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JEAN PIAGET

La idea que planteó Jean Piaget es que, al igual que nuestro cuerpo evoluciona rápidamente durante
los primeros años de nuestras vidas, nuestras capacidades mentales también evolucionan a través de
una serie de fases cualitativamente diferentes entre sí.

En un contexto histórico en el que se daba por sentado que los niños y niñas no eran más que
"proyectos de adulto" o versiones imperfectas de ser humano, Piaget señaló que el modo en el que
los pequeños actúan, sienten y perciben denota no que sus procesos mentales estén sin terminar, sino
más bien que se encuentran en un estadio con unas reglas de juego diferentes, aunque coherentes y
cohesionadas entre sí. Es decir, que la manera de pensar de los niños y niñas no se caracteriza tanto
por la ausencia de habilidades mentales típicas de los adultos, como por la presencia de formas de
pensar que siguen otras dinámicas muy diferentes, dependiendo de la etapa de desarrollo en la que
se encuentren.

Es por eso que Piaget consideraba que los patrones de pensamiento y comportamiento de los más
jóvenes son cualitativamente distintos con respecto a los de los adultos, y que cada etapa del
desarrollo define los contornos de estas maneras de actuar y sentir. Este artículo ofrece una breve
explicación acerca de estas fases del desarrollo planteadas por Piaget; una teoría que, si bien ha
quedado desfasada, es el primer ladrillo sobre el que se ha construido la Psicología Evolutiva.

¿Etapas de crecimiento o de aprendizaje?


Es muy posible caer en la confusión de no saber si Jean Piaget describía etapas de crecimiento o de
aprendizaje, ya que por un lado habla sobre factores biológicos y por el otro de procesos de
aprendizaje que se desarrollan a partir de la interacción entre el individuo y el entorno.

La respuesta es que este psicólogo hablaba de los dos, aunque centrándose más en los aspectos
individuales que en los aspectos del aprendizaje que están ligados a las construcciones sociales. Si
Vygotsky le daba importancia al contexto cultural como medio desde el cual las personas interiorizan
formas de pensar y de aprender sobre el entorno, Jean Piaget ponía más énfasis en la curiosidad de
cada niño o niña como motor de su propio aprendizaje, si bien procuró no ignorar la influencia de
aspectos del entorno tan importante como, por ejemplo, los padres y las madres.

Piaget sabía que es absurdo intentar tratar por separado los aspectos biológicos y los que hacen
referencia al desarrollo cognitivo, y que, por ejemplo, es imposible dar con un caso en el que en bebé
de dos meses haya tenido dos años para interactuar directamente con el ambiente. Es por eso que
para él el desarrollo cognitivo informa sobre la etapa de crecimiento físico de las personas, y el
desarrollo físico de las personas da una idea sobre cuáles son las posibilidades de aprendizaje de los
individuos. A fin de cuenta, la mente humana no es algo que esté separado del cuerpo, y las
cualidades físicas de este último dan forma a los procesos mentales.
Sin embargo, para entender las etapas de desarrollo cognitivo de Piaget es necesario saber desde qué
enfoque teórico parte su autor.

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Recordando el enfoque constructivista
Tal y como explica Bertrand Regader en su artículo sobre la teoría del aprendizaje de Jean Piaget, el
aprendizaje es para este psicólogo un proceso de construcción constante de nuevos significados, y el
motor de esta extracción de conocimiento a partir de lo que se sabe es el propio individuo. Por lo
tanto, para Piaget el protagonista del aprendizaje es el propio aprendiz, y no sus tutores ni sus
maestros. Este planteamiento es llamado enfoque constructivista, y enfatiza la autonomía de la que
disponen los individuos a la hora de interiorizar todo tipo de conocimientos; según este, es la persona
quien sienta las bases de su propio conocimiento, dependiendo de cómo organiza e interpreta la
información que capta del entorno.

Sin embargo, que el motor del aprendizaje sea el propio individuo no significa que todos tengamos
total libertad para aprender ni que el desarrollo cognitivo de las personas se vaya realizando de
cualquier manera. Si así fuese, no tendría sentido desarrollar una psicología evolutiva dedicada a
estudiar las fases de desarrollo cognitivo típicas de cada etapa de crecimiento, y está claro que hay
ciertos patrones que hacen que personas de una edad parecida se parezcan entre sí y se distingan de
gente con una edad muy diferente.

Este es el punto en el que cobran importancia las etapas de desarrollo cognitivo propuestas por Jean
Piaget: cuando queremos ver cómo encaja una actividad autónoma y ligada al contexto social con
los condicionantes genéticos y biológicos que se van desarrollando durante el crecimiento. Los
estadios o etapas describirían el estilo en el que el ser humano organiza sus esquemas cognitivos, que
a su vez le servirán para organizar y asimilar de una u otra manera la información que recibe sobre
el entorno, los demás agentes y él mismo.

Cabe destacar, sin embargo, que estas etapas de desarrollo cognitivo no equivalen al conjunto de
conocimiento que típicamente podemos encontrar en personas que se encuentran en una u otra fase
de crecimiento, sino que describen los tipos de estructuras cognitivas que se encuentran detrás de
estos conocimientos.

A fin de cuentas, el contenido de los diferentes aprendizajes que uno lleva a cabo depende en gran
parte del contexto, pero las condiciones cognoscitivas están limitadas por la genética y la manera en
la que esta se va plasmando a lo largo del crecimiento físico de la persona.

