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JO
UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS
VERSITAS MA
S IS
D IVI A N D R E A
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
UNI
E
CARRERA DE DERECHO
17
“La Omisión”
Estudiantes: Arias Chacón Alexis C.I.: 8437505 LP.
Calle Cossio Nery Felipe C.I.: 496925 LP.
Condori Cauna Guido C.I.: 5985663 LP.
Mamani Guarachi Alex Fernando C.I.: 7056577 LP.
Morales Magne Luis Alberto C.I.: 9148341 LP.
Quispe Villalobos Ericka Ruth C.I.: 8468476 LP.
Quisbert Cuchut Iván Ascencio C.I.: 13118926 LP.
Docente: Doctor Ignacio Escobar Aruquipa
Paralelo: Tercero “A”
La Paz - Bolivia
2018
Universidad Mayor De San Andrés
“La Omisión”
Estudiantes: Arias Chacón Alexis C.I.: 8437505 LP.
Calle cossio Nery Felipe C.I.: 496925 LP.
Condori Cauna Guido C.I.: 5985663 LP.
Mamani Guarachi Alex Fernando C.I.: 7056577 LP.
Morales Magne Luis Alberto C.I.: 9148341 LP.
Quispe Villalobos Ericka Ruth C.I.: 8468476 LP.
Quisbert Cuchut Iván Ascencio C.I.: 13118926 LP.
Docente: Doctor Ignacio Escobar Aruquipa
Paralelo: Tercero “A”
La Paz - Bolivia
2018
Contenido
1. Introducción 2
9. Conclusiones 26
1
10.Bibliografı́a 26
1. Introducción
El tema de los delitos de comisión por omisión y la determinación en ellos de las fuentes
de la posición de garante resulta, en nuestro criterio, una de las aristas investigativas
más interesantes del mismo, a tenor.
El contenido esencial de este principio, en el orden penal, reside en que a nadie le puede
ser imputada una conducta sin que esta esté previamente tipificada en la ley y no puede
ser sancionado por una pena que no haya sido establecida con anterioridad al hecho
cometido.
En el caso de los delitos de omisión impropia o comisión por omisión, suele decirse que
entran en contradicción con este principio ya que al presentar dos formas (configura-
ción legal y configuración judicial), la omisión en su variante de comisión por omisión
configurada judicialmente, supone que el órgano jurisdiccional conforma un tipo penal
derivado del delito comisivo, e imputa el mismo resultado, pero ahora, causado de forma
omisiva y provocado por el incumplimiento de una obligación jurı́dica.
Entre otros motivos que impulsan el estudio de este tema, podemos plantear como
ejemplo los accidentes del tránsito por causa de ganado suelto en la vı́a, lo cual consti-
tuye un ejemplo fehaciente de la presencia de los delitos de omisión impropia, ya que
2
los propietarios de estos animales se encuentran en posición de garante, u otros casos
similares donde se necesita dilucidar de manera conveniente, por ello presentamos este
tema que hace en si mismo un tema amplio de poder trabajar.
3
prestar socorro o asistencia a las vı́ctimas, será sancionado con privación de libertad de
uno (1) a cuatro (4) años.)
- Solo serán omisivas aquellas conductas que consistan en no realizar una determinada
prestación o que consistan en no evitar la producción del resultado cuando ası́ lo esta-
blezca el C.P.1 .
Omitir significa abstenerse, no hacer algo, y esa falta de acción se torna delictiva cuando
la ley penal ordena que se haga algo pues en caso contrario se provocará un grave daño.
El delito se perfecciona cuando la conducta prevista por la ley no se lleva a cabo. Estas
son las denominadas omisiones propias (las que ley establece que son delitos y cualquier
persona en general puede ser autor de ellas).
4
de la acción esperada y la capacidad de ejecutar la acción.
