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CICLO GEOQUÍMICO
1986
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PREFACIO
CONTENIDO
PREFACIO 2
CAPITULO 1.- INTRODUCCIÓN 4
CAPITULO 2.- PRINCIPIOS BÁSICOS. AMBIENTE GEOQUÍMICO, DISPERSIÓN PRIMARIA Y
DISTRIBUCIÓN ESTADÍSTICA DE LOS ELEMENTOS. 9
CAPÍTULO 3.- DISPERSIÓN SECUNDARIA SUPERFICIAL 37
CAPÍTULO 4.- METODOS ANALÍTICOS 50
CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN
1.1.- HISTORIA Y DESARROLLO
La actividad de exploración minera alcanzó gran actividad en el período comprendido entre 1940
y 1957 debido a la creciente demanda industrial. Gran parte de los gastos incurridos fueron
dedicados a la exploración de exposiciones rocosas ya conocidas con anterioridad por
prospectores mineros, pero aquellas mineralizaciones de difícil acceso a la mirada del hombre
fueron dejadas pasar desapercibidas por la falta de un método conveniente de detección.
Por lo anterior es que fue necesario trabajar en el desarrollo de técnicas de exploración
fotogeológica, geofísica y geoquímica con el objeto de aplicarlas a la localización de yacimientos
minerales no visibles a simple vista.
Fue así como se desarrollaron los métodos geoquímicos de exploración que consisten en realizar
análisis químicos de diferentes materiales geológicos y biológicos (p.e. sedimentos fluviales,
suelos, rocas, aguas, gases y plantas) en forma sistemática. El principal papel de la geoquímica
aplicada a la exploración mineral es la localización de yacimientos minerales ocultos. En la
actualidad, los principales geoquímicos aplicados se están empleando en estudios del ambiente,
para conocer tanto sus propiedades naturales como aquellas inducidas por la contaminación y
en esa forma aplicar políticas que tiendan a conservar y controlar las propiedades geoquímicas
que afecten el bienestar humano en particular y los seres vivos en general.
En exploración mineral las propiedades químicas que se aplican son los contenidos de los
elementos químicos, generalmente trazas metálicas, que tengan relación con la presencia de
algún yacimiento mineral y, por lo tanto, pueden definir patrones geoquímicos anómalos en
contraste con condiciones geoquímicas normales de los materiales geológicos y biológicos.
El análisis de los elementos traza, denominados también oligoelementos, empezó a alcanzar
importancia en exploración mineral en 1930, en Escandinavia y la Unión Soviética, por medio de
la aplicación del método espectrográfico aplicado al análisis de suelos y plantas; estos trabajos
estuvieron inspirados en las investigaciones realizadas por Godschmidt, Fersman y Vernadsky en
la geoquímica fundamental.
Durante la década de 1940, investigadores de Japón, Estados Unidos y Canadá llevaron a cabo
investigaciones en prospección geoquímica utilizando métodos de química húmeda y
espectrográficos.
En 1950 la investigación se proyectó a la Gran Bretaña y a otros países del oeste de Europa y a
los territorios de ultramar de África y el Lejano Oriente. Posteriormente, otros experimentos se
efectuaron en Australia, India y muchas otras partes del mundo y hoy día en cualquier lugar de
la Tierra se aplican las técnicas de prospección geoquímica.
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Los primeros en efectuar análisis químicos a sedimentos fluviales fueron los soviéticos en 1930
por medio del empleo del método espectrográfico en la prospección de estaño. Este método es
en la actualidad acompañado con el examen mineralógico de las muestras. Sin embargo, el
primer levantamiento de rutina realizado por los soviéticos de acuerdo a un programa de
exploración, fue efectuado analizando aguas para uranio en áreas ricas en este elemento.
En el hemisferio occidental, el primer gran levantamiento de drenaje fue realizado en 1954, en
Canadá, sobre una superficie de 27.000 millas cuadradas y principalmente el contenido soluble
de metales pesados fue analizado. Posteriormente, varios programas extensos de prospección
geoquímica de drenaje han sido realizados en diversos lugares de África y el Lejano Oriente
utilizando sedimentos fluviales.
Recientemente, En Inglaterra se completó el Atlas Geoquímico de Inglaterra y Gales, por medio
de la recolección de muestras de sedimentos fluviales a una densidad de una muestra por milla
cuadrada, con el objeto de conocer el panorama geoquímico del país. El trabajo, realizado
principalmente entre 1968 y 1973, fue llevado a cabo por el Imperial College.
1.2.3.- LEVANTAMIENTOS DE ROCA
Los levantamientos de roca apenas están en la fase experimental y, por lo tanto, los mismos no
se efectúan todavía como una práctica de rutina en reconocimientos regionales.
1.2.4.- LEVANTAMIENTOS DE VEGETACIÓN
Este tipo de levantamientos pertenecen a la prospección biogeoquímica en donde se trata de
estudiar las plantas que pudieran mostrar, de acuerdo a su contenido químico, alguna relación
con posibles yacimientos minerales. El indicador más famoso es la “violeta calamina”, la cual
prolifera en suelos ricos en Zn en los distritos mineros del centro y oeste de Europa. Este mismo
tipo de estudios están ya siendo usados en trabajos de geoquímica ambiental.
La prospección biogeoquímica tuvo su inicio en 1936, en Cornwalles, Inglaterra, en donde se
estudiaron plantas que crecían sobre terrenos mineralizados de Sn y W y en Gales sobre áreas
mineralizadas de Pb y Zn. El muestreo fue sistemático y las cenizas de las plantas fueron
analizadas por el método espectrográfico. Solamente muy pocos resultados fueron publicados
de este trabajo.
En la Universidad de Columbia Británica, en 1945, H.V. Warren y colaboradores llevaron a cabo
un programa de investigación acerca del contenido metálico en plantas y su relación con
problemas de prospección mineral. Durante la fiebre el uranio, entre 1948 y 1956, un volumen
sustancial de levantamiento biogeoquímico fue llevado a cabo en el oeste de los Estados Unidos
por el Servicio Geológico de ese país.
No obstante que los levantamientos biogeoquímicos han mostrado resultados favorables en
prospección, los mismos no han adquirido un uso extensivo en vista de que resultados similares
se pueden obtener por medio del muestreo de suelos, que es más simple y directo.
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en su versión orinal de 1962 y el mismo libro, revisado y ampliado editado en 1979, con la
inclusión del autor Arthur W. Rose. Otra obra de gran importancia didáctica es el libro:
Exploration Geochemistry escrito por A.A. Levinson publicado en 1974 y su suplemento publicado
en 1980. En el campo de la Biogeoquímica y la Geobotánica Brooks (1972) publicó el libro
titulado: Geobotany and Biogeochemistry in Mineral Exploration, que resume muy bien lo
conocido en estos campos de la investigación en geoquímica aplicada.
Las revistas técnicas relacionadas con el tema son: Economic Geology, Mining Engineering,
Transactions of the Institution of Mining and Metalurgia (Londres), Razvedka i Okrana Nedr,
Geochimica et Cosmochimica Acta y más recientemente el Journal of Exploration Geochemistry.
El resto de la literatura se encuentra diseminada en revistas de geología, química e ingeniería
minera. Las publicaciones anteriores a 1954 se encuentran citadas en los boletines 1000A y
1000G del U.S.G.S.
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CAPITULO 2
PRINCIPIOS BÁSICOS
Fig. 2-1
Ciclo Geoquímico
Fig. 2-2
Proceso de dispersión
residuales enriquecidos de agua empiezan a asumir las características de soluciones acuosas, que
son las que originan las vetas de depósito hidrotermal.
2.3.2.- MOVILIDAD EN CONDICIONES DE BAJA TEMPERATURA Y PRESIÓN
(SUPERGÉNICA).
La relación entre los campos de estabilidad de los minerales y la movilidad de los elementos
constitutivos es esencialmente la misma en condiciones de baja temperatura y presión que en
condiciones de alta temperatura y presión.
Si se conocen las especies minerales y las fases iónicas solubles y en donde al mismo tiempo las
constantes termodinámicas han sido determinadas, es posible calcular la solubilidad relativa y,
por ende, la movilidad de los elementos menores en las aguas naturales.
Sin embargo, el equilibrio químico en el ambiente acuoso superficial es afectado por la
coprecipitación inducida por lo óxidos hidratados de hierro y manganeso en los elementos en
solución y por la influencia de la materia orgánica en contacto con las soluciones naturales.
Para estimar empíricamente la movilidad relativa se compara la composición química de la fase
móvil (p.e. roca madre) con la fase móvil (p.e. agua natura de drenaje).
Polinov, al comparar la composición química de las rocas ígneas con arenas de rio obtuvo la
siguiente secuencia de movilidad relativa de mayor a menor:
Ca > Na > Mg > K > Si > Al = Fe
Anderson y Hawkes (1958, en Hawkes y Webb, 1962)) hicieron el mismo experimento en áreas
glaciadas dividiendo el contenido química del residuo mineral del agua fluvial y el contenido en
las rocas del norte de Nueva Inglaterra y obtuvieron:
Mg > Ca > Na > K > Si > Al = Fe
En la misma forma la movilidad relativa de los elementos menores puede ser determinada
comparando la composición química de las rocas con las aguas y suelos. Una consideración
cualitativa para algunos elementos, basada en experiencias prácticas en labores de prospección
geoquímica, se observa en la tabla 2-1.
TABLA 2-1
Movilidad supergénica de los elementos en ambientes silíceos libres de sulfuros
Hay que considerar que el agrupamiento señalado anteriormente puede sufrir variaciones
debidas a características locales del medio ambiente. Por ejemplo, la movilidad del Mo no se
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disminuida por un ambiente rico en Fe, y el Mn se convierte muy móvil en el ambiente reductor
en la base de un pantano.
En prospección geoquímica se pone atención a la dispersión de metales derivados de la
descomposición de yacimientos minerales, en un ambiente de sulfuros, se produce un ambiente
relativamente ácido con producción de gran cantidad de sulfuros y metales en solución en las
aguas subterráneas y condiciones excesivas de acidez son producidas por la oxidación de pirita y
marcasita.
Observaciones empíricas se han efectuado por diferentes investigadores en aguas de ambientes
ácidos ricos en sulfatos. Enmons (1917, en Hawkes y Webb, 1962) concluyó que en la zona de
enriquecimiento secundario, Ag en la ausencia de Cl es más móvil que Pb y Au; Cu es
relativamente móvil bajo condiciones oxidantes; Zn es móvil en ambiente ácido.
Lovering (1952, en Hawkes y Webb, 1962)), reportó que cuando las rocas encajantes consisten
de lutita y cuarcita los metales de la mineralización puede ser ordenados en sentido de movilidad
descendente como sigue: Pb < Au < Cu < Zn < Ag. En fracturas atravesando rocas carbonáticas,
en lugar de lutita y cuarcita, la Ag es relativamente inmóvil.
La movilidad relativa de metales derivados de la meteorización de depósitos de sulfuros es la
siguiente:
TABLA 2-2
Movilidad de los elementos por la meteorización de yacimiento de sulfuros
Movilidad Relativa Ambiente Silíceo Ambiente Calcáreo
Móvil S, Mo, Zn, Ag ------
Intermedio Cu, Co, Ni, Mo, As S, Mo, Zn, Ag
Inmóvil Fe, Pb, As Fe, Cu, Pb
TABLA 2-3
Asociaciones geoquímicas de elementos menores y trazas
Grupo Asociación
Elementos generalmente asociados K-Rb
Ca-Sr
Al-Ga
Si-Ge
Zr-Hf
Nb-Ta
Tierras Raras
Pt-Ru-Rh-Pd-Os-Ir
Rocas plutónicas Si-Al-Fe-Mg-Ca-Na-K-Tl-Mn-Zr-Hf-Th-U-
Asociación general (elementos litófilos) Be-Li-Sr-Ba-P—V-Cr-Sn-Ga-Nb-Ta-W-los
halógenos-y elementos de la Tierras Raras
Asociaciones específicas
Rocas ígneas félsicas Si-K-Na
Rocas ígneas alcalinas Al-Na-Zr-Ti-Nb-Ta-F-P-Tierras Raras
Rocas ígneas máficas Fe-Mg-Ti
Rocas ultramáficas Mg-Fe-Cr-Ni-Co
Algunos diferenciados pegmatíticos Li-Be-B
Algunos depósitos metamórficos de contacto Mo-W-Sn
Feldespatos potásicos K-Ba-Pb
Muchos otros minerales potásicos K-Na-Rb-Cs-Tl
Minerales ferromagnesianos Fe-Mg-Mn-Cu-Zn-Co-Ni
Minerales de sulfuros
Asociación general (elementos calcófilos) S-Cu-Zn-Pb-Fe-Ag-Au-Hg-Cd-In-Se-Te-As-
Sb-Bi-Ni-Co-Mo-metales del Platino
Asociaciones específicas
Reemplazamiento en caliza Zn-Pb-Ba-F-Sr
Complejo de metales base Fe-Zn-Pb-Ag-Cu-Se-Sb-Bi
Metales preciosos simple Ag-Au-As
Complejo de metales preciosos Ag-Au-As-Sb-Zn-Cu-Pb-Hg
Menas minerales asociadas a rocas ígneas máficas
Cobre porfídico Fe-Ni-Co-Pt
Depósitos fumarólicos Fe-Cu-Mo-Re
Hg-Sb-As-Se
Rocas sedimentarias
Óxidos de hierro Fe-As-Co-Ni-Se
Óxidos de manganeso Mn-As-Ba-Co-Mo-Ni-V-Zn
Fosforita P-Ag-Mo-Pb-F-Li
Lutitas negras Al-Ag-As-Au-Bi-Cd-Mo-Ni-Pb-Sb-V-Zn
Datos derivados de Golschmidt (1954) y Krauskopf (1955).
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TABLA 2-4
Elementos guía
Elemento guía Material muestreado Tipo de mena
As Pared de roca, suelo residual, Mena de Au en veta
sedimento fluvial
Hg Pared de roca y suelo Menas complejas de de Pb-Zn-Ag
Sulfuros epigenéticos
Se Gossan, suelo residual Mena de oro con Ag
Ag Suelo residual Depósitos de cobre porfídico
Mo Agua, sedimento fluvial, suelo Depósitos de sulfuros
SO4 Agua
Fig. 2-3
Relieve geoquímico
ciertos ejemplos familiares, como la asociación de casiterita con granitos potásicos, ilmenita con
anortositas, cromita con rocas ultramáficas, y sulfuros niquelíferos con rocas máficas y
ultramáficas.
En la definición de patrones singéneticos, tiene mucha importancia la detección de variaciones
en el contenido de elementos menores de las rocas ígneas, en especial elementos que no
constituyen los componentes principales de cualquier mineral formador de roca, pues estas
variaciones podrían se indicadores de la presencia de algún yacimiento mineral. Con base en esto,
es que es de vital importancia realizar un muestreo sistemático y análisis químico en las áreas de
interés, pues solamente con este procedimiento se podrían detectar las variaciones leves de
composición dadas por la asociación entre yacimientos minerales y las rocas encajantes.
En rocas sedimentarias, menas de varias clases pueden presentarse como depósitos singenéticos
formados al mismo tiempo que las rocas encajantes. Yacimientos sedimentarios de hierro, capas
de fosforita y depósitos de yeso, son ejemplos bien establecidos de yacimientos minerales
primarios singenéticos que dan lugar a patrones singenéticos de dispersión.
El tamaño de los patrones singenéticos de elementos menores en rocas, tanto de ígneas y
metamórficas, de origen profundo, como sedimentarias, oscila desde cientos de kilómetros hasta
la escala de minas o grupos de minas individuales. Los patrones de dispersión grandes,
corrientemente se conocen con el nombre de “provincias geoquímicas”, mientras que los
patrones de dispersión grandes más locales se conocen simplemente con el nombre de “patrones
singenéticos” locales.
2.7.1.1.- PROVINCIAS GEOQUÍMICAS Y METALOGENÉTICAS
Una provincia geoquímica puede definirse como un segmento de la corteza terrestre en el cual
la composición química difiere en forma significativa del promedio.
Las provincias geoquímicas se manifiestan principalmente como “asociaciones de rocas ígneas”,
en donde todos los miembros de dicha asociación se presentan relativamente enriquecidos o
empobrecidos de ciertos elementos químicos. Estas rocas no necesariamente tienen que ser de
la misma edad, más bien representan un periodo considerable de tiempo geológico.
Por otro lado, grandes áreas de la superficie terrestre pueden también caracterizarse por una
abundancia no usual de menas de un mineral metálico conociéndose, por consiguiente, como
“provincias metalogenéticas”. Ejemplos de este tipo de provincias se pueden mencionar a las
áreas productoras de cobre del Perú y Chile, los campos de cobre en el Escudo Canadiense, las
áreas de estaño en el noroeste de Europa y los campos de uranio en el Escudo Canadiense.
En aquellas partes de la tierra en donde una provincia metalogenética coexista con una provincia
geoquímica, estudios simples del contenido de elementos traza de las rocas ígneas, pueden
ayudar a definir áreas geográficas dentro de las cuales las posibilidades de descubrir yacimientos
minerales son buenas.
Una provincia geoquímica definida por una diferencia general en composición puede confundirse
fácilmente con variaciones en la composición de las rocas ígneas y metamórficas debido a otras
causas. Procesos normales de petrogénesis, que empiezan con grandes volúmenes de rocas de
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composición promedio, pueden también producir grandes volúmenes de rocas que difieren
sustancialmente de la composición promedio. Los accidentes de erosión pueden hacer que
afloren en superficie otros productos de la diferenciación más comunes que otros miembros de
la misma estirpe ígnea. En forma similar, la historia tectónica de un área puede explicar la
introducción de grandes columnas de rocas ígneas normales, no representativas, como basalto y
peridotita, lo cual da una composición aparente que difiere del promedio para la corteza
terrestre. Ejemplos de provincias geoquímicas son las de cobre en el suroeste de los Estados
Unidos (Arizona, Nuevo México) y de U en las provincias de Esclavo y Oso en Canadá (Ver Figs.
2-4 y 2-5).
