Sie sind auf Seite 1von 9

Agro ecosistema

Introducción-

Un agroecosistema es un ecosistema alterado por el hombre para el desarrollo de una


explotación agropecuaria. Está compuesto por elementos abióticos y bióticos que interactúan
entre sí.

Los elementos o factores bióticos son aquellos organismos vivos que se encuentran en plena
interacción, como ser los animales y las plantas; dichas interacciones también forman parte de
este concepto y son objeto de estudio de la ecología. Uno de los parámetros más importantes
a tener en cuenta es el lugar en el que se producen: todas deben compartir un mismo
ecosistema.

Las relaciones que establecemos los seres vivos, entendidas como un factor biótico,
condicionan nuestra existencia. En el caso de los agroecosistemas, dado que se basan en la
explotación antinatural de un terreno, la repercusión no sólo alcanza nuestro círculo sino el de
los demás seres vivos, así como el humo de los cigarros afecta a los fumadores pasivos. A
grandes rasgos, podemos distinguir entre los siguientes tipos de elementos bióticos: individuo,
población, comunidad, productores, consumidores y descomponedores.

Por otra parte, los elementos o factores abióticos son los que le dan al ecosistema sus
características de tipo físicoquímicas, entre las cuales se encuentra la luz, la humedad y la
temperatura. Sobra decir que su importancia para el desarrollo de la vida y el equilibrio de la
ecología es considerable; por ejemplo, de ellos depende la distribución de los seres vivos a lo
largo y ancho del Planeta, así como su adaptación a cada ecosistema, razón por la cual toda
acción por parte del ser humano que los afecte también tiene consecuencias en los factores
bióticos.

Los agroecosistemas apuntan a alcanzar una cierta estabilidad (a través de la gestión de las
condiciones ambientales) y a ser sustentables o sostenibles (para que la explotación pueda
seguir desarrollándose con el paso del tiempo sin que se agoten los recursos).
Que son factores abióticos y bióticos de un ecosistema
Los factores abióticos son los factores físicos y químicos que determinan las características de
un biotopo: la luminosidad, presión, temperatura, humedad, salinidad, etc. Los factores
abióticos que condicionan los ecosistemas terrestres (temperatura, precipitaciones,
humedad,...) pueden ser distintos de los que determinan los ecosistemas acuáticos (salinidad,
luz, profundidad...).

Los factores bióticos son los relacionados con los seres vivos que habitan en un biotopo y las
relaciones que se establecen entre sí.

Fuente: Agrega hezkuntza licencia CC BY-NC-SA

1. La temperatura

En el medio aéreo las diferencias de temperatura pueden ser muy extremas, mucho más que
en el medio acuático. La temperatura varía según la latitud y también con la altura. Los
organismos se distribuyen según la temperatura.
2. La luz

La llegada de la luz a los organismos fotosintéticos es fundamental para el mantenimiento de


la vida.

La duración diaria de la iluminación solar, que está en relación con la latitud, sincroniza el
ritmo biológico interno de muchos organismos, regulando procesos como la floración, caída de
las hojas, reproducción, mudas, migraciones, hábitos nocturnos y diurnos...

3. La humedad

Es un factor de vital importancia ya que los organismos animales y vegetales están constituidos
en gran parte de agua, y ésta es imprescindible para las funciones vitales. El grado de humedad
influye en el proceso de transpiración de los organismos.

4. El suelo

El suelo es una estructura compleja, que se forma por la acción conjunta de los organismos y la
atmósfera sobre las rocas.

Factores como la humedad, textura, estructura, salinidad, pH... tienen una gran importancia
sobre el tipo de comunidad que puede vivir, especialmente la vegetal.

5. La salanidad

Es un factor abiótico determinante en los ecosistemas acuáticos. El agua dulce contiene 0,5 g
de sustancias disueltas por litro, el agua marina unos 35 g /l de media. La mayor parte de los
organismos están adaptados a vivir en un estrecho margen de salinidad.
Entre las características físicas del suelo, las más importantes, desde el punto de vista del maíz,
son: Capacidad de retención de agua, Aireación y Temperatura.

Capacidad de retención de agua


La capacidad de almacenamiento de agua del suelo es fundamental para asegurar un
suministro continuo entre riegos. El maíz es particularmente sensible a la falta de agua en el
entorno de la floración, desde 20-30 días antes hasta 10-15 días después. En suelos con escasa
profundidad, o pedregosos, la capacidad de almacenamiento se ve limitada y, cuando es
posible, debe suplirse con mayor frecuencia de riegos. Lo ideal es mantener una alta
disponibilidad de agua en el suelo, en términos de potencial de agua del suelo (no debe
superarse 1,5 atmósferas en el periodo de la floración y algo más en el resto del ciclo). Si el
potencial hídrico es mayor (en términos absolutos) comienza a mermar la producción.