Piaget y las cuatro etapas del desarrollo cognitivo


Las fases de desarrollo expuestas por Piaget forman una secuencia de cuatro períodos que a su vez
se dividen en otras etapas. Estas cuatro fases principales quedan enumeradas y explicadas
brevemente a continuación, con las características que Piaget les atribuía. Sin embargo, hay que tener
en cuenta que, como veremos, estas etapas no se ajustan exactamente a la realidad.
1. Etapa sensorio - motora o sensiomotriz
Se trata de la primera fase en el desarrollo cognitivo, y para Piaget tiene lugar entre el momento del
nacimiento y la aparición del lenguaje articulado en oraciones simples (hacia los dos años de edad).
Lo que define esta etapa es la obtención de conocimiento a partir de la interacción física con el
entorno inmediato. Así pues, el desarrollo cognitivo se articula mediante juegos de experimentación,
muchas veces involuntarios en un inicio, en los que se asocian ciertas experiencias con interacciones
con objetos, personas y animales cercanos.

Los niños y niñas que se encuentran en esta etapa de desarrollo cognitivo muestran un
comportamiento egocéntrico en el que la principal división conceptual que existe es la que separa las
ideas de "yo" y de "entorno". Los bebés que están en la etapa sensorio-motora juegan para satisfacer
sus necesidades mediante transacciones entre ellos mismos y el entorno.

A pesar de que en la fase sensoriomotriz no se sabe distinguir demasiado entre los matices y sutilezas
que presenta la categoría de "entorno", sí que se conquista la comprensión de la permanencia del
objeto, es decir, la capacidad para entender que las cosas que no percibimos en un momento
determinado pueden seguir existiendo a pesar de ello.

2. Etapa preoperacional
La segunda etapa del desarrollo cognitivo según Piaget aparece más o menos entre los dos y los siete
años.

Las personas que se encuentran en la fase preoperacional empiezan a ganar la capacidad de ponerse
en el lugar de los demás, actuar y jugar siguiendo roles ficticios y utilizar objetos de carácter
simbólico. Sin embargo, el egocentrismo sigue estando muy presente en esta fase, lo cual se traduce
en serias dificultades para acceder a pensamientos y reflexiones de tipo relativamente abstracto.

Además, en esta etapa aún no se ha ganado la capacidad para manipular información siguiendo las
normas de la lógica para extraer conclusiones formalmente válidas, y tampoco se pueden realizar
correctamente operaciones mentales complejas típicas de la vida adulta (de ahí el nombre de este
período de desarrollo cognitivo). Por eso, el pensamiento mágico basado en asociaciones simples y
arbitrarias está muy presente en la manera de interiorizar la información acerca de cómo funciona el
mundo.

3. Etapa de las operaciones concretas


Aproximadamente entre los siete y los doce años de edad se accede al estadio de las operaciones
concretas, una etapa de desarrollo cognitivo en el que empieza a usarse la lógica para llegar a
conclusiones válidas, siempre y cuando las premisas desde las que se parte tengan que ver con
situaciones concretas y no abstractas. Además, los sistemas de categorías para clasificar aspectos de
la realidad se vuelven notablemente más complejos en esta etapa, y el estilo de pensamiento deja de
ser tan marcadamente egocéntrico.

Uno de los síntomas típicos de que un niño o niña ha accedido a la etapa de las operaciones concretas
es que sea capaz de inferir que la cantidad de líquido contenido en un recipiente no depende de la
forma que adquiere este líquido, ya que conserva su volumen.

4. Etapa de las operaciones formales


La fase de las operaciones formales es la última de las etapas de desarrollo cognitivo propuestas por
Piaget, y aparece desde los doce años de edad en adelante, incluyendo la vida adulta.

Es en este período en el que se gana la capacidad para utilizar la lógica para llegar a conclusiones
abstractas que no están ligadas a casos concretos que se han experimentado de primera mano. Por
tanto, a partir de este momento es posible "pensar sobre pensar", hasta sus últimas consecuencias, y
analizar y manipular deliberadamente esquemas de pensamiento, y también puede utilizarse el
razonamiento hipotético deductivo.

¿Un desarrollo lineal?


El hecho de ver expuesto de esta manera un listado con etapas de desarrollo puede dar a pensar que
la evolución de la cognición humana de cada persona es un proceso acumulativo, en la que varias
capas de información se van asentando sobre los conocimientos previos. Sin embargo, esta idea
puede llevar a engaño.

Para Piaget, las etapas de desarrollo indican las diferencias cognitivas en las condiciones de aprender.
Por tanto, aquello que se aprende sobre, por ejemplo, el segundo período de desarrollo cognitivo, no
se deposita sobre todo lo que se ha aprendido durante la etapa anterior, sino que lo reconfigura y lo
expande hacia varios ámbitos de conocimiento.

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La clave está en la reconfiguración cognitiva
En la teoría piagetiana, estas fases se van sucediendo una tras otra, ofreciendo cada una de ellas las
condiciones para que la persona en desarrollo vaya elaborando la información de la que dispone para
pasar a la siguiente fase. Pero no se trata de un proceso puramente lineal, ya que lo que se aprende
durante las primeras etapas de desarrollo se reconfigura constantemente a partir de los desarrollos
cognitivos que vienen después.

Por lo demás, esta teoría de las etapas de desarrollo cognitivo no fija límites de edad muy fijos, sino
que se limita a describir las edades en las que son comunes las fases de transición de una a otra. Es
por ello que para Piaget es posible encontrar casos de desarrollo estadísticamente anormal en las que
una persona tarda en pasar a la siguiente fase o bien llega a ella a una edad temprana.
Papel de la familia en las diferentes etapas del desarrollo infantil
Con independencia del gran número de definiciones y conceptos de lo que es la familia, lo que no se
pone en duda, es el papel protagónico que ella juega en la crianza y educación de los bebés, niños y
jóvenes. Al margen de conceptos culturales, sociales, biológicos o políticos es la célula fundamental
sobre la que se erige una sociedad.