Fig. 2-4
Fig. 2-5
Fig. 2-6
diagnósticos o indicadores (mineralogía) o por medio de análisis químicos de rocas de grano muy
fino que no deja ver claramente la zona de enriquecimiento. Se ha encontrado que el contenido
metálico en las aureolas desarrolladas en rocas masivas, corrientemente disminuye
logarítmicamente conforme nos alejamos del contacto con el yacimiento. (Fig. 2-7)
Fig. 2-7
Fig. 2-8
Anomalías de fuga
Ciertos gases pueden también moverse en forma disuelta en agua subterránea (libre
movimientos) o en agua de poro (p.e., agua estática en los espacios de poro de rocas
impermeables como lutita).
Los patrones epigenéticos de dispersión gaseosa pueden ser detectados por el análisis, ya sea del
aire del suelo, del gas disuelto en el agua subterránea y en el gas condensado en las rocas y en el
suelo.
De los elementos no radiogénicos, el Hg es el único elemento cuyos patrones de dispersión se les
ha dado una seria importancia como ayuda en la exploración minera. Sus aplicaciones han sido
principalmente en la Unión Soviética. Las anomalías de Hg han sido detectadas por el análisis de
rocas más bien que suelos.
El Hg no se dispersa a través del agua, de ahí que su aplicación más efectiva sea en zonas
desérticas. Anomalías de Hg han mostrado correlación con yacimientos de Hg y yacimientos de
galena y blenda ricos en Hg.
G = 𝑛√𝑥1 + 𝑥2 + ⋯ 𝑥𝑛
o también:
log 𝑥𝑖
G= antilog ∑𝑛𝑖 𝑛
La “mediana” es una medida de tendencia central que divide a la población en dos partes iguales.
La “desviación standard” (s), es una medida de dispersión alrededor dela media, que se expresa:
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(𝑥1−𝑥2)
s = √∑𝑛𝑖 𝑛
El “ámbito” es la diferencia entre el valor máximo y el valor mínimo. Es una medida de dispersión.
Existen distribuciones estadísticas unimodales (una sola población) y polimodales (varias
poblaciones).
Con respecto a la distribución estadística de una población homogénea (p.g., la composición
química de los sedimentos fluviales derivados de una misma litología o litología homogénea), se
puede decir, que en dicha distribución simétrica unimodal, se encuentra que existe poco error al
asumir:
1. Que 2/3 de la población se distribuye en una región comprendida dentro de +/- 1 s.
2. Que el 95% de la población se distribuye en una región comprendida dentro de +/- 2 s.
3. Que menos del 1% de la población se localiza más allá de +/- 3 s.
Todo lo anterior se estima con respecto a la media.
Con relación a la distribución estadística, los parámetros geoquímicos: fondo, umbral y anomalía,
se calculan con base en el conocimiento de la media o mediana y de valor de concentración
positivo correspondiente a 2s o 3s, los valores anómalos definen anomalías posibles y probables,
respectivamente (Fig. 2-9).
Fig. 2-9
La distribución de frecuencia puede también ser examinada usando papel graficado especial,
conocido como papel logarítmico-probabilidad, diseñado de tal forma para plotear los
porcentajes de frecuencia acumulados (frecuencia acumulativa) contra la concentración (Fig. 2-
10).
Fig. 2-10
la población en dos partes iguales, es decir, una mitad de los valores es menos que el valor
“mediano” y la otra mitad es mayor. Para el grupo de 59 valores, la mediana correspondería al
valor número 29. Referido este número a la tabla 2-5, la mediana sería 100 ppm.
También es importante determinar cuál de los valores o ámbito de valores se presentan más
frecuentemente en estos datos. Para cumplir con esto, los datos pueden ser subdivididos en
intervalos específicos y así, presentarlo en forma de una tabla de frecuencia. Para hacer esto se
debe hacer notar que el tamaño del intervalo junto con el número de intervalos requeridos para
representar los datos adecuadamente no es siempre una tarea fácil. Un intervalo muy amplio
suavizaría la distribución de los datos originales.
Una fórmula corriente para seleccionar el número de intervalos más conveniente en un grupo de
datos es la siguiente:
K = 10 log10 N
Donde K es el intervalo mayor contenido en la expresión de la derecha y N es el número de
observaciones. Esta fórmula es válida para N mayor que 30. Para los datos de la tabla 2-5, en la
cual hay 59 valores, el número de intervalos se calcule como:
TABLA 2-5
CONTENIDO DE COBRE DERIVADO DE LA TABLA 2-4 ORDENADO EN
SENTIDO ASCENDENTE DE CONCENTRACION
20 54 89 130 360
26 54 91 136 372
32 58 92 138 424
32 59 94 140 480
33 62 100 152 480
41 64 100 152 570
45 66 100 160 820
46 68 106 165 950
48 74 116 196 1020
50 76 116 240 1360
50 80 120 340 1600
54 89 120 350
Para obtener la amplitud del intervalo, se puede dividir el valor mayor de la tabla 2-5 entre 17, lo
cual redondeado hasta el múltiple más cercano de 10 da un valor de 90. Con lo anterior
completado, procedemos a tabular los datos en la forma de una tabla de frecuencia, la cual se
presenta en la tabla 2-6.
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Tabla 2-6
Distribución de los datos de cobre agrupados de acuerdo a la tabla 2-5
Intervalo de Punto medio Frecuencia Frecuencia Frecuencia %
clase del intervalo de clase relativa acumulativa Frecuencia
Xi fi acumulativa
0-90 45 25 .42 25 42
91-180 135 19 .32 44 74
181-270 225 2 .03 46 77
271-360 315 3 .05 49 82
361-450 405 2 .03 51 85
451-540 495 2 .03 53 88
541-630 585 1 .02 54 90
631-720 675 0 .00 54 90
721-810 765 0 .00 54 90
811-900 855 1 .02 55 92
901-990 945 1 .02 56 94
991-1080 1035 1 .02 57 96
1081-1170 1125 0 .00 57 96
1171-1260 1215 0 .00 57 96
1261-1350 1305 0 .00 57 96
1351-1440 1395 1 .02 58 98
1441-1530 1485 0 .00 58 98
1531-1620 1575 1 .02 59 100
59 1.00
Es posible ahora tener una idea más clara acerca de la naturaleza de la distribución. Tanto la
frecuencia acumulativa como las clases de frecuencia se presentan en la Tabla 2-6;
posteriormente se verá la forma en que las frecuencias acumulativas pueden usarse en la
interpretación.
Lo que queda claro al inspeccionar las clases de frecuencia en la tabla 2-6, es que la distribución
de los valores de cobre disminuye hacia los valores mayores, es decir hay mayor cantidad de
valores bajos de cobre. Esta distribución es típica de la distribución de los elementos traza en
general, en tanto en que en la mayoría de los casos, la porción de un área total caracterizada por
un contenido anómalo de un elemento dado, es usualmente muy pequeño y no hay por lo tanto
que sorprenderse que se encuentre esta distribución. Se puede preparar un histograma como el
que se muestra en la figura 2-11. Se construye un histograma ploteando la frecuencia de clase
versus el punto medio de cada intervalo de clase.
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Fig. 2-11
Histograma de frecuencia
Se podría saber, cuál intervalo contiene el mayor número de valores a partir del histograma, se
observa que es el intervalo de 0 a 90. El punto medio de este intervalo es la “moda” de la
distribución, es este caso 45. Si se compara con la mediana, la cual fue encontrada igual a 100, y
habiendo una gran diferencia entre ambas, podemos concluir que la distribución de cobre es
asimétrica con concentración de valores bajos inclinados (“skewed”) a la derecha o hacia los
valores altos. Como una regla general, la mediana más bien que la moda es una estimación más
confiable del valor del fondo de un elemento, porque la moda depende del intervalo
seleccionado al subdividir los datos en las clases de frecuencia. Para cualquier estimado de un
valor de fondo, sin embargo, debe tenerse cuidado al asegurarse que los datos muestreados son
representativos de las mismas o similares poblaciones madre.
Para datos con un gran número de observaciones, la mediana puede también ser estimada a
partir de la frecuencia acumulada graficada (Fig. 2-12) Si tomamos los valores de frecuencia
acumulados en la tabla 2-6 y se prepara un gráfico de frecuencia acumulada versus los puntos
medios de los intervalos de clase, se obtiene un valor mediano igual a 112.
32
Fig. 2-12
Observe que este valor difiere levemente del valor mediano obtenido de los datos sin agrupar.
En la mayoría de los casos, como en éste, la diferencia entre el valor mediano estimado a partir
de los datos no agrupados y el valor mediano estimado de los datos agrupados puede ignorarse.
Habiendo construido la curva de frecuencia acumulativa (Fig. 2-12), no es difícil leer valores de
“percentil” lo cual puede ser de interés. Por ejemplo, puede ser deseable determinar el valor
para el cual el 95% de los datos son menores o iguales, de tal forma que cualquier valor encima
de este valor puede ser considerado como anómalo. Con base en la figura 2-12, se observa, por
ejemplo, que el valor del percentil 95 es 1035. Al referirnos a la tabla 2-5, se observa que
solamente dos de los valores originales son mayores que los 1035 lo cual sugiere que estos dos
valores, sólo son indicativos de contenidos anómalos con un alto grado de probabilidad. La
desventaja de la mediana, o en el otro caso la moda, en la descripción de una distribución, es que
ninguno de estos dos parámetros toma en cuenta muy grandes o muy pequeños valores y, por
lo tanto, ambos son relativamente insensibles a grandes fluctuaciones en los datos. En
consecuencia, la mediana ni la moda suministran una medida eficiente de la tendencia central
de una distribución dada.
Si se está interesado en el contenido medio de un material muestreado, es mejor calcular la
“media”. La “media” se define como:
∑ 𝑥𝑖
X=
𝑛
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Donde ∑ 𝑥𝑖i se refiere a la suma de un grupo dado de valores y n es el número de valores. Para
los datos en la tabla 2-5, la media es dada por (20+ 26+………..+1600)/59, lo cual es igual a
13260/59 o 224.8. Se nota que el valor de la media es considerablemente más grande que la
mediana y la moda derivadas de los mismos datos. Esta diferencia es debida a la presencia de
unos pocos valores altos.
Donde un gran número de observaciones están contempladas, es con frecuencia más
conveniente calcular la media de los datos agrupados como se muestra en la tabla 2-6. En el caso
de los datos agrupados, la media se calcula como:
∑𝑛
𝑖 𝑓𝑖 𝑥𝑖
𝑥̅ =
𝑛
s = + √𝑠 2
La desviación standard se prefiere con frecuencia a la variancia, para caracterizar la dispersión
alrededor de la media, porque la misma se expresa en las mismas unidades que la media, a
diferencia de la variancia la cual se expresa en términos de unidades al cuadrado de la media. Sin
embargo, la variancia se calcula primero.
Al calcular la variancia, particularmente cuando se usa una máquina calculadora manual, donde
hay un pequeño riesgo de truncado o redondeado del error, resulta conveniente usar la fórmula
siguiente:
2
𝑛(∑𝑖 2 − (∑ 𝑥𝑖 )2
𝑠 =
𝑛 (𝑛 − 1)
34
2
∑ 𝑓𝑖 (𝑥𝑖 − 𝑥̅ )2
𝑠 =
(𝑛 − 1)
Donde f1 es la frecuencia del intervalo de clase i, xi es el punto medio del intervalo de clase i, x es
la media calculada para los datos agrupados y n es el número total de valores. A diferencia de la
media, la variancia calculada de los datos agrupados es invariablemente más grande que la
variancia calculada de los datos agrupados. En general, esta diferencia puede ser aproximada a
h2/12 donde h es la anchura del intervalo. En nuestro ejemplo, h es igual a 90, de tal forma que
la variancia calculada de los datos agrupados en la tabla 2-5 por una cantidad de 902/12 o sea
aproximadamente 675. En la actualidad, la variancia calculada para los datos agrupados en la
tabla 2-6 es igual a 105020,7. Esto es 1722,5 más grande que la variancia calculada para los datos
no agrupados. La corrección predicha es de aproximadamente 1/3 de esta diferencia. Al
comparar las dos desviaciones standard, el primer valor es igual a 321,4, mientras que el segundo
valor es igual 324,1. Después de efectuar la corrección del segundo valor, el subsiguiente valor
llega a ser 323.0. No obstante la diferencia en las dos variancias calculadas, el efecto de esta
diferencia en las dos desviaciones estandard es mínima como se ha mostrado en el ejemplo y, en
general, la corrección aplicada a la desviación standard para los datos agrupados puede
ignorarse.
La media y la variancia (o desviación standard) describen en conjunto las dos principales
características de las distribuciones de frecuencia, llamadas, la tendencia central y la dispersión
alrededor de la media.
Como se ha visto, las distribuciones de los contenidos de los elementos traza indican que tal
distribución está generalmente contraída hacia los valores más altos. Como una medida de esta
contracción, particularmente para valores positivos, como es el caso de los contenidos
elementales, se puede calcular el “coeficiente de variación” (c), el cual se define como:
𝑠
𝑐=
𝑥̅
Donde s es la desviación standard y 𝑥̅ la media. El coeficiente de variación se considera como
una medida de variabilidad relativa que toma en cuenta tanto la media como la desviación
35
standard. Por ejemplo, conforme la media aumenta, el coeficiente de variación para la mayoría
de las distribuciones de los datos geoquímicos observados tienden a cero. Inversamente, para
cantidades presentes en muy pequeñas cantidades, el coeficiente de variación para las
distribuciones observadas de datos tienden hacia el infinito. En particular, valores del coeficiente
de variación arriba de 2,0 o 2,5, son usualmente solo para sustancias en cantidades traza. Para
los datos de cobre, al dividir la desviación standard en la cual el valor era de 321.4 ´por la media
la cual era 224.7, se obtiene un coeficiente de variación igual a 1.4. Esto sugiere que el cobre se
concentra en cantidades más elevadas que las esperadas para los elementos traza en general, y,
por lo tanto, se pudiera anticipar que algunos valores anómalos de contenido de cobre están
presentes en los datos. Además, basándose en los comentarios de Koch y Link,1972, en Levinson,
1974) cualquier valor del coeficiente de variación que excede 0,5 para valores positivos hace
pensar desfavorablemente que tales datos se derivan de una distribución normal, pero en su
lugar relacionada con alguna distribución log-normal. En seguida, se pasa a considerar este
problema.
El camino más directo para determinar si un grupo de valores son aproximadamente distribuidos
en forma log-normal es graficar la distribución de frecuencia acumulativa expresada en
logaritmos en papel aritmético probabilidad. Si la distribución de frecuencia acumulativa se
aproxima a una línea recta, es usualmente seguro asumir que los datos siguen una distribución
log-normal. De los datos ploteados como una curva de frecuencia acumulativa en la figura 2-12,
se obtiene el resultado mostrado en la figura 2-13.
Fig. 2-13
CAPÍTULO 3
DISPERSIÓN SECUNDARIA SUPERFICIAL
3.1.- INTRODUCCIÓN
En la dispersión que tiene lugar en el ambiente geoquímico secundario superficial, se debe, como
se ha dicho, los procesos de meteorización, erosión, transporte y sedimentación. Por lo tanto, la
dispersión secundaria de los elementos se inicia desde el momento de la meteorización de las
rocas, en la que intervienen factores químicos, bioquímicos y mecánicos.
Los factores anteriormente mencionados, desde el momento de la meteorización hasta la
sedimentación, originan productos de dispersión tanto solubles como insolubles, que van
originando a los patrones de dispersión secundaria en todas las etapas del ambiente secundario.
Los productos solubles constituyen la fase móvil constituida por el agua superficial y subterránea
y su carga disuelta; los productos insolubles constituyen la fase inmóvil, representada por los
materiales clásticos.
En cuanto a Eh, este es positivo cuando el ambiente es oxidante y negativo cuando es reductor.
Los productos insolubles, o partículas clásticas, mayormente afectadas por los factores
mecánicos, durante la meteorización, erosión y transporte, constituyen una parte muy
importante del ambiente geoquímico secundario, en cuanto a definir patrones clásticos de
dispersión secundaria, los cuales estarían en función de la resistencia que la fracción clástica
presenta al transporte. Así se determina que existe un grupo de minerales, muy frecuentes en el
ambiente secundario, que muestran una resistencia relativa al transporte (rodamiento y
saltación) de la siguiente forma, de mayor a menor: galena-cuarzo-zircón-ilmenita-blenda-
casiterita-magnetita-wolframita-rutilo-cromita-pirita-turmalina.
presencia de hierro y aluminio. Es también probable que la adsorción de aniones por las arcillas
se deba al reemplazamiento que hacen éstos de los grupos OH- constitutivos de las arcillas.
3.2.1.3.- ESTABILIDAD DE LAS DISPERSIONES COLOIDALES
Cantidades sustanciales de sílice no iónica, alúmina y óxidos hidratados de Mn y Fe, se pueden
encontrar estables en las soluciones naturales. Algo de este material se presenta como moléculas
no disociadas, tales como H4SiO4. Otra gran fracción tiene lugar como dispersiones coloidales de
moléculas hidratadas muy grandes. Estas moléculas tienen una carga eléctrica que en la mayoría
de las condiciones previene efectivamente la coagulación y la precipitación.
El signo de la carga eléctrica de las partículas coloidales depende de la naturaleza del coloide y,
en ciertos casos, de las reacciones a partir de las cuales se formaron. En soluciones naturales, la
sílice coloidal, los óxidos hidratados de Mn y los coloides húmicos se cargan negativamente,
mientras que la alúmina coloidal se carga positiva. Los óxidos hidratados de Fe pueden estar
cargados positiva o negativamente. De acuerdo a la carga, los coloides adsorben iones ya sean
positivos o negativos.
En algunos casos, los iones pueden también incorporarse a la red cristalina de los minerales por
“absorción”.
3.2.1.4.- COMPUESTOS METALORGÁNICOS
Los metales se pueden combinar con compuestos orgánicos, que se presentan en el ambiente
secundario, para formar compuestos metalorgánicos complejos como porfirinas y sales de varios
ácidos orgánicos. Algunos compuestos metalorgánicos son solubles en agua, mientras que otros
son insolubles. Aunque algunos sean solubles, éstos no se disocian, de ahí que el metal capturado
no se encuentra disponible para ser absorbido. Los ácidos orgánicos son por otro lado capaces
de disolver constituyentes insolubles del suelo o evitar la reacción de compuestos disueltos con
otros constituyentes de la solución.
