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PAÍS PORTÁTIL: VENEZUELA Y VIOLENCIA

1. PAÍ
P AÍS
S P ORTÁT
ORT ÁTII L: VE
VEN EZ U ELA Y
VIOLENCIA
Vilma Moreno
(UPEL-IPC)

Las premisas expuestas en dife- la síntesis temático-estilística que


rentes manifiestos revelan la im- alude también a la necesidad de un
 portancia que han tenido en Vene-
Vene- compromiso político y social con
zuela los acontecimientos históri- las vanguardias políticas que lo-
cos que subyacen en la mayoría de gran rescatar los parámetros esen-
las novelas a través de la interpre- ciales
ciales en la ética
ética del hombre.
hombre. El te-
tación colectiva; los grupos dan ma de la misma se adhiere a la me-
respuestas, perfilan de manera moria colectiva que no es diversi-
 progresiva una búsqueda esencial dad de hechos aislados, gracias a
 para el hombre que consiste en la la dislocación o ruptura del tiempo
comprensión de los hechos que in- sino que un tiempo recurrente.
ciden o influyen positivamente se-
gún la época. No sería exagerado Por otra parte, la novela País Por -
afirmar que la gran mayoría de los tátil se puede ubicar dentro de la
eventos históricos impusieron corriente psicológica, que según
rumbos distintos de los esperados. Goldman (1975) es la que permite
Por ello las viejas estructuras agra-
explicar la pasividad del héroe a
rias y mineras fueron sustituidas quien su conciencia, demasiado
 por la industria restrictiva y depen-
depen-
amplia, le impide sentirse satisfe-
diente que trajo como consecuen- cho con el mundo convencional.
cia una deformación en los valores Esta tipología, originalmente apor-
de la sociedad, hasta ese momento tada por Luckács (1966) se funda-
rural. menta en la relación entre el héroe
y el mundo. Para Luckács, la no-
País Portátil transfiere a la escri- vela es el único género literario
tura transición de épocas referidas donde la ética del novelista se
y vinculaciones con el presente. Es transforma en un problema estéti-
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co de la obra, afirmación que vela se clava en un tablero de re-


Goldman (1975) refuerza de otra frescos como un elemento
manera: “De allí el hecho de que el  baladíes utilizada en este texto
novelista deba rebasar la concien-  para expresar una ironía y remitir 
cia de sus héroes y que este exce- al lector a la realidad, la sociedad
so (llámese humorismo o ironía) de consumo: presenta la multipli-
es estéticamente hablando el ele- cidad de signos de “compra” y
mento constitutivo de la creación “venta” que desgastan el conteni-
novelesca”. do de los valores históricos.

En este caso, la ironía se observa Los personajes representan una


cuando la crítica se centra en la ideología de grupo. Andrés Bara-
realidad social. Críticas constantes zarte, por ejemplo, expresa necesi-
a la sociedad que está dispuesta a dades sociales dentro de una acti-
valorizar el éxito que impone a sus tud histórica que tienen una cone-
miembros, creencia colectiva que xión con la situación económica
se afianza en el consumo masivo y social que enfrenta el país. La in-
en su ascenso en la escala social: tención no es reducir la novela a
hipotéticos componentes econó-
El país planificado. El gran micos. Sin embargo:
 brillo. La nacionalidad fue
construida con muchos des- Al final, lo mismo, el bravo
velos de la generación inde-  pueblo ha rescatado en dura
 pendentista. La gruesa lan- lucha sus derechos pero de-
za de Páez atravesando la  bemos permanecer alertas
sabana, clavada en el anun- ante las amenazas de los
cio de refrescos. El caballo que quieren retrotraer el
de Bolívar pastando sobre  país a etapa importadora,
las terrazas, con montones los hace jugar una partida
de paja en el hocico...Se vi- doble de nacionalismo y en-
ve pero se goza mi herma- trega sin escapar por ello a
nazo. (País Portátil, p.189) los lazos de correlación de
fuerzas (País Portátil. p.
189)
La oposición intencional que el
autor hace entre la lanza que en la En la novela es constante la refe-
lucha independentista denota un rencia a discursos políticos reite-
valor de libertad –y que en la no- rativos de la clase social dominan-

