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Introducción
El personaje social:
- Es un modelo que pretende comprender las acciones y experiencias de los individuos en función de su
posición social particular.
- La vocación de la sociología reside en hacer de la posición social ocupada por un actor el principal factor
explicativo de sus conductas.
La crisis de un modelo:
- La situación actual se caracteriza por la crisis definitiva de la idea del personaje social, la cual permite dar
cuenta de la distancia que se abre entre la descripción posicional del mundo social y la realidad vivida por los
individuos.
- Hoy en día los individuos no cesan de singularizarse y este movimiento se independiza de las posiciones
sociales, debido a que los actores se conciben y actúan como siendo “más” y “otra cosa” que aquello que se
supone le dicta su posición social.
- Es por ello que es necesario modificar la voluntad de entender exclusivamente a los individuos desde una
estrategia que otorga un papel dominante a las posiciones sociales.
- La sociología dispone de tres grandes estrategias intelectuales para el estudio del individuo: la socialización, la
subjetivación y la individuación.
La socialización:
- Consiste en el proceso de fabricación social y psicológica del actor.
- La socialización designa en un único y mismo movimiento el proceso mediante el cual los individuos se
integran a una sociedad (al adquirir las competencias necesarias) y la manera como una sociedad se dota de
un cierto tipo de individuo.
- Esta situación provoca una tensión entre los aspectos naturales (competencias innatas) y las dimensiones
culturales de un actor socialmente constituido.
- Los individuos se construyen, en estrecha relación con las estructuras sociales: valores de una cultura, normas
de conducta, instituciones, clases sociales, estilos familiares, etc. Sin embargo, la diversificación de los
ámbitos sociales obliga a los individuos a adquirir competencias diversas para enfrentar las diferentes
acciones que tienen que cumplir.
- El trabajo de la socialización es lo que permite establecer un acuerdo entre las motivaciones individuales y las
posiciones sociales.
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- La socialización varía según las culturas y, además, difieren según los grupos sociales en el seno de una misma
sociedad.
- Berger y Luckmann establecieron la distinción entre socialización primaria (la de la primera infancia) y la serie
de socializaciones secundarias a las cuales esta sometido el individuo a lo largo de su vida. A partir de esto, la
socialización deja de ser un proceso único y terminado al salir de la infancia y se convierte en una realidad
abierta y múltiple.
La subjetivación:
- El estudio de la subjetivación es indisociable de la concepción de una modernidad sometida a la expansión del
proceso de racionalización.
- Aquí el individuo se convierte en actor para fabricarse como sujeto. Definiéndose de manera directa o
indirecta en una relación con la acción colectiva e inseparable de un conflicto social y de las relaciones de
poder.
- La historia de esta matriz se juega a un doble nivel:
* La 1º entre la consideración de un nivel propiamente individual (sujeto personal) y la existencia de un
actor colectivo susceptible de encarnarlo (sujeto colectivo).
* La 2ª entre un afán de liberación (emancipación) y un proceso creciente de control social (sujeción).
- La primera gran lectura de la subjetivación asocia estrechamente la noción de sujeto colectivo y el proyecto
de emancipación Vivimos en un principio de dominación (la reificación engendrada por el capitalismo) y un
proyecto de emancipación organizado en torno a un sujeto colectivo (el proletariado).
- La segunda lectura de la subjetivación la plantea como un proceso individualizante de sujeción, en donde el
sujeto es una realidad fabricada por el poder.
La individuación:
- Estudia a los individuos a través de las consecuencias que induce para ellos el despliegue de la modernidad.
Aquí la intención es establecer una relación entre la historia de la sociedad y la biografía del actor.
- En otras palabras, la individuación analiza a partir de algunos grandes cambios históricos la producción de los
individuos.
- El individuo aparece como una de las mayores consecuencias de una sociedad profundamente diferenciada,
en la que pertenece a una pluralidad de círculos sociales, intercambia con un número cada vez más elevado
de personas desconocidas y esta sometido a una cada vez mayor estimulación nerviosa de parte de su
entorno urbano.