Fig. 3-1
constitutivos del suelo y que están presentes en la solución acuosa. La solución del suelo se ha
enriquecido de aquellos elementos (iones) constitutivos de la fracción mineral, la cual es
constantemente descompuesta química y bioquímicamente por los agentes de la meteorización.
Los constituyentes inorgánicos absorbidos llegan a formar parte del cuerpo de la planta, la cual
al perder sus órganos, como ramas, tallos y hojas, incorpora nuevamente al suelo los elementos
que fueron absorbidos. Seguidamente, la lluvia interviene lixiviando parte de la carga inorgánica,
la cual en parte percola a horizontes inferiores en donde se acumula o en parte se pierde en las
aguas subterráneas, o por otro lado es nuevamente absorbida por las plantas al ponerse los iones
en contacto con las raíces. Partes delos constituyentes solubles derivados de la descomposición
de las plantas pueden también ser precipitados con el Fe, Mn y A1 en el horizonte B de los suelos.
Las sustancias menos solubles derivadas de la descomposición de las plantas, tienden a
permanecer en la capa de humus, mientras que los iones tienden a ser adsorbidos por la materia
orgánica. Debido a este efecto es acumulativo que ocurre a través de los años, el enriquecimiento
puede ser significativo.
41
Fig. 3-2
43
Fig. 3-3
Fig. 3-4
44
Fig. 3-5
45
Fig. 3-5
46
Fig. 3-6
CAPÍTULO 4
METODOS ANALÍTICOS
4.1.- INTRODUCCIÓN
Los conceptos básicos del análisis de los elementos traza son: a) exactitud y precisión, b)
sensibilidad y c) rapidez y economía.
En geoquímica aplicada a la exploración mineral, la precisión (que es la habilidad para reproducir
y repetir el mismo resultado) es generalmente más importante que la exactitud (la cual es la
aproximación al contenido verdadero). Por ejemplo, si un laboratorio reporta 200 ppm de Zn, y
si luego se reportan en otros análisis de la misma muestra 180 y 200 ppm, la precisión es de +/-
10%. La respuesta correcta (exactitud) de la concentración podría ser 250 ppm, por lo tanto, la
precisión sería 20%, pero mientras se mantengan las mismas lecturas no hay ningún problema.
Límite de detección, llamado también sensibilidad, es el contenido mínimo de un elemento que
puede ser medido por un método analítico específico. Este límite varía de un método a otro y de
una roca o mineral a otro. Por ejemplo, el uranio puede ser detectado hasta 1 ppm por
fluorometría, 50 ppm por rayos-x y 500 ppm por espectrografía de emisión.
Después de definir el método de análisis químico más conveniente, de acuerdo a lo
anteriormente mencionado, la rapidez y la economía es el tercer elemento a considerar para
seleccionar el método apropiado.
La absorción atómica, que requiere que la muestra sea puesta en solución, antes de ser aspirada
por el instrumento, puede ser considerada como un procedimiento húmedo en parte, aunque es
propiamente considerado un método instrumental, aplicado principalmente a la determinación
de elementos traza y menores.
También se usa la fusión con soda o hidróxido de sodio (NaOH), la cual es alcalina.
4.6.1.- SECADO
El secado es importante porque las muestras húmedas no pueden ser tamizadas en forma
apropiada. Generalmente, el secado se efectúa a 80-100°C en un horno. Si las muestras van a ser
analizadas para mercurio y otros elementos volátiles, no deben secarse en el horno.
El secado también puede realizarse al sol cuando los análisis se efectúan en áreas remotas sin
electricidad o en situaciones especiales para economizar energía. En este último caso las
muestras de suelo y sedimentos fluviales quedan perfectamente secas después de varias horas
de exposición al sol.
4.6.2.- QUEBRADO Y MORTERIZADO
El quebrado es necesario para reducir el tamaño de los materiales geológicos duros, de tal forma
que puedan pasar una malla o sean molidos a fracciones finas. Por ejemplo, en análisis de rocas
la fracción que se usa es generalmente la menos 200, aunque fracciones mayores también
pueden ser analizadas con un ataque fuerte como el fluorhídrico.
Las muestras de suelo, una vez secas, se morterizan para homogenizar la muestra y proceder el
tamizado. Los sedimentos fluviales generalmente no requieren quebrado para pasar al tamizado.
4.6.3.- TAMIZADO
Las muestras de roca deben ser molidas previamente antes de tamizarlas por la malla 200 u otra.
Las muestras de suelo y sedimentos fluviales una vez listas para el tamizado, generalmente se
pasan por la malla 80#, aunque un estudio de orientación podría indicar un tamaño de fracción
más adecuado.
La malla debe ser de plástico o aluminio para prevenir la contaminación derivada del bronce o
del acero inoxidable.
4.6.4.- CUARTEADO
El mezclado y cuarteado son particularmente necesarios para obtener una porción
representativa de una muestra grande, como un roca o una de núcleo de perforación.. En el caso
de una porción de 50 gramos de suelo o sedimento fluvial, debidamente morterizada y
homogenizada, se puede omitir este paso.
4.6.5.- MOLIDO
El molido se puede efectuar después del secado o del quebrado, o también después del
morterizado. Al respecto se usan molinos o morteros de alúmina, ágata o porcelana que no se
contaminan y aseguran una homogenización de la muestra.
54
usarse en conjunto con el instrumento básico de llama; por simple cambio y adaptación del
quemador de grafito sobre la cámara de llama.
Fig. 4-1
Fig. 4-2
Diagrama que ilustra las transiciones electrónicas que producen radiaciones de fluorescencia
de rayos-x
órbita electrónica K del átomo hipotético es desplazado y su posición es llenada por la electrones
de las órbitas externas. Cuando el electrón de la órbita externa se desplaza al de la órbita K de
menor energía, un “quantum” de energía es liberado el cual es característico para cada elemento.
Es este quantum de energía, en la región de las longitudes de onda de los rayos-x, es lo que
llamado “fluorescencia de rayos-x”. De hecho, hay varios niveles orbitales (K,L, M, N) los cuales
pueden perder electrones al saltar éstos a otras órbitas de menor energía. Las diferencias de
energía producen espectros (o líneas) de diferentes longitudes de onda para los diferentes
elementos, lo cual puede ser designado como K∝, K𝛽1, La, L∝ y L𝛽2 dependiendo del nivel del
cual el electrón reemplazante provino.
Se ha demostrado que el método puede ser rápido, económico y suficientemente exacto y
preciso para aquellos elementos que normalmente son difíciles de determinar (p.e. Th, Nb, Ta,
W) y especialmente aquellos más pesados que Fe. Además, también se han realizado análisis de
elementos mayores, menores y trazas en rocas por medio de un espectrómetro de rayos-x
computarizado.
Se ha usado en el análisis de concentrados minerales por medio de cateo en Inglaterra y Escocia
para cartografía geológica y exploración de oro en placeres.
Se ha usado un equipo de campo de fluorescencia de rayos-x en la determinación de seis
elementos (Mn, Fe, Co, Ni, Cu y Zn) en nódulos de manganeso. La técnica consiste en excitar los
nódulos con una fuente radioisotópica (Pu 238) y análisis de la radiación de rayos-x resultante. Se
le augura un buen futuro a este tipo de análisis en sitios con equipo portable.
58
ámbito visible. Esta fluorescencia es cuantitativamente medida por una celda fotoeléctrica. Es
necesario controlar cuidadosamente las condiciones, las condiciones químicas deben ser muy
puras, y los standards deben correrse constantemente con las otras de composición desconocida.
La fluorimetría siempre se sigue usando en el análisis de uranio, aunque otras técnicas como
activación neutrónica retardada y análisis de huellas de fisión están también siendo usadas.
Recientemente, Scintrex Ltd. (Concord, Ontario) ha desarrollado un analizador de uranio por
medio de una fluorescencia inducida por rayos laser que puede ser usado tanto en el campo
como en el laboratorio. Esta técnica se basa en la fluorescencia que emite el ión uranilo en
solución cuando es irradiado con luz ultravioleta muy corta desde una fuente de laser de
nitrógeno.
Esta técnica tiene grandes posibilidades en aquellas áreas con agua abundante como Canadá,
Escandinavia y la Unión Soviética.
Se conoce que los métodos fluorimétricos se aplican en la determinación de Se en base húmeda.
4.11.2.- TÉCNICAS RADIOMÉTRICAS
Las técnicas radiométricas constituyen un campo grande y complejo, todas basadas en la
radioactividad natural de ciertos elementos de la Tierra.
Las principales técnicas radiométricas tienen que ver con la medición de radón (Rn222) y la
radiación gamma emitida naturalmente por U, Th y K.
Para efectos de geoquímica aplicada a la exploración, empleando la radiación gamma de U, Th y
K, no solamente son importantes los contenidos de los elementos, sino también las relaciones
entre ellos (p.e. Th/U) para delinear áreas favorables para la exploración.
Los levantamientos pueden ser efectuados desde el aire, en automotor o a pié.
La medición de radón se realiza con un contador de radón. Éste mide la radiación derivada de la
desintegración radioactiva del Rn222, uno de los productos fijos de la desintegración del uranio, a
saber:
U238-----U234-----Th230-----Ra226-----Rn222-----Po218-----Pb214-----Bi214-----Po214-----Pb206
Hay varios tipos de contadores de radón. Uno emplea una “bomba” que extrae aire del suelo y
del recubrimiento vecino; otro tipo de campo mide el radón del aire del terreno en un hueco
profundo en donde se inserta el detector de radiación alfa. Hay escintilómetros de radiación alfa
que se dejan en el terreno por horas o días. Hay también varios tipos de películas sensibles a la
radiación alfa; las más usadas son aquellas impregnadas de emulsión de nitrato de celulosa; estas
películas se ponen dentro de recipientes especiales que se dejan por varios días (p.e. 30 dias)
para obtener las huellas de radiación en la película para después contar el número.
60
CAPITULO 5
PATRONES DE DISPERSIÓN SECUNDARIA
El suelo residual refleja la distribución de los elementos en la roca subyacente; los patrones de
distribución de elementos inmóviles en la roca son mejor preservados que aquellos definidos por
los constituyentes más móviles que están sujetos a la lixiviación y redistribución en el residuo
meteorizado. Patrones singenéticos en coluvión y morrenas glaciales también apuntan a la
fuente de metal, aunque aquí la relación entre el patrón de dispersión y la fuente de roca puede
complicarse por un sustancial movimiento lateral y por el transporte glacial y redeposición.
Los patrones clásticos en sedimento fluvial resultan de la erosión y transporte aluvial de
recubrimiento rico en metales. Aquí la relación entre la anomalía y la fuente puede complicarse
por la historia previa de dispersión del metal en el recubrimiento. Si la anomalía de sedimento se
deriva directamente de la erosión de una anomalía de suelo residual, la fuente rocosa de metal
se presentará en la inmediata vecindad de la anomalía de suelo. Si la anomalía de sedimento
proviene de la erosión de una anomalía de suelo de escurrimiento, la fuente de origen debe
buscarse hacia arriba de la tabla de agua a partir de la anomalía de escurrimiento.
64
patrones son, en general, definidos por elementos semimóviles, tales como el Zn y Cu, los cuales
pueden ser fácilmente disueltos y precipitados por cambios locales en el ambiente.
5.3.1.- PATRONES HIDROMÓRFICOS
Soluciones acuosas naturales normalmente dejan un patrón de precipitados de una clase u otra
en la matriz a través de la cual éstas fluyen (Fig. 5-5). Los patrones de dispersión epigenética son
patrones superimpuestos a patrones singenéticos, originalmente presentes en la matriz, ya sea
de roca meteorizada o suelo de origen residual o transportado.
67
Las anomalías hidromórficas de este tipo están siempre particularmente bien desarrolladas en
donde el ambiente sea favorable para su precipitación. Tales condiciones son comunes em
áreas de escurrimiento y en fuentes y pantano orgánicos. La fuente de las anomalías
hidromórficas se sitúan corriente arriba, o drenaje arriba, o en profundidad, de acuerdo con la
ruta seguida por las soluciones portadoras de metal.
68
En el medio sólido, cuando la fracción mineral es de grano grueso, es posible determinar cuál
mineral es el huésped de los elementos traza, lo cual no es fácil de decir cuando la fracción es de
grano fino. Sin embargo, una evidencia indirecta que puede ser valiosa como guía sobre la
participación probable de los metales en el recubrimiento residual y transportado y en los
sedimentos fluviales puede obtenerse en la siguiente forma: 1) considerando el comportamiento
general geoquímico de los elementos en la zona de meteorización y 2) determinando las
proporciones relativas de los metales liberados por diferentes extractores químicos, como se
señala posteriormente.
Minerales primarios resistentes incluyen algunos minerales de mena y ganga, así como minerales
resistentes formadores de roca. La estabilidad relativa de los constituyentes primarios y el grado
de meteorización son los factores controladores. Las propiedades físicas y químicas,
características de las especies minerales, involucra determinar los métodos por medio de los
cuales pueden ser detectadas estas características. Si se requirieran análisis químicos, es
necesario recurrir a un ataque vigoroso con ácidos o fundentes fuertes y calientes, con el
propósito de desintegrar los minerales primarios.
Una evidencia clara acerca del origen singenético clástico, es desde luego la presencia de granos
residuales o detríticos derivados directamente de menas minerales. Sin embargo, con minerales
de mena inestables, la mayoría del metal en patrones clásticos, incluyendo metal anómalo, está
contenido en minerales secundarios, principalmente en los minerales arcillosos y en óxidos
hidratados. No obstante que estos minerales han resistido el ataque químico de las soluciones
naturales, durante la meteorización y posiblemente también el ciclo de erosión y transporte, los
mismos tienden generalmente a ser relativamente resistentes al ataque y solución por
extractores de laboratorio.
En los patrones epigenéticos, en donde el metal introducido es de origen hidromórfico y formado
por reciente precipitación de material soluble proveniente de aguas superficiales y subterráneas,
el contenido de metal fácilmente extraíble se mantiene por intercambio activo con el metal en
solución.
72
CAPÍTULO 6
ANOMALÍAS EN RECUBRIMIENTO RESIDUAL
6.1.- INTRODUCCIÓN
La naturaleza de la roca original generalmente no es evidente de una inspección del suelo residual
formado a partir de dicha roca. En consecuencia, muchos yacimientos minerales no han podido
ser observados por esta dificultad.
Los vestigios mineralógicos y químicos en el suelo, derivados de la roca original, siempre se
mantendrán en el residuo original, lo que puede ser una guía magnífica para detectar yacimientos
minerales no perceptibles a simple vista. Por esta causa, es que las anomalías geoquímicas en
roca meteorizada y suelo residual se han convertido en el método geoquímico más amplio y
exitosamente usado.
Al patrón residual original siempre se complica con la influencia posterior de patrones
hidromórficos, los cuales se sobreponen a los patrones originales residuales por precipitación a
partir de aguas ricas en metales que drenan el terreno mineralizado.
La fig. 6-3 exhibe la diferencia característica entre una anomalía abrupta e intensa de Pb y una
débil y reducida de Zn.
76
La intensidad del contraste está regulada por diversas condiciones que favorecen el alto o bajo
contraste. Un alto contraste está regulado por condiciones como: 1) meteorización química
superficial, 2) suelo inmaduro, alcalino, 3) ambiente calcáreo, 4) elevado contenido de
absorbentes como materia orgánica, minerales arcillosos, óxidos hidratados de Fe y Mn, 5) baja
precipitación, 6) drenaje pobre y 7) erosión activa. Un bajo contraste es favorecido por las
siguientes condiciones: 1) meteorización química profunda, 2) suelo maduro, ácido o neutro, 3)
ambiente silíceo, 4) bajo contenido de absorbentes, 5) alta precipitación, 6) buen drenaje y 7)
superficie estable.
En cuanto a movilidad relativa, los elementos inmóviles tienden a dar anomalías más intensas,
mientras que los móviles tienden a darlas menos intensas.
6.3.2.2.- ANCHO DE LAS ANOMALÍAS
Conforme una estructura mineralizada se meteoriza, el patrón de distribución de los metales
derivados de una mena tenderá a ser modificado. Esta distribución tiende a ampliarse encima de
la zona mineralizada de menor anchura.
En general el ancho de la anomalía depende de la movilidad relativa de los elementos durante la
meteorización, interviniendo en el caso de los inmóviles, elementos como Sn, Nb, Cr, Be, Ti. Pb y
dentro de los móviles elementos como U, Cu, Zn y Mo.
Los elementos inmóviles tienden a dar anomalías menos anchas y más intensas, mientras que los
móviles las producen más anchas y menos intensas.
También el substrato litológico juega un papel importante, como en el caso de las rocas calcáreas
o “reactivas” y las rocas silíceas o “no reactivas”. Las rocas calcáreas tienden a producir patrones
anómalos de menor anchura, mientras que las silíceas de mayor. Por ejemplo, una anomalía de
Cu tiende a ser más angosta e intensa en un ambiente calcáreo y de alto pH que aquella originada
en un ambiente silíceo.
Sin embargo, el ancho de la anomalía también podría ser influenciada por procesos mecánicos y
químicos. Los procesos mecánicos podrían ampliar por un lado el ancho de las anomalías de los
elementos inmóviles, mientras que los procesos químicos podrían ampliar el ancho de las
anomalías de los elementos móviles. Por otro lado, procesos bioquímicos también podrían
intensificar las anomalías por la influencia de la materia orgánica.
Los elementos de movilidad intermedia pueden dispersarse en soluciones acuosas y luego
precipitarse, desde donde su dispersión es dominada por procesos mecánicos.
6.3.2.3.- DISTORSIÓN DE LAS ANOMALÍAS
La distorsión de las anomalías se efectúa por efectos mecánicos de la gravedad en las partículas
clásticas del suelo residual y en las aguas superficiales y subterráneas que afectan los suelos y
tienden a seguir las zonas de mayor pendiente.
77
El movimiento físico de las partículas mineralizadas del suelo residual pendiente abajo, o
reptación (Fig. 6-4) y por compactación (Fig. 6-5) produce la distorsión de las anomalías.
En suelos inmaduros, variaciones del perfil no son con frecuencia importantes, aunque bajo
condiciones apropiadas, metales como: Pb, Cu y Zn, tienden a enriquecerse en el humus y a
acumularse en el horizonte orgánico superior.
