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11- Intervenciones psicológicas en los distintos niveles de atención de la salud y ante problemáticas

específicas. La Psicología y los niveles de prevención.

La promoción de la salud y la prevención de enfermedades como actividades propias de la labor de los


psicólogos. – Alves, Carmo y Jiménez.

En la APS (Atención Primaria a la Salud) las intervenciones deben volcarse en la salud general de los
individuos dentro de sus colectivos sociales, priorizándose la promoción y la prevención. En ASS
(Atención Secundaria a la Salud) se brindan intervenciones especializadas; es donde actúan los
Psicólogos clínicos. En ATS (Atención Terciaria a la Salud) se trabaja en hospitales e investigaciones
epidemiológicas.

La promoción de la salud general: Promover la salud significa educar para una salud óptima. Para
diferenciar de acciones de prevención se plantea que las acciones de promoción deben ser anteriores a
las de acción preventiva. Se deben pensar en base al perfil epidemiológico de la población y se propone
y facilitan acciones antes de la aparición de las enfermedades. Se tiene un compromiso ético de mejorar
el potencial de salud socioecológico de las comunidades.

La prevención de enfermedades: Existen tres niveles.

- Prevención primaria: No van dirigida a un individuo sino a planes de educación para la salud,
basándose en problemas epidemiológicos, por ende, debe hacerse antes de que se encuentra un
problema concreto.

-- Intervención primaria: Directamente sobre una queja de un individuo o colectivo. Es la primera acción
ante un problema que deberá ser identificado y orientado. Si se necesita una intervención psicológica
especializada, se deriva a otro nivel de atención, ya que se prioriza la salud general no la mental.

-Prevención secundaria: Se procura acompañar al paciente para prevenir el agravamiento de la dolencia.


Se trabaja principalmente sobre la adherencia al tratamiento; se puede trabajar en grupos u otras
técnicas.

--Intervención secundaria: Se trata de las asistencias especializadas, por ejemplo, problemas de salud
mental, en donde se necesita de la psicología clínica y/o la psicoterapia. Paradójicamente, es el campo
más problemático en la Salud pública ya que la dedicación a este tipo de atención se realiza en un 80%
en APS, lo que impide desarrollar otras actividades más importantes para el primer nivel de atención.

- Prevención de tercer nivel: Incluye el seguimiento de pacientes en tratamiento clínico, quirúrgico,


quimioterápico y radioterápico. Se trabaja en la preparación para cirugías, readaptación a una situación
después de un diagnóstico de cáncer, SIDA u otros (se ayuda a que estos pacientes desarrollen una
nueva perspectiva de vida con otros valores que les de soporte para afrontar la nueva realidad en
consecuencia de su dolencia).
-- Intervención de tercer nivel: investigación de los factores biopsicosociales que intervienen en la
etiología de los problemas de salud, aproximación epidemiológica, aspectos conductuales, cognitivos,
sociales, económicos, evolutivos y fisiológicos que tienen relación con la salud-enfermedad.

Conclusión: La prevención de enfermedades es pertinente en todos los niveles de asistencia en salud.

Aplicaciones de la psicología en el proceso salud-enfermedad. – Martín Alfonso.

La Psicología de la Salud es una rama aplicada de la Psicología que se dedica al estudio de los
componentes subjetivos del proceso salud-enfermedad y de la atención a la salud. Se interesa por todos
los aspectos psicológicos que intervienen en la determinación del estado de salud.

Antecedentes:

- Psicología clínica: Asociada al trabajo de instituciones para enfermos mentales.

- Psicología médica: Aplicación de la Psicología a la comprensión de las manifestaciones y


comportamientos del enfermo.

- Medicina conductual: papel de comportamientos aprendidos en el origen y manifestaciones de la


enfermedad.

- Psicología comunitaria: enfoque socio comunitario para la atención de problemas de salud.

La Psicología de la Salud tiene como ámbitos todos los niveles de atención, el estudio de factores
subjetivos que intervienen en el funcionamiento de organizaciones laborales de salud y sus
trabajadores, Sistema de salud, Salud pública, educación para la salud, planeación, financiamiento y
legislación sobre la salud.

