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Cuando una población microbiana se expone a un agente letal, la cinética de la muerte es casi
siempre exponencial ya que el número de supervivientes disminuye de forma geométrica con
el tiempo, lo que refleja el hecho de que todos los miembros de la población son igualmente
sensibles.
Fig1: curva de cinética de muerte de microorganismos al ser expuestos a un agente nocivo durante un tiempo
determinado.
La tasa de mortalidad nos indica solamente qué fracción de la población inicial sobrevive a un
determinado período de tratamiento. Para determinar el número real de sobrevivientes es
necesario conocer además el tamaño inicial de la población. Estos conocimientos son
ampliamente abordados en procedimientos de esterilización.
La radiación UV es uno de los agentes usados para reducir el número de población inicial,
donde cada dosis de radiación UV al que se somete a una célula tiene una probabilidad de
supervivencia específica. Al incidir la luz UV sobre microorganismos su letalidad la determinan:
número de impactos necesarios para matar una célula y facilidad con la que la luz UV alcanza
el blanco.
El principal mecanismo del efecto letal de la luz UV sobre las bacterias, se atribuye a su
absorción por el ADN y el resultante daño de este. Así provocan la formación de uniones
covalentes entre los residuos de pirimidina adyacentes pertenecientes a la misma cadena, lo
que provoca la formación de dímeros de pirimidina de tipo ciclobutano.
Esto produce distorsiones en la forma del DNA e interfiere en el apareamiento normal de las
bases. El resultado final es la inhibición de la síntesis de ADN y secundario a esto, inhibición del
crecimiento y la respiración.
Fotorreactivación
El ADN cuenta con mecanismos de reparación ante daños a su estructura para evitar la lisis de
la célula, entre ellos se encuentra la fotorreactivación, proceso de reparación directa. En esta
los dos dímeros de pirimidina unidos covalentemente, producto del daño con luz UV, son
monomerizados y restaurados al ser expuestos a luz visible.
Las enzimas responsables de la reparación son las ADN fotoliasas que utiliza luz para catalizar
la reacción. La enzima fotoliasa después de ser irradiada por un fotón con una longitud de
onda de entre 300-500 nm, dona un electrón al dímero de bases pirimidínicas, que inicia una
reorganización atómica. Esta reorganización atómica corresponde a la escisión de los enlaces
covalentes del anillo de ciclobutano del dímero de bases pirimidínicas. Cuando dichos enlaces
de los dímeros se rompen, se restablecen las dos bases pirimidínicas.
Fig2: proceso de reparación de ADN por las enzimas fotoliasas luego de ser expuestos a daños por radiación UV.
Stainer, R., Ingraham, J., Wheelis, M., Painter, P. Microbiology methods: Sterilization, The Microbial
world (5 ed., p. 18-45). Englewood Cliffs: Prentice-Hall, Inc.