En suelos maduros de drenaje libre, muchos metales móviles tienden a empobrecerse en el
horizonte A y a enriquecerse en el horizonte B, aunque el enriquecimiento en los horizontes
orgánicos A0 y A1 continúa erráticamente. En ambientes relativamente áridos, los metales
solubles puede que estén enriquecidos en aquellos horizontes formados por evaporación : 1) del
agua de lluvia que percoló y 2) de las soluciones ascendentes de agua subterránea, por encima
de la tabla de agua. Para la mayoría de los elementos semimóviles, la redistribución en zonas
desérticas es restringida por su pH alto característico. Datos no confiables están disponibles en
relación con la distribución de metal en depósitos gruesos de caliche masivo (en Europa, calcrete)
desarrollado en suelo residual; aquí también la movilidad está restringida con la resultante
retención o a un enriquecimiento de metales en la zona de precipitación.
Donde el drenaje es pobre, la distribución metálica en suelos hidromórficos normales muestra
una tendencia hacia el enriquecimiento del horizonte A 1. Directamente sobre la mineralización,
el contenido metálico de suelos hidromórficos generalmente aumenta progresivamente con la
profundidad. Patrones similares son observados en los perfiles de la tundra donde el drenaje es
impedido por el permafrost o hielo permanente.
ámbito de fluctuación que en suelos residuales bien drenados. Así ambos, el valor de umbral y el
contraste de umbral contra el valor de fondo para anomalías de escurrimiento tiende a ser más
elevado que para anomalías singenéticas de suelo. Sin embargo, si se considera que la
mineralización está activamente sufriendo oxidación y lixiviación, la anomalía de escurrimiento
puede con frecuencia mostrar un mayor contraste de anomalía, particularmente el metal
extraíble en frío, que como lo hace la anomalía residual asociada al mismo depósito (Tabla 6-3).
Esto es debido a que las anomalías hidromórficas son continuamente reforzadas por
precipitación de metales, mientras que en las anomalías residuales el metal se está
continuamente perdiendo por lixiviación.
TABLA 6-3
CONTRASTE ENTRE ANOMALÍAS DE SUELO RESIDUAL Y ESCURRIMIENTO EN ÁREAS
SUBYACIDAS POR SEDIMENTOS EN KATANGA, ZAMBIA
CAPÍTULO 7
ANOMALÍAS EN RECUBRIMIENTO TRANSPORTADO
7.1.- INTRODUCCIÓN
Sobre grandes áreas de la Tierra, el substrato litológico está cubierto por depósitos relativamente
recientes de debrís glacial, aluvión, coluvión, materia orgánica, material transportado por el
viento y debris volcánico, algunos con características de lahar o lavina. La cubierta sobreyacente
impide en forma efectiva cualquier observación directa de depósitos minerales que se presenten
en la superficie.
Las anomalías geoquímicas en recubrimiento transportado pueden ser: singenéticas o
epigenéticas, y pueden ocurrir al mismo tiempo, es decir pueden estar superimpuestas.
de la fuente de origen, pero con mayor frecuencia no sobre pasan los 1 a 2 kilómetros. (Figs. 7-1,
7-2. 7-3 y 7-4).
85
Fig. 7-2
86
Sin embargo, como regla, el material de grano fino dará un patrón más homogéneo que el que
dan los fragmentos más gruesos.
7.3.2.- ANOMALÍAS HIDROMÓRFICAS
Una interpretación exacta de los datos geoquímicos en terreno glaciado, no es posible si no existe
la forma de distinguir patrones singenéticos de patrones hidromórficos. Los principales criterios
son la forma del patrón, la mineralogía del material anómalo y la movilidad de los elementos.
Mientras que la forma de una anomalía singenética glacial está relacionada con la dirección de
movimiento del hielo, los patrones hidromórficos están relacionados a la dirección de flujo del
agua subterránea (Figs, 7-5 y 7-6); una evidencia que puede ser usada para discriminar entre
estas anomalías, pero si se toma en consideración que las dos anomalías no coinciden.
87
Con relación a la intensidad de las anomalías, los patrones más fuertes están desarrollados en
recubrimiento limoso, en donde la permeabilidad favorable permite el acceso de las soluciones
y al mismo tiempo el material fino interviene adsorbiendo elementos.
88
CUADRO 7-1
DISTRIBUCIÓN METÁLICA EN CALICHE SOBREYACIENDO UNA DOLOMITA MINERALIZADA,
SUROESTE DE ÁFRICA
La composición del agua, que entra en los pantanos mineratróficos, desde las rocas y sedimentos
adyacentes, depende del Eh y el pH del agua, y en la disponibilidad de los elementos en la roca
subyacente o en el recubrimiento. Valores de pH relativamente elevados se observan sobre las
calizas, pero en las rocas silíceas o cerca de pirita oxidada, un pH relativamente ácido es típico. El
potencial de oxidación del agua es variado también, que depende de la historia del agua. Águas
ácidas oxidantes tienden a contener Cu, Zn, Pb, Ni, Co y otros elementos solubles en tales aguas,
al extremo de que están disponibles en el material adyacente. Aguas alcalinas oxidantes pueden
contener U, Mo, V y Se, pero solamente contienen trazas de Cu y Pb. En condiciones reductoras,
el Fe y Mn se movilizan y el Cu, U y V son inmóviles.
Como resultado de los anteriores procesos de introducción y fijación de metal, los pantanos
generalmente muestran variaciones laterales y verticales del contenido metálico. Valores altos
se encuentran cerca del punto de entrada a la turba. Otros elementos se encuentran arriba o en
la base debido a factores favorables como pH, Eh y naturaleza biológica.
Los depósitos orgánicos se acumulan en cualquier situación en donde el material vegetal se forma
más rápido que su proceso de descomposición. Donde el yacimiento yace bajo la cubierta
orgánica, patrones hidromórficos superyacentes pueden ser formados por flujo artesiano o por
baja circulación del agua subterránea hacia arriba del substrato rocos, para alimentar la
transpiración de las plantas superficiales. Por ejemplo, en el recubrimiento de materia orgánica
sobre un yacimiento de magnetita titanífera en Otanmaki, Finlandia (Fig, 7-8), elementos como
Ti, V, Ni y Al tienden a concentrarse en el fondo del recubrimiento, mientras que el Fe, Mn, Mo y
Pb tienden a enriquecerse en la parte superior. El Cu y Zn tienden a concentrarse en una región
en particular
Fig. 7-8
El contenido metálico más alto de estos sedimentos se extienden por pocos cientos de metros
dentro del lago, aunque ciertos valores persisten a considerable distancia de los valores más
elevados. Sedimentos depositados en las partes centrales de los lagos, pueden representar un
promedio de la composición química derivada de los diferentes tributarios que los alimentan,
junto con la captura de metales que produce la actividad orgánica en las condiciones lacustres.
Los sedimentos marinos en apariencia pueden servir como huésped de anomalías geoquímicas
de drenaje.
Anomalías hidromórficas sobreyaciendo yacimientos minerales, pueden desarrollar valores
químicos en las aguas de los lagos por el movimiento hacia arriba de las aguas subterráneas
debajo de los lagos.
Anomalías hidromórficas laterales se pueden desarrollar dentro de los lagos, cuando haya
movimiento de aguas subterráneas cargadas de metales en el ambiente lacustre. Cuando la
mineralización se encuentra en los alrededores de los lagos, se pueden desarrollar patrones
anómalos laterales en los sedimentos del fondo, cerca de las orillas. La Fig. 7-9 muestra un patrón
anómalo metálico en el sedimento del fondo, cerca de la orilla, derivado de un depósito de
sulfuros.
93
Fig. 7-9
Anomalía en sedimento lacustre, Lago Doré, Quebec. Datos en -80# (Schmidt, 1956, en
Hawkes y Webb, 1962)
Se deduce que la mayoría del metal de estas anomalías, proviene de la erosión de las tierras
adyacentes influenciadas por mineralización, aunque también se considera la posibilidad que,
una parte de los patrones anómalos en el fondo del lago, pudieron también haber sido
influenciados por aguas subterráneas anómalas en ascenso bajo el lago.
CAPÍTULO 8
LEVANTAMIENTOS GEOQUÍMICOS DE SUELO
8-1.- INTRODUCCIÓN
El muestreo y análisis de suelo residual es el método más ampliamente usado de todos los
métodos descritos anteriormente. La popularidad del levantamiento de suelos como un método
de exploración es un simple reflejo de la eficacia de las anomalías de suelo como guías para
localizar yacimientos minerales.
Cuando no se encuentran anomalías de suelo residual sobre yacimiento conocidos en el
substrato, el examen posterior generalmente muestra que el material muestreado no es
verdaderamente residual o que horizontes no apropiados o tamaño de fracción del suelo fueron
muestreados, o posiblemente que no fue usado un adecuado método de extracción de la o las
muestras. En otras palabras, se usa el método apropiadamente, éste es excepcionalmente
confiable en comparación con la mayoría de los otros métodos de exploración.
Levantamientos de suelo residual han sido encontrados particularmente aplicables en áreas de
profunda cubierta residual y de pocos afloramientos, donde otros métodos de exploración son
ya sea o costosos o técnicamente inefectivos.
La naturaleza del recubrimiento, si es residual, glacial, aluvial, coluvial, eólico, o cualquier otro
tipo a considerar, es lo primero que debe determinarse. En los suelos deben de hacerse calicatas
o excavaciones adecuadas u observar bien las exposiciones de los suelos en los caminos para
efectuar el estudio.
Un análisis preliminar de la fracción -80# o 100# debería ser analizada con relación al metal
fundamental o predominante, o elementos guía asociados, lo cual será suficiente para indicar si
una anomalía está presente o no. Las determinaciones analíticas deberían de incluir la relación
cxMe/Me, para elementos móviles o inmóviles.
Muestras seleccionadas anómalas y de fondo deberían ser sometidas a una serie de
experimentos para determinar el ámbito de concentración de los elementos clave; así también
como el tamaño de fracción y el método analítico que muestre el contraste mayor entre la
anomalía y el fondo. Cuando se trate de elementos que en forma característica ocurren en el
97
suelo como componentes de materiales clásticos, la fracción pesada del suelo debería ser
examinada mineralógicamente. Sobre la base de estos experimentos, es que se seleccionan los
procedimientos de preparación y análisis que muestren el contraste máximo de la anomalía
sobre el fondo.
El análisis del grupo completo de muestras por procedimientos seleccionados, provee la
información básica sobre la cual escoger el horizonte de muestreo más conveniente, en otras
palabras, la profundidad mínima a la cual se obtiene un adecuado contraste de anomalía.
Líneas de huecos de muestreo (traviesas) son suplementadas por traviesas en donde nuestras
espaciadas y cercanas entre sí son colectadas de la profundidad óptima seleccionada, con el
propósito de determinar la forma, la distribución o diseminación y homogeneidad de la anomalía.
Muestras duplicadas pueden ser colectadas en puntos seleccionados para determinar el error de
muestreo. Además del examen de las anomalías sobreyacentes, se deben de llevar a cabo
pruebas en la base de los coluviones y en las áreas de escurrimiento drenaje debajo de la
mineralización, para determinar las características de las anomalías laterales, si existen. En estos
casos es importante determinar la relación cxMe/Me.
8.5.- CONTAMINACIÓN
Estudios de orientación deben realizarse en las mismas áreas para determinar el grado de
contaminación alcanzado debido a la actividad humana.
Como regla, la contaminación por basura, fertilizantes, metales en carreteras y de instalaciones
en fincas e industrias, es muy localizada y está generalmente restringida a los horizontes
superficiales. Lixiviación de botaderos de mina oxidados y viejos, pueden dispersar más profundo
98
Donde el terreno es muy pronunciado o abrupto, puede ser apropiado delinear un patrón simple
de acuerdo con la topografía. En estas circunstancias, traviesas de suelo siguiendo las crestas y
ramificaciones de las serranías han tenido éxito en un buen número de ocasiones (Fig. (8-5). Para
obtener un cubrimiento adecuado, puede ser necesario suplementar el muestreo de crestas o
cimas con el muestreo de base de pendiente o talus (Fig. 8-6). Si la distorsión pendiente debajo
de las anomalías de suelo es extrema, puede ser posible detectar cualquier anomalía importante
101
102
anomalías son difíciles de diferenciar de las anomalías laterales, en vista de que estas últimas son
generalmente hidromórficas en origen.
8.7.4.- APRECIACIÓN DE LAS ANOMALÍAS
Las consideraciones principales en cuanto a estimar el posible significado económico de las
anomalías geoquímicas son: 1) la magnitud de los valores que con frecuencia se expresan como
el contraste entre los valores pico y el umbral, 2) el tamaño y forma del área anómala, 3) la base
geológica y 4) la extensión a la cual el ambiente local pueda haber influenciado el contenido
metálico y el patrón de la anomalía.
con un equipo portable de extracción en frío de campo. Con anomalías residuales o de otro tipo,
donde la cxMe es baja en contenido, esta prueba no suministra resultados confiables.
La fuente de anomalías laterales deberá ser observada pendiente arriba, de acuerdo al
mecanismo de dispersión. Anomalías geoquímicas laterales casi nunca indican áreas para
perforar sin necesidad de trabajo posterior. Generalmente un sistema elaborado de trabajo
detallado, que involucra levantamientos geoquímicos de suelo, levantamientos geofísicos,
prospección convencional, o muestreo profundo, será necesario efectuar antes de determinar la
presencia de un posible yacimiento.
Patrones sobreyacentes pueden definirse por medio de un muestreo detallado para delinear el
eje de la anomalía. Este procedimiento puede facilitarse colectando muestras profundas, dado
que la intensidad de tales patrones con frecuencia aumenta con la profundidad. Donde los
depósitos contienen metales asociados de movilidad diversa, un patrón agudo se puede obtener
analizando las muestras para los elementos relativamente inmóviles. Las secciones más
prometedoras de la anomalía se pueden exponer por medio de calicatas, trincheras y limpieza
superficial, preferiblemente hasta el substrato rocoso, si fuera posible. Las calicatas deberían ser
descritas litológica y pedológicamente en sentido vertical, de la misma manera como se describe
para los levantamientos de orientación. La distribución de los valores metálicos hacia abajo en
las calicatas, pueden ayudar a localizar la fuente de la mineralización en el substrato rocoso (Fig.
8-8). Los afloramientos en la trinchera pueden muestrearse horizontalmente en forma de canal
con el mismo propósito para localizar la mineralización.
Fig. 8-8
CAPÍTULO 9
ANOMALÍAS EN AGUAS NATURALES
1.- INTRODUCCIÓN
Los patrones anómalos de elementos que se presentan en las aguas superficiales y subterráneas
se conocen con el nombre de anomalías hidrogeoquímicas. Estas anomalías están constituidas
principalmente por elementos móviles en las soluciones acuosas. Los elementos y iones que han
recibido mayor atención en prospección mineral por medio del agua han sido: SO 4-2, Mo, U, Zn y
Cu. Trabajos experimentales en exploración mineral se han realizado en Rusia, sobre elementos
como Pb, Cr, Be, Co, Ni, Sn, W, Ag, Bi, Sb y As.
Una de las dificultades que afronta la prospección hidrogeoquímica, es encontrar métodos
adecuados, rápidos, sencillos y baratos para detectar bajas concentraciones en las aguas.
5) Materia orgánica soluble. Los metales en forma iónica simple pueden reaccionar con la materia
orgánica del humus o turba y constituir complejos metalorgánicos solubles en agua. Para
determinar los elementos sostenidos por las moléculas orgánicas, es necesario evaporar la
muestra de agua, seguida por la obtención de ceniza u oxidación húmeda del residuo antes del
análisis;
6) Suspensoides. Éstos se refieren a la proporción de elementos que se presentan en el agua en
la forma de componentes insolubles, orgánicos e inorgánicos. La cantidad de esta materia
depedende de la turbulencia del agua, la abundancia de sedimento fácilmente suspendido y
dividido, la cantidad de actividad orgánica con el consecuente crecimiento de organismos
flotantes y factores que tienden a estabilizar las dispersiones coloidales de los hidróxidos de Fe,
Mn, Si y Al.
Las aguas subterráneas acarrean la mayor parte de su carga metálica en una de las fases iónicas,
con proporciones menores de sales coloidales menores.
Las aguas superficiales, debido a los efectos de la luminosidad, aumento de la reacción y
turbulencia, transportan una gran variable e impredecible fracción de su contenido metálico en
la forma iónica, principalmente como constituyentes de materia orgánica soluble y de
suspensoides inorgánicos y orgánicos.
soluciones extremadamente corrosivas de ácido sulfúrico y en esa forma pueden atacar los otros
minerales primarios.
La fracturación de las rocas también ayuda a la liberación de metales solubles al aumentar la
superficie de reacción entre la mena y las soluciones oxidantes. Un efecto similar se observa en
el caso de sulfuros diseminados de grano fino en una roca de caja permeable. Agua que drena
menas permeables altamente cizalladas tienden, por consiguiente, a mostrar anomalías más
fuertes que en aguas que drenan menas minerales compactas y masivas equivalentes en ley y
tamaño.
La proporción de flujo del agua a través de un depósito oxidado, puede tener un efecto
pronunciado en la intensidad de una anomalía hidrogeoquímica. Una baja proporción de flujo
proveerá más tiempo para que los productos de la meteorización pasen a la solución y, por lo
tanto, resultará en un contenido más elevado de metal en el agua.
La solubilidad de un elemento puede también ser gobernada por la presencia de otros iones en
solución. Por ejemplo, la concentración de uranio en una solución depende no solamente de su
disponibilidad en la fuente del metal, sino también de la concentración de HCO 3-, con el cual
reacciona para formar el complejo soluble de uranio uranil carbonato, UO2(CO3)3-4.
Condiciones iguales al máximo contraste, es normalmente esperable en áreas de lluvia y relieve
moderado. Elevada precipitación y fuerte relieve tienden a disminuir el contraste al aumentar el
flujo de agua y, por consiguiente, que la anomalía desaparezca por influencia del agua de
composición normal.
9.3.1.2.- DILUCIÓN
Incrementos graduales de agua estéril tienden a diluir los valores hidrogeoquímicos anómalos
hasta llevarlos a valores de fondo, aunque también la dilución catastrófica puede ocasionar el
mismo efecto (Fig. 9-1).
