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ECOLOGÍA

Todos los seres vivos tienen una manera de vivir que depende de su estructura
y fisiología y también del tipo de ambiente en que viven, de manera que los
factores físicos y biológicos se combinan para formar una gran variedad de
ambientes en distintas partes de la biosfera. Así, la vida de un ser vivo está
estrechamente ajustada a las condiciones físicas de su ambiente y también a
las bióticas, es decir a la vida de sus semejantes y de todas las otras clases de
organismos que integran la comunidad de la cual forma parte.

Cuanto más se aprende acerca de cualquier clase de planta o animal, se ve


con creciente claridad que cada especie ha sufrido adaptaciones para
sobrevivir en un conjunto particular de circunstancias ambientales. Cada una
puede demostrar adaptaciones al viento, al sol, a la humedad, la temperatura,
la salinidad y otros aspectos del medio ambiente físico, así como adaptaciones
a plantas y animales específicos que viven en la misma región.
La ecología es la ciencia que estudia las interrelaciones de los diferentes seres
vivos entre sí y con su entorno: «la biología de los ecosistemas» (Margalef,
1998, p. 2). Estudia cómo estas interacciones entre los organismos y su
ambiente afecta a propiedades como la distribución o la abundancia.
En un principio, Haeckel entendía por ecología a la ciencia que estudia las
relaciones de los seres vivos con su ambiente, pero más tarde amplió esta
definición al estudio de las características del medio, que también incluye el
transporte de materia y energía y su transformación por las comunidades
biológicas.

LOS PRECURSORES DE LA ECOLOGÍA

Hay que reconocer a los biólogos y geógrafos un papel fundamental en los


inicios de la ecología. Es justo recordar el aporte considerable de los griegos
clásicos. Por ejemplo, Aristóteles, además de filósofo, fue un biólogo y
naturalista de gran talla. Baste citar sus libros sobre la vida y costumbres de los
peces, fruto de sus diálogos con pescadores, y sus largas horas de
observación personal.

Si nos trasladamos al siglo XVIII, cuando la biología y la geografía se estaban


transformando en las ciencias modernas que hoy conocemos, es
imprescindible reconocer el carácter absolutamente ecológico del trabajo de los
fisiologistas en su progresivo descubrimiento de las relaciones entre la vida
vegetal y animal con los factores abióticos tales como la luz, el agua o el
carbono. Entre los muchos ejemplos posibles, es suficiente recordar las
investigaciones de Réaumur en el campo de la temperatura, así como las de
Leeuwenhoeck acerca de la formación del almidón en las plantas verdes.

También se realizaron durante el siglo algunos de los grandes viajes científicos


que permitieron un conocimiento más metodológico de los paisajes geográficos
de los diversos continentes, ejemplo entre otros del Conde de Buffon, autor de
los primeros tratados de biología y geología no basados en la Biblia; o
Alexander von Humboldt, el cual exploró y estudió durante cinco años las
tierras de América Latina.

El papel de los precursores del evolucionismo es asimismo fundamental,


porque intuían que no había ningún tipo de pre determinismo en la gran
variedad de especies vivientes existentes, sino progresivas adaptaciones
ambientales.

Erasmus Darwin, abuelo del universalmente famoso Charles Darwin, predijo


algunas de las grandes tesis evolucionistas que desarrolló años más tarde su
nieto y que influyeron de modo decisivo en las corrientes de pensamiento del
siglo XIX.

La ecología es la rama de la Biología que estudia las interacciones de los seres


vivos con su hábitat. Esto incluye factores abióticos, esto es, condiciones
ambientales tales como: climatológicas, edáficas, etc.; pero también incluye
factores bióticos, esto es, condiciones derivadas de las relaciones que se
establecen con otros seres vivos. Mientras que otras ramas se ocupan de
niveles de organización inferiores (desde la bioquímica y la biología molecular
pasando por la biología celular, la histología y la fisiología hasta la sistemática),
la ecología se ocupa del nivel superior a éstas, ocupándose de las poblaciones,
las comunidades, los ecosistemas y la biosfera. Por esta razón, y por ocuparse
de las interacciones entre los individuos y su ambiente, la ecología es una
ciencia multidisciplinaria que utiliza herramientas de otras ramas de la ciencia,
especialmente geología, meteorología, geografía, sociología, física, química y
matemáticas.
La ecología se puede estudiar desde tres enfoques o puntos de vista: el
descriptivo, el funcional y el evolutivo.

El descriptivo se ocupa de justamente describir a los grupos de animales y a


la vegetación del planeta, atendiendo a las relaciones que surgen entre ellos.
La unidad de estudio es el ser vivo.