- La situación tı́pica: dicho componente del tipo de omisión propia hace referencia a
diversos presupuestos que se encuentran delimitados tı́picamente y cuya concurrencia
hace que el ordenamiento jurı́dico exija una actuación. Ası́, tales presupuestos contem-
plados por las normas son normalmente: la meta que se pretende mediante la realización
de la acción mandada, el objeto sobre el que debe influirse, y otras posibles circunstan-
cias que pueda exigir eventualmente la norma para requerir la intervención.
- La capacidad de ejecutar la acción: para poder decir que el sujeto obligado a actuar
por la norma está capacitado para ello, ha de tenerse en cuenta que tal capacidad hace
referencia a dos aspectos de la misma: el psicofı́sico y el normativo. Ası́, desde el punto
de vista psicofı́sico, el sujeto obligado incurrirı́a en omisión en caso de que concurran las
siguientes circunstancias: que el mismo conozca la situación tı́pica, que conozca su pro-
pia capacidad de ejecución de la acción omitida y que exista la posibilidad material de
realizar la acción impuesta por la norma. Asimismo, desde el punto de vista normativo,
sólo podemos afirmar que el sujeto está capacitado para actuar según exige la norma
cuando al mismo se le pueda exigir el cumplimiento del mandato, por no suponer tal
5
actuación un riesgo para su persona o para un tercero, o cuando ello no suponga un
eventual aumento de tal peligro.
Además de los referidos elementos del delito de omisión propia, es necesario hacer refe-
rencia también a la posibilidad de cometer los mismos a tı́tulo de dolo o de imprudencia.
Ası́, en relación con los delitos de omisión pura existirá dolo en el caso de que el su-
jeto obligado a actuar tenga conocimiento de situación tı́pica y decida no actuar (no
obstante, existen autores que consideran que no ha de exigirse el elemento volitivo del
dolo, la decisión de no actuar).
Por otra parte, desde el punto de vista teórico, los delitos de omisión propia se come-
terán a tı́tulo de imprudencia cuando el sujeto obligado incurre en una falta negligente
del cuidado exigido; pues en caso de que la inejecución o ejecución defectuosa de la
actividad sea intencionada, se tratará de una omisión dolosa. No obstante, como ya se
ha dicho, ello es ası́ teóricamente, ya que en nuestro Código Penal no se ha tipificado
ningún caso de omisión imprudente.
Cabe anotar además, que no existe entre la doctrina acuerdo sobre las siguientes cues-
tiones: la posibilidad de admitir la tentativa en los delitos de omisión impropia, la
hipótesis de la coautorı́a de omisión, autorı́a mediata de omisión, inducción a la omi-
sión o complicidad en la omisión.
El delito omisivo consiste siempre en la omisión de una determinada acción que el sujeto
6
tenı́a obligación de realizar y que podı́a realizar, consiste en la infracción de un deber
jurı́dico. Éste se incumple al omitir el sujeto una acción mandada.
a) Como delitos de omisión pura o propia, en los que se castiga la simple infracción
de un deber de actuar, sin más. Estos delitos de omisión pura equivalen a los
delitos de simple actividad.
c) Como delitos de omisión impropia, o de comisión por omisión, en los que, al igual
que en el supuesto anterior, la omisión se conecta con un determinado resultado
prohibido, pero en el tipo legal concreto no se menciona expresamente la forma de
comisión omisiva, constituyendo, pues, un problema de interpretación dilucidar
cuando la forma omisiva puede ser equiparada a la activa que si se menciona
expresamente en la ley.
7
6. Estructura de la Omisión Propia, Elementos
2
(artı́culo 438, parte in fine) Código Penal
3
(ORTEGA, Julio y MARCANO, José Gregorio. El delito de omisión impropia en la ley contra
la corrupción. REVISTA DEL MINISTERIO PÚBLICO. REVISTA CIENTÍFICA ARBITRADA. V
ETAPA No 15, 2012, pp. 148 - 149)
8
6.2. La omisión pura o propia
Los delitos omisivos se castigan por no llevar a cabo una conducta con independencia
del posible resultado, es decir el legislador prevé un castigo a quien omite un deber sin
asociarlo a un resultado material.
