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Universidad Autónoma de Nayarit

Unidad Académica de Medicina


Unidad de Aprendizaje
Historia y Filosofía de la Medicina

1. Introducción al estudio de la Historia y Filosofía de la Medicina

Antes de iniciar esta Unidad de Aprendizaje, bien valdría la pena hacer un intento por
definir a esa Práctica Social llamada Medicina. Cotidianamente decimos que la Medicina
es un Arte y una Ciencia. La Real Academia de la Lengua Española la define como la Ciencia
y el Arte de precaver y curar las enfermedades del cuerpo humano. Una forma de intentar
resolver el problema de que si la Medicina es Ciencia o Arte, es comparando los métodos
de trabajo, los objetivos y las metas de 3 profesionales: Médicos, Científicos y Artistas.
Respecto a los métodos de trabajo tenemos sucesivamente el enfermo, la pregunta
científica y la expresión artística lo que les permite intuir correctamente una solución sea
ésta el diagnóstico correcto, la hipótesis adecuada y la mejor creación estética. Los tres
personajes requieren creatividad (capacidad para concebir configuraciones novedosas a
partir de un mínimo de elementos iniciales). Otra característica común en el trabajo de
ellos es su destreza técnica, su habilidad experta para manipular la naturaleza de manera
no solo precisa y exacta sino también elegante y hasta bella. Sin embargo los objetivos de
estos personajes son distintos: el Médico intenta curar a su paciente individual o
preservar su salud (o de la comunidad), el Científico trata de crear un esquema aceptable
del Mundo, el Artista de interpretar el mundo desde una perspectiva estética. También
sus metas son diferentes: la Medicina persigue la salud, la Ciencia el Conocimiento y el
Arte la emoción estética.
Al final la Medicina es las dos cosas: Ciencia y Arte y algo más…
Es ciencia porque esta disciplina surge en el siglo XVI (empieza en 1543 con la publicación
de 2 libros: uno de Anatomía “Sobre la Estructura del Cuerpo Humano” de Andrés Vesalio
y “Sobre las Revoluciones de las Esferas Celestes” de Nicolás Copérnico.
Es Arte, pero no en el sentido del Artista sino más bien en el de artesano, es un oficio que
requiere de conocimientos teóricos y de habilidades técnicas que se adquieren con la
práctica. Pero la Medicina también es algo más, es una actividad humana singular… es la
única profesión dedicada a lograr que hombres y mujeres vivan y mueran sanos lo más
tarde posible. Los Médicos se ocupan de 3 cosas: la conservación de la salud, la curación
de las enfermedades y la prevención de muertes prematuras.
Los Médicos tienen un estilo de trabajo a través del cual realizan sus acciones y este puede
ser de 4 formas distintas: 1) Con atención rigurosa a las reglas científicas que se aplican
en cada paciente 2) Con gran cariño y apoyo emocional a los seres humanos afectados 3)

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Con una mezcla saludable de 1, 2 y 4) Con ignorancia científica, desapego emocional e
impaciencia burocrática.
Aunque estos 4 tipos de Médicos existen hoy y han existido siempre, desde hace 25 siglos
persiste vigente el aforismo Hipocrático sobre la verdadera Naturaleza de la acción
médica: “Curar algunas veces, ayudar con frecuencia y consolar siempre”

El Hombre en la Tierra

El origen de la Tierra se remonta a aproximadamente 4,500 millones de años y el Homo


Erectus tiene una antigüedad de 1 millón de años.
Desde el punto de vista geológico la tierra pasa por varios periodos: del precámbrico al
paleozoico (primario) al mesozoico (secundario) y al cenozoico (terciario). En esta última
era aparecen los primeros primates; también en esta, los ramapitecos (hace 10 millones
de años) y los australopitecos (hace 6 millones de años) vagan por algunas zonas de África.
En el pleistoceno (cuaternario) aparecen los restos arqueológicos; este periodo se divide
en Paleolítico, Mesolítico y Neolítico, a los cuales siguen las edades del Cobre, Bronce y
de Hierro. En el Paleolítico inferior, hace 1 millón de años aparece el Homo Erectus. Al
Paleolítico medio corresponde el Hombre de Neandertal (100,000 años) y el Hombre de
Cro-Magnon (40,000 años), mientras que las primeras ciudades aparecen tardíamente en
el Neolítico hace 8,000 años aproximadamente.
Ya con las características del Hombre Moderno, el Hombre de Cro-Magnon así llamado
por haber sido descubierto en las Cuevas del mismo nombre en Dordoña Francia se
extendió por todo el mundo, incluyendo América, Australia y el Ártico, en un periodo que
se extiende de 40,000 a 10,000 años atrás. Correspondiendo este periodo al inmediato
anterior al descubrimiento de la agricultura y la escritura.
El Hombre de Cro-Magnon difiere profundamente del de Neandertal, físicamente es más
alto, de mandíbula hundida y mentón prominente. Ha desarrollado una tecnología
asombrosa, y aunque continua siendo cazador y recolector, en su cultura aparece por
primera vez el Arte.
En los distintos yacimientos se han encontrado gran variedad de instrumentos: cestos,
mangos, agujas, pieles curtidas, botones, trampas para animales, propulsores para armas
y herramientas de diversos materiales, anzuelos, redes para la pesca y arcos y flechas.
El tallado de la piedra para la construcción de diversos utensilios llegó a su máximo con el
Hombre de Cro-Magnon. Ya cuenta con una alfarería cocida rudimentariamente,
fabricando hornos para tal efecto (Checoslovaquia).
Sus manifestaciones artísticas son variadas y de gran calidad pictórica. Predominan las
pinturas rupestres, las esculturas y el tallado de madera, astas, marfil y hueso. Las

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pinturas se localizan en España y Francia, así como innumerables figuras talladas en
diversos materiales.
La higiene y la patología del Cro-Magnon no variaron mucho en relación con sus ancestros
inmediatos los Neardentales. Su alimentación era abundante y variada, pero el
hacinamiento, la promiscuidad y la falta absoluta de control de basura y excretas
debieron favorecer un sinnúmero de enfermedades infectocontagiosas. Los problemas
traumáticos eran muy frecuentes secundarios a accidentes y actos violentos. Existen
numerosas figuras talladas en piedra y arcilla de mujeres obesas, esto quizá significó un
incipiente culto a la Fertilidad o la representación artística de un tipo especial de
obesidad.
En la gruta de Trois Freres en los Pirineos aparece la figura de un Hombre Búho que bien
podría corresponder a la representación rupestre de un Chamán, brujo o curandero.
A partir del Neolítico (Hace aproximadamente 4,000 años antes de nuestra era) tres
grandes innovaciones van a determinar una verdadera revolución en la vida de los
primeros seres humanos: la escritura, la agricultura y el uso de los metales. En los valles
de los grandes ríos: Éufrates-Tigris, Nilo, Indo y Hoang-Ho se origina el florecimiento de
grandes Civilizaciones.
Antes del surgimiento de las grandes Civilizaciones ya se habían creado grandes centros
urbanos entre los años 9000 y 4000 antes de nuestra era. Con un alto grado de desarrollo
cultural, económico y técnico estos centros urbanos surgen principalmente en Asia. Así se
encuentra a Jarmo y Tell Hassuna en Irak, Gang-Darek en Irán, Cayonu en Turquía y Jericó
en Palestina.
En la Prehistoria de la Humanidad la falta de una concepción sobre los fenómenos
naturales genera la explicación mágica de los mismos, de esta manera la Medicina se
basaba en conceptos mágicos poco precisos y poco efectivos. A las interpretaciones
religiosas se agregan la percepción mágica. El concepto de Chaman aparece en Siberia en
la edad de Piedra cuando los glaciares se habían retirado de Europa y la vegetación cubría
la tierra, condición propicia para el descubrimiento de la agricultura y posteriormente la
ganadería. Bajo estas condiciones el Hombre se convierte de Nómada a Sedentario.
Dada la adquisición de conocimientos empíricos para el cuidado de las personas aparece
la figura del Chaman. Su experiencia acumulada le permite utilizar plantas como agentes
terapéuticos o como venenos, estos procedimientos siempre se acompañan con rituales,
encantamientos y conjuros pues la visión básica es que las Enfermedades son causadas
por la invasión corporal de espíritus que hay que expulsar.
La sugestión y la fortuna juegan un papel importante en la curación de los Enfermos.
Con el desarrollo de las clases sociales, la enseñanza de la Medicina se reservó para cierta
parte de la población y en sus inicios solamente para la Casta Sacerdotal.
Según la visión mágico-religiosa de los pueblos prehistóricos las causas de la Enfermedad
pueden ser:
- Castigos divinos como consecuencia de violación de un tabú o de alguna ley religiosa
o bien causados por Brujos

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- El diagnóstico y Tratamiento de las dolencias requiere necesariamente de ritos
mágico-religiosos
- Los encargados de la Curación son Sacerdotes, Brujos o Chamanes

En la actualidad esta concepción mágico-religiosa de la Enfermedad forma parte de la


Medicina Tradicional tan cotidiana en nuestro país.
Conocer sobre la Historia y Filosofía de la Medicina es muy importante por 2 razones
principalmente: la primera se refiere a esa especial relación entre Médicos y Pacientes,
basada en una simbólica amistad, que hoy, como hace seis mil años, no solo es el mejor
instrumento para realizar diagnósticos, sino también la mejor terapia. Es precisamente
ese diálogo en donde la historia de los pacientes y su relación con los Médicos constituyen
el fundamento básico en donde nos damos cuenta de los logros y esfuerzos de los médicos
a través del tiempo, en donde la armonía con el otro nos da los mejores resultados
terapéuticos.
Una segunda razón ya plasmada por el gran Médico historiador Henry E. Sigerist desde
hace más de treinta años en donde nos dice que la Medicina es ante todo una Ciencia
Social que utiliza los métodos de las ciencias naturales y en consecuencia la Medicina es
la mejor manera de tener salud, bienestar y felicidad en nuestros pueblos.
En la realidad la Historia es el curso temporal y trascendente de las acciones del género
humano, curso en el cual los hombres van creando u olvidando posibilidades
intelectuales, técnicas, políticas, artísticas, etc., para hacer su vida, y por tanto
incrementando o empobreciendo su capacidad para vivir como tales hombres.
Esa nueva producción de posibilidades de vida está definida como el resultado de una
serie de actos de libertad creadora, tal actividad está condicionada por diversos factores,
entre ellos: la índole étnico cultural del pueblo en que surge, el sistema de creencias y de
intereses propios de la situación histórico social, el sistema social, y, dentro de él, la
estructura socioeconómica, la distribución social de los bienes, índole y nivel de los modos
de producción y del trabajo. El proceso histórico de cada Pueblo y la Humanidad en su
conjunto arranca de una “experiencia”, posee un “contenido”, cobra existencia en una
determinada “situación”, y dentro de un “horizonte”, descansa sobre un “fundamento” y
ofrece un haz más o menos amplio de “posibilidades”.
La Historia de la Medicina es el resultado de la serie de actividades personales, colectivas
e institucionales en cuyo seno el hombre ha ido realizando, conforme a determinados
paradigmas científicos y dentro de situaciones histórico-sociales diferentes sus sucesivas
capacidades para entender, curar y prevenir la enfermedad, más ampliamente para
promover la salud, como, por otra parte, el relato sistemático de esta constante obra
creadora y operativa.
Desde una perspectiva epistemológica cinco son los preceptos que la Historia de la
Medicina ofrece al Médico:
- Un camino hacia la Integridad de su saber

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- Uno de los requisitos para la posesión en lo que respecta a sus saberes propios de
lo que hoy conocemos como Dignidad Moral.
- Una poderosa ayuda para el logro de la claridad intelectual.
- Una sutil y radical instancia para el ejercicio de la libertad de la mente.
- Cierta opción a la Originalidad.

La Enfermedad es tan antigua como la Vida misma. Cuando se trata de estudiar las
enfermedades que afectaron a los primeros seres humanos, aquellos que vivieron en la
Prehistoria, nos encontramos con 2 grandes problemas, el primero se refiere a que los
restos de que se dispone son mayoritariamente esqueletos, ya que los demás tejidos se
descomponen y el segundo está relacionado con que al remontarse más al pasado se
dispone de menos esqueletos.
La Prehistoria es el periodo de tiempo previo a la Historia, el que transcurre desde el inicio
de la evolución humana hasta que aparecen los primeros testimonios escritos. La
Prehistoria ha sido dividida tradicionalmente en dos grandes periodos: la Edad de Piedra
y la Edad de los Metales.
La Edad de Piedra se divide a su vez, en Paleolítico y Neolítico, el primero es el periodo
más antiguo y su comienzo se remonta a hace unos dos millones quinientos mil años.
Durante esta etapa el ser humano fue nómada y se alimentaba de la caza, de la pesca y
de la recolección. La utilización del fuego se inició hace aproximadamente un millón
quinientos mil años. En este periodo el Hombre primitivo desarrolla la inventiva y la
habilidad manual para fabricar instrumentos y valerse de ellos, comenzando con
fragmentos burdamente afilados de cuarzo de roca volcánica, aprende la fabricación de
hojas de pedernal y de puntas de piedra lo que le permiten defenderse mejor de animales
feroces y obtener la carne necesaria para su alimentación, aprende también a curtir el
cuero, labrar el hueso y ya utiliza el fuego para enfrentarse a las inclemencias del tiempo
y cocinar sus alimentos. Durante el Paleolítico el hombre es predominantemente cazador.
Entre el Paleolítico y el Neolítico, se sitúa un periodo intermedio llamado Mesolítico, en
este periodo el Hombre primitivo sale de las cuevas para situarse a la orilla de lagos, ríos
y zonas boscosas, existencia que favoreció mejores oportunidades de contacto social,
aunque sigue dependiendo de la caza y de la pesca, construye chozas temporales de cañas
y ramas de árboles y complementa su alimentación con raíces y frutas silvestres. La vida
comunitaria dio origen a preceptos sociales, éticos y religiosos. La propiedad sobre los
bienes era probablemente comunitaria. El Hombre creo las primeras embarcaciones, el
arco, la flecha, el pico y el hacha. A partir de la aparición de la Agricultura inicia el periodo
Neolítico hace aproximadamente cinco mil años antes de nuestra era, aquí es difícil fijar
una fecha de inicio ya que diferentes grupos humanos llevaron a cabo la llamada
revolución agrícola en diferentes momentos. En esta etapa aparecen los primeros
asentamientos humanos y surge el tejido y la cerámica. Con el crecimiento de la
agricultura y el pastoreo, aparecen las primeras aldeas, construyendo habitaciones
permanentes, domesticando animales. La vida comunal se hace más intensa. La seguridad

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que ofrece el cultivo de alimentos y el poder disponer a voluntad de despensa y abrigo,
permite utilizar sus energías para algo más que la necesidad de satisfacer su subsistencia,
de tal forma que aquí se marca el inicio de las grandes civilizaciones.
Al periodo más reciente de la Prehistoria se le denomina Edad de los Metales, dividido en
tres grandes etapas, la Edad de Cobre, Edad de Bronce y Edad de Hierro.
Para acercarnos a los conocimientos médicos y a los remedios que utilizaron los hombres
de la prehistoria contamos con 2 herramientas la Paleopatología y la Paleomedicina.
La Paleopatología es la rama de la medicina que estudia las enfermedades en restos
fósiles, en momias, en las pictografías encontradas en cuevas, en las tradiciones orales,
en el estudio de las actuales culturas no tecnológicas y en la evaluación de los
instrumentos elaborados que han llegado hasta nosotros. Los conocimientos que nos
aporta son limitados y fragmentarios pero se ha logrado deducir gracias a ella, que la
enfermedad existía desde antes de que apareciera el Hombre, por la existencia de
enfermedades en restos de animales y plantas que precedieron al hombre en millones de
años.
Las Enfermedades que tuvieron nuestros antepasados las podemos agrupar en cinco
grandes grupos: traumatismos, artritis y artrosis, enfermedades infectocontagiosas,
dentarias y tumorales.
Las consecuencias de los traumatismos tienen una elevada frecuencia en los restos óseos
procedentes de la Prehistoria, probablemente debido a sus condiciones de vida, a las
luchas entre grupos triviales, a los accidentes y a los ritos de sacrificio. La mayoría de las
lesiones fueron causadas por objetos romos, las lesiones óseas producidas por objetos
punzantes aparecen en el periodo intermedio entre el Neolítico y la Edad de cobre,
durante el cual se introduce el arco y la flecha.
Las amputaciones se llevaban a cabo con fines rituales o de sacrificio. En los restos óseos
procedentes del Mesolítico se encuentra un alto porcentaje de artritis y artrosis
principalmente en jóvenes menores de 30 años y del sexo femenino.
Las enfermedades infectocontagiosas más frecuentes se debieron fundamentalmente a
infecciones en heridas cutáneas, parasitosis, se puede afirmar que hubo un tiempo en el
que no hubo enfermedades virales, pero si bacterianas.
Las pérdidas dentarias debieron ser muy frecuentes con la posterior atrofia de los alveolos
dentarios y el desplazamiento de piezas vecinas. Llama la atención el hecho de que no se
han encontrado piezas dentarias con caries en el hombre del Paleolítico, probablemente
los cambios de alimentación que se producen durante el Neolítico favorecieron la
aparición de esta enfermedad. La dureza de la carne cruda y la presencia de restos
minerales en los vegetales favorecieron la abrasión dentaria y el desgaste de las encías.
Las mandíbulas encontradas están dañadas en su mayoría hasta la raíz, lo cual hace
pensar que las infecciones debieron ser bastante frecuentes.
La Patología tumoral tiene una presencia muy escasa durante la Prehistoria ya que la
esperanza de vida giraba en torno a los 20 o 30 años.

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El término Cirugía deriva del griego cheiros que significa “mano” y de ergon “trabajo”
literalmente Cirugía significa trabajar con las manos. La cirugía craneal ya era practicada
por el hombre prehistórico. El nacimiento de la Cirugía ocurre en el Neolítico durante el
cual aparecen hombres que con técnicas e instrumentos muy rudimentarios practicaban
trepanaciones de cráneos. Esta técnica quirúrgica fue realizada por muchos pueblos
prehistóricos de todos los continentes. La mayoría de estos cráneos trepanados se hacía
en varones jóvenes principalmente.
Los orificios se localizan preferentemente del lado izquierdo del cráneo, en los huesos
temporal y occipital y con menos frecuencia en el parietal o frontal, su forma era la de un
óvalo o un cuadrado con una dimensión de 3-4 cm por cada lado.
Los científicos han identificado dos tipos de trepanaciones, las llevadas a cabo en vida y
otras hechas tras la muerte del individuo. En la trepanación de huesos craneales se
utilizaban cuchillos o trépanos realizados con obsidiana o sílex. Sin duda la tasa de
mortalidad por estas intervenciones fue muy alta, a pesar de eso más de la tercera parte
de los sujetos lograban sobrevivir. En el caso de las trepanaciones postmorten quizá el
motivo de las mismas era obtener un fragmento óseo que se utilizaba como amuleto al
que se le atribuían poderes mágicos.
Generalmente estas trepanaciones postmorten eran de aquellos sobrevivientes de
trepanaciones, dado que estos individuos eran considerados como una especie de
santones y su cráneo con un mayor valor mágico.
En cuanto a las trepanaciones realizadas en vivo podrían tener un fin quirúrgico o médico.
En el primer caso para la extracción de fragmentos óseos posterior a una contusión
craneal. Y en el segundo caso como tratamiento de epilepsia, migraña o locura. Otro
motivo podría ser el espíritu maligno que saldría a través del agujero realizado en su
cráneo.
La Paleomedicina es una herramienta que nos permite acercarnos a los aspectos médicos
de la Prehistoria, consiste básicamente en analizar la acción médica a través del estudio
de fósiles, momias y restos arqueológicos, los testimonios que podemos obtener son
menores que los aportados por la Paleopatología.
La Medicina Prehistórica se caracterizó por ser intuitiva, mágica y religiosa. Nuestros
antepasados como respuesta al dolor, a una hemorragia o a una herida reaccionarían
seguramente de una forma instintiva friccionando la región anatómica, chupando la
herida o comprimiendo la hemorragia. En caso de fracturas permanecerían en reposo o
bien procederían a entablillarse la región lesionada con restos de ramas para evitar que
el movimiento intensificara su dolor.
Los hombres se prestarían ayuda unos a otros, quizás debieron destacar algunos
individuos que demostrarán habilidades especiales para extraer espinas o crear
artefactos de entablillamiento. Estos primeros hombres no tardarían en convertirse en
sanadores del grupo.
El sentido maternal y la higiene corporal son instintivos, es probable que nuestros
ancestros recurrieran a estas prácticas para desparasitarse. Cuando el hombre primitivo

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sintiera que la temperatura de su organismo era superior a la normal, acudiría a
refrescase sumergiéndose en lagos y ríos, del mismo modo ante el frío cubriéndose con la
piel de los animales que cazaban y mediante el uso del fuego.
Ante los fenómenos naturales y los sueños como sucesos no controlables en la vida
cotidiana del hombre prehistórico, expresiones de un mundo incomprensible, el hombre
prehistórico no encontró más explicación de que debía de existir una fuerza superior
desconocida, y así poco a poco surge el pensamiento mágico. Con el paso del tiempo
atribuía a los fenómenos naturales un carácter sobrenatural que podría castigar a su
antojo a los hombres, por lo que era preciso rendirles tributo y reverencia. Así la
enfermedad fue entendida como un castigo de espíritus malignos. Mediante una serie de
ritos, el hombre podría consagrarse con todos estos elementos y protegerse de la
enfermedad y las fuerzas del mal, dado que los espíritus podrían privarlos de la salud, el
bienestar y la felicidad.
En la medicina primitiva no existía distinción entre enfermedades orgánicas y
psicológicas, debido a que su visión era mágica. En la Prehistoria muy probablemente se
podía considerar a 5 elementos que podrían producir enfermedades: la infracción de un
tabú, un hechizo maligno, la pérdida del alma, la posesión por un espíritu maligno o la
intrusión de un cuerpo extraño.
Todas estas supersticiones fueron el caldo de cultivo ideal para que apareciera la figura
del sanador o chamán, ante la necesidad de buscar intermediarios entre los dioses y los
hombres, que terminaran con la acción maléfica de los espíritus. Se trataba de un
miembro del grupo con poderes especiales que era capaz de diagnosticar, tratar y dar el
pronóstico de una enfermedad. Así pues, los chamanes pueden ser considerados los
primeros médicos de la humanidad, que a través de diferentes terapias (hierbas, raíces,
sugestión, rituales) cumplían con la función de curanderos y sanadores de la tribu. Su
papel era sumamente importante en las sociedades prehistóricas, hasta el punto que los
antropólogos han establecido que estos hombres además presidian los llamados ritos de
transición de una persona, en donde ayudaban a vencer las posibles crisis y los ritos de
intensificación con los que se trataba de vencer etapas de hambruna, epidemias o
desastres naturales.
En resumen, la Teoría Médica primitiva era, en su esencia, fundamentalmente mágica y
la práctica médica estaba estrecha e inseparablemente ligada a los hechizos.
Al ser humano siempre le ha gustado conocer su historia, saber de dónde viene, quiénes
fueron sus antepasados, conocer sus glorias; cuando no sabe esto, sencillamente lo
inventa y así surgen los mitos. Un mito es una verdad inventada por los individuos, que
llena un espacio necesario en su conocimiento y que solo se convierte en falso cuando lo
sustituye por otro mito o cuando se logra encontrar otra explicación. De ahí que el mito
descubre una verdad y el modo de ver el mundo en un momento dado por la historia, los
mitos no se pueden verificar y su veracidad se basa en la fe.
En la antigüedad, el creador de mitos aceptaba el mundo, conocía los fenómenos, pero
no podía apartarse de ellos y su análisis se basaba fundamentalmente en sus

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percepciones. La Historia y Filosofía de la Medicina, como parte de la Historia de la
Humanidad no puede escapar de su mitología y son muchas las culturas que nos han
legado sus mitos y leyendas.
En la Medicina Primitiva se tiende a enfatizar el componente mágico religioso
principalmente en lo que se refiere a las prácticas rituales en la curación del enfermo. La
conjunción de magia, religión y medicina va mucho más allá, pues engloba no solo este
aspecto sino también la génesis misma de la enfermedad y prevención tanto en el orden
individual como colectivo, así como a las personas capacitadas para ejercer su práctica.
En el origen de la enfermedad, se pueden señalar dos aspectos diferentes: porque se
produce y cómo se produce. En el primer caso la respuesta puede ser por acción de la
cólera divina, mediante un hechicero, por la no observancia de un tabú, rito, promesa o
regla social. En el segundo caso, el método de adquisición puede ser por un conjuro,
maldición, mal de ojo, posesión u otros medios: pero siempre con una actuación directa
sobre el sujeto o su representación. La utilización de medios mágicos religiosos puede
observarse a lo largo del estudio de la medicina en todas las culturas conocidas, con
diferencias relacionadas con el medio geográfico, el desarrollo del sistema social, los
medios de producción y las diferentes épocas.
El Hombre primitivo era muy susceptible a la sugestión, lo que explica su intensa
respuesta a los encantamientos, hechizos y demás recursos de la magia, los remedios
empíricos utilizados eran baños, los eméticos, los purgantes, el masaje, la sangría y la
aplicación de ventosas, las hierbas u órganos de los animales, todos utilizados en el curso
de numerosas ceremonias curativas.
La farmacia primitiva era una desconcertante mescolanza de unas pocas drogas efectivas
y las más completamente ineficaces, algunas de estas drogas que la medicina moderna
conoce y que se continúan usando son la cascara sagrada, la cocaína, la emetina, el curare,
la efedrina y la reserpina entre otras. Otras formas de prevenir o curar las enfermedades
eran colectivas, tales como pintarse la piel, danzas, sacrificios en animales o en humanos,
asimismo crearon diversos cultos y tabús como cultos fálicos, el propio patriarcado y la
virginidad femenina.
Desde la perspectiva histórica, la medicina empírica precede a la medicina mágica y ésta
a la medicina sacerdotal.

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El Símbolo de la Medicina

Bastón, Vara o Báculo de Esculapio

A través del tiempo el Hombre ha utilizado numerosas formas de comunicarse, una de


ellas es a través del uso de Símbolos. La palabra Símbolo deriva del latín simbölum que
significa representación sensorialmente perceptible de una realidad en virtud de rasgos
que se asocian con esta por una convención socialmente aceptada.
Los símbolos sirven para apreciar mejor el arte, la ciencia y la técnica, así como para
valorar todos los beneficios que nos rodean, puesto que facilitan la comunicación
humana. Su sentido auténtico es el de emblema, es decir alegoría ética y estética.
Muchas de las ramas de la ciencia tienen un emblema que las distingue y que es orgullo
de sus miembros ya que significa toda una serie de valores tanto históricos como éticos.
La conformación del Emblema Médico ha cambiado a través de las distintas épocas según
las costumbres, ideas y creencias religiosas de los pueblos; fue variando a medida que
evolucionaron las civilizaciones las cuales fueron asignándole caracteres propios de cada
una, por lo que resulta el producto de una larga transformación histórica.
La Vara o Báculo de Esculapio (Asclepios entre los griegos) con una serpiente enroscada
ha sido tradicionalmente el Símbolo de la Medicina Científica, sin embargo,
frecuentemente se toma como Símbolo de la Medicina al Caduceo de Hermes (Mercurio
entre los romanos) una vara coronada con un casco alado en la que se entrelazan dos
serpientes enroscadas.
En el presente escrito analizaremos los componentes de cada Símbolo y la Mitología
alrededor de ellos.
La Serpiente ha sido por siglos un ser lleno de misterio y magia. Su movimiento hipnotiza,
su ataque aterra y su veneno mata. Gran parte de las culturas de la antigüedad, como la

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azteca, india oriental, cretense y fenicia la consideraban una divinidad y por lo tanto,
objeto de culto. Su cambio de piel anual se considera símbolo de vida, también se
relaciona con la sabiduría, el rejuvenecimiento, la fertilidad, la salud y la prosperidad.
La costumbre de venerar a la Serpiente data de 3,000 años antes de nuestra era, cuando
la estrella Alfa Draconis de la constelación Draco (Dragón: serpiente con alas) era la
estrella polar, la que se consideraba muy importante para determinar el destino del
hombre. Para los egipcios era un símbolo de Sabiduría, inmortalidad, fortaleza y
protección. Desde tiempo inmemorial la serpiente ha simbolizado en la India a Kundalini,
la energía evolutiva del hombre. La Serpiente representa prudencia y previsión, atributos
de un buen médico. La Serpiente de la Vara de Esculapio, sería de los géneros coluber
longissimus, de colores amarillo y negro y, de uno o dos metros de largo o elaphis
aesculapii.
El Báculo significa bastón y se refiere al palo en forma de cayado con el que se apoyan
para caminar los débiles o los ancianos. El Báculo de Asclepios era de madera de Ciprés,
árbol considerado sagrado por los pueblos de la antigüedad por su longevidad y verdor
persistente, lo que originó el nombre de Árbol de la Vida. El Báculo simboliza autoridad,
fortaleza, sabiduría y ética irrevocable, cualidades propias del Médico. Para los pueblos
antiguos simboliza, optimismo, la vida, la esperanza y la inmortalidad. En la mitología
griega Esculapio enviaba sus poderes sanadores a través de la Serpiente, la cual lamia la
parte enferma y lo hacía en sueños, por lo que la costumbre de los pacientes de dormir
en sus templos era común.
Asclepios o Esculapio es el dios griego de la Medicina, hijo del Dios Apolo y de la Mortal
Coronis, ella estaba comprometida con su primo Isquis, al cual admitió en su lecho antes
del matrimonio a pesar de que Apolo la había dejado encinta. Apolo enfureció y se quejó
del insulto con su hermana Artemisa quien lo vengó matando a Coronis, mientras que
Apolo mataba a Isquis con sus flechas. El Dios al ver el cadáver de ella se arrepintió, pero
no salió de su abatimiento hasta que éste estaba ya en la pira funeraria y encendido el
fuego, ordenando a Hermes extraer al niño de la matriz de Coronis. Apolo le puso el
nombre de Asclepio y lo abandonó en el monte Titón, donde lo amamantó una cabra,
Arestanas, un pastor, encontró al niño y lo llevó a la cueva del Centauro Quirón, donde
aprendió el arte de curar, llegando incluso a resucitar a los muertos. Esto último irritó a
Hades señor del Infierno porque venía a menguar la población de su reino. Zeus fulminó
a Asclepios con su rayo. Por solicitud de su padre Apolo, Asclepios quedo inmortalizado
permaneciendo entre las estrellas, convirtiéndose en la Constelación llamada
Serpentario.
Asclepio tuvo tres hijos: Golaridio, Machaon (ambos médicos, patrones estos de los
Internistas y Cirujanos respectivamente) y Telésforo, y cuatro hijas: Hygia, que es la que
preserva la salud (Higiene), Panaqueia, que era farmacéutica (Panacea), Egle, que era
partera y oculista y Laso que era enfermera. Era el único Dios al que no se le conocieron
vicios y representa el ejemplo de la conducta intachable debe tener un Médico.

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El Caduceo, es un símbolo constituido por una vara delgada rodeada de una o dos
serpientes y adornado con dos alas en el extremo superior. Su nombre proviene del
termino latino caduceum que viene de cadere, caer, por la virtud que tenia de apaciguar
las discordias, es decir hacerlas decaer. También se deriva del griego kadux que significa
báculo heráldico o de embajador. Este nombre se aplicó a una caña o vara divina como
insignia de autoridad, cualidad y oficio, emblema de paz y de prosperidad, poder entre
los dioses y hombres, portaestandarte de todas las negociaciones. El Caduceo es la vara
mágica de Hermes, el mensajero y embajador de los dioses.
Hermes (considerado por los romanos como Mercurio), según la mitología griega es hijo
de Zeus y desde su nacimiento dio muestras de una precocidad extraordinaria. Entre sus
atributos se encuentra la habilidad para restablecer la armonía y la concordia, pero nunca
simbolizó a la medicina o a las artes curativas. Se considera el Dios griego de los viajeros,
comerciantes, ladrones, oradores, escritores, protector de la fecundidad, mensajero entre
dioses, conductor de las almas de los muertos al purgatorio y hacedor de las conexiones
entre los dos mundos.

Hermes o Mercurio es considerado el Dios del Comercio y el mensajero de los Dioses del
Olimpo. Por ser el Dios de los mercados, patrón del comercio y del juego de dados, por su
fama de ingenioso se le atribuyó la creación de la lira, el alfabeto, los números, la
gimnasia, los pesos y las medidas. Con el Caduceo adormecía y despertaba a los mortales,
atraía a ellos las almas de los fallecidos o las conducía a la morada de los muertos o al
infierno, sujetaba los vientos y disipaba las nubes, convertía en oro lo que tocaba,
transformaba las tinieblas en luz. Era una vara de poder, siendo para el hombre fuente de
seguridad, paz, concordia, beneficio y fortuna. Los griegos hicieron de este emblema el
sello distintivo de los Heraldos y Embajadores. Los Romanos utilizaron el caduceo como
símbolo del equilibrio moral y de la buena conducta: el bastón expresa el poder, las dos
serpientes la sabiduría, las alas la diligencia y el yelmo es emblemático de elevados
pensamientos.

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“El Instrumento Simbólico que refleja los valores de la Ética Hipocrática es el Báculo de
Asclepios o Esculapio por ser el Dios Griego de la Medicina, con la aclaración que la vara
de Ciprés representa la preservación de la Vida y la Serpiente, la sabiduría…”

La vara es un tronco de cabeza nudosa, donde se enrosca una serpiente que exterioriza la
cabeza, quedando separada y erguida. En el nudo del extremo superior se encuentra un
pseudo espejo formado por un ramo de uvas estilizado; la serpiente está enroscada en la
vara y queda su cabeza frente al pseudo espejo. Todo esto está rodeado de dos palmas,
cada una diferente, a la izquierda una rama de laurel y a la derecha una de roble.
El nudo indica las dificultades de la Ciencia. La Vara es de Ciprés, árbol considerado
sagrado por su longevidad lo que origina su sinónimo de “Árbol de la Vida” es símbolo de
poder, edad, experiencia y tolerancia. El racimo de uvas significa el vino produciendo
embriaguez; es usado con fines profético y adivinador y en la terapéutica como
medicamento. El pseudo espejo es considerado por los Egipcios como instrumento con
propiedades mágicas por que en él se reflejan seres sobrenaturales con solo ingerir un
leve narcótico.
La Serpiente representa prudencia y previsión, atributos de un buen médico, además de
sabiduría, rejuvenecimiento, fertilidad, salud y prosperidad. Era considerada como un
animal sagrado, divino y protector contra las energías negativas.
Todo rodeado de dos ramas, la de la izquierda de Laurel con seis hojas y cuatro botones
de flor y la de la derecha de Roble, con tres bellotas. Se Laurel porque este se usaba por
las Pitonisas y Adivinadoras para sus divagaciones, facilitadas por las propiedades
ligeramente narcóticas de esta planta. Y el Roble porque era considerado como un árbol
sagrado en las Galias y Grecia, pues las sacerdotisas que se mantenían en los templos,
interpretaban mensajes y predicciones que estos transmitían a través del ruido que el
viento producía al batir las hojas del árbol.

