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CONTEXTO HISTORICO PLATON

Platón nació en el siglo V a.C concretamente en el año 427; su vida, historia y obras se
localizan en Atenas. Murió en el año 347 a.C. Respecto a su vida se ha de comentar los
hechos históricos, socioculturales y filosóficos.
El hecho fundamental del contexto histórico y político fue la aparición del gobierno
democrático en Atenas tras la victoria de los griegos frente a los persas en el siglo V a.C,
por lo que la polis adquirió la hegemonía económica, cultural y política de la Hélade.
Durante un tiempo se vivió una época de paz que sucedió desde el año 446 hasta el 432
a.C. En Atenas se puso en funcionamiento el gobierno popular, en la que la democracia
consideraba a todo el pueblo ciudadanos con excepciones de mujeres, extranjeros y
esclavos. Estos ciudadanos tenían voz y voto en asuntos importantes de la ciudad. Más
tarde Atenas y Esparta comenzaron a enfrentarse en la Guerra del Peloponeso. Mientras
esta guerra sucedía Platón recibía una gran educación, es así como conoce a Cratilo.
Cratilo era un fiel seguidor de Heráclito. Cuando tuvo 20 años se produjo su primer
encuentro con Sócrates, lo que le haría decidir su vocación como filosofo.
Tras la guerra con Esparta se restablece la democracia en la ciudad natal de Platón.
Esta democracia es la misma que condena a muerte a Sócrates. Platón se había
preparado para intervenir en política, pero debido a varios sucesos llegó al
convencimiento de que la filosofía era la respuesta a los males sociales. Decepcionado
con el sistema político, decidió exiliarse temiendo ser perseguido. Lo que le ayudó a
centrarse en el estudio político y a un modelo novedoso de estructura estatal. Esto que
manifestado en su obra, “La República”. Donde manifiesta como debe ser la educación
de los futuros gobernantes de la polis, propuso un estado en el que los políticos se
preocupasen del interés general y no del bien propio. Creando lo llamado eutopía
platónica.
Platón, motivado porque el advenimiento de la democracia va acompañado de un
reconocimiento de la opinión (doxa) como de conocimiento superior respecto a la ciencia
(episteme) a contrariedad de su ideología, se convierte en el adversario de la
democracia ateniense. Su fundamento de régimen político fue el gobierno de sabios.
Respecto al ámbito sociocultural se distinguen varios hechos: la revolución cultural
durante el siglo VI en la Hélade. Rotura de los modos de comprensión tradicionales, por
lo que el mito se considero la explicación de fenómenos sobrenaturales. Con la aparición
de Parménides, Anaxímenes, Heráclito… surgió el método racional, que consistía en la
explicación de los fenómenos naturales basándose también en fenómenos naturales.
Platón sería el gran defensor de este método.
En el contexto filosófico, durante el siglo V a.C los protagonistas fueron los sofistas, que
eran pensadores griegos que tenían en común dos características fundamentales:
disciplinas humanísticas y que son los primeros profesionales de la enseñanza. su
principal objetivo era de carácter pedagógico. Los sofistas fueron los responsables del
cambio de problemas, como las preguntas presocráticas por el origen y la estructura de
la fhysis (la naturaleza) y dudas sobre el conjunto de las instituciones y normas humanas,
el nomos, que para los sofistas era una cuestión relativa, producto de las convenciones
humanas. Contra al fenomenismo de los sofistas, se encuentra la filosofía platónica que
se desarrolla para superar el pensamiento metafísico con el enfrentamiento de
Parménides y Heráclito, duplicando la realidad en dos “mundos”: el de las ideas y el
sensible. Frente al relativismo se encontraba Sócrates quien puso las bases para la
posterior filosofía de Platón.
Atenas conservó su superioridad cultural y filosófica, por las dos escuelas que se
abrieron, la de Platón, denominada la Academia, cuya labor fue continuada por su
discípulo Aristóteles, que abrió otra, el Liceo. la filosofía de Platón ha sido la más
influyente de las filosofías, por lo que se puede afirmar que es de los mayores
pensadores de todos los tiempos.
Platón escribía en diálogos los cuales según las etapas de su vida son:
a) Diálogos de juventud o socráticos: contiene los diálogos que escribe Platón antes de
su primer viaje a Siracusa. En ellos se contienen de modo predominante preocupaciones
éticas. Entre estos destacan: Apología de Sócrates, Critón, Protágoras, Ión, Lisis,
Laques, Cármides y Eutifrón.
b) Diálogos de transición: son los primeros diálogos escritos en la Academia; continúan
las cuestiones éticas, pero cobran también intensidad los problemas políticos, así como
los relacionados con la inmortalidad del alma humana. Los más importantes de este
período son: Gorgias, Menón, Crátilo, Hipias Mayor, Hipias Menor, Menéxeno,
Eutidemo,…
c) Diálogos de madurez o doctrinales: en ellos Platón desarrolla sus más famosas
teorías: las Ideas, el conocimiento, la dialéctica, la organización del Estado,…; destacan:
Banquete, Fedón, Fedro, República.
d) Diálogos de vejez o críticos: en estos diálogos, Platón somete a revisión sus propias
ideas anteriores; de entre ellos destacamos: Teeteto, Parménides, Sofista, Político,
Filebo, Timeo, Critias, y Leyes.