- La individualización es la versión contemporánea del proceso de individuación y designa un nuevo equilibrio
en la relación entre sociedad - individuo. Aquí las principales instituciones de la sociedad (trabajo, empleo,
escuela, familia) estarían cada vez más orientadas hacia el individuo, obligando a cada persona a desarrollar y
asumir su propia trayectoria biográfica.
- El objetivo de una sociología de la individuación es detectar los diversos desafíos a los que están enfrentados
los individuos en la condición moderna.
- En la socialización, ciertas representaciones psicológicas están en el centro del análisis. En la subjetivación, la
comprensión del individuo pasa por el estudio de los procesos de dominación existente (la dinámica entre
sujeción y emancipación). En la individuación, en el centro del análisis están los contornos históricos de la
condición moderna y su traducción al nivel de las experiencias de los individuos.
- Hoy en día los análisis que se llevan a cabo sufren un déficit sociológico (el individuo es definido desde el
exterior) y un exceso psicológico (el actor es estudiado privilegiando su interioridad). Por esta razón, para
poder estudiar los fenómenos contemporáneos en necesarios deshacernos de esta línea de demarcación y ser
capaces de leer, simultáneamente, los dos costados de esta frontera.
- Es a través de un va y viene entre lo sociológico y lo psicológico, como será posible estudiar los rasgos de
dominio subjetivo específico al individuo contemporáneo.
De la privatización a la fisión cultural:
- El primer factor explicativo de la importancia creciente del dominio subjetivo y de la excesiva interioridad de
los modernos, es de índole propiamente cultural.
- El proceso de fabricación de los individuos, gracias al operador de la socialización, debía conducir a una
inclusión progresiva del individuo en la sociedad.
- Los individuos siguen siendo socializados a través de factores culturales que forman su personalidad, pero
este proceso opera en un contexto social en el cual la cultura posee cada vez más un rol ambivalente.
- Al saber que la cultura de la modernidad ha cesado de ser solamente un factor de integración entre el
individuo y la sociedad, y es también un factor activo, cada ve más frecuente, de fisión entre uno y otro.
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- La cultura engendra deseo que, inscribiéndose como expectativas en los individuos, instaura una distancia
social y una frustración a veces generalizada hacia situaciones sociales incapaces de satisfacerlas.
- A causa de la función creciente de fisión propia de la cultura, el proceso de individuación alcanza en la
globalización niveles de exigencia que las oportunidades sociales locales impiden realizar. Aquí la cultura
aparece como un poderoso factor de disociación entre el individuo y la sociedad.
De los malestares relacionales a los conflictos de la civilidad:
- Gracias al lenguaje de la civilidad, y bajo el aspecto de una simple exigencia de reglas de urbanidad
(consensuales y neutras), el conflicto social y los roces interpersonales son evacuados en beneficio de una
letanía de fricciones relacionales. Esta fricción opone los jóvenes de los adultos, los hombres a las mujeres.
- Por medio de este lenguaje se trata de movilizar un principio de regulación de las conductas que no se asume
como tal, y que se presenta como un mero conjunto de principios de cortesía comportamental.
- El hecho de que la regulación de las situaciones sea cada ve más el producto directo de las solas relaciones de
negociación entre los actores, en ausencia de coerciones normativas fuertes y muchas veces sin conformismo
grupal activo, hace que los asuntos de civilidad y de cortesía, de atención y de buenos modales hacia los otros
se conviertan en asuntos altamente políticos.
De la explosión emocional al imperio de lo cualitativo:
- Hay una sensibilidad creciente que se desarrolla en las sociedades contemporáneas en dirección de los
aspectos propiamente cualitativos de las situaciones.
- Nuestras percepciones de personas, objetos, lugares, etc.; están cada ve más marcadas por los sentimientos
que todos ellos suscitan en nosotros. La vida interior no se resume más a la sola interioridad; de alguna
manera ella tiene tendencia a desbordar e imprimirse en un espacio de vida.
- A través de un juego de osmosis permanente, el exterior, los ambientes se destiñen sobre el individuo, y por
el otro lado, la interioridad de cada uno de nosotros colora de manera distinta las situaciones. Una buena
parte de la vida social se organiza alrededor de la profundización de estos momentos cualitativos.