Se parte de la idea de que la enfermedad tiene una historia natural de evolución. En cada una de estas
fases los procesos subjetivos y, por lo tanto, las intervenciones psicológicas, atienden aspectos
diferentes.

1.- Salud: Se estudia la forma de favorecer la conservación de la salud a través de la adopción de estilos
de vida por medios eficaces de promoción de salud y conductas preventivas. La decisión de las personas
está relacionada a diferentes factores donde se interceptan modelos de aprendizaje, factores sociales,
creencias de las personas. Una vertiente es la de los modelos salutogénicos que sustentan la tendencia a
la salud a partir de la elaboración de recursos personales que se convierten en inmunógenos. Una rama
de la medicina que estudia la relación entre factores psicológicos y el sistema inmune es la
Psiconeuroinmunología. Algunos de los aspectos en los que se enfoca la Psicología de la Salud son los
factores psicológicos de riesgo para la aparición de enfermedades, como lo son el estrés, el papel de la
personalidad, emociones como ira, depresión y ansiedad y la visión mental de la vida, ya sea optimista o
pesimista.
2.- Enfermedad asintomática, posible de ser detectada: Se procura trabajar sobre el estrés y malestar
físico y emocional que significa pasar por procedimientos diagnósticos, así como la espera de resultados.

3- Enfermedad sintomática aun no diagnosticada: El tiempo que pasa entre el inicio de los síntomas y la
decisión del paciente de buscar ayuda médica está influenciado por diferentes factores psicosociales
como los valores y creencias, desigualdades económicas, situación en la que aparecen los síntomas,
sexo, edad, y con particular énfasis en lo psicológico, las atribuciones y estigmas que contienen juicios
sobre la enfermedad.

4.- Enfermedad manifiesta en el momento del diagnóstico: Se presentan problemas sobre la relación
médico-paciente. El significado personal de la enfermedad influye en la respuesta emocional y las
conductas de afrontamiento de la misma. En función de esto el paciente adopta su ‘rol de enfermo’.

5.- Desarrollo de la enfermedad; influencia del tratamiento: Dificultades en el cumplimiento del


tratamiento. Se diferencia cumplimiento de adherencia. El primero hace referencia al proceso a través
del cual el paciente lleva a cabo adecuadamente las indicaciones del terapeuta. Adherencia se entiende
como una implicación activa y colaboración voluntario del paciente en un desarrollo de comportamiento
aceptado de mutuo acuerdo. Algunos factores que modulan la adherencia a un tratamiento son: la
naturaleza de la enfermedad, las características del régimen terapéutico, las características de la
interacción del paciente con el profesional sanitario, aspectos psicosociales del paciente (creencias
sobre amenaza, estimación de riesgos), la motivación del paciente por la salud, las características de sus
procesos cognitivos y el apoyo social.

6.- Calidad de vida del enfermo crónico: Si el tratamiento es eficaz se logra una recuperación; cuando no
es así, se pasa a un estado crónico. Una vertiente de trabajo refiere a la calidad de vida del enfermo
crónico. La rehabilitación es el componente de la prevención que se centra en la reducción o eliminación
de una discapacidad. Cuando todos los recursos terapéuticos han sido agotados sin éxito,
inevitablemente sobreviene la muerte. Ésta tiene un condicionamiento histórico y social muy
importante. Ha estado surgiendo una nueva cultura donde se considera necesario crear un arte humano
de morir ya que a nadie se le enseña a morir. Corresponde a la Psicología de la salud investigar y
elaborar recomendaciones que permitan lograr adecuadas estrategias de afrontamiento a la muerte en
tres direcciones: en cuanto al equipo de salud (cierta proximidad pero manteniendo un distanciamiento
respetuoso), los familiares (deben mostrar apoyo constante, ayudar a resolver asuntos pendientes,
reconciliarse con su situación) y la forma en que el paciente afronta su propia muerte (permitir el pasaje
por estadios psicológicos: negación, aislamiento, ira, hostilidad, resentimiento, negociación, regateo,
depresión y aceptación).

