La composta es un abono orgánico que se forma por la degradación microbiana de
materiales acomodados en capas y sometidos a un proceso de descomposición; los microorganismos que llevan a cabo la descomposición o mineralización de los materiales ocurren de manera natural en el ambiente; el método para producir este tipo de abono es económico y fácil de implementar. La composta es el material orgánico que se obtiene como producto de la acción microbiana controlada sobre residuos orgánicos tales como hojas, rastrojos, zacates, cáscaras, basuras orgánicas caseras, subproductos maderables (aserrín y virutas), ramas, estiércoles, y residuos industriales de origen orgánico; con estos residuos, en forma separada o bien mezclados, se forman pilas o montones, que por acción de los microorganismos dan origen a un material (materia orgánica) de gran utilidad para los suelos agrícolas ya que mejora la estructura y la fertilidad de estos. ¿Cuál es la función de la composta en el suelo? La función básica de un abono es fertilizar la tierra sobre la cual se aplica. Por lo tanto, tiene que contener los nutrientes que las plantas necesitan para su crecimiento y también para producir las partes vegetales que justifican su cultivo: flores, frutos, hojas, etc. Todo el mundo sabe que la finalidad del compost no es otra que fertilizar el suelo de los jardines o huertos en los cuales se aplica. Pero, ¿es el compost un adobo de composición similar a un fertilizante químico o de síntesis? La respuesta es que el compost es mucho más que un simple concentrado artificial de sustancias químicas de las que se alimentan las plantas. Los abonos químicos consisten en agregados granulados o líquidos de sustancias químicas formados por los elementos en los cuales se basa la nutrición de los vegetales. En cambio, el compost tiene una estructura mucho más compleja, donde los nutrientes forman parte de un entramado en el cual están unidos a otras moléculas, básicamente orgánicas, que modulan y facilitan la liberación y posterior absorción de los nutrientes por parte de las plantas. ¿Cómo se hace una composta? ¿Cómo se prepara la composta? PROCEDIMIENTO Se traza un cuadrado de un mínimo de un metro por un metro parecido a un cuadrado. Posteriormente se afloja la tierra con un bieldo jardinero a 30 centímetros de profundidad para ayudar con la aeración y drenaje. (Nota: Durante el siguiente proceso de construcción de la pila de composta, se debe regar para que la humedad sea como una esponja exprimida.) Se pone una capa de vegetación seca de 10 centímetros lo que es equivalente a cuatro cubetas de 20 litros. Se agrega una capa de vegetación verde o desperdicio de comida de 10 centímetros. Se pone una capa de suelo de 2 centímetros, equivalente a una cubeta de 20 litros. Posteriormente se alternan las capas de materia verde, materia seca y suelo hasta llegar a un metro de altura. Se recomienda revisar la humedad de la composta todos los días. Regar si es necesario. Se puede voltear la composta para asegurar una descomposición uniforme de la pila. Voltear la composta también apura el proceso. Sin embargo, también se pierden nutrientes, por lo tanto, recomendamos solo voltearla una vez si no tienes prisa para usarla. La descomposición y maduración duran aproximadamente 1-3 meses. La composta está lista cuando no se reconoce las materias originales. Cuando esté lista, se recomienda dejar de regar y almacenarla en cubetas, costales, o ponerla en la cama directamente. ¿Qué materiales necesitamos para hacer una composta? MATERIALES: Materia verde: Son plantas verdes (o inmaduras) que se pueden incluir como la poda de árboles y hierba. Así mismo incluyen desperdicios de cocina. También se puede pensar en alfalfa y otros pastos. Si se usa estiércol, está considerado como materia verde. Materia seca: Plantas secas (o maduras) como lo son cereales y granos paja. Así podemos cultivar con doble propósito para consumo y composta. Suelo: Usamos capas de suelo en la composta. Si se realiza la doble excavación se quita algo de suelo de la cama y es recomendable usarlo. Agua: Hay que regar la composta. ¿Cómo sabemos que la composta está en condiciones para tierra? Las estaciones óptimas para utilizar el compost son el inicio de la primavera y el otoño, épocas en que el suelo está caliente y la adición del compost lo calienta más todavía, favoreciendo así la actividad de los organismos. Si se aplica en el verano, seca demasiado el suelo, y si se hace en invierno, el frío lo hace inservible. ¿Cómo aplicamos la composta en la cama de cultivo? La dosis correcta de compost a aplicar depende en todo momento de la especie vegetal y del suelo, quedando determinados por: Necesidad en nutrientes del cultivo. La distribución en el tiempo de las necesidades. Estado físico-químico del suelo. La aplicación del compost procedente de los residuos sólidos urbanos, de forma general, se realiza de 20 a 50 t/ha cada 2 o 3 años, en otoño o primavera, enterrándolos superficialmente. Para cultivos con grandes necesidades de humus, las dosis pueden llegar a ser entre 40 y 100 t/ha, y siempre, dejando pasar un tiempo razonable de espera entre el abonado y la siembra. Para los cultivos de uso frecuente existen varios sistemas de dosificación y aplicación del compost, pero a continuación se presentan los más usuales. Cultivos del arroz: o Dosis de aplicación: entre 15 y 50 t/ha. o Granulometría aconsejable: fino y grueso. o Sistema de reparto: mediante remolque esparcidor sobre agua y, en seco, en función del grado de porosidad del suelo, un arado de vertedera o gradeo con profundidad de entre 25 y 30 centímetros. o Periodo de aplicación: sobre agua después de la siega e introduciéndose conjuntamente con el forraje en las labores posteriores de fangeo. En seco, 1 o 2 meses antes de la siembra. Viticultura: o Dosis de aplicación: Entre 20 y 40 t/ha. o Granulometría aconsejable: Grueso. o Sistema de reparto: En cepas consolidadas con marco de plantación estrecho abriendo un hoyo de unos 50 centímetros de profundidad entre 2 cepas que luego se entierra. Para nuevas plantaciones se realiza un reparto con pala cargadora y un volteo posterior para homogeneizar el sustrato. o Periodo de aplicación: Después de la recolección y antes de la aparición de las primeras yemas o antes de la plantación. Praderas y cultivos forrajeros: o Dosis de aplicación: Entre 25 y 40 t/ha. o Granulometría aconsejable: Fino y libre de inertes. o Periodo de aplicación: Después de la recolección y previo a la plantación. Cultivos frutales: o Dosis de aplicación: Entre 100 y 200 t/ha. cada dos o tres años. o Granulometría aconsejable: Fino y libre de inertes. o Periodo de aplicación: Después de la recolección y previo a la plantación. El compost fino, por su extremada riqueza y cuidada elaboración, puede utilizarse para cultivos más delicados, tales como jardinería, invernaderos, hortofrutícolas e incluso plantas ornamentales. Cultivos de invernaderos. De 10 a 15 t/ha, cada dos o cuatro años. Cultivos hortofrutícolas de campo. De 50 a 100 t/ha, cada dos o tres años. Viveres. La cantidad de compost empleada será del 20-35 % del volumen del sustrato. Plantas ornamentales. De 100 a 250 t/ha cada dos o cuatro años de compost afinado, exento de inertes. Jardines. Para la implantación de césped, fijación y mejora del suelo, de 100 a 300 t/ha antes o durante la plantación, aportando adecuadamente de 20 a 40 t/ha cada dos años. Imágenes