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2. Salud y Enfermedad en las Culturas Mesopotámicas

Rodeando al norte al desierto de Siria, se halla la Media Luna Fértil, territorio que se
extiende desde la desembocadura de los ríos Tigris y Éufrates en el Golfo Pérsico, hasta
Palestina, en la costa del Mediterráneo. En su porción oriental, la zona limitada por ambos
ríos, al este de los montes Zagros, se conoce con el nombre de Mesopotamia. Es en esta
zona en donde entre los años 3200 y 2800 antes de nuestra era, se establecen pueblos
indoeuropeos para formar lo que hoy se conoce como la Cuna de la Civilización. En el fértil
valle de Mesopotamia es el lugar donde se erigieron: Ur, Eridu, Larsa, Umma, Lagash, Uruk
y posteriormente Babilonia, Ashur y Nínive. Sumeria hacia el año 2,900 antes de nuestra
era y posteriormente Asiria al Norte y Babilonia al sur. Es precisamente en esta región
donde se generaron todas las tradiciones de la cultura occidental, de ahí se esparcen las
leyendas del Génesis, del paraíso terrenal y de la creación, del diluvio universal, de la
Torre de Babel, aquí también se sitúa el origen de la Esclavitud y las guerras de conquista.
Surge la visión Astrológica, con un paralelismo entre el movimiento de los astros, las
estaciones del año y los hechos fisiológicos, se inició el culto a los cuerpos celestes:
fundamentalmente al sol al que se le atribuyó el poder de fecundar, la tierra el poder de
ser fecundada y la concurrencia del agua para hacer posible esta fecundación y así esta
triada se constituyó en el principio vital de su concepción cosmológica. Los sumerios
tenían una religión politeísta. Adoraban a una triada superior o cósmica (Anu, dios del
Cielo, Enlil dios de la tierra y Ea, dios de las aguas), una triada astral (Sin, dios de la luna,
Shamash, dios del sol e Ishtar, diosa del amor, de la maternidad y de la fecundidad), dioses
secundarios, genios buenos (Lamassu) y demonios (Utukku).
Entre los ríos Tigris y Éufrates alzaron los sumerios sus primeras ciudades, al tiempo que
Egipto pasaba del mundo neolítico del pedernal al esplendor de sus pirámides.
Fue la civilización mesopotámica la respuesta del hombre al reto del desierto, para poder
sobrevivir mediante diques y represas en el ardiente sol y azotada por tempestades de
arena. Mesopotamia frecuentemente turbada por los nómadas del desierto y por los
montañeses ávidos de invadir la llanura. Pero también se benefició de estar en la ruta de
las caravanas portadoras de leyendas e ideas junto al oro, las especies y el incienso. La
escritura se inició en la antigua ciudad de Uruk en Mesopotamia donde habitaban
sumerios y acadios, en el año 3500 antes de nuestra era. Sumerios y semitas abrieron
canales de irrigación, creando fabulosas ciudades con altas torres y jardines colgantes.
Brillaron sus monarcas como héroes de leyenda, el líder Sargón en Acadia, Hammurabi en
Babilonia, Asurbanipal en Asiria, Nabucodonosor en Caldea. Los Sumerios construyeron
la ciudad de Babilonia, que sobrevivió unos 3,000 años, hasta que fue destruida en el año
275 antes de nuestra era. Un diluvio, seguido de tempestades de arena que sepultaron
edificios y carreteras, acabó con esta civilización, pero respetó sus tabletas cuneiformes.

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El empolvado mensaje de sus tabletas no habla de las ciudades babilónicas, de la torre de
Babel, de los zigurates, de los templos coronados con amplias terrazas desde donde los
sacerdotes espiaban el misterio del cosmos. El centro de sus ciudades eran el templo y el
mercado, con sus vestales esperando al forastero que las liberara con sus caricias y una
moneda de plata. Ciudades con avenidas brillantemente iluminadas, flanqueadas de
leones de cerámica, atestadas de ricos bazares y olorosas a mirra.
La escritura y los metales agregaron nuevas dimensiones a la vida humana. Su religión
antropomórfica requería ofrendas de tortas y vino a los dioses; y su economía esclava
contrastaba con una democracia teocrática, al requerirse que todos fueran obreros de los
canales en los tiempos de paz y soldados en los de guerra.
Fue el Mesopotámico un Arte que glorificó a los dioses, demonios y muertos y que tuvo
horror a los espacios abiertos, a las llanuras que les cercaban, al inmenso cielo. Ese arte
luchó contra el amorfo caos del universo. Su comunicación era limitada por la falta de
carreteras que impedía el uso de la rueda, excepto en carros de guerra, viajándose solo a
pie, en burro, o en balsas por el río. Con los soberanos se enterraba su corte, sus joyas de
oro y plata, sus objetos de lapislázuli y malaquita. Notables fueron sus inventos
mecánicos: el rodillo, la polea y el tornillo, la palanca, cuña y plano inclinado.
Los habitantes de Mesopotamia, fueron innovadores incansables, a ellos se deben los
mayores adelantos del mundo arcaico: inventaron la escritura, perfeccionaron la
metalúrgica, explorando yacimientos, fundaron ciudades-estado sobre terrenos
aprovechados por la irrigación y el encauzamiento metódico de las aguas de los ríos. Fue
también Mesopotamia quien lego los primeros códigos escritos, en los que se garantizaba
a cada persona, de alta o baja condición económica, los mismos derechos ante la justicia
Teocrática.
Los mesopotámicos fueron probablemente de origen asiático y su idioma carecía de
parentesco con otro alguno. Los primitivos habitantes tenían el pelo oscuro, la cabeza
redondeada y eran de baja estatura; más tarde, como consecuencia de las invasiones de
los pueblos semíticos y arios, el cruce de raza dio lugar a hombres y mujeres de mayor
estatura y distintos rasgos faciales.
Rodeados por desiertos, expuestos a los asaltos de los nómadas que codiciaban sus
riquezas en las planicies, los mesopotámicos vivían en constante zozobra, por lo que
edificaron inmensas ciudades amuralladas. Cada Pueblo estaba agrupado en torno a un
templo en el cual vivía el soberano y el dios local. Los Sacerdotes dirigían las obras de
irrigación, el abastecimiento de alimentos y las actividades religiosas. El dios era el dueño
de la ciudad, el sumo sacerdote su representante y sus habitantes los siervos. En pago, los
sacerdotes le aseguraban el sustento y debían protección. Cada ciudad era un pequeño
estado en el que mandaba era el rey, en su condición de emisario de la venerada deidad.
Los centros religiosos de cada ciudad, eran zigurates de más de 25 metros de altura. Se
hallaban enclavados entre dos muros concéntricos en medio de los cuales trabajaban
panaderos, cerveceros y herreros en talleres blanqueados que administraban los
sacerdotes. Alrededor del templo había estrechas calles con casas cuadradas con azoteas,

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y se extendían los fecundos campos donde se cosechaba el grano y los dátiles de las
palmeras sagradas y cuidaban sus rebaños.
Los artesanos modelaban bellas jarras y vasos de oro y calcita, pintaban objetos de
cerámica, labraban esculturas y bajorrelieves. Otros enjoyaban arpas, tocados y
estatuillas con pan de oro y lapislázuli; con aleaciones de oro forjaron cascos que tallaban
artísticamente. Los maestros de obras idearon el arco y la bóveda y los constructores de
carrozas las ruedas con llantas de cuero.
El genio creador de los mesopotámicos produjo utensilios de cobre, paños estampados,
textiles, mojones para identificar la propiedad, tablas astrológicas, pesas y medidas, un
circulo divido en 360°, la semana de siete días, una hora en 60 minutos y un minuto de 60
segundos, además de un calendario solar para planear su trabajo de acuerdo a la estación.
Las ciudades-estado moderaron la autoridad del sacerdote-rey por medio de un consejo
de ancianos. Los sacerdotes y oficiales del templo formaban la clase rectora, siguiéndoles
en importancia social los hombres libres, artesanos y labradores; por último los esclavos,
por lo regular prisioneros o aquellos que habían perdido su libertad por no haber hecho
honor a sus deudas.
Era una sociedad politeísta, las deidades más solemnemente reverenciadas fueron las de
la naturaleza: el firmamento, el sol, la tierra y el agua, eran venerados en los templos
donde se les ofrendaban alimentos y bebidas; como deber religioso, toda mujer había que
ofrecerse en el templo a cualquier forastero, una vez durante su vida, y aportar la
recompensa que recibiera a la diosa Ishtar.
Cuando fallecía un rey, le acompañaban a la tumba sus esposas, sus concubinas, músicos,
ayudantes y guardianes, así como sus caballos y ganado, los miembros de la casa real
ocupaban su lugar de acuerdo a su jerarquía que habían tenido en palacio y bebían un
soporífero para hacer menos penosa y más serena su muerte. Como no sentían la
preocupación de que pudiera existir otra vida, tales inmolaciones eran consideradas como
simples actos de lealtad.
La fertilidad de los valles ofrecía a las ciudades abundancia de alimentos, principalmente
legumbres, pan de cebada, cereales, tubérculos y del reino animal, leche, miel y
ocasionalmente carne y pescado. Los adinerados saboreaban el ajo, la leche cortada, el
salmón, cerdo o cordero asados, pan de trigo ázimo, dátiles, uvas y granadas, sus bebidas
eran vino de uvas o dátiles y cerveza.
Los alimentos eran llevados a las ciudades en carretas tiradas por pequeños asnos
asiáticos, los camellos portaban textiles, colorantes, cristalería y piedras preciosas a
través de una extensa profusión de rutas. Barcos fluviales, movidos por sesenta remeros,
transportaban cobre, oro y plata, y el aceite procedente de los campos de olivo situados
al norte del Tigris, para los numerosos faroles que alumbraban la ciudad.
Los edificios públicos tenían fachadas con mosaicos azules, amarillos y blancos, ocupaban
amplias avenidas cruzadas por canales y tortuosas calles. El olor del asfalto del pavimento
de las sendas sagradas que unían los templos, se mezclaba con el hedor de las basuras
que se permitía echar en la vía pública para se descompusieran al sol.

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Los hombres de tez morena, con barba recortada, algunos con peluca y perfumados
usaban túnicas de algodón bajo mantos de lino, las mujeres se cubrían con velo, a menos
que fueran esclavas o vestales del templo; sus largas túnicas de algodón con franjas o
motas azules, dejaban un hombro al desnudo, se adornaban su cabeza, calzaban finas
sandalias y se ataviaban con numerosos collares de cuentas, amuletos y brazaletes.
Los matrimonios se concertaban en la plaza pública, ofreciéndose en subasta a las mujeres
núbiles que no habían encontrado marido. Las jóvenes más bellas se subastaban primero
con el fin de lograr la más alta recompensa económica, parte de la cual se aplicaba como
dote a las menos agraciadas.
Mesopotamia se situaba cerca de numerosas rutas de caravanas, era fácil presa de pestes
propagadas por el hombre y los animales. Súbitas tormentas de polvo y el calor agotador
del día y el frío glacial de las noches originaban enfermedades respiratorias, los
putrefactos canales de irrigación y miríadas de moscas eran portadores de paludismo,
disentería y enfermedades de la vista, abundaban los leprosos que por fuerza de la ley
vivían aislados del resto de la población.
Sumerios, Acadios, Asirios, y Babilonios, a lo largo de 3000 años, muestran cierta
continuidad sociocultural. Profundamente religiosos, erigen grandes templos a sus dioses
y se someten incondicionalmente a sus preceptos. Existe una muy marcada estratificación
social regulada por estrictos códigos (Ur-Nammu en el año 2000 y Hammurabi en 1700
años antes de nuestra era) y un control estatal muy importante de la propiedad y de las
transacciones comerciales. La escritura, en un inicio pictográfico, adopta rápidamente la
modalidad cuneiforme. Asimismo existen un sistema bancario incipiente en los templos
y una red postal. El poema de Gilgamés, relato épico en lengua acadia sobre 12 tablillas,
encontrado en la biblioteca de Nínive, es sin lugar a dudas, la muestra literaria más
importante de la Cultura Mesopotámica.
La escritura Cuneiforme es de uso común, para medir se utiliza el sistema sexagesimal, el
círculo se divide en 360 grados. Dentro de los avances técnicos, se utiliza el arado, la
carroza y la sembradora. En la milicia se utiliza en forma rutinaria el Arco y la Flecha.
En estas culturas se inicia el uso de la Rueda aplicada a los medios de transporte.
Tenían una religión politeísta, con un Dios principal y varios Dioses secundarios los que
podían ser benignos o malignos.
Su Dios principal era Enlil, en el periodo Asirio/Babilonio éste fue desplazado por Marduk
(considerado el Dios del conocimiento, incluyendo al conocimiento médico). La divinidad
médica adorada entre algunos de los pueblos sumerios y caldeo era Ea, pero también
adoraban a Ninchursag y a ocho divinidades especializadas en la cura de otros tantos
padecimientos. Otras tradiciones señalan a la pareja médica integrada por Ninurta, jefe
de los médicos acompañado de su esposa Gula. Posteriormente se adoraron otros dioses
médicos, como Ninazu o señor de los médicos y su hijo Ningischzida, cuyo atributo era el
bastón y la serpiente.
Además dentro de su religión tenían Dioses relacionados con la Salud Enfermedad entre
ellos:

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Ninib (Dios de la Salud), Nergal (Dios de la Fiebre), Tin (Dios del dolor de cabeza), Ea (Diosa
de la sabiduría y la medicina), Guia (Diosa de los nacimientos), Gallú (Demonio del
insomnio), Axaxazu (Demonio de la ictericia) y Manmtaru (Dios del dolor de garganta).
Hubo un importante desarrollo de la Astronomía, creando Astrolabios para localizar los
cuerpos celestes. Tenían un calendario lunar de 12 meses. La Astronomía con el tiempo
se transforma en Astrología utilizándose como una herramienta de adivinación, esto
debido a la creencia de que los Astros ejercían influencia y dominio sobre objetos y seres
terrestres. Esta visión cosmológica le sirvió a los griegos para la creación de su Zodiaco.
Muy poco se sabe sobre las prácticas médicas sumerias, aunque se han encontrado en la
ciudad de Ur cuchillos de cobre con apariencia de escalpelos. De estos tiempos antiguos
se han logrado encontrar algunos conjuros contra enfermedades y contra mordidas de
serpientes y picaduras de escorpiones, también una receta para la confección de
cataplasmas correspondientes a la 3ª dinastía de Ur. Tampoco de Asiria se conoce mucho
al respecto de sus conocimientos médicos, por lo que nos centraremos en primer lugar al
legado de la civilización de Babilonia.
Cuando un mesopotámico se enfermaba, se daba por hecho que el paciente o alguno de
sus familiares o de su clan había cometido pecado. La dolencia era el castigo con que los
dioses penaban la falta y los demonios tenían la misión de ejecutar las órdenes divinas. El
vocablo que utilizaban para referirse a una enfermedad era shertu, que al mismo tiempo
significaba pecado, castigo, impureza moral y cólera de los dioses.
Para combatir sus males; la disentería, castigo de río; las afecciones oculares, azote de la
arena y la mosca; la artritis, latigazo de humedad se usó una Medicina mágico religiosa,
aceptándose que la enfermedad era castigo de los dioses por los pecados de los pacientes
o posesión por los demonios, considerándose al enfermo impuro y tabú.
Se consideraba pecado cualquier acto que desagradara o irritara a los dioses, cualquier
transgresión de sus mandamientos o desatender en alguna forma sus necesidades. Se
consideraba pecado escupir u orinar en los canales, comer del plato de una persona
enferma, meter los pies en agua sucia, tocar con las manos sucias a una mujer durante su
periodo menstrual, manosear innecesariamente a un enfermo. Cuando no se podía
relacionar una enfermedad con una falta moral del paciente, éste aceptaba que las
intenciones de los dioses eran demasiado misteriosas para ser comprendidas y tenía que
resignarse al cuidado de un sacerdote.
La Enfermedad tenía un origen Mágico religioso, los Dioses castigaban a los humanos por
ser pecadores, devolviéndoles la salud si se realizaban una serie de Rituales.
Se conoce de la existencia de un Dios de la Medicina en Babilonia, Nabú hijo adoptivo del
gran dios Marduk que tuvo un gran santuario en Barshipa, lugar situado en los suburbios
de Babilonia.
Respecto a la causalidad de las enfermedades el mecanismo predilecto era la posesión, o
sea el ingreso al organismo de un espíritu maligno, pero con un alto grado de
especialización, por ejemplo: si había dolor en el cuello el responsable era Adad, si el
pecho era el afectado, se trataba de Ishtar, si eran las regiones temporales, le

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correspondía a Alu, uno de los espíritus conocidos genéricamente como Utukku
particularmente agresivo, Ashakku era quien atacaba la cabeza y producía la fiebre,
Nantarú producía las enfermedades de la garganta, Gallu era el responsable de las
enfermedades de las manos, Ura era causante de las pestilencias, Ahhazu producía los
padecimientos del Hígado y el ictero y Lamasu las fiebres puerperales o la muerte de los
niños.
Para librarse de estos demonios era necesario practicar Exorcismos, acompañados de
purificaciones, sacrificios y penitencias. Quizá las primeras ideas relativas a la transmisión
de algunos padecimientos de tipo epidémico las constituyen el hecho de concebir al dios
Nergal representado por una mosca, como agente productor de la peste.
Mágica fue la medicina, siendo Mesopotamia el más antiguo hogar de la nigromancia y
de los magos. En su demonología su creencia en demonios y espíritus especializados en
causar ciertos males, radicó la semilla de la futura doctrina de los gérmenes infecciosos
específicos. Microbios y neurosis se combatieron con rituales mágicos. Su Medicina fue
arte secreto enseñado solo en los templos. Todos los médicos eran sacerdotes, avanzando
la cirugía en sus campañas bélicas, y siendo el cirujano considerado el medico por
excelencia. Había allí médicos de cuchillo (cirujanos), de hierbas (internistas) y de
conjuros (psiquiatras).
La Medicina era un arte sagrado que se enseñaba en el templo y el Médico-Sacerdote o
Asu (el que conoce las aguas), la persona más docta de una ciudad-estado, sabía leer y
escribir y estaba versada en ciencia, religión, literatura y en los secretos del rito y la magia,
la adivinación y la astrología.
Cuando pertenecía al palacio, atendía a la familia real y a su servidumbre, consultando
gratuitamente a los enfermos más pobres. Adoraba a los dioses de la Medicina, Ninib,
Gula y Ninazu y su hijo, cuyo emblema era un cetro y una serpiente.
La misión del Médico era tratar al enfermo con talismanes, drogas y operaciones
menores. No hacía visitas los días 7, 14, 19, 21 y 28 de cada mes, ni atendía a pacientes
desahuciados. Esto porque consideraban que los números ejercían cierta función directa
en la aparición y curación de enfermedades, por lo que había días favorables y días
adversos para visitar a los enfermos y para administrar medicamentos.
Estaba investido de autoridad y encarnaba el conocimiento de la Medicina Magino-
empírica. Sus honorarios estaban regulados por la ley y, del mismo modo, ésta establecía
la penalidad en caso de que como consecuencia de un tratamiento se produjera daño o la
muerte del paciente.
En Mesopotamia florecieron las culturas Sumeria, Acadia, Babilonia y Asiria. En el periodo
sumerio apareció la escritura cuneiforme (en Uruk hace 3500 años antes de nuestra era).
La mayor parte del conocimiento que se tiene sobre la Medicina en Babilonia y Asiria se
deriva de las 30,000 tabletas de arcilla descubiertas por Sir Austen Henry Layard en las
ruinas de la biblioteca de Asurbanipal, en Nínive, de la que se dice que contenía cerca de
100,000 tabletas en donde se habían copiado a todos los clásicos de la literatura sumeria
y babilonia. Se ignora la antigüedad de los textos que los escribas del Rey Asurbanipal

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copiaron para su biblioteca, pero se calcula que se remontan al año 2000 antes de nuestra
era. De las 30,000 tabletas examinadas cerca de 800 están relacionadas con la Medicina,
aunque no es fácil distinguir entre textos médicos, exorcismos, encantamientos y
plegarias, que con frecuencia se usaban como medios terapéuticos.
En los Textos Asirios que se han logrado recuperar, los conocimientos de anatomía y del
funcionamiento de los órganos son muy rudimentarios. Se obvian algunos órganos como
la vejiga y no se diferencian de estructuras como los nervios, los vasos sanguíneos y los
tendones. No han quedado textos quirúrgicos mesopotámicos, quizás porque la cirugía se
consideraba más un oficio que una ciencia y su transmisión era casi por completo oral y
práctica.
La Medicina era ejercida por sacerdotes. Existían 3 tipos de adivinadores: los Báru que
realizaban diagnósticos y establecían los pronósticos de las enfermedades; los Ashipú que
practicaban Exorcismos y los Asu que otorgaban tratamiento para las enfermedades.
Estos últimos realizan encantamientos y adivinaciones, además de prescribir remedios y
procedimientos quirúrgicos.
El Médico o Asu era una mezcla de sacerdote y médico, pero también los jueces y los
abogados eran sacerdotes, porque en una cultura tan dominada por los dioses el poder
descansaba en sus representantes. Estos Asu habían desarrollado una serie de medidas
terapéuticas de aplicación local que ayudaban a extirpar al demonio por medio de
plantas, lodo, vendajes, ungüentos y emplastos; naturalmente todas estas medidas
estaban dotadas de poderes mágicos, sobre todo aquellas que finalmente resultaban
benéficas para el enfermo. Entre las sustancias recomendadas para preparar pomadas se
cuentan 250 derivadas de vegetales (anís, belladona, mariguana, aceite de castor, canela,
ajo, cebolla, puerro, habas, especias, mandrágora, cáñamo, raíces, hojas y frutos de
palmera, ciprés, pino, tamarindo, laurel, mostaza, mirra y opio) y 120 de minerales (azufre
blanco y negro, arsénico, antimonio, salitre negro, óxido de hierro, polvo de cobre,
mercurio, alumbre, nafta y cal).
Como en la actualidad se escogía un vehículo para facilitar al paciente la absorción del
remedio, que era generalmente cerveza, pero también utilizaban vino, aceites, grasas,
miel, cera, leche y agua.
Utilizaban sustancias animales que procedían de vacas, burros, leones, ratones, ranas,
cuervos, cigüeñas, lechuzas, halcones o buitres.
Se prescribía por vía oral grasa cruda de cerdo, heces de perro o humanas, sangre y orina
de animales y otras cosas peores, con la idea de que los demonios se asquearan y
abandonaran el cuerpo del paciente. Las drogas se administraban por medio de
supositorios anales o en enemas o el médico las introducía en la uretra soplándolas a
través de un tubo. Las pócimas se preparaban por la noche para ser tomadas con el
estómago vació antes de la salida del sol y al aparecer las estrellas.
Otras sustancias se prescribían en forma de Ungüentos para uso externo, así como
líquidos para uso interno. La preparación de los ungüentos consistía por regla general, en
pulverizar uno o varios ingredientes, impregnar el polvo obtenido con vino kushumma,

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verter en esta mezcla aceite vegetal ordinario y aceite de cedro. A su vasta farmacopea,
agregaron los mesopotámicos el alcantarillado, el aislamiento de enfermos y la noción de
los días de reposo.
En una tablilla de la ciudad de Mari del 1800 antes de nuestra era, se puede inferir que la
actuación de los médicos (Asu), se hacía en compañía de los conjuradores (Ashipú) de
procedencia sacerdotal y sus labores eran antecedidas por las del Báru o vidente.
Una parte importante de la terapéutica del Asu era la colocación en la cercanía del
enfermo de estatuillas de monstruos en actitud amenazante con el objeto de que, al
verlas, el demonio responsable del padecimiento se asustara y huyera.
El encargado de los Exorcismos (Ashipú entre los babilonios y Mashmash entre los asirios)
vestía de rojo, que era el color que espantaba a los demonios o llevaba un disfraz de pez
para invocar a la diosa Ea. Empleaba la vara mágica, símbolo que ha llegado hasta
nosotros como representativo de la Medicina. A él correspondía la labor expulsar a los
demonios causantes de la enfermedad, función que realizaba siempre junto a la cama del
paciente.
El Báru se encargaba del interrogatorio ritual y la adivinación, éste se ocupaba del
diagnóstico, de las causas de la enfermedad y del pronóstico; un minucioso interrogatorio
en el que además de indagar en cuestiones relacionadas con la enfermedad, lo hacía para
conocer cuál era el pecado que había cometido el paciente, responsable en último
término de la enfermedad. Intentaba con esto llegar al diagnóstico y establecer el
pronóstico, utilizando numerosos métodos entre los que se encontraban la empiromancia
(a través del fuego y las llamas), la lecanomancia (mediante el comportamiento de los
polvos vertidos en el agua de una taza) o la oniromancia (a través de los sueños). También
eran los encargados de la Hepatoscopía.
La Hepatoscopía consistía en la adivinación de la enfermedad a través de observar las
características anatómicas del Hígado de un animal sacrificado (generalmente una oveja).
La Hepatoscopía era la forma más costosa de adivinación, ideada por los mesopotámicos
en la creencia de que el Hígado era el asiento del alma y centro de la Vida. El ritual tenía
lugar ante la estatua de un dios quien daba a conocer sus intenciones en el hígado de una
oveja sacrificada. Se examinaba detalladamente el hígado en busca de malformaciones o
peculiaridades; cada irregularidad real o supuesta, era interpretada por el adivino como
la respuesta del dios a sus preguntas específicas. El arte de la Hepatoscopía se enseñaba
en los templos con la ayuda de modelos del hígado hechos de arcilla o bronce. La
Hepatoscopía se utilizaba no solo en caso de enfermedades sino también cuando se iba a
emprender un negocio, un matrimonio, una guerra, o cualquier otra empresa peligrosa.
Además existían barberos o curanderos denominados Gallubu que aplicaban remedios y
cirugías al pueblo y al ganado, estos últimos debieron tener una condición laica.
La Práctica de la Medicina de los Sacerdotes estaba libre de censura o crítica, pero los
cirujanos empíricos debían ajustarse a ciertas normas.
El Templo del Dios Marduk fue utilizado como Escuela de Medicina. Se estudiaba
Medicina en colecciones de Tablas de Arcilla respecto a Métodos adivinatorios,

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Oniromancia (sueños), Lecanomancia (lectura de la caída del aceite en agua), Piromancia
(fuego) y Necromancia (consulta a los muertos).
Los procedimientos adivinatorios estaban relacionados con la Astrología y en otras
situaciones con el vuelo de las Aves. Los Médicos conocían la relación entre ciertos
movimientos de las estrellas y el brote de enfermedades y epidemias, estableciendo así
por primera vez la influencia del ambiente en el hombre.
Otro elemento de carácter mágico era la interpretación de los sueños, estas
interpretaciones representaban una práctica habitual en la vida de los babilonios;
también se tenían por ciertos los presagios, al punto que cuando un exorcista acudía a
casa de un enfermo a todo lo que hallara en su camino le concedía una gran importancia
para decidir cuál sería el porvenir y la evolución que tendría el paciente.
Otra de las practicas mágicas relacionadas con la Medicina era la Fetomancia o arte de
adivinar con ayuda de los recién nacidos, hombres o animales, fundamentalmente en
aquellos que presentaban algún tipo de malformación. La relación de este arte con la
astrología era estrecha; el nacimiento de un niño o animal malformado estaría regido por
los eventos astrales, pero, a su vez, el hecho mismo de este nacimiento influiría sobre el
curso de la vida de las personas con él relacionadas. Por ello desarrollaron mapas o tablas
de valor de cada uno de los segmentos y de cada una de las malformaciones y su relación
con la vida de los que lo rodeaban o incluso de la comunidad.
La Medicina empírica atendía pacientes con lesiones por traumatismos (fracturas óseas).
Describiendo además síntomas como la fiebre, diarrea, hematuria, tisis, peste, tos y
hemorragias.
Los procedimientos quirúrgicos intentaban solucionar heridas, abscesos, fracturas óseas,
problemas dentales, cataratas y amputaciones.
Existe evidencia de una Medicina laboral incipiente.
La utilización de la prescripción de remedios a través de una Receta (del griego Hágase)
aparece por primera vez en Mesopotamia.
El Rey Hammurabi fue el primero en levantar un cuerpo de leyes para regular la
administración, que incluye algunas relacionadas con la cirugía, y que son las más
antiguas que se conocen. En 1902 se desenterró en las ruinas de la Ciudad de Susa, a
donde lo habían llevado desde Babilonia como trofeo de guerra en el año 1100 antes de
nuestra era, un bloque cilíndrico de Diorita de más de 2 metros de alto y 0.5 metros de
circunferencia, en donde está grabado el Código de Hammurabi. En la parte superior del
bloque hay un bajo relieve que representa al rey recibiendo las leyes de las manos de
Shamash, el Dios Sol, y por debajo hay 16 columnas de inscripciones, mientras que en el
lado opuesto hay 28 columnas más. Este código contiene 10 normas generales y 282
preceptos que regulan el cobro por honorarios médicos según el nivel económico del
paciente y los castigos por incumplimiento o resultados en los procedimientos
quirúrgicos. La Estela que tiene el grabado de dicho código está en el Museo de Louvre.
En el primer milenio antes de nuestra era, se produce una gran transformación en la
aplicación de la medicina. El exorcismo se torna accesorio y se logran establecer

22
terapéuticas por enfermedades y no solamente por síntomas. En épocas de Herodoto,
todo babilonio ilustrado se interesaba por el conocimiento de las ciencias médicas. Existía
ya en esta época la costumbre de exhibir a los enfermos en las plazas para que todo el
que pasara diera su opinión sobre la enfermedad que lo aquejaba y los remedios para
curarla.
Desde el punto de vista de las medidas higiénicas y la prevención de enfermedades, se
sabe que al menos entre la alta sociedad, eran frecuentes los baños tanto de agua como
de vapor, ya se conocía el jabón fabricado con grasas ricas en sosa y en potasa
amalgamadas con arcilla. Otra costumbre era la unción de la piel y el cabello con aceites
para protegerlos del calor, la arena y los parásitos tan frecuentes en la región.

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3. Salud y Enfermedad en la Cultura Hebrea

Palestina es un estrecho territorio localizado en el extremo suroeste de la Media Luna


Fértil, limitado hacia el norte por los pueblos fenicios y arameos, al este por los amonitas,
moabitas y edomitas, así como por el mar muerto, al sur por los pueblos egipcios y al
oeste por los filisteos y la costa Mediterránea. Es en esta franja de tierra en donde se
establecen hacia el año 1,500 antes de nuestra era, los Hebreos.
En las escalas de la Historia, el Pueblo Hebreo tuvo una aparición tardía en relación al
resto de las culturas orientales.
El Pueblo Hebreo tradicionalmente nómada se caracteriza entre otros hechos por sus
constantes aflicciones sociales entre las que destacan el cautiverio en Egipto y la
deportación a Babilonia, así como su gran dependencia de una religión Monoteísta (Yahvé
o Jehová). El Judaísmo descansa fundamentalmente en los 10 mandamientos dictados a
Moisés y en la Torá constituida por los primeros cinco libros del antiguo testamento.
La cultura hebrea antigua se puede dividir en dos grandes periodos, uno que abarca la
época del Antiguo testamento (Siglo XIII a Siglo II antes de nuestra era) y otro, posterior
que recibe el nombre de Talmúdico (Siglo II antes de nuestra era a Siglo VI después de
nuestra era).
El Pueblo Hebreo tuvo su origen en Mesopotamia y comparte con ellos el origen de varias
costumbres. El nombre “Hebreos” significa “descendientes del Patriarca Eber”.
El Judaísmo asienta sus raíces en el Tanaj o antiguo testamento, un compendio de 24
libros que cuentan la historia del hombre y de los judíos, desde la Creación hasta la
construcción del Segundo Templo. En su conjunto estos textos son conocidos como la
Biblia. Los 5 primeros libros del Antiguo Testamento (Génesis, Éxodo, Levítico, Números
y Deuteronomio) reciben el nombre de Pentateuco o Torá, se considera que fueron
escritos por inspiración divina y por lo cual son sagrados. Por su parte, el Talmud está
formado por Mishná (tratado de leyes judías) y un voluminoso cuerpo de interpretaciones
y comentarios que reciben el nombre de Guemará. El Talmud fue redactado entre los
siglos II y IV antes de nuestra era y su origen se debe a las necesidades que sintió el
judaísmo de complementar la Tora y adaptarse a las nuevas condiciones que se
promovían en la sociedad. Está marcadamente influenciado por la cultura de otros
pueblos que dominaron en una u otra época al hebreo: persas y babilonios.
Prácticamente todo lo que se conoce sobre Medicina en el Pueblo Hebreo proviene del
Levítico, o sea el tercer libro del Pentateuco o Libro de Moisés, que al haber sido escrito
en épocas muy posteriores a los periodos que narra, nos dificulta conocer estos aspectos
en sus primeros tiempos.
La Tradición Judía se recoge en una serie de escritos conocidos en conjunto como la Biblia.
El antiguo testamento se compone de cuando menos 5 libros, en uno de ellos se
establecen las reglas y preceptos que deben cumplirse, entre ellos los de la Higiene y la
Salud.