La Psicología de la salud debe incluir la intervención psicológica en todos los momentos de la evolución
de la enfermedad. También se trabaja por mejorar la eficiencia de la intervención psicológica.
Cap 5: La Psicología en la atención primaria de la Salud- Morales Calatayud.

Atención primaria es un modo de organizar la atención de la salud que se hace lo más cerca posible de la
gente y que se lleva a cabo en instituciones que no son de alta complejidad estructural, pero sí de
eficiencia, ya que los recursos que se usan deben ser los más adecuados. Se atienden problemas
prioritarios para la salud de esa población en particular. Deber ser llevada a cabo por equipos
interdisciplinarios.

Promoción de la salud.

Documentos:

- Informe Lalonde (1974): Proceso para capacitar a las personas para aumentar el control y mejorar su
salud.

- Carta de Ottawa (1986): Proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y
ejercer un mayor control sobre la misma. La salud se percibe no como objetivo sino como fuente de
riqueza de la vida cotidiana. Se acentúan los recursos sociales y personales así como las aptitudes físicas.
La salud no concierne exclusivamente al sector salud, es decir, tiene un carácter multisectorial y
multidisciplinario.

Formas de llevar a cabo la promoción de la salud:

- Determinar modelos de salud.

- Fomentar estilos de vida sanos.

- Establecer estrategias de comunicación social.

- Desarrollar técnicas de trabajo comunitario.

Estilo de vida: Conjunto de comportamientos que un individuo pone en práctica de manera consistente
y sostenida en su vida cotidiana y que puede ser pertinente para el mantenimiento de la salud o que lo
colocan en situación de riesgo para la enfermedad.

Prevención y el control del riesgo de enfermar.

Es difícil separar, en la práctica, de la promoción, pero si se quisiera, se apunta al control de riesgos


asociados a un problema de salud específico. A los Psicólogos les interesan, particularmente, los riesgos
que se asocian al comportamiento y a las circunstancias del ambiente social que los favorece.

- Riesgo psicosocial

- Acontecimientos significativos de la vida: Juegan un papel importante en los estados de enfermedad y


los accidentes.
- Estrés: Es una respuesta del organismo que se presenta frente a un estímulo. Éste es significativo en la
medida de la significación atribuida al mismo. El estrés afecta si no se tienen recursos personales para
manejarlo.

- Patrón de comportamiento tipo A: Se asocia a enfermedades cardiovasculares y consiste en


multiplicidad de metas, hostilidad, competitividad, irritabilidad, etc. Sirve como guía, no algo rígido, para
ver la interacción del individuo con el medio.

- Las creencias sobre la salud: Pueden orientar el comportamiento hacia un mayor o menor riesgo.

- Aislamiento/Apoyo social: Las personas que se aíslan tienen más riesgo de enfermar y agravar su
condición.

Estos comportamientos/situaciones ponen en riesgo a la persona y son sobre los que se busca prevenir.
Se hace énfasis en la actitud y comportamiento de la persona tanto como en el ambiente social que
refuerza estos comportamientos o que no posibilita su disminución. Se considera que en el primer nivel
de atención es donde el Psicólogo puede ser de mayor utilidad. Tomando como guía en el ciclo vital,
puede prestar atención en Salud reproductiva, niños, adolescentes, adultos y adultos mayores,
orientando sus acciones principalmente hacia brindar información, ayudar a la adaptación de la etapa o
situaciones intrínsecas a la misma, ofrecer atención terapéutica. Para trabajar en APS, es necesario que
el Psicólogo tenga formación en trabajo en comunidad, manejo de grupos, diagnóstico, además de las
herramientas habituales.

Cap 6: La Psicología en los hospitales y centros de rehabilitación.

La atención secundaria y terciaria se relaciona al período patogénico de la enfermedad y de sus


secuelas.

A partir de los ’70 la Psicología se ha visto más involucrada en los hospitales a raíz de los siguientes
hechos: aumento de reconocimiento del papel de las variables psicológicas en la evolución de las
enfermedades, aumento del interés por la calidad de los servicios, surgimiento de los cuidados
intensivos que requieren nuevas formas de atención y relación, aumento del interés por los recursos no
farmacológicos, aumento del trabajo en equipos, etc.