De la patologización de la sociedad a los nuevos mecanismos de la dominación:
- Si a grandes rasgos se trata siempre de la imposición de una voluntad ajena sobre la propia, un cambio
significativo se produce progresivamente a medida que transitamos de la sujeción hacia la responsabilización.
- La primera forma de inscripción subjetiva de la dominación, la sujeción, obliga a los dominados a percibirse a
través de ciertas categorías que se imponen sobre ellos como una segunda naturaleza, dictándoles, en lo más
secreto de sus conciencias, un conjunto de automatismos de obediencia
- En este caso constituirse como individuo solo es posible en la medida que el actor concuerde con esta
representación del sujeto, acepte el conjunto de dispositivos por los cuales el poder lo somete a examen.
- Por contraste, la noción de responsabilización consiste en hacer que cada individuo se sienta constantemente
responsable de lo que hace (noción de responsabilidad) y de la totalidad de cosas que le acaecen (principio de
responsabilización).
- La generalización de la responsabilización sobreentiende que el individuo debe ser siempre capaz de
adaptarse a todas las situaciones o imprevistos.
- El individuo es siempre responsable de todo lo que le acaece ya sea por lo que hizo o por lo que no hizo en el
pasado. Ahí es donde la responsabilidad traza una línea de demarcación firme, y nos hace responsables
solamente de nuestros actos. Pero la responsabilización diluye esta frontera puesto que lo que se trata es
justamente que el individuo asuma, en primera persona, todas las consecuencias, incluso las más
involuntarias o pasivas, de sus acciones u omisiones.
De los malestares subjetivos a la crisis de las retóricas políticas:
- Se intenta estructurar un lenguaje capaz de reestablecer un vínculo, entre las experiencias individuales y las
quejas colectivas.
- En el espacio público, existen un conjunto de dificultades personales que somos incapaces, de percibir
verdaderamente como de índole colectiva, por la simple razón de que todavía nos las hemos construido
políticamente.
- Es por ello que muchas injusticias o malestares, en al medida en que no logran constituirse en conflictos
sociales, tienen tendencia a expresarse en términos subjetivos. Es en este contexto general en donde la
psicología aparece como un poderoso factor de traducción pública de dificultades personales.
- La palabras que tienen sentido para describir lo que vivimos como dificultades personales son inversamente
proporcionales al lenguaje político legítimo del cual disponemos colectivamente para instruir la queja
colectiva.
- El individuo contemporáneo no es más psicológico hoy que ayer. De lo que se trata es de reconocer desde el
advenimiento de la modernidad, que el individuo se encuentra sometido a un conjunto de pruebas de índole
subjetiva que puede encontrar, en la psicología, un lenguaje parcial y fecundo de análisis.
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- Se intenta dar cuenta de la hiancia entre la interioridad de los individuos y la objetividad del mundo.
Capitulo III: Por una sociología de los soportes
- El primer desafío del individuo es su posibilidad de existencia. Constituirse como individuo exige una
soberanía sobre sí y una gestión de la separación hacia otros.
- Lo importante es reconocer por un lado el carácter fundamental de los soportes (son indisociables de la
posibilidad misma de ser un individuo).
- La disociación de la cual procede el individuo moderno lo obliga a buscar un conjunto de soportes (relaciones,
actividades, objetos) a fin de dotarse de solidez que no percibe más en sí mismo.
- La sociología se encarga de ver como el individuo se sostiene frente a los desafíos ante los cuales está
emplazado.
- Ser un individuo es tener la propiedad de si mismo, es decir, ser capaz de sostenerse desde el interior.
La paradoja:
- El proyecto de un individuo que se sostiene desde el interior, el individuo soberano de la modernidad; es el
resultado de un momento histórico particular. En el cual los lazos sociales eran ya lo suficientemente débiles
como para permitir al individuo forjarse un espacio personal, pero eran todavía lo suficientemente fuertes
como para inscribirlo dentro de relaciones sociales que le permitan mantener la ilusión de someterse desde el
interior.