24
Los Hebreos al igual que los pueblos de Mesopotamia, estimaban que las enfermedades
eran reflejo del castigo divino, sin embargo entre estos dos pueblos existen diferencias
marcadas al respecto; si bien ambos le adjudicaban un carácter sobrenatural a la génesis
de la enfermedad, los hebreos del Antiguo Testamento no creían en la posesión del
cuerpo por demonios, sino que le adjudicaban solo a Jehová la potestad de llevar la
enfermedad a los hombres y sus comunidades.
En el Éxodo, en palabras de Moisés encontramos: “Si de veras escuchas la voz de Yahvé,
tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos, dando oído a sus mandatos y guardando todos
sus preceptos, no traeré sobre ti ninguna de las plagas que envié sobre los egipcios;
porque yo soy Yahvé, el que sana”.
El concepto de pecado entre los Hebreos iba más allá de la idea del pecado personal, su
respuesta estaba dada en la presencia del pecado original, al probar el fruto prohibido
que estaba en medio de la Huerta de Dios, nacido del árbol de la ciencia del bien y el mal.
La Enfermedad es interpretada como producto de una transgresión moral individual
como colectiva, por lo que se considera castigo divino. Para los hebreos, Dios es la fuente
de la salud, así como de todos los males. Los más sagrado de todo ser vivo es su
espiritualidad y ésta se asienta en la sangre. En el Levítico se enumeran los alimentos
puros (kosher) e impuros (trief) y por otra parte se señalan las reglas a seguir ante
diferentes enfermedades o periodos fisiológicos de la mujer como la menstruación y el
parto. Consideran que todo alimento es puro si se puede acercar a Dios y, por el contrario,
un alimento es impuro si al hombre le parece repugnante o malo, o si cree que desagrada
a Dios. La prohibición de diferentes tipos de alimentos, no estaba marcada estrictamente
por normas higiénicas, incluso las medidas de aislamiento de los enfermos se le da una
connotación más religiosa que de salud propiamente dicha. No se aísla para protegerse
de la enfermedad, sino para mantener la pureza ante Dios. No obstante, es evidente su
importancia en la prevención de los contagios. Se prescriben las reglas de aislamiento de
las personas enfermas, así como la forma de tratar los objetos personales y a las personas
que hubieran tenido contacto con ellos. Se sugería por ejemplo, que a la llegada a Canaán
debían revisarse todas las casas y de encontrarse alguna donde existieran vestigios de
enfermedad debía encalarse o incluso demolerse para evitar la entrada de las personas.
Se regula la alimentación que debe ser pura y se prohíbe el consumo de la sangre dado
que esto es un Pecado. De ahí la práctica de provocar las sangrías a que eran sometidos
los animales antes de ser consumidos. Los legisladores hebreos permitían el consumo de
animales terrestres que tuviesen la pezuña partida, hendida en mitades y que además
rumien, por este motivo se prohibía el consumo de carne de camello, liebre y cerdo.
Gracias a esta prohibición los hebreos no sufrieron ciertas enfermedades que se
transmiten mediante el consumo de carne porcina. En el caso de animales acuáticos
estaba permitida la alimentación de aquellos que tienen aletas y escamas, prohibiéndose
el consumo de aves como águilas, cuervos, avestruces, gaviotas y cigüeñas. Se realiza la
circuncisión como un aspecto religioso. Este es un procedimiento quirúrgico que realiza el
rabino a los siete días de nacido el varón. Otros miembros de su comunidad, también

25
podían realizar este procedimiento, éstos recibían el nombre de Mohel. Otro aspecto
interesante es el de promover la relajación y tranquilidad mental mediante cantos. Una
de las grandes aportaciones de la civilización hebrea al campo de la Medicina fue la
introducción de medidas higiénicas como prevención en la transmisión de enfermedades.
En el Antiguo Testamento se hace referencia a numerosas leyes y rituales relacionados
directamente con la prevención de enfermedades, como el aislamiento de las personas
enfermas para evitar el contagio, lavarse las manos después de haber manipulado
cadáveres, enterrar los excrementos en lugares alejados de las viviendas, prácticas de las
cuales no existe evidencia en ninguna otra civilización hasta el momento. También la
higiene sexual tuvo un papel destacado en la cultura hebrea, los médicos consideraban
que la mujer era impura durante todo el tiempo que duraba la menstruación y que, por
lo tanto, el hombre debía abstenerse de mantener relaciones sexuales con ella. Una vez
terminada la menstruación la mujer debía tomar un baño ritual para reanudar su vida
sexual.
A expensas de esto fueron las medidas profilácticas las que cobraron auge. Las
prescripciones sanitarias fueron impuestas con la misma fuerza que las religiosas. El valor
físico del aseo personal era similar a su valor ritual. Aseo de manos antes de ingerir los
alimentos, prescripciones y limitaciones sexuales, purificación de la ropa, entierro de las
excretas, tienen un valor religioso similar al de muchos rituales en el templo. El
aislamiento de los enfermos contagiosos y la desinfección de sus hogares y objetos
personales son medidas de medicina preventiva que debieron demostrar su eficacia en
más de una ocasión.
La Religión Judía es monoteísta, pues considera que Yahvé es el único Dios, responsable
de todo lo creado, de la unción sanadora y, al mismo tiempo, de todos los males, que
envía para expiar las culpas. De ahí que los hebreos consideraban que la salud es un don
divino y que la enfermedad es el castigo por haber cometido un pecado. Dios es el Médico
del alma y del cuerpo, los Médicos son un mero instrumento divino y es a través de ellos
que Yahvé es capaz de realizar su voluntad y devolver la salud a los enfermos.
Como Dios es el único capaz de restaurar la Salud perdida, la medicina es considerada en
un principio como usurpadora de los privilegios divinos y, por ende vista con desprecio.
Los Sacerdotes y profetas se vuelven un vínculo entre el Sanador Universal y los fieles
Enfermos. La Purificación es un ritual básico para la recuperación de la Salud. Inicialmente
los Sacerdotes tienen la exclusividad de la profesión médica, posteriormente surgen
Médicos laicos y comadronas. Estos médicos empíricos que aprenden de las culturas con
las que se ha relacionado el pueblo Judío integran parte de este conocimiento a sus
tradiciones. En el Pueblo Hebreo el Médico se considera a sí mismo y socialmente
considerado como una suerte de “ayudante del Señor”.
En el Talmud se menciona la existencia de dos tipo de médicos: Rophe y Rophe Umman,
que equivalían a los médicos no quirúrgicos y los cirujanos, respectivamente. La atención
de los enfermos se realizaba en las casas de los pacientes o bien en ciertas dependencias
de las sinagogas habilitadas para tal fin. En cuanto a los honorarios, la legislación judía

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establecía que debían adecuarse a la práctica médica y a los recursos económicos del
paciente.
Su postura religiosa frente a la Medicina no favoreció el desarrollo de la clínica, de la
farmacia y la cirugía. No poseían conocimientos anatómicos específicos, sin embargo
consideraban que el cuerpo humano era un todo y que algunos órganos o regiones
corporales estaban asociados a ciertas enfermedades. Para los hebreos, todas las partes
del cuerpo se hallaban subordinadas a una conciencia central, fuera de la especie que
fuese. Se hablaba del corazón atribuyéndole a éste funciones de rector de los actos,
aunque también otros órganos como los intestinos, el hígado y los riñones eran
considerados como centros de la voluntad y la conciencia. El Método Clínico de
diagnóstico, según se aprecia en la Biblia, es muy elemental y se basaba únicamente en la
inspección que era efectuada por los sacerdotes de la tribu de Leví. Los procedimientos
quirúrgicos en el Antiguo Testamento hacen alusión casi exclusivamente a la Circuncisión
y ocasionalmente al tratamiento de las heridas, reducción de luxaciones, reparación de
fistula anal y cesáreas, más raramente hernioplastías y canalización de anos
imperforados. Para los hebreos la circuncisión representaba un pacto entre los hombres
y Yahvé.
En el antiguo testamento se encuentran numerosas referencias a enfermedades, gran
parte de ellas fácilmente reconocidas: lepra, ictericia, pénfigo, difteria, disentería, peste,
blenorragia, ceguera, parálisis, hemorroides, hidropesía y enfermedades gástricas, así
como las primeras descripciones de la Hemofilia, padecimiento íntimamente relacionado
con la práctica religiosa de la circuncisión. Asimismo se reconoce como transmisores de la
enfermedad a ciertos animales (moscas, mosquitos y otros insectos, así como a las ratas
y ratones). La aparición de 3 o más casos de los considerados contagiosos, obligaban al
sacerdote a sonar el “schofar” o cuerno sagrado, esto con el fin de alertar a la población
a tomar medidas colectivas.
En la biblia, de todas estas enfermedades la que más se repite es la Lepra, a la que se
consideraba un castigo del Señor. En el Levítico se describen las diferentes formas en las
que se manifiesta y que permiten su identificación, así como las medidas que se deben
adoptar ante toda persona sospechosa de padecer esta enfermedad. Más adelante,
aparecen las recomendaciones para combatirla y las medidas que se deben adoptar para
evitar su propagación. Hay que tener en cuenta que el vocablo que se utiliza en los textos
sagrados para definir la lepra es un vocablo griego que significa además escamoso o
áspero. Este hecho y la referencia en el Levítico de que se puede manifestar de formas
muy distintas, hace sospechar que la “lepra bíblica” no corresponde estrictamente con la
lepra actual, y probablemente fue confundida con muchas enfermedades cutáneas
distintas tales como la psoriasis o el acné, erróneamente etiquetadas como lepra por los
médicos judíos.
El curador principal para los hebreos era su Dios. Cuando se ha cometido pecado y se
vuelve impuro el individuo debe realizar el sacrificio ritual de un animal o de alguna
ofrenda. Puede ser Holocausto si se consume completamente la ofrenda; si es parcial se

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denomina expiación. Con esto se consigue el perdón de los pecados si la ofrenda es
agradable a su Dios.
Los métodos de tratamiento más utilizados por los médicos judíos eran la dieta, la
aplicación de compresas calientes y frías, las curas de reposo, los baños, los cambios de
clima, la hidroterapia, la psicoterapia, los masajes y el ejercicio físico.
Utilizaban plantas como la mandrágora, el cáñamo indico, la canela, higos secos y el
bórax. Asimismo aplicaban vendajes a las heridas.
De igual modo el descanso sabático es una excelente medida de promoción de la salud.
Medidas que favorecieron la salud en forma indirecta, fueron aquellas tomadas en contra
de la Magia, el Exorcismo y el Encantamiento, que eran severamente castigados.
Con el acercamiento al pensamiento griego y su asimilación se comenzaron a aceptar
teorías referentes a la medicina y sus ramas, entre ellas la tesis de los cuatro humores de
la escuela de Hipócrates. En la escuela de Alejandría, quizás la más importante de las
escuelas de medicina de su época, estudiaban y ejercían varios Médicos Judíos, pero su
contacto con el mundo palestino fue escaso. Ya en periodos posteriores y durante toda la
edad Media la práctica de la Medicina Hebrea estuvo influenciada por la escuela Árabe.
Una de las figuras médicas de origen hebreo fue el rabino Moshe ben Maimón conocido
como Maimónides, nace en Córdoba España en 1138, en la época en que la ciudad aún
pertenecía al Califato. Viaja por varias partes del mundo, entre ellas Palestina y el Cairo,
donde su familia residió algunos años. Maimónides estudió medicina en Alejandría y ahí
entra en contacto con las civilizaciones griega y árabe, de las cuales estudió a Aristóteles
y Avicena. Maimónides fue un Médico talentoso, famoso y querido, quizá por ser también
un rabino respetado, el cual fue líder de las comunidades de judíos en Egipto, puesto no
asalariado que él desempeñó hasta su muerte. Escribió varios textos de corte filosófico y
religioso. Entre ellos el poema: “Guía de los indecisos” en éste busca conciliar la fe y la
razón. Falleció en Egipto en el año 1204, posteriormente sus restos fueron trasladados a
la Ciudad de Tiberias, en Palestina.

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4. Salud y Enfermedad en la Cultura Egipcia

El Rio Nilo nace en el África Ecuatorial y se extiende hacia el norte por más de 6000
kilómetros, para desembocar en el Mediterráneo; en sus últimos 1500 kilómetros
atraviesa Egipto, enclavado entre el mar rojo y el desierto de Libia. En verano, la creciente
del rio inunda sus márgenes, depositando limo, por lo que, año con año fertiliza la tierra.
El nombre de Egipto deriva del griego Aegypos cuyo significado parece ser “debajo del
Egeo”. Su nombre antiguo Kemi significa “tierra negra” refiriéndose a la tierra fértil de
las riberas del rio Nilo.
Al iniciarse la transición de la vida neolítica, los habitantes, a lo largo de unos 1000 km.,
de río, se distribuyeron en esparcidos nomos, regidos por nomarcas, situados en la
desembocadura del río y su espacioso delta. En algún momento del tercer milenio antes
de nuestra era, el semi-legendario nomarca Menes unificó los nomos en su solo reino,
creando así la primera de las treinta dinastías que habían de perdurar casi 4,000 años, y
cuya última reina, Cleopatra murió por la mordedura de un áspid. Este primer soberano
erigió la capital de su reino en Menfis, una ciudad próxima al actual El Cairo.
El Rey era considerado un dios, el hijo del dios-sol Ra. En nombre de aquel dios era
nomarca absoluto de todos los egipcios. Los asuntos de la nación eran administrados por
un visir quien tenía a su cargo las funciones de ministro, tesorero y juez supremo. El
personal del palacio del faraón estaba formado por jefes militares, los guardianes de la
guardarropía y los lavanderos; a él lo atendían diariamente barberos, manicuros y
cosmetólogos. Se le temía hasta tal punto que no podía pronunciarse su nombre y había
que darle el tratamiento único de faraón.
Durante las primeras dinastías el rey designaba a los nomarcas con la categoría de
gobernadores de provincias; con el tiempo éstos se convirtieron en pequeños regidores
locales que de cuando en cuando se rebelaban contra la autoridad del rey. La
administración de justicia estaba a cargo de los cortesanos, en calidad de jueces
temporales. A los transgresores de la ley se les juzgaba con imparcialidad, las condenas
incluían apaleamiento (por eludir pago de impuestos), mutilación de la nariz, manos o
lengua, empalamiento, decapitación o cremación; una condena extrema era enterrar al
delincuente vivo en hidróxido de sodio.
En la estratificación de la Sociedad Egipcia, durante el reinado de la mayoría de las
dinastías existieron cinco clases sociales: la Familia real, los Sacerdotes, los Nobles, la
Clase Media (escribanos, comerciantes y artesanos), los labradores; en el periodo imperial
(cerca de 1500 años antes de nuestra era) hubo además, la clase de soldados
profesionales y miles de esclavos capturados durante los saqueos de los estados vecinos.
Se podía pasar de una clase social a otra superior por el propio esfuerzo. En el curso de

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tres mil años, las clases sociales predominantes fueron, sucesivamente, nobles y
sacerdotes, el estado llano, y, por último los poderosos jerarcas del gobierno.
Profundamente religiosos, los egipcios son politeístas (Ra dios del sol, Osiris dios del Nilo,
etc.), aunque con Amenofis IV (Akhenaton) el cual comienza a reinar cerca de 1375 años
antes de nuestra era, éste intenta una reforma de la religión del estado, que por aquella
época estaba envilecida por la conducta de sacerdotes corruptos que practicaban un ritual
mágico. Destierra a los sacerdotes, hizo borrar de los templos los nombres de las deidades
tradicionales, proclama la existencia de un solo dios verdadero, Aten (Aton, el antiguo
dios sol) representado por el disco solar. Cambió su nombre por Akh-en-Aten, levantó una
nueva ciudad en honor al dios y disfrutó quince idílicos años con su bellísima reina (esposa
y hermana) Nefertiti (la bella ha llegado) y sus hijos. El interés médico que entraño el
experimento monoteísta de Akhenaton residió en que su religión estaba basada en la
adoración a las fuerzas vitales que emanaban del disco solar, fuente de toda vida: tal fue
el origen de la helioterapia. Su reino fue atacado desde el exterior y sujeto a desórdenes
internos, lo que finalmente obligó a Akhenaton a hacer concesiones a los sacerdotes
(razón por la que le abandonó Nefertiti) y a compartir el trono con su hermano. A su
muerte, la ciudad por él edificada se convirtió en ruinas, la religión solar fue olvidada y la
clase teocrática de Egipto volvió al poder con sus antiguas costumbres.
Permeando todos los aspectos de la vida egipcia creían en una multitud de dioses y diosas,
amigos o enemigos de los mortales. De origen totémico sus símbolos perduraron en los
dioses Horus, Isis y en los animales sagrados (buey, Apis, cocodrilo, escarabajo). La
Mitología egipcia se refiere a Ra (Amen o Amem o Amon, el Sol, fuente de Vida y Luz), a
Osiris (divinización del Nilo y de la tierra fértil), a Isis (su esposa y hermana), a Horus (hijo
de ambos), a Seth (el espíritu del mal) y Thoth, fuente de todo conocimiento y médico de
los Dioses. Algunas otras deidades relacionadas con la salud fueron Hathor, protectora de
las parturientas, Kheket quien aseguraba la fertilidad y Khum, esposo de la anterior y
quién formaba a los niños. Además de multitud de dioses y semidioses, entre ellos los
faraones. La adoración a Ra, el dios-sol de la rectitud y la justicia, constituía la religión
oficial del rey y los sacerdotes; el culto a Osiris creció entre las gentes más humildes a las
que prometía recompensar en la otra vida. Mientras Ra personificaba la Vida, Osiris
representaba la Muerte. Estos dos cultos formaron finalmente parte de una sola religión.
Los egipcios, de acuerdo con la religión oficial, creían que el hombre constaba de cuerpo,
alma y otro elemento, Ka el doble, que después de la muerte continuaba velando a los
otros dos. El difunto era juzgado por Osiris, quien pesaba su alma y, como seguía
poseyendo su cuerpo al que había que cuidar y alimentar, era preciso asegurar su
inmortalidad ofrendándole alimentos y cuanto fuera esencial, incluso literatura erótica y
arte.

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Existe igualmente la certeza de una vida después de la muerte (Libro de los Muertos,
momificación, ofrendas).
Las mejores formas de embalsamiento, que era un arte, estaban reservadas para los reyes
y nobles: primero se sacaba el cerebro (dado que no se consideraba de especial
importancia) se extraía por la nariz con un gancho, y la cavidad craneal se lavaba con agua
salada; a través de una incisión lateral izquierda en el abdomen (entre 9 y 10 cm.,) hecha
con un cuchillo de piedra, se vaciaban las vísceras, dejando en su lugar el corazón, por
considerarlo el asiento de la personalidad. Una vez lavada con vino y hierbas aromáticas
la cavidad abdominal se rellenaba con mirra, cuasia, especies y algunas veces con linaza,
arena, aserrín, sosa y cebollas; se cocía la incisión y se sumergía el cadáver en un baño de
sosa por 70 días. Después se cubría con una envoltura de fibra untada con goma; una
imagen en yeso de la cara del muerto se colocaba en su sitio y el cuerpo se metía en el
ataúd en que había de tener lugar la momificación, el que a su vez se hacía descansar en
un sarcófago de piedra en la tumba. Cuatro canopes conteniendo las vísceras
acompañaban al cuerpo dentro de la cámara funeraria. La forma de momificación más
económica consistía en extraer parte de los intestinos licuándolos por medio de una
inyección de natrón, anal o vaginal; después el cuerpo se ponía a remojar en sosa cáustica
durante 70 días. Por muy poco precio se le inyectaba además cedróleo, dejándole sólo los
huesos y la carne secos. Como los egipcios se abstenían de cortar la carne de los cadáveres
con navaja, encargaban de la incisión abdominal a los paraschistes, quienes una vez
realizada la operación irrumpían en un fingido ataque con piedras y vituperios (para
recordar la actitud de respeto hacia el cadáver). Los taricheutes, que sacaban las vísceras
del cuerpo y las preparaban para colocar en los canopes, eran reverenciados como
sacerdotes. En la Medicina Egipcia el conocimiento de la Anatomía y la Fisiología fue
escaso. La disección de animales para fines rituales y la observación de heridas (de origen
laboral o militar) fue la principal fuente de dichos conocimientos. La práctica del
embalsamiento por ser de carácter eminentemente religioso no aportó nada al
conocimiento médico.
La protección de los muertos contribuyó en gran parte a la Arquitectura e Ingeniería
elemental de los egipcios, que construían tumbas monumentales a sus reyes y nobles.
Comenzaron sus modestas bóvedas sobre una cámara subterránea de momificación y
terminaron construyendo inmensas tumbas reales de las proporciones de la gran
pirámide de Gizeh, que se debe al Rey Khufu (Faraón Cheops) en el siglo II antes de nuestra
era.
En la edificación de estas gigantes estructuras, los egipcios desarrollaron notable talento
para la ingeniería, ideando el plano inclinado y la palanca; crearon estupendas esculturas,
enormes bajorrelieves, incontables estatuas pintadas, magníficos artículos de metal,

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joyas y cerámica, además de dejar crónicas de los tiempos primitivos en escritura
jeroglífica.
La escritura pictográfica (jeroglífica) se encuentra ya ampliamente desarrollada, si bien la
literatura es pobre limitada a cuentos, poesía y cantos. La música por su lado, juega un
papel importante en la vida diaria. En la Historia de Egipto se desarrollaron tres tipos
diferentes de escritura: jeroglífica, hierática y demótica. La primera que apareció fue la
jeroglífica, que se empleaba sobre todo en los templos y que constaba de unos seis mil
signos, aunque los que se utilizaban habitualmente no superaban el millar. La escritura
hierática era la forma abreviada y cursiva de la escritura jeroglífica y se empleaba de
forma rutinaria para escribir en los papiros. Por último la escritura demótica se utilizaba
para los asuntos públicos y representaba una evolución del lenguaje hablado, se escribía
en líneas de derecha a izquierda y estaba formada por una combinación de sílabas y
sonidos de letras, carente de vocales.
La agricultura está muy desarrollada y la regulación de la tenencia de la tierra
perfectamente administrada. La fundición de los metales se lleva a cabo en hornos
herméticos y se conoce ya el vaciado del cobre.
El Arte Egipcio representó la vida social de su pueblo, por lo que la Arquitectura fue la
forma artística más desarrollada. Inventaron la columna, crearon la ilusión de la
perspectiva y usaron inmensos bloques de piedra. El efecto total fue de grandeza y
monumentalidad, con lo que evidentemente expresaban los egipcios que sus ciudades y
templos dominarían el valle del Nilo eternamente.
Todo lo anterior se hace posible, en parte gracias a la existencia de un aparato
administrativo muy desarrollado: escribas, administradores, notarios, agrimensores y
arquitectos.
Los científicos egipcios destacan especialmente en Astronomía. En matemáticas se utiliza
la suma, la resta, la división y la multiplicación, así como los quebrados y la geometría
simple, todo con base en el sistema decimal.
Los Egipcios eran físicamente robustos, de fuerte construcción ósea y enjuta, de pelo
oscuro y suave, a menudo completamente rasurados tanto los hombres como las
mujeres. La nobleza usaba adornadas pelucas de colores. Las mujeres adineradas se
pintaban la cara, labios y ojos, doraban los pechos y coloreaban las uñas; utilizaban
cremas, aceites, perfumes, peines y espejos, afeitándose el vello con hojas de bronce.
En las primeras centurias hombres y mujeres iban desnudos hasta la cintura, cubriendo
sus muslos y piernas con una manta de lino; los sirvientes y sacerdotes usaban sólo un
taparrabo. Los niños no vestían nada hasta la pubertad, aunque las niñas llevaban aretes
y un cinturón de cuentas.
Entre las provisiones diarias figuraban cereales y pescado, que comían crudo, cocinado o
seco al sol; vegetales y frutas como puerro, ajo, habas, cebollas, pepinos, aceitunas,

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melones, dátiles, higos y uvas. Se cocinaba con aceite de oliva; para endulzar usaban la
miel, y las bebidas alcohólicas favoritas eran el vino y la cerveza. Los ricos consideraban
un lujo gastronómico los patos, gansos y codornices silvestres, cazados con redes.
Los niños jugaban con bolos y trompos; los adultos, a una especie de chaquete, los
mayores también disfrutaban viendo los juegos de destreza corporal semejantes a la
lucha grecorromana y el boxeo. En los hogares de las familias adineradas se hacía honor
a los huéspedes ofreciéndoles como diversión la danza de bailarinas que seguían lo ritmos
musicales de tambores, liras y flautas.
El régimen familiar consistía en la monogamia: ni siquiera el Rey-dios podía tener más de
una esposa. La práctica de casarse hermano con hermana, introducida por los faraones
para poder proteger las propiedades de la familia, se hizo común en todas las clases
sociales. La mujer poseía casi los mismos derechos sociales y económicos que el hombre,
y en muchos casos éste había de pasar sus propiedades a la esposa como parte de las
condiciones del contrato de matrimonio. Gozaban de libertad sexual premarital los
jóvenes y las doncellas, a los hombres se les permitían las concubinas después de casados,
más el adulterio en una mujer era causa de divorcio. En las relaciones amorosas las
mujeres solían tomar la iniciativa mediantes cartas apasionadas. A los niños se les
enseñaba a respetar a sus padres; a su vez éstos eran por lo general muy bondadosos con
su prole, a la que permitían muchas libertades.
Mientras los Médicos Asirios y Caldeos consideraron al Hígado como el asiento de la Vida,
la Medicina Egipcia hizo residir la función vital en la respiración y en la circulación de la
sangre. El Corazón estaba situado en el centro del sistema sanguíneo, unido a todas las
partes del cuerpo por 22 o 44 vasos o venas. Consideraban al cuerpo humano como un
sistema de conductos para el transporte del aire, sangre, alimentos y esperma, de tal
manera que las enfermedades consistían en una obstrucción o desbordamiento de la
circulación normal. De acuerdo con su Anatomía mitológica, cada órgano estaba
relacionado con su propio dios. Aunque los demonios y espíritus eran causas importantes
de enfermedad, los demonios eran vencidos por los dioses y los maleficios por los rezos.
El concepto de enfermedad comprendía también como posible causa de ciertas
enfermedades comunes en el cercano Oriente, a los parásitos. Los parásitos se podían
eliminar por medio de purgantes. Un aspecto importante del concepto médico egipcio fue
la creencia en una estrecha relación entre la región anal y el sistema cardiovascular. En
una serie de prescripciones se indica que la retención del enema era beneficiosa por
cuanto refrescaba el ano y el corazón. La génesis de la Enfermedad en la Medicina Egipcia
se interpretó como producto del azar o como castigo de los dioses, debido a una
transgresión social o religiosa. Sin embargo en algunos casos se invocaron otras causas,
cuya evidencia era empíricamente obvia, tales como alimentos o venenos, o producto de
la especulación como los vientos o la aparición de gusanos.

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Estos agentes etiológicos ingresaban de algún modo al cuerpo humano y por el
tratamiento o por las excretas debían ser expulsados.
Las Fuentes para el conocimiento de la Medicina Egipcia aparte de las de orden secundario
(arte arqueológico, textos religiosos, utensilios quirúrgicos, embalsamamiento) son
principalmente los Papiros Médicos, redactados durante el imperio Medio y principios del
Imperio Nuevo. Su antigüedad data de entre los años 1900 y 1200 antes de nuestra era,
en un principio, pertenecieron a los treinta y dos libros Herméticos (sagrados) que
estaban dedicados al dios Toth, el protector del arte caligráfico. Estos libros estaban
formados por largas tiras enrolladas que se elaboran con el tallo de la planta del papiro
(Cyperus papyrus) escribiéndose de derecha a izquierda, con tinta de color negro para el
texto y de color rojo para los títulos. Se conservaban en los templos y se sacaban en
momentos muy especiales, como las procesiones sagradas.
En orden cronológico, esos papiros son (hasta lo que hoy se conoce) los siguientes:
- Papiros de Ramesseum (1,900 antes de nuestra era) Recetas y fórmulas mágicas de
contenido médico y acerca de la relajación de los miembros rígidos.
- Papiros de Kahoun (1,850 antes de nuestra era) Ginecología y Obstetricia,
Veterinaria y Aritmética.
- Papiro Ebers (1,550 antes de nuestra era) Recetas y descripciones clínicas.
- Papiro Edwin Smith (1,550 antes de nuestra era) Principalmente quirúrgico, sobrio y
preciso en sus descripciones y prescripciones.
- Papiro Hearst (1,550 antes de nuestra era) Descripciones médico-quirúrgicas y
fórmulas terapéuticas.
- Papiro de Londres (1,350 antes de nuestra era) Desordenado conjunto de recetas
médicas y fórmulas mágicas.
- Papiro de Berlín (1,300 antes de nuestra era) Libro del Corazón.
- Papiro Chester Beatty (1,300 antes de nuestra era) Recetas y fórmulas mágicas.
- Papiro Carlsberg (1,200 antes de nuestra era) Enfermedades de los ojos y pronósticos
obstétricos.

Los Papiros más importantes son tres: el papiro de Smith, el papiro de Ebers y el Papiro
de Kahoun. Los nombres de los dos primeros hacen alusión a los arqueólogos que los
descubrieron, el egiptólogo estadounidense Edwin Smith y el alemán Georg Ebers
respectivamente, mientras que el tercero tomo el nombre del poblado en el que se halló,
en el área de El-Fayum.
Los dos primeros fueron escritos durante la decimoctava dinastía, el primero tiene una
longitud superior a los 4.5 metros de largo, mientras que el segundo supera los 20 metros.
El papiro de Edwin Smith encontrado en Tebas y actualmente en la Academia de Medicina
de Nueva York y el papiro de Ebers también encontrado en Tebas y en la actualidad forma

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parte del acervo de la Universidad de Leipzig. En ambos papiros aparecen íntimamente
unidas entre sí la patología y la terapéutica. La enfermedad, no es muchas veces más que
un nombre seguido de las correspondientes prescripciones médicas y quirúrgicas.
El papiro de Edwin Smith se ocupa principalmente de cirugía, es el documento quirúrgico
más antiguo que se conoce, está incompleto y consta en su mayor parte del Libro de las
Heridas. Fue adquirido en 1862 por el egiptólogo del mismo nombre, al morir este, su hija
lo regaló a la Sociedad de Historia de Nueva York, realizando su traducción y publicándose
por primera vez en 1930. En este papiro se describen con una extraordinaria precisión,
numerosas patologías entre ellas fracturas y dislocaciones, heridas, tumores, úlceras,
abscesos y se señala su tratamiento; también se recomiendan exorcismos y
encantamientos que deben pronunciarse antes o durante el tratamiento, pero no se
insiste demasiado en ellos. En general la terapéutica es conservadora y se refiere a
vendajes, tejidos absorbentes, tapones y férulas, así como aparatos para inmovilizar
fracturas hechos de goma. En las heridas se aplicaban grasa y miel, así como carne fresca,
pero también se menciona el estiércol. También describe varios tipos de suturas de
heridas y la posibilidad de rejuvenecer a los viejos con aplicaciones de medicamentos que
harían desaparecer las arrugas.
En este papiro está incluido el Tratado del Corazón, en donde se menciona que este
órgano es el más importante del cuerpo, por esta razón los médicos egipcios dedicaban
bastante tiempo a explorar el pulso de los pacientes. Para ellos el pensamiento y los
sentimientos residían en el corazón; hasta el punto de que pensaban que este órgano
tenía la capacidad de poder hablar, de poder comunicarse, si bien no era entendido por
todas las personas, y únicamente los médicos podían escuchar sus palabras. Una persona
enfermaba al producirse una obstrucción en los canales que emanaban del corazón. El
papiro de Ebers fue adquirido en 1873 por el Profesor Georg Ebers, publicándolo 2 años
después. En este papiro se mencionan tres tipos de Doctores: médicos, cirujanos y
hechiceros o exorcistas y se dan los tres tipos de tratamientos, que son remedios,
operaciones y encantamientos. Es el papiro más extenso de todos ellos y es un compendio
completo de medicina, constituye una recopilación de las más diversas disciplinas
médicas e incluye una extensa farmacopea y la descripción de numerosas enfermedades.
Este papiro contiene cerca de 1000 recetas, utilizando en ellas sustancias muy variadas.
También en este escrito se describen diferentes formas de preparar los medicamentos
tales como píldoras, supositorios, óvulos vaginales, enemas, cataplasmas y ungüentos.
El más antiguo es el papiro de Kahoun que fue encontrado por el Arqueólogo británico W.
M. Flinders Petrie en el año 1890, escrito al final de la duodécima dinastía. Entre otros
temas aborda el tratamiento de las enfermedades ginecológicas, así como los métodos
que utilizaban los egipcios para el diagnóstico del embarazo y la determinación prenatal
del sexo. En este papiro aparecen las recomendaciones anticonceptivas más antiguas de

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la historia: la administración vaginal de excrementos de cocodrilo mezclados con
carbonato sódico o un ungüento fabricado con resina de acacia, leche agria y espigas de
acacia.
El Medico laico o escriba (swnw), al servicio de los nobles o del Estado, no era el único
sanador.
Dentro de los swnw existía todo un sistema jerárquico, de tal forma que del menor al
mayor, se situaban: el médico, el médico jefe, el médico inspector y el médico
superintendente. Además, había médicos de palacio y dos médicos que se encontraban
por encima de todos ellos, en una situación equivalente a la de los actuales ministros de
Sanidad: el Médico mayor del Alto Egipto y el Médico mayor del Bajo Egipto. A través de
los papiros se han llegado a identificar hasta 82 tipos diferentes de especialistas. Uno de
los hechos que más llama la atención es precisamente que la profesión médica no era
privativa del sexo masculino y había mujeres médicos.
Los sacerdotes de Sekhmer y los magos también ejercían la Medicina con predominio de
rituales en vez de una actividad empírica.
Los Médicos egipcios dividían al cuerpo humano en 36 áreas o regiones, cada una de las
cuales estaba tutelada por una divinidad.
La Profesión Médica era heredada y exigía un aprendizaje que en sus niveles superiores
debió de tener un carácter esotérico sólo para los iniciados; tal vez se hiciese en la “Casa
de la Vida” institución del Estado, próxima a los grandes templos, encargada ante todo de
la protección mágica del Faraón. Después de una estancia más o menos prolongada en la
Casa de la Vida, los estudiantes de medicina eran purificados, se les vestía de blanco, se
les rapaba, se les depilaba totalmente, y al mismo tiempo se les alimentaba con agua
hervida y se les prohibían determinados alimentos. Se les enseñaba lo mismo a curar, que
a sacar dientes, a practicar cirugía sencilla y a realizar trepanaciones, las cuales eran
utilizadas aún en caso de los faraones en estado de suma gravedad; pues siempre había
un médico de palacio encargado de hacer la trepanación al faraón con el objeto de
intentar su cura.
Algunas de estas Casas de la Vida eran celebres y gozaban de reputación internacional
como por ejemplo la Casa de la Vida de Imhotep, en Menfis muy conocida por su
biblioteca y concurrida todavía en la época de Galeno, o bien la de Sais, en la que eran
instruidas las Matronas. Los medicamentos producidos y normalizados en las Casas de la
Vida, les servían para formar sus maletines y botiquines, con los cuales podían recorrer a
veces grandes extensiones del territorio de su propio país, o de países circundantes,
proporcionando alivio y curación a los dolientes.
Para los Egipcios el cuatro era un número mágico, multitud de construcciones tales como
obeliscos y pirámides tenían cuatro caras, por esto, antes que los griegos concibieron la

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composición del cuerpo humano en base a cuatro elementos, tierra, agua, aire y fuego,
los cuales mezclados constituían el cuerpo humano.
Heródoto menciona que en Egipto había médicos de una sola enfermedad, menciona que
Hesy-Ra, el primer sanador del que tiene noticia (vivió hacía el año 3,000 antes de nuestra
era) brillando especialmente como oftalmólogo.
En el papiro de Edwin Smith el Ejercicio de la Medicina, se relata la actitud del Médico
ante el Enfermo, en que se enfatiza la potestad de decidir sí se comprometía a curar al
enfermo o bien a desahuciarlo y a no aceptar la responsabilidad de que posteriormente
muriera, si estaba seguro que iba a morir.
Desde el principio de su práctica médica se contó con especialistas clínicos y quirúrgicos,
cada una de estas ramas médicas con sus propios Dioses protectores. La Medicina y los
Médicos se hallaban bajo la inmediata protección de varios dioses: Thot, dios de todo el
saber; Zekhmer primero leona, luego diosa de la misericordia y la salud; Dwaw y Horus,
patronos de los oculistas; Ta-urt, Heget, Neith, que ayudaban en el trance del parto.
Algunas ramas como la cirugía y la traumatología se desarrollaron ampliamente
(circuncisión, extracción de cataratas, trepanaciones, aplicación de vendajes y férulas). El
cuerpo médico se hallaba asistido por un gran número de ayudantes o wt. La asistencia
médica en el antiguo Egipto se llevaba a cabo, generalmente en el domicilio de los
pacientes, si bien en algunas ocasiones los enfermos acudían a los templos en busca de
remedios para sus enfermedades.
En los papiros se describen la Diabetes, las parasitosis, las lesiones traumáticas de
columna, el reumatismo, infarto del miocardio, hematemesis, hematuria, cistitis,
retención urinaria, estrabismo, tracoma, otitis, gonorrea, neumonía, apendicitis.
Mediante la observación y el análisis de la orina podrían identificar Diabetes y el
Embarazo. Además describieron trastornos del estado de ánimo.
La Farmacoterapia se desarrolló ampliamente en el antiguo Egipto, hasta setecientos
nombres de medicamentos vegetales, minerales y animales se han encontrado en los
papiros. El empirismo, la magia y la imaginación se mezclaron de muy variados modos en
su procedencia y su empleo. Parece muy probable que junto a los médicos hubiese
personas especializadas en la preparación de los remedios medicamentosos. Las prácticas
quirúrgicas como reducción de fracturas y luxaciones, vendajes, evacuación de abscesos,
oftalmología, obstetricia, odontología son mencionadas con gran frecuencia, y en
ocasiones con gran precisión.
Empleaban digital para tratar problemas cardiacos, aceite de ricino, opio, escopolamina,
extracto de belladona, pan enmohecido. De otros pueblos importaban azafrán y salvia,
canela y otros productos. El antimonio y el cobre se utilizaban como cosméticos (con
cierto poder antiséptico). También utilizaban grasas de animales como ungüentos.