Requisitos
1. El primer requisito es que exista inactividad, es decir que no tenga soporte mate-
rial, y que eso no se vincule a un resultado material.
2. La omisión penalmente relevante tiene que configurarse como una situación tı́pica
es decir prevista en el código penal, solo el tipo penal hace surgir el deber jurı́dico
de obrar, es decir el mandato.
OMISIÓN PROPIA
dfsdxdsfdsfdsfgfdgfdfsdfInactividad =⇒ No produce un resultado material
”No hacer”
Todos los Delitos de Omisión Propia tienen en común los siguientes aspectos.
Los elementos que conforman el tipo objetivo de la omisión propia son tres:
9
manifiesto) Existencia de una situación de hecho: Ex ante el sujeto debe contar
con la situación de hecho.
Tipo Subjetivo Normalmente son dolosos los tipos de omisión propia. La dimensión
cognoscitiva del dolo exige que el sujeto sea consciente de que concurren todos los
elementos del tipo objetivo. La dimensión volitiva en la expresión de la voluntad de no
realizar la acción exigida, como volición del tipo objetivo. La Omisión Propia admite:
1) La versión dolosa
La dimensión cognoscitiva del Dolo exige que el sujeto sea consciente, de que el sujeto
sea conocedor de que concurran todos los elementos del tipo objetivo.
10
7. Delitos de Omisión Impropia o Comisión por Omi-
sión
Con su acción en amplio sentido se imponı́a un doble deber: deber de no causar el resul-
tado material y deber de evitarlo, pero de ello derivaba una interrogante: ¿El deber de
evitar el resultado material estaba dirigido a todas las personas? Por ejemplo, ¿podı́a
imponerse a todas las personas el deber de evitar la muerte de quien está en peligro
de morir? El deber jurı́dico ası́ entendido era demasiado amplio; por ende, era preciso
buscar un criterio que permitiera delimitar el ámbito de las personas a las cuales se les
imponı́a ese deber de evitar el resultado material y, consecuentemente, la lesión del bien
jurı́dico tı́pico. En esta forma, surge a la vida jurı́dica la calidad de garante: sólo el que
tiene la calidad de garante tiene a su cargo el deber de evitar el resultado material tı́pico.
Mezger anota que “las dificultades teóricas de los delitos de comisión por omisión
yacen en el hecho de que en tales casos se imputa al agente un resultado externo que
aparece más allá de los lı́mites de su conducta corporal”, y se formula las siguientes
preguntas: “¿Cómo es posible que un simple omitir cause tal resultado? ¿Cómo puede
11
surgir un algo de la nada? Para explicar esto se ha intentado el desesperado esfuerzo
de transformar en un algo la nada de la omisión”4 .
En esta lı́nea de ideas, la comisión por omisión no se origina en el ámbito de las omi-
siones, sino tiene su origen en las acciones que causan o tienen como consecuencia un
resultado material. De ahı́ el desvı́o de los iuspenalistas de querer encontrar un nexo
causal en esta clase de omisión5 . Ası́, durante algún tiempo se construyeron diversas
teorı́as para fundamentar la causalidad6 , hasta que Nagler enfocó su atención en el
autor y se empezó a hacer referencia a la posición de garante. Las ideas postuladas por
4
Tratado de derecho penal, Madrid, Revista de Derecho Privado, 1955, pp. 294 y 295.
5
Jesús Marı́a Silva Sánchez estima que “la imposibilidad de afirmar una causalidad eficiente de
la omisión en sı́ y la necesidad por otro lado, de fundamentar dogmáticamente el castigo de ciertas
omisiones como causaciones del resultado, lleva a la doctrina a pretender encontrar esa causalidad en
el entorno de la omisión” (El delito de omisión. Concepto y sistema, Montevideo, Buenos Aires, B de
F, 2003, p. 8).