- El proyecto de una sociedad en la cual el individuo se sostiene desde el interior no ha sido nunca una realidad
histórica.
Crítica:
- La sociología ha sido incapaz de distinguir las dimensiones por las cuales los individuos logran sostenerse en el
mundo. Esto ha permitido la coexistencia, entre las exigencias prácticas a las que esta sometido un individuo
para ser capaz de sostenerse o ser sostenido; y los aspectos fuertemente idealizantes de un individuo capaz
de la plena autonomía e independencia.
- Los soportes, son maneras efectivas como los individuos se sostienen en el mundo y hacen frente a los
imperativos sociales crecientes a los cuales están sometidos.
- La sobre actividad es un poderoso soporte invisible, a pesar, del malestar subjetivo que el exceso de trabajo
puede ocasionar a veces.
- El individuo posee el sentimiento, de no depender de nadie en particular y de ser al mismo tiempo parte
integrante de la sociedad. La independencia de índole económica, aparece como la condición indispensable
de su autonomía, y ello tanto más que estos recursos hacen olvidar la realidad de todos los otros soportes
(relacionales, familiares) en los que se sostiene.
Soportes estigmatizantes:
- Mientras más frágil es la situación social de un individuo, mientras más se encuentra obligado a sostenerse
prácticamente desde el interior, mayor es la posibilidad de que haga la demostración de su incapacidad en
lograrlo.
- Esto se puede ver en los individuos que dependen de la ayuda pública y que definidos como asistidos son el
blanco de un oprobio moral mayor. Su situación es una confesión pública de su incapacidad a sostenerse de
manera autónoma e independiente.
- En las diversas políticas puestas en práctica por el Estado de Bienestar existe una ambivalencia. Por un lado,
se trata de un poderoso mecanismo de justicia social en dirección de las personas más frágiles que, al
socializar la solidaridad, les permite conservar su dignidad. Pero por el otro, estos derechos o ayudas se
distribuyen por un conjunto de funcionarios, cuyas actitudes están lejos de ser neutras, y que pueden en las
interacciones cara a cara transformar estos soportes en estigmas de dependencia o incluso de caridad.
- Los soportes son mejor aceptados en cuanto son discretos y son peor juzgados cuando se trata de soportes
demasiado visibles y que escapan del control del actor.
- Todos los individuos se sostienen en la medida en que están sostenidos por soportes, pero éstos son juzgados
de manera muy distinta en función de las situaciones sociales.
Soportes ambivalentes:
- Un ejemplo claro de estos soportes son: la vejez o la enfermedad. En cada una de estas situaciones, los límites
evidentes a nivel de la independencia echan por tierra la ilusión de un individuo que se sostiene desde el
interior y sin ninguna ayuda externa.
- El individuo ha vivido envuelto en un conjunto de soportes que le permitieron entretener la ilusión de ser un
actor que se auto sostenía. De pronto, esta obligado a reconocerse dependiente de los otros, a veces, incluso,
desposeído de ciertas partes de sí mismo.
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Soportes patologizados:
- Un ejemplo de ellos es la creciente noción de adicción y su expansión en dirección de un conjunto amplio de
prácticas sociales (que va desde el consumo compulsivo de productos hacia ciertas formas de relaciones
humanas).
- Existe un umbral, a partir del cual un soporte se transforma primero en una dependencia, y luego en una
verdadera adicción.
Soportes confesables:
- Se trata de soportes que son fáciles de reconocer porque se presentan bajo la forma de dependencias
selectivas, de un conjunto de dependencias por las cuales un individuo se libra de otro pero en total
seguridad afectiva. Un ejemplo de esto es el vínculo amoroso, conyugal o pareja.
Ecologías existenciales:
Los soportes como amortiguadores sociales:
- Algunos soportes pueden funcionar como amortiguadores de una crisis social. Frente a un fenómeno de
precariedad, por ejemplo, ciertos soportes pueden ser convocados como recursos sociales.
- El recurso de la familia en situaciones de crisis puede aparecer como una ayuda decisiva para escapar de la
exclusión o precariedad
- Los soportes deben dar sentido a la acción, enmarcar las experiencias, asegurar la solidez del ensamblaje de
recursos materiales y afectivos, y permitir soportar, por todo ello, la adversidad.