En relación con la disponibilidad de agua, el maíz es muy sensible a la salinidad del suelo. Una
concentración salina, expresada como conductividad eléctrica en extracto de pasta saturada,
superior a 1,7 dS/m a 20 ºC comienza a afectar al cultivo, y con 3,8 dS/m la producción
desciende un 25%.

Aireación
El maíz es muy sensible a la asfixia radicular. No soporta los suelos apelmazados o con mal
drenaje. Necesita un mínimo del 10% del volumen de suelo ocupado por aire. Tanto la
aireación del suelo como la circulación de agua están estrechamente ligadas a la estructura del
suelo, que favorece la formación y mantenimiento de la porosidad. Es esencial proteger la
estructura frente a agresiones como el tránsito de maquinaria pesada en malas condiciones de
humedad, el laboreo intenso o la elevada energía del agua aportada en riegos por aspersión.

Temperatura
Respecto a la temperatura, el maíz se muestra especialmente sensible durante la germinación,
nacencia e inicio de la vegetación. Requiere un mínimo de 12º C de temperatura del suelo para
la germinación. Algunos síntomas de carencia en el inicio del cultivo están originados por bajas
temperaturas que impiden el desarrollo radicular. La temperatura del suelo puede, hasta
cierto punto, modificarse mediante el manejo de los restos orgánicos en superficie y del riego.

En resumen, es esencial el mantenimiento de la “fertilidad física” del suelo. Su deterioro puede


causar limitaciones no siempre fáciles de identificar y, a menudo, de muy lenta corrección.

El maíz tiene unas necesidades nutricionales por unidad de producción similares a otros
cereales, como el trigo o la cebada. Pero debido a sus producciones, habitualmente mucho
más altas, las cantidades de nutrientes demandadas por el maíz, en términos absolutos, son
mucho más elevadas.

Existen diferentes referencias sobre las cantidades de nutrientes esenciales consumidos en


mayor cantidad.

Las necesidades nutricionales des maíz


Variables según autores, son de un máximo de 28-30 kg de nitrógeno (N), 10-12 kg de fósforo
(P2O5), y 23-25 kg de potasio (K2O), por cada 1.000 kg de grano producido.
Adicionalmente, hay un consumo significativo de calcio, magnesio y azufre. Hay que destacar
el hecho de que una parte importante de los nutrientes extraídos son destinados a partes de la
planta que no siempre se retiran del campo. Esto hace que existan importantes diferencias
entre la extracción total de nutrientes y la exportación. Estas diferencias son particularmente
importantes en el potasio, en el que sólo una pequeña parte va destinada al grano que se
cosecha, y en los microelementos.

LABORES CULTURALES

Preparación del terreno: La preparación del terreno es el paso previo a la siembra. Se


recomienda efectuar una labor de arado al terreno con grada para que el terreno quede suelto
y sea capaz de tener cierta capacidad de captación de agua sin encharcamientos. Se pretende
que el terreno quede esponjoso sobre todo la capa superficial donde se va a producir la
siembra. También se efectúan labores con arado de vertedera con una profundidad de labor de
30 a 40 cm.
Siembra: Antes de efectuar la siembra se seleccionan aquellas semillas resistentes a
enfermedades, virosis y plagas.
Se efectúa la siembra cuando la temperatura del suelo alcance un valor de 12ºC. Se siembra a
una profundidad de 5cm. La siembra se puede realizar a golpes, en llano o a surcos. La
separación de las líneas de 0.8 a 1 m y la separación entre los golpes de 20 a 25 cm. La
siembra se realiza por el mes de abril.
Fertilización: El maíz necesita para su desarrollo unas ciertas cantidades de elementos
minerales. Las carencias en la planta se manifiestan cuando algún nutriente mineral está en
defecto o exceso.
Se recomienda un abonado de suelo rico en P y K . En cantidades de 0.3 kg de P en 100 Kg de
abonado. También un aporte de nitrógeno N en mayor cantidad sobre todo en época de
crecimiento vegetativo.
El abonado se efectúa normalmente según las características de la zona de plantación, por lo
que no se sigue un abonado riguroso en todas las zonas por igual.
N: 82% de abono nitrogenado.
P2O5% de abono fosforado.
K2O5% de abono en potasa.
Durante la formación del grano de la mazorca se deben de realizar para el cultivo de maíz un
abonado de fondo en cantidades de 825Kg/ha durante las labores de cultivo.
Los abonados de cobertera son aquellos que se realizan cuando aparecen las primeras hojas de
la planta y los más utilizados son:
Nitrato amoniaco de calcio 500kg/ha.
Urea 295kg/ha.
Solución nitrogenada 525kg/ha.
La deficiencia de potasio hace a la planta muy sensible a ataques de hongos y su porte es débil,
ya que la raíz se ve muy afectada. Las mazorcas no granan en las puntas.
Otros elementos: boro (B), magnesio (Mg), azufre (S), Molibdeno (Mo) y cinc (Zn). Son
nutrientes que pueden a parecer en forma deficiente o en exceso en la planta.
Riego: se recomienda de acuerdo a la necesidad de la planta, se realiza al goteo, por aspersión,
frutos.