El componente psicológico de las enfermedades: La enfermedad no supone, únicamente, el daño o


disfunción sino el estado de reconocimiento de la misma por parte de la persona, sus familiares y el
médico. ‘El rol del enfermo’ trae consigo una gran cantidad de representaciones acerca del significado
del mismo, por lo que puede haber diferencias entre las disfunciones y los comportamientos que se
despliegan. Hoy se asume que, en mayor o menor grado, todas las enfermedades tienen elementos de
carácter psicológico.

El servicio de Psicología en los hospitales: Es necesario que exista un servicio de Psicología sin
subordinación a ningún otro que permita gestionar las tareas pertinentes. Deben estar integrados a los
servicios médicos de las distintas especialidades. Es ideal que se tenga cierta formación específica en la
especialidad con la que se trabaja. Objetivos de la Psicología en hospitales: Asistencia a enfermos y
familiares, docencia, investigación y acción institucional (en cuanto a procurar mejorar los servicios).
Algunos de los problemas que ameritan atención desde la Psicología refieren a servicios clínicos y
quirúrgicos para adultos, para niños, de ginecología y obstetricia, así como en el trabajo con
enfermedades mentales. Siempre se tiende al reconocimiento y trabajo de los aspectos psicológico, mas
siempre debe ser en estrecha articulación con las distintas especialidades y servicios del hospital, para
no crear más división entre disciplinas. El trabajo puede referirse al enfermo en sí, a sus familiares (en
cuanto a formas de relación, comunicación y adaptación), a la relación médico-paciente
(principalmente, para que la comunicación sea efectiva y sensible).

Centros de rehabilitación: Se procura reducir las limitaciones estables o desarrollar nuevas capacidades
que permitan el desempeño autónomo de la persona con discapacidad. El Psicólogo debe evaluar las
limitaciones en términos de repercusión psicológica, ofrecer tratamiento, evaluar y favorecer el apoyo
familiar y social, orientar vocacionalmente y asesorar al equipo de atención acerca del manejo de
aspectos psicológicos.

12.- Equipos de salud e interdisciplina. Aportes de la Psicología a la formación de recursos humanos en


salud. La salud de los trabajadores de la salud.

El desafío de la interdisciplina en la formación de los profesionales de la salud.- Cortázar y Gandolfi.

En la formación de los futuros profesionales se deben conjugar acciones en contextos reales con énfasis
en la promoción y la prevención, por lo que se hace necesario apelar a la interdisciplina (la cual se
incluye en la estrategia APS como rasgo fundamental). La interdisciplina implica reorganizar el
conocimiento más allá de las fronteras definidas por las disciplinas, superar las limitaciones
metodológicas de cada disciplina, sin embargo, requiere un alto nivel de competencia disciplinaria. Se
plantea el problema de una manera en la que no puede ser resuelto por una sola disciplina.

La interdisciplina puede ser también un espacio de conflicto, producto del trabajo que supera los límites
disciplinarios.

Condiciones para una experiencia interdisciplinaria: Espacio de consenso, una concepción integral de la
salud, posicionamiento ético-ideológico que enmarque las acciones en una perspectiva de derechos
humanos en general y particularmente en equidad en salud, una actitud de respeto hacia las personas y
comunidades destinatarias de las acciones y una ubicación del saber disciplinario en un contexto de
diálogo con otros saberes, reconociendo las limitaciones del propio saber.

Con respecto al rol del Psicólogo en un equipo interdisciplinario, surge una paradoja: podemos ser
integrantes de equipos y, a la vez, portadores de aquellos conocimientos que permiten la comprensión
de los procesos de conformación y las dinámicas de funcionamiento de dichos equipos (Ser el Psicólogo
del grupo).

Algunas actitudes que favorecen el trabajo en un equipo interdisciplinario son: capacidad de asombro,
respeto hacia el otro, aceptación de diferencias, tolerancia, aceptar límites, cuestionar ideas
preconcebidas.