Papel de la familia
El papel de la familia en la educación y crianza de los hijos se va transformando desde una etapa
inicial de la vida
La familia es el primer núcleo social dónde se comienzan a establecer los lazosafectivos entre el
recién nacido y los adultos, ya sea que llegó a la familia por reproducción biológica entre una pareja
heterosexual. También podría ser fruto de una de las técnicas de la reproducción asistida, aunque no
haya vínculos de consanguineidad con los padres o ser el resultado de una adopción.

En cualquiera de las disímiles acepciones de familia lo que no admite lugar a dudas es de la


importancia que la misma tiene en cada una de las etapas del desarrollo infantil y de como es un
elemento determinante en la vida y el futuro de un recién nacido.

Contenido

1 ¿Qué es realmente la familia?


1.1 Definiciones de familia
2 Tipos de familia en las sociedades occidentales
2.1 Nuclear
2.2 Extensa o familia compleja
2.3 Monoparental
2.4 Reconstruida, ensamblada o mezclada
2.5 Homoparental
2.6 La familia de madre soltera
2.7 Familia de padres separados
2.8 La familia o pareja de hecho
2.9 Las unidades familiares o unidad afectiva
3 Situación de la familia en España
4 Papel de la familia en la crianza y educación de los hijos
5 El papel de la familia en las diferentes etapas del desarrollo infantil
5.1 Entre 0 y 1 año
5.2 Entre 1 y 2 años de edad
5.3 Entre 3 y 9 años
5.4 Adolescencia
6 Crianza, educación y enseñanza
7 La familia disfuncional
7.1 Características comunes de las familias disfuncionales
7.2 Repercusión de las familias disfuncionales en la psicología del niño
8 Consejos para la familia
9 Y siempre recuerda…
¿Qué es realmente la familia?
No hay consenso sobre la definición de familia. La mayoría de las constituciones y códigos jurídicos
asocian esta palabra con la de matrimonio. De esta manera obvian las relaciones que se establecen
entre los individuos sin que medien lazos jurídicos o sanguíneos entre ellos.

Según la declaración universal de los derechos humanos: “es el elemento natural, universal y
fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”.

Definiciones de familia
Para algunos autores, la familia es aquella que está integrada por individuos que tienen una relación
de consanguineidad. Para otros, familia es aquella que surge de un vínculo socialmente reconocido
como lo es el matrimonio. En las sociedades actuales hay numerosos tipos de relaciones que no se
ajustan a estas definiciones.

En los documentos programáticos del Gobierno de España se define la familia: “como unidad básica
de articulación social, escuela de valores, lugar privilegiado para la transmisión del patrimonio
cultural, agente de cohesión e integración social, factor clave de la solidaridad intergeneracional, y
espacio vital para el desarrollo y bienestar de sus miembros, a la que los poderes públicos deben
apoyar para que pueda asumir plenamente sus responsabilidades”.

La familia es un concepto universal


La familia tiene un papel universal y juega un papel fundamental en todas las etapas de la vida
Existen, no obstante, características comunes que nos pueden ayudar en esta definición. Para
entender que es una familia, tenemos que tener en cuenta su carácter universal y natural, pues la
familia es una institución que existe en todas las sociedades y en todos los tiempos y su existencia
no depende de regulaciones legales. Representa los intereses individuales de sus miembros, así como
los intereses del grupo en su medio social e igualmente satisface las necesidades físicas, afectivas y
materiales de todos sus miembros.
La evolución de la familia desde finales del siglo pasado y el actual ha sufrido de profundas
transformaciones y son objeto de un amplio debate por las ciencias sociales e incluso se describe
como una rama particular como Ciencia de la familia. En esta página nos centraremos
fundamentalmente en su papel en la educación y crianza infantil más que en el debate teórico.

Tipos de familia en las sociedades occidentales


Dado el desarrollo que han experimentado las relaciones sociales en los últimos años, existen
numerosos tipos de familia y hoy en día se encuentran los siguientes tipos de familia:

Nuclear
Es la más convencional de todas. Es aquella que está conformada por el padre, la madre y los hijos
producto de esa unión. Una característica de la familia nuclear es que sus miembros viven bajo un
mismo techo.

Extensa o familia compleja


Esta familia abarca a los parientes consanguíneos más cercanos, lo que incluye a abuelos, tíos y
primos. En este tipo de familia las relaciones no abarcan únicamente a padres e hijos, sino que se
extienden a un conjunto mayor de personas, siempre y cuando estas tengan algún tipo de ascendencia
importante dentro del grupo.

Monoparental
Es aquella que está compuesta por los hijos y uno solo de los padres, ya sea el padre o la madre. La
familia monoparental tiene características muy similares a las de la familia nuclear, pero con la
peculiaridad de poseer, por diferentes razones, a uno solo de los padres.

Reconstruida, ensamblada o mezclada


Es aquella que está compuesta por los agregados de dos o más familias. En este caso pueden ser
familias integradas por madres divorciadas con hijos que se suman a la de un padre viudo que también
vive con los suyos. De igual modo, se habla de una familia ensamblada para referirnos a aquellos
grupos que cohabitan en un mismo espacio físico y que no tienen ningún grado de consanguineidad,
pero funcionan perfectamente integrados.

criar a sus hijos


Las familias con padres del mismo sexo se han hecho mucho más frecuentes, pero tienen capacidad
de inculcar valores y criar a sus hijos
Homoparental
Se define como familia homoparental, a aquellas familias que están conformadas por una pareja de
hombres o de mujeres, y que a su vez son progenitores de uno o más hijos. En el caso de este tipo de
parejas, los hijos pueden ser el resultado de adopciones, maternidad subrogada o inseminación
artificial. De igual modo, pueden presentarse casos donde los hijos de la pareja tienen origen en una
relación previa de uno de sus miembros. Las parejas homosexuales han demostrado ampliamente
que son tan capaces y responsables como lo pueden ser los padres heterosexuales.