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Administraban sus remedios por enema o por la vía oral y en ocasiones la vía vaginal.
Realizaban sangrías, punciones cutáneas, colocaban férulas y reducían fracturas.
Un Médico estaba sujeto a represalias en caso de que hubiera fracaso terapéutico y este
se acompañase de fallecimiento del paciente. En ese caso el Médico podía ser castigado
incluso con la pena de muerte. En cuanto a los honorarios se cree que la práctica médica
egipcia era gratuita o bien que el trabajo médico era retribuido con especies.
La Higiene Pública se hallaba reglamentada, por lo que la limpieza de los hogares, el
manejo de los alimentos y las relaciones sexuales estaban sometidas a una rígida
legislación. Su alimentación parece haber sido adecuada dado que no se han encontrado
muestras de avitaminosis o raquitismo. El uso de retretes y baños era habitual en las
clases acomodadas. Los lugares en que mataban a animales para su dieta, eran
estrictamente supervisados. El agua que bebían era hervida o filtrada. El Aborto, el
abandono de los niños, las relaciones sexuales durante el ciclo menstrual y la
masturbación eran hechos prohibidos que ameritaban severas penas. Contaban con
conocimientos acerca del cuidado de los niños (forma de arropar a los recién nacidos y
lactantes, realización del destete y la alimentación a base de leche de vaca). Se promovía
entre los niños la práctica del deporte con la finalidad de propiciar un desarrollo
adecuado.
Los Médicos egipcios eran altamente estimados, no solamente dentro de su propia
nación, sino a veces eran llamados fuera de esta, y fueron famosos por los conocimientos
que se trasmitían de una a otra generación, pues se reunían en forma de congresos en sus
templos. Los Egipcios fueron los primeros en ofrecer un enfoque desprovisto de
prejuicios, basado más en la razón que en la fuerza del sentimiento.
Uno de los personajes más importantes de la Medicina Egipcia en la tercera dinastía, es
Imhotep, médico y visir del Faraón Zoser en el siglo XXVIII antes de nuestra era, que al
mismo tiempo fue arquitecto, astrónomo, mago, sacerdote y Médico. Con Imhotep la
medicina comienza a tomar una nueva dirección más racionalista, sin que por esto la
Medicina Sacerdotal dejara de ser ejercida. Un siglo después de su Muerte Imhotep se
consideraba una deidad, los enfermos acudían a sus templos, en donde se celebraban
distintos ritos, y muchos dormían ahí; en sus sueños se les aparecía Imhotep y les indicaba
el tratamiento apropiado. Los griegos lo identificaron con Asclepíades y adoptaron varias
de sus tradiciones.
Con el correr de los años los médicos, llegaron a organizarse, constituyéndose en una
verdadera casta médica, que en algunos casos trató de independizarse de la casta
sacerdotal, de tal forma que al final de las dinastías que precedieron a la llegada de los
griegos, los médicos se habían desligado bastante de la casta sacerdotal.
Bajo sucesivos dominios políticos, sometida por tanto a muy distintas influencias
religiosas, intelectuales y sociales, esta cultura se extinguió total y definitivamente. Sin

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embargo en lo que toca a la Medicina, esa extinción no fue abrupta: los médicos griegos,
primero hipocráticos y luego alejandrinos, los egipcios cristianos y los árabes, hicieron
suyo no poco del saber terapéutico de los sanadores egipcios.

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Papiro de Edwin Smith

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5. Salud y Enfermedad en la Cultura Hindú

La India corresponde al territorio localizado al Sur de Asia, entre el Golfo de Bengala y el


Mar Arábigo, separado del continente por la más alta cordillera: el Himalaya. Su posición
geográfica hizo que la India, como China, permaneciera aislada por muchos años del resto
del mundo. Sin embargo la India posteriormente se convierte en un puente entre Oriente
y Occidente. Confluían en ella una gran cantidad de culturas que aportaron a la formación
de esta inmensa y heterogénea nación. En el censo de 1961 se reportó la existencia en ese
país de más de mil setecientas lenguas, doce de ellas habladas por grandes grupos
poblacionales. Los dos sitios arqueológicos principales son las ciudades de Mohenjo Daro
y Harappa, desarrollo no alcanzado en ninguna de las ciudades contemporáneas de ellas
(inicios del tercer milenio antes de nuestra era) que incluyen Egipto y Babilonia.
Los comienzos de la civilización Aria en la India se remontan de 25 a 45 siglos antes de
nuestra era, cuando la invasión del Pueblo Ario desplazó a los antiguos habitantes de esa
región. Hacia el tercer milenio antes de nuestra era, es cuando aparecen las civilizaciones
de Harappa sobre el rio Ravi, y de Mohenjo-Daro sobre el Indo. A partir del año 2000 antes
de nuestra era se establecen pueblos indoarios procedentes de Europa central. Durante
la Edad Védica, dichos pueblos se expanden por el Punjab, mientras que en la Edad Épica
se coloniza el valle del Ganges.
Hacia el año 1,500 antes de nuestra era, los Arios invaden la India por Asia Central y a ella
llevaron el idioma Sánscrito. Por este motivo fue durante el periodo Veda (sabiduría)
cuando se escribieron los libros sánscritos más antiguos, el Rig Veda (libro de los himnos
y los rezos), el Atharva Veda (libro del conocimiento y de las fórmulas mágicas), en el cual
hay capítulos que tratan aspectos médicos. En torno al año 800 antes de nuestra era se
escribió el Ayur Veda (el libro de las enseñanzas para tener una vida prolongada), en el
que se abordan temas relacionados con las ciencias naturales.
Los libros médicos adolecen de tener pocos aspectos racionales ya que la medicina que se
practicó durante ese momento era eminentemente religiosa (las enfermedades son
producidas por espíritus malignos).
A partir del año 600, en periodo Brahmánico se sientan las bases del Código de Manú, en
donde se establece el régimen de Castas, que dividió a la población en cinco grandes
grupos: brahmanes (sacerdotes), chatrias (guerreros y gobernantes), vaisías (artesanos,
comerciantes y campesinos libres) sudfras (sirvientes) y parias (no tienen castas y son
intocables).
Llama la atención, las medidas encaminadas a preservar la higiene: amplias avenidas
entre las rectas calles de la ciudad, presencia de patio central en las casas plenamente
ventilados y sobre todo baños y letrinas con desagües a sistemas de alcantarillado no
superados por su calidad hasta los tiempos modernos, depósitos de basura que

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evacuaban hacia los vertederos principales, así como depósitos de agua revestidos de
ladrillos. En la Ciudad de Mohenjo-Daro se han encontrado grandes baños públicos con
piscinas de hasta 2.5 metros de profundidad, aunque se desconoce si su uso estaba
relacionado con la higiene o con eventos rituales. Hacía el año 2000 antes de nuestra era,
en la Ciudad de Mohenjo-Daro casi todas las casas disponían de baño y, muchas de ellas,
también de letrinas. Su suelo estaba inclinado para poder conducir el agua a una abertura
practicada en una esquina, en donde se conectaba, a su vez, a un complejo sistema de
desagüe. Esta ciudad puede ser considerada una de las más avanzadas de la historia, en
cuanto a higiene se refiere. Las relaciones sexuales eran objeto de reglamentaciones
minuciosas, debía beberse leche después del coito y no estaba permitido en absoluto el
acto sexual los días ocho, catorce y quince del mes, también estaba prohibido por las
mañanas. Como la falta de hijos era una gran desgracia, había gran demanda de
afrodisíacos, uno muy popular estaba compuesto de habas, sésamo y azúcar.
Dos eventos de suma importancia en la conformación tanto política como ideológica en
la historia de los pueblos de la India están relacionados tanto con el surgimiento como la
expansión del Budismo (Siddhartha Gautama) a partir del Siglo V antes de nuestra era y
el Hinduismo (Vardhamana) en el Siglo I antes de nuestra era. A partir de estas fechas se
conformaría la conocida como Medicina Clásica de la India o Medicina Ayurvedica (Ciencia
de la larga Vida) ejercida inicialmente por los Brahamanes, pero heredada y adoptada por
los Médicos.
En las antiguas civilizaciones del Valle del Indo se cultiva el trigo, la cebada, el algodón y
existe ya un desarrollo importante de la Ganadería. Con la conquista de los pueblos
locales por los indoeuropeos se desarrolla rápidamente la Cultura.
La Religión Hindú está basada en los Vedas (conocimiento), libros sagrados escritos en
Sánscrito y redactados probablemente hacia el año 1000 antes de nuestra era. El Rig Veda
es el texto principal y junto con el Sama, Yajur y Atharvaveda constituyen los cuatro
Samhitas de la colección. En ellos se exponen las bases fundamentales de la religión:
creencia en muchos Dioses, que no son más que distintas formas de un solo Dios (Brahma:
creador; Vishnú: preservador; Siva: destructor); un solo espíritu que alimenta a todos los
seres vivos (lo que implica que no puede herirse a ninguna criatura viva); existencia de la
trasmigración de las almas y presencia de una ley espiritual (Karma) que determina el
destino de las Almas. El Budismo se desarrolla a partir de las predicaciones de Siddhartha
Gautama. Las Verdades nobles declaradas por Buda pueden resumirse de la siguiente
forma: el sufrimiento existe; el sufrimiento es consecuencia directa del deseo egoísta de
posesión; el sufrimiento puede ser aniquilado si cada ser humano se libera de sus deseos
egoístas; esta liberación se logra a través de la Ruta Intermedia (evitar los excesos), lo
cual es posible si se hacen juicios correctos, si se tienen intenciones rectas, si se usa un
lenguaje moderado, si se llevan a cabo buenas acciones, si se tiene una manera de pensar

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recta y se ejercita la capacidad de concentración. A través de todo ello se logra la paz y la
verdad (Nirvana) el Budismo jamás aceptó el sistema de Castas.
Para la Religión Vardhamana el sufrimiento proviene de la unión del espíritu con la
materia, por lo que la única salvación del sufrimiento es la auto mortificación.
Desde las antiguas civilizaciones del Indo se desarrolla una escritura Jeroglífica, que más
tarde será desplazada por el Sánscrito. Existe un Sistema lineal basado en el Pie (33.5 cm.)
y se desarrolla un método preciso para pesar mercancías. En los siglos siguientes se logran
grandes avances en las matemáticas.
En la India antigua, la medicina posee un carácter fundamentalmente ritual y
cosmológico, aunque se reconocen algunas causas de enfermedad fuera del marco divino.
Según la Medicina Hindú los cinco elementos cósmicos, luz, aire, fuego, tierra y agua,
determinan cambios en los elementos propiamente orgánicos (quilo, sangre, savia, carne,
médula, grasa, hueso y esperma). Así bajo la acción de los primeros, los segundos se
transforman unos en otros, este tradicional sistema de Medicina se encuentra en el
Atharvaveda en un apartado conocido como Ayurveda en donde sus principales
componentes son el Charaka Samhita y el Sushruta Samhita, el primero de carácter
médico y el segundo en esencialmente quirúrgico. El Ayurveda tiene ocho ramas, las
cuales versan sobre conocimientos que hoy clasificamos como especialidades médicas
(Medicina interna, Cirugía, Otorrinolaringología, Pediatría, Toxicología, Purificación de
órganos genitales, Salud y longevidad y Curación espiritual).
El desarrollo de la Anatomía es pobre y se limita a enumeración de zonas, de cavidades,
de vasos, de nervios y de algunos órganos. La disección se lleva a cabo esporádicamente
mediante la maceración de los cuerpos en agua.
Solamente tenían algunos conocimientos anatómicos del útero y las trompas de Falopio,
la formación del Embrión se describía extensamente y con bastante precisión. El ombligo
era para ellos la sede principal de la vida, el origen de todos los vasos sanguíneos.
Consideraban que la mejor etapa para la concepción eran las doce noches siguientes a la
menstruación y que el Feto debía ser varón si la concepción ocurría en un día par, y
hembra si ocurría en un día impar.
La enfermedad es considerada fundamentalmente producto de la influencia divina, ya
que los Dioses tienen el poder tanto para enfermar como para curar. Los demonios son
igualmente causa de enfermedad, así como lo son los trastornos en la dieta y ciertos
factores ambientales. Sea cual fuera la causa, la enfermedad se debe a los desórdenes
sufridos por los elementos orgánicos.
La Medicina Ayurvedica es una teoría que se basa en el principio del equilibrio de los tres
humores (teoría de la Tridosa), este sistema fisiológico explica sus bases en el equilibrio
de tres dosas (dosa: daño) como pilar central de la salud.

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Los tres humores son la Bilis (pitta), caliente y vinculada con el fuego; el Viento (prana)
seco y liviano vinculado con el aire y la mucosidad (kapha), fría y húmeda como el agua.
En algunos textos se menciona un cuarto elemento la sangre, pero siempre en un papel
secundario con respecto a los otros tres elementos. A partir del desequilibrio de estos
tres elementos se producirá la Enfermedad.
A partir de esta teoría se definen los diferentes tipos de temperamentos, las personas de
tipo bilis, tenderán a ser amantes del orden; los de tipo viento, volubles y activos; los de
tipo mucosa, son sensibles y sensuales.
El Aire (prana) regula la zona corporal situada debajo del ombligo, además circula por el
cuerpo y es el responsable de los sonidos vocales y de que la digestión y la evacuación
fecal se realicen correctamente.
La mucosidad (kapha) es el elemento más estable, se encarga de controlar el correcto
funcionamiento de la región anatómica situada por encima del corazón; y es el elemento
que mantiene unidos los órganos del cuerpo y regula los movimientos.
La Bilis (pitta) se relaciona con el fuego y es la encargada de controlar la región
comprendida entre el ombligo y el corazón. La bilis prepara el alimento para que sea
digerido, controla los deseos del corazón y mantiene el brillo de la piel en perfecto estado.
La enfermedad se produce como consecuencia de un desequilibrio entre los tres humores
y cada uno de ellos es el responsable de enfermedades de diferente índole. Charaka
distinguió 80 dolencias producidas por desórdenes del prana, cuarenta por alteraciones
de la pitta y veinte por trastornos de la kapha.
En el Ayur Veda las causas fundamentales de la enfermedad se atribuyen al desequilibrio
en la relación del Hombre con el medio ambiente, y se les da un valor crucial a factores
como la alimentación, el clima, las estaciones del año, el tipo de vida, etc. El equilibrio
además está dado por la correcta conducta ante los principios y cánones éticos y
religiosos. Por tanto el tratamiento deberá estar encaminado en primera instancia, a
restablecer este orden no solo en el aspecto físico, sino también en el moral y religioso.
Existe un intento de Clasificación de las Enfermedades, por lo que se describen
enfermedades internas, externas y medias, dependiendo del sitio en donde aparecen las
manifestaciones clínicas. Los distintos textos hacen menciones de enfermedades como la
epilepsia, hemiplejia, tétanos, lepra, tuberculosis, osteomielitis, escorbuto, diabetes y
bocio.
Los Documentos Indios más antiguos que hacen referencia a la práctica médica
pertenecen ya al periodo posterior a la llegada de los arios y son el Rig Veda, del año 1,500
antes de nuestra era, el Atharva Veda del 800 antes de nuestra era y el Ayur Veda en la
misma época que el anterior.
La Evolución de la Medicina en la India puede considerarse en 3 periodos, que son el Veda,
del Siglo XV al VIII antes de nuestra era, el Brahmánico, desde el Siglo VIII antes de nuestra

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era al Siglo X después de nuestra era, y a partir de esa época el periodo Mongólico. El
periodo de más brillo y originalidad de la Medicina Hindú es el Brahmánico.
En este periodo se componen las grandes recopilaciones del Saber Médico Hindú, las de
Sushruta, la de Charaka, la de Vagbhata y la de Bhela o Bheda. De menor importancia
tenemos otras ya posteriores: el Manuscrito Bower (Siglos IV-VI de nuestra era), el
Yogashataka (Siglo VII de nuestra era), el Ashtangasmgraha y el Ashtangahridaya (Siglos
VII-X).
En el periodo Védico y PostVédico de la Medicina, prevalecen los momentos religiosos de
la cura (exorcismos, oraciones, sacrificios) sobre sus momentos farmacoterapéuticos o
quirúrgicos; desde que se impone el sistema de Ayur Veda y por tanto en los tratados de
Sushruta y Charaka, serán la farmacoterapia y la cirugía las que prevalezcan.
En el periodo Brahmánico se crea un complejo Sistema Médico (en el siglo V antes de
nuestra era se fundan las universidades de Taxila y Benarés, destacando tres grandes
Médicos: Sushruta (Siglo VII antes de nuestra era), Charaka (Siglo II después de nuestra
era) y Vagbhata (Siglo VII después de nuestra era).
En el Ayur Veda se aporta más información, entre otras cosas una descripción del sistema
circulatorio, descripciones de enfermedades como la tuberculosis pulmonar, datos de tipo
epidemiológico como la relación entre epidemias de peste y presencia de ratas muertas
y la posible transmisión del paludismo por intermedio de los mosquitos, así como el
descubrimiento de que la orina de los pacientes diabéticos era más dulce que la de
pacientes no diabéticos.
Aquí se describen diferentes disciplinas médicas: Kayachikitsa (Medicina Interna),
Shalyachikitsa (Cirugía), Bhutavidya (Psiquiatría), Agada tantra (Toxicología),
Shalakachikitsa (Otorrinolaringología), Vajikarana (Ciencia de la Fertilidad) y Rasayana
(Ciencia del Rejuvenecimiento).
Además el Ayur Veda expone que el Médico requería del conocimiento de diez artes
necesarias para su formación: la destilación, la concina, la horticultura y la herbolaria, los
principios de la metalurgia, el conocimiento de las composición de los metales, la
farmacia, la mineralogía, la habilidad en la preparación de álcalis, el desarrollo de
habilidades quirúrgicas y la fabricación de azúcar.
Los hindús no poseían adecuadas bases anatómicas ni fisiológicas como para desarrollar
una medicina clínica evolucionada, ya que su religión prohibía expresamente la disección
de cadáveres humanos y aun el que llegaba a tocarlos debía someterse a ceremonias y
abluciones purificadoras.
Los primeros Textos Médicos son religiosos (Vedas) en virtud del carácter mismo de la
enfermedad. En ellos se trata todo tipo de temas: anatomía, embriología, pediatría,
obstetricia, terapéutica, cirugía e incluso enseñanza de la Medicina. Los principales son
los atribuidos a Sushruta, Charaka y Bhela.

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Para llegar al diagnóstico de las enfermedades, los médicos hindúes realizaban una
exploración minuciosa a los pacientes, utilizando la inspección, palpación y auscultación.
Además empleaban el sentido del olfato (olores corporales y aliento) y del gusto
(probaban la orina del paciente) y por último el estudio del pulso. Una vez realizado el
diagnóstico, el Médico emitía una serie de recomendaciones higiénico-dietéticas, entre
las que se incluía el consumo de alimentos vegetales, el culto religioso y los baños.
Si a pesar de este tipo de medidas no se conseguían los resultados esperados, el médico
recurría a realizar sangrías, o administraba fármacos que favorecían el vómito o
irrigaciones vaginales o uretrales.
El tratamiento dependerá del Médico que atienda al enfermo, de su formación y
atributos; los hay que curan con la palabra, con las plantas o con el bisturí. Las
enfermedades las clasificaban también en curables, mejorables e incurables.
Las más amplias descripciones de las prácticas de la Medicina India corresponden a dos
escuelas de periodos muy posteriores: la Charaka y la de Sushruta de los siglos II y IV de
nuestra era respectivamente.
El más antiguo de los escritos médicos es el de Charaka Samhita o Ayur Veda Charaka,
esta obra se encuentra dividida en los ocho libros siguientes:
- Sutra-Sthana en donde se refiere a los orígenes de la Medicina, obligaciones del
Médico, uso de la Medicina, cura de dolencias y sobre la Dieta.
- Nidana-Sthana aquí se encuentran la descripción de diferentes enfermedades como:
fiebre, tumores, diabetes, tuberculosis, epilepsia, etc.
- Vimana-Sthana se encarga del estudio de las epidemias, naturaleza de los alimentos,
diagnóstico de las enfermedades, uso de los medicamentos y peculiaridades de las
secreciones.
- Sarira-Sthana trata de la naturaleza del alma, concepción, variedades de las
especies, cualidades de los elementos, descripción del cuerpo y relaciones entre este
y el alma.
- Indria-Sthana se describen órganos sensoriales y sus afecciones, dolencias
corporales y orgánicas de la pérdida de las fuerzas, y de la muerte.
- Chikitsa-Sthana se refiere a enfermedades y medios de mejorar la salud y conseguir
larga vida. Trataba asimismo de fiebre, hidropesía, tumores, diarrea, hemorroides,
ictericia, asma, disentería, vómitos, erisipela, efectos de los venenos y antídotos,
inflamación, enfermedades de las partes vitales, abscesos, reumatismo y parálisis.
- Kalpa-Sthana era un tratado del conocimiento y uso de eméticos, purgantes,
antídotos y talismanes.
- Shidi-Sthana se ocupaba de la eliminación de los medicamentos y el uso de enemas,
de las partes vitales, etc.

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Según los textos de Charaka, ni la salud o la enfermedad están predeterminadas y la vida
puede prolongarse con algo de esfuerzo personal.
Las doctrinas de Sushruta entienden la medicina como un sistema capaz de combatir la
enfermedad en quien la padezca, pero además, también capaz de proteger la salud de
quien la conserva y así poder alargar la vida. Por otro lado realiza la descripción de los
síntomas de varias enfermedades como la malaria y la diabetes mellitus, de las cuales
hace descripciones muy precisas que en ocasiones impresionan por su profundidad. De
la misma manera describe drogas como anestésicos o analgésicos, tales como Cannabis
indicus (cáñamo indio) y el Hyoscyamus (beleño), ambas drogas directamente
relacionadas con el desarrollo que tuvo la cirugía.
En el Sushruta Samhita o Ayur Veda Sushruta, texto dedicado principalmente a la Cirugía,
pero también a la Medicina Interna, la Patología, la Anatomía, la Obstetricia, la Biología,
la Oftalmología, la Higiene y aún a la Psicología y la Conducta del Médico ante el Enfermo.
Sushruta inició su Samhita con una descripción del comienzo de la enseñanza de la
Medicina, prescribiendo una serie de formas de seleccionar e iniciar a los estudiantes de
medicina y sobre la Naturaleza del Juramento que estos hacían, el cual era
extraordinariamente similar al Juramento de Hipócrates.
Aquí se exponen muy claramente los requisitos que el Médico debía satisfacer antes de
dedicarse a la práctica de su profesión y las normas de conducta personal y profesional.
Recomendaba a sus discípulos la continua práctica y bosquejó muchos procedimientos
para perfeccionar la habilidad manual antes de utilizar los instrumentos quirúrgicos en
los pacientes.
Demostró el valor de la Psicoterapia en el Cuidado de los Pacientes.
Describió unos ciento veinticinco instrumentos quirúrgicos diferentes, así como 8 tipos
distintos de maniobras quirúrgicas, catorce tipos de vendajes y apósitos con su indicación
precisa. En el Sushruta Samhita se describen no menos de mil doscientas enfermedades.
La Práctica de la Medicina en la India, debido a la división de castas, era ejercida por los
Vaishias (tercer nivel jerárquico en este sistema, donde se incluían artesanos y
comerciantes) pues se consideraban impuros a quienes trabajaban con enfermos. A partir
de la llegada de la religión islámica después del siglo VII de nuestra era, apareció otro tipo
de médico que practicaba la Medicina árabe, conocida en este territorio como Medicina
Unani.
Con respecto a los tratamientos, se refieren más de 700 plantas medicinales (en el
Sushruta Samhita) y 500 plantas medicinales (Charaka Samhita), así como las indicaciones
para la elaboración y aplicación de ungüentos, estornutatorios, pomadas e inhalatorios.
Durante este periodo también se hizo uso de los rezos y conjuros en el tratamiento de las
enfermedades. La Farmacoterapia de origen vegetal fue amplísima, naturalmente esto no
excluye que fueran utilizados medicamentos de origen mineral y animal.

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El tratamiento médico se basa esencialmente en la magia, cuyo fin es atraer el favor
divino. La farmacopea es amplia y en ella encontramos medicamentos utilizados en la
actualidad tales como la rauwolfia y el opio. Existen incluso intentos serios de
dosificación. Tenían especial interés en los trastornos del estado de ánimo, los cuales al
parecer eran frecuentes. Otra enfermedad común fue el envenenamiento por mordedura
de serpiente.
Uno de los mayores aportes de la India a la historia de la práctica médica fue la aplicación
de Técnicas Quirúrgicas, algunas de ellas de uso en la actualidad, lo que convierte a los
hindús en los más expertos cirujanos de la Antigüedad. Ocho eran sus técnicas
principales: excisión, incisión, escarificación, puntura, sondaje, extracción, drenaje y
sutura.
En los escritos de Sushruta se describen más de cien instrumentos quirúrgicos, y
numerosas técnicas quirúrgicas. Se utiliza la asepsia, se llevan a cabo Laparotomías,
cesáreas, operaciones de cataratas, intervenciones ginecológicas, extracción de cálculos
vesicales y las famosas plastias nasales. Se utiliza de forma rutinaria la cauterización
térmica y química, la aplicación de ventosas, la sangría con sanguijuela, y la sutura de
tejidos con cabezas de hormiga. La Anestesia se logra con vino o con mariguana. El
instrumental quirúrgico incluye bisturíes, fórceps, espéculos, retractores, imanes, agujas
y catéteres.
Previo al acto quirúrgico, los Médicos hipnotizaban a los enfermos con fines anestésicos.
Era frecuente que los médicos perforasen las orejas de los niños para poder sujetar
amuletos que les protegiesen frente a los espíritus malignos.
En el campo de la Higiene existen ciertas reglamentaciones y se estimula la meditación y
la práctica del ejercicio.
El Ejercicio de la Medicina se transmite en forma hereditaria pero se somete a una ética
rigurosa.
La instrucción y las normas de carácter ético aplicables a los Médicos, constituyen un de
los más importantes legados de la Medicina de la antigua India. Al iniciar el
adiestramiento de los estudiantes de medicina, se colocaba en la sala de estudios un
pequeño altar que ocupaba una superficie aproximada de un metro cuadrado, este altar
se limpia y se purificaba con estiércol de vaca, y sobre él se ponía un fuego alimentado
con madera sagrada. Los profesores y estudiantes iban ofrendando, por turno, una mezcla
de leche agría, miel y manteca de búfalo; los alumnos debían renunciar a los placeres
carnales, a la ira, a la avaricia, a la ignorancia, a la pereza, al orgullo, a la envidia, a la
venganza, a la crueldad, a la mendicidad y al mal comportamiento.
Mientras duraba la instrucción, nadie debía pasar entre profesor y alumno porque se
interrumpía la emanación de buenas cualidades que fluían del profesor hacía el alumno.

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La enseñanza médica de la época clásica duraba seis años, se asignaba a cada profesor
una promoción de estudiantes, cuyo número no debía exceder a la media docena.
Entre las técnicas docentes utilizan modelos para el adiestramiento de las distintas
técnicas quirúrgicas.
Se dedicaba tanta atención a los conocimientos teóricos como a la enseñanza práctica.
La Comunidad India tenía en gran estima al Médico Competente. Se consideraba indigno
que el Medico visitara espontáneamente al enfermo, precisaba siempre que alguien fuera
a buscarlo; para esto, el emisario debía reunir ciertas condiciones de decoro, en cuanto a
la vestimenta y modales. Las maneras descorteses no presagiaban nada bueno para el
enfermo. Al ponerse el Médico en camino hacia el Enfermo, llevaría siempre un bastón y
debía observar los indicios y señales de buen augurio por el camino; cuando llegaba, debía
entrar en la habitación del paciente con la cabeza inclinada ocupando sus pensamiento
solamente en lo concerniente al enfermo, se le prohibía colocarse al borde del lecho,
debía tranquilizar y consolar al paciente sin predecir en caso de una enfermedad mortal,
el día y momento en que sobrevendría la muerte.
Existían prohibiciones de curar a los delincuentes y condenados, así como de administrar
medicamentos a una mujer, en ausencia de su marido o una persona responsable de su
vigilancia.
Los príncipes, mujeres, niños y ancianos eran considerados como “pacientes de difícil
tratamiento” debido a que frecuentemente no cumplían con las prescripciones
recomendadas.
Se sabe igualmente que existen Médicos Veterinarios para la atención de Elefantes y
Caballos, pero su ejercicio está poco documentado. Otro importante aporte de la India en
la Medicina, estuvo relacionado con el desarrollo de escuelas religioso-filosóficas, como
es el Yoga, un complicado sistema de prácticas físicas y mentales, nacido probablemente
en el Tíbet hace aproximadamente tres mil años. Está encaminado a conservar la pureza
del cuerpo y la perfección del Espíritu y su evolución transcurrió en 3 periodos: preclásico,
clásico y moderno.
El Yoga preclásico, en general poco documentado, se refiere al periodo preario y su
conocimiento se basa en los descubrimientos arqueológicos relacionado con otras
culturas, así como en algunas citas y tradiciones encontradas en textos Vedas (Ramayana
y el Mahabharata).
El Yoga comienza a hacerse histórica a partir del periodo Clásico, fundamentalmente a
partir del sabio Pantajali, a quien le correspondió la misión de compilar y estructurar una
Doctrina que fue reconocida como una de las seis grandes escuelas filosóficas de la India.
El Yoga proviene de la raíz sánscrita Yug cuyo significado es “unir”. Pantajali escribió un
texto básico para el conocimiento del Yoga, llamado Yoga Sutra, constituido por cuatro
capítulos y cerca de doscientos aforismos. Definió al Yoga como “la inhibición de las

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modificaciones de la mente”, concepto que expresa una de las doctrinas características
de esta doctrina: la importancia del papel de la mente y los métodos que pueden
desarrollarse para interrelacionar con ella.
Una de las principales funciones del Yoga es la preservación de la salud tanto física como
mental, para lo cual se vale de diferentes tipos de prácticas. Entre ellas están las Asanas
o posturas y las Pranayama o técnicas respiratorias.
Sushruta es el Médico más famoso del pueblo Hindú. Vivió cerca del año 700 antes de
nuestra era y recopiló una gran cantidad del conocimiento quirúrgico de la época, para
crear un conjunto de conocimientos redactado en el Sushruta Samhita. En este texto se
habla de las técnicas utilizadas para tratar las enfermedades y describe ocho
procedimientos quirúrgicos: ablación, incisión, punción, legrado, drenaje, extracción con
sonda, sutura y escarificación. Además describe las técnicas quirúrgicas para realizar
rinoplastia y litotomía vesical. Sushruta subraya de forma repetida la importancia de la
limpieza durante la intervención quirúrgica, una medida que tardó muchos siglos en
generalizarse en Europa.
Sushruta vivió en el siglo VII antes de nuestra era, es considerado el padre de la Cirugía
Plástica.
Un aspecto importante a considerar de la Medicina Hindú es la imagen del Médico, que
debe ser agradable y tranquilizadora, de aspecto pulcro e íntegro. En sus escritos
consideraba que los individuos que deseen estudiar Medicina y Cirugía, además de ser de
buena familia, deben poseer fuerza, autocontrol, buena memoria, pureza de mente y
cuerpo, así como una comprensión simple y clara.
El desarrollo de las Prácticas Médicas en la India legó a la posteridad un cúmulo de
conocimientos entre los que destacan fundamentalmente sus aportes a la Cirugía, Higiene
ambiental y Corporal, una amplia Farmacopea, el conocimiento de un grupo no
despreciable de Enfermedades y diversas Doctrinas Filosóficas relacionadas con el
Equilibrio de la Salud Física y Espiritual.
En el tiempo del Rey Budista Azoka se empieza la edificación de Hospitales. El Budismo
conservó durante mucho tiempo los Hospitales, pero las diversas invasiones destruyeron
los Hospitales Budistas y las Instituciones Indias. La Ciencia India se estancó y desapareció.
La Experta Cirugía de los Indios declinó después de la muerte de Sushruta y la Medicina
India desapareció con la invasión de los mahometanos. Esta decadencia se intensificó
más, después de la Conquista de la India por los Europeos.