111
9.3.1.3.- PRECIPITACIÓN
La precipitación de sustancias disueltas en el agua natural tiene lugar cuando hay algún cambio
de ambiente que causa dicha precipitación. Este fenómeno se presenta en las llamadas “barreras
de precipitación”, las cuales es común que tengan lugar en fuentes de agua y áreas de
escurrimiento donde las aguas del terreno que llegan a la superficie encuentran un ambiente con
un incremento del oxígeno disponible, luminosidad y actividad orgánica.
Al provocarse la precipitación hay de inmediato una disminución del contenido metálico en el
agua (Fig. 9-2).
112
Una barrera de precipitación también tiene lugar cuando aguas ácidas emergen en un ambiente
reductor de un pantano orgánico a un ambiente oxidante de una quebrada o río con corriente
normal. Este cambio e ambiente generalmente causa la precipitación de óxidos hidratados de Fe
y Mn en el lecho del río y la consiguiente remoción por coprecipitación de metales disueltos en
la solución acuosa. Por otro lado, las condiciones de una barrera de precipitación pueden cambiar
y, por lo tanto, redisolverse los precipitados, los cuales pueden consistir de a) minerales
secundarios de mena relativamente insolubles y b) suelo residual anómalo o material precipitado
por efectos hidromórficos y biogénicos.
113
A la primera lluvia, después de un período seco, dos factores juegan un papel importante: uno es
la simple dilución y el otro es el lavado de sales solubles. Este último factor es producido por la
percolación de aguas de lluvia que remueven las sales que se han acumulado durante el período
seco previo. El resultado es el aumento relativo en el contenido salino el agua superficial al
principio y al descenso del contenido normal conforme el nivel de agua desciende.
114
aguas subterráneas que emergen, pendiente abajo, en un terreno montañoso del Cáucaso,
originados por la existencia de depósitos de molibdenita de contacto metasomático con un
115
En caso de que el fracturamiento sea muy irregular y desconectado, con una baja permeabilidad,
los patrones de flujo son irregulares y las anomalías son en consecuencia complejas. La movilidad
de los elementos en las aguas subterráneas, está en relación con la movilidad debida al mayor o
menos grado de solubilidad de éstos y a la cantidad de agua fluyendo de acuerdo a un clima seco
o húmedo.
En las rocas sedimentarias y en ciertas rocas volcánicas donde exista buena permeabilidad, se
pueden formar anomalías elongadas de acuerdo al flujo de los acuíferos; pueden adquirir la
forma de abanico en rocas con actitud estructural plana y más lineales en rocas con algún grado
de buzamiento.
La localización de fuentes de agua tiende a ser controlada por estratos impermeables y las
anomalías se pueden deber a mineralizaciones existentes o cercanas a unidades de roca
adyacentes permeables (Fig. 9-6 a y b).
116
CAPITULO 10
LEVANTAMIENTOS GEOQUÍMICOS DE DRENAJE
10.1.- INTRODUCCIÓN
Los levantamientos geoquímicos de drenaje se pueden aplicar para realizar lo siguiente: 1)
reconocimientos primarios o regionales, con el objeto de localizar áreas con posibilidades de
mineralización e incluso cuerpos mineralizados y 2) levantamientos de detalle con el prpósito de
ubicar mineralizaciones desconocidas o estudiar en detalle +áreas mineralizadas conocidas o
anomalías geofísicas.
Con el primer tipo de levantamiento se pueden investigar grandes áreas en cuanto a sus
posibilidades minerales, por cuanto los productos de la meteorización derivados de las
mineralizaciones se integran a los sistemas de drenaje en los sedimentos fluviales y en las aguas
y son transportados a grandes distancias drenaje abajo. Los productos más móviles de la
meteorización como los elementos S, Mo, U (móviles) y Zn, Cu, Ni, Co (semi-móviles), se
desplazan en solución o son adsorbidos en las partículas en las partículas finas, y los menos
móviles cono Au, Sn y W, lo hacen en la fracción pesada de los sedimentos fluviales.
A continuación se hará una revisión de las técnicas de planeamiento, conducción e interpretación
de datos geoquímicos de drenaje que se han encontrado efectivas en otras partes del mundo.
Muchas de las conclusiones y recomendaciones se pueden aplicar a nuevas áreas en donde se
vaya a llevar a cabo algún tipo de levantamiento geoquímico de drenaje. Sin embargo, no es
seguro asumir que la aplicabilidad de las técnicas pueda ser la misma de una área a otra. Por esta
razón, es que se recomienda realizar siempre un levantamiento de orientación sobre un área de
mineralizaciones conocidas, con el objeto de aplicar los resultados a un área similar con
mineralizaciones desconocidas.
Cualquiera de los anteriores medios pueden ser empleados en estos estudios pero evitando la
contaminación.
Sin embargo, una gran parte de los estudios de orientación se realizan en las quebradas las cuales
e muestrean en los siguientes lugares: 1) drenaje arriba de la fuente de mineralización conocida
y preferiblemente no alterada, 2) en o cerca de la fuente y 3) en cada sitio drenaje abajo donde
una quebrada tributaria o un cambio de ambiente pueda modificar la composición de las aguas
que drenan la fuente de mineralización conocida. Muestras intermedias deberían ser tomadas
donde la distancia entre estos puntos críticos exceden, dígase los 100-150 m. Si la fuente de
mineralización o depósito mineral ha sido expuesto por trabajos subterráneos, es importante
considerar que la oxidación acelerada que resulta, puede producir un aumento en el contraste
de la anomalía en relación con una condición no oxidada del depósito. Muestras con
concentraciones de fondo deberían ser colectadas en áreas desprovistas de mineralización para
obtener representación de las variaciones del substrato y otras condiciones del ambiente.
Los análisis deberían incluir la determinación de pH, salinidad total y constituyentes mayores
apropiados además de los metales relacionados con mineralización. La muestra puede ser
analizada en el campo para algunos elementos y constituyentes, sin embargo, en muchos casos
se prefiere concentrar el metal iónico en el lugar de muestreo por extracción con solvente,
coprecipitación o tratamiento con resinas de intercambio, seguido de un análisis adecuado en el
laboratorio.
cuáles fracciones dan el contraste más fuerte de anomalías sobre el fondo, así como el patrón
más homogéneo y persistente.
Exámenes mineralógicos y químicos deberían efectuarse en los minerales pesados,
particularmente cuando se trate de Sn y W.
10.5.- CONTAMINACIÓN
La contaminación tiene lugar más en el agua que en los suelos y debe ponerse atención este
comportamiento durante los estudios de orientación. Los contaminantes domésticos más
comunes son el Zn y el Cu, así como la contaminación derivada de los trabajos mineros.
de áreas que limitan con ríos que exceden los límites de la cuenca, será necesario muestrear
todas las quebradas tributarias, fuentes y áreas de escurrimiento, no importa que locales e
insignificantes aparenten ser.
Un cubrimiento completo no es siempre posible o aún deseable en áreas donde el acceso es difícil
o donde la geología no es particularmente favorable. No obstante que mucho del costo de un
levantamiento geoquímico de drenaje es el costo del tiempo y gastos de viaje al sitio de
muestreo, optimizar la selección de costo para completar el cubrimiento, puede justificar
efectuar traviesas a los caminos, trillos, ríos navegables o líneas de costa.
determinados en el campo; valores tan altos como éstos es raro encontrarlos en las áreas de
“fondo”. Determinaciones de campo para salinidad total y pH pueden hacerse con instrumentos
portables electrométricos. La ventaja de los análisis en el sitio de muestreo es que la muestra no
tiene oportunidad de cambiar de composición ya sea por contaminación o por precipitación de
metales traza en el lapso entre la recolección y el análisis. Además, la incomodidad del embarque
se evita. El pH y CO2 en las muestras de agua es sumamente importante debido a su extrema
inestabilidad. La desventaja del análisis en el sitio de muestreo es que el método es menos
preciso; mide sólo el contenido iónico del agua y puede tardar.
El enriquecimiento previo del material disuelto en el agua ha sido ampliamente practicado en los
últimos años. El enriquecimiento puede ser efectuado con resinas de intercambio iónico, por
extracción con solventes o por filtración después de coprecipitar con algún colector adecuado
como sulfuro de cadmio o fosfato de aluminio. Estos métodos solamente recuperan los
constituyentes iónicos de la muestra del agua. Para determinar el contenido total de un elemento
traza en las formas disueltas y suspendidas se hace necesario evaporar y esto se puede hacer
solamente en el laboratorio o en un campamento central. Los concentrados que se preparan en
el campo son luego transportados al laboratorio para el análisis. Una de las ventajas del pre-
enriquecimiento en el campo es que la muestra no tiene oportunidad de cambiar su composición
durante el viaje al laboratorio y que el costo del transporte se reduce notablemente. Una ventaja
mayor es la considerable mayor precisión y economía efectuando el análisis en condiciones
controladas en un laboratorio bien organizado. Las desventajas son las dificultades técnicas y el
tiempo involucrado en efectuar el pre-enriquecimiento en el campo.
10.7.2.- SUELO DE PANTANO Y SEDIMENTO FLUVIAL
En vista que el contenido del suelo y sedimento fluvial puede variar en forma considerable con
el tamaño del grano y la materia orgánica presente, es deseable que se colecte material en
general de la misma fineza y contenido de materia orgánica, Aún así, la composición de las
muestras es tan errática, que una sola muestra en cada sitio no será representativa
particularmente para la relación cxME/Me. En base a los resultados del estudio de orientación,
puede que sea necesario colectar dos, tres o aún cuatro muestras en cada sitio.
Las muestras colectadas pueden ser analizadas ya sea en forma individual o mezcladas y
analizadas como muestras complejas.
La cantidad de muestra que en general se utiliza es de 10 a 50 gramos, aunque si es de grano
grueso puede que sean necesarios 100 a 200 gramos o más con el objeto de obtener suficiente
material fino. La muestra generalmente se pasa por la malla 80 y debe estar seca. No se
recomienda el tamizado en húmedo por la pérdida de la fracción ultrafina la cual contiene gran
proporción de los valores de concentración.
126
La estimación de los valores de fondo y umbral reales en una población de datos de drenaje, es
una tarea muy importante por cuanto la estimación de ser objetiva y confiable, se acercaría a la
localización casi inmediata de cuerpos mineralizados. Hay que tener cuidado en caso que se
presenten valores de umbral influenciados falsamente por litologías con contenidos anormales
de ciertos elementos en el substrato geológico, como por ejemplo: Cr. Ni y Co en las rocas
ultrabásicas.
La distinción entre anomalías significativas y no significativas es siempre una de las tareas más
difíciles que se presentan en la interpretación de los datos. Antes de realizar cualquier trabajo
geoquímico de detalle, es necesario examinar cada anomalía con el fin de saber con certeza si es
significativa. En primer lugar, es necesario reanalizar todas las muestras críticas o dudosas.
También en algunos casos resulta necesario volver a visitar el lugar de muestreo antes de decidir
si la anomalía es significativa o no.
Una vez que las anomalías significativas han sido identificadas, es necesario hacer una revisión
de la intensidad y la forma de la anomalía, que puede estar favorecida por el ambiente geológico
y por factores ambientales que pueden incrementar o suprimir patrones anómalos.
La intensidad de una anomalía está en función de la cantidad total de metal que ha sido lixiviado
del área de drenaje, menos lo que ha sido precipitado antes que el agua se incorpore al drenaje
superficial.
Una anomalía fuerte puede significar: 1) un área extensa con mineralización de bajo grado, 2)
grupos de depósitos muy pequeños de mineral de alta ley, 3) depósitos pequeños con débl
mineralización pero con rocas altamente fracturadas las cuales son fácilmente accesibles a la
acción de la lixiviación de las aguas subterráneas en circulación y 4) uno o más depósitos de
menas minerales de alto grado.
Además, la ausencia de una anomalía fuerte no significa necesariamente la ausencia de un
cuerpo mineral. Puede ser solamente el efecto de una proporción baja de ataque químico en la
roca.
alguno de estos métodos dependerá de las condiciones locales, accesibilidad, personal, métodos
analíticos usados, etc.
Para efectuar mejores resultados analíticos en el campo es preferible tamizar la muestra.
En la zona de corte, asegúrese cuál es la causa que lo está produciendo, que puede ser la
contaminación, el enriquecimiento natural y la mineralización. Determine los principales puntos
en los cuales el metal anómalo penetra el sistema de drenaje. De acuerdo con la naturaleza del
problema, el muestreo puede hacerse colectando muestras a intervalos cortos a lo largo de los
bancos de canales activos, a lo largo de las zonas de escurrimiento y en fuentes de agua en las
márgenes de las llanuras aluviales o a lo largo del cambio de pendiente en los coluviones. Las
muestras más altamente anómalas con frecuencia indicarán el lado del valle desde donde la
mayor parte del metal proviene. Donde ocurran anomalías de fuente de agua o escurrimiento
por aguas cercanas a la superficie y donde la anomalía se debe al agua que fluye de los canales
del substrato, la fuente de origen se localizará a lo largo de la pendiente arriba de la fractura que
conduce el agua u otro tipo de acuífero. Tal fuente puede estar oculta en profundidad y no llega
a la superficie del substrato.
Como resultado de estos estudios de detalle, es posible delimitar el área de mayor interés
mineral con el propósito de concentrar la exploración más detallada por medio de
levantamientos geológicos, geofísicos y geoquímicos.
129
CAPÍTULO 11
EXPLORACIÓN GEOBOTÁNICA
11-1.- INTRODUCCIÓN
La exploración o prospección geobotánica aplicados a la localización de yacimientos minerales,
es una práctica bio-geológica que involucra el uso de vegetación para identificar la naturaleza y
las propiedades del substrato geológico. Esta metodología es compleja y requiere de un
conocimiento interdisciplinario en los campos de la bioquímica, botánica, química, ecología,
geología y la fisiología vegetal. Por consiguiente, en su ejecución se requiere de un equipo de
científicos y técnicos especializados en los diferentes campos de la ciencia para lograr resultados
exitosos.
La interpretación del significado de la cubierta vegetal se realiza con base en de la naturaleza y
distribución de las comunidades de plantas y en la observación de los cambios morfológicos en
la vegetación (p.e. cambios de color), utilizando observaciones aereovisuales o fotografías
aéreas. Esta técnica de exploración debe de entenderse como una herramienta valiosa de
exploración que, acompañada por otras metodologías geológicas, geoquímicas y
biogeoquímicas, puede ayudar en la búsqueda de yacimientos minerales en zonas desconocidas.
Las primeras investigaciones en geobotánica fueron realizadas por el ruso Karpinsky (1941, en
Brooks, 1972) cuando reconoció la existencia de diferentes asociaciones de plantas creciendo en
diferentes substratos geológicos como areniscas, arcillitas y calizas. Este tipo de investigaciones
proliferaron en la Unión Soviética durante la primera mitad del siglo XX y constituyeron la base
para que otras naciones del mundo occidental empezaran a trabajar en este tipo de métodos de
prospección mineral.
11-2.- INDICADORES GEOBOTÁNICOS
Todas las plantas vivientes responden en una u otra forma al ambiente químico, físico y biológico
en donde ellas crecen. Esta respuesta generalmente se presenta en la forma de un hábitat de
crecimiento característico. Cuando las condiciones ambientales son desfavorables, algunas
plantas no se pueden desarrollar completamente, mientras que otras más tolerantes si lo pueden
hacer, pues se adaptan mejor a estas condiciones. Estos son procesos de selección natural que
se ajustan a las variaciones locales del ambiente local.
Muchos factores que tienen poca o ninguna relación con la geología, pueden tener una gran
influencia en la salud y distribución de las plantas. Dentro de estos factores se pueden citar: la
luz del sol, la extensión de la estación de crecimiento, la elevación del terreno, los incendios
forestales, las plagas de insectos y enfermedades en las plantas.
Cuatro aspectos en la apariencia y distribución de las plantas son de gran importancia en
exploración mineral:
a las plantas. Elementos nutrientes pueden ser precipitados o inmovilizados en el suelo o planta;
por ejemplo, el fosfato es susceptible de ser inmovilizado por un número de elementos y
sustancias minerales.
Indicadores geobotánicos han sido usados para localizar y mapear agua subterránea, depósitos
salinos, hidrocarburos, tipos de roca y yacimientos minerales.
11.2.1.- INDICADORES DE AGUAS SUBTERRÁNEAS
Las plantas que crecen en el desierto son grandes indicadoras de la disponibilidad de aguas
subterráneas. Las plantas freatófitas que son aquellas que absorben agua de la zona de
saturación subterránea, son indicadoras de la tabla de agua que es alcanzado por su sistema
radicular. A diferencia de las freatófitas , se encuentran la xerófitas que sobreviven por el agua
de lluvia ocasional en las zonas desérticas y en consecuencia desarrollan sistemas radiculares
muy superficiales. Otro grupo de plantas de desierto son intermedias en su capacidad para
absorber agua y se les clasifica como mesófitas.
Otras plantas no pueden crecer en zonas pantanosas, de alta saturación acuosa, mientras que
otras si se adaptan a tales condiciones de saturación.
Como muchas partes del mundo tienen determinadas comunidades o asociaciones vegetales
específicas que indican determinadas condiciones relacionadas con la presencia de agua
subterránea a diferentes profundidades, estas asociaciones vegetales se han utilizado para
definir áreas de interés mineral, pues estarían influenciadas por anomalías hidrogeoquímicas
presentes en las aguas subterráneas. Éstas anomalías estarían relacionadas con la presencia de
yacimientos minerales que, al meteorizarse e incorporar su carga metálica a las aguas
subterráneas, ésta sería absorbida en forma diferencial por las diferentes especies vegetales.
11.2.2.- INDICADORES DE DEPÓSITOS SALINOS
Muchas plantas del desierto toleran e incluso prefieren soluciones nutritivas con un alto
contenido de sales disueltas. Indicadores específicos de alta salinidad, denominadas halófitas,
son de gran uso por lo ganaderos para reconocer áreas no adecuadas para el pastoreo por el
elevado contenido de elementos en los pastos relacionado con las sales disueltas en la solución
del suelo. Depósitos salinos ricos en boratos en el Asia Central se relacionan con plantas que
toleran altas concentraciones de boro en sus tejidos, lo cual les produce ciertas deformidades o
enfermedades que les ocasionan la pudrición de raíces, clorosis y otros síntomas nocivos para su
crecimiento y desarrollo normales.