La familia de madre soltera


Este tipo de familia también es conocida como “producción independiente”. Es aquella familia cuya
madre, desde un inicio, asume la crianza de sus hijos de manera individual y sin contar con la ayuda
del padre biológico de estos. Generalmente, se trata de mujeres que se ven obligadas a asumir ambos
roles paternos debido a la negativa del hombre a reconocer su participación. Existen, además, casos
en que la mujer decide, por voluntad propia, asumir todo lo referente al embarazo y a la crianza de
sus hijos sin que exista una presencia masculina, razón por la cual emplea para la concepción bancos
de esperma o donantes anónimos.

Familia de padres separados


Es aquella en la que los padres se encuentran separados. Sin embargo, a pesar de la separación, ambos
padres continúan cumpliendo con su rol ante los hijos, incluso si estos se encuentran en lugares
distantes. En estos casos se da por terminada la relación conyugal y termina entonces la pareja, pero
no la paternidad o la maternidad.

Algunos autores consideran que existen otros tipos de familia, a saber:

La familia o pareja de hecho


Es el modelo predominante en algunos sectores de los Estados Unidos de América y en los países de
Europa del Norte. Este modelo alude fundamentalmente al lazo legal que une a la pareja.

Las unidades familiares o unidad afectiva


Son parejas que viven juntas sin lazos consanguíneos, pero las unen el afecto, el compromiso. Son
parejas que no formalizan la relación pero tienen familia. Existe una tendencia a que aumente este
tipo de relación.

Las familias
El papel de la familia es imprescindible en todas las etapas del desarrollo infantil
Situación de la familia en España
Según los datos contenidos en el Plan integral de apoyo a la familia 2015-2017 del Gobierno de
España, la situación de las familias en el país se ha modificado sustancialmente y enfrenta grandes
retos. Por una parte disminuyen las mujeres en edad fértil y la población en edad laboral. Esto se
agrava por el hecho de que el número de hijos promedio de una familia se ha reducido siendo en la
actualidad de 1.3 por familias, el número de nacimientos por año también se reduce.
La mayor parte de los hogares son de parejas con hijos, pero tienen un solo hijo el 34,93% . Los que
tienen 3 o más hijos no llega al 3% del total de hogares.

Las parejas sin hijos constituyen el 21,65% del total, el 9,37% le corresponde a los hogares
monoparentales. Por su parte los hogares unipersonales representan alrededor del 24% del total.

Papel de la familia en la crianza y educación de los hijos


Sin importar el tipo de familia, estas tienen que jugar un papel fundamental en la crianza de un niño.
No importa si se trata de una familia nuclear, o si por el contrario estamos en presencia de una familia
homoparental.

La familia es muy importante


Desde que el pequeño está en el útero de la madre debe sentirse querido y amado por su familia
Lo que más importa es que estas sean capaces de reconocer y cumplir con las funciones de una
familia vital y sana. Entre los aspectos de mayor importancia, se encuentran:

Satisfacer todas las necesidades afectivas de sus miembros, así como sus requerimientos materiales
básicos y sus demandas de tipo físico.
Establecer patrones de conducta positivos para el desarrollo de las relaciones interpersonales.
Ayudar a la integración social de sus miembros, especialmente de aquellos que más lo necesitan,
como es el caso de los niños.
Favorecer el desarrollo de patrones psíquicos, sexuales y emocionales adecuados, respetando la
diversidad y la individualidad.
Estimular y potenciar la creatividad y el aprendizaje de todos sus miembros, sin distinción de ninguna
clase.
Lo cierto es que la familia ha de ser una estructura lo suficientemente flexible para permitir al niño
adaptarse al medio donde ha de desenvolverse y como tal siempre va a incidir en el desarrollo del
individuo como ser social.

El papel de la familia en las diferentes etapas del desarrollo infantil


El papel de la familia en la educación y crianza de los hijos se va transformando desde una etapa
inicial de la vida donde lo más importante es la seguridad, hasta la adolescencia donde es necesario
ser un estratega para compatibilizar los intereses de los jóvenes con los de los adultos.

Entre 0 y 1 año
El niño ha de recibir todos los cuidados que necesita. Ya sea lactancia materna o cuidados higiénicos,
así como todo el cariño y amor que necesita para sentirse protegido, su familia ha de ser la fuente de
su bienestar. Es importante en esta etapa que la familia mantenga una constante observación sobre
las formas en que se manifiesta él bebe y estar atentos a todo aquello que pueda necesitar.

Como hemos detallado en la página de Aprendizaje, desde que está en el útero el bebé aprende y es
capaz de responder a determinados estímulos. Una vez que se produce el nacimiento miles de
neuronas crecen, se desarrollan y se conectan, es por ello que es una etapa de aprendizaje muy rápida.

Para que el niño pueda adquirir ese aprendizaje el papel de los padres es determinante, la estimulación
temprana de índole afectiva, visual, auditiva, y del tacto es básica para su desarrollo. El aprendizaje
es interactivo, las muestras de afecto y la comunicación con la familia influirán en su desarrollo.