En el enfoque evolutivo se investigan las causas por las que la selección


natural ha favorecido adaptaciones específicas, que son las que determinaron
la existencia de ciertos organismos en la actualidad y, eventualmente, la
extinción de otros. Es un aspecto muy interesante de la ecología del cual
mucho se puede aprender. A veces se le llama a este enfoque darwiniano, en
alusión a Charles Darwin, quien se ocupó profundamente del tema del origen
de las especies. La evolución se contempla como un proceso continuo a lo
largo de gran cantidad de tiempo.

Por último, el enfoque funcional se ocupa de las relaciones dentro de los


ecosistemas, tratando de entender la dinámica ya no de los individuos, sino de
las poblaciones y las comunidades.
Aunque todos son relevantes, este último es el que más importancia ha
adquirido en las últimas décadas. Por otro lado, como no es posible estudiar
todas las interrelaciones del planeta a la vez, la ecología las aborda
principalmente en tres niveles de integración: el de las poblaciones (que surgen
por la sumatoria de los individuos), el de las comunidades y el de ecosistema,
que sería el más amplio y abarcativo de los tres.

HABITAD Y NICHO ECOLÓGICO

Hábitat es el lugar físico en que vive el organismo, ya sea en la tierra, en el


suelo o en el agua junto con los factores Bióticos y Abióticos.
El hábitat puede ser muy amplio, como el océano abierto o los bosques de
coníferas del hemisferio norte; también puede ser muy limitado, como las
charcas de marea o las glándulas sebáceas de un mamífero o tan restringidas
como una piedra.

Cada ser vivo tiene un conjunto de adaptaciones que definen el hábitat que
puede ocupar. Así, por ejemplo, las nutrias reúnen un conjunto de
adaptaciones (pies palmeados, piel aislante, cuerpo hidrodinámico, capacidad
para el buceo) que hace que los ríos constituyan su hábitat ideal.

El concepto de nicho ecológico es más amplio, pues incluye el espacio físico


y, por, sobre todo, la función desempeñada por el organismo en el
ecosistema. Algunos autores también incluyen en el concepto: las
adaptaciones, uso de recursos y estilo de vida del organismo, y asumen que
implica numerosas dimensiones.
Así pues, siguiendo con el ejemplo de la nutria, podemos decir que su nicho
ecológico es ser un carnívoro que vive asociado a cursos de agua, que captura
peces y otros animales acuáticos y que requiere aguas limpias. Lógicamente
compite con otros animales que también se alimentan de peces como las
culebras acuáticas.
Se deduce entonces que organismos de distintas especies pueden compartir el
hábitat, pero que es prácticamente imposible que coincidan en el mismo nicho
ecológico. De ser así, se comienza a establecer un fenómeno de exclusión
competitiva o una de las especies deberá cambiar su nicho.
CONTAMINACIÓN AMBIENTAL

La acción y el efecto de introducir materias o formas de energía, o inducir


condiciones en el agua que, de modo directo o indirecto, impliquen una
alteración perjudicial de su calidad en relación con los usos posteriores o con
su función ecológica.

El concepto de degradación del dominio público hidráulico a efectos de


esta Ley, incluye las alteraciones perjudiciales del entorno afecto a dicho
dominio.
Se denomina contaminación ambiental a la presencia en el ambiente de
cualquier agente (físico, químico o biológico) o bien de una combinación de
varios agentes en lugares, formas y concentraciones tales que sean o puedan
ser nocivos para la salud, la seguridad o para el bienestar de la población, o
bien, que puedan ser perjudiciales para la vida vegetal o animal, o impidan el
uso normal de las propiedades y lugares de recreación y goce de los mismos.
La contaminación ambiental es también la incorporación a los cuerpos
receptores de sustancias sólidas, liquidas o gaseosas, o mezclas de ellas,
siempre que alteren desfavorablemente las condiciones naturales del mismo, o
que puedan afectar la salud, la higiene o el bienestar. A medida que aumenta
el poder del hombre sobre la naturaleza y aparecen nuevas necesidades como
consecuencia de la vida en sociedad, el medio ambiente que lo rodea se
deteriora cada vez más. El comportamiento social del hombre, que lo condujo a
comunicarse por medio del lenguaje, que posteriormente formó
la cultura humana, le permitió diferenciarse de los demás seres vivos. Pero
mientras ellos se adaptan al medio ambiente para sobrevivir, el hombre adapta
y modifica ese mismo medio según sus necesidades.