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te, a la cual se le reprocha el ba- nera notoria en la promoción de


lance desfavorecedor de una ges- estos temas que también González
tión en contra de los “desposeí- León incorpora a la narrativa de
dos”. Estos discursos son elemen- País Portátil:
tos que revelan con detalle el hilo
ideológico de las contiendas y el ¡Pueblo! El imperialismo
 basamento que vincula una vez ha obligado a sus servidores
más las relaciones políticas, socia- criollos a romper relaciones
les y culturales a las artísticas. El con Cuba. El actual gobier-
discurso cumple la función espe- no de tradición nacional
 pretende hablar en nombre
cífica. Se desea modificar la men- de todos los venezolanos.
talidad ante la situación planteada Pero los secuaces del impe-
y denunciar el falso nacionalismo. rialismo, los nacionales
traidores, no representan la
En País Portátil, el emisor res- voluntad popular. ¡si el go-
 ponde de una manera deliberada e  bierno rompe, el pueblo no
inconsciente a una determinada rompe! (p. 80)
ideología señalada en los elemen-
tos de la realidad que deben trans- Interviene el escritor en una nueva
formarse. En consecuencia, se tra- visión, se propicia la subversión
ta de una visión de mundo en la de estos años, el desembarco de
que los valores se ven amenaza- guerrilleros en Cuba en 1956 y
dos. más tarde con el 6 de junio de
1960 , el rechazo de Estados Uni-
Por esto los recuentos históricos y dos cuando suspende la cuota azu-
las descripciones de una sociedad carera cubana. Al proclamarse
suelen referirse a varios grupos. El Cuba socialista el 31 de enero de
autor presenta procesos históricos 1962, en Punta del Este es expul-
a través de grupos que representan sada de la O.E.A. La relación en-
los ejes nacionales. tre el discurso conceptual del ma-
nifiesto denota que la vanguardia
Es importante resaltar que esta es de estos años no tiene carácter mi-
una obra producto de la imagina- mético en este ejercicio creativo.
ción en la que los personajes tie- Se trataba de independizar la es-
nen referencias extraliterarias que critura para enfrentarla a un reto
son reemplazados por metáforas. que rehacía las perspectivas, y co-
Es así como se debe señalar que la locan al manifiesto y a la obra en
revolución cubana influye de ma-  particular, en el mismo trasfondo
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social. Véase el ejemplo: un lenguaje en donde subyace la


teoría del manifiesto que en esen-
Las nubes de gas lacrimó- cia pretende ser acción, toma de
geno habían tapado la es-  poder que se simboliza.
quina, el anuncio de la far-
macia, el camión de coca- La temática que presenta la nove-
cola estacionado. Los mani-
festantes avanzaban con las
la País Portátil de Adriano Gon-
 pancartas desplegadas y to- zález León está vinculada con la
mados del brazo. Al frente insurrección armada de los años
iban algunas muchachas, sesenta. Estos acontecimientos se
con boinas azules y rojas, convierten en el móvil que desen-
¡garantías! Repetía el coro, cadena el recuerdo y la reminis-
y en la última pausa se alza- cencia de la figura del héroe prin-
 ba la voz del agitador para cipal: Andrés Barazarte. La ciudad
cambiar la consigna ¡libera- capitalina, como un telón de fon-
ción nacional, liberación do, es descrita en función del vér-
nacional! (p. 22) tigo que produce en la sensibilidad
del personaje.
De esta manera se recoge la inten-
ción de incorporar la lucha arma-
Ruido, remodelación, dinámica
da a la gesta histórica del pasado:
trepidante, que agrede y remueve
Estamos en guerra, Delia,
en la memoria los detalles del pa-
se habían organizado las sado remoto de Salvador y Epifa-
Unidades Tácticas de com- nio Barazarte. Ellos comprometen
 bate, cada quien se ubicó de manera casi imperceptible el
como pudo, pasaste a traba- destino de Andrés.
 jar en el frente universita-
rio, muchos amigos se ha- Las historias se entremezclan de
 bían ido a la montaña. (p. un párrafo a otro hábilmente, el
176)  presente se revitaliza, una alter-
nancia de planos que se cumple
Y en cierta medida en la novela se dentro de una estructura recurren-
evidencian rasgos de compromiso te. La injusticia social, la lucha
social que reorganizan la tempora-  por el poder y la defensa de la tie-
lidad a partir de un presente. No rra, el caudillismo de una época, la
obstante, se reincorpora constan- nota humorística representada por 
temente el pasado, por medio de José Eladio y por último, el ele-

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mento femenino que encarnan Er- ticolor, llena de edificios, imáge-