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6. Salud y Enfermedad en la Cultura China

China es un inmenso territorio que durante siglos se mantuvo ajeno a las influencias
externas, gracias a su situación geográfica. Limitada al Noroeste por los montes Altái y el
desierto de Gobi, al Sur por el Himalaya y al Este por el Océano Pacífico, China pudo forjar
durante varios miles de años una cultura propia, ajena totalmente a los acontecimientos
que ocurrían en el resto del mundo. Como en todas las civilizaciones antiguas los ríos
forman parte importante de su desarrollo. El Yangtzé en la región central y el Huang He o
río amarillo en el norte y el Amur en la región noreste. En el idioma tradicional China es
llamada Zhongguó que significa “Reino o País Central”
Hacia el año 2000 antes de nuestra era, se establecen los primeros poblados de
agricultores. Se inicia el uso de herramientas de hueso. De 1720 a 1120 corresponde a la
dinastía Chang; se forman las ciudades estado, aparece el calendario primitivo, se inicia
la escritura y se realizan los primeros trabajos en bronce. En la Dinastía Chu (1027 – 256
años) existe un desarrollo importante de la agricultura gracias a sistemas de riego y
almacenamiento de agua. Se inicia el uso del hierro y la manufactura de la laca. La
Filosofía cobra un auge importante con Confucio y Lao-Tsé. La Unificación de China se
logra bajo la dinastía Ch’in (221 -202 años) se incrementa la construcción de caminos y se
uniformaron tanto la escritura como las leyes. Durante esta Dinastía se construye la Gran
Muralla China. Bajo la Dinastía Han (202 – 200 años) resurge el Confucionismo y China
gracias a la ruta de la seda, se abre paulatinamente al resto del mundo.
El Pueblo Chino realiza importantes aportes científicos, destacan el cálculo de los
Solsticios y de los eclipses solares, avances importantes en Álgebra y Trigonometría y el
conocimiento de la acción de los imanes. En aspectos tecnológicos encontramos a la
cerámica, el vidrio, la laca, la pólvora, la ballesta, los puentes colgantes, la tinta china, los
anteojos y la utilización de la Seda.
La Historia de la Medicina China puede ser dividida en cuatro grandes periodos: la
Medicina correspondiente a las civilizaciones protohistóricas (1,600 a 221 antes de
nuestra era), la del Imperio Antiguo (220 antes de nuestra era a 589 después de nuestra
era), la del Imperio Medio 589 – 1367); la de la China Moderna 1368-1911.
El Origen de la Medicina China se pierde en las leyendas y su fundamento se atribuye a
tres emperadores legendarios: Fu-Hsi, Shen Hung y Huang Ti. Durante el reinado del
emperador Fu-Hsi se sentaron las bases de la filosofía china, los principios de dualidad del
Yang y el Yin. El emperador Shen Hung propició la creación de la Medicina herbal y de la
Acupuntura. Huang Ti, llamado el Emperador amarillo, fue el autor del texto más antiguo
de la Medicina China, el Nei King o Canon de la Medicina Interna. Según el Nei King la
Sangre circula a través de venas y arterias y esta circulación es impulsada por el corazón,

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bomba fundamental de este sistema. Europa no tiene este conocimiento hasta el siglo
XVII con los trabajos de William Harvey.
Al menos desde el siglo V antes de nuestra era, el saber de los Médicos Chinos ha tenido
como fundamento intelectual una doctrina cosmológica muy bien articulada. Una
realidad última, inmutable y eterna, el Tao, produjo el Universo, en el cual se manifiesta
constantemente bajo la forma de dos principios contrapuestos, el Yang (el cielo, la luz, la
fuerza, la dureza, el calor, la sequedad, lo viril) y el Yin (la tierra, la oscuridad, la debilidad,
la blandura, el frío, la humedad, lo femenino). De la mutua relación dinámica entre ellos
dependerían el curso cíclico y la peculiaridad de los procesos naturales. Simbólicamente
se representan como un círculo con dos mitades, una de color blando y otra de color
negro, donde a su vez están contenidas pequeñas porciones circulares del principio
opuesto. Esta teoría del Yin y el Yang se menciona por primera vez en el Yi Ping (Libro de
las Mutaciones). Para la Medicina china, los acontecimientos tienen un comportamiento
cíclico y a su vez, cada ciclo se inserta en un nuevo periodo también cíclico hasta el infinito.
Por este mecanismo, la Medicina China logró acercarse a la cronofisiología y la
cronopatología, importantes bases de sustentación en el diagnóstico y el tratamiento de
la medicina de ese pueblo.
Originariamente religioso y teológico, tal esquema perdió ese carácter y por obra sobre
todo, de los continuadores de Confucio y Lao-Tse, se hizo pensamiento secular; si se
quiere filosófico. A la vez Tseu-Yen, sobre el que probablemente influyó la Cultura India,
introdujo en la cosmología china la noción del elemento cósmico, entendido éste como
material energético. Cinco serian en la realidad tales elementos: agua, tierra, fuego,
madera y metal. El Hombre, microcosmos, se halla formado por esos cinco elementos, y
en la mezcla y la dinámica de los cinco posee su base real de la vida humana.
La Medicina China consideraba que el cuerpo humano es sagrado y, por tanto estaba
prohibida la realización de autopsias, lo que propició que sus conocimientos anatómicos
permanecieran estancados. Creían que los hombres nobles tenían siete cavidades
cardiacas, cinco los hombres de talento, dos los hombres normales y tan sólo una los
idiotas. Igual que los egipcios consideraban que el Corazón era el órgano principal, el cual
era a su vez una copia en miniatura del Universo que se correspondía con el elemento
Fuego.
Sin embargo a comienzos de nuestra era, un Médico de la corte y un carnicero recibieron
el encargo de abrir el cadáver de un criminal para examinar sus vísceras y vasos; solo mil
años más tarde llegó a existir un Texto Chino de Anatomía, el de Yang Kiai. Con sus
grandes deficiencias y errores, ese escrito tuvo vigencia durante siete siglos, hasta que
Wang Tsing Jen, ya bajo influencias occidentales, compuso un manual más completo y
mucho menos erróneo. Por su relación con la acupuntura, los vasos y los canales reales e
imaginarios fueron muy atentamente considerados por los Médicos Chinos. Esta

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rudimentaria anatomía y el pensamiento cosmológico dieron base a la fisiología
tradicional china.
El Saber Anatomo-Fisiológico de la antigua china se halló presidido por el número Cinco:
cinco elementos básicos, cinco órganos principales (corazón, pulmón, riñón, hígado y
bazo) y cinco órganos secundarios (intestino delgado, intestino grueso, vejiga, vesícula
biliar y estómago). La relación viviente entre los órganos es de amistad y enemistad, de
acuerdo con su composición elemental, y en último término con el papel en la dinámica
Yang-Yin: el Corazón (fuego) tiene como su enemigo al Riñón (agua) y su amigo en el
Hígado (madera), etc.
El desequilibrio en la dinámica del Yang y el Yin, con el subsiguiente desorden en la de los
cinco elementos, constituyen el fundamento de la Enfermedad, cuyo cuadro sintomático,
resulta de la modulación de ambas alteraciones el órgano afectado. Las Causas de la
enfermedad pueden ser los cambios climáticos, la dieta, las relaciones afectivas, el
enfriamiento, los venenos; más su asociación a espíritus malignos. Antes de la Dinastía
Ch’in, la enfermedad es interpretada como producto del desequilibrio entre el Ying y el
Yang, como resultado de un proceso mágico o como producto de causas físicas externas.
El conocimiento Anatómico es pobre y se reduce a la simple enumeración de órganos. De
esta época se conocen descripciones de ciertas enfermedades, tales como trastornos
mentales, fiebres, erisipela y algunas epidemias.
A partir de la Dinastía Ch’in, el conocimiento médico se ve favorecido por la invención del
pincel y el papel, la tradición oral cede el paso al documento escrito.
La Medicina China cuenta con más de tres mil años de historia, en huesos y carapachos
de tortugas se han encontrado plasmados los nombres de enfermedades, sus síntomas y
sus tratamientos.
La Capacidad de observación de los Médicos Chinos fue, en efecto, muy aguda. Sorprende
la precisa caracterización clínica de la viruela, el beriberi, el escorbuto, la tisis y tantos
cuadros más; la denominación de la enfermedad fue en ocasiones algo más que el nombre
de un síntoma especialmente llamativo.
Se inicia la descripción de otras enfermedades como la Diabetes, el Raquitismo, la Lepra,
la Sarna, el Tétanos y algunas Parasitosis.
El ejercicio de la Medicina, obligaba al Médico a la utilización de sus cinco sentidos. Incluía
un interrogatorio minucioso y el análisis del pulso arterial, maniobra a la que asignaban
la máxima importancia y que era practicada con un solemne ceremonial que podía durar
hasta 3 horas. Habían construido una doctrina muy compleja. Las variedades de éste eran
similares a las cuerdas de un instrumento, pudiendo conocerse a través de su examen el
equilibrio o desequilibrio orgánico. La exploración del pulso se practicaba en once lugares
distintos, estando los más importantes a nivel de la muñeca, lo que explica que éste siga
siendo el sitio clásico para tomarlo. Cada pulso era examinado aplicando el médico tres

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distintos grados de presión con sus dedos. La Doctrina del pulso incluía 200 variedades
distintas del mismo. Las extrasístoles o “intermitencias” tenían un significado pronóstico
muy importante.
La exploración del pulso se practicaba acompañada de un solemne ceremonial, en primer
lugar el Médico tomaba el pulso en el brazo derecho y después de analizarlo
concienzudamente pasaba a compararlo con el pulso del lado izquierdo. Seguidamente el
Médico lo comparaba con el suyo, anotaba la hora, el día y la estación.
Si el paciente era del sexo femenino el proceso era bastante diferente, ya que la
mentalidad china no permitía que un hombre pudiera explorar a una mujer, razón por la
que para poder subsanar este problema el médico mostraba a la paciente una figura de
cerámica o madera para que ella señalase el punto de su organismo que estaba enfermo.
Uno de los escritos más importantes fue realizado por el Gobernante Huang Ti, el
emperador amarillo, quien vivió hace aproximadamente 2,500 años antes de nuestra era,
autor junto con su médico Qi Bó, del texto conocido como Nei King que es un tratado de
medicina tradicional china comparado a los textos de Medicina Interna actuales. El Nei
King distingue cinco tipos de tratamientos diferentes: aquellos que curan el alma, la dieta,
los fármacos, la acupuntura y la moxibustión.
Aquí, lo primero era la cura del espíritu, el Médico debía ayudar al paciente a reencauzar
su vida y liberarle de ideas perturbadoras; en este sentido pensaban que las ideas
libertinas podían provocar en un paciente la aparición de enfermedades pulmonares y,
por tanto, había que ayudarle a eliminarlas.
En segundo lugar, se ocupaban de alimentar al cuerpo, mediante una dieta equilibrada,
basada en los cinco sabores elementales (agrio, amargo, dulce, picante y salado) y
trataban de restablecer el equilibrio entre Yin y Yang.
La terapéutica se fundamenta en el uso de numerosos medicamentos, en la cirugía y
esencialmente en la Acupuntura con sus variantes, la auriculoterapia y moxibustión.
Bajo el nombre de Pent-Ts’ao, cuyo origen se remonta al emperador Shen Hung, en el
siglo II antes de nuestra era, fue publicada una larga serie de tratados farmacológicos (52
volúmenes) en los cuales vienen mencionados no menos de dos mil medicamentos de
origen vegetal, mineral animal. Las Drogas se clasificaban en tres categorías: Superior
(Imperial o Tónica), Media (Ministerial y Nutriente) e Inferior (Asistente o Venenosa).
El conocimiento de cada uno de estos medicamentos se basaba en la certeza de que cada
enfermedad tenía su remedio específico. Analogías y oposiciones en el color, el sabor, la
consistencia, etc., respecto de lo observado en el enfermo, eran de ordinario la base
racional de la indicación medicamentosa (según su concepción cosmológica).
Las recetas eran sumamente complicadas y se escribían en papel rojo con la finalidad de
que fuera mayor la sugestión que se ejerciera con el paciente. Era indispensable que el
número de sus ingredientes fuera de cinco o un múltiplo de éste.

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Según el Nei King, el concepto de salud se basa en el equilibrio de las energías internas
del cuerpo, de las corrientes Yin y Yang originadas por el Tao y que circulan en el cuerpo
a través de canales o meridianos de energía espiritual, estos canales de energía
constituyen dos fuerzas complementarias, contrarias y en equilibrio. Ying y Yang son los
principios activos del Qi o fuerza vital que circula en el cuerpo de forma fluida. Aunado
esto a la presencia en la naturaleza de cinco elementos. Estos elementos se relacionan
entre sí mediante dos circuitos, uno de generación y otro de destrucción. Para mantener
la salud el hombre debe entender la naturaleza de estas fuerzas y mantenerse en el
equilibro interno y externo. Cuando se presenta un desequilibrio entre la energía
espiritual y los elementos de la naturaleza surge la enfermedad que puede solucionarse
estimulando o inhibiendo los canales o meridianos de energía espiritual.
La Acupuntura consiste en introducir agujas metálicas en puntos sobre los canales o
meridianos de energía Ying y Yang con la finalidad de estimularlos o inhibirlos. La punción
podía realizarse en muchos puntos del cuerpo, hasta más de setecientos en algunos
tratados, y tenía por objeto remover las obstrucciones producidas por la enfermedad en
los canales (Chin), para lograr así el buen orden en el fluido de la energía espiritual y
recuperar con esto la salud.
Esta técnica ha disfrutado de gran prestigio hasta nuestros días; incluso se ha extendido
al mundo Occidental.
Con la Acupuntura se asociaba en ocasiones la Moxibustión (de moxa “hierba ardiente”).
Se preparaban esferillas de Artemisa vulgaris mezclada con incienso, para aplicarlas luego
en determinados lugares de la piel y quemarlas in situ.
Respecto a la práctica quirúrgica, alrededor del año 200 de nuestra era, destacó como
Cirujano Hua-T’o, considerado quizá el Médico más famoso de la tradición china, cuya
fama ha corrido de siglo en siglo a lo largo de mil setecientos años. Experto en Acupuntura
creo los puntos Hua Tou utilizados en Ginecología, Pediatría y Cirugía. Creó un anestésico
herbal conocido como Ma Fei San este quizá formado por Mandrágora o la Cannabis, y
considerado como la formulación anestésica más antigua, la práctica de incisiones
abdominales y la invención de una ingeniosa pauta gimnástica (masaje terapéutico y la
dietética tan importante para la salud). La tradición popular lo hace llamar el “Curandero
milagroso”.
Los Médicos Chinos desarrollaron algunas técnicas quirúrgicas (pero sin uso médico)
deformación de los pies de las niñas como signo de belleza, castración para la obtención
de eunucos y amputaciones como castigo para diversos delitos.
Existe una descripción precisa del proceso de castración, ésta consistía anestesiar los
genitales externos, se ligaban el escroto y el pene con una venda de seda, luego el cirujano
cortaba con una tijeras o con un cuchillo semicircular los órganos delante del pubis,
aplicaba enseguida polvos astringentes sobre la herida y se continuaba con la compresión

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hasta que había cesado la hemorragia, luego se introducía en la uretra una especie de
tapón de madera o metal. La curación se realizaba por lo general a los tres meses. Esta
cirugía tenía una mortalidad muy variable, lo que sí es evidente es que el número de
eunucos era bastante elevado en el Imperio chino.
Empleaban método prácticos para el tratamiento de las heridas y la amputación de
miembros. En el Siglo IX de nuestra era, se practicaba con frecuencia y gran habilidad la
reparación quirúrgica del labio leporino.
Otras medidas ampliamente desarrolladas fueron la higiene y la cultura física. Una de las
aportaciones médicas más importantes de la Medicina China es la Variolización
preventiva, la costra seca de una pústula variólica era pulverizada y el polvo resultante se
introducía en la nariz, bien directamente o través de un tubo de bambú. Quien recibía
esta Variolización podía presentar una variedad menos agresiva del padecimiento pero
quedaba protegido a nivel inmunológico para toda la vida. La introducción de la costra
pulverizada se introducía por la ventana nasal izquierda en los varones y por la derecha
en la mujer.
En el panorama social de la Medicina se conocen ciertas prestaciones como la exención
de impuestos a las parturientas y la ayuda gubernamental a huérfanos y discapacitados.
La Profesionalización de la Medicina fue muy importante en la Antigua China. En los Siglos
Vi y VII de nuestra era, bajo las dinastías Sui y Tang, la Medicina tuvo su época dorada, se
enseñaba Medicina en centros especiales y los estudios cobraban validez mediante
exámenes ante el T’ai-yi-chu o “Gran Servicio Médico” compuesto por más de 300
funcionarios. De este periodo han llegado descripciones sabias de muchas enfermedades.
Cuatro principales especialidades hubo: Médicos y Esfigmólogos generales, aptos para el
ejercicio en todos los campos de la práctica médica, Maestros Acupunturistas, Masajistas-
Traumatólogos y Maestros en Encantamientos. La consideración social del Médico, que
podía ser muy alta, variaba con el puesto que ocupara en la vida civil.
Otros importantes textos escritos durante estos años fueron: La Teoría de Ley sobre la
preparación de Medicamentos, la Teoría sobre el origen de las Enfermedades y Las recetas
secretas de Waitai.
Uno de los más importantes Médicos de este periodo fue Sun Simiao, autor de una
numerosa cantidad de textos médicos que gozaron de gran popularidad en su época y que
aún son tenidos como clásicos de la medicina y la literatura de ese país. Entre ellos se
encuentran el Yin Hai Jin Wei, amplio tratado de oftalmología, el Qian Jin Fang o Libro de
las mil recetas de valor y el Fu Lu Lun o Tratado de la Felicidad.
Ya para el siglo X, bajo la Dinastía Song, la medicina china se había sistematizado y
diferenciado en múltiples especialidades. Existían especialistas en Pediatría, Medicina
Interna, Cirugía, Ginecología, Acupuntura, Masajes medicinales y otras ramas. Fue esta
una época de esplendor para las Ciencias en China, en la que surgieron importantes

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progresos técnicos como la pólvora, la brújula, y la imprenta; se produjo un acelerado
desarrollo de ramas como las Matemáticas y la Biología; y brillaron grandes sabios como
Qian Yi, médico que dedicó gran parte de su vida a la investigación y tratamiento de las
enfermedades infecciosas de los niños; o Song Ci, autor del primer texto chino conocido
sobre Medicina Legal.
En el Siglo XI se realizó una importante reforma en la enseñanza de la Acupuntura a partir
de los trabajos de Wang Weiyi, quien diseñó dos figuras de bronce donde plasmó todos
los puntos de acupuntura del cuerpo humano con vistas a que fueran maquetas para la
práctica de los estudiantes.
Los primeros contactos del mundo occidental con la medicina china no ocurrieron hasta
fechas muy tardías, bajo la dinastía Ming entre los siglos XIV y XVII.
En el Siglo XVI, Li Shizhen escribió su monumental Gran Tratado de la Materia Médica,
donde se trataban muy disímiles temas como patología, terapéutica, historia natural,
dietética, recetas de cocina, temas de tecnología química e industrial, filosofía, geografía,
etc. Esta quizá fue la primera obra del lejano oriente que trascendió las fronteras de los
países asiáticos vecinos de China para ser traducida también a lenguas occidentales, lo
que permitió que fuera conocida en Europa.

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7. Salud y Enfermedad en las Culturas Precolombinas

La Historia Humana de América se inicia tardíamente en la Historia de la Humanidad.


Todos los vestigios corresponden a Homo Sapiens (Cro-Magnon), por lo que el
poblamiento de América se remonta a 40,000 años aproximadamente. Los primeros
pobladores americanos correspondieron a pueblos asiáticos que, en diferentes oleadas
migratorias, llegaron a América a través del estrecho de Bering, Alaska y el Valle del
Yukón. Sin embargo existe la posibilidad de que otros grupos hayan llegado por vía
marítima, provenientes de las islas del Pacífico, e incluso a través de los múltiples islotes
del Polo Sur. Como quiera que sea, se tiene la certeza de que a partir del año 38,000 antes
de nuestra era, existían humanos en América con una cultura lítica importante.
Para fines didácticos el desarrollo de la América precolombina será dividido en 3
apartados: la prehistoria, las culturas mesoamericanas y las Culturas Andinas.
Respecto a la Prehistoria en América, existen testimonios de la presencia del hombre en
diversos grados de desarrollo cultural a lo largo de todo el territorio Americano, desde
Canadá hasta Argentina. Los hallazgos americanos son menos ricos en material que los
equivalentes al Cro-Magnon europeo. Las manifestaciones culturales que sobre estos
primeros habitantes se tienen son escasas. Pueblos recolectores y cazadores, nómadas,
dejaron principalmente instrumentos líticos. En el complejo Chalco (México) aparecen
martillos y morteros. La incipiente agricultura se basa, en la zona norte, en el maíz, el
frijol, la calabaza y el haba; en el sur, se basa en la yuca, el boniato y el camote.
La Medicina de estos pueblos sigue siendo mágica y con una profunda conexión a sus
creencias religiosas en las que poco a poco comenzó a permearse el empirismo.
Interpretan a la enfermedad como producto de poderes sobrenaturales y el tratamiento
de la misma consiste en un ritual mágico, aunque ya se aplican algunos conocimientos
empíricos como el uso de inmovilización y férulas en las fracturas, o la punción de los
abscesos mediante lancetas de piedra o plumas de águila. El uso de anteojeras entre los
esquimales habla ya de un importante avance técnico. El Médico es un curandero,
“médico-brujo”, y además de una herbolaria incipiente basa toda su actividad en la
Magia. En la lucha contra las fuerzas sobrenaturales hacían uso de sustancias
psicotrópicas contenidas en algunas plantas como el peyote y el tabaco y otras que
contenían mezcalina.
La Paleopatología ha aportado ciertos datos sobre la osteopatología de los americanos
prehistóricos: abscesos alveolares (Tepexpan, Tehuacán), caries (Tehuacán),
Osteoartritis, fracturas consolidadas (Tehuacán) y la huella de un probable quiste
Oncocercoso (Santa María Astahuacán).
El Estudio de la América Precolombina y del desarrollo de su ciencia reviste un especial
interés por tratarse de un área cultural que logró su desarrollo fuera del vínculo con otros

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pueblos del mundo. Tratar de hacer un recuento de la historia de las ciencias y
específicamente de la Medicina, en el continente americano supone varias dificultades.
En este continente a la llegada de los españoles existían diferentes culturas en muy
diferente grado de desarrollo; desde pueblos con un alto nivel urbanístico y social en las
áreas de Mesoamérica y la región andina, hasta grupos que vivían en un nivel de
desarrollo paleolítico. Otra dificultad está dada por el hecho de que al analizarse un
amplio periodo del tiempo, incluso si nos referimos a las culturas más avanzadas,
anteceden a la llegada de los conquistadores en más de dos milenios. Lo más dramático
es el aniquilamiento que de etnias, pueblos y culturas realizaron los conquistadores, con
lo que se perdió gran parte del conocimiento y la historia de ellos.
A la llegada de los españoles en 1519, Mesoamérica compartía rasgos y tradiciones
culturales, religiones, conocimientos científicos, formas artísticas y otras costumbres;
además había desarrollado sistemas complejos de gobierno. Los rasgos, las costumbres y
las tradiciones mesoamericanas se desplegaron en diferentes regiones, pero con
evidentes signos de contactos interregionales. Contribuyó a este desarrollo la diversidad
ambiental del área, en la que se alternan tierras altas con tierras bajas, zonas de selva
subtropicales con praderas y área semiáridas. Ello permitió la presencia de diferentes
cultivos y que se explotaran diferentes materiales intercambiables, necesarios para la
construcción de viviendas, o como útiles domésticos o implementos de trabajo. A la
llegada de los españoles la población del área mesoamericana era de más de cuatro
millones y medio de habitantes. En esos momentos, el estado azteca constituía, junto a
los mayas (cuyo periodo de esplendor ya había pasado) el pueblo que mantenía la
Hegemonía Política de la región, sus conocimientos no fueron obra exclusiva de ellos, sino
producto de una gran herencia acumulada por muchos pueblos anteriores. En esta área
coexistían muchos pueblos, como estados tributarios de la Hegemonía religioso militar
Azteca.
En el caso de las Culturas Mesoamericanas, encontramos que la zona geográfica
denominada Mesoamérica, se sitúa desde el área central de México hasta Costa Rica, en
Centroamérica esta región denominada así por Paul Kirchhoff a principios de 1940 quien
la distingue como una entidad geográfica y cultural bien diferenciada. En Mesoamérica
florecen diversas culturas con determinados rasgos similares, tales como: economía
agrícola, arquitectura monumental, escritura jeroglífica, gobierno teocrático y calendario
ceremonial.
El estudio histórico de las culturas Mesoamericanas ha sido divido en periodos. En el
primero de ellos llamado Paleo Indio, los rasgos culturales son escasos, con
asentamientos que datan de unos 10,000 años antes de nuestra era. En el Periodo Arcaico
(8000 – 2000 años antes de nuestra era) surge una incipiente agricultura, domesticación
y sedentarismo, como parece indicar el hallazgo de alfarería y cerámica. En el Periodo

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Preclásico surge la Cultura Olmeca en Veracruz, Tabasco y la de Monte Alto en Chiapas y
Guatemala. Generalmente se puede establecer este periodo desde 1,200 años antes de
nuestra era hasta el Siglo IV después de nuestra era y hacía el Preclásico tardío se
desarrolla el antiguo imperio Maya, en el Sureste Mexicano y hacia América Central.
En el altiplano, la zona central de México existen algunos asentamientos que culminan
con el desarrollo de Teotihuacán. Se establece un Sistema Jeroglífico de escritura en
piedra y en pinturas murales. En el Periodo Clásico se encuentra el esplendor de las
Culturas Zapoteca de Monte Albán y la Maya en Tikal llega a su apogeo y culminación. El
colapso Maya indica un decaimiento de los asentamientos del Sur y su transición hacia el
Norte, a la península de Yucatán en donde se aprecia la Influencia de la Cultura Tolteca.
En este momento (900 – 1000 años después de nuestra era) es cuando comienza el
periodo Posclásico en donde aparecen los Tarascos en Michoacán, Tamaulipas y Veracruz,
Cholulas en Puebla, y hacía mediados de los 1300 años surge el que llegaría a ser el mayor
imperio de Mesoamérica: los Mexicas. El fin del periodo Postclásico está marcado por la
llegada de los españoles a las costas del continente en 1519.
A partir del Horizonte Preclásico aparecen dentro de la arquitectura monumental, las
pirámides (Tepalcate y Cuicuilco) y los primeros centros culturales, tanto de la Costa como
del Altiplano.
Desde el inicio del Horizonte Clásico la vida cultural gira alrededor del Poder Teocrático.
Dioses como Quetzalcóatl y Tláloc regulas las funciones estatales e individuales, ayudados
por una miríada de Dioses menores. El poder se centraliza en el Rey Sacerdote y en la
Clase Sacerdotal.
La Arquitectura, la cerámica y la pintura mural disfrutan de un auge sin precedente. La
Astronomía y las Matemáticas se desarrollan en forma muy importante, como lo
atestiguan la existencia de un Calendario Ceremonial de 260 días y otro Civil de 365 días,
así como un Sistema Vigesimal y el uso del Cero por los Mayas. La Escritura es Ideográfica,
y existen ya escuelas para Niños en Monte Albán y Mitla.
Como testimonios gráficos de dicho desarrollo se encuentran los Códices de Dresde
(Astronomía), de Madrid (Augurios) y de Paris (Rituales), así como los Manuscritos post
Colombinos sobre la Cultura Maya del Chilam Balam y del Popol Vuh.
Dentro de su Cosmogonía, los aztecas vivían en la Edad del Quinto Sol, la cual debía
terminar en Cataclismo, como lo habían hecho las edades o soles anteriores.
En el Preclásico se trabaja el hueso, el cuerno, la arcilla, y fundamentalmente la Piedra.
Se utilizan espejos de tirita y papel, elaborado a partir de las fibras de Maguey, así como
el bastón plantador en la Agricultura.
En el horizonte Clásico la agricultura recibe un impulso extraordinario: cultivo en terrazas,
sistemas de riego y uso de chinampas. Las herramientas son líticas y la construcción de
grandes obras de arquitectura se logra exclusivamente a base de fuerza humana.

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Asimismo se utilizan los moldes para barro. A partir del Posclásico se inicia la orfebrería
en oro y plata, el uso del cobre, el fundido con técnica de cera perdida (Mixtecas) y la
soldadura de oro y plata.
Antes de 1492, en Mesoamérica se desarrollaron varias culturas, como la Náhuatl, la
Maya, la Purépecha, la Otomí y otras más. De la que existe más información sobre sus
ideas y prácticas es de la Náhuatl, porque era la que prevalecía en el Altiplano de Anáhuac
cuando llegaron los conquistadores, la que aprovecharon para su beneficio durante la
destrucción de Tenochtitlán y los primeros tiempos de la nueva España, y la que se
comentó más en sus escritos de esos años. Lo poco que se sabe de la Medicina de las otras
culturas mesoamericanas no se aparta en lo esencial de los principales elementos de la
cultura Náhuatl.
De los muchos dioses que los aztecas reconocían y adoraban, varios de ellos estaban
relacionados con la Medicina; por ejemplo, Tláloc, señor de la lluvia, producía
enfriamientos y catarros, neumonías y reumatismos; Xochiquetzal, diosa del amor y de la
Fertilidad, enviaba enfermedades venéreas y complicaciones del embarazo y del parto;
Tezcatlipoca o Titlahuacán era especialmente temible, pues se asociaba con
enfermedades graves o letales; Xipe-Tótec, Nuestro Señor el Desollado, era especialista
en enfermedades de la piel. Las mujeres jóvenes muertas en su primer parto eran
adoptadas por Coatlicue, la diosa de la tierra y de la muerte, y convertidas en Cihuateteo
no subían al Séptimo cielo sino que se quedaban residiendo en el Primer Cielo, desde
donde bajaban a la Tierra, especialmente en los días 1-Venado en los cruces de caminos,
para asustar a los hombres y producirles enfermedades a los niños, como parálisis facial,
atrofia de miembros, enfermedades convulsivas y otros padecimientos neurológicos. Las
Cihuateteo más jóvenes eran las más malas pues se ensañaban con los niños más
pequeños y hermosos “para robarles su belleza”.
Hasta cuando el padecimiento era algo tan natural, como una fractura consecuencia de
una caída sufrida durante al ascenso a una montaña, los aztecas lo relacionaban con una
causa divina, pues sabían muy bien que era precisamente en los sitios más peligrosos de
la montaña en donde moraban los chaneques y otros espíritus malignos, expertos en
empujones y zancadillas.
Con frecuencia el enfermo azteca no tenía conciencia de haber violado alguna ley o
mandamiento religioso, o no sabía bien cuál era la deidad que había ofendido con su
comportamiento, y entonces la consulta con el médico o Tícitl incluía no sólo el
diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad, sino también la identificación del dios
enojado. Esto era muy importante, porque los ritos, sacrificios y exorcismos eran
diferentes para los distintos dioses. Además de esto, el Tícitl empleaba medios
terapéuticos naturales, entre ellos principalmente la herbolaria, que entre los aztecas era
extraordinariamente rica.

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En Mesoamérica la enfermedad es interpretada de tres formas distintas:
- Pérdida del alma (espanto) por ofensa a una Deidad
- Introducción al organismo de objetos o sustancias nocivas por la Deidad ofendida
- Acción de un enemigo a través de los poderes de un Hechicero
Para los Aztecas el ser humano vive en armonía con la naturaleza y el desequilibrio de las
fuerzas causa la enfermedad. Las ofensas a los dioses originan la ira de estos y conducen
al castigo del pecador. Tenían algunas deidades relacionadas con la Medicina. Los
Médicos tenían como protectora a la Diosa Tzapotlatenan, a la cual creían inventora de
varios secretos medicinales y entre otros al aceite que sacaban por destilación del Ocote
(trementina).
En lo general no existe una interpretación racional de la enfermedad y, por lo tanto, la
terapéutica estará encaminada a la fuerza natural que determina el daño. Esto no excluye
la aplicación de ciertos conocimientos empíricos que, utilizados en forma complementaria
a la intervención mágica, pueden servir para curar al enfermo.
Se reconocen incluso causas de enfermedades ajenas a la intervención divina, tales como
las lesiones traumáticas o aquellas que corresponden a influencias climáticas.
Los Dioses intervienen en la salud y en la enfermedad y cada enfermedad corresponde a
un Dios específico. Contrariamente a otras culturas, en la cuales el conocimiento médico
es atribuido a las enseñanzas de un dios preocupado por la salud humana, en la Medicina
Azteca ésta enseñanza se individualiza y, mediante una serie de rituales mágicos, le es
dada a conocer al Médico brujo para el caso particular que atiende.
Es de suponerse que los primeros que tuvieron contacto con la Anatomía topográfica
fueron los Teopixquis o sacrificadores, por la obligación que tenían de abrir el pecho de
las victimas al momento del sacrificio. Estos, enseñaban a sus aprendices la manera mejor
y más rápida de alcanzar el corazón para lograr el sacrificio. Los Teopixquis inmolaban una
gran cantidad de víctimas, a las cuales les veían la víscera aún palpitante. Además
contemplaban los cadáveres humanos y de animales, el descuartizamiento de estos
últimos, destinados a la alimentación, las heridas causales, etc. Todas estas actividades
descubrían órganos, vasos y nervios.
La Osteología y la Artrología fueron las partes de la anatomía mejor conocidas por ellos.
No habiendo practicado disecciones el conocimiento de los músculos fue escaso.
Llamaban como Yollotli al corazón, Peyotl al pericardio y Extli a la sangre. No establecían
distinción entre arterias y venas a las cuales llamaban Ezcotli, aplicando a los vasos más
delgados el nombre de Ezcocopitzactli.
A las articulaciones en general las denominaban como Zaliuhyantli, distinguiendo por su
aspecto a las suturas craneales con el nombre de Queanatzinca.
Los aztecas dieron nombre a las principales articulaciones de los miembros y a los
diferentes segmentos corporales y algunos órganos y vísceras colocados profundamente

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como la faringe, esófago, estómago, intestinos, peritoneo, bazo, tiroides, etc. Entre los
líquidos y humores que conocían se encontraba la Bilis con el nombre de Chichicatl, la
saliva como Toztlac, el semen Tepulcayotl y la orina como Axixtli.
En materia de Fisiología se dieron cuenta de la circulación de la sangre, por virtud de un
signo exterior cardiaco, la pulsación de la punta del corazón y de la circulación en las
arterias por el pulso radial Tlahualtl y Tetecuicaca. Pensaron que por las venas circulaban
los espíritus. A la respiración la denominaban como Tlatemoniliztli. No se conoce la idea
exacta que tenían acerca del sueño pero lo nombraban como Cochiztli.