Plagas y enfermedades del maiz


principales plagas que afectan al maíz

· El gusano gris y el gusano verde


Los gusanos son nocivos para los cultivos y afectan a las hojas y también a los frutos. Los
tratamientos más utilizados contra esta plaga contienen Bacillus, y se utilizan cuando comienza
a nacer el maíz. Es en ese momento cuando la planta es más vulnerable y más susceptible de
ser atacada.

· El gusano blanco
A este gusano se le conoce popularmente como “gallinita ciega”. Normalmente, se trata de
larvas de diferentes tipos de escarabajos, que viven bajo tierra y se alimentan de las raíces.

· Pulgón del maíz


En cualquier plantación de maíz puede haber muchas especies de pulgones. Causan estragos
en diferentes partes de la plantación, como la hoja y la espiga. Por ello hay que estar muy
atentos a lo que observamos. La detección a tiempo es fundamental.

· Taladro del maíz


El taladro del maíz es en realidad una oruga. Recibe su nombre porque se va introduciendo en
el centro de la piña que forma el fruto del maíz, y va devorando poco a poco el interior. En este
caso, y como los productos de tratamiento no tienen acción directa sobre el interior de los
frutos, lo mejor es aplicar el tratamiento cuando las piñas se están desarrollando.

· Araña roja
Esta plaga puede surgir en cualquier momento, aunque es más propicia con las altas
temperaturas, en verano. Los productos para combatir este ácaro suelen ser muy agresivos, por
lo que es preciso aplicarlos con la dosis recomendada.

· El gusano del alambre


Esta plaga está formada por larvas de escarabajo que viven bajo tierra a lo largo de años. Por
ello son difíciles de combatir.
Enfermedades principales del maíz

Normalmente las enfermedades de las plantas son originadas por virus, hongos
y bacterias. Se originan daños físicos a los cultivos que dificultan el desempeño
de funciones de las plantas, incluso pueden ocasionar que se seque. Siempre
es preferible la prevención, antes que los tratamientos de cura.

· El carbón de la espiga
El hongo que ocasiona esta enfermedad se va introduciendo en el interior de la
planta. Cuando se localiza visualmente, puede ser ya demasiado tarde. Se
observarán espigas con una coloración negra.

· La podredumbre bacteriana
En el área afectada de la planta se empieza a ver una especie de manchas
negras, con la consecuencia de que puede perderse la cosecha de grano y
también las espigas.

· Tizón del maíz


Esta enfermedad suele originarse en las hojas de la planta de maíz, y va
subiendo hacia arriba poco a poco. Entre sus consecuencias, una reducción de
las funciones normales de fotosíntesis y la disminución en el rendimiento de la
planta.
· Virus del mosaico
Una enfermedad que puede causar daños muy importantes en los cultivos. Se
identifica por la decoloración en las hojas, que serán de un tamaño pequeño y
con las líneas de los nervios muy marcadas. Por su agresividad e integración,
no puede combatirse si dañar las hojas.

Lo mejor en caso de originarse esta enfermedad, es eliminar las plantas y


desecharlas en bolsas de basura, para evitar el contagio.

· Roya del maíz


La roya se manifiesta en las hojas de la planta del maíz, cuando está a punto la
floración. No es fácil combatir esta enfermedad, que comienza a verse cuando
aparecen manchas de aspecto rugoso y amarillento.
Conclusiones

Das könnte Ihnen auch gefallen