La familia debe preocuparse en esta etapa porque el niño obtenga las vacunas que estas indicadas y
por darle la atención medica que se precisa.

Entre 1 y 2 años de edad


La familia ha de poner al niño en contacto con su entorno. En esta etapa el niño ha de dar sus primeros
pasos y comenzar el largo proceso de adaptarse al medio donde vive. Es en esta etapa cuando el niño
pronuncia sus primeras frases y corresponde entonces a los adultos que están a su cargo establecer la
correspondencia entre el objeto que el niño pide y el nombre por el que se le conoce. Ejemplo de ello
es enseñarle a decir agua, papa y otras palabras que los ayudará a aprender a satisfacer sus
necesidades por medio del lenguaje.

El estado de salud integral del niño y en particular la nutrición determina que los pequeños le presten
más atención al entorno. Son más activos y tienen más interés a enfrentarse a nuevos desafíos y
tienen más facilidad para aprender.

Un ambiente familiar afectivo, les brindará mayor seguridad y confianza en estimularán su capacidad
de incorporar nuevos conocimientos.

Familia y comunidad
Los padres y los miembros de la comunidad tienen la responsabilidad de promover el desarrollo
infantil
Entre 3 y 9 años
Se le ha de enseñar al niño a socializar, aunque este es un proceso que comienza desde las primeras
etapas de la vida, es a esta edad cuando se debe empezar a separar de la madre sin que esto le genere
ansiedad. La familia debe fomentar en estas edades el validismo, como lo puede ser aprender a comer
por si solo o aprender a controlar sus esfínteres.
Las investigaciones demuestran que el 50% del crecimiento del cerebro se produce durante los
primeros 5 años de vida. La inteligencia de un niño dependerá de los millones de células que nacen,
crecen y se conectan. La estimulación sensorial, afectiva que se le proporcione a los pequeños
repercutirá en su aprendizaje, en su desempeño escolar y en toda su vida.

Los procesos de desarrollo, maduración y conexiones no ocurren adecuadamente, repercutirán


desfavorablemente en las relaciones con su entorno, con los demás, en el aprendizaje y en su
rendimiento escolar.

Una etapa fundamental, donde la presencia y apoyo de la familia es fundamental, es cuando este
comienza la etapa escolar. Este es un momento muy importante en el desarrollo del niño y en el cual
tendrán que reforzar los conocimientos que adquiera en la escuela y continuar educándolo como un
ser integro.

Adolescencia compleja
La adolescencia es una de las etapas más complejas para la familia, porque es necesaria una
negociación entre los padres y su hijo
Adolescencia
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la adolescencia es el periodo de crecimiento y
desarrollo humano entre los 10 y los 19 años. En esta etapa se producen cambios trascendentales en
la vida de un joven. Los adolescentes están haciendo una transición de su etapa infantil hacia la etapa
adulta.

Es considerada como una de las más complejas de manejar por la familia porque surgen grandes
conflictos de intereses. Por una parte los padres pretenden seguir viéndolos como pequeños y los
jóvenes buscan independencia y demostrar que se pueden hacer cargo de la conducción de sus vidas.

Una de las etapas más complicadas en toda familia es cuando los hijos alcanzan la adolescencia y
sus cambios, un momento en el que surgen múltiples conflictos de intereses. El menor empieza a
reivindicar su independencia y a buscarse a sí mismo, y a su vez los padres siguen anclados en la
infancia del niño, por lo que reivindican mantener el control sobre todos los aspectos de su vida. En
este artículo nos adentramos en esta compleja relación.

Es una etapa donde se debe buscar el equilibrio y los limites sobre la base de la negociación y de la
comprensión y entendimiento mutuo. Los dos tienen razón pero es necesario buscar la armonización
y la aceptación mutua de lo permisible y lo que excede los límites de los valores y de la moral.

Crianza, educación y enseñanza


La enseñanza es aquella actividad que se realiza mediante la interacción de cuatro elementos
fundamentales: un profesor, un alumno, un objeto de conocimiento y un medio educativo. Quiere
decir entonces que enseñanza, es el proceso en el que un niño recibe una serie de conocimientos por
parte de un profesional de la enseñanza, y que se desarrolla en un centro especializado.

Por su parte, la educación, es también un proceso. Uno mucho más complejo que la propia enseñanza,
pues se realiza por un grupo de personas sin preparación profesional pero lleno de experiencia al que
se conoce como: familia.

Si mediante la enseñanza se transmiten conocimientos, mediante la educación se transmiten, además,


valores, buenas costumbres, virtudes y actitudes positivas.

Educar es un proceso que comienza dentro del núcleo familiar, pues, mucho antes de que el niño
llegue a la edad escolar, la familia ha de educarle para que aprenda a vivir en sociedad y contrario a
la que se suele pensar, esta función no es de la escuela, la educación comienza en la cuna.

Si bien es cierto que ambas instituciones han de cooperar para obtener el máximo de provecho en el
desarrollo de un niño. La función de la familia y los factores de riesgos que esta pueda presentar
tienen una incidencia mucho mayor en el desarrollo del niño, que la que puede llegar a tener la
escuela.

La familia disfuncional
Una familia disfuncional es aquella donde los conflictos, las conductas inadecuadas e incluso el
maltrato de uno o varios de sus miembros se producen de modo continuo y regular. De igual modo,
en estos casos suele suceder que la mayoría de los miembros tienden a soslayar tales acciones, no le
dan la importancia que requieren y esta terminan por convertirse en una situación “normal”.