6
Las teorı́as más significativas son:
1) La que propone que la acción positiva realizada por el omitente, en el momento en que omite la
acción ordenada, es la causa del resultado y, por tanto, es la causa del suceso delictivo. Krug, al
respecto, ha dicho que esta teorı́a podrı́a llevar al absurdo de admitir que la causa de la muerte
de la pequeña, a la cual no alimenta la madre, es “tejer calcetines, debido a que la madre eso
hacı́a en lugar de alistar a la niña”. Por otra parte, también se dice que no siempre que se omite
una acción (la esperada y ordenada) se realiza otra acción positiva.
2) La teorı́a de la acción precedente (de Krug, Glaser y Merkel), que fundamenta la causalidad
de la omisión en la acción anterior del omitente. Esta teorı́a también ha tenido crı́ticas severas.
Cabrı́a preguntar ¿por qué, y en qué condiciones una conducta anterior a la omisión y ajena (al
tipo) a la situación tı́pica podrı́a ser causa del resultado material tı́pico?
3) La teorı́a de la interferencia (sostenida por Binding), que basó la causalidad en el “contraim-
pulso” que desarrolla el propio autor para interferir el impulso natural de actuar para evitar el
resultado. Esta teorı́a, aparte de ser falaz, ocasionarı́a problemas en relación con el dolo.
4) Otra corriente fundamenta que afirma la causalidad en la comprobación de un deber de actuar.
Aquı́ se ubica la teorı́a de la acción esperada (o de la comisión normativa), de Waldemar von
Rohland, quien considera que la “acción esperada” por el ordenamiento jurı́dico es la base de
la causalidad. En otras palabras, la acción que deberı́a evitar el resultado es la causa del suceso
delictivo. Wolff, al abordar este tema, atiende a dos principios: a) la relación de dependencia del
bien jurı́dico, del omitente, y b) La libre decisión del omitente, de tal forma que “la no ejecución
de este hecho conduzca a la lesión del bien jurı́dico”.
5) Mayer, Beling y otros juristas trasladaron el problema a la antijuridicidad. Sauer, más puntual-
mente, parte de la antijuridicidad material. Dice: “causal es la omisión si la acción (sociológi-
camente) expresada hubiera impedido el resultado previsible”; si la omisión de esta acción es
socialmente peligrosa, al contrario, la actuación hubiera eliminado el peligro. Por su parte, Kauf-
mann hace nuevas e importantes aportaciones a esta teorı́a (Islas, Olga, “Reflexiones sobre la
omisión”, Liber ad Honorem Sergio Garcı́a Ramı́rez, México, UNAM, Instituto de Investigacio-
nes Jurı́dicas, 1998, pp. 1244 y 1245).
12
Nagler fueron ampliamente desarrolladas por Welzel y Maurach. Welzel, a partir de
su concepción finalista, indica que “acción y omisión de una acción son dos subclases
independientes dentro de la ’conducta’ susceptible de ser regida por la voluntad final.
La omisión... está referida necesariamente a una acción, no existe una omisión ’en sı́’
sino sólo la omisión de una acción determinada... La omisión no es un puro concepto
negativo, sino uno ’limitativo’: es la omisión de una acción posible del autor”.
Este artı́culo contempla una cláusula sita que pretende establecer cuándo un comporta-
miento omisivo ha de ser equiparado a la realización activa de un delito. Dicho precepto
establece:
El que omite impedir la realización del hecho punible será sancionado:
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2. Si la omisión corresponde a la realización del tipo penal mediante un hacer. La
pena del omiso podrá ser atenuada.
No todos los delitos admiten una conducto omisiva (Ejemplo: Artı́culo 260o .- DELITO
DE VIOLACIÓN)
El garante (SUJETO ACTIVO) tiene el deber especı́fico de actuar con el propósito de
evitar que se produzca el resultado (un delito de resultado que responde a una norma
de prohibición).
Establece los mismos requisitos de la omisión propia pero con dos adicionantes:
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a.3) Supuestos de Asunción Voluntaria
El agente de manera voluntaria asume la protección de otras personas
(sujetos que trasladan personas ciegas, cuidan niños o vigilante cuida
vivienda de contratantes)
1. Causar un daño
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¿Si se hubiera dado el medicamento, el sujeto habrı́a muerto o no habrı́a
fallecido?