Equipos de salud: El desafío de la integración disciplinar. – Galván.

El área de salud se caracteriza por la fragmentación disciplinar. Esta realidad refleja que la subdivisión
del saber se da también en función de una experticia resultante de la profundización y el
perfeccionamiento en determinado campo. Es imposible para una persona conocer todas las áreas de
estudio posibles, sin tener el riesgo de perder en términos de profundidad. Por otro lado, la híper
especialización también trae daños en la medida en que se pierda la noción del funcionamiento global
del objeto de estudio, lo cual es desastroso al tratarse de la salud.

En los equipos de salud se pretende que estén representadas diversas disciplinas, mas no asiladas, sino
en una tentativa de abarcar un todo, a través de la conjunción de las partes.

En este artículo se pretende traer a colación algunas barreras que se pueden encontrar a la hora de
pensar en un espacio de cambio e integración entre las disciplinas involucradas en la atención de la
salud.

Diferencias entre multi, inter y transdisciplinariedad: se consideran como cualidades de los equipos,
como un modo de operar en determinado momento. Se parte de la idea de que este funcionamiento
puede darse teniendo un nivel de madurez determinado, tanto a nivel de grupo como individualmente.
Se ve en muchos equipos una rígida división disciplinar, con apariencia de integración, la cual se refleja
en el pobre trabajo con los usuarios.

Se piensan tres niveles de barreras: individual, grupal e institucional. A nivel individual se puede ver el
lugar propio en el equipo, el cual tradicionalmente ofrece un lugar predeterminado al individuo según la
disciplina que representa. Esta idea está ligada al título profesional y la inseguridad que puede generar
en torno a la identidad, si la persona se identifica cabalmente con su profesión. Se necesita, entonces,
contar con personas que tengan un grado de madurez que les permita buscar un lugar de pertenencia
que no esté basado en lo profesional. A nivel grupal, se considera que los profesionales deben tener un
objetivo común. Un obstáculo apreciable es el surgimiento de cuestiones relativas a las dinámicas de
grupo o relaciones interpersonales. A nivel institucional, lo principal es la noción de que saber=poder.,
además donde un saber no formalizado es subordinado. Se ve en la relación médico-paciente, donde
este último es convocado a asumir un rol pasivo y el saber médico aparece como campo dominante.
Para promover la cooperación es necesario que exista una estructura organizativa que soporte la
democratización del saber.
Uno de los caminos para alcanzar un nivel cada vez mayor de integración disciplinar es la ampliación de
conceptos intrínsecos a la asistencia en salud, partiendo del propio concepto de salud. Paralelamente, es
necesario invertir en la capacitación de los profesionales para el trabajo en equipo.

Entonces, ¿qué sería la madurez de un equipo de salud? La capacidad de apropiarse de las


potencialidades y contribuciones de cada individuo que lo compone. Cada parte de este todo debe tener
un grado de permeabilidad que le permita modificar y ser modificado en el proceso de construcción de
un saber y un hacer que trascienda el límite de lo individual.

A propósito del trabajo de los equipos de salud con la comunidad: problemas y potencialidades.-
Giorgi.

Algunas coordenadas que definen un posicionamiento para pensar los equipos de salud: Concepción
integral de la salud, Descentramiento de las instituciones y sus técnicos (la salud no está en el sistema
sanitario sino en los espacios cotidianos; se aproxima la salud al concepto de calidad de vida), Evitación
de gnosologías patologizantes (los malestares tienen causalidades complejas y multideterminadas), El
equipo como sistema abierto (a la comunidad, sistema de salud, sistema universitario de la formación
de recursos humanos).

Algunos ejes de problematicidad que atraviesan a los equipos de salud mental:

- Discurso interdisciplinario y práctica corporativa: El trabajo del equipo transcurre en una permanente
alternancia de cooperación y confrontación a través de la cual se construye un marco referencial
compartido.

