con sus intereses, para ser distribuidas en
fecha fija a los sobrevivientes, es una tontina.

Cuando el capital se conserva y se acrece indefinidamente


con las nuevas aportaciones y sólo se distribuye la renta a
los que cumplen determinadas condiciones, se llaman
chatelusianas.

Cuando durante cierto tiempo se reparte sólo renta y


después, en determinada época o en determinadas
circunstancias, se reparte el capital, se llaman mixtas.

Estos seguros no científicos fueron prohibidos en Chile con la dictación


de la ley 4228 de 21 de diciembre de 1927 (en España sólo el año 1926)

Seguros del sistema previsional chileno DL 3.500.


1.- Retiro Programado (RP)
La AFP paga la pensión con cargo a la cuenta de capitalización individual del
afiliado.
El monto de la pensión se calcula y actualiza cada año en función del saldo de
la cuenta individual, la rentabilidad de los fondos, la expectativa de vida del
afiliado y/o la de sus beneficiarios y la tasa vigente de cálculo de los retiros
programados.
El monto de la pensión varía cada año, y normalmente disminuye con el
tiempo.
El afiliado mantiene la propiedad de sus fondos y puede cambiarse de AFP y
de modalidad de pensión.
Al fallecer, con el saldo remanente se continuará pagando pensiones de
sobrevivencia a sus beneficiarios y si éstos no existen, los fondos que
eventualmente quedaren se pagarán como herencia.

2.- Renta Vitalicia


Es un contrato de carácter irrevocable por el que una Compañía de Seguros
de Vida (CSV) se obliga a pagar pensiones al causante y a los beneficiarios.
Estos contratos se rigen bajo los Modelos de Pólizas (inmediata y diferida) y los
adicionales con los que se pueden contratar, los cuales son desarrollados y
depositados por la SVS, con consulta a la Superintendencia de Pensiones.
Las CSV deben tener una clasificación de riesgo superior a BB.
Se puede garantizar a los beneficiarios el pago íntegro de la pensión del
causante u otro asegurado garantizado, por un periodo determinado.
Se puede aumentar el porcentaje a recibir por el o la cónyuge debiendo
aumentar el porcentaje de los otros beneficiarios para mantener la proporción
establecida en el D.L. N° 3.500.

Las modalidades de renta vitalicia son:


RV Inmediata.

- RV Diferida.

- RV Inmediata con Retiro Programado.

2.1.- RV Inmediata

La contrata un afiliado o los beneficiarios de un afiliado fallecido con una


CSV. Si la contrata el afiliado, la compañía se obliga al pago de una renta
mensual, fija en UF, para toda la vida del afiliado y fallecido éste, a sus
beneficiarios de pensión. Si la contratan los beneficiarios de un afiliado
fallecido, la compañía se obliga al pago de una renta mensual, fija en UF, para
toda la vida de los beneficiarios vitalicios y hasta los 24 años para los hijos no
inválidos que se encuentren estudiando.
La AFP traspasa a la CSV los fondos del afiliado para financiar la pensión
contratada, dejando el afiliado de tener la propiedad de sus fondos.
Una vez contratada, es irrevocable, por lo que no puede cambiarse de
Compañía de Seguros ni de modalidad de pensión.
Se puede optar por esta modalidad sólo si su pensión es mayor o igual al
monto de la Pensión Básica Solidaria de vejez.
Se pueden contratar Condiciones Especiales de Cobertura, para mejorar la
situación de los beneficiarios de pensión de sobrevivencia.

2.2.- RV Diferida
El afiliado contrata con una CSV el pago de una renta vitalicia mensual, fija
en UF, a partir de una fecha futura, dejando en su cuenta individual de la
AFP un saldo para una renta temporal, por el periodo que va entre la selección
de esta modalidad y el inicio del pago de la renta vitalicia diferida. También
puede ser contratada por los beneficiarios de pensión de un afiliado fallecido.

Respecto de la renta vitalicia que incluye esta modalidad, se pueden contratar


Condiciones Especiales de Cobertura.
La renta vitalicia diferida se puede adelantar:

a) disminuyendo el monto de la renta asegurada,

b) pagando una prima adicional con cargo al saldo que mantuviere en su


cuenta de capitalización individual o voluntaria, o

c) una combinación de las anteriores.

La renta vitalicia diferida no puede ser inferior al 50% del primer pago
mensual de la renta temporal, ni tampoco superior al 100% de dicho primer
pago. En caso de pensiones de sobrevivencia debe ser igual al 100% del
primer pago de renta temporal
La renta vitalicia diferida debe ser igual o mayor que la Pensión Básica
Solidaria de vejez (PBS).

2.3.- RV Inmediata con Retiro Programado


En esta modalidad se dividen los fondos que el afiliado tiene en su cuenta
individual de la AFP y contrata simultáneamente una renta vitalicia inmediata
y una pensión con Retiro Programado.
Respecto de la Renta Vitalicia se pueden contratar Condiciones Especiales de
Cobertura.
Sólo podrán optar por esta modalidad aquellos afiliados que puedan obtener
una renta vitalicia inmediata que sea igual o mayor que la pensión básica
solidaria de vejez.

El retiro programado puede cambiarse posteriormente a una renta vitalicia.


Se puede optar por cualquiera de los fondos de la AFP, con aquella parte del
saldo con la que se acoge a la modalidad de retiro programado cumpliendo
con los requisitos legales del D.L. 3.500

FIN

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