nestina y Angélica, relacionan as- nes rápidas, atropellantes que dan
 pectos de poder y sumisión, frau- la sensación de movimiento y
de e importancia, destinados a multiplicidad. Es en la ciudad en
 promover esa gama de sentimien- donde se desarrolla la epopeya del
tos que ensanchan la conciencia  personaje dentro de una acción li-
de Andrés Barazarte; sólo enton- neal caracterizada por la insurgen-
ces el lector logra comprender que cia, los mítines relámpagos y la
la violencia que se gesta y mani-  botadura de volantes. Son estos
fiesta tienen su raíz en esa carga las constantes que más adelante
afectiva que presionó con fuerza culminarán con proyectos de ma-
hasta convertirla gradualmente en yor envergadura.
defensa.
Es también el desarrollo tentacu-
II. La Actualización de Elemen- lar de la ciudad en oposición a lo
tos Vanguardistas rural, lo tranquilo. Se instaura un
cambio en la mentalidad, que re-
Se inicia la novela País Portátil coge el inicio de otra época y al
con una narración que enfatiza la mismo tiempo origina un modo
descripción de estampas de la ciu- vanguardista para indicarlo en la
dad. Utiliza frases cortas dentro de narración, con lo cual, se puede
un ritmo acelerado, compulsivo: afirmar que el manifiesto fue el
“hay varios golpes, leña y he- detonante que antecedió a la in-
rrumbe cuando las palancas corporación de estos rasgos.
cambian de velocidad, trass-
...Cham” (p. 16) La novela presenta segmentos ex-
traídos de diferentes contextos:
Hay rasgos de una contempora- simboliza una multiplicidad, la
neidad que se elabora a través de violencia socio-existencial, lo ru-
este discurso, una red de signos y ral y lo urbano. Una utilización de
símbolos en donde la ciudad es elementos vanguardistas apoya-
heteróclita, multitudinaria, con dos o dirigidos a través de un eje
una atmósfera cargada de monóxi-  político, que configura la necesi-
do de carbono, gas de bombas la- dad de una mayor amplitud para la
crimógenas, calles sin indicacio- comprensión de esta vanguardia
nes precisas, bares, motos rugien- que representa País Portátil.
tes, patrullas, avisos de neón mul-

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El autor crítica la remodelación


exterior del paisaje, que más tarde Después una la ve sí, como
se interioriza: ahora, dando vueltas, gran
rueda brillante y las hileras
 No se veía el Samán por  de hormigas metálicas avan-
ningún lado. Andrés pensó zando hasta nadie sabe don-
que podían haberlo tumba- de. Las gentes van guareci-
do para poner una ventana das, empotradas en sus cajas
de parrilla. Los árboles obs- giratorias, libres, presas, en
taculizan el proceso mate- sus vitrinas rodantes, desde
rial de la ciudad y en la em- aquí son sólo neumáticos.
 presa de remodelación ur- Gentes de cuatro lonas, hom-
 bana es menester soportar   bres maduros, hombres corri-
 pequeños sacrificios que se dos...hombres que meten el
reducirán en efectivos be- acelerador y hacen marcar el
neficios de circulación y velocímetro hasta 140 (p. 89)
confort para la ciudadanía.
(p. 41) A través de estas citas se puede de-
ducir que la novela País Portátil,
Es posible que estas referencias responde a una vanguardia artísti-
constantes del autor al cambio y ca e ideológica que sintetiza la his-
remodelación de lugares de la ciu- toria social correspondiente a es-
dad, el humo de las calles y ave- tos años, la cual se sujeta a trans-
nidas, se presenten en la narrativa formaciones radicales, señala la
como ejes temáticos del cual se contemporaneidad.
desprenden vivencias y sugeren-
cias que sean considerados dentro Presenta cambios formales en la
de un clímax de violencia. La vio- incorporación de diferentes dis-
lencia introyectada o externa pasi- cursos pertenecientes a estados so-
va o activa se deduce como res- ciales diversos:
 puesta. Remodelaje vertiginoso,
comunicaciones rápidas, circula- ¡Qué berraquera!, ala: ¿uste-
ciones internacionales, un cambio des de allí –claro respondió
externo, la alteración de mentali- Eduardo- ¡nos salvamos de
dad, una visión desintegradora vaina! (p. 27).
que desajusta para abrir la vía a Edificio Unión...lu más cerca
un fondo impaciente, la fealdad, el es pur aquí mismo.
sin sentido, registro de lo vulgar:

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Lo comprende... Ma... lo so-


no un hombre honrado...no Por una situación semejan-
me piacen, como digo, no me te dispuse la estructura en
gustan las cosas torcidas ca- tres planos, una simple pe-
 pisce (p. 69). ricia por el tráfago cotidia-
no, un acontecer inmediato
Las realidades cotidianas se mez- que implica la vida de va-
clan, se yuxtaponen y en la frag- rios personajes de la ciu-
mentación de esas realidades se dad; y sucesos en la memo-
encuentra la intención de propiciar  ria pertenecientes al paso
una imagen caótica. El interés de feudal trujillano. (p. 132)
 producir angustia, trepidación:
Estos sucesos que se evocan cons-
El aceite relucía, burbujea- tantemente generan la necesidad
 ba, se ponía denso en el de una descripción minuciosa, de
convoy. Las ruedas de cam- un relatar con márgenes más con-
 bur maduro mojados en movedoras y fieles al propio en-
aceite y sal eran como un torno trujillano que parece marcar 
milagro, le gustaba comer  el espacio interior del escritor.
sólo eso, pero eso es de ali-
mento, decían. Déjenlo, ya Bravo (1978) en el estudio titula-
aprenderá a comer otras co- do  Las ideologías de la identidad 
sas y había oído que el cultural venezolana: Doña Bárba -
aceite era buena señal x-
ra y País Portátil expresa: “la
100. (p. 66)
imagen es una síntesis del azar.
III. La Reminiscencia como Vía Mediante ella se logra acercar rea-
Reveladora de lo Histórico lidades insólitas, y el hombre pue-
de participar de la analogía uni-
Los distintos planos narrativos en versal, la imagen expresa la con-
País Portátil se utilizan de mane- tingencia de existir”. (p. 139)
ra casi simultánea, uno de estos
 planos se encuentra vinculado al La vigencia artística de País Por -
“paso feudal trujillano” como lo tátil radica en ese retorno al pasa-
expresa el propio autor, en la en- do, en esa respuesta evasiva que
trevista que le hace el poeta Pablo se condensa con la finalidad de
Rojas Guardia (1979) en Diálogos expresar y proyectar varias histo-
sobre poesía y literatura , y que rias. En la novela se aborda ficti-
textualmente dice: ciamente el mundo de caudillos y