- Carencias formativas para el trabajo comunitario y actitud voluntarista: Existe un nuevo mapa de
saberes que busca reflejar la multiplicidad de saberes que se ponen en juego en el trabajo en salud.
Muchas veces esto implica un desconocimiento del saber acumulado por las profesiones de mayor
tradición en el trabajo con colectivos.

- Choque de culturas: Entre la cultura de los técnicos y la de la comunidad. Desde los técnicos, es
necesario superar la fantasía narcisista de que el proceso de intervención es exitoso en la medida de que
el otro devenga como nosotros.

- Impotencia y paralización ante las pobrezas: Los técnicos suelen impactarse ante situaciones de
carencia generándose un corrimiento de los “puntos de urgencia” hacia la atención de necesidades
básicas. Se desvaloriza el potencial de los sujetos para preservar la salud y la vida. Suele plantearse
como falso dilema si atender las problemáticas psicológicas o dar respuesta a necesidades materiales
inmediatas.

- Conflicto entre la jerarquización estratégica de la participación y la resistencia de los técnicos a


transferir el poder de decisión: Se hace difícil estimular la participación comunitaria.
- Ausencia de mecanismos de referencia y contrarreferencia con el resto del sistema: Entre los equipos
de salud que trabajan con la comunidad y los niveles de mayor complejidad de la organización sanitaria.

- Contradicción entre modelos dentro del propio sistema: A nivel comunitario tiende a consolidarse un
modelo de atención integral mientras que en niveles superiores prevalece un modelo tecnocrático-
biologicista.

- Conflicto entre la importancia estratégica del trabajo comunitario y las condiciones laborales de los
profesionales: Las remuneraciones y el prestigio premian a los niveles de mayor complejidad. La
introyección de esta desvalorización asignada afecta a los trabajadores del primer nivel. También se
habla sobre la salud de los trabajadores de la salud.

- Crisis en el sistema de salud solidario y emergencia de otro basado en lógicas de rentabilidad


económica: La lógica empresarial no da lugar a un accionar que tenga como población objetivo aquella
que habita cierto territorio, independientemente de la adquisición de derechos a través del pago. La
crisis del sistema tradicional de atención a la salud pública arrastra los programas comunitarios
generando inestabilidad financiera y obstaculizando su consolidación.

- Postura ética ante la comunidad: El compromiso con la dignidad humana, de respeto a los sujetos con
sus calores, cultura y opciones de vida. Es necesaria una actitud de vigilancia ética, donde se defienda el
derecho a la vida y la autonomía.

La propuesta es poner las certezas entre paréntesis, dejarlas en suspenso, y abrirse a la singularidad de
la experiencia.

Tiempos de desafíos para la formación universitaria de los profesionales de la salud.- Rudolf, Arias,
Suárez.

Se cuestiona la formación de los recursos humanos en salud para estar en consonancia con los cambios
propuestos en lo que refiere al nuevo modelo de atención. Se plantea que hay un desconocimiento
sobre los contenidos de la propuesta de Reforma del Sistema de Salud. La mayoría de las prácticas
intencionadas a ser en APS corresponde realmente a un 2do nivel de salud. Esta formación tiene como
consecuencia la dificultad para el trabajo en equipo y con la comunidad. Además, la formación tiene
como obstáculo la dificultad para trabajar en otros ámbitos fuera del establecimiento clásico
(consultorio). Esta dificultad se extiende no sólo en los saberes, sino en las costumbres, intereses,
valores, lo que lleva tensiones entre técnicos, comunidad y autoridades.

Hay una cultura compartida entre ciudadanos y profesionales en donde el usuario es tratado como
objeto de salud y él mismo no asume su calidad de sujeto.

Se identifica una concepción restringida de la salud, en donde se relaciona el derecho a la salud con la
pérdida de ésta. El paradigma hegemónico de la salud la ubica más como una responsabilidad individual
que como una construcción social. Además, las características de la organización actual del sector salud
son obstáculos para el funcionamiento de una atención integral más democrática y participativa.