Los autores Silvestroni y Bacigalupo7 concuerdan en que los tres elementos que
caracterizan la tipicidad en los delitos de omisión propia coinciden con los elementos
de tipicidad objetiva en los delitos de omisión impropia o comisión por omisión pero
además añaden otros tres elementos.
A partir de los criterios antes expuestos, es nuestra opinión que los elementos estructu-
rales que caracterizan a la Parte Objetiva del delito de comisión por omisión u omisión
impropia son los siguientes:
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(obligado), a pesar de que este debı́a haberlo realizado. El deber de actuar de ese sujeto
para evitar el resultado causal, constituye un deber jurı́dico especial que le colocaba en
una posición especial (de garante). La omisión de ese sujeto, de este modo, constituye
la causa inmediata del resultado.
Según Bacigalupo, este elemento puede apreciarse de dos formas distintas: La capa-
cidad de realizar el acto o de impedir el resultado debe valorarse sin tener en cuenta
el conocimiento que el sujeto tenga de ella. Se demanda como elemento fundamental
de la capacidad, tanto el conocimiento de la situación generadora del deber, como la
cognoscibilidad de los medios para realizar la acción y el conocimiento del fin de la
acción.
Por otro lado, Ricardo Núñez8 considera que no existe una omisión de quien, aun
al encontrarse en posición de garante del bien jurı́dico dañado, no posee en sus manos
el poder de protegerlo efectivamente. “La omisión delictiva no supone sólo el deber de
atenerse a la norma tı́pica prohibitiva, sino, también, la posibilidad de hecho de hacerlo
eficazmente. Ese poder no existe si la protección realizable por el garante no hubiera
evitado el resultado”.
En criterio de Sanjuán López,9 la estructura del dolo no puede encajar por completo
8
NÚÑEZ, R. C. (1999). op. cit., pág.126.
9
SANJUÁN LÓPEZ, R. (2002). La comisión por omisión: el artı́culo 11 del Código Penal. Disponible
en World Wide Web: www.derecho.com/artı́culos/2002/12/01/la-comisi-n-por-omisi-n-el-art-culo-11-
del-c-digo-penal/ (Consultado: 21 de febrero 2013). Este autor, quien se desempeñaba como Secretario
Judicial del Tribunal Supremo Español, se remite a la sentencia de 18 de marzo de 1997 (RJ 1997/3083),
en la que actúa como ponente el experto en esta materia Dr. Enrique Bacigalupo Zapater, la que cita
a su vez a otras más antiguas, entre ellas la de 24 de octubre de 1990 (RJ 1990/9656). En tales
resoluciones se parte precisamente de la necesidad de concebir el dolo en los delitos de omisión de
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en los delitos de omisión, por cuanto la voluntariedad no es un elemento necesario o
esencial de la omisión, como tampoco lo es la finalidad. En ellos se castiga un no hacer,
sin que con ello tenga que perseguirse un determinado fin. En consecuencia, el concepto
del dolo en los delitos de omisión debe necesariamente ser distinto al concepto que se
maneja en los delitos de acción.
En concreto, en cuanto a los delitos de omisión impropia, para que concurra el elemento
doloso deben darse una serie de circunstancias: a los requisitos propios de esta modalidad
delictiva (capacidad de acción, posibilidad fı́sica y real de actuar, posición de garante
y relación de equivalencia entre omisión y acción), debe añadirse el conocimiento de la
situación, de su obligación de actuar y del modo para evitar la producción del resultado.