El libro de la República fue escrito entre el 389 y el 368 a.C. Consta de diez libros y
responde a distintos objetivos, en el que el fundamental sería la propuesta de construir
una sociedad perfecta basada en la racionalidad y no en los hechos, lo cual es
coherente con el modo platónico de hacer filosofía.
Sócrates nació en Atenas en 470/68, y allí murió en 399. Vivió, por tanto, los dos últimos tercios del
siglo V, la época más espléndida en la historia de su ciudad natal , y de toda la antigua Grecia: el
llamado siglo de Pericles, en honor al célebre político (495-429) que convirtió a Atenas en centro de un
gran imperio e impulsó su extraordinaria cultura. Ese siglo había presenciado la derrota del inmenso
poderío persa por obra de los minúsculos estados griegos (Maratón, 490; Termópilas, 480: Platea,
479); el triunfo helénico se sella en presencial del proceso de expansión política y cultural de Atenas al
término de las guerras medias.
“Todas las edificaciones y obras de arte que embellecieron Atenas en la época de Pericles, las Largas
Murallas que unían la ciudad con el puerto de Pireo, el Partenón, las estatuas de Fidias, los frescos de
Polignoto, fueron comenzadas y terminadas ante sus ojos”.
Intervino en el sitio de Potidea (432-430), sublevada contra Atenas, y en las batallas de Delio (424) y
Antípolis (421), ocasiones en las que dio muestras de gran valentía y fortaleza. Pero Sócrates no sólo
fue testigo del esplendor de Atenas, sino también de su decadencia y del paso de la supremacía griega
a manos de los espartanos. En efecto, en 431 se había iniciado la guerra del Peloponeso , que habría
de acabar con la derrota de Atenas en 404 y el establecimiento en ella de un gobierno oligárquico
filoespartano, el régimen de los Treinta Tiranos. Su pronto derrocamiento, por obra de Trasíbulo, en
403, permitió la restauración de la democracia, que sin embargo asumiría frecuentemente las formas
de demagogia.
Las diversas contingencias sociales y políticas de la época pueden sintetizarse diciendo que, en primer
lugar, y gracias a Pericles, se produce el ascenso de todos los ciudadanos al poder , es decir, el
desarrollo de todas las posibilidades del régimen democrático (inclusive con el establecimiento del
sorteo para la provisión de magistraturas). Debe recordarse que retrataba – a diferencia de las
democracias modernas, de carácter representativo- de una democracia directa, donde eran los propios
ciudadanos (no sus representantes o diputados) quienes intervenían en el manejo de la cosa pública
(Asamblea del pueblo). En segundo lugar, esa democracia deriva hacia la demagogia en algunos
casos, o hacia la tiranía, en otros. Tales circunstancias corren paralelas con el cambio que entonces se
registra en los intereses filosóficos.

¿Por qué Platón criticaba la democracia?


Cafe Filosofico Nº 96 Carmen Zavala

Platón en su diálogo La República relata las 5 fases por las que, según él, atraviesan
todas las sociedades. Este análisis se basa por una parte en el análisis de la
interrelación dialéctica entre la distribución de la economía y el poder en una sociedad,
por una parte, y, por la otra, la consecuente repercusión sicológica de dicha distribución
en esa sociedad. La periodización de la historia en La República en cinco formas de
gobierno, no es una mera abstracción lógica o teórica, como sostienen algunos, sino que
pretende ser una descripción de los procesos históricos que realmente se dieron en la
antigua Grecia. Karl Popper, en su libro La sociedad abierta y sus enemigos, nos dice
que el énfasis que Platón pone en la base económica de la vida política" fue una "teoría
revivida por Marx bajo el nombre de "materialismo histórico". Así, Platón nos relata que
el paradisíaco Estado comunista primitivo se desintegra y empieza, la desunión en la
sociedad y "la lucha de clases" fomentada por los intereses particulares sobre todo de
carácter económico, los cuales representaban "la principal fuerza de la dinámica
social"[1]. Así surge el primer tipo de gobierno decadente: la timocracia. la timocracia es
el gobierno impuesto por los nobles, que se mantienen en el poder en base a su posición
nobiliaria, pero que cada vez van perdiendo más su poder económico. Simultáneamente
surge un nuevo grupo de poder que ha ido aumentando su poder económico y que
desprecia a los nobles timócratas que sólo gobiernan debido a su abolengo, pero que se
han vuelto decadentes y carecen de poder económico real. Así finalmente la oligarquía
se impone por la fuerza y derrota a los nobles timócratas reemplazándolos por aquellos
que tienen el poder económico. De allí en adelante el derecho a la ciudadanía y a ocupar
cargos públicos se basará exclusivamente en el poder económico. Este sistema,
rápidamente generará contradicciones y gran descontento social, ya que nos dice Platón
(556d) "el pobre se dará cuenta que esos decadentes (los ricos y poderosos) deben su
riqueza a la cobardía de los pobres" por lo cual pronto se originará una guerra civil, por
la cual se impondrá la democracia.