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La Medicina Azteca

México-Tenochtitlan se constituyó como la Capital de un Pueblo de origen Chichimeca,


que hablaba Náhuatl denominado Azteca.
Los Aztecas partieron desde Aztlán y se establecieron en una ribera del lago de Texcoco,
en un islote localizado en el centro del lago establecen su asentamiento definitivo, esto
gracias a una señal proveniente de Huitzilopochtli, su Dios principal. Aquí, establecen su
Ciudad, llamada también México (“lugar del ombligo de la Luna”) y Tenochtitlán en honor
a su dirigente Tenoch quien los condujo hasta este sitio.
El conocimiento médico es escaso, ya que ni el diagnóstico ni el tratamiento lo requieren,
y sólo se hace patente para ciertas prácticas específicas, como los sacrificios y la
momificación. A pesar de ello, se pueden contar varios miles de vocablos anatómicos.
Identificaron condiciones clínicas como el Mal del Pinto, las Leishmaniosis y la Fiebre
Amarilla.
El Médico se sitúa en una jerarquía social baja, equivalente a la de los artesanos, excepto
cuando ingresa a la clase sacerdotal. La medicina se trasmite por tradición oral dentro del
grupo familiar, contando igualmente con algunos centros de enseñanza, anexos a los
templos y dirigidos por los Sacerdotes.
En la Medicina Azteca se utilizaron los 3 métodos del empirismo: la causalidad, la
observación y la analogía. A diferencia de la Medicina empírica del viejo continente, no
fue especialmente sintomática, sino que los aztecas se ocuparon de sus causas y su
esencia.
El Diagnóstico se basa en el examen del enfermo y en la adivinación, en el tratamiento se
combinan igualmente los conocimientos empíricos y la magia. Realizaban clasificaciones
de las enfermedades según su modo de transmisión: cocoliztli, o enfermedades
contagiosas, temoxtli o enfermedades epidémicas; cihuatlaueliloc o enfermedades
venéreas, etc.
En el Pueblo Azteca existían dos clases diferentes de Médicos: un grupo formado por la
clase sacerdotal y un gremio de médicos laicos, entre este último existía cierto grado de
especialización; hay quienes se dedican a la medicina, a la cirugía, a la preparación y
administración de medicamentos (herbolaria), a la atención de partos (comadronas) e
incluso a la práctica de la flebotomía, cuya utilización era solamente de carácter ritual. La
mujer juega un papel muy importante en el desarrollo de la Obstetricia, y la valoración
social de las mismas equivalía a la de un guerrero.
La tlamatlquiticitl era la partera, la cual estaba encargada además de la atención directa
al parto a vigilar en forma periódica la evolución de la mujer a lo largo del embarazo.
Durante el parto, estaba capacitada para realizar maniobras de acomodación del feto para
facilitar su nacimiento. Tras el mismo era la encargada de brindar los primeros cuidados

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al recién nacido. También realizaba fetotomías en los casos en que hubiera ocurrido la
muerte fetal.
El Tlamatepatiticitl era el Médico clínico, el encargado de los diagnósticos médicos, así
como de los tratamientos a base de medicamentos ingeridos, aplicados externamente o
dietas. En la práctica médica cotidiana se le daba un valor especial a las variaciones del
pulso y la temperatura.
El Tepatiani era el conocedor de los secretos de las plantas medicinales y junto al Papiani
Panamacani el vendedor de hierbas en los mercados, era el encargado de suministrarlas
y administrarlas. Entre los principales productos vegetales utilizados se encontraban el
ricino, la valeriana, el copal, el árnica, la chinana, el coyotomate, la ruda, la zarzaparrilla.
Mención especial merece el uso de la magnolia americana, planta con un principio activo
de efectos cardiotónicos similares a los de la digital que era usada en los casos de
hidropesía por insuficiencia cardiaca y que fuera desdeñada por los conquistadores, que
tuvieron que esperar hasta el año 1775 a que William Withering introdujera el extracto
de digital en la farmacopea europea.
Los Teomiquetzani eran los ortopédicos con experiencia en el tratamiento de lesiones
traumáticas como luxaciones y fracturas. Conocían los principios de reducción e
inmovilización, aplicando férulas de tejamanil y algodón. Además existían Médicos y
Cirujanos especializados en enfermedades de los ojos, dientes, piel, entre otras.
Los aztecas conocían una variada gama de enfermedades, métodos de diagnóstico y
formas de tratamiento. De los padecimientos respiratorios, conocieron la tuberculosis,
las neumonías, el catarro, las bronquitis; de las digestivas, la disentería; de las
enfermedades de la piel, la sarna, la tiña, la psoriasis, la pediculosis y la urticaria, entre
las del sistema nervioso, conocieron la epilepsia, las parálisis y la locura. Conocían así
mismo enfermedades de origen cardiovascular como la angina de pecho y la insuficiencia
cardiaca.
El instrumental quirúrgico aparentemente es pobre: cuchillos de obsidiana, lancetas,
agujas, cabellos para suturas, vendas y férulas llenan el arsenal del cirujano. A pesar de
esto con ellos realizaban amputaciones, circuncisiones, extirpaciones de cataratas y
pterigiones oculares, escindían abscesos, curaban y protegían las heridas o quemaduras
con diferentes sustancias como hule, zumo de maguey y polvo de obsidiana. Realizando
la sutura de las heridas con cabello humano. Utilizaban varios productos vegetales como
el toloache, el peyote y algunos hongos alucinógenos como Anestésicos y Analgésicos.
Algunos pueblos realizaban trepanaciones craneales de las cuales hay evidencia relativa
de éxito, pues los bordes del trépano presentan cierta reparación que en algunos cráneos
fue completa, lo cual indica que los pacientes lograban sobrevivir.
Los baños de asiento también resultaron populares sobre todo para enfermedades del
recto y región perineal. Entre los aztecas se utilizan los baños termales o Temazcallis (del

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náhuatl “casa, templo de vapor”), para reblandecer músculos contracturados y para
enfermedades de la piel.
La Herbolaria se encuentra muy desarrollada, y a muchas de las plantas utilizadas se les
ha encontrado un valor terapéutico indudable. En otros tratamientos llama la atención lo
agudo de la observación empírica: savia de nopal con miel y yema de huevo, para las
quemaduras; piroterapia y sales mercuriales, para la sífilis; tortillas enmohecidas
(antibióticos) sobre las heridas. Moctezuma II mandó construir un herbario en Huaxtepec,
en el actual estado de Morelos.
Otro aspecto destacable de los Aztecas estaba relacionado con la Higiene personal y
Colectiva, el sentido urbanístico de las grandes ciudades como Tenochtitlán y Texcoco en
donde existían sistemas sanitarios de desagüe de las casas y los de abasto de agua. Eran
costumbres bien establecidas la limpieza corporal y los baños de vapor rituales. El
conocimiento médico de los aspectos de la higiene era mayor entre los médicos aztecas
que entre sus colegas españoles. Las viviendas eran ventiladas y en ellas llamaba la
atención la limpieza. En sus caminos contaban con pequeñas construcciones en la
periferia de los mismos, a las que acudía el necesitado a evacuar el vientre. En las ciudades
sus calles eran limpias y la basura se quemaba para evitar acumulaciones.
Los Aztecas poseían instalaciones médicas de internamiento y cuidados. El Netlatilopán
consagrado al dios Nanahuatzin, era un hospicio donde se mantenía a las personas con
diferentes enfermedades graves y deformidades físicas. Además en Colhuacan existía un
centro destinado al ingreso, cuidados y manutención de inválidos, en lo fundamental
militares, que era mantenido financieramente por el Estado. En la Ciudad de Texcoco
existía otro Hospital Militar. También había casas para niños huérfanos o Icnopilcalli.
La alimentación de los aztecas no era muy alta en proteínas animales, lo cual suplían en
gran medida con el consumo de frijol u otros vegetales y aunque no era su base
alimentaria, también consumían animales como perros (Itzcluintes), guajolotes, pescados
frescos o salados, y ajolotes; así como algunos productos de origen animal como la miel y
los huevos. El hambre, aún en las clases más bajas de la población era prácticamente
inexistente. Incluso existían leyes encaminadas a evitarla, como por ejemplo estaba
normado que los productos del campo (las cosechas) más cercanas a los caminos eran de
uso común y libre para que los más pobres o los viajeros pudieran libremente disponer
de ellas.
Los Médicos aztecas se dividían en dos grupos, unos relacionados con el Sacerdocio, que
estudiaban en los templos (Calmecac), supervisados por el Tepochtlato, era impartida por
sacerdotes y la recibían los iniciados o discípulos adoptando el nombre de Momaxtli, ahí
se enseñaban entre otras cosas, el reconocimiento de las enfermedades y la manera de
tratarlas por diferentes medios quirúrgicos o mediante el uso de plantas y productos
animales. El otro grupo, formado por Médicos laicos, transmitía sus conocimientos de

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padres a hijos por medio de la tradición oral. La Medicina laica azteca o Ticiotl, entraba
en una categoría de artesanía u oficio. De ahí que los padres desempeñasen en el propio
hogar el papel de Tlamatiliztemachtiani, expresión equivalente a Maestro. En ambos
casos los tratamientos se acompañaban de diversos rituales mágicos y/o religiosos.
Para los Aztecas no solo los humanos podían enfermar, sino también los dioses. La
relación de los dioses con las enfermedades iba más allá, pues a muchas deidades se les
atribuía tanto el poder de producirlas como el de curarlas o proteger contra ellas.
A Tzapotlatenan se le tenía por deidad rectora de la medicina y se le atribuía el
descubrimiento del Uxitl o resina curativa. A Xipe Totec, se le apreciaba como dios de los
cirujanos y de las plantas medicinales, aunque se le atribuía la capacidad de producir
enfermedades de la piel y de los ojos. Xochiquetzal, diosa de las flores y de la primavera,
era también protectora de las embarazadas, aunque podía ser de igual forma la causante
de las enfermedades venéreas, lo compartía con Tezcatlipoca, quien también se asociaba
con las enfermedades venéreas. A Tláloc, dios del agua, se le atribuían la hidropesía y los
ahogamientos así como las enfermedades reumáticas, los catarros y las neumonías. A
Nanahuatzin se le atribuía la protección de los enfermos de la piel. Coatlicue, diosa de la
tierra, era la encargada de adoptar a las mujeres muertas durante el parto para
transformarlas en Cihuateteo en cuya forma descendían a los cruces de caminos para
asustar a las personas y producirles enfermedades, principalmente a los niños. Entre los
dioses menores tenemos a Amimitl invocado por los enfermos del estómago y los
disentéricos; Xólotl que producía las deformidades físicas y determinaba los embarazos
gemelares, se le invocaba en casos de aborto; Nanahuatl, dios de los leprosos; Xoalteuctli,
dios del sueño; Ixtlitlon, deidad protectora de los niños.
El Códice de la Cruz-Badiano, es el documento más interesante sobre Medicina Náhuatl.
Fue escrito en 1552 por el indígena xochimilca Martin de la Cruz, y traducido al latín por
otro nativo llamado Juan Badiano, en éste se recogen múltiples recetas y remedios de
medicina tradicional indígena. Está escrito en capítulos, cada uno habla de alguna región
particular del cuerpo, existe un capitulo que habla de los signos de muerte inminente, ya
documentados por los médicos y curanderos. Además de recopilar el nombre y uso de las
plantas, minerales y productos de origen animal, el Códice tiene los dibujos de las plantas
mencionadas, lo cual lo vuelve un documento de valor incalculable para comprender la
Medicina Tradicional Mesoamericana.
El mejor homenaje que la Medicina Precolombina pudiera recibir salió de la pluma de
Hernán Cortes, al pedir a Carlos V que no permitiera pasar médicos españoles a México,
porque la destreza y los conocimientos de los médicos aztecas los hacía innecesarios.

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La Medicina Maya

Al Sudeste de la región mesoamericana, en un área de aproximadamente 50,000


kilómetros cuadrados que comprende los actuales territorios de Yucatán, Campeche,
Belice, Tabasco, Quintana Roo, Guatemala y la región occidental de Honduras, existieron
desde hace más de dos mil años una cantidad considerable de ciudades estados, con
idioma y religión comunes y caracteres que demostraban un estrecho parentesco entre
ellas. Ahí se desarrolló la más brillante y admirable de las culturas mesoamericanas, la
Cultura Maya.
Los Pueblos mayas se situaron dentro de dos grandes épocas: el Antiguo Imperio o del Sur
y el Nuevo Imperio o Civilización Maya del Norte.
El Antiguo Imperio abarcó el sureste de México, Guatemala y parte de Honduras y su
máximo esplendor fue entre el año 400 y el 600 antes de nuestra era. A partir de esta
fecha se inició un periodo final de transición y decadencia que se ha atribuido a
agotamiento de fertilidad de la tierra, cambios climáticos adversos, devastadoras guerras
civiles y a epidemias.
Este periodo de declinación duró tres siglos y hacia el año 964 el Antiguo Imperio se
extinguió y el resto de la población emigró al norte a refugiarse en el Nuevo Imperio; las
ruinas del Antiguo Imperio están en: Palenque, Tikal y Copán, entre las más importantes,
así como en Bonampak.
En el Imperio Antiguo sus pobladores erigieron un gobierno Teocrático que perduró
durante siglos, se llama a su capital Xibalbá, que pudo haber sido Palenque. Según parece
el reino fue invadido por tribus de otros grupos étnicos; seguramente los derrotaron y
esto los obligó a emigrar hacia lugares libres de sus enemigos.
El Nuevo Imperio se formó de corrientes migratorias del Antiguo Imperio hacia la
península de Yucatán, y surgió entre los años 964 y 1191, abarcando también Campeche
y Quintana Roo. Surgieron los testimonios de su gran cultura como Chi-Chen Itzá, Uxmal
y Mayapán.
Durante el siglo XIII sobrevinieron guerras, calamidades públicas, y un éxodo general, con
lo cual la cultura del Nuevo Imperio se desvaneció y vino la dispersión de los pueblos que
lo integraban.
El conocimiento que se tiene de la Cultura Maya proviene de monumentos,
manifestaciones artísticas como su cerámica y su escultura, la tradición oral, la vida y
costumbres de los grupos humanos actuales y la tradición escrita. Respecto a los escritos
de estos antiguos pobladores, encontramos en Guatemala el libro más importante de la
Cultura Amerindia, el Popol Vuh, verdadera biblia de los Mayas, ni los Códices Dresden y
el Vaticano que se conservan en Madrid, ni las crónicas de Chilam Balam se comparan con
lo escrito en el Popol Vuh.

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El Popol Vuh fue encontrado en el convento de Santo Tomás Chichicastenango, por el
Fraile Dominico Francisco Ximénez, al final del siglo XVII. Se supone que fue escrito a
principios del siglo XVI por Diego Reynoso, en lengua Maya y con caracteres latinos.
Para los Mayas, el Popol Vuh, es el relato de su grupo humano a través del tiempo, lo cual
no difiere del concept moderna de la historia, su gran mérito literario, coloca a los Mayas
en un lugar prominente entre las Culturas del Nuevo Continente.
La cultura maya parece ser autóctona, su actividad agraria estaba vinculada a la
climatología y a la astronomía, y su vida económica y social giraba en tal sentido.
Los Mayas no practicaban sacrificios humanos, esta costumbre derivó de su contacto con
los pueblos aztecas, y corresponde a una etapa muy tardía de su historia. Todo el sistema
moral del Popol Vuh era opuesto a los sacrificios humanos.
Los Dioses mayas de la Medicina eran tres: Ix-chel, Cit- boltún y Zammá. Los dos primeros
fueron una mujer y un varón que formaban una pareja que descubrió las virtudes de las
plantas; fundaron la profesión de Ah- Men, o Médicos, que quiere decir: aquel que
entiende, el tercero fue sacerdote y jerarca.
La Fiesta de Zammá como inventor y dios de la medicina correspondía al día ocho del mes
zip, y a la que acudían médicos y hechiceros.
También eran objeto de culto: Ah-puch, dios de la muerte; Ex –chel, diosa de la preñez, e
Ixtab, dios del suicidio.
Los mayas lograron alcanzar importantes conocimientos médicos y se preocuparon por
las causas de las enfermedades, que dividieron en dos grandes grupos: las atribuidas a
dioses o causas sobrenaturales y las atribuidas a eventos o fenómenos de origen natural.
Su mundo estaba presidido por dioses buenos y malos, lo que hacía que los mayas
entendieran la vida como una constante lucha entre el bien y el mal. De ahí que para cada
enfermedad tuvieran uno o varios dioses que protegían y otros que la causaban.
Los mayas creían que las enfermedades bajaban del cielo como castigo de los dioses, por
lo que en muchas ocasiones no les preocupaba el aislamiento, ni la profilaxis, las
epidemias las llamaban Cilich-kohaanil, o sea santa enfermedad, y a veces veían con
regocijo su presencia, pues creían que estas servían para seleccionar, de acuerdo con el
deseo de los dioses, a la población para beneficio de la propia gente, por lo tanto no
abrigaban temor a la enfermedad y a la muerte.
En el pueblo maya las ideas sobre enfermedad guardaban estrecha relación con las
concepciones morales y religiosas, el olvido de una ofrenda, la omisión de elevar plegarias
a los muertos, podría ser la causa de algún padecimiento, se decía que el hombre cuya
alma estaba en paz, podría disfrutar de buena salud.
Entre los conceptos relacionados con la enfermedad, los malos vientos tenían importancia
fundamental, se considera que penetraban en las personas afectadas y se trataba el
padecimiento implorándoles u obligándoles a salir. Los curanderos o médicos brujos se

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encargaban de estos menesteres, había ciertas plantas especiales para curar o prevenir
las enfermedades causadas por los malos vientos.
Se creía que algunas personas y animales tenían la capacidad de producir el mal de ojo,
este mal causaba la llamada diarrea verde, y se trataba aplicando la hierba llamada ruda.
También evocaban los efectos de la magia negra como capaces de producir
enfermedades. Dentro de las causas naturales se le atribuía a los factores climáticos como
la lluvia, el viento, el frío y las plantas, fundamentalmente las que ya habían sido utilizadas
por el shamán en la curación de otras personas y las que se pensaba se había transmitido
su enfermedad.
La cura de las enfermedades estaba en manos fundamentalmente, de la casta sacerdotal,
que poseía los más profundos conocimientos en todas las esferas de la ciencia y la religión,
íntimamente compenetradas. Utilizaban métodos mágicos y religiosos, aunque el uso de
plantas medicinales y otros productos naturales era sumamente importante. Las
curaciones eran todo un ritual en que se mezclaban el uso de medicamentos ingeridos,
cataplasmas, sangrías, baños rituales, ofrendas, confesiones, sacrificios, utilización de
drogas psicotrópicas, etc. La Profesión era heredada, con un aprendizaje en el que unían
la enseñanza sacerdotal y la transmisión oral de los conocimientos de padres a hijos. Al
parecer, cada ciudad tenía su especialidad en diferentes enfermedades.
El Médico o Shamán de mayor nivel era el Ah-Men, que se mantenía estrechamente
relacionado al Chilam Balam, conocedor de los secretos calendáricos y de las crónicas o
tradiciones populares. Sus estudios incluían la interpretación astrológica, la adivinación y
otras técnicas religiosas, junto al de los medios naturales de curación y prevención de las
enfermedades. Hombres y Mujeres eran considerados aptos para el ejercicio de la
Medicina, sin embargo mientras el Hombre alcanza su adiestramiento en su juventud, la
Mujer alcanzaba una condición similar hasta pasada la menopausia, cuando ya estaba
libre de la impureza derivada de partos y ciclos menstruales.
Junto a estos Médicos, existían otras personas relacionadas con el ejercicio de la práctica
médica. Entre ellos se destacaban los curanderos, con amplios conocimientos en el
empleo de las plantas medicinales; los kas bac, ortopédicos, que al igual que sus vecinos
aztecas se especializaban en el tratamiento de las lesiones de los huesos y articulaciones;
las comadronas que ayudaban a la mujer durante el parto y que manejaban entre otras
técnicas, el masaje abdominal para favorecer el nacimiento. Además eran las encargadas
de entablillar la cabeza del niño para producir la deformidad craneal, signo de elegancia,
típica de esta y de otras culturas. Entre los mayas existieron médicos renombrados en el
tratamiento de las enfermedades odontológicas y oftalmológicas. En esta última
especialidad su fama se extendió entre los pueblos vecinos.
Los mayas reparaban piezas dentarias rellenando sus huecos con pirita de hierro. En otras
culturas realizaban incrustaciones de metales y joyas preciosas en huecos tallados en los

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dientes y fijados con una especie de cemento resultado de la mezcla de sales calcáreas
obtenidas de conchas de mar.
Los tratamientos tenían una marcada carga religiosa y mágica. Se adoraba a los dioses
representados en forma de figuras de cerámica, a las que se les hacía ofrendas en los
templos, el Ritual de los bacabes.
Se mencionan decenas de fórmulas mágicas y encantamientos relacionados con la
medicina, entre ellos invocaciones para la cura de varias enfermedades. Se utilizaba el
autosacrificio en forma de automutilación, que podía ser desde perforaciones con espinas
en carrillos, lengua, nariz, orejas o genitales, hasta heridas mayores producidas con
cuchillos.
También realizaron sacrificios humanos de miembros de la comunidad, especialmente
ante la presencia de epidemias o grandes calamidades.
Se utilizaba repetidamente la teoría de la similitud para el tratamiento de diferentes
enfermedades, muy emparentado con los principios de la magia imitativa. Así, ante una
mordedura de serpientes, utilizaban lianas y bejucos con aspecto serpenteante. Otro
aspecto religioso era la adopción de diferentes días en la aplicación de los tratamientos,
trece días para los hombres y nueve para las mujeres; relacionados con el número de
dioses del cielo y el inframundo respectivamente.
El más importante documento maya que versa sobre la medicina, es el Ritual de los
Bacabes, gracias a éste se pudo conservar el conocimiento médico prehispánico maya.
También en los Códices Dresde y Madrid se hace referencia a diversas enfermedades. En
el Chilam Balam se encuentran algunas citas relacionadas con enfermedades y plantas
curativas. Se han recopilado hasta 400 recetas médicas de origen maya.
Hasta la fecha, no se han encontrado cráneos que presenten huellas de trepanaciones,
quizá la medicina de los mayas fue casi exclusivamente mágica, sin que participaran en
ella maniobras quirúrgicas.
Cuando llegaba la muerte envolvían el cuerpo en una mortaja y le llenaban la boca de
maíz molido Koyem en maya; y una y más cuentas de jade, de las que tenían por moneda,
para que en la otra vida no le faltase que comer.

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75
La Medicina Inca

Entre las culturas sudamericanas, destacaban por la opulencia de sus ciudades y la


grandeza de sus construcciones las de la zona andina, las cuales a la llegada de los
españoles se hallaban, en su conjunto, bajo la dominación del inmenso imperio Inca. Pero
no fueron los Incas los primeros pobladores de estas tierras. Muchas culturas, algunas con
un gran desarrollo tecnológico, las habían habitado desde mucho antes, desde los caral,
los paraicasa y los viscachani dos mil años antes de nuestra era, hasta los huaca prieta,
los paracas, los chavín, los nasca, los mochicas y los chimú entre otros.
Se incluyen en el concepto de culturas andinas aquellas que se desarrollaron a partir del
año 2500 antes de nuestra era, en la zona correspondiente a los actuales territorios de
Ecuador, Bolivia y Perú, y que tienen rasgos comunes desde el punto de vista cultural. De
las primeras sólo se tiene testimonio arqueológico, mientras que de la Civilización Inca se
cuenta con los numerosos escritos de los conquistadores.
El Imperio Inca surgió a fines del siglo XII en Sudamérica, teniendo como centro el actual
Perú y en el momento de su mayor extensión, llegó a abarcar territorios desde el sur de
Colombia, Ecuador, pasando por los Andes y el altiplano del Perú y Bolivia, y llegando
hasta el norte y parte de la zona central de Chile y el Noroeste de la Argentina. Tal
extensión se alcanzó al conquistar pueblos ya establecidos. Algunos de ellos con un origen
más antiguo que el propio imperio Incaica. Su idioma es el quechua y en este idioma el
nombre de su imperio era Tawantín Suyu (las cuatro regiones), estaba dividido en cuatro
territorios, Chinchay Suyu ubicado al norte, Qulla Suyu ubicado al sur, Anti Suyu en el este
y Kunti Suyu al oeste.
Desde una perspectiva Cultural podemos dividir a las Culturas Andinas en dos grandes
periodos.
Un primer periodo denominado Preincaico, en donde Chavín destaca como un centro
cultural fundamentalmente Religioso. Aparecen la cerámica, los tejidos y la metalurgia
del oro. Las primeras pirámides construidas en adobe corresponden al periodo Mochica,
al tiempo que se estratifican las clases sociales y se implementa el militarismo. En Paracas
predominan los tejidos, mientras que la cerámica policroma es patrimonio de los Nazca.
La influencia de Tiahuanaco se extiende por toda la región andina, por lo que se le
considera la primera civilización panperuana. Con la cultura Chimú se implementa el
sistema gubernamental que adoptará la sociedad incaica y se define la estratificación
social.
Como rasgos comunes a todas estas culturas destacan el sustento como base en la
agricultura y en el pastoreo (llamas y alpacas), el importante desarrollo de la cerámica,
los textiles, la metalurgia del oro y del cobre, grandes construcciones públicas de adobe

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(en la costa) y de piedra (en la sierra) en los centros urbanos, la propiedad comunal de la
tierra y una religión basada en el culto al Sol.
El único rey dios que personificaba al Sol y al esplendor de la vida, era considerado la
reencarnación misma del astro o Intip churin. El Pueblo veía en él la fuente de la energía
y el origen de la creación, considerándole deidad benéfica, punitiva y reparadora; cuando
enfermaba se consideraba que el Sol y la Vida se debilitaban, y toda la comunidad corría
un gran peligro.
La Coya o Reina, encarnaba la Luna, y cuando enfermaba era substituida por otra mujer,
pues se consideraba que la seguridad de la comunidad estaba amenazada al enfermar la
real cónyuge.
Un segundo periodo denominado Incaico, en donde la Religión Solar domina los tres siglos
de cultura incaica. La estructura social está formada por cinco escalones: a la cabeza el
Inca, gobernador supremo, semidiós; sigue la aristocracia (orejones), el clero y los jefes
militares; la nobleza, los caciques y los altos funcionarios ocupan el siguiente estrato; el
pueblo, agricultores y artesanos ocupan el nivel inferior; por debajo de ellos se
encuentran la gran masa de esclavos.
El Imperio está dividido administrativamente en cuatro cantones, cuyo centro
corresponde a su Capital Cuzco. Una gran red de caminos y puentes unen a la capital con
los centros más apartados.
No existe propiedad privada sobre los medios de producción. Se cultiva el maíz, la papa,
el algodón, se abona con guano y un gran número de canales y acueductos garantizan el
riego de llanos y terrazas. Los grupos familiares que tenían cierta consistencia social se
denominaban Ayllu, y a cada cabeza de familia se le asignaba un campo de cultivo, las
labores agrícolas eran dirigidas por el jefe del pueblo o Curaca, el trabajo era realizado
por los miembros de la comunidad, por turnos, según su edad y condición física.
Había tierras de labranza destinadas al sostenimiento de la corte del Inca, y campos del
Sol, que proporcionaban alimentación a sacerdotes y doncellas, destinados al culto
Incaico.
En las tierras de los grupos familiares había terrenos que se destinaban para el
sostenimiento de enfermos débiles e incapacitados y siempre se tenían consideraciones
para los ancianos, las viudas y los enfermos.
Estos inválidos una vez rehabilitados y de acuerdo a su capacidad de trabajo, se
empleaban como tejedores, vigilantes, porteros, contadores de la escritura de nudos
llamada quipo y las mujeres como servidoras domésticas, lo cual constituía un
extraordinario ejemplo de trabajo comunitario solidario.
Los Incas no cuentan con ningún método de escritura, por lo que los conocimientos se
transmiten sólo en forma oral. El uso de cuerdas y nudos hace las veces de un sistema de
cálculo eficiente.

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La Medicina practicada en el Pueblo Inca estaba ligada a la magia y la religión. De sus
prácticas mágico religiosas se conoce la celebración de numerosos rituales y ceremonias
básicamente relacionadas con la agricultura y la salud, así como del culto a lugares
naturales como cursos de agua, cavernas, montañas y la existencia de edificaciones que
se consideraban oraculares y protectoras de las comunidades o de la salud. Las
Enfermedades podían tener un origen divino o producirse por medio de la magia. Las de
causa divina podían ser secundarias a la transgresión de normales morales como el
incesto, el crimen, la sodomía y el robo o a la trasgresión de reglas rituales. Las de origen
mágico, estaban provocadas por el desprendimiento del espíritu del cuerpo, a causa de
un maleficio, un susto o un pecado. También estaba relacionada con la introducción de
espíritus a cualquier cosa, incluyendo a los humanos. A estos espíritus les llamaban
Huascas. La ofensa a los Huascas se traduce en la aparición de la enfermedad. El médico
era el encargado de discernir entre estas causas, pues si su origen era divino muy poco
podía hacer por la curación del enfermo. El tratamiento del enfermo se basaba
fundamentalmente en la confesión pública o ante el sacerdote (Ichuri), de la ofensa
cometida, por lo que dicha confesión tiene valor expiatorio al tiempo que terapéutico. La
confesión con el Ichuri se realizaba a la orilla de un río escuchando las palabras del
pecador, o bien lo denunciaba públicamente. El pecador se golpeaba con una piedra atada
a una cuerda, ofreciendo su penitencia para expiar sus pecados.
En tiempos de epidemias u otras plagas, todo el pueblo peregrinaba a los lugares sagrados
o Huaca, en donde realizaban ceremonias de purificación colectiva para conjurar
epidemias y calamidades, en que el Inca se dirigía antes de amanecer al Templo del Sol y
afuera de sus muros se congregaban grandes multitudes en el centro de las cuales se
colocaban cuatrocientos guerreros armados, separados en cuatro grupos frente a cada
uno de los puntos cardinales. La muchedumbre esperaba en silencia hasta la salida de la
luna, en que salía el Inca del templo, entonces proferían todos un grito agudo que habría
de ahuyentar todas las enfermedades.
Después los guerreros correrían empuñando sus armas y profiriendo gritos, y a través de
las estrechas callejuelas se dirigían hacia los cuatro puntos cardinales.
Toda la población salía a la puerta de sus casas para participar en el acto y los guerreros
continuaban corriendo y gritando, siendo relevados por diversos grupos hasta que llegan
a un gran río en donde lavarían sus cuerpos y sus armas. Esta purificación sagrada
colectiva era reforzada al bañarse todo el pueblo, y untaban sus caras con una papilla
espesa de maíz, y a su vez lo hacían con las puertas de sus casas y pozos.
A la confesión se agrega el uso de ciertos medicamentos como la coca, la quina y el empleo
de la cirugía, trepanaciones craneales con más del 50% de sobrevida, amputaciones,
mutilaciones. Cuando una persona muere se procede a realizar una momificación,
después de quitarle los órganos internos y secar por completo el cuerpo, se vendaba con

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muchas capas de tela en posición sedente, con el mentón en las rodillas. Si se trataba de
un emperador o de un noble se colocaba una máscara de oro sobre el rostro. A pesar de
la práctica tan extendida de la momificación, el conocimiento anatómico es pobre y se
limita prácticamente a la simple enumeración de órganos.
Los Incas creían que los espíritus de aquellos que habían sido buenos se unirían con el
Dios Sol en un reino donde disfrutarían una vida placentera, con muchas fiestas y sin
trabajos duros. En cambio, quienes habían sido malvados irían a un mundo frío, tenebroso
y subterráneo en el cual comerían piedras.
Los deudos vestían de negro y las mujeres se cortaban el pelo. Luego se celebraba una
fiesta funeraria. Las momias eran colocadas dentro de las tumbas de piedra y rodeadas
de ofrendas de alimentos, utensilios y adornos personales. Se ponía especial atención en
colocar los objetos necesarios para la vida en el otro mundo.
Existen dos clases de Médicos: los que ejercen en la Corte y los del Pueblo, estos últimos
con carácter hereditario.
La Clase Médica Inca tenía un grado de especialización muy organizado y específico. El
Hampi Camayoc, especialista en plantas medicinales y en las prácticas empíricas de la
Medicina, sus servicios sólo eran para el Emperador Inca y los Nobles. El Soncoyoc un
curandero que servía al Pueblo. El Sirkak especialista en procedimientos quirúrgicos. El
Ichuri tenía una labor de interrogatorio. El Macsa un médico brujo que curaba por medio
de sacrificios, amuletos y otras supersticiones. También había médicos adivinos utilizando
los granos de maíz, e interpretando sueños.
Practicaban la limpia del Coy, Cuyo o Conejillo de Indias, una maniobra también hecha
por mujeres, que consistía en frotar un cuyo sobre el vientre del enfermo y sofocarlo poco
a poco hasta morir, después se abría el animal y se diagnosticaba o pronosticaba por las
modificaciones encontradas en diversas vísceras.
Otros adivinadores se intoxicaban con coca, para realizar sus oráculos, algunos más
bailaban alrededor del enfermo, y otros practicaban masajes, succiones o fricciones con
fines diagnósticos o terapéuticos.
Uno de los pueblos sudamericanos que más prestigio alcanzó en el campo de la Medicina,
fue el de los Kallawayas, al parecer este pueblo se remonta a la época del imperio Inca,
aunque algunos historiadores lo ubican cuando se hallaba en su esplendor la cultura
Tiahuanaco, desaparecida del siglo XI de nuestra era. Los Kallawayas eran médicos de la
nobleza en la corte de los Incas, en su capital de El Cuzco.
Los médicos Incas eran viajeros que andaban a lo largo de los caminos con grandes pacas
de mate, resinas aromáticas, inciensos, quina, hierbas medicinales, recorriendo grandes
extensiones y devolviendo la salud por la aplicación de mixturas y de hierbas con virtudes
específicas contra diversas enfermedades. Al parecer, solo eran los hombres, los
portadores de los conocimientos de la farmacopea y de la práctica de técnicas curativas

79
mágicas y religiosas. El aprendizaje se producía por la transmisión de conocimientos entre
padres e hijos o mediante maestros capacitados que no tenían que forzosamente de la
familia, pero sí del mismo pueblo que los alumnos. Generalmente se realizaba durante
los viajes, que podían durar desde meses hasta algunos años. Concluido el aprendizaje, el
iniciado se sometía a un examen ante los maestros del pueblo, que decidían si estaba
capacitado o no para ejercer la medicina. De estarlo, comenzaba con un grado menor que
aumentaba a medida que extendiera sus años de práctica y su experiencia, hasta alcanzar
el grado máximo que era el de maestro.
Lograron identificar ciertos padecimientos, a los que denominaban de modo específico.
El curandero tenía que discernir el tipo de enfermedad, pues si la causa era un designio
sobrenatural no se podía hacer nada ante la voluntad de los dioses.
Los Incas hablaban de muchas patologías entre ellas: epilepsia, sífilis, neumonía, catarro,
anginas, alopecia, asma, bocio, conmoción cerebral, escalofríos, cáncer, cataratas, caspa,
congestión alcohólica, coqueluche, ceguera, cólicos, convulsiones, contusiones,
desmayos, dolores de huesos, flujos de vientre, delirio, demencia, difteria, debilidad,
disentería, escoriación, tos, erisipela, espasmo, escorbuto, fiebre, forúnculos, flujos
vaginales, fracturas de huesos, gonorrea, hinchazones, hemorragia, herpes, ictericia,
infarto ganglionar, lumbago, laringitis, lepra, locura, náuseas, orzuelo, oftalmia, pus,
abscesos, parálisis, heridas purulentas, resfriados, retortijones, reumatismo, ronquera,
ronchas, raquitismo, sarpullidos, sordera, sarna, tartamudez, afasia completa, idiotismo,
verrugas, tiñas, tisis, tumores, acidez estomacal, mal de altura, mal del pinto, etc.
Los curanderos utilizaban yerbas frescas y secas, animales vivos y disecados, minerales,
oraciones, canciones, música y danza. Entre las plantas empleadas se destaca el uso de la
coca, con múltiples empleos médicos y mágicos aun en la actualidad. También utilizaron
la espina colorada y la wachanka, entre otras. Su farmacopea vegetal es una de las más
amplias del mundo. La Medicina Kallawaya, contenía más de novecientas ochenta plantas
diferentes utilizadas en sus prácticas médicas, de las cuales al menos un 25 a 30% han
demostrado una acción farmacológica efectiva. Utilizaban todo esto de tal forma de
asegurar la eficacia del tratamiento. Algunas enfermedades se trataban con danzas,
rituales y ceremonias ejecutadas ante sus ídolos durante las fiestas que les dedicaban, en
las danzas participaba la comunidad y duraban varias horas bailando con la finalidad de
encontrar la Salud.
Obviamente los Incas no conocían las propiedades químicas de los elementos que
utilizaban, cuando un medicamento curaba pensaban que tenía propiedades mágicas.
Como anestésicos utilizaban la coca y la chicha en grandes cantidades y se sabe que
usaban vendajes.
En cuanto a las medidas de higiene, el baño entre los Incas era una costumbre muy
arraigada. El desarrollo urbanístico era muy grande, con sistemas eficientes de

80
abastecimiento de agua potable, edificaciones generalmente bien ventiladas y amplias
vías de comunicación. Durante el periodo inca, la alimentación se garantizaba a todos los
pobladores, por la que la desnutrición no era un importante de salud.
Respecto a la cirugía, se practicaban técnicas de cirugía menor y de curación de heridas.
Se conocieron los procedimientos de trepanación craneal como los realizados por los
mochicas. Utilizaron métodos anestésicos o analgésicos, como el uso de coca y bebidas
embriagantes. El arsenal quirúrgico incluía cuchillos metálicos y de piedra, espátulas,
vendas, hilos y compresas. Existe además una cirugía mutilante con carácter ornamental:
perforación del tabique nasal, deformación craneal occipital o fronto occipital.
Bajo el Dominio Inca existieron algunas medidas de carácter social, como el castigo a la
Embriaguez y la ayuda a los inválidos o incapacitados.
A la llegada de los conquistadores la Medicina Inca fue repudiada y tachada incluso de
satánica.