Este tipo de realidades trae como consecuencia que, el niño que es expuesto a una situación de esta
clase, crece con el convencimiento de que es este y no otro el modo correcto de establecer relaciones
interpersonales. Por tanto, la disfuncionalidad de la familia constituye el principal factor de riesgo
en el desarrollo de nuestros hijos.

Características comunes de las familias disfuncionales


Son familias donde prima la falta de empatía y no existe comprensión entre sus miembros.
Se niegan a reconocer que existe un comportamiento abusivo, aun cuando el mismo resulta evidente
para todos los que les rodean.
Los comportamientos inadecuados son tolerados y no se trata de poner límites por ninguno de los
miembros de la familia.
Existe una total falta de respeto de los derechos de los otros
Existen conflictos extremos, llegando con frecuencia a las agresiones físicas.
Trato injusto a los miembros más débiles de la familia.
Familias disfuncionales
Las familias disfuncionales influyen negativamente en el desarrollo de los niños y pueden tener
efectos muy adversos en la infancia
Repercusión de las familias disfuncionales en la psicología del niño
Todas estas son situaciones negativas pueden tener efectos devastadores en la psicología de un niño
y a la postre pueden provocar situaciones tales como:

Pérdida de la inocencia infantil, pues el niño se ve obligado a madurar con demasiada prontitud,
incluso a modo de supervivencia
Pueden llegar a generar problemas de salud mental, que van desde moderadas hasta graves y que
pueden incluir la depresión, la ansiedad e incluso llegar a desarrollar trastornos de personalidad y
pensamientos suicidas
Disparar adicciones al tabaco, el alcohol y / o drogas, por parte del niño que ve en estas sustancias
un escape a sus problemas
Resquebrajamiento de la autoridad paterna
Generar conductas antisociales
Sentimientos encontrados de amor-odio hacia miembros de la familia
Repetición de conductas sexuales peligrosas, inadecuadas o incluso delictivas
Dificultades para mantener relaciones saludables dentro de un grupo, llegando a convertirse en
inadaptados sociales
Trastorno del lenguaje o la comunicación
Reproducción de conductas agresivas y de esquemas familiares disfuncionales
Pueden llevar al adolecente a convertirse en un delincuente juvenil
Abandono escolar
Disminución del rendimiento escolar
Generar problemas de autoestima
Bloqueo de las habilidades asertivas
Pueden llegar a generar conductas autodestructivas
Entre un sinfín de efectos que estos traumas pueden llegar a provocar. Lo cierto es que todos
necesitamos de nuestras familias y que estas sean sanas y equilibradas.

Simbolo de familia
La familia es el soporte y apoyo para el desarrollo infantil
Consejos para la familia
Como siempre señalamos cada caso requiere de un tratamiento personalizado y requiere una atención
diferente dependiendo de la situación única que cada pequeño presente, pero hay algunas
recomendaciones generales que siempre ayudarán a reforzar el papel de la familia en el aprendizaje
de tu hijo. Entre ellas:

La atención de la familia dependerá de cada etapa del desarrollo, pero en todas debe brindarle el
apoyo que requieren sus hijos. Apóyelos en sus éxitos pero también en sus errores, en sus fracasos y
en sus frustraciones. Sea su mejor amigo en cada una de las etapas de su vida.
Establezca, limites, obligaciones y normas. Poner límites o normas en nuestras casas ayuda a que los
niños entiendan sus expectativas y desarrollen la disciplina para sus vidas.
Ayúdeles a desarrollar todo su potencial, estimulando su autoestima. Las palabras de estímulo y
confianza que le transmitan los padres serán las que más apreciará.
Fomente la comunicación intrafamiliar y la ayuda mutua entre sus miembros.
Y, sobre todo, disfruten como familia de todos los momentos felices que les permita la vida.
Compartir en familia tiempo jugando, intercambiando los momentos más felices del día,
demostrando amor y apoyo es básico a cualquier edad.
Predicar con el ejemplo, siempre recordar que para los hijos los padres son los modelos, son sus
superhéroes, los que todo lo pueden, los que saben de todo. No hagas lo que no deseas que ellos
hagan.
Acuerdos comunes entre los adultos encargados de la educación y la crianza y si en algo se discrepa
nunca discutirlo delante de los menores. Estilos diferentes pueden causar confusión y pérdida de
autoridad.
Jean Piaget es uno de los psicólogos e investigadores más importantes de la historia, y a él le debemos
gran parte de lo que hemos ido descubriendo por medio de la psicología del desarrollo.

Dedicó gran parte de su vida a investigar el modo en el que evolucionan tanto nuestro conocimiento
acerca del entorno como nuestros patrones de pensamiento dependiendo de la etapa de crecimiento
en la que nos encontramos, y es especialmente conocido por haber propuesto varias etapas de
desarrollo cognitivo por las que pasamos todos los seres humanos a medida que crecemos.

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Jean Piaget y su concepción de la niñez
La idea que planteó Jean Piaget es que, al igual que nuestro cuerpo evoluciona rápidamente durante
los primeros años de nuestras vidas, nuestras capacidades mentales también evolucionan a través de
una serie de fases cualitativamente diferentes entre sí.

En un contexto histórico en el que se daba por sentado que los niños y niñas no eran más que
"proyectos de adulto" o versiones imperfectas de ser humano, Piaget señaló que el modo en el que
los pequeños actúan, sienten y perciben denota no que sus procesos mentales estén sin terminar, sino
más bien que se encuentran en un estadio con unas reglas de juego diferentes, aunque coherentes y
cohesionadas entre sí. Es decir, que la manera de pensar de los niños y niñas no se caracteriza tanto
por la ausencia de habilidades mentales típicas de los adultos, como por la presencia de formas de
pensar que siguen otras dinámicas muy diferentes, dependiendo de la etapa de desarrollo en la que
se encuentren.