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señores, el mundo de godos y libe- que proporciona el autor de la no-


rales que se enfrentan por la tierra vela para situar al lector dentro de
o por hechos de honor, pero tam- un contexto en particular, se men-
 bién abundan las descripciones ciona el año de 1894 como una re-
que refieren a un presente de mar- ferencia que pertenece a un frag-
cada angustia. Ambos discursos mento de la historia venezolana en
cambian los hilos temáticos, los una época de caudillos, generales
giros dan cuenta de la necesidad y hombres rudos de una revolu-
de establecer un diálogo, no exis- ción llamada guerra larga (1863).
ten explicaciones previas al lector  En la novela le corresponde a Víc-
 para el cambio de un relato a tor Rafael tipificar estos rasgos.
otro...el bisnieto de Epifanio Ba-
razarte, Andrés, refiere lo que es- La descripción de este pasado his-
cuchó siendo niño... “Fue a pedir- tórico le permite al autor imprimir 
te cuentas y a verte por última vez, en la temática una honda vivencia
 porque él había puesto en vos sus relacionada con el feudalismo. La
esfuerzos y que pensaba que los tierra representa el poder que des-
Barazarte podían volver a ser lo de los tiempos de la colonia se
que habían sido”. (País Portátil. ejercía en Venezuela, una lucha a
 p. 13) la que se enfrentan caudillos pro-
venientes de los bajos estratos so-
Una tradición señorial es la evoca- ciales. El problema era de acapa-
ción de las características de un ramiento de tierra, monopolios, en
 pueblo; los acontecimientos que síntesis, de concentración de po-
 perfilan las vivencias de los perso- der:
najes de País Portátil, desencade-
nan una carga afectiva, se revive Y llamó a León Perfecto y a
así una gama de sentimientos: la Víctor Rafael y se puso a
humillación, la soledad existen- nombrar las mil novecien-
cial, la pasividad. tas cuarenta y cinco hectá-
reas y dijo que él era ése
que ensillaba lejos, en el ca-
IV. Salvador Barazarte, José
 ballo muy brioso y dijo que
Eladio, Angélica, legendarios y fueras, Andrés, que le ayu-
sujetos a la memoria, regresan, daras a montar y se murió
se hacen presentes (p. 13)

Aunque son pocas las referencias Las dos historias se entrecruzan:

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un pasado que se recuerda con ceso cultural, como es la resisten-


nostalgia y un presente que presio- cia a borrar de la conciencia los
na con toda su carga de hostilidad: valores, uno de ellos, la “justicia”,
que en su opuesto –injusticia-
Allí se entró, decían el doc- muestra el descalabro del padre
tor y el general, allí escribió Andrés Barazarte:
sus proclamas, allí pensaba
Hortensia que se habían Llegó resfriado y pálido,
sentado para siempre la dig-  pero no reclamó, tuvo mie-
nidad, aunque los comeje- do, le dijeron donde Brice-
nes se hubiesen llevado me- ño Hermanos que estaba
dio brazo y el cuero con las equivocado y que lo más
letras de clavos dorados ya que podían hacer era darle
estuviera rajado. una carta de recomenda-
ción, porque ya no podía
Anticipe su pago y su para- seguir trabajando con ellos
da dice en el cartoncito pe- en vista de su pelea con el
gado al quita sol. (p. 71) agente general (p. 71)