Y acá llegamos al tema de hoy:


También esta democracia es criticada por Platón, porque la igualdad ante todos por la ley
viene acompañada por una libertad individual que debilita al Estado ya que cada uno
podrá servir o negarse a servir a los intereses de las mayorías según más le plazca, lo
cual llevará al caos. La democracia que Platón critica es la democracia Ateniense, que "a
través de la navegación y el comercio se convirtió en el imperialismo comercial ateniense,
tal como se desarrolló en el siglo V"[2] antes de nuestra era, pretendiendo someter
económicamente a través del comercio a todas los Estados cercanos con economías
básicamente autárquicas, principalmente a los Estados espartanos. Ante el caos que
surge del individualismo exacerbado, el panorama se vuelve propicio para la imposición
de una tiranía. Platón hace referencia (577a) a su experiencia personal con el tirano
Dionisio, para aclarar que tampoco en esta descripción se trata de meras especulaciones,
sino del análisis de eventos reales. La tiranía resulta de un líder popular que
aprovechando las contradicciones entre pobres y ricos dentro del Estado democrático
(565d) agita contra los ricos logrando el apoyo popular. Sin embargo después de repartir
las tierras entre el pueblo y sobre todo, dando preferencia a sus allegados, ya no se lo
necesita, por lo cual el tirano provoca constantes guerras exteriores que justifiquen su
estadía en el poder, por lo cual finalmente terminará haciéndose del odio del pueblo.

A pesar de todos los defectos que pueda tener la democracia Platón la reconoce como la
más hermosa de las 4 constituciones políticas (timocracia, oligarquía y tiranía) (557c) Sin
embargo, la democracia surge siempre, según Platón de la oligarquía en la que el afán
por la ganancia ha relegado la educación y la valoración por la cultura a un último plano,
por parte de los grupos dominantes y ha sumido en la ignorancia a las grandes mayorías,
es decir, a los pobres. Esta democracia es gobernada por un grupo de administradores
zánganos que viven del segundo grupo importante, que son los ricos que no fueron
eliminados por la revuelta social que instauró la democracia. Finalmente, está el pueblo,
esto es, los trabajadores manuales a los administradores pretenden controlar
repartiéndoles algo de la miel que le han quitado a los ricos. Sin embargo la mayor tajada
será para los administradores y sólo un pequeño resto de la miel robada será para el
pueblo. Esto llevará a inculpaciones mutuas de corrupción entre los ricos y los
administradores para defenderse frente a acusaciones del pueblo, que llevarán a la
desconfianza que prepararán el terreno para que un líder charlatán aglutine a las masas
detrás suyo y se inicie la tiranía.

La democracia, pues, sin la eliminación de la propiedad privada o la distribución


equitativa de la riqueza, cosa que va acompañada con una educación igual para todos los
ciudadanos, a pesar de ser mejor que las otras alternativas, es criticada por Platón,
porque conduce casi inevitablemente a la tiranía. Sin embargo Platón, no creía en el
determinismo social. Pensaba que era posible instaurar una sociedad diferente, sin
diferencias económicas y sin propiedad privada que la ocasione. En esta sociedad,
propuesta en su República se privilegiaría el beneficio de todos ante el antojo individual,
estando regido por criterios racionales, es decir, en términos modernos, por criterios
científicos.

El problema de la democracia que parte de una división oligárquica del poder económico
es un problema vigente y actual en el Perú (y en el mundo). Platón no hizo más que
analizar por qué inevitablemente tarde o temprano este tipo de democracia terminará
cayendo en una tiranía, a menos que se cambien esencialmente las estructuras
económicas de la sociedad basada en el aumento de la riqueza individual y se cambie el
rumbo patético al que nos conduce la inercia política.

