Sie sind auf Seite 1von 1

DEMONIACO PLATON

FEDRO 242.b

Sóc. - Cuando estaba, mi buen amigo, cruzando el río, me llegó esa señal que brota
como de ese duende que tengo en mi -siempre se levanta cuando estoy por hacer algo-
, y me pareció escuchar una especie de voz que de ella venia, y que no me dejaba ir
hasta que me purificase; como si en algo, ante los dioses, hubiese delinquido. Es
verdad que soy no demasiado buen adivino, pero a la manera de esos que todavía no
andan muy duchos con las letras, justo lo suficiente para mí mismo. Y acabo de
darme cuenta, con claridad, de mi falta. Pues, por cierto, compañero, que el alma es
algo así como una cierta fuerza adivinatoria. Y, antes, cuando estaba en pleno
discurso, hubo algo que me conturbó, y me entró una especie de angustia, no me
fuera a pasar lo que íbico 42 dice, que d «contra los dioses pecando consiga ser
honrado por los hombres)). Pero ahora me he dado cuenta de mi falta.

Das könnte Ihnen auch gefallen