La interacción casi permanente de El agente de la narración está re-


historias es una característica que  presentado por la figura de un bu-
enmarca de manera constante los rócrata poderoso a quien Nicolás
acontecimientos históricos socia- se enfrenta. Su debilidad (la justi-
les de la época. Ésta se presenta en cia) muestra que Nicolás apenas si
País Portátil como un conjunto de merece ser tomado en cuenta a du-
elementos que conforman el fac- ras penas para la carta de reco-
tor desencadenante de la trama, a mendación.
medida que se desarrolla la histo-
ria, se perfilan como ejes esencia- Los vicios que enumera el escritor 
les: la lucha armada, la ciudad, el  pertenecen al sistema que propicia
descalabro de valores. el abandono parcial de los valores
que en otra época fueron funda-
Pero la espontaneidad secuencial mentales:
y las extrapolaciones están desti-
nadas a revelar un ordenamiento, Todos habían sido muy res -
que integra los acontecimientos a  petables y piadosos y nos
través de técnicas literarias disgre- dejaron una herencia de
sivas que intentan ubicar un pro- dignidad, ya que la otra la

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habían dilapidado, Eladio, ción, como lo señalara Oswaldo


el botarata y Víctor Rafael Larrazábal (1972):
con sus campañas, sin con-
tar la intervención del go- Con un poder que com-
 bierno y las tierras donadas  binado lo sintético con lo
a la iglesia, robadas mala- cáustico, la divergencia
mente porque no hubo es- expresioni sta-im presio-
crituras ni poder para recla- nismo, en la también uti-
mar, tierras buenas donde lizada exageración muy
ahora se asienta medio pue- a la moda después de los
 blo, lo que hubiera signifi- recientes experimentos
cado millones y una vejez narrativos, la prosa de
tranquila. (p. 76) País Portátil adquiere un
aspecto mágico. (p. 62)
Por otra parte se describe las
creencias populares de manera La mayoría de los personajes de la
sencilla, y esta presentación reve- novela se sumergen en una reali-
la una posición crítica al oponer- dad cotidiana, absurda, otros se
las con las referidas a la religiosi-  presentan vencidos por la fatali-
dad institucional: dad. Los personajes femeninos re-
tratan una soledad existencial
Para ver a la Virgen de los ejemplificada con la resignación
dolores se iba por el lado iz- de Ernestina que el autor describe,
quierdo de la iglesia, hasta
el nicho que estaba junto a
como si estuviese cubierta con
San Juan Bautista muchos una espesa neblina, despojada de
 ponían velas o lamparitas sus fuerzas dentro de la más hon-
de aceite, pero otros ponían da sumisión de circunstancias ad-
 platos de peltre por si acaso versas:
de pronto le caía algún llan-
to. (p. 55) Perderse después en las
sombras del fondo, donde
Se deja la ironía para el cura Faus- la pared estaba abombada y
tino Viloria quien recibe la burla se decía que había escondi-
del autor al contrastar su voraci- do un tesoro, perderse así
dad con los elementos tradiciona- con su sombra que era tan
delgada porque era sombra
les que el cura utiliza para servir al de huesos, con sus viejas
 pueblo. Magnitud empobrecida y  pantuflas de pana que no
desastre económico en proyec- sonaban y parecía que an-

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duviera por el aire. Perder-  pavo real. (p. 97)


se así era meterse con los Delia es el único personaje que el
muertos o qué sé yo y se autor describe con las virtudes de
 podía pensar que andaba rebeldía y de entusiasmo, enmar-
 buscando su tesoro. (p. 44) cada ya en una ciudad plena de
transformaciones, ruidosa y agre-
Así se proyecta Ernestina dentro siva, en una transposición donde
de su soledad, arrastrándose so- es ella quien lleva el impulso, la
 bre ruedas de reloj. Más tarde, idea clara, la combatividad que
Angélica recobra con su imagina- contrasta con la pasividad de los
ción el mundo perdido. Todas ca-  personajes femeninos.
racterizan un tipo de mujer, cuya
formación política y social las
anula como individuos. Solamen- Por otro lado el hogar de antaño
te les quedan limitadas expresio- tiene una significación más allá de
nes de ternura. A través de ellas, lo afectivo. Muestra, de manera
González León desea ensanchar   progresiva, otro deterioro. Se de-
sus posibilidades de expresión y nuncia así, como el cura Viloria
sus campos de indagación: expropia ilegalmente a la familia
Barazarte de la casa familiar:
La prima Angélica era una
mujer muy fina, apenas se
Tenía un portón con aldaba
le oía la voz. Sus pasos eran de cobre y cuatro ventanas
 pasos de hormiguita cargan- de balaustres azules y una
do hojas. Había sido educa- cornisa de ramas, un patio
da en un colegio de niñas de
enorme con cíos y guayaba
Caracas, donde también se y hasta una pila de agua con
inculcaban sutilmente a tra-
la virgen del Carmen, más
vés de unos buenos moda-
allá el jardín y hasta por los
les, voz baja y caminar des-
 bordes, se asomaban las
 pacio, una condición de flores, por flores, materos
obediencia teñida de ele-
de rosas y enredaderas se
gancia. Sabía bordar, cuan- andaban con el largo corre-
do regresó ya señorita ha-
dor que para ese tiempo lle-
 blaba de tu, era distinta. Y gaba hasta lo que es hoy el
casi no se veía a no ser des-
solar de Clarisa y se pasa a
de lejos por la tarde sentada
unos cuartos para guardar 
en el poyo de la ventana con café que daban al otro lado
un abanico que parecía un
de la manzana. (p. 34)
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Y esta imagen se une a la pena de