- Los soportes deben en efecto realizar dos cosas distintas: por un lado, producir una coherencia de significado,
y por el otro, asegurar el entramado de los factores necesarios al equilibrio personal.
Hacia una topografía existencial:
- Cada individuo está inmerso en medio de un conjunto de soportes. Se trata de los elementos más singulares
de nuestro universo, a veces los más secretos, otras los más visibles, y cuyo perímetro varía en función del
tiempo y de las evoluciones que conoce nuestra biografía.
- La resilencia designa el potencial de resistencia de un individuo. Lo cual se asocia a dos etapas: en un primer
momento, el actor se repliega sobre sí mismo, en lo que aparece como una verdadera estrategia de sobre
vivencia; y en un segundo momento, el individuo, apoyándose en sus recursos subjetivos y en su entorno,
desarrolla una nueva adaptación a la realidad
- Los soportes a veces pueden servir de amortiguadores de una crisis o de estabilización de una trayectoria,
pero nada permite afirmar su utilidad en este sentido (no todos los soportes son susceptibles de
transformarse en ayuda o en recursos sociales).
- Los soportes son el primero y más ordinario de nuestros sostenes existenciales y el último de nuestros
sostenes sociales.
- Estudiar la modernidad invita a observar con atención los verdaderos soportes de los individuos, y sobre todo
dilucidar los diferenciales de legitimidad que posee cada uno de estos sostenes. Todos los individuos tienen
soportes, pero no todos los soportes garantizan el éxito de la individuación.
- La sociología pone en relación la estructura de la sociedad (tomada a nivel nacional subrayando su grado de
diferenciación social y su modo de producción) y la estructura de la personalidad (abordada desde los
diversos modelos de socialización, subordinados a la posición social detentada por un actor).
- El desafío consiste en establecer una relación entre la historia de la sociedad y la biografía del individuo.
Globalización e individuación:
- En la era de la globalización la sociología por una parte, debe estar cada vez más atenta a las dimensiones
globales y transnacionales de ciertos fenómenos; y por otra, debe ser cada vez más precisa en la descripción
de las maneras en que esos fenómenos se difractan en la vida social.
Globalización y pruebas:
- Es posible que individuos que tienen los mismos recursos y cuya posición estructural puede parecer como
muy semejante en términos de desigualdades, sean, confrontados a pruebas muy diferentes en función de
variaciones interpersonales (ejemplo las relaciones de género).
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- Las pruebas son desafíos históricos socialmente producidos, desigualmente distribuidos, que los individuos se
ven obligados a afrontar. Y como ocurre con toda prueba, los actores confrontados a ella pueden triunfar o
fracasar.
- La noción de dominación designa un tipo particular de relación social basada en dos grandes elementos:
* Subraya una forma de subordinación impersonal a restricciones sistémicas (capital - trabajo).
* Designa un complejo de asociaciones o mecanismos que aseguran la formación y producción del
consentimiento de los dominados por una serie de distintos compromisos (ideologías). Esta dimensión
subraya la importancia decisiva de la adhesión de los individuos a diferentes formas de control en las
sociedades modernas.
Dominación y coerción:
- Esta dominación subraya las coerciones especialmente impersonales a las cuales son sometidos los actores.
- La coerción es vista como un límite de la acción y un determinante de la acción; disminuye el campo de las
opciones posibles y determina parcialmente el contenido.
- El actor individual o colectivo, está obligado a someterse a una restricción exógena frente a la cual
experimenta un sentimiento de impotencia.
- En muchos ámbitos, la vida social sigue marcada por principios sociales o culturales que operan como un
verdadero molde al cual los individuos deben adaptarse
- La dominación encuentra su núcleo principal en un conjunto de coerciones vividas como insuperables por el
actor. Cualquiera sea su comprehensión de la situación el actor queda tan replegado sobre sí mismo que le
parece inalcanzable la modificación de las coerciones.