Otra planta indicadora de cobre existe en Arizona, conocida como la popy de California,
observada creciendo sobre el depósito de cobre de San Manuel y otros asociados. Sin embargo,
no sucede lo mismo cuando en otras áreas con mineralización de cobre, cuando hay cambios en
el clima.
La clorosis o amarillamiento de las hojas, puede ser una observación importante para definir
áreas mineralizadas, sim embargo, no es una guía específica para determinado elemento. Existen
elementos como el níquel, cobre, cobalto, cromo, cinc y manganeso que son antagónicos al
hierro en el metabolismo de las plantas; por lo tanto, el exceso de estos elementos produce una
deficiencia de hierro en la clorofila del follaje de las plantas, lo cual se traduce en su decoloración.
La clorosis puede ser debida a otras causas como infecciones en las plantas, drenaje inapropiado
o exceso de la acidez del suelo.
La ausencia de una cubierta de vegetación normal, en lugar de indicadores específicos en una
área mineralizada puede, bajo ciertas condiciones, ser de gran utilidad como guía en la
localización de depósitos minerales. Depósitos de sulfuros oxidados de elevada acidez, con
elementos metálicos tóxicos solubles, pueden evitar el desarrollo de asociaciones ecológicas
normales.
En la tundra y regiones montañosas crecen musgos y líquenes ampliamente distribuidos que
pueden ser afectados diferencialmente por la composición química del substrato geológica y por
lo tanto pueden ser de utilidad en la identificación de áreas con altos contenidos metálicos y su
relación con la eventual existencia de yacimientos minerales.
Las ventajas de la exploración geobotánica son que los resultados del levantamiento son
inmediatos y disponibles a la observación visual, y de bajo costo cuando un estudio de
orientación ha sido efectuado. Anomalías geobotánicas pueden detectarse en recubrimiento
transportado, pero son de difícil aplicación en la localización de prospectos minerales.
11.4.- DETECCION REMOTA DE ANOMALÍAS GEOBOTÁNICAS
Métodos aéreos y satelitales son medios muy útiles y rápidos para efectuar el análisis y la
interpretación geobotánica de una zona. Los métodos de detección remota pueden definir
cambios en la distribución de las especies, el tamaño y el color de las plantas afectadas por
valores anómalos de ciertos elementos presentes en los suelos. Los métodos de detección
remota, que usan diferentes sensores y diferentes porciones del espectro electromagnético,
incluyen la observación visual desde un avión o de un satélite, fotografías aéreas (en blanco y
negro, color o color en infra-rojo), detección de la reflección en el espectro visible y en el cercano
infra-rojo o de la emisión en el lejano infra-rojo, y medición de la reflección de microondas y
radar.
La investigación sobre la detección e interpretación de anomalías geobotánicas por medio de los
métodos remotos de detección, tienen la importancia de un rápido barrido de grandes áreas a
bajo costo. Sin embargo, las dificultades que se presentan en relación con las especies, el
espaciado y la edad de las plantas, tipos de roca, espesor y clase de recubrimiento, humedad,
luminosidad solar y otras variables, hará que se requiera un gran trabajo de investigación para
desarrollar métodos de prospección geobotánica que puedan ser usados con confianza. El
reconocimiento de la clorosis foliar, bien desarrollada o incipiente, pareciera ser el método de
estudio que ofrece mejores posibilidades de detección de anomalías geobotánicas y
biogeoquímicas.
136
CAPÍTULO 12
BIOGEOQUÍMICA EN EXPLORACIÓN MINERAL
12.1.- INTRODUCCIÓN
Biogeoquímica es el estudio de las características químicas de los seres vivos, plantas y animales,
y su relación con las características geológicas y geoquímicas de una zona determinada. En el
caso específico de la biogeoquímica en exploración mineral es el estudio de las características
químicas de las plantas en relación con el substrato geológico, las mineralizaciones y los
depósitos minerales de importancia económica. Se considera que un elemento en el suelo o en
la roca madre, se puede acumular en la planta en tal concentración, que puede significar
anomalías biogeoquímicas las cuales, a la vez, pueden tener relación directa con anomalías
geoquímicas en el suelo o la roca madre, en donde crecen las plantas.
La acumulación de ciertos elementos por el humus y la vegetación fue encontrada por primera
vez por Goldschmidt en Alemania y Vernadsky en Rusia, ambos considerados los padres de la
Geoquímica. Alrededor de la década de 1930, ambos investigadores empezaron a trabajar en
este tema, sin embargo, no es sino hasta la década de 1960 cuando los métodos de prospección
biogeoquímica empiezan a ser aplicados en la búsqueda de yacimientos minerales. La técnica es
más reciente que la geobotánica, en el sentido de que depende solamente del análisis químico
de las plantas, que es más simple, rápido, sensible y menos costoso. Esto ocurrió en la década de
1930 con los trabajos de Golschmidt y colaboradores en el campo de la espectrografía de
emisión.
La aplicación exitosa de los métodos biogeoquímicos de prospección involucra la aplicación del
conocimiento de varias disciplinas como la botánica, la química, la ecología la geología, la química
y fisiología de las plantas, la ciencia del suelo y la estadística.
La exploración biogeoquímica no debe considerarse una herramienta única en la búsqueda de
yacimientos minerales, sino combinada con otros métodos de exploración que permitan
resultados confiables. Sin embargo, el simple conocimiento de las características biogeoquímicas
de las plantas y animales pueden permitir un conocimiento general de las características
biogeoquímicas del medio ambiente, ya en el campo de la Geoquímica Ambiental.
a través del perfil de suelo. Producto de este proceso químico y fisiológico, se pueden formar
enriquecimientos de ciertos elementos en las capas del suelo.
Las capas húmicas comienzan a enriquecerse en elementos como: As, Be, Cd, Ge, Au, Pb, Mn, Ni,
Sc, Ag, Sn, V y Zn; es lo que se conoce como “principio de enriquecimiento de Goldschmidt”,
deducido del estudio de cenizas de carbón, las que se presumen análogas con el humus.
El grado de enriquecimiento de un determinado elemento en las plantas, difiere con el tipo de
planta, incluso para aquellas que crecen en concentraciones químicas iguales (Tabla 12-1).
TABLA 12-1
Diferentes tipos de plantas creciendo en un suelo de concentración de Se homogénea
Las plantas que crecen sobre depósitos minerales pueden mostrar un enriquecimiento, con
mayores concentraciones de elementos que las del suelo. En Nueva Zelandia, la concentración
normal de uranio en las plantas es de 1 ppm, mientras que en la especie Coprosma australis
puede alcanzar concentraciones de uranio 1,5 a 1000 ppm.
La concentración de elementos en las plantas depende en parte de la movilidad de los elementos
y de su grado de concentración en el suelo y es precisamente lo que se usa en prospección
biogeoquímica.
12.2.5.- FACTORES QUE AFECTAN LA ACUMULACIÓN DE ELEMENTOS POR LAS PLANTAS
En prospección biogeoquímica es necesario seleccionar las especies de plantas que acumulan los
elementos en forma reproducible y que el grado de acumulación sea proporcional a las
concentraciones del elemento en el suelo.
Son varios los factores que intervienen en esta acumulación; están entre ellos los siguientes:
1.- Tipo de plantas muestreadas: las plantas difieren en su forma de acumular elementos y en su
respuesta a los constituyentes del suelo y su concentración, por lo que se deben seleccionar
aquellas que dan una mejor respuesta. La Fig. 12-2 muestra respuestas diferentes al aumento de
los contenidos de molibdeno en el suelo. Es evidente que la especie Medicago hispida ofrece la
mejor opción para usarla en prospección biogeoquímica, que las otras especies estudiadas.
La tabla 12-2 muestra los coeficientes de enriquecimiento de varias especies de plantas en Nueva
Zelandia (Whitehead y Brooks, 1969b en Brooks, 1972.
140
Tabla 12-2
Coeficientes de enriquecimiento por la captación de radioactividad, en conteos alfa/min/g de
muestra, en especies de plantas de Nueva Zelandia (Whitehead y Brooks, 1969b, en Brooks,
1972)
Se observa la acumulación de uranio en un área de Nueva Zelandia en donde las diferencias son
debidas a la distancia de absorción a los tejidos. Por lo tanto, la acumulación es mayor en las
pequeñas y más primitivas briófitas que en los grandes árboles. Por lo tanto, en las hojas de
grandes árboles con una distancia de movilidad entre las raíces y las hojas más alejadas, la
concentración elemental debería ser más baja que en las hojas de las muy pequeñas briófitas,
donde los iones solamente tiene que viajar pocos milímetros.
2.- Órganos muestreados de las plantas: la concentración de los elementos varía en diferentes
órganos y puede ser que los órganos con menor concentración reflejen mejor la correlación
existente con relación con el contenido en el suelo. La concentración difiere entre pares de
órganos. Entre órganos individuales hay algunas veces fuerte evidencia de un antagonismo entre
diferentes pares de elementos. Por lo tanto, debe tenerse cuidado con el muestreo de órganos
en donde este efecto sea mínimo. La figura 12-3 muestra los contenidos de Cu y Pb en tres anillos
de la especie Beilschmiedia tawa. Los diferentes comportamientos de estos elementos son
obvios, pero las causas son desconocidas.
141
Fig.12-3
Carlslide y Cleveland (1958, en Brooks, 1972), mostraron que en la vegetación de Norte América
el contenido de elementos en los árboles, decrece según la siguiente secuencia: hojas, ramas,
frutos, floema, raíces y corteza.
3.- Edad de las plantas o de sus órganos: el contenido de elementos varía según la edad y los
órganos de las plantas, ya que la edad tiende a mitigar los efectos estacionales. La figura 12-4
muestra las variaciones de seis elementos en hojas de 18 especies desciduas estudiadas por Guha
en un período de 12 meses. Fueron observados aumentos de B, Fe y Mn durante el crecimiento
estacional y los niveles de Cu, Mo y Zn decrecieron en muchos casos. Algunas de estas
observaciones son contradictorias con respecto a otros autores, sin embargo, esto puede explicar
las diferencias que se pueden presentar en las especies.
142
4.- Salud de las plantas: La concentración de un elemento en una planta puede incrementarse
por los mecanismos reguladores de la descomposición de las especies, esto es, si una planta está
enferma puede presentar concentraciones mayores que una planta sana.
5.- El pH del suelo: el pH afecta la disponibilidad de algunos elementos del suelo y controla la
capacidad de intercambio de algunos minerales arcillosos (Fig. 12-5).
143
El transporte de metales de las raíces a las partes aéreas de las plantas se estima importante
considerar en biogeoquímica. En general, entre más largo sea el sistema radicular, es menor el
enriquecimiento de elementos traza en las partes superiores de las plantas. Este factor se puede
ilustrar en la tabla 12-3 que muestra los contenidos de uranio y vanadio en las raíces en
comparación con las partes aéreas de varias especies de plantas. Las diferencias de valores en
raíces superficiales y profundas reflejan la mayor dificultad de transporte de iones a través del
largo sistema radicular.
145
Tabla 12-3
Contenidos de uranio y vanadio en cenizas de raíces comparados con las partes aéreas de
plantas y sus relaciones
(Cannon, 1960a, en Brooks, 1972)
7.- Drenaje: este factor interviene en la movilidad de los elementos. Suelos pobremente drenados
comparados con suelos bien drenados pueden ocasionar anomalías confusas durante un
levantamiento de prospección biogeoquímica, porque algunos elementos son más móviles en
condiciones de drenaje pobre, lo cual se refleja en una mayor absorción por las plantas (Tabla
12-4). Mitchell, 1955 en Brooks, 1972, encontró una movilización mayor de Cu, Co, MnO2, Ni y V,
en suelos pobremente drenados, determinados por extracción con ácido acético y acetato de
amonio.
146
Tabla 12-4
Extractabilidad (%) de varios elementos en suelos bien y pobremente drenados (Prof. 9-15
pulgadas) (Mitchell, 1955, en Brooks, 1972)
Drenaje Extractante Co Cu Fe Mn Ni V
de suelo
Bueno Ácido 0,52 0,21 20 -- 0,36 0,09
acético
Pobre Ácido 2,50 1,40 500 __ 4,20 3,80
acético
Bueno Acetato de 0,02 __ 5 0,10 0,02 0,01
monio
Pobre Acetato de 0,37 __ 5 1,60 0,44 0,03
amonio
tal forma que una tercera parte de los puntos de muestreo caigan sobre los valores de fondo,
otra tercera parte sobre áreas moderadamente mineralizadas y el resto sobre terrenos
anómalos. En terrenos de topografía abrupta es preferible aplicar patrones de muestreo que
sigan las crestas y los espolones derivados de las crestas, pendiente abajo.
12.3.4.- MÉTODOS DE MUESTREO Y ALMACENAMIENTO DE MUESTRAS PARA EL ANÁLISIS
Durante la ejecución del levantamiento de orientación, se deben colectar muestras de hojas así
como ramas pequeñas desarrolladas en el año anterior. Otros órganos como flores, frutos y
corteza pueden colectarse, pero la experiencia indica que las hojas y las ramas pequeñas ofrecen
mejores resultados (Lyon y Brooks, 1969, en Brooks, 1972).
La cantidad de vegetación a colectar debería ser suficiente para obtener 10-30 g de material seco,
lo cual podría obtenerse de alrededor de 100 g de vegetación natural. El muestreo debería
realizarse en varios puntos alrededor de una circunferencia del árbol o arbusto y en las partes
más altas alcanzables. Las partes deben de removerse de los especímenes vegetales utilizando
podadoras o cortadoras adecuadas de acuerdo a su altura y las muestras deben de guardarse en
bolsas plásticas bien cerradas y debidamente numeradas externamente y con etiquetas internas
que aseguren la numeración al llegar al laboratorio.
Muestras de suelo también deben de tomarse alrededor de la base de la planta muestreada y de
un horizonte apropiado más debajo del horizonte superficial húmico, que refleje también la
composición química del substrato regolítico y la roca madre. Muestras con un peso de 200-250
g de suelos es suficiente. Se guardan en bolsas de papel kraft o de plástico, dependiendo del
clima, y se numeran externamente e internamente con una etiqueta de seguridad.
En cada sitio de muestreo se deben efectuar observaciones acerca de la topografía y la geología
del lugar, tipos de vegetación, suelo, drenaje, clima, rasgos de mineralización, etc.
Las muestras de suelo después de secadas deben de desintegrarse y afinarse con mortero y
pistilo, antes de ser pasadas por el tamiz o malla elegida para su análisis químico. En zonas áridas
el morterizado, pulverizado y tamizado puede realizarse directamente en el campo.
Las muestras vegetales al ser extraídas de las bolsas, deben ser lavadas en el agua de cañería y
después en agua destilada. Posteriormente son secadas a 110°C en un horno para su análisis.
También pueden ser calcinadas en el laboratorio para analizar las cenizas que deben ser
morterizadas y pulverizadas.
Para analizar químicamente las muestras se aplican formas de preparación de las muestras de
acuerdo a las técnicas analíticas a emplear.
13.3.5.- PROBLEMAS DE CONTAMINACIÓN EN LA VEGETACIÓN
El riesgo de contaminación de las muestras de plantas durante un levantamiento es posible de
acuerdo a diversas causas. Uno de las causas más comunes es aquella producida por las
149
corrientes de viento que acarrean polvo de las minas, de los vapores de fundición o del suelo
mismo. En las regiones áridas la contaminación es un efecto de gran incidencia.
Otra forma de contaminación es aquella derivada del polvo no mineralizado que tiene un efecto
de dilución de la concentración de algunos elementos en las cenizas de las plantas.
Una forma muy importante de contaminación, es aquella producida por el tetraetilo de plomo,
derivado de los escapes de los automóviles. A diferencia de otras formas de contaminación el
plomo es tan fuertemente absorbido por la vegetación que el 80% de éste aún permanece
después del lavado de la muestra. La contaminación de la biosfera con tetraetilo de plomo, se
está convirtiendo rápidamente en un problema de dimensiones globales que hay que resolver.
Los primeros investigadores que reportaron concentraciones anormales de plomo en las plantas
cerca de las carreteras, fueron Warren y Delavault (1960, en Brooks, 1979). Encontraron valores
de plomo de 3100 ppm en un caso y un promedio de 1200 ppm en cuatro especies de plantas; el
promedio del valor de fondo en las mismas especies fue de 40 ppm. Estos datos se incluyen en la
tabla 12-5. Los mismos autores encontraron pastos contaminados con plomo a alrededor de 150
metros de las principales carreteras.
Tabla 12-5
Concentración de plomo en la ceniza de ramas pequeñas de árboles creciendo cerca de las
carreteras comparadas valores de fondo de las mismas especies (Warren y Delavault, 1960,
en Brooks, 1972)
CAPITULO 13
INDICADORES GEOQUÍMICOS GASEOSOS
Existen algunos gases, que se originan en la litosfera o corteza terrestre, que pueden ser aplicados
como indicadores de posibles áreas mineralizadas de importancia económica. Estos indicadores
gaseosos son los siguientes:
13.1.- DIÓXIDO DE CARBONO (CO2)
Concentraciones anómalas de dióxido de carbono en el agua subterránea han sido encontradas
relacionadas con la existencia de mineralizaciones de sulfuros que producen soluciones ácidas
que al reaccionar con rocas carbonáticas, asociadas a la mineralización, se descomponen y
liberan dióxido de carbono. Hay que tener cuidado no confundirse con el CO 2 que proviene de
profundidades corticales a través fisuras profundas. El contenido de CO 2 en el aire del suelo
generalmente oscila entre 0,2 a 4% v/v, comparado con el 0,035% del aire atmosférico. La
mayoría del exceso de CO2 en el aire del suelo, probablemente se deriva de la oxidación de la
materia orgánica en descomposición.
13.2.- DISULFURO DE CARBONO (CS2)
Concentraciones anómalas de CS2 hasta 300 ppb, del total de gases absorbidos a una trampar de
malla molecular han sido observadas en gases de suelos sobreyaciendo un área geotérmica en
un campo geotérmico en Roosevelt Hot Springs, Utah (Hinkle et.al., 1978, en Rose, Hawkes y
Webb, 1979).