ción cónsona con sus necesidades
no haber reclamado las tierras, se
espirituales; guía y ejemplo para
culpabiliza entonces a José Ela-Andrés, es la responsable de su
dio: “¡Pero que iba a regresar! actitud política, y llega a simboli-
Si después de aquel rialero que zar el sueño amoroso del persona-
ganó en Sabana de Mendoza y  je:
en la Ceiba ya tenía caliente la
cabeza y olvidaba la encomien- Delia estaba firme. La con-
da que le hice! ”. (p. 52) fusión si. Y Delia estaba
clara. Aquella larga cami-
Así, se procura el contraste, se nata por el barrio de El Ob-
servatorio su mano se halla-
matiza lo trágico con la formali-  ba en mi hombro cuando
dad de José Eladio, destacado en ella saltaba los barriales con
el oficio de entretener, de huir de valor porque nunca se can-
las responsabilidades familiares. só ni dijo que tenía hambre
Él posee cierta simpatía y popula- ni frío ni miedo que iba así
ridad que le permiten responder  resuelta garza, alambre,
en forma disparatada: “Él decía  junco. (p. 14)
que teníamos medio siglo ensan-
V. Principio y Perfil de una
grentándonos únicamente por 
Conciencia Revolucionaria
mandar y no por vivir felices y a él
se le daba un carajo mandar”. (p.
En la novela se hace énfasis en el
51)
 proceso de aprendizaje acerca de
la realidad urbana que rodea al
Y más adelante, declara Salvador 
 personaje, Andrés Barazarte. La
Barazarte: “pero él tenía una fuer-
reminiscencia histórica va a de-
za aproximada a la de las tierras y
sencadenar las dudas. El recuerdo
una sinvergüenzura de mil nove-
modifica de manera progresiva su
cientos cuarenta y cinco hectáreas
configuración, hasta convertirlo
con cuatrocientos metros cuadra-
en el personaje de mayor alcance
dos que se conocían con el nom-
y relieve. Por otra parte, se debe
 bre de “El Higuerón”. (p. 47)
resaltar que la novela no transcu-
rre en una fecha particular. El pa-
José Eladio por su parte, desafía el
so de un día, una hora, se cumple
 paso de la tradición. A pesar de
 bajo la influencia de un esquema
que son difusas las descripciones
Joyciano en donde se encuentra
que el autor hace de todos los per-
como protagonista Andrés Bara-
sonajes, Delia evoca una libera-
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PAÍS PORTÁTIL: VENEZUELA Y VIOLENCIA

zarte, un joven que lleva consigo miso político de Andrés se ha ini-


un portafolio deteriorado. En lu- ciado de una manera circunstan-
gar de papeles y documentos, lle- cial, carece de preparación teóri-
va una ametralladora, es un perso- ca, de adoctrinamiento. Más tarde
naje que mientras cruza la ciudad lo revelará en el final de la novela.
de Caracas recuerda el pasado in-
mediato y la más remota memoria La realidad del personaje se va es-
desde su infancia, para encarar un tructurando interiormente a través
 proyecto de liberación dentro de de la tensión establecida entre lo
un universo degradado. Este doble  psíquico y el ser social. Es el con-
tiempo narrativo permite el en- texto social de estas venezolanas
samblaje de diversas historias y circunstancias lo que imprime
recrea una realidad, tomando co- trascendencia a sus reflexiones:
mo punto de partida las vivencias
de las que van surgiendo situacio- Pero, ¿Cómo servir de algo
nes. cuando jamás se había dis-
 parado un Rifle de balines?
El autor reinterpreta el significado ¿Cómo entender que ya la
del tiempo. La historia atemporal lucha no era ese largo des-
 pliegue de esquemas en las
indica que el Flash back es un re- mesas de café, ni las enor-
curso para descubrir las fronteras mes discusiones sobre el ar-
de lo intangible, nuevos ángulos te para las masas?
en la percepción de la realidad, la
cual se ensancha dentro de nuevas Tampoco las pulidas confe-
dimensiones. Memoria virada al rencias sobre la dialéctica,
 pasado de donde rescata, proyecta ni el conocimiento sin fallas
y anuncia su rebeldía. de la primera, la segunda ni
la tercera internacional, ni
La confusión de Andrés, en rela- el presumir con petulancia
ción con la acción que le corres- sobre las quisicosas de la iz-
quierda francesas. (p. 176)
 ponde realizar, transita por una se-
rie de divagaciones, el aprendiza-
 je de direcciones, y otros episo- Andrés se interpela dentro de un
dios. No se ubica en estas prime- espacio imaginario demostrando
ras secuencias la importancia de que el inconsciente tiene sus mo-
lo que le corresponde realizar des- dos de comunicación con códigos
de el punto de vista histórico; a di- fuertemente estructurados. La co-
ferencia de Eduardo, el compro- rriente de conciencia, elemento
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esencial de la vanguardia artística  portamiento revolucionario enten-