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Con este capítulo se termina lo referente a la Medicina Primitiva, Arcaica o Pre técnica,
cabe preguntarnos si este conjunto de saberes y prácticas de los pueblos primitivos
realmente eran de utilidad en la curación de sus padecimientos. Los Médicos primitivos
eran bastante buenos, muchos enfermos, sus familiares y sus amigos se beneficiaban con
las funciones de curanderos o chamanes, pero esto no sucedía precisamente por sus
medidas terapéuticas sino quizá por otras razones, totalmente independientes de sus
intervenciones, esto se puede resumir en 3 condiciones: el efecto positivo de una buena
relación médico paciente, la historia natural de las enfermedades y el efecto placebo,
éstos 3 fenómenos explican la mayor parte de los éxitos de la Medicina Primitiva. El resto,
que seguramente no son pocos, pueden atribuirse a los conocimientos y a las prácticas
empíricas de los Médicos Primitivos.
La relación Médico/Paciente que bien llevada, en donde el enfermo, su familia y sus
amigos, así como el médico, sus ayudantes y el entorno social al que todos pertenecen,
compartiendo mismas costumbres, creencias y las mismas ideas sobre las enfermedades,
sus causas y los efectos favorables de los métodos de curación. Un vínculo entre el
paciente y el curador en donde cada uno de ellos al participar adopta un rol específico y
en donde la palabra y los rituales alrededor de la misma logran un efecto benéfico para
el individuo y la propia comunidad.
Respecto a la Historia Natural de la Enfermedad, muchas enfermedades tienden a curarse
espontáneamente, con frecuencia a pesar de que lo que se intente para acelerar una
favorable evolución.
Y el Efecto Placebo, esta última palabra deriva del latín “placit” que significa complacer.
El término Placebo describe un fenómeno por demás interesante, el efecto fisiológico
positivo de un agente totalmente inerte, cuando se administra a una persona que cree y
espera que tendrá un efecto favorable para la mejora o desaparición de sus molestias.
Esto es cierto no sólo para la Medicina Primitiva y su sucesora la Medicina Tradicional,
sino también para todas las otras medicinas que se desarrollaron sobre bases empíricas a
lo largo de la historia de la humanidad, hasta el surgimiento, a partir del siglo XVI, de la
Medicina Científica…

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8. Salud y Enfermedad en la Cultura Griega

Grecia es una península situada en el Sureste de Europa, aislada del continente por la
cordillera de los Balcanes. Hacia el Este, el Mar Egeo la separa del Asia Menor, hacia el Sur
colinda con la isla de Creta y el Mar Mediterráneo y allende el mar, la costa de África del
norte. Hacia el Oeste, el mar Jónico la separa de las costas de Italia y Sicilia.
Entre los años 3000 y 2000 antes de nuestra era, se establecen poblaciones agrarias, que
elaboran ya una cerámica incipiente (urfirnis). Este periodo corresponde al Heládico
antiguo.
El periodo Heládico medio (2000-1600 años antes de nuestra era) se caracteriza
igualmente por actividad agraria y aparición de una nueva cerámica (minia). Se inicia la
utilización del Caballo y la Inhumación de los cadáveres.
A partir del 1600 y hasta el 1400 antes de nuestra era (periodo Heládico reciente o
Micénico antiguo) se edifican las primeras fortalezas en Micenas, Tirinto y Pilos y se inicia
el comercio con la península itálica, Sicilia y Troya.
En el periodo Micénico reciente (1400-1150) se funda la acrópolis de Atenas y otras
ciudades estado y se inician los Juegos Olímpicos.
La población griega es el resultado de numerosas inmigraciones, cuyos pueblos tienen en
común el idioma y la religión. Las aglomeraciones humanas se constituyen en Polis o
Ciudades-Estado que disfrutan de la autonomía política y económica. Las formas de
gobierno incluyen la monarquía, la oligarquía, la tiranía y la democracia. En todas ellas
existe una esclavitud fuertemente reglamentada. En el ámbito religioso existe una
religión propia de la Aristocracia y otra popular, con manifestaciones de magia y
superstición.
Los griegos eran Politeístas, a su colección de Deidades le llamaron Pantheón y los hacían
residir en las nubes que rodeaban las Cumbres del Olimpo, de igual forma los
representaban en Constelaciones y formaban parte de su Mitología. Los dioses griegos
tienen características muy diferentes a los dioses de otras culturas, éstos interactúan de
manera constante con los Humanos, plasmada esta en los relatos Épicos más importantes
(La Ilíada y la Odisea).
Con el paso de los siglos y la labor de los Filósofos, la población griega adquirió su
categoría de Cuna de la Revolución del Pensamiento, basado en el racionalismo como
base de la verdad.
Los Filósofos Presocráticos (Tales de Mileto, Heráclito de Éfeso, Anaxímenes de Mileto,
Jenofanes de Colofón, Empédocles de Agrigento, Pitágoras y Demócrito de Abdera)
plantean la teoría de los 4 elementos (aire, agua, fuego y tierra) como el origen del
Hombre y la Naturaleza.
La Filosofía presocrática influye en la Hélade y se expresa en todas las manifestaciones de
la Ciencia y el Arte al igual que en la Técnica: arquitectura, astronomía, oratoria, pintura,

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escultura, literatura y otras, siendo su máximo esplendor en el llamado Siglo de Oro, el
Siglo de Pericles (461 – 421 antes de nuestra era).
Los Pilares más importantes de la Filosofía Griega son Sócrates, Platón y Aristóteles.
Sócrates es el iniciador de la Filosofía antropológica, por lo que se muestra contrario a la
investigación de la Naturaleza, fundamentando su filosofía en la razón, ya que solo la vida
interior es digna de ser estudiada. Platón (Aristocles de Atenas) funda la academia de
Atenas, contrapone ideas y fenómenos, reconoce la suprema jerarquía de las
matemáticas y asegura que solo las ideas son reales. Aristóteles funda el Liceo y es el
iniciador de la Lógica formal.
Bajo la influencia de Alejandría y Persia, las ciencias se desarrollan en forma importante.
Así, Eratóstenes de Cirene realiza la medición de la circunferencia de la Tierra y elabora
su Ecúmeno (mapamundi) por lo que le considera el iniciador de la Geodesia y Geografía.
Aristarco de Samos defiende el Heliocentrismo y la rotación la tierra sobre su eje, al
tiempo que calcula la distancia de la Luna y el Sol. Hiparco de Nicea elabora un catálogo
estelar y estudia los eclipses, es también el iniciador de la Trigonometría, así como
Euclides es de la Geometría y Arquímedes de Siracusa, del Cálculo Integral.
La Medicina en la antigüedad adquiere una singular relevancia durante la cultura griega,
que se extiende desde el siglo VI antes de nuestra era hasta el Siglo II de nuestra era.
Una serie de factores influyeron para que esto sucediera; la libertad política, la ausencia
de una casta sacerdotal poderosa en las Ciudades-Estado, permitieron desarrollar con
toda amplitud la curiosidad intelectual y la búsqueda de los primeros principios, que tanto
caracterizan al pueblo griego y lo distinguen de sus vecinos orientales.

La Medicina Griega se divide en 5 etapas que tienen características propias:


- Medicina Antigua u Homérica, ya que corresponde fundamentalmente a la Medicina
referida en la Ilíada y la Odisea.
- Medicina pre Hipocrática o de los filósofos científicos
- Medicina Hipocrática
- Medicina Aristotélica o pre-Alejandrina
- Medicina Alejandrina

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Medicina Antigua u Homérica (Siglo VIII antes de nuestra era)

Los dioses imponen el castigo a los mortales, Apolo hijo de Zeus, arroja sus flechas que
producen epidemias. Apolo tenía un hijo concebido con la mortal Coronis, ella le fue infiel
al dios con un mortal, aun estando encinta y por esto Apolo la asesinó, aunque después
rescato del vientre a su vástago, llamado Asclepio, quien después fuera entregado a
Quirón el mítico centauro, para ser educado e instruido entre otras cosas en el arte de
Curar. El mismo Apolo era considerado el dios de todo conocimiento, y por supuesto entre
estos el de la curación. Asclepio se convirtió en el dios de la Medicina. Epione esposa de
Asclepio tiene atributos para combatir el dolor, y sus hijos, Higeia, Panacea y Telésforo,
son los responsables de la prevención, del tratamiento y de la convalecencia. Los
enfermos acuden a los templos (Asclepiones) a buscar alivio. Así, cobran fama los
Asclepiones de Epidauro, Pérgamo, Atenas y Cnido en el marco de la Medicina Mágica.
La terapia a través del sueño se mantendrá vigente por muchos siglos. El Oráculo permite
conocer la voluntad divina y, mientras se mantiene la interpretación divina punitiva de la
enfermedad se recurre a él en busca de orientación (Oráculo de Delfos).
En la Ilíada y la Odisea se encuentran descripciones anatómicas referentes a heridas,
comentarios médicos y mágicos sobre diferentes enfermedades, referencias a ciertas
medidas terapéuticas (farmacológicas y dietéticas) y alguna interpretación de la etiología,
en la cual, a la teoría divino-punitiva se agrega la influencia ambiental y la traumática.

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Medicina Presocrática o de los Filósofos Científicos (Siglo VI antes de
nuestra era)

Dos acontecimientos importantes modifican sustancialmente el conocimiento y el


ejercicio de la Medicina.
En primer lugar el pensamiento racional sustituye al pensamiento mágico, gracias a Tales
de Mileto quien fundamenta las bases de la interpretación natural de los fenómenos
universales.
En segundo lugar se crean las nociones de Physis y de Tekhne, en otras palabras el
conocimiento de la naturaleza íntima del cuerpo (Physis) que permite comprender el
proceso morboso y, mediante el arte y oficio médico (Tekhne), actuar sobre dicho proceso
para restituir la salud, todo ello guiado por la Razón. Ante el reto de conocer la Physis se
desarrollan 2 teorías filosóficas: para Demócrito de Abdera el universo está compuesto
por espacio y partículas diminutas (átomos); para Heráclito de Éfeso, el universo está
compuesto de 4 elementos primarios: aire, agua, tierra y fuego, de cuyas distintas
combinaciones se forman todas las cosas. Los cuatro elementos básicos poseen distintas
propiedades (frío, humedad, sequedad y calor). El equilibrio estricto entre estas
propiedades contrarias y su correcta proporción determinan la Salud de los Humanos.
Esta última postura será la que prevalecerá en todos los Filósofos pre Socráticos.
Empédocles de Agrigento, considera que son la Amistad y la Discordia lo que determina
las diferentes combinaciones de los elementos primarios, por lo que la enfermedad se
interpreta como resultado de un desequilibrio de estos. Desarrolla una embriología
interpretativa y una Fisiología incipiente; reconoce la función protectora de la piel y
atribuye a la sangre del Corazón, mezcla perfecta de los elementos, la propiedad de ser la
portadora de las sensaciones y de los pensamientos. Anaxágoras de Clazomene aboga por
la conservación de la materia y reconoce en el esperma todos los elementos necesarios
para la conformación del nuevo individuo. Alcmeón de Crotona reconoce la Isonomía de
las fuerzas en la Salud y la Monarquía de algunas de ellas en la Enfermedad. Emplea la
disección anatómica y describe el Nervio óptico, el Quiasma, el Cerebro, la relación entre
los órganos de los sentidos y el Cerebro, considerando a éste último como el asiento del
entendimiento, el pensamiento y la memoria. Pitágoras de Samos reconoce a la armonía
como base indispensable para la salud y recomienda una terapéutica fundada en la dieta,
el ejercicio, la música y la meditación. Demócrito reconoce a las sensaciones como la
resultante del contacto del cuerpo con los átomos que lo golpean, y diferencian las
enfermedades propias del cuerpo de las causadas por el modo de vivir, por lo que
introduce los conceptos de entorno y de hábitos personales como causales de
enfermedad.

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Medicina Hipocrática (Siglo V antes de nuestra era)

A partir del Siglo de Pericles se desarrolla la teoría Humoral, que se mantendrá vigente
hasta el Renacimiento. La teoría humoral surge al observar la coagulación de la sangre. El
suero es la bilis amarilla o Colé, se localiza en el hígado y vías biliares y corresponde al
fuego; la Fibrina es la flema o Pituita, se localiza en el cerebro y nervios y corresponde al
elemento agua; la parte roja del coagulo o Hema está en el corazón y los vasos sanguíneos
y corresponde al aire; finalmente, la parte oscura del coagulo, Melancole o Atrabilis
corresponde a la tierra y se encuentra en el estómago y bazo.
Cada humor tiene distintas propiedades: caliente y seco para la bilis amarilla, fría y
húmeda para la flema o pituita, caliente y húmeda para la hema, y frío y seco para la bilis
negra o Melancole.
Así, elementos, humores y funciones elementales constituyen el sustrato fundamental
del organismo humano. La Salud se interpreta como la proporción adecuada de los
distintos humores, la correcta interrelación entre las distintas partes, el flujo normal del
neuma (aire) por todo el organismo y la relación armónica del organismo con su entorno.
A estos cuatro humores corresponde cierto temperamento: los hemáticos son
románticos, los coléricos violentos, los flemáticos parcos y los melancólicos depresivos.
Gracias al pensamiento deductivo y el razonamiento resultantes del Siglo de Oro,
Hipócrates de Cos crea su escuela de Medicina en la que aplica su Filosofía y desarrolla la
Historia clínica.
Poco sabemos de la vida de Hipócrates y mucho de lo conocido está rodeado de un halo
legendario. Al parecer nació en la isla de Cos, en el año 460 antes de nuestra era. Se dice
que su padre era el Médico Heraclides, quien le enseñó los principios del arte y que sus
maestros fueron Herodicus, el sofista Georgias y el Filósofo Demócrito. Una vez adquirida
su formación médica se dedicó a viajar, llegando a Tesalia, Abdera y Argos, donde pudo

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obtener curaciones exitosas. Al llegar a Atenas, que sufría los efectos devastadores de la
peste, se dice que pudo controlar la epidemia, por lo que se erigió un monumento a su
memoria.
Recopila información de los cambios en el transcurso de la enfermedad, mediante el
interrogatorio y la observación, incluso mediante la exploración. Esta recopilación de
datos, hecha a un lado de la cama del enfermo, es analizada mediante la lógica y el
razonamiento, con lo que Hipócrates logra determinar diferentes Síndromes. Establece
de esta manera un Diagnóstico basado en síndromes. La palabra Clínica se origina del
griego que significa “cama” haciendo referencia al Método Hipocrático de obtener la
información.
Para Hipócrates y su Escuela, la enfermedad es un desorden de la Physis y por tanto es un
proceso natural debido igualmente a causas naturales, por lo que queda eliminada toda
interpretación mágica o religiosa. Las causas de las enfermedades son múltiples y se
asientan en el propio organismo o fuera de él. La enfermedad ocurre cuando logra
desequilibrar la Physis individual. Dicho desequilibrio es interpretado como una
corrupción del neuma, o como un depósito anómalo de los humores.
La Clínica Hipocrática propone que las enfermedades tanto internas como externas, se
presentan bajo dos modalidades: curables e incurables, siendo esto un determinante
fundamental para la acción médica. El estudio clínico se fundamenta en el interrogatorio
minucioso y en la exploración detallada del enfermo, estudio que mediante el
razonamiento, deberá proporcionar el diagnóstico y el pronóstico. La elaboración de un
pronóstico adecuado es de capital importancia, ya que de tratarse de una enfermedad
mortal, el médico debe abstenerse de actuar. Por otro lado, un error en el pronóstico, se
trate de una enfermedad curable o no, mermará sustancialmente el prestigio del médico.
Si la enfermedad es un enfrentamiento de fuerzas entre el agente morboso y la Physis, se
entiende que esta tiene una fuerza natural sanadora capaz de oponerse a la agresión. La
actitud terapéutica consiste en respetar la capacidad sanadora de la naturaleza y actuar
contra la causa y el principio de ésta en la enfermedad, sin olvidar que el médico deberá
abstenerse ante lo imposible, es decir, ante una enfermedad mortal por necesidad.
La Terapéutica Hipocrática señala los siguientes principios:
- Tratamiento por los contrarios: una constipación deberá ser tratada con laxantes
- Actuar solo ante enfermedades curables, por lo que la elaboración de un buen
pronóstico resulta fundamental
- Individualizar el tratamiento
- Atención integral del individuo, ya que es éste el enfermo y no alguno de sus órganos
- Instituir oportunamente el tratamiento en función de la cronología y evolución del
proceso morboso
La Terapéutica utilizada en la Escuela Hipocrática es fundamentalmente médica y recurre
a la cirugía solo en casos aislados. La farmacología se basa principalmente en
medicamentos vegetales propios o importados de Egipto o la India. La cirugía no muestra

88
grandes adelantos; son innovaciones de la época el uso del torniquete, el espejo vaginal
y la pinza de exodoncia. Se atienden fracturas y luxaciones, se operan tumores, fístulas,
úlceras y hemorroides; se utilizan el torniquete, la cauterización y la compresión simple
para contener las hemorragias y en obstetricia se llevan a cabo con éxito versiones. El
banco atribuido a Hipócrates para reducir fracturas y luxaciones será utilizado aún por
muchos siglos.
El concepto de Dietética se aplica no solamente a la dieta alimenticia, sino a un régimen
de vida, en el cual se reconoce a los hábitos individuales y sociales como posibles causas
de enfermedad.
El conocimiento de la Escuela Hipocrática está reunido en 53 volúmenes, conocidos con
el nombre de Corpus Hippocraticum. Los Textos más conocidos son: “Aforismos”,
“Epidemias”, “Fracturas, articulaciones y heridas de la cabeza”, “Sobre los aires, aguas y
lugares”, “Sobre la dieta” y “Sobre la Naturaleza del Hombre”.
Para Hipócrates, el arte de la Medicina es tan grande que una vida humana no alcanza a
comprenderlo todo. “El arte es largo (extenso) la vida es breve, la ocasión es fugaz, la
experiencia falaz, el juicio es difícil”.
La obra magna de Hipócrates es sin duda su juramento, se pone énfasis en la gratitud
hacia los benefactores, en este caso al maestro al que se debe tratar como un padre y
considerar a sus hijos como la familia propia, a continuación, se recita las prohibiciones y
las obligaciones de los buenos médicos, sobre el principio “lo primero es no hacer daño”.
Hipócrates no fue el único médico destacado de su época. Algunos de sus alumnos e
incluso contrarios llevaron el conocimiento médico a grados cada vez más complejos en
técnica y filosofía.
Hipócrates se distingue y pasa a la posteridad como el “Padre de la Medicina Racional”.

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Medicina Aristotélica o Pre-Alejandrina (Siglos IV y III antes de nuestra era)

Para los griegos la teoría del cuerpo humano es materia de la Filosofía más que de la
Medicina, no es de extrañar que los Filósofos griegos opinaran sobre temas que más tarde
serían prioritarios, aunque no exclusivamente médicos. Tal es el caso de Platón, de
Aristóteles y de las escuelas ulteriores de Epicúreos y Estoicos.
Para Platón la salud es el equilibrio de las fuerzas físicas y anímicas bajo el dominio
absoluto del alma. Ésta es el producto de un régimen austero y una gimnasia moderada,
delegando la importancia de los médicos en la atención de las heridas y enfermedades
crónicas.
Numerosas obras de Platón contienen comentarios médicos: Diálogos, La República, El
Banquete y fundamentalmente El Timeo.
En el Timeo hace uso de numerosas referencias anatómicas y fisiológicas, llama la
atención sus comentarios acerca de algunos aspectos éticos: utilidad del aborto

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provocado en embarazos tardíos, dejar morir a los enfermos incurables y el infanticidio,
en el caso de tarados de nacimiento.
La influencia de Aristóteles en el aspecto teórico de la Medicina fue igualmente
importante. Hijo de Médico, hace de su Liceo no sólo un centro filosófico, sino la escuela
médica de donde saldrán los médicos más importantes de la época: Diocles, Praxágoras,
Erasístrato y Herófilo. Sus principales comentarios los expresa a Nicómaco en la Ética; de
ellos destacan sus estudios sobre la generación y la embriología y numerosas referencias
anatómicas.
Finalmente, los Epicúreos preconizan la importancia de la salud del cuerpo, mientras que
los Estoicos la relegan a la sombra de la salud del Alma.
Platón plantea que es responsabilidad del Gobierno la Salud del Pueblo, enfatizando en
la necesidad de prevenir los males derivados de la pobreza y de la sobrepoblación.
En esta época destacan algunos médicos especialmente llamados Dogmáticos por
fundamentar su ejercicio en la razón más que en la observación.
Praxágoras de Cos, humoralista, sobresale por sus estudios del Pulso. Diocles de Caristo
describe el espasmo y la obstrucción intestinal, la pleuresía e interpreta a la fiebre no
como una enfermedad sino como un síntoma. Teofrasto enriquece la materia médica con
numerosas plantas. Ateneo de Cilicia fundamenta toda su fisiología en la circulación del
aire a través de los pulmones, corazón y vasos.

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92
Medicina Alejandrina (Siglos II y I antes de nuestra era)

En la Ciudad de Alejandría convergen las culturas griegas y egipcias. Ptolomeo I Soter


funda el famoso Museum y atrae a él a médicos renombrados formados
fundamentalmente en la Escuela de Cos. Estos médicos basan toda su actitud en un
rigorismo empírico, desechando radicalmente toda especulación filosófica. Por ello son
esencialmente antihipocráticos y antihumorales. Esto se ve favorecido por la facilidad
que se da en Alejandría, venciendo prejuicios culturales ancestrales al estudio anatómico
del cadáver. Los pilares de la Medicina Alejandrina son Herófilo y Erasístrato. Herófilo
fundamenta su conocimiento en la observación imparcial de los hechos, excluyendo toda
interpretación filosófica, en especial la supuesta finalidad de perfección de la naturaleza,
observación expresada magistralmente en su “Contra las opiniones generalmente
admitidas”. A este Médico se le deben descripciones minuciosas del sistema nervioso; la
diferenciación entre nervios motores, sensoriales, voluntarios y autónomos; la
diferenciación entre arterias y venas; descripciones de la retina, duodeno y genitales; y la
atribución del pulso arterial a la contracción cardiaca, entre otros.
Erasístrato difiere radicalmente de los conceptos de Herófilo. Atomista y neumático, el
primero se mantiene Hipocrático al reconocer la perfectibilidad de la naturaleza. A él
corresponden numerosos estudios anatómicos del sistema nervioso, del sistema vascular
(válvulas cardiacas) y de los vasos quilíferos del mesenterio. Por su mentalidad, más
fisiológica que anatómica, elabora las primeras correlaciones anatomopatológicas.
Tanto Herófilo como Erasístrato pretenden romper con la medicina tradicional, sin
embargo, la presión cultural de la época, el peso del Hipocratismo y el surgimiento de
nuevas escuelas francamente reaccionarias, hacen que la Escuela alejandrina no
trascienda más allá de su propio momento histórico.
Otras corrientes médicas como los Estoicos, tales como Filino de Cos y Serapión de
Alejandría, diferencian la medicina del Cuerpo y la del alma, rechazan la disección
anatómica y construyen su práctica con base en la observación propia (empiria), ajena
(historia) y la analogía.
Dentro de la corriente Estoica y Neumática, Ateneo de Atala centra nuevamente la
respiración en el corazón y, desde el punto de vista de la Higiene Pública, insiste en la
importancia de educar medicamente a los ciudadanos con el fin de que ellos puedan
atender gran parte de sus dolencias.
La posición del médico alejandrino es privilegiada, y no son pocos los que ejercen en la
Corte. La enseñanza se imparte en el Museum, y se inicia tímidamente la emancipación
de la mujer médica. Si bien en cirugía no hay grandes avances, sí existe una mejoría
notable en la manufactura de equipo quirúrgico. En esta época ya existe una clara
diferencia entre Medicina y Cirugía.

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9. Salud Enfermedad en la Cultura Romana

La Península itálica, de 1200 km., de extensión, se encuentra localizada en el sur de


Europa, en la porción central del Mar Mediterráneo. La Cordillera de los Apeninos la
recorre de norte a sur, y los Alpes forman una frontera natural con el resto de Europa. Al
este el mar Adriático la separa de Iliria (actuales Albania y Yugoslavia); al sur, a través del
Mediterráneo está en estrecho contacto con las costas de Grecia y de Sicilia, mientras que
al oeste tiene las islas de Córcega y de Cerdeña.
A partir del año 1000 antes de nuestra era se desarrolla en la península itálica la cultura
de Villanova y en el año 750 se funda la ciudad de Roma, ciudad donde se origina el pueblo
que dominó al mundo occidental hace 20 siglos.
Roma interrumpió en la Historia con la ambición de conquistar el mundo. Sus habitantes
eran una mezcla étnica de tribus procedentes de la Europa central y Asia menor, itálicos,
rabinos y etruscos. La norma de su vida se basaba en el valor y en la firme convicción de
su superioridad sobre los demás pueblos. Roma heredó la mayor parte de su cultura
primitiva de los etruscos, que fueron sus primeros gobernantes. Este pueblo singular cuyo
lenguaje aún no ha sido descifrado, tenía afición a la música, juegos y carreras de
cuadrigas. Fue un pueblo práctico, sobre todo en cuanto al comercio. La sede del imperio
fue edificada en 7 colinas desde las que se divisaba el Tíber, sobre una fértil península
bisecada por la cadena de los Apeninos. Una vez que expulsaron a los soberanos etruscos
(alrededor del año 500 antes de nuestra era), los romanos fundaron una república que
duró cuatro siglos.
La Sociedad Romana es estratificada; patricios, plebeyos y esclavos están sometidos a las
decisiones de un Rey (bajo la monarquía) o de la magistratura (bajo la República). Poco a
poco se formaron tres Asambleas populares que por último asumieron la mayor parte del
poder legislativo. Ya en el Siglo III antes de nuestra era, el Senado era la autoridad
suprema. Mientras tanto las legiones romanas conquistaron Italia, todo el Mediterráneo,
se anexaron Grecia y sus colonias, Asia menor, Siria, Judea y Egipto. La Cultura Griega
influyo en la vida romana dejando el sello Helénico en la religión, el arte y la educación.
La más grande aportación romana a la cultura está en el campo de la jurisprudencia. El
Derecho Romano (Doce tablas, Código Justiniano) ha tenido repercusiones universales
que han perdurado hasta la fecha.
Mientras los tributos de guerra inundaban a Roma, la Ciencia permanecía anquilosada en
los viejos moldes y la medicina no era sino un conglomerado de magia y empirismo. Los
precursores de la Medicina llegaron de Grecia, eran charlatanes, quienes con el tiempo se
ocuparon de prestar los servicios médicos hasta entonces confiados a los esclavos,
sacerdotes, barberos y masajistas.
De Bitinia llegó un brillante Maestro de Oratoria, llamado Asclepíades de Prusa, quien
tenía a toda Roma pendiente de su verbo de oro y acabó revelándose como Médico. Un
acontecimiento le valió ser reconocido profesionalmente: presenciando una profesión

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fúnebre, le asaltó la idea de que el supuesto cadáver pudiera estar vivo; interrumpió la
ceremonia mortuoria, le administró estimulantes al difunto y convirtió el llanto en
regocijo. Después de esto mereció la protección de los Monarcas, escribió una veintena
de tratados y fundo el Solidismo, sistema opuesto al Humoralismo y expuso la creencia
que los átomos se movían a través de poros y canales y que la salud y la enfermedad
dependían de la constricción o relajamiento de partículas sólidas. Era partidario de los
baños de sol, y de agua caliente y fría, dieta, líquidos, abstención del vino; para algunas
enfermedades prescribía la abstinencia sexual y para otras realizar el coito. Asclepíades
distinguió entre enfermedades agudas y crónicas, y fue el primer Médico que calmó a los
enfermos mentales tratándolos con ternura y haciéndolos tomar baños de sol y escuchar
música. Reconoció los efectos psíquicos de la Neumonía y la Pleuresía, definiendo
claramente condiciones tales como Frenesí, Letargo y Catalepsia.
Los discípulos de Asclepíades formaron un Sistema basado en la patología Solidista. Uno
de los más conocidos fue Themison de Laodicea, quien desarrolló y amplió la Teoría
Metodista de la tensión y relajación, el tratamiento consistía en restituir los poros a sus
condiciones normales para lo cual dividía los remedios en contratensores y
contrarrelajadores.
Perteneció también a la Escuela Metodista un Filósofo, Gramático griego, precursor
Médico de la Obstetricia y Ginecología llamado Sorano de Efeso. Su obra de las
enfermedades de la Mujer es brillante, como aportación a la Historia de la Obstetricia
describió la Versión Podálica, la Silla Obstétrica, la Ligadura del Cordón umbilical, la
Dietética del recién nacido, el lavado de los ojos en el recién nacido, la Lactancia, el
Destete y la Higiene del Niño.
Pedanius Dioscórides escribió un gran tratado precursor de las Farmacopeas llamado De
materia médica sobe el uso de las plantas y la herbolaria en la medicina, el que estaba
compuesto de cinco volúmenes, con grabados y dibujos de las plantas y textos sobre sus
propiedades.
Al margen de las controversias, estaban los Enciclopedistas, quienes aspiraban a
seleccionar, compilar e interpretar lo mejor de los conocimientos médicos de su tiempo.
Entre ellos había Patricios, ellos no debían practicar la Medicina por su elevada condición
social, solo se dedicaban a ella por su interés científico y por sus dotes literarias. Uno de
ellos, Aulo Cornelio Celso escribió la primera Historia Médica organizada, trazando la
evolución desde los remedios elementales de las naciones “más bárbaras” hasta la
Medicina Hipocrática y Alejandrina. Llamado el “Cicerón de la Medicina” por su elevado
estilo literario, dividió a la Terapéutica en Dietética, Farmacéutica y Quirúrgica. Como
ciudadano de la Roma militar le interesaban las Heridas; los cuatro signos principales
sobre los que basaba su tratamiento constituían la famosa tétrada: rubor, tumefacción,
calor y dolor. Por ser ajeno a la profesión médica, se mantuvo por encima de las polémicas
que dividían a los Médicos, poniendo especial cuidado en no enjuiciarlos, actitud notable
para aquella época. Celso describió minuciosamente los instrumentos quirúrgicos de su
tiempo y muchos de los procedimientos usados en Cirugía.