Los delitos de omisión impropia o comisión por omisión pueden ser clasificados desde dos
puntos de vista: Delitos de configuración legal: aquellos delitos que la ley expresamente
tipifı́ca. Delitos de configuración judicial : aquellos que por no estar expresamente reco-
gidos por la norma penal, el tribunal tiene que realizar una especial apreciación.
forma distinta a los delitos de acción, sosteniendo que en los primeros, el dolo no requiere otro elemento
que el conocimiento de la situación generadora del deber, dado que en la omisión no puede darse la
voluntad de realización del hecho, pues evidentemente este no es ejecutado por el omitente. Por otra
parte, se recuerda en la sentencia que la doctrina preferı́a utilizar el término cuasidolo para referirse a la
concurrencia del mismo en los delitos de omisión. El mismo ponente de la sentencia que comentamos ya
habı́a afirmado en otra muy anterior de 25 de abril de 1988 (RJ 1988/3363) que el dolo no puede negarse
en los delitos de comisión por omisión cuando el omitente ha tenido conocimiento de las circunstancias
que generan el peligro de producción del resultado y de su propia capacidad de acción; el “animus
neceandi” del omitente se pone de manifiesto, en consecuencia, cuando este deja transcurrir los hechos
sin actuar, conociendo las circunstancias que fundamentan el peligro de producción de la muerte y
su posibilidad de evitarlo. Por su parte, la Sentencia de 30 de junio de 1988 (RJ 1988/5719, también
ponente Dr. Bacigalupo Zapater) dice que en el delito de omisión la caracterı́stica básica del dolo es la
falta de decisión de emprender la acción jurı́dicamente impuesta al omitente. Otra resolución del Alto
Tribunal que merece ser comentada es la de fecha 17 de abril de 1997, en la que se intenta establecer
la delimitación entre la culpa y el dolo en los delitos a los que nos venimos refiriendo; en tal sentido, su
ponente D. Eduardo Moner Muñoz explica que el dolo en los delitos de omisión está constituido por
el conocimiento de las circunstancias que condicionan el surgimiento del deber de actuar propio de la
posición de garante que ocupa el omitente, ası́ como su capacidad de realizar la acción requerida para
impedir el resultado lesivo del bien jurı́dico.
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Dentro de los delitos de configuración legal podemos citar en el código penal boliviano
que se establece:
“Articulo 262.- (OMISIÓN DE SOCORRO).- Si en el caso del artı́culo anterior
(Homicidio Y Lesiones Graves Y Gravı́simas En Accidentes De Transito) el autor fugare
del lugar del hecho u omitiere detenerse para prestar socorro o asistencia a las vı́ctimas
será sancionado con privación de libertad de uno a cuatro años. La pena será de priva-
ción de libertad de seis meses a dos años, cuando el conductor de otro vehı́culo no se
detuviere a prestar socorro o ayuda al conductor u ocupantes del vehı́culo accidentado,
agravándose la pena en una mitad, sı́ el accidente y la omisión de asistencia se produ-
jeren en lugar deshabitado.”
En los delitos de omisión impropia se admiten tanto el dolo como la culpa, Ejemplo: Ar-
ticulo 260.- DELITO DE HOMICIDIO CULPOSO “El que, por culpa, causare
la muerte de una persona...”
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tutelado e incluye (por haberse presentado la situación tı́pica señalada previamente) la
obligación de evitar el modo de afectación descrito en el tipo penal.
En definitiva, la posición de garante puede definirse como la relación que existe entre
un sujeto y un bien jurı́dico, la cual determina que el individuo se responsabiliza por la
inmunidad de ese bien jurı́dico De esa relación emerge para el sujeto un deber jurı́dico
de evitación del resultado y la no evitación de este por el garante equivaldrı́a a su
realización mediante una conducta activa.
Una vez analizados los elementos de tipicidad tanto subjetiva como objetiva, es necesario
referirnos a lo que origina la posición de garante, como elemento esencial de los delitos
de omisión impropia o comisión por omisión.
8.1. Fuentes
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omiten actuar en el sentido indicado realizarı́an un delito de omisión simple
o propia.
En nuestro criterio, consideramos que no solo los menores se encuentran en
esta situación de dependencia, sino también los ancianos enfermos o impe-
didos con respecto a sus hijos ya mayores, los cuales están en la obligación
por ley de brindarles protección.
