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UNIVERSIDAD MARISTA

ALUMNO: Yesenia Cecilia Enríquez Enríquez

Primer semestre

Filosofía Educativa.

Título del ensayo:

Situación actual y crisis educativa.


El dato suena paradójico: en los últimos 4 años el gobierno mexicano ha
gastado más de 47.500 millones de pesos, unos US$2.400 millones, para
mejorar los edificios de sus escuelas.

Es la mayor inversión de la historia para el mantenimiento de los planteles que se


consiguió con la cotización de bonos de deuda en la Bolsa Mexicana de Valores
(BMV).
Pero el dinero no es suficiente para mejorar la evaluación del sistema educativo del
país.

De entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo


Económico (OCDE), México tiene el peor desempeño en el aprendizaje de ciencias,
lectura y matemáticas.

Son deficiencias que pretenden erradicarse con la Reforma Educativa promulgada


en 2013.
Sin embargo, cuatro años y miles de millones de pesos después, el país sigue
en el último lugar en la evaluación educativa de la OCDE.

Y es que el dinero, por sí solo, ha sido insuficiente coinciden especialistas y


autoridades.

De hecho, según organizaciones civiles existen por lo menos cuatro temas que
mantienen el rezago en el sistema educativo del país:

Malas condiciones de las escuelas, problemas en la capacitación de los maestros,


control de la disidencia sindical en los instituciones educativas en cuatro estados y
la exclusión que padecen miles de alumnos que no pueden concluir sus estudios.
(BBC)
Como educadores, podemos elegir entre participar en la historia, en la lenta e
incierta reconstrucción de Dios, o podemos volverle la espalda. (YOUNG, s.f.)

Estamos en el momento crítico sobre si educamos de una forma completa y como


debe ser o dejamos que la educación se vuelva superficial.
Nadie puede ser más consciente de este riesgo, casi con toda seguridad anti
utópico, incluso hasta el extremo de ser considerado pesimista, que quienes, como
los primeros teóricos críticos, construyeron su trabajo y lo han visto convertido en
escombros. Se podría entender que estas personas fueran invadidas por un
sentimiento de cautela tan arraigado que prefirieran vivir en chozas primitivas
construidas a partir de los bloques y las columnas derruidas del pasado
esplendoroso.

Los educadores se han enfrentado siempre con una doble tarea. Según las
generaciones sucesivas de niños se incorporan a sus clases, las chozas deben ser
reconstruidas, los niños deben prepararse para ocupar su lugar en la sociedad que
ya existe. (YOUNG, s.f.)

Cada vez es difícil lograr que el niño se vuelva una persona que tenga conciencia
que es parte importante para nuestra sociedad y se vive en el mundo líquido, donde
ya no se mira el compromiso o el quedar en la historia, más bien pasar de una forma
muy sutil y solo por sobrellevar esta vida, donde ya no logramos mirar que lo
importante es hacer lo que de verdad te apasiona y no hacer las cosas que te
generan riquezas.

Al mismo tiempo, suele reconocerse que la sociedad existente es sólo una


representación imperfecta de la sociedad posible. Algunas veces, y para algunos
educadores, las imperfecciones parecen leves y las instituciones básicas parecen
sólidas. No intentan descubrir los planos implícitos de los fragmentos de la columna,
los frisos o dinteles que les rodean. En otros momentos, y para otros educadores,
la tarea parece mayor, el trabajo más extenuante.

e siempre han existido opiniones diferentes sobre la educación, éstas sólo de forma
cíclica han alcanzado un grado de estridencia que supera el nivel de aburrimiento
del Parlamento o del Congreso. En muchas ocasiones, las escuelas y las
universidades han navegado por los remansos de la política, sufriendo tal vez un
malestar que no evocaba, sin embargo, pasión alguna en los puertos del océano de
la política.
Como en 1968, nuestras escuelas y universidades están experimentando una crisis,
aunque ésta se manifiesta hoy menos en el ámbito de los estudiantes en la calle
que en las declaraciones e instituciones financieras. Pero la utilización de la palabra
«crisis» no se justifica solamente por la experiencia subjetiva de la misma. Es un
término adecuado porque la lucha actual, como la de la década de 1960,

LAS TENDENCIAS DE CRISIS DEL CAPITALISMO

Habermas afirma que, a consecuencia de la participación amplia de los gobiernos


en la gestión de la economía y en la moderación de los conflictos de clase mediante
el Estado de bienestar, la crisis económica se convierte en una «crisis de
racionalidad», en la que los miembros de la sociedad piden explicaciones y
soluciones a los gobiernos y a los expertos económicos, pero terminan
reconociendo que unos y otros son relativamente inútiles.

Los jóvenes empiezan a preguntarse si tiene sentido esforzarse en la escuela,


cuando acaso no exista expectativa alguna de encontrar un puesto de trabajo al
finalizarla. Por otra parte, el valor de estos puestos de trabajo se reduce a sus
ingresos y desaparece la idea de la «vocación».