CRÍTICA DE PLATÓN A LA DEMOCRACIA


La de Platón ha sido la condena más enérgica de la democracia. Es cierto que aquella democracia
no tenía nada que ver con las actuales democracias modernas, pues había grandes grupos de personas –
las mujeres, los extranjeros y los esclavos— que no tenían ningún derecho reconocido, esto es, que no eran
ciudadanos.

Pero hay algo de aquella crítica que también vale para hacer un sano ejercicio crítico sobre los
peligros a los que nos puede asomar una democracia que camina por los senderos de la ignorancia y la
indiferencia. El chiste lo refleja muy bien: uno le pregunta a otro: “Oye, ¿Qué es peor?¿la ignorancia o la
indiferencia? Y el otro responde: ni lo sé ni me importa”.

Platón negó rotundamente que todos los ciudadanos estuviesen por igual capacitados para
participar en política, esto es, para poder ser elegidos gobernantes. Del mismo modo que cuando vamos a
hacernos una casa consultamos con el ingeniero, cuando tenemos que averiguar cómo dirigir una sociedad
tenemos que escuchar al sabio. Y Platón ponía un ejemplo muy claro: imaginad un barco a la deriva (como
el de la serie de TV); imaginad que el capitán muere y que el barco se dirige directamente hacia unos
acantilados. Pues bien, Platón considera que si entre los tripulantes hubiese alguien que tuviese
conocimientos de los astros y del arte de la navegación, entonces todos tendrían que seguir las órdenes de
esta persona. Supongamos ahora que nuestro país en crisis es un barco a la deriva: ¿qué ocurriría si
confiásemos el gobierno a los expertos de la economía, la educación y la política? ¿Nos iría mejor?

Otra de las cosas que Platón apreció de la democracia fue el problema de la multitud. La pregunta
que se hace es la siguiente: las decisiones de la mayoría, ¿son justas? Platón hizo una larga lista de las
atrocidades que se cometieron por decisiones adoptadas por mayoría en la asamblea ateniense. Entre ellas,
la condena a muerte de su maestro Sócrates. Y el problema que encontró fue que la ignorancia de la
mayoría era aprovechada por unos pocos oradores, que usaban sus capacidades comunicativas para
convencer a los demás, y así conseguir sus fines particulares (conseguir poder, riquezas, fama, etc.). Luego,
lo que los grandes oradores perseguían no era lo bueno para la sociedad (lograr una sociedad justa, sin
delincuencia, sin desigualdad, ya sea ésta social, cultural, religiosa o económica, etc.).

Imaginemos que todos los estudiantes españoles mayores de edad pueden participar en un
referendum que va a permitir decidir si se elimina la asignatura de Filosofía del Sistema Educativo. ¿Cuál
creéis que será el resultado? Está cantado: Sí.

¿Por qué? Porque siempre habrá alguien que sea capaz de convencer a la mayoría –que por lo
demás rechaza todo lo que supone esfuerzo y dedicación— de que la Filosofía no sirve para nada, que es
algo que no tiene ninguna aplicación práctica y que, en definitiva, no es algo que sirva para ganar dinero o
para generar riqueza en la sociedad. Pero pongámonos en plan sospechoso: ¿por qué no le interesa a
nuestros políticos la Filosofía? ¿Por qué no desean que las personas tengan espíritu crítico (que es lo que
la Filosofía primeramente promueve)? Pues para que luego no sean capaces de montar movimientos como
los del 15 M, movimientos que puedan sacar del poder a los políticos de turno.

Y lo que es peor aún. Si la sociedad reclama más seguridad, menos inmigración, menos integración
étnica, entonces el político de turno toma nota. Y ahora llama “bueno” a aquello que desea la mayoría
porque esto le va a permitir obtener más votos y así seguir en el poder. Y si la mayoría, por ejemplo odia a
los judíos porque éstos se han apoderado de la economía del país (casi como algunos nos hacen creer que
ocurre hoy día en España con los Chinos), entonces aparecerá algún político dispuesto a prometer medidas
duras contra estas personas.

Luego lo que importa en nuestras democracias no es la verdad sino los deseos (a menudo crueles)
de una mayoría que es gobernada bajo los efectos de una ignorancia extendida a todos los rincones de la
sociedad. El mayor peligro de la democracia sigue siendo hoy día que ésta degenere en una dictadura atroz.
Aprendamos de la historia reciente, y tratemos de hacer justicia con las víctimas de la Alemania Nazi.
Fortalezcamos la democracia luchando por un sistema educativo de calidad

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