- La sujeción obliga a los dominados a definirse con las categorías que ella impone, que a veces hasta se
inscriben más allá de su conciencia y su cuerpo.
- Se podría decir que es una serie de disciplinas.
- La sujeción remite a una serie de modelos identitarios que estigmatizan o descalifican a ciertos actores, ya
que a los individuos se les interpela en vista de su funcionamiento o de su reconocimiento en tanto miembros
de una sociedad.
La responsabilización:
- Este modelo supone que el individuo se sienta, responsable de todo lo que hace (noción de responsabilidad) y
de todo lo que le pase (noción de responsabilización).
- El individuo siempre tiene que ser capaz de adaptarse a todas las situaciones o imprevistos. Aquí ya no se
trata de la sumisión, sino de apelar a la iniciativa de los actores para que encuentren la mejor manera de
actuar en la vida social.
- Este principio aparece hoy día como una transferencia al individuo mismo de todo lo que le acaece, como
consecuencia de una sociedad que se ha convertido en incierta.
- En resumen, por la sujeción el actor es interpelado como sujeto; y por la responsabilización es conminado a
ser un actor.
La inculcación:
- Designa todas esas imposiciones simbólicas inscritas en el individuo, que impiden a los actores autorizarse
ciertas actitudes, o incluso, los obliga a percibirse bajo la forma de estigmatizaciones múltiples.
- Subraya la invalidación personal del actor por la obligación de percibirse con los ojos del otro.
- Se coloca en la intersección de una representación de la dominación que, tiene tendencia a acentuar el
proceso de consentimiento requerido y sobre todo su inscripción bajo la forma de sujeción.
La implosión:
- Es la presencia decisiva de una interpelación, que somete a los individuos a través de un conjunto de
coerciones aplastantes que se inscriben sobre ellos impidiéndoles apropiarse de modelos positivos de
identificación.
- Es la separación entre las coerciones sufridas y el llamado a convertirse en sujeto.
- Esta experiencia de dominación se caracteriza, por el hecho de que aparece vacía de todo sentido y el
individuo es invadido por un sentimiento de absurdo.
La prescripción:
- Es un orden formal a la cual el otro debe someterse.
- Si el fin de la prescripción es buscar el consentimiento del individuo a una forma de dominación, esto pasará a
través de un llamado al individuo en tanto actor de su vida.
La prescripción a la autonomía:
- Hace un llamado a que el individuo, en tanto actor, tome decisiones autónomas.
La prescripción a la independencia
- El actor debe convertirse en individuo soberano, dueño y señor de sí mismo.
- Aquí la orientación se dirige a la independencia, en el sentido de la capacidad del individuo de no depender
de nadie.
La prescripción a la participación:
- La participación es requerida en tanto imperativo cuando, se insiste más en la subordinación del individuo a
la colectividad que sobre su libertad personal.
- Los deberes de participación del actor hacia la comunidad priman ampliamente sobre los derechos y
libertades de los individuos.
La prescripción a la autenticidad:
- El deber que se exige a cada uno de nosotros de convertirnos en nosotros mismos.
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- Mientras más la sociedad impulsa hacia el auto-desarrollo y la autorrealización de sus miembros, se hace
más posible que los individuos terminen por sentirla como un obstáculo para su propia realización personal.
La devolución:
- Este modelo trata de llegar a una gestión de lo social tomando en cuenta simplemente las consecuencias de
los actos.
- Se intenta hacer que el individuo, acepte que es verdaderamente el autor de su vida.
- Al final se impone una nueva experiencia de dominación que al confrontar al actor con lo que le es
presentado como las consecuencias de sus actos, lleva a una forma inédita de interiorización de las categorías
del fracaso
- En la inculcación el individuo se debe adherir imperativamente a un contenido normativo, en cambio, en la
prescripción se confía en sus capacidades. Por otro lado en la implosión, el individuo es descalificado por su
incapacidad para alzarse hasta el nivel de una figura positiva del sujeto; y por la devolución, es simplemente
sancionado objetivamente por su incapacidad para ser actor.
- La poética de la solidaridad busca suscitar un impacto comprensivo con consecuencias políticas potenciales.