Ya no tenemos claro una visión de vocación o no sabemos ya a quien dirigirnos


para aclara la vocación y nos vemos envueltos en preguntas que ya no razonamos
y empezamos a dejarnos llevar por lo que la mayoría de la gente piensa, como lo
que comentaba antes que poco a poco en vez de hacer lo que queremos queremos
hacer lo deja mas dinero, o lo que nos lleva al poder.

Habermas distinguió más claramente entre las crisis de motivación y de legitimidad


producidas cíclicamente, y un proceso a más largo plazo de destrucción de los
valores mediante la intrusión del sistema político-económico en la esfera vital. Es
acaso que no se esta dando una buena motivación que nos ayude a dar pasos
firmes?

También el que La solución de los problemas económicos o políticos inmediatos,


que pueda darse bastante automáticamente con el próximo cambio del ciclo
económico o con modificaciones del control político, no implica la solución
simultánea del problema subyacente. Este problema profundo es un problema
general de la modernidad y no se resolverá fácilmente mediante soluciones
tradicionales y cíclicas

Fue una crisis limitada principalmente a los adolescentes y jóvenes, grupo liberado
por primera vez de las restricciones de la moral tradicional, en un momento de su
vida en el que tenían poco o ningún compromiso con la estructura existente del
status ocupacional y financiero, y en circunstancias políticas que se consideraron
ilegítimas e incluso una amenaza para la vida.

LA CRISIS EDUCATIVA DE LA MODERNIDAD

Las respuestas políticas y culturales a la manifestación de la crisis de la década de


1960 fueron múltiples, pero pueden resumirse en la expansión del Estado de
bienestar, la liberalización de la educación y la penetración de símbolos
contraculturales en el entretenimiento y el consumo de masas.

La manifestación actual de la crisis educativa moderna llega después de un período


de adaptación y tiene lugar en condiciones económicas y políticas diferentes a las
de la década de 1960. La crisis educativa de hace 20 años no se manifestó
inicialmente en la esfera política, ni fue provocada por las políticas educativas de
los gobiernos ni por formar parte del programa de algún movimiento político.
(YOUNG, s.f.)

LA MODERNIDAD Y SUS INCOMODIDADES

El futuro está ocupado por lo meramente negativo; en el umbral del siglo xxl nos
encontramos con el terrible panorama de una amenaza mundial para los intereses
de la vida en general:

La respuesta de la vieja izquierda es intentar negar que se hayan agotado las


posibilidades utópicas de la socialización del trabajo en las condiciones actuales de
desarrollo cultural limitado.

La débil aplicación e incidencia en las escuelas Es un hecho constatado, en la


mayoría de los trabajos que han reflexionado en torno a la TE, que ésta apenas es
utilizada en los centros escolares. Los profesores y las escuelas funcionan bajo
otros parámetros de racionalidad bien diferenciados de los que subyacen al campo
que nos ocupa. Después de cuarenta años de TE los fenómenos de la clase siguen
manifestando algos grados de incertidumbre, subjetivismo, improvisación y
simbolismo intercultural. Es decir, ni los procesos instructivos que ocurren en las
aulas se rigen por parámetros de control y estructuración racional, ni el profesorado
y agentes educativos parecen tener la intención de aplicar un enfoque.

el campo disciplinar denominado Tecnología Educativa ha representado y


representa dentro del panorama curricular una opción sobre el currículum y
enseñanza caracterizada por el intento de tecnificación y racionalización de los
fenómenos y procesos instructivos. (Moreira)

La Tercera Revolución Educativa no ha intentado más que responder a los nuevos


desafíos planteados, intentando adaptar a nuestros sistemas educativos para una
sociedad del conocimiento cuya dinámica de cambio social aún no ha hecho más
que comenzar. Si analizamos los cambios de todo tipo acaecidos en los países
desarrollados durante la segunda mitad del siglo XX, veremos que, en el espacio de
una vida, al alcance de nuestra memoria individual, se acumulan tal torrente de
acontecimientos innovadores que no podemos encontrar otra etapa histórica que
haya obligado a las personas a un esfuerzo semejante de acomodación y de
adaptación a nuevas formas de vida.

Cuando analizamos las carencias de nuestra población en temas como la sanidad


pública o la educación, con altas tasas de analfabetismo en determinadas zonas,
nos damos cuenta del enorme espacio que hemos recorrido en los últimos cincuenta
años. Es evidente que jamás podríamos haber recorrido semejante camino sin el
apoyo de la técnica.

Nadie podrá poner fronteras a los jóvenes con los suficientes niveles de educación
como para comprender el mecanismo de la espiral y las escasas expectativas de
futuro en unos países en los que, por su propia experiencia, ya han dejado de creer;
pues, en su vida cotidiana, aprecian retrocesos en la calidad de vida en todos los
terrenos: alimentación, derechos humanos, sanidad, seguridad. (LA TERCERA
REVOLUCIÓN EDUCATIVA., 2018) Los Jóvenes pueden hacer un cambio
profundo, si existiera gente que los oriente a no tener miedo a poder ayudar a la
sociedad a que esta crisis de educación se supere.

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