Es por eso que Piaget consideraba que los patrones de pensamiento y comportamiento de los más
jóvenes son cualitativamente distintos con respecto a los de los adultos, y que cada etapa del
desarrollo define los contornos de estas maneras de actuar y sentir. Este artículo ofrece una breve
explicación acerca de estas fases del desarrollo planteadas por Piaget; una teoría que, si bien ha
quedado desfasada, es el primer ladrillo sobre el que se ha construido la Psicología Evolutiva.

¿Etapas de crecimiento o de aprendizaje?


Es muy posible caer en la confusión de no saber si Jean Piaget describía etapas de crecimiento o de
aprendizaje, ya que por un lado habla sobre factores biológicos y por el otro de procesos de
aprendizaje que se desarrollan a partir de la interacción entre el individuo y el entorno.

La respuesta es que este psicólogo hablaba de los dos, aunque centrándose más en los aspectos
individuales que en los aspectos del aprendizaje que están ligados a las construcciones sociales. Si
Vygotsky le daba importancia al contexto cultural como medio desde el cual las personas interiorizan
formas de pensar y de aprender sobre el entorno, Jean Piaget ponía más énfasis en la curiosidad de
cada niño o niña como motor de su propio aprendizaje, si bien procuró no ignorar la influencia de
aspectos del entorno tan importante como, por ejemplo, los padres y las madres.

Piaget sabía que es absurdo intentar tratar por separado los aspectos biológicos y los que hacen
referencia al desarrollo cognitivo, y que, por ejemplo, es imposible dar con un caso en el que en bebé
de dos meses haya tenido dos años para interactuar directamente con el ambiente. Es por eso que
para él el desarrollo cognitivo informa sobre la etapa de crecimiento físico de las personas, y el
desarrollo físico de las personas da una idea sobre cuáles son las posibilidades de aprendizaje de los
individuos. A fin de cuenta, la mente humana no es algo que esté separado del cuerpo, y las
cualidades físicas de este último dan forma a los procesos mentales.

Sin embargo, para entender las etapas de desarrollo cognitivo de Piaget es necesario saber desde qué
enfoque teórico parte su autor.

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Recordando el enfoque constructivista
Tal y como explica Bertrand Regader en su artículo sobre la teoría del aprendizaje de Jean Piaget, el
aprendizaje es para este psicólogo un proceso de construcción constante de nuevos significados, y el
motor de esta extracción de conocimiento a partir de lo que se sabe es el propio individuo. Por lo
tanto, para Piaget el protagonista del aprendizaje es el propio aprendiz, y no sus tutores ni sus
maestros. Este planteamiento es llamado enfoque constructivista, y enfatiza la autonomía de la que
disponen los individuos a la hora de interiorizar todo tipo de conocimientos; según este, es la persona
quien sienta las bases de su propio conocimiento, dependiendo de cómo organiza e interpreta la
información que capta del entorno.
Sin embargo, que el motor del aprendizaje sea el propio individuo no significa que todos tengamos
total libertad para aprender ni que el desarrollo cognitivo de las personas se vaya realizando de
cualquier manera. Si así fuese, no tendría sentido desarrollar una psicología evolutiva dedicada a
estudiar las fases de desarrollo cognitivo típicas de cada etapa de crecimiento, y está claro que hay
ciertos patrones que hacen que personas de una edad parecida se parezcan entre sí y se distingan de
gente con una edad muy diferente.

Este es el punto en el que cobran importancia las etapas de desarrollo cognitivo propuestas por Jean
Piaget: cuando queremos ver cómo encaja una actividad autónoma y ligada al contexto social con
los condicionantes genéticos y biológicos que se van desarrollando durante el crecimiento. Los
estadios o etapas describirían el estilo en el que el ser humano organiza sus esquemas cognitivos, que
a su vez le servirán para organizar y asimilar de una u otra manera la información que recibe sobre
el entorno, los demás agentes y él mismo.

Cabe destacar, sin embargo, que estas etapas de desarrollo cognitivo no equivalen al conjunto de
conocimiento que típicamente podemos encontrar en personas que se encuentran en una u otra fase
de crecimiento, sino que describen los tipos de estructuras cognitivas que se encuentran detrás de
estos conocimientos.

A fin de cuentas, el contenido de los diferentes aprendizajes que uno lleva a cabo depende en gran
parte del contexto, pero las condiciones cognoscitivas están limitadas por la genética y la manera en
la que esta se va plasmando a lo largo del crecimiento físico de la persona.

Piaget y las cuatro etapas del desarrollo cognitivo


Las fases de desarrollo expuestas por Piaget forman una secuencia de cuatro períodos que a su vez
se dividen en otras etapas. Estas cuatro fases principales quedan enumeradas y explicadas
brevemente a continuación, con las características que Piaget les atribuía. Sin embargo, hay que tener
en cuenta que, como veremos, estas etapas no se ajustan exactamente a la realidad.

1. Etapa sensorio - motora o sensiomotriz


Se trata de la primera fase en el desarrollo cognitivo, y para Piaget tiene lugar entre el momento del
nacimiento y la aparición del lenguaje articulado en oraciones simples (hacia los dos años de edad).
Lo que define esta etapa es la obtención de conocimiento a partir de la interacción física con el
entorno inmediato. Así pues, el desarrollo cognitivo se articula mediante juegos de experimentación,
muchas veces involuntarios en un inicio, en los que se asocian ciertas experiencias con interacciones
con objetos, personas y animales cercanos.