13.3.- MONÓXIDO DE CARBONO (CO2)
La presencia de CO sugiere un origen en profundidad. Con frecuencia se presenta en pequeñas
cantidades en gases sobre fisuras profundas y pueden incorporarse a las reacciones que tienen
lugar en las zonas oxidadas de depósitos minerales de sulfuros.
13.4.- SULFURO DE CARBONILO (COS)
El sulfuro de carbonilo también denominado algunas veces oxisulfuro de carbono, ha sido
identificado en gases sobre depósitos minerales de sulfuros. La reacción COS + H2O = CO2 + H2O
es muy rápida a la temperatura y presión del ambiente. En particular, en la presencia de humedad
y la luz del sol, el COS se descompone en CO2 y H2S. Su reactividad con el agua es más baja que
con CO2 o H2S, de tal manera que puede movilizarse más lejos de la fuente mineral de origen,
que los demás sulfuros que constituyen el cuerpo mineral.
1976 en Rose, Hawkes y Webb, 1979). El He-3 se forma en la atmósfera y a profundidad por la
desintegración del itrio (H3). A diferencia de los otros gases radiogénicos, el He se escapa por
difusón a partir de los retículos cristalinos de la fuente de origen. El flujo del He es fuertemente
afectado por la permeabilidad de la matriz y tiende a subir a la superficie a lo largo de las
fracturas.
El sulfuro de hidrógeno cuando se disuelve en agua, tiende a disociarse en los iones H+, HS- y S-2.
Su solubilidad en agua es por lo tanto relativamente alta, de tal forma que no se espera que se
encuentre en los gases del suelo en climas húmedos. También, es raro observarlo en agua con O 2
libre (Dick, 1974, en Rose, Hawkes y Webb, 1979). Un método usual de análisis involucra en
capturar todos los gases de azufre, en la forma de azufre total, en donde se incluye el H 2S y SO2
sin identificarlos individualmente. Este tipo de análisis podría no estar dando resultados efectivos
en cuanto al uso del H2S como indicador y, por lo tanto, habría que mejorar la técnica analítica.
El mercurio se presenta en las rocas y suelos en diferentes fases, de las cuales la principal es la
de un constituyente menor o mayor de los sulfuros, haluros, óxidos, complejos orgánicos y el
metal nativo. Durante la meteorización la mayoría de los minerales que contienen mercurio, en
menor o mayor concentración, son inestables y se desintegran con la liberación de Hg elemental.
El Hg nativo, en sí mismo, pueden presentarse sorbido (ad o absorbido) a las superficies activas
de los minerales, disuelto en agua, o como un líquido o gas de Hg. Al calentarse los diferentes
materiales que contienen Hg liberan vapor de Hg elemental a diferentes temperaturas. Al
estudiar los picos y las amplitudes de las curvas que originan la liberación de Hg en rocas y suelos,
se puede determinar la identidad y concentración de las diferentes fases de Hg. La sorción
(adsorción y absorción) de vapor de Hg en las superficies de minerales granulométricamente muy
152
El mercurio puede reaccionar por la influencia bacterial en presencia de la materia orgánica para
constituir el dimetil de mercurio o mercúrico (Jonasson, 1974, en Rose, Hawkes y Webb, 1979).
Este es un gas muy tóxico que ha sido encontrado en los sedimentos orgánicos lacustres y
fluviales. Es muy estable solamente en ambientes reductores extremos, por consiguiente, no
participa significativamente en el ciclo geoquímico.
El metano, junto con otros hidrocarburos gaseosos que con frecuencia se asocian e éste, es
ligeramente soluble en agua. Es estable en la presencia de O2 libre, normalmente no reacciona,
pero si lo hace con la influencia bacterial. Puede reaccionar con metales en el ambiente de un
depósito de sulfuros en oxidación para formar compuestos volátiles, como los compuestos
metílicos con azufre y algunos metales.
Las anomalías de radón en el gas de suelo, disminuye conforme se aleja de la fuente de origen
por la desintegración radioactiva, por la dilución y otros procesos geológicos. Tanner, 1974, en
Rose Hawkes y Webb, 1979, estima que 7 m es la máxima profundidad a la cual la difusión, a
través de aire acumulado en los espacios de poro, pueden producir una anomalía detectable en
la superficie, proveniente de un depósito mineral profundo o cubierto. Sin embargo,
observaciones de campo han mostrado halos de Rn que se extienden hasta 100 m sobre un
153
depósito de U enterrado ( Gringrich and Fisher, 1976; Tanner, 1964; Beck an Gringrich, 1976, en
Rose, Hawkes y Webb, 1979).
El dióxido de azufre se disuelve en agua para formar el ácido sulfúrico ( H 2SO4 ) y sus productos
de disociación HSO3- y SO3-2, los cuales al final son rápidamente oxidados nuevamente a ácido
sulfúrico. El escape de grandes cantidades de SO2 de los sitios de oxidación no es favorable en
condiciones húmedas, pero si es posible en regiones muy áridas y puede ser de interés en la
localización de depósitos minerales oxidados.
Otros gases han sido mencionados como indicadores de anomalías geoquímicas relacionadas con
la existencia de depósitos minerales en profundidad. En la exploración petrolera se ha usado el
Ni extraíble en suelos relacionado con porfirinas de níquel derivados de campos de
hidrocarburos. F y Cl libres determinados por espectrometría de masa en el aire atmosférico
sobre depósitos de metales preciosos, son de gran interés en vista que estas especies son
inestables y extremadamente reactivas en la presencia de agua, yodo, óxidos de nitrógeno, y los
hidruros y compuestos metilados de As, Se. Te, y Sb.
154
CAPÍTULO 14
MÉTODOS MATEMATICO-ESTADÍSTICOS PARA EL PROCESAMIENTO DE DATOS GEOQUÍMICOS
14.1.- VARIACIÓN REGIONAL
La determinación del valor de fondo geoquímico, en un levantamiento geoquímico regional, es
tan importante como definir también la forma y la naturaleza del paisaje geoquímico. Este último
objetivo, aunque difícil por la complejidad de los datos geoquímicos, del entorno geológico,
geográfico, ecológico, etc., significa la representación geográfica de los datos en la forma de
mapas. El uso de mapas es tal vez la única herramienta significativa en la interpretación de la
distribución espacial de los datos.
La variación geoquímica de un área, zona o región, se puede representar por medio de dos tipos
de mapas: 1.- mapas objetivos y 2.- mapas interpretativos.
Los mapas objetivos presentan los datos geoquímicos de cada sitio de muestreo y su relación con
las condiciones geológicas y minerales del entorno, y la distribución estadística de la variable
estudiada. Sin embargo, no muestran, como lo hacen los mapas interpretativos, la orientación
de los patrones de cada uno de los elementos o variables analizados, aplicando ecuaciones
matemáticas. La figura 14-1 es un mapa interpretativo que revela la orientación regional,
aplicando tres tipos de ecuaciones: lineal, cuadrática y cúbica. Dichos mapas fueron elaborados
con base en la concentración de níquel en sedimentos fluviales colectados en Sierra Leona (Nichol
et.al., 1969, en Levinson, 1979).
155
Zxy= f (x,y)
donde Zxy representa el promedio o valor esperado de Z xy y donde f (x,y) es dado por alguna
función polinómica o además por alguna aproximación de la serie Fourier. La mayoría de las veces
es la primera. Basándose en cuadrados menores, los coeficientes de estas funciones se calculan
y reproducen superficies de orientación en forma similar que los ejemplos de la figura 14-1.
Las funciones de orientación se describen por medio de ecuaciones. Por ejemplo, la ecuación que
describe una línea recta (Fig. 14-2, primer grado) debe ser escrita así:
Y = A + Bx
Donde x, y son variables y A y B son constantes. En esta ecuación “y” es la variable dependiente
y “x” es la variable independiente. A es el valor que intersecta la línea en el eje de x,y, y el
coeficiente B representa la pendiente de la línea. Se entiende que el signo algebraico, positivo o
negativo, está incorporado dentro de estas constantes.
Para ajustar una línea recta por mínimos cuadrados, el problema es calcular los valores de A y B
de tal forma que la suma de las desviaciones al cuadrado sean mínimas posibles. Para ajustar
156
líneas curvas, superficies o hiper-superficies por los métodos mínimos cuadrados, el objetivo es
obtener los coeficientes de las ecuaciones de tal forma que la suma de las desviaciones al
cuadrado sean mínimas o minimizadas.
El grado de una ecuación polinómica que contiene una variable dependiente y una variable
independiente, está relacionada a los valores máximos de los exponentes.
Por ejemplo, una ecuación polinómica de segundo grado (Fig. 14-2) puede escribirse así:
Y = A + Bx + Cx2
En donde x,y son variables y A,B y C son coeficientes.
En forma similar, una ecuación polinómica general de tercer grado (Fig. 14-2), que involucra una
variable dependiente y una independiente, puede escribirse asi:
Z = A + Bx + Cx2 + Dx3
Por lo tanto, ya desde este momento resulta conveniente efectuar una clasificación general de
ecuaciones polinómicas y su representación gráfica de acuerdo con el grado y número de
variables.
La figura 14-2 presenta una serie de ecuaciones y sus gráficos en donde el grado se muestra en
las columnas y el número de variables en las filas horizontales. A continuación se hace un
resumen de las ecuaciones.
157
Fig. 14-2
DOS VARIABLES: x: variable independiente, y: variable dependiente.
Primer grado (recta):
Y = A + Bx
Segundo grado (Parábola):
Y = A + Bx + Cx2
Y = A + Bx + Cx2 + Dx3
TRES VARIABLES:
Primer grado (plano):
Z = A + Bx + Cy
158
Otro uso del análisis de las superficies de orientación es el seleccionar variables diferentes a las
coordenadas geográficas para conocer los efectos regionales y locales de una distribución
observada de un elemento o de varios elementos. Dahlberg (1968, en Levinson, 1979) propuso
por ejemplo que la variación en el contenido de metales traza en los sedimentos fluviales (T)
puede estar caracterizado como una función de factores potenciales controlados usando como
un modelo:
T = f (L, H, G, C, V, M, E)
Donde L representa la influencia de las unidades litológicas, H los efectos hidrológicos, G los
rasgos geológicos, C las influencias culturales, V el tipo de vegetación, M los efectos de las zonas
mineralizadas (un efecto que puede estar presente o ausente, pero que se espera esté presente)
y E el error más el efecto de factores no definidos explícitamente en el modelo.
La idea básica es que al aislarse y separarse aquellos factores no relacionados a la mineralización
y al eliminarse los mismos de la superficie de orientación regional, la posibilidad de reconocer
anomalías debido solamente a la mineralización debería ser mayor.
160
Como fuera discutido por Nichol et.al., 1969, que se menciona anteriormente, las orientaciones
en los datos fueron reflejadas más exactamente por el método de la media móvil, la cual no está
limitada a un número pre-determinado de puntos de inflección, como sucede con la superficie
de orientación cúbica la cual fue ajustada a los datos.
No obstante, el método de la media móvil puede ser considerada como una regresión lineal
ponderada, donde las ponderaciones se aplican a los puntos de datos más cercanos al punto de
aproximación de la superficie de orientación regional. Esta aproximación ha sido desarrollada
más formalmente dentro de la industria minera por aquellos cuyos intereses radican
principalmente en la estimación de la ley mineral y el control de la calidad de la producción.
14.2.- CORRELACIÓN Y MÉTODOS DE CLASIFICACIÓN GEOQUÍMICA
Los geólogos, en general con otros científicos, necesitan organizar y clasificar observaciones,
conceptos e ideas, sobre las cuales se basa su actividad científica. Sin sistemas de correlación,
clasificación y descripción, sería difícil, si no imposible, establecer comunicación entre geólogos.
Cuadro 14-2
Datos del cuadro 14-1 que han sido transformados dividiendo por el valor más alto observado
de cada variable
Otra transformación efectiva es restar la media de una variable de los valores observados y luego
dividir cada uno de dichos valores por la desviación standard de la variable. Después de esta
transformación, los coeficientes de correlación entre objetos pueden calcularse (Cuadro 14-4).
Cuadro 14-4
Coeficientes de correlación Q-modales (coeficiente de distancia) entre objetos, calculados con
base en los datos originales (Cuadro 14-1), los cuales han sido subsecuentemente
transformados (Cuadro 14-2)
Objetos A B C D
A 1,00 0,66 0,35 0,33
B 0,66 1,00 0,68 0,59
C 0,35 0,68 1,00 0,58
D 0,33 0,59 0,58 1,00
Este coeficiente puede visualizarse como el grado en que las observaciones de dos variables se
aproximan a una línea recta cuando se grafican como puntos en un diagrama de coordenadas x,y
(Fig. 14-5) y puede asumir un valor que oscila entre -1,0 a +1,0. Los límites -1,0 o +1,0 indican que
los puntos forman una línea recta (Fig. 14-5a), mientras que 0,0 indica una completa disociación
o no correlación (Fig. 14-5c). Valores entre 0,0 y +1,0 o -1,0 indican el grado de correlación entre
dos variables (Fig. 14-5b). Hay un caso donde el coeficiente es inválido (Fig. 14-5d), esto es
cuando los puntos forman una línea que es paralela a cualquiera de los ejes. En este caso los
datos los cálculos son intrascendentes al dividir cero entre cero. Un valor de correlación cerca de
0,0 no implica necesariamente independencia entre dos variables, ya que pueden ser
dependientes en forma no lineal.
Donde:
165
r= coeficiente de correlación
Xi = variable X
Yi variable Y
D = √(𝑥1 − 𝑥2 )2 + (𝑦1 − 𝑦2 )2
Donde X1, X2, Y1, Y2 son los valores coordenados de los puntos y D es la distancia que los sep
Fig. 14-6
Caso de dos variables o dos dimensiones en el cual la distancia, D, es igual a la raiz cuadrada
de la suma de los cuadrados de la distancia x y la distancia y (Harbaugh, 1964, en Harbaugh y
Merriam, 1968).
166
El Teorema de Pitágoras es igualmente válido para un espacio de tres o más dimensiones. Para
tres variables (Fig. 14-7): X, Y y Z la distancia entre dos puntos está dada por la ecuación:
Fig. 14-7
Para la distancia entre dos puntos en el espacio n-dimensional se puede generalizar escribiendo:
D = √∑𝑛𝑖=1(𝑥𝑖1 − 𝑥𝑖2 )2
Donde i oscila de 1 a n, y se obtiene la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados de las diferencias
de cada dimensión por n dimensiones. La ecuación también puede expresarse como:
Al calcular un coeficiente, que es una medida de la similitud, es algunas veces conveniente limitar
su valor al ámbito 0,0 a 1,0. Para producir un coeficiente que vaya a satisfacer los requisitos
anteriores s necesario:
a.- Calcular las sumas de los cuadrados de las diferencias dentro de un hiper-cubo
multidimensional cuyos lados tienen una longitud 1,0.
b.- Dividir por el número de variables para obtener la media de los cuadrados y
c.- restar la raíz cuadrada de la media de los cuadrados de 1. Expresado lo anterior por medio de
una ecuación sería la siguiente:
(𝑥𝑖1− 𝑥𝑖2)2
D = 1 - √∑𝑛𝑖=1
𝑛
donde:
D = coeficiente de distancia
n = número de variables
xi = las variables especificadas por el subíndice i, con previsión de que los valores de x i no pueden
exceder 1 y no debe ser negativo.
Generalmente se necesitan transformaciones para asegurarse que los Xi no excedan a 1 y no sean
negativos. Una transformación es dividiendo por el valor más alto de las observaciones n o
dividiendo por 100 en caso de que se esté tratando de porcentajes.
Fig. 14-8
Diagrama que ilustra el uso de la separación angular, a, como medida de similitud entre dos
muestras, p y q.
Cualquier número deseado de coordenadas puede ser tratado algebraicamente de esta manera,
y las relaciones angulares son válidas en el espacio para cualquier número de dimensiones.
Cuando las muestras van a ser comparadas al coseno Ɵ, el coeficiente puede definirse con la
expresión:
∑𝑛
𝑖=1 𝑥𝑖𝑝 𝑥𝑖𝑞
cos ∅𝑝𝑞 =
2 2
√∑𝑛
𝑖=1 𝑥𝑖𝑝 ∑𝑛
1=1 𝑥𝑖𝑞
Donde:
p = muestra a ser comparada
q = otra muestra a ser comparada
n = número de variables
El coseno Ɵ puede ser transformado de tal forma que oscile entre -1,0 a +1,0, el cual da el mismo
ámbito que el coeficiente producto-momento de correlación de Pearson. Si los valores de los
datos en la comparación par-por-par son transformados o normalizados o estandarizados, de tal
forma que tengan media cero y desviación standard 1,0, el coseno es idéntico al coeficiente
producto-momento de correlación de Pearson.
169
Ssm = m/n
donde:
Ssm = el coeficiente
n = número total de comparaciones
m = número de comparaciones coincidentes
𝑛++ + 𝑛−−
𝑆𝑠𝑚 =
𝑛++ + 𝑛+− + 𝑛−−
donde:
Ssm = el coeficiente
Cuadro 14-5
Datos de presencia (1) o ausencia (0) usados para calcular coeficientes de comparación entre
cuatro unidades de roca.
Una matriz de coeficientes de comparación basados en los datos del Cuadro 14-5 se obtuvieron
y se muestran en el Cuadro 14-6; este cuadro muestra que las unidades A-D y C-D están más
relacionadas debido a coeficientes de comparación de 0,75, mientras que las unidades B-C son
totalmente diferentes por su coeficiente de 0,0.
Cuadro 14-6
Coeficientes de comparación Ssm entre pares de cuatro unidades de roca A, B, C y D basados
en los datos del Cuadro 14-5. Solamente la mitad inferior de la matriz se muestra
Fig. 14-9
Matriz de correlación del contenido de elementos menores en sedimentos fluviales y agua
basada en 713 muestras colectadas en un reconocimiento geoquímico de drenaje en el área
de Bathurst-Jacquet, New Brunswick (Nichol, 1971, en Levinson, 1979).
