Desvelo

Son las 4:21 de la mañana y por más que lo intento no he podido conciliar el sueño,
siento una desazón y un dolor en mi alma por la partida de un hombre que ha
marcado la vida de todos por su sabiduría, hoy más que nunca deseo estar con mi
familia para acompañarles en estos momentos tan angustiosos y que nos llena de
tristeza.
Llegan a mi memoria tantos recuerdos vividos, tantos momentos llenos de su
presencia, pero me absorbe la soledad y el estar tan alejado de la familia, siento
una impotencia de no poder caminar hacía el encuentro de ellos, siento una
inevitable soledad en medio de estas cuatro paredes que me enloquecen y que veo
como una desafortunada limitante para salir corriendo y gritarle al mundo que
necesito un abrazo de esos que exprimen el cuerpo y llegan al alma.
Una gota de melancolía resbala presurosa por mi mejilla, siento el golpe de mi
corazón dentro de mi pecho que taciturno y melancólico me reclama por la soledad
que embarga mi alma desvencijada por la noticia.
Pido a Dios en oración que conforte mi alma y me llene de fortaleza para mirar hacia
delante y cumplir con mis obligaciones del día que en tan solo una hora despuntará
sobre la cordillera.