El progreso tecnológico, por una parte y el acelerado crecimiento demográfico,


por la otra, producen la alteración del medio, llegando en algunos casos a
atentar contra el equilibrio biológico de la Tierra. No es que exista una
incompatibilidad absoluta entre el desarrollo tecnológico, el avance de la
civilización y el mantenimiento del equilibrio ecológico, pero es importante que
el hombre sepa armonizarlos. Para ello es necesario que proteja
los recursos renovables y no renovables y que tome conciencia de que el
saneamiento del ambiente es fundamental para la vida sobre el planeta La
contaminación es uno de los problemas ambientales más importantes que
afectan a nuestro mundo y surge cuando se produce un desequilibrio, como
resultado de la adición de cualquier sustancia al medio ambiente, en cantidad
tal, que cause efectos adversos en el hombre, en los animales, vegetales
o materiales expuestos a dosis que sobrepasen los niveles aceptables en la
naturaleza. La contaminación puede surgir a partir de ciertas manifestaciones
de la naturaleza (fuentes naturales) o bien debido a los
diferentes procesos productivos del hombre (fuentes antropogénicas) que
conforman las actividades de la vida diaria. Las fuentes que generan
contaminación de origen antropogénico más importantes son: industriales
(frigoríficos, mataderos y curtiembres, actividad minera y petrolera),
comerciales (envolturas y empaques), agrícolas (agroquímicos), domiciliarias
(envases, pañales, restos de jardinería) y fuentes móviles (gases de
combustión de vehículos). Como fuente de emisión se entiende el origen físico
o geográfico donde se produce.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

Mader, S. (2008). Biología. Novena edición. Editorial Mac Graw- Hill

Starr. C. (2005). Biología la unidad y divisibilidad de la vida. Décima edición.


Editorial Thomson.
CAPA DE OZONO

Entre los 19 y los 23 kilómetros por sobre la superficie terrestre, en la estratosfera, un delgado
escudo de gas, la capa de ozono, rodea a la Tierra y la protege de los peligrosos rayos del sol.
El ozono se produce mediante el efecto de la luz solar sobre el oxígeno y es la única sustancia
en la atmósfera que puede absorber la dañina radiación ultravioleta (UV-B) proveniente del
sol. Este delgado escudo hace posible la vida en la tierra.
Desde 1974, los científicos nos han advertido acerca de una potencial crisis global como
resultado de la progresiva destrucción de la capa de ozono causada por sustancias químicas
hechas por el hombre, tales como los clorofluorocarbonos (CFCs).
El efecto de la disminución del ozono sobre la superficie terrestre es el aumento de los niveles
de radiación ultravioleta B. Este tipo de radiación UV-B daña a los seres humanos, animales y
plantas.
Los incrementos en la radiación UV-B han sido observados no sólo bajo el agujero de ozono
en la Antártica, sino en otros sitios como los Alpes (Europa) y Canadá (América del Norte).

1. EFECTOS EN LA SALUD HUMANA


1.1 Cáncer de piel
Hoy se estima que los índices de cáncer de piel aumentaron debido a la disminución del
ozono estratosférico. El tipo más común de cáncer de piel, es el melanoma, a causa de las
exposiciones a la radiación UV-B durante varios años.
Existen ya personas que han recibido la dosis de UV-B que puede provocar este tipo de
cáncer. Se calcula que entre 1979 y 1993 este tipo de dosis de UV-B se incrementó en un
8,9 por ciento en los 55° latitud Norte (aproximadamente a la altura de Copenhague y
Moscú); 11,1 por ciento a los 45° latitud Norte (Venecia y Montreal); y 9,8 por ciento a los
35° latitud Norte (Chipre, Tokio y Menphis). El promedio entre los 55° y los 35° latitud
Norte fue del 10 por ciento y se estima que los incrementos fueron mayores en el
hemisferio sur.

1.2 El Sistema Inmunológico

Las defensas de una persona para combatir las infecciones dependen de la fortaleza de su
sistema inmunológico. Se sabe que la exposición a la luz ultravioleta reduce la efectividad
del sistema inmunológico, no sólo relacionándose con las infecciones a la piel sino también
con aquellas verificables en otros partes del organismo.
PNUMA destaca que los efectos sobre el sistema inmunológico encierra uno de los
interrogantes de mayor preocupación y sugiere que la exposición a la radiación UV-B
podría influenciar adversamente la inmunidad contra enfermedades infecciosas.Por
ejemplo: Leishmaniasis y malaria, e infecciones micóticas como la cándida. La exposición
a la radiación UV-B bien puede hacer que el sistema inmunológico tolere la enfermedad en
lugar de combatirla. Esto podría significar la inutilidad de los programas de vacunación
tanto en países industrializados como en vías de desarrollo.