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Celso escribió el mejor libro sobre materia médica de toda la antigüedad “De Medicina”
formaba parte de una enciclopedia “De Artibus” que trataba de muchas disciplinas a la
vez. En 1426 se encontraron 2 copias completas de “De Medicina” que fue el primer libro
médico que se imprimió con el invento de Gutenberg en 1478 y el único texto completo
de Medicina que conservamos de la Medicina Antigua.
El libro de Celso es Hipocrático, pero está enriquecido con conceptos alejandrinos y
también hindús.
Otro de los Enciclopedistas fue Cayo Plinio Segundo es el autor de un Texto denominado
“Historia Natural”, obra que consta de 37 volúmenes, de los cuales trece dedica a Drogas,
reseñó remedios a base de cadáveres, excreciones humanas, sangre, pelo, leche de mujer
y saliva, y tan sólo del Cocodrilo se obtenían 19 remedios. Además, en su “Historia
Natural” se hace referencia a disciplinas como la Anatomía, Fisiología, Farmacológica,
Enfermedades, tratamientos mágicos y racionales.
La práctica de la Medicina durante la República era considerada por los romanos, como
menester de esclavos o en todo caso, de un liberto; los médicos griegos carecían de
condición social. Fue el Emperador Julio César en el año 46 antes de nuestra era, quien
otorgó la concesión de ciudadanía a los Médicos griegos. Desde entonces el Médico fue
eximido del pago de impuestos y del servicio militar, se le concedían cargos con sueldo en
el ejército y en el teatro; se les asignaba el cuidado de familias privadas, atletas y
gladiadores. Durante la decadencia del Imperio Romano, los médicos griegos mejoraron
su condición social; las municipalidades romanas seleccionaban sus propios Archiatri
populares, que atendían por igual a ricos y a pobres. Los médicos de la corte, Archiatri
Palatini, tenían la categoría de grandes funcionarios que vigilaban de cinco a diez médicos
asignados a una jurisdicción determinada. Constituía un honor especial para un médico
que se le encargara de cuidar de la salud de las Vírgenes vestales, las cuales deberían
permanecer vírgenes cuando menos hasta los 30 años.
El día de un Médico en Roma comenzaba al amanecer cuando se dirigía al Atrio del Templo
de la Paz, donde Galeno u otros distinguidos médicos conferenciaban en resonante Prosa
sobre Medicina, Literatura, Filosofía o Gramática. Después de discutir acerca de estos
temas con sus colegas, visitaba a sus pacientes en su Iatreion, pasando después a ver a
los que hallaban enfermos en sus casas. Si por casualidad, se encontraba con algún colega
en el camino y entraban en alguna controversia, con frecuencia originaban acaloradas
discusiones que en ocasiones terminaban violentamente.
Los Médicos llevaban en pequeños estuches los instrumentos y frascos con pomadas,
usaban morteros para preparar ellos mismos las medicinas, por lo regular con hierbas de
sus exuberantes jardines. En Roma no existían boticarios, ni textos de anatomía con
diagramas e ilustraciones; debido al horror que causaba a los romanos la disección de
cadáveres, los médicos no pudieron avanzar en sus conocimientos anatómicos.
Entre los numerosos Médicos que ejercían en Roma, había Urólogos, Ginecólogos y
Oftalmólogos. Los dentistas practicaban una prótesis rudimentaria sujetando dientes

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postizos con alambre, haciendo dentaduras y piezas de oro. Las Médicas que escribían
manuales sobre el aborto eran las favoritas de las mujeres de la corte de las prostitutas.
La Medicina Romana era esencialmente griega, pero los romanos hicieron tres
contribuciones fundamentales:
- Los Hospitales militares
- El Saneamiento ambiental
- La legislación de la práctica y de la enseñanza médica

Los Hospitales militares o Valetudinaria se desarrollaron como una necesidad impuesta


por el crecimiento progresivo de la República y del Imperio. Al principio, cuando las
batallas se libraban en las cercanías de Roma, los enfermos y heridos se transportaban a
la ciudad y ahí eran atendidos en las casas de los patricios; cuando las intervenciones
militares empezaron a ocurrir más lejos sobre todo cuando la expansión territorial sacó a
las Legiones Romanas de Italia, el problema de la atención a los heridos se resolvió
creando un campamento especialmente dedicado a ellos dentro del campo militar. La
arquitectura de las Valetudinarias era siempre la misma: un corredor central e hileras a
ambos lados de pequeñas salas, cada una con capacidad para 4 o 5 personas.
El Saneamiento ambiental se desarrolló muy temprano en Roma, gracias a las obras de la
Cloaca Máxima, un sistema de drenaje que se vaciaba en el rio Tíber y que data del Siglo
VI antes de nuestra era. En la Ley de las Doce tablas se prohíben los entierros dentro de
los límites de la ciudad, se recuerda a los ediles su responsabilidad en la limpieza de las
calles y en la distribución del agua. El aporte de agua se hacía por medio de 14 acueductos
que proporcionaban más de 1,000 millones de litros de agua por día, y la distribución a
fuentes, cisternas y a casas particulares era excelente. El agua se usaba para beber y para
los baños públicos populares y casi gratuitos. También se colectaba el agua de la lluvia,
que se usaba para preparar medicinas. En general las condiciones de Higiene Ambiental
en Roma eran tan buenas como podía esperarse de un pueblo que desconocía por
completo la existencia de los microbios.
En Roma se estableció un servicio Médico Público, en el que la ciudad contrataba a uno o
más médicos (Archiatri) y les proporcionaba local e instrumentos para que atendieran de
forma gratuita a cualquier persona que solicitara su ayuda. Los salarios de estos
profesionales los fijaban los consejeros municipales.
También se organizó un Servicio Médico de la casa y muchos de los Patricios retenían en
forma particular a uno o más médicos para que atendieran a sus familias. Con el tiempo
también se legisló que la elección de un Médico al servicio Público debería ser aprobada
por otros siete miembros de ese servicio. Las plazas eran muy solicitadas porque los
titulares estaban exentos de pagar impuestos y de servir en el ejército. El gobierno los
estimulaba a que tomaran estudiantes, por lo que podían recibir ingresos adicionales.
Entre los Médicos griegos y romanos que ejercían en el Imperio, se distinguían cuatro
Escuelas basadas en sus diferentes posturas filosóficas, teóricas y prácticas:
- Los Dogmáticos

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- Los Empíricos
- Los Metodistas
- Los Neumatistas
Los Dogmáticos reconocían como su fundador a Herófilo, aprobaban el estudio de la
Anatomía por medio de las disecciones, consideraban que las teorías sobre las causas de
la enfermedad eran la esencia de la medicina (teoría humoralista). Sus enemigos los
caracterizaban como más “habladores” que “hacedores”, y decían que pasaban más
tiempo discutiendo que viendo al paciente. Los dogmáticos decían que la confirmación de
sus doctrinas se encontraba en el Corpus Hipocraticum y que el mismo Hipócrates había
sido un dogmático.
Los Empíricos nombraban a Erasístrato como su antecesor y se oponían a las disecciones
porque rechazaban la importancia de la Anatomía en la Medicina. Su postura era que no
debería buscarse las causas de las enfermedades, porque las inmediatas eran obvias y las
oscuras eran imposibles de establecer; por lo tanto, la compresión de cosas como el pulso,
la digestión o la respiración era inútil. Lo más importante en medicina era la experiencia
personal del médico con su paciente, y que lo que se debería hacer era recoger los
síntomas y tratarlos uno a uno, usando los remedios que ya se habían demostrado como
efectivos en el pasado. Al igual que los Dogmáticos, los Empíricos alegaban que Hipócrates
y el Corpus Hipocraticum estaban de su lado.
Los Metodistas también rechazaban todas las hipótesis y teorías sobre las causas de la
enfermedad, pero en cambio sostenían que sólo había unas cuantas circunstancias que
eran comunes a muchas enfermedades que debían ser manejadas principalmente por
medio de dietas. Naturalmente estaban convencidos de que Hipócrates y toda su escuela
habían sido esencialmente metodistas.
Los Neumatistas eran inicialmente dogmáticos, pero se separaron de esa secta porque
consideraron que la sustancia fundamental de la Vida era el pneuma y que la causa única
de las enfermedades eran sus trastornos en el organismo, desencadenados por un
desequilibrio de los Humores.
En la Roma imperial, los procedimientos médicos racionales estaban mezclados con una
fisioterapia extravagante y una polifarmacia barbárica. El popular remedio de Serapión
contra la Epilepsia consistía en un compuesto de sesos de camello, sangre de tortuga y
excremento de cocodrilo. Se prescribía el baño con agua fría o caliente, el Vino, el masaje,
la dieta y el descanso. Cuando el tratamiento fracasaba, los pacientes invocaban a Scabies
Diosa de la sarna, a Febris Diosa del Paludismo, o a Angina, Diosa de las anginas.
Se disponía de cerca de 200 instrumentos quirúrgicos; se realizaba la ligadura masiva de
vasos sanguíneos, se aplicaba anestesia con esponjas colocadas en la boca del paciente,
de las que goteaban jugos soporíferos, tales como los de la Mandrágora.
Había cirujanos plásticos especializados en restaurar el prepucio de los judíos que
aspiraban a cargos públicos.
El especulo vaginal, la mesa de partos y la técnica de suavidad más que violencia durante
el parto fueron utilizados por los médicos griegos en Roma. Sorano enriqueció la práctica

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pediátrica con sugerencias para la limpieza del vermix caseoso y escribió sobre los hábitos
de alimentación y evacuación de los recién nacidos.
El más influyente Médico del Imperio romano fue Claudio Galeno, nació en Pérgamo, una
ciudad del Asia Menor en la actual Turquía. En ese lugar existía un templo dedicado al
culto de Esculapio. Su padre Nikón era un arquitecto a quien Galeno describió como
inteligente, controlado y generoso; su modelo de pensamiento eran las matemáticas y
descreía de las opiniones que no podían demostrarse con precisión lógica. Nikón cuido
que la educación de su hijo fuera completa en griego, autores clásicos, retórica, dialéctica
y filosofía, pues esperaba que se convirtiera en un Filósofo profesional. Sin embargo, una
noche soñó que el dios Asclepio le ordenaba que su hijo estudiara medicina, por lo que a
los 16 años de edad Galeno ingresó como aprendiz con Sátiro, un médico local. Cinco años
después murió Nikón, dejándole a Galeno recursos suficientes para que nunca tuviera
preocupaciones económicas. A los 21 años, Galeno viajó para seguir estudiando medicina,
primero a Esmirna, después a Corinto y finalmente a Alejandría, en donde permaneció
más tiempo estudiando Anatomía, en la que llegó a ser un experto. Al cabo de casi 12
años de ausencia, Galeno regresó a Pérgamo y fue nombrado cirujano de los Gladiadores,
puesto que desempeñó con gran éxito. Tres años después Galeno viajó a Roma. Allí tuvo
un gran éxito, al principio como anatomista y experimentador y posteriormente como
Médico y polemista. Galeno escribió una extensa obra de Medicina, abarcando todos los
conocimientos de su época, en su obra existen 9 libros de anatomía, 17 de fisiología, 6 de
patología, 14 de terapéutica, 30 de farmacia, 16 sobre el pulso. Sus escritos son los más
voluminosos de la antigüedad, pero sólo reúnen dos terceras partes de su obra, pues el
resto se perdió. De sus escritos los más conocidos son: Preparaciones anatómicas, el libro
de las Regiones Enfermas y Uso de las partes del cuerpo.
Galeno era una persona vanidosa y autoritaria, todos los médicos que no están de
acuerdo con él son ignorantes, estúpidos o las dos cosas. Conoce perfectamente el Legado
de Hipócrates y lo interpreta con la mayor fidelidad. En la discusión de cualquier tema,
Galeno adopta con frecuencia una estrategia similar; identifica a su contrincante, resume
la opinión que va a demoler, sin dejar de pasar la oportunidad de calificarlo de absurdo,
débil mental o algo peor; después invoca a Hipócrates y señala donde su contrincante se
aparta o hasta contradice al Sabio de Cos, y finalmente procede a detallar en forma
sistemática y contundente la verdad acerca del tema en cuestión, con frecuencia
intercalando sus propias interpretaciones, que, en su opinión, son fielmente Hipocráticas
y totalmente correctas.
El profundo conocimiento de Hipócrates y de las diversas escuelas pos hipocráticas le
permiten llevar a cabo una sistematización amplia y acabada de los conocimientos
médicos de su época, por lo que ha sido considerado un genial enciclopedista; sin
embargo, ello no le impide participar con numerosas aportaciones personales originales
expuestas magistralmente. Todo ello hace de Galeno la figura más importante del mundo
antiguo.
Sus fundamentos teóricos son los siguientes:

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- La Physis individual es una manifestación de la Physis general o universal.
- En la composición del cuerpo humano intervienen los cuatro humores generados
gracias al calor innato a partir de los cuatro elementos.
- Todos los objetos, en cuanto tienen una naturaleza propia (Physis), poseen
determinadas cualidades que se manifiestan mediante propiedades opuestas.
- Las cualidades propias al ser humano se distinguen en dos categorías. Las principales
que son la nutrición, reproducción, crecimiento, las funciones cardiorrespiratorias,
la sensibilidad y el movimiento, y las facultades específicas para cada individuo, y las
secundarias, que son inespecíficas, como la atracción, la repulsión o la retención.
- La Physis humana se expresa mediante el alma, cuyas facultades son la racional o
lógica, ubicada en el cerebro, la irascible o vial, localizada en el corazón y la
concupiscible o vegetativa cuya sede es el hígado.
- La vida es movimiento, es decir, el paso entre poder ser y ser. El movimiento puede
adoptar diversas formas: conversión o transformación, crecimiento, sensibilidad y
cambio de posición en el espacio.
- La comprensión del movimiento implica conocer sus características: qué forma el
objeto, que se mueve, cómo se mueve, por qué se mueve y para qué se mueve.

Para Galeno la enfermedad es una alteración de la parte afectada, alteración funcional


que depende de causas externas o ambientales, internas o disposición propia (diátesis) o
mixtas, en que ambas intervienen. La enfermedad siempre es un estado somático y puede
presentarse bajo dos formas: como alteración permanente (nosos), aún después de que
la causa haya desaparecido o como daño pasajero (pathos), que desaparece al cesar de
actuar la causa. La manifestación de la enfermedad es el síntoma, que corresponde ya sea
a la función afectada, ya a la enfermedad de que se trata; siendo éstos necesarios
(patognomónicos) o accidentales (inespecíficos). Finalmente, la enfermedad puede
presentarse bajo distintas modalidades, dependiendo del daño inicial que ocasiona. Así,
las hay humorales, instrumentales (en órganos específicos) de las partes similares y por
solución de continuidad.
Galeno reconoce la importancia de la información proporcionada por los órganos de los
sentidos y de la exploración, es en el razonamiento en el que basa su juicio diagnóstico y
pronóstico, ya que está firmemente convencido de que el razonamiento basta para
conocer la enfermedad y la naturaleza intima de los fenómenos. Galeno subestima la
utilidad de la Historia Clínica. Abandonó la anotación cuidadosa de los hechos, tan
importante para Hipócrates, citando sólo sus milagrosas curas.
La Terapéutica Galénica está basada en un régimen de vida adecuado (ambiente,
ejercicio, dieta, hábitos), una farmacoterapia racional y ocasionalmente el uso de sangrías
y cirugía.
Las contribuciones de Galeno a la Medicina Clínica no fueron muy significativas y, desde
luego, tienen menor jerarquía que las que dedicó a la Anatomía y a la Fisiología.

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Sin embargo, Galeno logró grandes descubrimientos en la Farmacia y la Terapéutica,
analizó la composición de ciertos fármacos y estableció la polifarmacia. Clasificó los
fármacos en simples y compuestos según si actuaban en forma directa o si requerían de
algún proceso metabólico en el cuerpo del enfermo para poder funcionar después. Es
considerado el Padre de la Farmacia.
Vivió el resto de sus días en la corte imperial, demostrando sus habilidades anatómicas y
se convirtió en el médico más influyente por casi quince siglos, debido a la aceptación de
sus doctrinas por parte de la Iglesia cristiana y por la estructura lógica con que están
constituidos todos sus argumentos y teorías, en los que jamás asoma la vacilación.

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10. Salud y Enfermedad en la Edad Media

La Edad Media comprende desde el ocaso del Imperio Romano de Occidente hacia el año
476 después de nuestra era, bajo los embates de los Pueblos Germánicos provenientes
del norte, y la toma de Constantinopla por los turcos, en el año 1453. Durante este
periodo, se desarrollan, en torno al Mediterráneo, tres territorios Socioculturales: Europa
Occidental, el Imperio Bizantino y el Imperio Musulmán. Se acostumbra considerar a la
Edad Media como un periodo de regresión en el saber científico, incluyendo la medicina
y era costumbre que los autores de habla inglesa se refieran a ella como una “Edad
Obscura”. Aunque en ciertos aspectos es preciso reconocer que hubo una detención del
progreso científico, especialmente durante el Siglo X, también es apropiado recordar que
durante este periodo se sentaron las bases que permitieron el futuro Renacimiento de las
Artes, las Letras y las Ciencias.
El Imperio Romano Occidental se derrumba ante la invasión de los pueblos germanos,
creándose entonces numerosos reinos que adoptan, en forma más o menos simultánea,
una organización política social basada en el Feudalismo. Dichos reinos se cristianizan
paulatinamente, por lo cual quedan bajo la influencia de la Iglesia Romana. Las luchas
internas, la inestabilidad social, las constantes agresiones por pueblos invasores, hacen
que hasta el Siglo XI, la cultura y la ciencia se mantengan sin gran desarrollo, y solo se
cultiven en los monasterios.
En Bizancio, Imperio Romano Oriental, se conjugan la cultura griega, la religión cristiana
y el derecho romano. Centro cultural y económico durante varios siglos, Bizancio es
incapaz de contener la invasión islámica, que culmina con la toma de Constantinopla por
los turcos.
Simultáneamente, y desde la Meca, el Islam progresa rápidamente. El Mundo Árabe se
extiende a lo largo del Mediterráneo, hasta la península Ibérica y, hacia el Oriente, hasta
los límites de la India.
Los rasgos característicos de la Edad Media se pueden resumir así:
- Un Sistema Feudal basado en una relación Señor y Vasallos
- Una religión monoteísta (Cristianismo e Islamismo)
- Monarquía Absoluta
- Intercambio ideológico y técnico, gracias en gran parte a las Cruzadas
- Desarrollo tardío de Escuelas y Universidades

En Bizancio, el arte es fundamentalmente religioso, y se manifiesta como una mezcla de


influencias griega, romana y oriental. En Filosofía se destaca Filipono Juan con sus
“Comentarios a la Física de Aristóteles”. A través del Código Justiniano, se recopilan las
leyes Romanas. Bizancio fue un verdadero centro de atesoramiento y recopilación
científicos.

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El Imperio Musulmán logra su unificación a través de una religión (el Islam) y un idioma
(el árabe). A través de sus conquistas, los árabes no sólo asimilan el legado grecorromano
sino que lo implementan. En las ciencias destacan el desarrollo del álgebra, astronomía,
heliocentrismo, óptica. Publicándose varios libros como: Caminos y Provincias (un
verdadero atlas del Islam), Anales de los profetas y reyes, Libros de las Religiones,
Traducción del antiguo testamento y un Diccionario Hebreo. Los estucos, tapices y
damasquinados enaltecen la artesanía musulmana. Los trabajos de irrigación y cultivo
dejaron huellas en todo el Imperio. En las Ciudades de Bagdad y Córdoba se alcanzó el
máximo desarrollo científico y cultural de la época.

En Europa Occidental algunos hechos modificaron sustancialmente el desarrollo


intelectual, económico y social. Los monasterios, con independencia de su influencia en
el desarrollo y difusión de la religión, contribuyeron en forma importante en el desarrollo
de las técnicas agrícolas, en la conservación y transmisión de los conocimientos, al tiempo
que ofrecían albergue y cuidados médicos a los necesitados. Aquí se iniciaron la asistencia
y educación médicas organizadas.
Las cruzadas permitieron el intercambio de ideas, técnicas y objetos, siendo las Ferias el
centro de difusión de diversos intercambios.
A partir de la Escuela de Salerno (1087), se desarrollan por Europa numerosas
Universidades: Bolonia (1119), Montpellier (1125), París (1150), Oxford (1168), Palencia
(1208), Padua (1222), Siena (1241) y Salamanca (1244) entre otras. En todas ellas se
estudia en latín las cuatro ramas del saber: Derecho, Medicina, Teología y Artes Liberales
(gramática, retórica, dialéctica, aritmética, geometría, astronomía y música).
En Filosofía, el escolasticismo de Tomás de Aquino es alimentado por grandes pensadores
como Roger Bacon, Duns Escoto, Guillermo de Occam y Nicolás de Cusa, siempre con la
idea de que fe y razón son compatibles.
Las canciones de gesta y las fábulas son géneros literarios típicamente medievales.
Como avances técnicos pueden mencionarse durante la Alta Edad Media, la introducción
del gusano de seda en Europa, el arnés de silla y de tiro, la vela latina y las herraduras;
mientras que para la Baja Edad Medica tenemos los Molinos de Viento, la utilización de
la energía hidráulica, el torcido y bobinado mecánico de la seda, la rueda de hilar, el torno,
diversos instrumentos astronómicos, la brújula magnética, el reloj mecánico, el timón, las
compuertas, la elaboración de mapas náuticos y armas de fuego.
En 1453 Gutemberg y Fust imprimen la Biblia.
Los Médicos Medievales poseían una amplia formación humanística, combinada con
conocimientos teológicos y filosóficos. Era común que los más destacados dominaran
varias lenguas, como el griego, latín, hebreo y árabe. Su actitud ante el enfermo, mezcla
de objetividad, fantasía y misticismo, seguía los lineamientos de los autores árabes,
especialmente Rhazés, Avicena y a través de ellos a Hipócrates y Galeno.

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La Medicina de la Edad Media debe ser analizada tomando en cuenta la división política
cultural es decir, la Medicina Bizantina, la Árabe y la Europea, ya que cada una de ellas
tiene sus características propias.

Medicina Bizantina

La Medicina Bizantina se limita fundamentalmente a la recopilación y ordenación de los


conocimientos médicos griegos. En las Universidades de Atenas, Antioquía, Esmirna,
Pérgamo, Alejandría o Constantinopla la lucha contra el paganismo hace que los estudios
de Teología y Jurisprudencia predominen sobre los de Filosofía y Medicina. Esto fomenta
el desarrollo de una medicina popular muy socorrida y una pobre medicina oficial. A pesar
de esto existe una actitud favorable a los conocimientos médicos, especialmente por las
clases privilegiadas. El Médico goza de prestigio social y disfruta de exenciones tributarias.
Se erigen numerosos hospitales (Orfanatropio, Cuarenta Mártires, Pantokrator), se
toman ciertas medidas de ayuda a los menesterosos, como la distribución gratuita de
alimentos, y se organiza la medicina, requiriendo un diploma oficial para poder ejercerla.
Asimismo, aparecen corporaciones médicas, así como cargos médicos oficiales.
El cristianismo influye de manera decisiva en la práctica médica. El pecado no es visto
como causa de enfermedad, e incluso se aventuran hipótesis, como la de Gregorio de
Niza, quien afirmaba que aquél, como desorden moral, puede ser explicado como si fuese
una enfermedad física. Se desarrolla igualmente el concepto de amor como caridad,
esencialmente distinto del amor en su versión griega, en relación con la naturaleza o bien
como superación personal. La caridad obliga a la práctica del consuelo, al trato igualitario
de los enfermos, al cuidado médico de los incurables (distinto a la doctrina Hipocrática) y
a la asistencia gratuita al enfermo pobre.
Como aspecto negativo, el cristianismo fomenta las prácticas supersticiosas, tales como
la magia, la astrología, la alquimia, el hermetismo e incluso la incubación cristianizada.
En Alejandría entre los años 330 y 642, aparecen clínicos renombrados, entre ellos
destacan:
- Oribasio, con su obra Colecciones Médicas en donde trata todo tipo de temas,
además de la Synopsis, de Galeno, que es un compendio de la anterior, y su Euporista
que es una terapéutica elemental para el público en general.
- Aecio de Amida, médico de Justiniano cuyo Tetrabiblon versa sobre Dietética,
Terapéutica y diversas enfermedades.
- Alejandro de Tralles, viajero incansable, autor de numerosas traducciones, cuya obra
De la Medicina, es una recapitulación de los clásicos, que tendrá gran influencia
hasta el Renacimiento. Sigue en general las doctrinas de Galeno aunque se muestra
como un observador original y como un excelente clínico. Su obra más importante
“Los Doce Libros de Medicina” describen la tuberculosis, la pleuresía, las
enfermedades gastrointestinales, la gota o podagra.

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- Pablo de Egina, renombrado como cirujano y obstetra, cuyo Memorandum es un
brillante compendio de la Medicina Grecolatina.

Al caer Alejandría bajo la dominación árabe, la medicina bizantina se traslada a


Constantinopla, sin por ello, dar aportaciones novedosas. En esta época destacan el
monje Miguel Psellos reformador de la enseñanza ordenada por Constantino IX, cuyos
escritos versan fundamentalmente sobre dietética, terapéutica y fisiología. Simeón Seth,
médico cristiano, cuya Controversia con Galeno es un duro golpe a la cristianización de
éste, y finalmente Juan Actuario cuyas obras, Método Terapéutico y Sobre la Orina,
disfrutan de cierta trascendencia.
Como rasgos generales de la Medicina Bizantina puede decirse, que se reduce a un
sistema escolar, práctico sin ninguna trascendencia, sujeta al creciente dogmatismo
cristiano, carente del racionalismo griego ya en franca decadencia, y matizada en mayor
o menor grado por una reciente actitud supersticiosa.

Medicina Árabe

En el mundo Árabe existen dos factores que van a influir en forma muy importante en el
desarrollo de la Medicina. En primer lugar, el contacto con la literatura grecolatina que,
con avidez será traducida al árabe y en segundo lugar la actitud hacia el conocimiento
dictado por Mahoma. Para los musulmanes, la verdad no es atributo de la Physis; sino
que se muestra paulatinamente a través de la enseñanza de los profetas, como un don de
dios. Así, en el Corán se reconocen solo dos ciencias: la teología y la medicina, siendo la
medicina superior a la filosofía, ya que atiende por igual al cuerpo y el alma. El Médico es
considerado como Hakim (sabio o filósofo médico), hombre de ciencia y de práctica y su
práctica tendrá todo el apoyo oficial tanto civil como religioso, aunque con ciertas
limitaciones importantes, como la prohibición de las disecciones, esto debido a la creencia
que en el momento de la muerte el alma abandona paulatinamente el cuerpo y la
disección podría dañar al alma que aún no abandona al cuerpo.
La interpretación de la enfermedad está relacionada con la teoría de los humores y
potencias. A ellos se añaden las seis causas no naturales: el aire y los complejos
bebida/comida, sueño/vigilia, reposo/movimiento, vacuidad/repleción y finalmente los
sentimientos.
Galénicos también son el valor de los síntomas y signos diagnósticos y pronósticos, así
como la descripción de enfermedades. En la terapéutica se sigue un rígido orden. El
tratamiento deberá iniciarse invariablemente con medidas higiénicas y dietéticas,
dependiendo de factores propios de la enfermedad y del medio ambiente. En caso de
fracaso se recurre a la Farmacoterapia, cuya base la Hylika, de Dioscórides, ha sido
complementada con aportaciones persas e indias.

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Finalmente, la cirugía sumamente desarrollada interviene en los casos que han sido
refractarios a las medidas anteriores.
Son numerosos los médicos árabes cuyas aportaciones merecen ser mencionadas:
- Mesué el Viejo y Hunayn ben Ishaq con su Introducción a la Medicina Galénica y
Diez libros sobre los ojos.
- AlGafigi y Abi ben Isa con un libro de Instrucciones para los Oculistas (Monitorium
ocularium).
- Rhazés de Bagdad quien cultiva la clínica magistralmente, autor de dos obras
enciclopédicas sobre medicina, así como diversos tratados sobre todo tipo de
tópicos: anatomía, fisiología, dietética, utilización de los baños, alquimia, influencia
del clima y las estaciones, cauterizaciones, flebotomía y ética. Además de un tratado
sobre la viruela y el sarampión, en donde por primera vez se establecen las
características propias y diferenciales de estas enfermedades infecciosas. Por su
dedicación al estudio fue llamado “el Experimentador”.
- Avenzoar en Granada, cuestiona la anatomía de Galeno, escribe sobre los alimentos
y la dieta y descubre la etiología de la Sarna.
- Ibn Sina o Avicena, médico persa escribe la monumental obra en extensión y
profundidad que marca la cumbre de la Medicina árabe. En el Canon de Avicena, se
reúnen todos los conocimientos médicos de la época no solo como recopilación sino,
igualmente, como aportación personal del autor. Conviene resaltar el uso de las
suturas, del opio, mandrágora, y hioscina como analgésicos y anestésicos. Avicena
fue poeta, filósofo, geólogo y astrónomo, rivaliza con Galeno por el título de
“Príncipe de la Medicina”.
- Abulcasim de Córdoba, crea el Vade Mecum, libro de cirugía considerado como
clásico hasta el siglo XVIII.
- Maimónides, cordobés judío y no árabe, trata numerosos tópicos médicos como la
higiene, la toxicología y la deontología.

Es importante señalar que en la Farmacología árabe se inicia un intento de análisis


experimental de los mismos, se especifican dosis, se analizan detalladamente los efectos,
se busca la reproducibilidad de las acciones e incluso se analizan los efectos sobre
animales. Los árabes añadieron numerosos medicamentos como la nuez vómica, la
moscada, el alcanfor, la casia, el ruibarbo, el sándalo y muchos otros.
Socialmente la Medicina árabe crea innovaciones importantes. Existe control estatal del
ejercicio médico, y las escuelas se erigen junto a las mezquitas. La Educación médica es
teórica y práctica, esta última en los hospitales, y a partir del año 931 se instituye un
examen profesional como requisito para ejercer la medicina, así como exámenes para las
diferentes especialidades. La construcción de hospitales se inicia alrededor del año 786,
en Bagdad (en donde se construye el primer manicomio). En ellos existe personal

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especializado para la atención de los enfermos, farmacia propia y servicio para enfermos
ambulantes. Se construyen hospitales especializados para diferentes enfermedades, así
como hospitales ambulantes con carácter esencialmente militar.
La deontología se basa en las normas Hipocráticas, aunque en la práctica existe una
diferencia importante entre la atención a las clases ricas y a los menesterosos.

Medicina Europea

La Medicina Europea debe analizarse reconociendo dos grandes épocas: la Medicina


Monástica, propia de la alta edad media y la Medicina de la baja edad media, en la cual
se retoman los conocimientos grecolatinos a través de la Medicina árabe.
La Medicina monástica se desarrolla dentro de los monasterios, la asistencia a los
enfermos es adoptada por los monjes. Ellos rescatan las escasas obras de autores clásicos,
las copian, las estudian y las traducen, con todo esto el bagaje médico es escaso. La
terapéutica y la cirugía sufren un marcado retroceso; la dietética se desarrolla en forma
importante, no solo como una lista de medidas higiénicas, sino como un modo integral de
vida. Junto a la medicina monacal existe igualmente otra seglar, pobre, desorganizada,
sin los recursos académicos monásticos y, por ende, sin mayor trascendencia.
Si la asistencia a los enfermos obedece más a un espíritu de caridad cristiana que a un
interés científico por la medicina, el afán por la educación va a traer como consecuencia
la creación de escuelas primero, de universidades más tarde, en las cuales los alumnos
pueden obtener una formación sólida en artes, teología, jurisprudencia y medicina.

Algunas figuras destacan en la Medicina de la Alta edad Media

- Isidoro de Sevilla es autor de una obra enciclopédica denominada Etimologías, que


trata de diversas enfermedades, materia médica, dietética y que goza de gran
aceptación en toda Europa.
- Beda el venerable, con su obra De natura rerum, proporcionando numerosas
referencias médicas.
- Rabano Mauro, con su tratado De rerum natura, que contiene Anatomía,
Terapéutica y Herbolaria.
- La Abadesa Hildegarda de Bingen, con sus disertaciones filosoficomísticas sobre la
salud y la enfermedad.

Durante la Alta edad Media, existe un deterioro importante en todos los campos del
saber. Esto debido a sus escasos conocimientos médicos, al predominio de imperativos
religiosos, a la enumeración casi exclusiva de síntomas y signos, a sus tratamientos

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basados principalmente en pobres medidas dietéticas y a una cirugía elemental. El bajo
nivel de la medicina favorece el florecimiento de una medicina popular mágica y
supersticiosa.
A partir de los Siglos XI y XII ya como fenómeno propio de la Baja Edad Media se generan
importantes centros culturales que, en el campo de la medicina, se caracterizan por una
intensa labor de traducción de los textos árabes al latín. Es a través de estas escuelas
que toda la cultura médica clásica, a través de los escritos árabes, va a ser redescubierta
en Europa.
La Enseñanza teórica de la Medicina se lleva a cabo en las escuelas, primero y en las
universidades más tarde; realizando el estudio de las artes liberales y posteriormente el
estudio de la medicina. La enseñanza práctica se realiza en los hospitales bajo la tutoría
de un médico experimentado. Los Hospitales sufren una gran transformación a lo largo
de la edad media; de simples albergues para peregrinos a los Hospitales episcopales o
municipales completos, teniendo en algunas ciudades, incluso, hospitales especializados
para leprosos y para enfermos mentales. Si bien en teoría la atención al enfermo se
fundamenta en la moral cristiana y se adoptan prácticas tales como la obligatoriedad de
la confesión previa a la atención médica, existen niveles de atención en función de la
posibilidad de pagar honorarios, y no es excepcional la búsqueda de fama y fortuna por
parte de muchos médicos. Las Leges Wisigothorum, tenían como objeto el sancionar los
errores y las imprudencias en la práctica de la Medicina.
La Escuela de Salerno fue fundada por cuatro médicos de distinta fe y nacionalidad: uno
romano, otro árabe y otro griego, siendo judío el restante. Esta escuela se vio favorecida
por su clima salubre, su proximidad al mediterráneo y la presencia de una cadena de
montañas cuyas faldas eran ricas en plantas y hierbas medicinales. Aunque era un centro
esencialmente laico existía una amplia tolerancia religiosa. Además de la presencia de
muchas mujeres médicos que dictaban las enseñanzas. Entre ellas una de las más
famosas fue Trotula, dedicada a la enseñanza de la Ginecología y Obstetricia,
Oftalmología, Odontología y Otología.
La enseñanza que se dictaba seguía a las doctrinas de los autores médicos griegos y
árabes, insistiéndose en dos aspectos de la exploración: la palpación del pulso y la
inspección de la orina. La Uroscopia alcanzó un nivel extraordinario en el medievo y,
llevada al extremo de una pseudociencia, reemplazó casi por completo los restantes
pasos del examen clínico.
En Salerno, con Pedro Diácono y Constantino el africano se traducen cerca de 30 obras
y se producen otras, tales como Natura Hominis y Summa Pulsum, de Alfano, el
Ocularum, de Benvenuto Grasso, y la famosa Articella, obra conjunta de varios autores.
Los estudios de medicina se organizan y los alumnos deben presentar exámenes para
obtener su grado académico, una vez egresados requieren de un diploma habilitante
para ejercer la profesión.
La actitud científica sufre una transformación radical. El Escolasticismo aboga por una
compatibilidad entre la fe y la razón. El hombre está hecho a semejanza de dios por su

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espiritualidad y por su inteligencia, por lo que debe buscar el conocimiento a través de
su razonamiento y de la experimentación. A pesar de ello los avances son discretos, en
parte debido a la pobreza de conocimientos imperante, al dogmatismo galénico vigente
ahora a través de la medicina árabe como nueva autoridad y a la férrea resistencia de la
Iglesia en aceptar toda innovación en relación a los cánones establecidos.
Los conocimientos anatómicos y fisiológicos no se modifican sustancialmente. El interés
por la Anatomía se fortalece debido en parte a la actitud que hacia ella tienen pintores
y escultores, a la ejecución de algunas autopsias con carácter médico legal y la
incorporación del debate como recurso didáctico en apoyo a la lección.
Es la escuela de Bolonia la que más figuras de renombre producirá a partir del Siglo XII:
- Guillermo de Saliceto con su tratado de Medicina práctica y cirugía (Anatomía
topográfica).
- Taddeo Alderotti gran clínico y anatomista; sus alumnos Mondino de Luzzi, autor de
una Anatomía, en la que gracias a numerosas disecciones efectuadas personalmente
en humanos y animales, modifica gran número de conceptos árabes y aporta otros
de su experiencia personal, y Henri de Mondeville cuya Anatomía tiene un enfoque
esencialmente quirúrgico y la gran obra Chirugia Magna, de Guy de Chauliac, en la
cual describe magistralmente tanto partes como órganos, así como la descripción de
numerosos instrumentos quirúrgicos.
- Arnaldo de Villanova, uno de los Médicos más afamados de la época, escribe sobre
Materia Médica, patología especial y sobre las fiebres. Autor de un Breviarium
practicae, que abarca todos los tópicos de la Medicina y de un Parabolae
medicationis.
- Rogerio de Salerno con su Practica Chirurgica, se constituye como un precursor del
nuevo enfoque práctico de la Cirugía.
- Teodorico da Lucca, con su obra Chirugia, trata temas novedosos como la
importancia de la sutura inmediata de las heridas; la sutura intestinal, las embolias
gaseosas y el redescubrimiento de la esponja soporífera (mezcla de opio, beleño y
mandrágora, entre otros) para la anestesia.
- Guy de Chauliac con su Chirugia Magna que se constituye en una auténtica obra
científica de Cirugía, sin perder por ello su carácter eminentemente práctico.

El concepto de enfermedades sigue siendo el Galénico. Su clasificación reconoce formas


hereditarias, contagiosas, constitucionales, regionales y epidémicas. Al agente causal se
le estudia su naturaleza, su fuerza de acción y su modo de acción siempre con una visión
Aristotélica.
El Diagnóstico se basa fundamentalmente en la observación de síntomas y signos y en
el razonamiento, con distinción de la enfermedad propiamente dicha, del enfermo y del

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modo particular de enfermar. Siguen vigentes el interrogatorio, la exploración del
enfermo y muy especialmente el estudio del pulso y la Uroscopia.
La Uroscopía adquirió un extraordinario auge en la edad media, lo prueban los
innumerables cuadros y grabados de la época que representan al médico examinando
con toda solemnidad y detenimiento, un frasco de vidrio en forma de botellón
conteniendo orina.
El origen del examen de orina como método semiológico se remonta a Hipócrates, pero
en el periodo medieval se llegó a un refinamiento absurdo, seudocientífico y además
excluyente de otros medios de exploración. No solo el examen del enfermo se reducía a
la uroscopía, fundándose en ella el diagnóstico, sino que el médico ni siquiera veía o
conocía al paciente, ya que la orina le era enviada por un familiar o allegado. La orina se
dejaba reposar y se buscaban las zonas de turbiedad (sedimento) que debían
corresponder a las zonas enfermas del organismo.
El tratamiento se fundamenta en los principios Hipocráticos, de nueva vez se considera
que existen enfermedades que se curan solas, otras que requieren intervención médica
y por último aquellas mortales por necesidad. La dietética se especializa, por lo que se
sugieren medidas especiales y medidas específicas de acuerdo a las características de
cada individuo.
A partir del Siglo XIII se separan nuevamente la Medicina y la Cirugía, separación que va
a durar por muchos siglos.
La Edad Media se caracteriza por una gran morbilidad, debido fundamentalmente a las
deplorables condiciones higiénicas y nutricionales de los siervos y a las constantes
guerras. Durante esa época aparecen epidemias que producen una gran mortandad. La
epidemia de Peste mata a 20 millones de personas entre 1348 y 1350, con lo que la
población europea se reduce a la mitad.

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