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Facultad de Administración y Ciencias

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Latinoamérica ¿aculturización o
desculturización?

Samia Narváez

Primer Nivel
A lo largo de los años han existido arduos y acalorados debates sobre el proceso de
construcción de la cultura coyuntural latinoamericana, y es que hoy por hoy se entiende
a la cultura latinoamericana como una mezcla influenciada por los principios
fundamentales de la sociedad occidental, así como también por el desarrollo de un
baluarte hegemónico distinguido por características específicas del contexto y las
realidades únicas latinoamericanas entendidas desde visiones como la plurinacional,
intercultural, o multipersonal. Este ensayo pretende analizar los principales elementos
tanto antropológicos, culturales, políticos y socioeconómicos como los estructurales de
los que se viera influenciada la cultura latinoamericana y de esta manera llegar a
comprender a fondo el contexto del cual se origina, y por fin el por qué de su carácter
polisémico y si en verdad fue un proceso de aculturación en el que las sociedades pre-
hispánicas se vieron influenciadas por una cultura nueva y convergieron a un proceso de
adaptación, o si en realidad existió un proceso de desculturización en el que estas mismas
sociedades vieron trágicamente morir los elementos más importantes de una de las
culturas más antiguas del mundo, pocas veces valorada.

En un contexto histórico hay que entender a las sociedades colonizadoras como


sociedades que fueron parte de un desarrollo diferente al de las sociedades pre-hispánicas,
no por eso distinguir un mayor o menor nivel de desarrollo en alguna de ellas. Y es que
el carácter polisémico del término desarrollo nos dificulta en ciertas ocasiones el análisis,
ya que su origen se liga fuertemente al crecimiento del excedente económico, desde una
visión de la economía clásica en las sociedades industriales. Sin embargo enfoques mucho
más heterodoxos de desarrollo nos muestran una visión diferente de lo que entendíamos
como tal, enfoques como el “desarrollo a escala humana” de Max-Neef nos hace repensar
si realmente las sociedades Europeas estaban mucho más desarrolladas que las pre-
hispánicas en América Latina, “Tal desarrollo [el desarrollo a escala humana] se
concentra y sustenta en la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales, en la
generación de niveles crecientes de auto dependencia y en la articulación orgánica de los
seres humanos con la naturaleza y la tecnología, de los procesos globales con los
comportamientos locales, de lo personal con lo social, de la planificación con la
autonomía y de la Sociedad Civil con el Estado” (Max Neef, Elizalde and Hopenhayn,
2006)

Desde esta cosmovisión es que podemos entender al desarrollo como una forma de
apropiación del ser humano por si mismo y por su entorno, descalificando casi totalmente
el vago pensar de que las sociedades europeas desarrollaron a las sociedades pre-
hispánicas.

Por otro lado la cultura europea influenciada por una hegemonía Romana implantada en
toda Europa tuvo un choque antropológico increíble al toparse con la forma de
organización civil de las sociedades preexistentes dentro del continente, forma que
llamaron anárquica, desorganizada o hasta sacrílega, y es que a pesar de que los procesos
de separación del estado de la iglesia se estaban moviendo rápido en Europa, esto no se
veía traducido en un régimen colonizador que apropiaba, destruía y expropiaba a nombre
de las monarquías que nada tenían de peso en las sociedades pre-hispánicas y a nombre
también de Dios justificando atroces actos condenables con la falsa intención de
“evangelizar”.

El mestizaje también juega un papel fundamental dentro de los aspectos históricos que
influyeron en la construcción social de las sociedades modernas dentro de toda
Latinoamérica. La colonización para la visión del normal Europeo se constituyó como un
prejuicio de “regalar la racionalidad” al irracional prehispánico, sin embargo las
sociedades que ya hacían dentro del continente antes de la colonización mantenían un
nivel de organización tanto territorial como socioeconómico que incluso pudiese
influenciar en mayor medida los constructos sociales de las sociedades modernas que la
influencia de las sociedades Europeas importadas. Procesos como la implantación de un
gobierno centro monárquico o la regulación del comercio ya existían dentro de las
sociedades prehispánicas, sin embargo estas mantenían una relación directa no solo con
los seres humanos, si no también una interrelación con su medio fundamental, la
naturaleza y el componente social, criterios a los que se esta evolucionando hoy por hoy
en términos de organización y desarrollo.

En este sentido entonces romper con estas relaciones implantando un sistema de


organización política y socioeconómica únicamente basado en las relaciones de carácter
mercantil y entendiendo al desarrollo como el crecimiento económico, con el objetivo de
apropiar los sistemas de organización dentro del “Nuevo Continente” por los
colonizadores, no se puede ver como una evolución de la sociedad pre existente, sino más
bien como una apropiación de los ejes de poder por las castas europeas desmereciendo a
la “raza” que ya mantenía un control y organización social.