A partir de la implementación de las nuevas políticas públicas, entre las cuales se incluye la Reforma del
Sistema de Salud, se percibe un avance hacia una visión más integrada y coordinada, con un énfasis
mayor en los derechos. Sin embargo, estos cambios no se instalan rápidamente en las prácticas por lo
que se encuentra una coexistencia en los estilos de funcionamiento, de ambos paradigmas.

Pensar la formación desde una perspectiva interdisciplinaria y con una fuerte formación en el trabajo del
primer nivel, incorporando la perspectiva de derechos, así como elementos acerca de los procesos
culturales y contextuales involucrados en la salud, permitirá el desarrollo de actividades formativas
basadas en el intercambio con los profesionales ubicados en el lugar de un integrante más.

Interdisciplina y Salud mental.- Stolkiner.

La interdisciplina nace de la incontrolable indisciplina de los problemas que nos presentan actualmente.
La interdisciplina refiere a la existencia de un movimiento que iba de la ciencia poseedora de un objeto y
un método, a los campos conceptuales articulados en prácticas sociales alrededor de situaciones
problemáticas. Los problemas de padecimiento subjetivo no eran abordables desde un campo
disciplinario específico, los programas de acción debían ser permeables a la caída del paradigma
hegemónico positivista. Se define a la salud como un campo de prácticas sociales y se señalaba la
necesidad de comprender la historicidad de la configuración del mismo. La función del Psicólogo en las
prácticas de salud no es ocuparse de los problemas o patologías mentales, sino de la dimensión
subjetiva del proceso de salud-enfermedad-atención.

La interdisciplina requiere de un trabajo sostenido y constante. Si la cooperación es ocasional no es


interdisciplina.

En el contexto macro de la mundialización existe una tensión entre dos modelos en relación a la salud
mental: uno centrado en la biología que tiende a encontrar en lo genético y lo orgánico la raíz de todo
padecimiento subjetivo, por lo que orienta su atención hacia la terapéutica individual y la
psicofarmacología. Por otro lado, desde la práctica cotidiana se torna insostenible pensar en una
comprensión y un abordaje unidimensional de los problemas.

Hablar de interdisciplina implica una epistemología que no homologa el objeto del conocimiento al
objeto real, que reconoce la historicidad y por lo tanto, relatividad de la construcción de los saberes
disciplinarios, que no supone relaciones lineales de causalidad y que antepone la comprensión de la
complejidad a la búsqueda de partículas aisladas. Es un posicionamiento que obliga a reconocer la
incompletud de las herramientas de cada disciplina, legitima importaciones de un campo a otro, la
multirreferencialidad teórica en el abordaje de los problemas y la existencia de corriente de
pensamiento subterráneas atravesando distintos saberes disciplinarios.
El debate actual sobre lo interdisciplinario se posiciona sobre dos tipos de prácticas yuxtapuestas: la
investigación interdisciplinaria y la configuración de equipos interdisciplinarios asistenciales. El énfasis
está en el producto, en el primer caso del conocimiento y en el segundo, de acciones.

Las instituciones universitarias tienden a organizarse disciplinariamente y configurar un campo y un


discurso. Éste puede ser académico (deviene de la autoridad que lo emite) o científico (multiplicidad de
voces, demostrativo, no performativo). La investigación interdisciplinaria comienza a construir espacios
contra una tendencia académica que utilizan el discurso como dispositivo de sostén del poder.

Los equipos interdisciplinarios se desenvuelven en prácticas comunitarias, donde cada vez es más
frecuente encontrar algunos de sus miembros que no son profesionales.

La primera tarea del equipo es formular el programa a desarrollar y sus objetivos. La base de éste debe
ser la definición del problema. Esta situación implica acuerdos ideológicos. En el espacio hospitalario y
de atención de mayor complejidad lo esperable sería pasar de la interconsulta a la integración de
acciones de salud mental en los servicios, con el objetivo de revertir la desobjetivación de las prácticas
tradicionales.

Un obstáculo a considerar es que en todo grupo humano se pone en juego la cuestión del poder. En los
equipos de salud lo interdisciplinario se manifiesta en la distribución de funciones y la importancia
relativa de cada saber se define en relación al problema y no por el peso o tradición de cada profesión.

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