Fig. 14-10
Asociaciones metálicas de diferentes modelos de factores de la matriz de correlación de
elementos menores que se observa en la Fig. 14-9 (Nichol, 1971, en Levinson, 1979).
173
Con el propósito de llevar a cabo el análisis de estos datos, Nichol realizó la rotación varimax de
Kayser, 1958, en Levinson, 1979, en la solución inicial de factores, seguido esto con la rotación
promax oblícua de Hurley y Catell, 1962, en Levinson, 1979). Los detalles de estas
transformaciones están fuera de la materia de este capítulo; sin embargo, estas operaciones
tienen el efecto de reducir los rellenos de los factores a una estructura simple, específicamente,
considerando tan altos como posibles sean los rellenos de un número bajo en número de
variables mientras se preserva la independencia de cada factor y reduciendo la complejidad más
allá permitiéndole a los factores llegar a ser ligeramente correlacionados. La asociación de los
elementos metálicos que se observan en la Fig. 14-10, resultan de diferentes modelos de factores
que oscilan entre tres a siete factores. Con respecto a la geología, la mineralización en los efectos
ambientales de superficie determinados en el área, siete modelos de factores fueron
determinados como los más significativos. Al considerar toda la información disponible, Nichol
concluyó que los factores HMSS-ZnPb-As y Mn, junto con Ag-Cu-Pb y Zn y Sb y W, estaban
relacionados con la geología y la mineralización y que las asociaciones Ni-Ba-Zn-Mn, Cu y As, y
Mo-Mn-As estaban relacionados con interacciones de la geología, mineralización y procesos de
dispersión en el ambiente superficial. De acuerdo a estos resultados, el análisis de factores
permitió realizar una interpretación más detallada de las correlaciones entre las variables.
Con respecto a la cartografía de los datos geoquímicos, un valor para cada factor puede calcularse
en cada punto de muestreo. Basándose en un método descrito por Kayser (1962) en Levinson
(1979), el resultado de un conjunto valores de factores pueden ser usados para cartografiar la
distribución espacial de cada factor dado. Nichol 1973, en Levinson (1979), da un ejemplo de esto
con datos geoquímicos de New Brunswick. La distribución superficial de zinc en base a
sedimentos fluviales se muestra en la Fig. 14-11.
174
Fig. 14-11
Distribución de cinc (ppm) en los sedimentos fluviales en el área del Río Bathurst-Jaquet, New
Brunswick (Nichol, 1973, en Levinson, 1979).
El mapa muestra varias áreas donde las concentraciones anómalas de zinc se ubican. En la Fig.
14-12, la distribución superficial de los valores de factores para HMSS-Zn-Pb-As y Mn son dados.
Se observa que las áreas con altos valores de este factor corresponden con sitios de anomalías
de concentraciones de cinc.
175
Fig. 14-12
Distribución de la asociación de HMSS-ZnPb-As-Mn (valores de factores). HMSS significa
metales pesados en sedimentos fluviales Nichol, 1973, en Levinson, 1979).
Una forma de efectuar la clasificación de las muestras es por medio de la forma Q-modal,
diferente de la clasificación de elementos y variables que se conoce como R-modal.
Con respecto al análisis de factores Q-modal y desde el punto de vista geométrico, cada muestra
se considera definida como un vector de dimensión p, donde p es el número de elementos. Las
muestras colectadas en un área están representadas por vectores de p-variables distribuidas en
un espacio Euclidiano de p-dimensiones. Para valores de p mayores que tres, la representación
está más allá de los métodos gráficos corrientes y, por lo tanto, el lector se debe referir a los
autores Van Andel (1964), Catell (1965), Gower (1966) y Rayner (1966) que se citan
bibliográficamente en Levinson (1979). Una introducción al análisis de factores aplicado a la
geología puede encontrarse en Davis (1973) y un programa para computadora ha sido preparado
por Klovan e Imbrie,1971, en Levinson, 1979).
Una aplicación el análisis de factores-Q en datos geoquímicos de exploración fue realizada por
Nichol et.al. (1969) al estudiar la variabilidad de los contenidos de elementos traza en Sierra
Leona. Un mapa geológico generalizado del área se muestra en la figura 14-9a. Para los trece
elementos analizados (As, Co, Cr, Cu, Ca, Mn, Mo, Ni, Pb, Sn, Ti, V y Zn), al usarse el método Q-
modal, los primeros cuatro vectores extraídos de la matriz de coeficientes de correlación o
176
similitud, fueron encontrados que alcanzaban el 91,9% de la variancia total. Cada factor extraído
representaba un miembro final particular en composición. Marcadores de factores escalonados
para cada factor fueron calculados y fueron usados para preparar los mapas mostrados en la
figura 14-13. En su estudio los autores asociaron los vectores 1 (Fig. 14-13a ) y 3 (Fig. 14-13d) con
una composición granítica, el vector 2 (Fig. 14-13c) con una composición ultrabásica con algunos
valores más bajos de Cu, Co, Ni, Cr, V, Mn y Zn y el vector 4 (Fig. 14-13e) con afinidades
ultrabásicas, pero también con contenidos anómalos de As y Mo. En esta forma, el agrupamiento
de los datos multi-elementales fue explicado en términos de la variación del substrato geológico.
En regiones donde la composición del substrato es desconocido o los contactos están
pobremente localizados, un análisis de factores-Q es de gran valor práctico para separar los
efectos espaciales de la composición de la roca madre con referencia a las distribuciones
observadas de los contenidos de elementos traza.
177
De acuerdo a Harbaugh y Merriam (1968), así como las matrices de coeficientes de correlación
representan interrelaciones entre pares de variables o muestras, también las inerrelaciones
pueden ser representadas geométricamente por pares de vectores. Si los coeficientes de
correlación no exceden el ámbito -1,0 a + 1,0, éstos se pueden expresar como un par de vectores
de longitud unitaria en los cuales el ángulo entre cada par de vectores de longitud unitaria en los
cuales el ángulo entre cada par de vectores es igual a un ángulo cuyo coseno es igual al valor del
coeficiente (Fig. 14-14).
Fig. 14-14
Representación de coeficientes de similaridad por vectores. El coseno del ángulo es igual al
coeficiente (Harbaugh y Merriam, 1968).
Cuando se consideren más de dos vectores, las relaciones angulares entre los diferentes pares
deben de representar todas las posibles interrelaciones. Si hay tres variables se necesita un
espacio tridimensional para representar los vectores. La matriz de coeficientes de correlación
del Cuadro 14-7 se puede representar en el espacio tridimensional como se observa en la figura
14-15.
CUADRO 14-7
Ejemplo de una matriz de correlación de 3x3 de coeficientes de correlación. Nueve
coeficientes se muestran pero solo tres se necesitan. Los unos en la diagonal principal
representan la correlación de las variables con sí mismas.
Fig.14-15
Vectores representando coeficientes de similaridad entre tres variables (Cuadro 14-7) en tres
dimensiones espaciales (Harbaugh y Merriam, 1968).
Según Harbaugh y Merriam (1968) el análisis de factores es un método para estructurar matrices
de coeficientes de correlación. Varias clases de coeficientes pueden ser usados, incluyendo
coeficientes de distancia, de comparación y otros antes mencionados. Sin embargo, los
coeficientes no deben exceder el ámbito -1,0 a + 1,0.
Para ilustrar el concepto de estructuración, considere vectores representando (Fig. 14-16)
coeficientes entre cuatro variables (Cuadro 14-8).
CUADRO 14-8
Matriz de coeficientes de cuatro variables hipotéticas. La matriz es simétrica alrededor de la
diagonal principal que contienen los unos. (Harbaugh y Merriam, 1968).
Fig. 14-16
Vectores representando coeficientes entre cuatro variables del Cuadro 14-8. Los coeficientes han sido
seleccionados de tal manera que los vectores se ajustan a un espacio bi-dimensional (Harbaugh y
Merriam, 1968)
179
En este ejemplo, los coeficientes han sido escogidos de tal forma que los vectores están
correctamente representados en un espacio de dos dimensiones. Es posible simplificar las
relaciones entre los vectores proyectando líneas desde los cuatro vectores en los nuevos ejes
arbitrariamente orientados que sean perpendiculares entre sí (Fig. 14-17).
Fig. 14-17
Vectores que representan coeficientes entre cuatro variables (Cuadro 14-9) con los ejes de factores I y
II adicionados. El factor I coincide con el vector 2 y el factor II coincide con el vector 4. Los valores de
relleno están representados geométricamente por las distancias desde el origen en ejes de factores a
puntos donde las proyecciones (rayas discontinuas), que se extienden desde el final de los vectores
que representan variables, intersectan los ejes de factores (Harbaugh y Merriam, 1968).
Estos ejes se llaman “ejes de factores” y pueden ser denominados Factor I y Factor II. Direcciones
positivas y negativas se definen en cada eje de factores. Si los ejes de factores son de una longitud
unitaria medida desde el origen, el valor (llamado “relleno”) de cualquier proyección dada de un
vector en el eje debe ser entre -1,0 y +1,0. Valores de proyecciones o rellenos están escritos en
las columnas del cuadro 14-9. En este ejemplo, las relaciones entre cuatro variables están
completamente representadas por los rellenos en solo dos factores, como se determina del
hecho de que la suma de los cuadrados de rellenos de factores (h2 o comunalidad) es igual a 1,0
para cada variable.
180
Cuadro 14-9
Matriz hipotética de vectores basada en los coeficientes del cuadro 14-8. La comunalidad (h2)
se define como la suma de los cuadrados de los coeficientes de factores para cada variable en
cada fila.
Dada una muestra en la cual mediciones ( t1, t2, ……………, tp ) han sido tomadas, un único valor
índice Z es sustituido de acuerdo a:
Z = l1 t1 + I2 t2 + ………………..+ lp tp
Los coeficientes lineales ( l1, L2, ……….., lp ) se calculan de los datos disponibles para los grupos
especificados (“testing set” o grupos probados). Los coeficientes se escogen de tal forma que las
diferencias en los valores de Z para los diferentes grupos sean maximizados en relación con las
diferencias en Z dentro de los grupos. Así, para algunas muestras no asignadas que tengan p
mediciones, el valor calculado de Z puede usarse para asignar la muestra a un grupo particular.
La Fig. 14-18 muestra un simple e jemplo de dos dimensiones (Rose, Hawkes y Webb, 1979).
182
Suponga que el Ni y Cu han sido medidos en un grupo de muestras de gossan desarrollado sobre
una mineralización de Cu-Ni y en un grupo de muestras de material de gossan sin mineralización.
Aunque el Ni y el Cu individualmente pueden usarse para subdividir los grupos con algún éxito,
el valor D, el cual es equivalente a la localización proyectada de los puntos en la línea, es más
efectivo que el Cu o el Ni individualmente. Esto es, que más muestras son clasificadas
correctamente si se usa la función discriminante que empleando cualquier variable
individualmente. Aunque los casos de dos variables pueden hacerse gráficamente, el
procedimiento por discriminantes puede aplicarse a cualquier número de variables.
Este método intenta separar objetos (muestras) en grupos sobre la base de las similitudes entre
los atributos medidos.
184
Me = a0 + a1x
Donde Me es la concentración de la variable (elemento) dependiente, x es la concentración de la
variable independiente y a0 y a1 son, respectivamente, una constante y un coeficiente
computados para dar un buen ajuste a los datos. La constante y el coeficiente se usan para
minimizar los cuadrados de las desviaciones (valores-y) de los puntos de la ecuación de regresión,
en donde en un caso simple como esta ecuación, los ploteos se ajustan a una línea recta.
Con propósito de ajustar matemáticamente los datos en forma significativa, la mayoría de las
muestras deben ser de “fondo”, es decir, éstas deben ajustarse a la relación lineal de las dos
variables. Si se incluyeran numerosas muestras anómalas, la línea de regresión será desviada de
la orientación que le dan las muestras de fondo y, por consiguiente, algunas muestras anómalas
no serían reconocidas en términos de las desviaciones con respecto a la línea de fondo.
Para datos simples, el ajuste visual de una línea de regresión en un ploteo de los datos puede ser
simple para expresar la relación. Se recomienda un examen de un ploteo coordenado
185
(“escaterograma”) de los datos antes de cualquier prueba de regresión extensa, con el propósito
de evitar conclusiones erróneas de unos pocos análisis.
En situaciones más complejas, varias posibles variables independientes pueden medirse de
acuerdo a una ecuación de este tipo:
Fig. 14-20
187
CAPÍTULO 15
APLICACIÓN DE LA GEOQUÍMICA EN LA BÚSQUEDA DE PETRÓLEO Y GAS NATURAL
15.1.- INTRODUCCIÓN
La aplicación de la geoquímica en la búsqueda de hidrocarburos difiere mucho de su aplicación
en la búsqueda de yacimientos minerales, no obstante las similitudes en el origen de los campos
petroleros y algunos tipos de mineralizaciones (transporte en solución acuosa, control
estructural, campos de energía: químico, térmico, electrosmótico, etc.). En la tabla 15-1 se
presenta una comparación entre las dos diferentes aplicaciones de la geoquímica.
TABLA 15-1
APLICACIONES DE LA GEOQUÍMICA EN PROSPECCIÓN DE HIDROCARBUROS Y MINERALES
METÁLICOS (Levinson, 1979)
Fig. 15-1
Modelo de generación de aceite crudo y gas natural vía kerógeno derivado de materia
orgánica depositada con los sedimentos (Tissot, lecciones no publicadas en la Escuela
Nacional de Petróleo, París, en Levinson, 1979)
189
Fig. 15-2
(Levinson, 1979)
Asimismo, un rápido enterramiento a la temperatura del máximo gradiente geotérmico, en la
fase principal de formación de petróleo, tomará más tiempo para la generación de hidrocarburos,
que un enterramiento lento. La rapidez del enterramiento puede compensar un contenido
original bajo de materia orgánica.
Por lo tanto, las variaciones en contenido de materia orgánica, gradiente geotérmico y tiempo
disponible para la generación de crudo, explican la mayor parte de las diferencias en el potencial
petrolero entre diferentes cuencas sedimentarias. La importancia de estas observaciones
consiste en que solo si se usa una buena información geológica junto con datos geoquímicos
sobre la materia orgánica, especialmente el kerógeno, es que el verdadero potencial petrolero
puede ser determinado.
resultado de la maduración térmica dentro de la fase principal es un aceite crudo más ligero, con
menor contenido de azufre y mayor contenido de parafinas y, por lo tanto, de mayor valor. El
conocimiento de los procesos geoquímicos involucrados en estos fenómenos, ayudarán mucho
al explorador petrolero. Dos procesos empobrecen la calidad del aceite crudo: el lavado por agua
y la biodegradación. Durante el primero, el agua fresca que se recarga desde la superficie lava los
hidrocarburos livianos en proporción directa con sus solubilidades. Como resultado, la densidad
aumenta (disminuye los grados API) y el contenido de azufre se incrementa.
La biodegradación es el resultado de la introducción de bacterias por aguas superficiales o de la
reactivación de bacterias dormidas por la adición de nutrientes y reducción de la salinidad
(efectos también del lavado por agua), y produce también una disminución de los grados API y
un aumento en el contenido de azufre.
En resumen, se puede observar que la geoquímica juega un papel muy importante en la
búsqueda de aceite de buena calidad, al momento de determinar el grado de alteración térmica
y, obviamente, el conocimiento geoquímico es de gran valor para descifrar los efectos de la
desasfaltización.
La hidrodinámica, en conjunto con la geoquímica e incluso, el simple delineamiento de
variaciones de salinidad, asistirá al explorador a evitar regiones en las que el lavado y la
biodegradación han actuado. Debe destacarse que el evitar estas regiones pude conducir a
desechar un depósito de menor calidad, aunque éste puede llegar a ser explotable en el futuro.
Los procesos de interacción agua-roca que actualmente se conoce que ocurren dentro de la
cuenca sedimentaria dan una idea de su extrema complejidad. Cuando se trata con sistemas
naturales de multivariables, como éste, es obvio que existe muy poca posibilidad que la
determinación de un solo componente o de relaciones simples, llevarán a encontrar indicadores
definitivos de la presencia de petróleo.
Hitchon y Horn (1974, en Levinson, 1979), en Alberta, Canadá, consideran los componentes
químicos de las aguas de formación en un sentido amplio y dirigido hacia la determinación de
indicadores. Los análisis fueron divididos en dos poblaciones: prevenientes de intervalos
estratigráficos productivos y provenientes de intervalos no productivos. Las dos poblaciones
fueron subdivididas a su vez n dos grupos: Paleozoico y Mesozoico. Todos los datos fueron
sometidos a un análisis funcional de discriminantes. Con el 95% de certeza, las aguas de
formación asociadas con yacimientos económicos de hidrocarburos fueron encontradas
diferentes geoquímicamente (en un sentido multivariable) de las asociadas a intervalos no
productivos. El yodo y el magnesio fueron los más importante discriminantes en el grupo
Paleozoico. El aumento en contenido de yodo, se asocia al aumento en contenido de materia
orgánica en los sedimentos fuente.
La siguiente relación inferida puede explicar la importancia del magnesio para la discriminación:
enriquecimiento de Mg más dolomitización, más erosión efectiva, más probabilidad de presencia
de presencia de hidrocarburos. En el grupo Mesozoico, los más importantes discriminantes
fueron el cloro y el sodio, lo que puede deberse a la preservación de los hidrocarburos en la
sección marina clástica de la cuenca, sujeta a menor flujo hidrodinámico y, por lo tanto, a menos
biodegradación y lavado.
A primera vista los indicadores obvios de aguas de formación serían los compuestos orgánicos
que se encuentran en el crudo y el gas natural. Sin embargo, como los compuestos que más
fácilmente se pueden encontrar enriquecidos en las aguas de formación, cerca de los campos
petroleros, son gaseosos en superficie, las dificultades del muestreo han limitado el uso de este
método. Otra técnica muy favorable es el análisis de benceno disuelto en aguas de formación y
el que con mínimas precauciones puede ser retenido completamente en las muestras
recuperadas en superficie. Se ha encontrado que la concentración de este hidrocarburo decrece
con el aumento de la distancia horizontal al campo petrolero.
No obstante, aún no ha existido suficiente prueba estadística rigurosa como para asegurar que
los anteriores indicadores, han estado realmente distinguiendo entre presencia y ausencia
comercial de hidrocarburos.
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