21
producción del ulterior resultado. El más común ejemplo es el del conductor
que atropella a una vı́ctima y huye del lugar abandonándola. El fundamen-
to de esta posición está nuevamente en la proximidad al peligro y en la
dependencia del amenazado respecto al omitente. El actuar precedente o in-
jerencia para que pueda ser considerado fuente de garantı́a debe poseer dos
caracterı́sticas: primera, que la acción haya sido antijurı́dica y segunda, la
dependencia del titular del bien jurı́dico puesto en peligro, de la conducta
posterior del sujeto para salvar ese bien.
22
unida ı́ntimamente con el bien jurı́dico lesionado”. En esta idea destaca que esta rela-
ción sea “vital, especial y estrecha”11 .
Jeschek considera que la función de garante implica una posición especial del afectado
por la obligación frente a la masa restante de sujetos. No puede existir un deber de
prestar ayuda donde quiera que haga falta. El autor de la omisión es jurı́dicamente
responsable de que el resultado no se produzca (con fundamento en el deber jurı́dico
del garante)12 .
Mir Puig entiende que la posición de garante “se da cuando corresponde al sujeto una
especı́fica función de protección del bien jurı́dico afectado o una función personal de
control de una fuente de peligro, en ciertas condiciones”. En esta forma hace referencia
a las fuentes de la calidad de garante.
Gimbernat anota que la posición de garante es una “posición que destaca a una per-
sona (o personas) de entre todas las demás, que le hace res-ponsable del bien jurı́dico
penal protegido, y que, en consecuencia y si no evita su lesión, le atribuye ésta igual
que si la hubiera causado mediante una acción”.
23
8.2. Fuentes de la calidad de garante
Se dice que Feuerbach (desde el siglo XIX) fue el primer jurista que concibió la calidad
de garante, derivándola de la ley y el contrato.
24
Mir Puig anota como supuestos de posición de garante: “a) Función de protección de
un bien jurı́dico”, en la cual quedan comprendidos: “a) La existencia de una estrecha
vinculación familiar”, en la que debe concurrir “una efectiva dependencia absoluta con
respecto de otra, asumida por parte de ésta; b’) La comunidad de peligro; c) La asunción
voluntaria de una función de protección”. “b) Deber de control de una fuente de peligro”,
que incluye: “a) El actuar precedente”; “b) El deber de control de fuentes de peligro
situadas en el propio ámbito de dominio”, y “c) La responsabilidad por conducto de
otras personas”.
Centra su atención en la relación fáctica entre las partes durante el ejercicio de los roles
sociales particulares. Parte del reconocimiento de que, a lo interno de una sociedad, ca-
da individuo tiene asignadas funciones especı́ficas, encontrándose obligado a cumplirlas
debido a las expectativas sociales que genera en el resto de los individuos.
A partir del contenido de la teorı́a en análisis, podemos concluir que si bien las anteriores
contribuyeron a su formación, adolecı́an de algunas carencias que quedan suplidas en
esta última, la cual brinda la esencia de la omisión impropia o comisión por omisión,
13
Esta tesis denominada también Teorı́a de las Funciones, fue defendida inicialmente por Armin
Kaufman y sustentada por otros como Huerta Tocildo y De Toledo y Ubieto. HUERTA TOCILDO,
S./DE TOLEDO Y UBIETO, E. O. (1986). op. cit., pág. 579; y Jeschek y Weigend, JESCHEK, H.
H./WEIGEND, T. (2002). op. cit., pág. 669.
25
su fuente y elemento fundamental.
9. Conclusiones
1. Los delitos de omisión impropia, conocida también de omisión por comisión, el
sujeto al que está dirigida la norma tiene una calidad especial, por ende se le llama
“garante” quien tiene la obligación de evitar la lesión del bien jurı́dico tutelado
que se encuentra en peligro.
10. Bibliografı́a
[1] Ghuther Jakobs; “Acción y omisión en el derecho penal”.
[2] Carlos Blanco Lozano 2009; “La Omisión del deber de Socorro”.
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