Los niños y niñas que se encuentran en esta etapa de desarrollo cognitivo muestran un
comportamiento egocéntrico en el que la principal división conceptual que existe es la que separa las
ideas de "yo" y de "entorno". Los bebés que están en la etapa sensorio-motora juegan para satisfacer
sus necesidades mediante transacciones entre ellos mismos y el entorno.

A pesar de que en la fase sensoriomotriz no se sabe distinguir demasiado entre los matices y sutilezas
que presenta la categoría de "entorno", sí que se conquista la comprensión de la permanencia del
objeto, es decir, la capacidad para entender que las cosas que no percibimos en un momento
determinado pueden seguir existiendo a pesar de ello.

2. Etapa preoperacional
La segunda etapa del desarrollo cognitivo según Piaget aparece más o menos entre los dos y los siete
años.

Las personas que se encuentran en la fase preoperacional empiezan a ganar la capacidad de ponerse
en el lugar de los demás, actuar y jugar siguiendo roles ficticios y utilizar objetos de carácter
simbólico. Sin embargo, el egocentrismo sigue estando muy presente en esta fase, lo cual se traduce
en serias dificultades para acceder a pensamientos y reflexiones de tipo relativamente abstracto.

Además, en esta etapa aún no se ha ganado la capacidad para manipular información siguiendo las
normas de la lógica para extraer conclusiones formalmente válidas, y tampoco se pueden realizar
correctamente operaciones mentales complejas típicas de la vida adulta (de ahí el nombre de este
período de desarrollo cognitivo). Por eso, el pensamiento mágico basado en asociaciones simples y
arbitrarias está muy presente en la manera de interiorizar la información acerca de cómo funciona el
mundo.

3. Etapa de las operaciones concretas


Aproximadamente entre los siete y los doce años de edad se accede al estadio de las operaciones
concretas, una etapa de desarrollo cognitivo en el que empieza a usarse la lógica para llegar a
conclusiones válidas, siempre y cuando las premisas desde las que se parte tengan que ver con
situaciones concretas y no abstractas. Además, los sistemas de categorías para clasificar aspectos de
la realidad se vuelven notablemente más complejos en esta etapa, y el estilo de pensamiento deja de
ser tan marcadamente egocéntrico.

Uno de los síntomas típicos de que un niño o niña ha accedido a la etapa de las operaciones concretas
es que sea capaz de inferir que la cantidad de líquido contenido en un recipiente no depende de la
forma que adquiere este líquido, ya que conserva su volumen.

4. Etapa de las operaciones formales


La fase de las operaciones formales es la última de las etapas de desarrollo cognitivo propuestas por
Piaget, y aparece desde los doce años de edad en adelante, incluyendo la vida adulta.
Es en este período en el que se gana la capacidad para utilizar la lógica para llegar a conclusiones
abstractas que no están ligadas a casos concretos que se han experimentado de primera mano. Por
tanto, a partir de este momento es posible "pensar sobre pensar", hasta sus últimas consecuencias, y
analizar y manipular deliberadamente esquemas de pensamiento, y también puede utilizarse el
razonamiento hipotético deductivo.

¿Un desarrollo lineal?


El hecho de ver expuesto de esta manera un listado con etapas de desarrollo puede dar a pensar que
la evolución de la cognición humana de cada persona es un proceso acumulativo, en la que varias
capas de información se van asentando sobre los conocimientos previos. Sin embargo, esta idea
puede llevar a engaño.

Para Piaget, las etapas de desarrollo indican las diferencias cognitivas en las condiciones de aprender.
Por tanto, aquello que se aprende sobre, por ejemplo, el segundo período de desarrollo cognitivo, no
se deposita sobre todo lo que se ha aprendido durante la etapa anterior, sino que lo reconfigura y lo
expande hacia varios ámbitos de conocimiento.

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La clave está en la reconfiguración cognitiva
En la teoría piagetiana, estas fases se van sucediendo una tras otra, ofreciendo cada una de ellas las
condiciones para que la persona en desarrollo vaya elaborando la información de la que dispone para
pasar a la siguiente fase. Pero no se trata de un proceso puramente lineal, ya que lo que se aprende
durante las primeras etapas de desarrollo se reconfigura constantemente a partir de los desarrollos
cognitivos que vienen después.

Por lo demás, esta teoría de las etapas de desarrollo cognitivo no fija límites de edad muy fijos, sino
que se limita a describir las edades en las que son comunes las fases de transición de una a otra. Es
por ello que para Piaget es posible encontrar casos de desarrollo estadísticamente anormal en las que
una persona tarda en pasar a la siguiente fase o bien llega a ella a una edad temprana.

Críticas a la teoría
A pesar de que la teoría de las etapas del desarrollo cognitivo de Jean Piaget ha sido la pieza
fundacional de la Psicología del Desarrollo y de que ha tenido una gran influencia, hoy se considera
que está desfasada. Por un lado, se ha demostrado que la cultura en la que se vive afecta mucho al
modo de pensar, y que hay lugares en los que las personas adultas tienden a no pensar según las
características de la etapa de las operaciones formales, debido entre otras cosas a la influencia del
pensamiento mágico propio de algunas tribus.

Por el otro, las evidencias a favor de la existencia de estas fases del desarrollo cognitivo tampoco son
muy sólidas, de modo que no se puede dar por hecho que describan bien cómo va cambiando la
manera de pensar durante la niñez y la adolescencia. De todas formas, sí es cierto que en ciertos
aspectos, como el concepto de permanencia del objeto o la idea general e que los niños y niñas
tienden a pensar desde planteamientos basados en lo que ocurre en el entorno y no según ideas abstrac

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