de estos años, se incorpora al tex- dido como una disposición prime-
to narrativo, pero también recons- ro, luego, como una toma de con-
truye el pasado para comprome- ciencia.
terse con un presente.
De lo que se deduce que la incor-
Es así como trasciende sus dudas,  poración de técnicas no constituye
así sus debilidades. Véase en el si- el recurso novedoso, el cual, aisla-
guiente ejemplo: do en otro contexto puede dar 
cuenta del valor artístico, intrínse-
Andrés sintió a pesar de to- co, de la obra literaria, una vez
do, que en algo estaba com- que el análisis en su totalidad fina-
 prometido, era la primera liza. Es necesario integrar los con-
vez que participaba seria- tenidos ideológicos. Por ello, la
mente en un organismos po-
lítico, antes su labor no pa-
verdadera dialéctica la posee An-
só de vender bonos, conoci- drés Barazarte como personaje di-
dos de la oficina, deambu- námico en el acontecer de la obra.
lar por las bases y los par- Según Luckács (1966) el autor de-
ques en interminables dis-  be tener una clara idea social y hu-
cusiones sobre la realidad mana de lo normal para poder si-
nacional. (p. 57) tuar la deformación en un justo lu-
gar, en su correcta relación, es de-
De ahí que las premisas ideológi- cir, para poder tratarlo como de-
cas de Andrés, más adelante, sean formación. La protesta moral con-
las que constituyen el basamento tra la bajeza del mundo que rodea
que en teoría encontramos en la al personaje, se expresa lingüísti-
 proclama. camente a través de una violencia
utilizada para promover una con-
La conciencia social que se perfi- ceptualización estética.
la media con un proceso de trans-
formación. Se autoconsolida una El tiempo propio, el tiempo autén-
 problemática ideológica y socio- tico será en adelante el tiempo de
lógica que es una aproximación la experiencia vivida que se habrá
hacia la actividad, hacia lo que se- separado casi por completo del
rá más adelante la preparación de mundo real subjetivo, como afir-
una ofensiva, ofensiva que se con- ma Luckács:
vierte más en defensa. Es el com-

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PAÍS PORTÁTIL: VENEZUELA Y VIOLENCIA

Pero la vida puede transfor- cuento de injusticias la imagen de


mar en realidad nuevas po- un País Portátil. La tierra se con-
sibilidades concretas, es de- vierte en el símbolo de un país:
cir, pueden surgir situacio-
nes en que el hombre se en- Eran mil novecientos cua-
cuentre colocado ante una renta y cinco hectáreas con
alternativa, en la cual llegue cuatrocientos veintiocho
a expresarse su verdadera metros cuadrados y quedó
 personalidad en una forma esta mecedora, porque no
sorprendente para él mis- me vengas a decir que uste-
mo. Las peripecias internas des ven por mí y que esta-
de la obra literaria, sobre to- mos alivianados y que con
do de la dramática, tienen tal haya salud, a Dios gra-
 por objeto, en general, una cias, no, vayan muy largo al
de estas irrupciones en la carajo con sus cuidados y
realidad de una posibilidad déjenme morir. (p. 71)
en sí real, pero cuya revela-
ción se vio reprimida hasta Estos dos tiempos se convierten
este momento por las cir-
cunstancias. (p. 25)
en una sola realidad para Andrés
Barazarte. Es un recurso que uti-
La lectura de las últimas páginas liza hábilmente el autor para re-
de la novela País Portátil, antici- velar la importancia y trascenden-
 pa el desenlace de la lucha guerri- cia de esta digresión que de ma-
llera en la cual participa Andrés nera permanente acompaña la
Barazarte. Del análisis que se ha- lectura de la novela. Es una con-
ce de la etapa final de la novela, se vergencia que en el sintagma de
infiere que hay dos historias esen- la narración se une significativa-
ciales dentro de la obra, una que mente. En los momentos de ago-
recuerda Salvador Barazarte y cu- nía de Salvador Barazarte, se en-
ya memoria histórica la ubica en cuentran Eudocia, Hortencia, los
1860, y la vivida por Andrés Bara- fantasmas de Víctor Rafael y
zarte, en los años sesenta. Estas León Perfecto, la llamada reitera-
historias se ejecutan en la periferia tiva: “Andrés ¡Andrés!”. Y los
de una metáfora que monemática- vecinos que se arrodillan y rue-
mente condensa el título. Gracias gan por él:
a este final, el hilo que une los en-
Dale el señor el descanso
frentamientos políticos y sociales eterno, que brille para él la
en una sola lucha, sujeta en el re-
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luz perpetua, la luz se pone llenan de significación y en gran