Propuestas:
La condición humana:
- La solidaridad debería buscarse en torno a las experiencias propias de la condición humana y común a todos
los individuos.
Las emociones:
- Frente al estancamiento de las fuentes causales, de los intereses y de las experiencias en la producción de la
solidaridad, es posible pensar que ésta se afirmará a través del primado de la emoción.
- La emoción es lo que permite formas de acción, como muestra la importancia de la ayuda internacional
acordada por los individuos frente a ciertas catástrofes sufridas, por tantos otros, lejanos y distintos.
La traducción:
- Frente a la interdependencia de los fenómenos sociales, es preciso orientar en análisis hacia la producción de
un lenguaje capaz de informar de manera más unitaria de la diversidad del mundo.
- La producción de la solidaridad en la era de la globalización exige que cada individuo sea capaz de colocarse,
imaginariamente, en el lugar del otro. Sin esta capacidad de traslación, la comunicación entre alteridades no
será jamás una realidad.
¿Cómo producir la solidaridad en un mundo globalizado?:
- La solidaridad deberá pasar cada vez más por la capacidad de establecer un vínculo social y subjetivo entre
actores sociales diferentes y alejados del espacio.
Globalización y singularidades:
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- La poética de la solidaridad deberá transmitir desde el eco que suscita la experiencia singular ajena hasta su
inteligencia a través de una gramática de pruebas existenciales y políticas, gracias al impacto comprensivo
producido.
- La empatía hacia el sufrimiento del otro es la primera etapa de la poética de la solidaridad que supone la
comprensión de las experiencias singulares en un conjunto común de pruebas.
- Las experiencias son diferentes en función de sus inscripciones sociales pero transmiten un sentimiento
común en la medida en que se inscriben desde una gramática común.
- La idea de sociedad supone que los diferentes ámbitos sociales interactúan entre ellos, como las piezas de un
mecanismo o las partes de un organismo, y que la inteligibilidad de cada una de ellas es dada justamente por
su lugar en la totalidad.
- Bajo la importancia del problema del orden social, la sociología ha consagrado la mayor parte de su historia
disciplinaria a forjar la idea de sociedad como un fundamento de la vida social, y no ha cesado de
experimentar intelectualmente la existencia de desajustes y desfases: la modernidad.
- Es alrededor de este ámbito entre el sistema y los actores (intermundo) que debe enraizarse la renovación de
la teoría social.
- Los actores tienen, frente a las coerciones, muy diferentes márgenes de acción, según sean individuos o
poderosos colectivos. No importa, porque para todos el intermundo es, al mismo tiempo, e
indisociablemente, maleable y resistente.
- Todo hecho social (organización, práctica o actor), debe analizarse como una mezcla de texturas y coerciones.
- Al comienzo, los individuos poseen una virtualidad abierta que debe ser estabilizada por diferentes
mecanismos sociales. Es decir que diferentes personas, o una misma persona en diferentes situaciones,
pueden ser estabilizadas de varias maneras. La especificidad de la mirada sociológica sobre el individuo
consiste pues en interesarse en la naturaleza de cada una de las dimensiones así estabilizadas. Este conjunto
multiforme de estabilizaciones define justamente las gramáticas sociológicas del individuo (soportes, roles,
respeto, identidad, subjetividad).
Estudiar la acción:
- El problema central de la sociología es el estudio de la acción en el intermundo.
- La realidad social nos opone una forma de límite y es siempre, a partir de esta posibilidad planteada como
permanente, que nosotros actuamos sobre el mundo. La cuestión revienes pues comprender cómo y por qué
algunas conductas son operacionales y otras no lo son.
- Una teoría social tiene una doble vocación: debe hacer frente a los grandes desafíos históricos y sociales de
un periodo determinado y debe ser una fábrica de nuevos problemas intelectuales.
- Bajo la influencia del orden social y de la idea de sociedad, la sociología era una filosofía social construida en
torno al Estado – Nación. Bajo la impronta del intermundo y de la posibilidad irreductible de la acción, la
sociología debe afirmarse como una filosofía social construida en torno a las experiencias de la común
modernidad.