2. ECOSISTEMAS ACUÁTICOS

La pérdida del fitoplancton, base de la cadena alimentaria marina, ha sido observada como
causa del aumento de la radiación ultravioleta.
Bajo el agujero de ozono en la Antártica la productividad del fitoplancton decreció entre el
6 y el 12 por ciento. PNUMA indica que un 16 por ciento de disminución de ozono podría
resultar en un 5 por ciento de pérdida de fitoplancton, lo cual significaría una pérdida de 7
millones de toneladas de pescado por año alrededor del 7 por ciento de la producción
pesquera mundial.
El 30 por ciento del consumo humano de proteínas proviene del mar, esta proporción
aumenta aún más en los países en vías de desarrollo.

3. ECOSISTEMAS TERRESTRES
3.1 Animales
Para algunas especies, un aumento de radiación UV-B implica la formación de cáncer de
piel.
Esto se ha estudiado en cabras, vacas, gatos, perros, ovejas y animales de laboratorio y
probablemente esté señalando que se trata de una característica común a varias especies.
Las infecciones en bovinos pueden agravarse con un aumento de la radiación UV-B.
3.2 Plantas

En muchas plantas la radiación UV-B puede tener los siguientes efectos adversos: Alterar
su forma y dañar crecimiento de plantas; reducir el crecimiento de los árboles; cambiar los
tiempos de florecimiento; hacer que las plantas sean más vulnerables a las enfermedades y
que produzcan sustancias tóxicas. Incluso podría haber pérdidas de biodiversidad y
especies.
Entre los cultivos en los que se registraron efectos negativos debido a la incidencia de la
radiación UV-B figuran la soja y el arroz.

4. CONTAMINACIÓN DEL AIRE

Las pérdidas de ozono en la alta atmósfera, hacen que los rayos UV-B incrementen los
niveles de ozono en la superficie terrestre, sobre todo en áreas urbanas y suburbanas,
alcanzando concentraciones potencialmente nocivas durante las primeras horas del día.
El ozono de baja altura puede causar problemas respiratorios y agravar el asma, así como
también dañar a los árboles y a algunos cereales.
Además, los bajos niveles de ozono contribuyen con el incremento de los problemas
causados por la lluvia ácida.

EFECTO INVERNADERO

Se denomina efecto invernadero al fenómeno por el cual determinados gases, que son
componentes de la atmósfera planetaria, retienen parte de la energía que el suelo emite por
haber sido calentado por la radiación solar. Afecta a todos los cuerpos planetarios dotados de
atmósfera. De acuerdo con la mayoría de la comunidad científica, el efecto invernadero se está
viendo acentuado en la Tierra por la emisión de ciertos gases, como el dióxido de carbono y el
metano, debido a la actividad humana.

Este fenómeno evita que la energía solar recibida constantemente por la Tierra vuelva
inmediatamente al espacio, produciendo a escala mundial un efecto similar al observado en un
invernadero.

BALANCE DE CALOR
La mayor parte de la energía que llega a nuestro planeta procede del Sol. Viene en forma de
radiación electromagnética. El flujo de energía solar que llega al exterior de la atmósfera es una
cantidad fija, llamada constante solar.

Los flujos de energía entrante y saliente interaccionan en el sistema climático ocasionando


muchos fenómenos tanto en la atmósfera, como en el océano o en la tierra. Así la radiación
entrante solar se puede dispersar en la atmósfera o ser reflejada por las nubes y los aerosoles. La
superficie terrestre puede reflejar o absorber la energía solar que le llega. La energía solar de
onda corta se transforma en la Tierra en calor. Esa energía no se disipa, se encuentra como calor
sensible o calor latente, se puede almacenar durante algún tiempo, transportarse en varias
formas, dando lugar a una gran variedad de tiempo y a fenómenos turbulentos en la atmósfera o
en el océano. Finalmente vuelve a ser emitida a la atmósfera como energía radiante de onda
larga. Un proceso importante del balance de calor es el efecto albedo, por el que algunos objetos
reflejan más energía solar que otros. Los objetos de colores claros, como las nubes o la
superficie nevada, reflejan más energía, mientras que los objetos oscuros absorben más energía
solar que la que reflejan. Otro ejemplo de estos procesos es la energía solar que actúa en los
océanos, la mayor parte se consume en la evaporación del agua de mar, luego esta energía es
liberada en la atmósfera cuando el vapor de agua se condensa en lluvia.

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