verde, redonda y misericor- medida propician el desgaste de lo
diosa, en el cruce para que actual. De esta manera se encuen-
el taxi pueda arrancar, se- tra en el texto un encadenamiento
guir disparado, por la línea de angustia y miedo:
de tránsito rápido, con el
volumen del radio abierta a
la pachanga... que buena es “Parece –responde Andrés, me-
la pachanga... (p. 188) dio ahogado. El temblor de nue-
vo, el corazón golpeando” (p.
190)
Sólo, entonces, País Portátil se Todavía el temblor. La respira-
 presenta como proyecto revolu- ción contenida, la hincadita en
cionario. La participación de esta el pecho”.
lucha armada a la cual se entrega (p. 191).
Barazarte, obedece al resultado de “Enorme desgano, desolación,
una toma de conciencia progresi- frío al derecho y al revés”.
va, dilatada interiormente en las “Se suda, se mea salta el pecho,
reminiscencias que sirvieron de los riñones y el corazón”.
 base para ubicar al personaje en “¡Ah rigor! Quedó un polvito”.
un presente, el presente de las ac- “No hay tiempo, no hay calle,
no hay camino, no hay carajo”.
ción misma, del compromiso. “Echarse a llorar. Ernestina se
deslagrimó”.
A pesar del descalabro de la reali- ........................
dad que agobia al personaje por  “Delia tendida con resplandores
actuar en un mundo sin consisten- y balas. Andrés afinca en su
cia para él, la reacción final fue in- hombro la metralleta quita el
dicio revelador que permitió de- seguro, presiona el disparador”.
ducir la validez de los discursos
ideológicos como una forma de Las técnicas narrativas de van-
denuncia a través de la protesta, guardia se utilizan para presentar 
de la violencia verbal impactante. un vertiente subjetiva, de fondo
La finalidad, entonces, no fue la turbulento, caracterizada por as-
de ofrecer una visión cerrada y pa-  pectos relevantes de la realidad.
vorosa de un mundo poblado de Hay que resaltar que un fondo re-
seres moralmente aniquilados, si-  belde enfatiza la pluralidad de los
no la de abrir un abanico de con- códigos de expresión alterados,
vergencias históricas que compa-  porque esa fuerza interior que per-
radas con el mundo de ahora se mitió la evocación sostenida de la

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PAÍS PORTÁTIL: VENEZUELA Y VIOLENCIA

vivencia del pasado, refuerza la mundo actual tiene una raíz primi-
idea de que existe una toma de genia en lo que pasó pero que con-
conciencia interior. Es así como se tinúa aconteciendo dentro de una
 piensa que la influencia del su- mente interrogante” .
rrealismo fue una actitud filosófi-
ca orientada hacia el cuestiona- Andrés Barazarte hace suyo un
miento de un sistema social que  pasado que también es pasado co-
igualmente se manifiesta en la lectivo en la medida en que ubica
 proclama. Liberación integral del un fragmento de la historia para
hombre, idea ya propuesta por los identificar en el presente los as-
surrealistas, es asumida por An-  pectos sociales y políticos que lo
drés Barazarte, ya no como con- niegan como individuo y como su-
ducta automática sino como res-  jeto colectivo.
 puesta a la violencia exterior.
Por tal motivo, País Portátil fue
A través de Andrés Barazarte se un medio para una toma de con-
sitúa la realidad de una conciencia ciencia colectiva. Estudiar y com-
con sus perspectivas y sus som-  prender el contexto histórico-so-
 bras, es la conciencia central de la cial y la obra literaria, exigió un
novela que como procedimiento análisis bajo dos ángulos comple-
indirecto se convierte en reflector. mentarios, uno referido a un pro-
ceso de estructuración dentro de lo
Andrés Barazarte aspira a apre- social y lo político, el otro coexis-
hender la esencia de su propia vi- tió y presentó los síntomas de un
da; el mundo para él se abre con  proceso de desestructuración, es-
una sucesión de impresiones a tra- tructuras que se colocaron dentro
vés de sus dudas, el autor se acer- de una tensión por medio de la
ca a la incredulidad, a la soledad, a cual una conciencia individual, la
la incomunicación, pero también del escritor comprometido, reveló
se acerca a la necesidad de dar res- la dinámica de los grupos sociales.
 puesta a sus pasado histórico. Referencias

Según Larrazábal (1972) del aná- Bravo, M. J. (1978).  La ideología


lisis de la novela se desprende una de la identidad cultural
 proyección en anverso y en rever- venezolana: Doña Bár -
so, esta proyección tiene su base bara y País Portátil . Te-
en la reminiscencia “donde todo el sis de maestría no publi-
In vest igación y Post gr ad o, Vol . 16, N° 2. 2001 177
Vilma Moreno

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