El término de la “raza” se comienza a utilizar después de la colonización, con el fin


fundamental de establecer un estrato menor para los indígenas Americanos y establecer
una superioridad de los colonos, “La formación de relaciones sociales fundadas en dicha
idea, produjo en América identidades sociales históricamente nuevas: indios, negros y
mestizos y redefinió́ otras. Y en la medida en que las relaciones sociales que estaban
configurándose eran relaciones de dominación, tales identidades fueron asociadas a las
jerarquías, lugares y roles sociales correspondientes, como constitutivas de ellas y, en
consecuencia, al patrón de dominación colonial que se imponía. En otros términos, raza
e identidad racial fueron establecidas como instrumentos de clasificación social básica de
la población” (Quijano, A. (n.d.). Colonialidad del poder, eurocentrismo y América
Latina).

Las sociedades latinoamericanas pre existentes mantenían entonces una relación de


sumisión con las sociedades colonizadoras que no solo impusieron una dominación de
carácter político, social u organizacional, sino que traería consigo la destrucción de
sistemas de relación y comercio que se mantenían en uso. Existe entonces un proceso de
desterritorialización de las sociedades pre existentes, reconfigurando el comercio interno
a dependencia de las necesidades de los territorios colonizadores en Europa.

Es así que los territorios latinoamericanos se ven únicamente como una fuente de recursos
de los que dependería el extractivismo colonial. Los procesos de desarrollo endógeno de
Latinoamérica se ven entonces truncados por esta dependencia y únicamente se ven
reimplantados con los procesos de independencia siglos mas tarde, augurando un retraso
de todo el continente frente al resto del mundo.

La pérdida de elementos de la cultura pre existente se ve opacada también en el arte


explotada por la colonización y expatriada hacia Europa, esculturas de miles de culturas
latinoamericanas ya hacen en el viejo continente. Y sumado a esto el arte que trajeron los
colonos se tuvo un gran peso dentro de las sociedades instituidas en el continente entero,
es así que la “Real Audiencia de Quito” fundada en 1563 comienza a destacar como un
centro religioso y de concentración y educación artística siendo la escuela de bellas artes
de Quito una de las más importantes en todo el continente para la época, obras que fueron
influenciadas por el estilo renacentista y romántico europeo, y desligadas con el antiguo
estilo prehispánico, que se recuperaría años mas tarde en todo el continente, del cual sería
uno de sus mayores exponentes el famoso artista contemporáneo Oswaldo Wayasamín.

Es así que podemos comprender varios de los más importantes elementos históricos que
confluyeron para el constructo social que hoy por hoy reconocemos como la sociedad
latinoamericana moderna. Sin embargo esto no se identifica como un proceso de
aceptación de la cultura europea por las sociedades latinoamericanas, implantando varios
aspectos, sino mas bien como un proceso de destrucción por completo de los más
importantes elementos que constituían las sociedades pre existentes para hegemonizar y
reconstruir desde cero las sociedades modernas. Y es que a pesar de que aún existe una
fuerte resistencia por parte de las sociedades modernas a dejar morir la herencia cultural
que mantienen, la verdad es que la intención misma de los procesos de colonización fue
acabar con cualquier vestigio de lo que constituía la organización social, política,
socioeconómica y cultural descubierta y normativizar una nueva. Un proceso de
aculturación habría refundado una sociedad tomando en cuenta aspectos importantes de
ambas culturas quienes fueren los que la construyesen. Sin embargo el proceso de
desculturación que existió durante la colonización, sin tomar en cuenta las partes
fundamentales de una sociedad que se pretendía colonizar, que no solo ya mantenía una
estructura social y organización sólida, sino que también poseía un valor cultural
invaluable que en su conjunto fue destruido casi por completo para implantar una nueva
organización, es innegable.
Referencias

- Alvarez, P. (2018). É POCA COLONIAL EN ECUADOR.

- Ayala, M. E. (Ed.). (1983). Nueva historia del ecuador. volumen 6: independencia


y periodo colombiano. Retrieved from https://ebookcentral.proquest.com

- Max Neef, M., Elizalde, A. and Hopenhayn, M. (2006). Desarrollo a escala


humana. Barcelona: Icaria.

- (FLACSO. (1992). Resistencia Indígena. Recuperado de:


http://biblio.flacsoandes.edu.ec/catalog/resGet.php?resId=44378)

- Contreras S. (2007) Occidente: Origen, Características, Costumbres y Países -


Lifeder. Recuperado de https://www.lifeder.com/occidente/

- Siles Salinas, J. Las ideas y la cultura durante el siglo XX en Europa y América

- Quijano, A. (n.d.). Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina.

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