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LA MUJER Y EL SÍNDROME DE LA DOBLE JORNADA

La mayoría de los varones no siente como propias tareas que casi todas las mujeres consideran
como parte de su universo: cocinar, lavar, asear, cuidar niños, y atender otras labores
domésticas. El problema es grave cuando a las labores propias de un hogar se agregan trabajos
remunerados fuera de casa. En ese caso, se configura el síndrome de la doble jornada.
Historia de un fenómeno discriminador

La revolución industrial cambió la forma de encarar la sociedad. Las mujeres se integraron al


mundo laboral. Hasta ese momento la única expectativa social de las mujeres eran las tareas
hogareñas.

El matrimonio era el único horizonte para la mayoría de las mujeres. El acceso a la educación y
otros factores de movilidad social estaban vedados para el mundo femenino.

Eso producía un ciclo vicioso, como no estaban calificadas para mejores trabajos por carecer de
educación formal, tenían que conformarse con trabajos mal remunerados. El acceso a la
educación y mejores leyes permitió a las mujeres ingresar al mundo del trabajo con mejores
perspectivas.

Eso permitió que muchas accedieran a profesiones previstas habitualmente para varones y
mejores ingresos. No obstante, pese a los avances, persistió el considerar la responsabilidad
diferenciada de la mujer frente al hogar y los hijos.

Discriminación
Aun cuando la mujer provee con recursos financieros, siguen considerándose dichos ingresos
como “complementarios”. Incluso en familias donde la mujer aporta lo mismo o aún más que
el varón, no se considera su aporte como vital o de la misma importancia relativa que el recurso
monetario del marido.

A pesar de que ambos, varón y mujer, trabajen fuera del hogar, se siguen considerando la labor
doméstica y el cuidado de los niños como tareas femeninas.
Muchas mujeres trabajadoras tienen problemas de conciencia porque sienten que, de algún
modo, se están saliendo de los cánones de las “abuelas”, que consideraban que una mujer se
preparaba para “atender” al marido y a los hijos, discurso que con diversos matices aún se
mantiene.

El principio de igualdad que no se vive.


Persiste el mito de que a los hijos nadie los puede educar como una mujer, o que la cocina es
ámbito femenino. Dicha concepción estereotipada provoca el fenómeno de la doble jornada.

Un típico varón llega a su casa con la expectativa de que la comida esté preparada, la ropa
limpia, los hijos atendidos y las múltiples tareas del hogar realizadas. Muy pocos toman
conciencia que si ambos trabajan, lo justo es compartir tareas.

UIrich Beck, en su libro La sociedad del riesgo, hacia una nueva modernidad (Barcelona: Paidós,
1999), sostiene que el concepto de igualdad se entiende de manera diferente para varones y
mujeres. Para ellas, igualdad es “más educación, mejores oportunidades laborales, menos
trabajo doméstico… para ellos significa contrariamente: más competencia, renuncia a la
carrera, más trabajo doméstico”.

Efectos del problema

Un estudio exploratorio, dirigido por investigadores de la Universidad Autónoma de México,


demostró que “en su gran mayoría, las mujeres siguen siendo las que realizan el trabajo
doméstico, lo cual demuestra que a pesar de que ellas se han insertado al trabajo asalariado, la
distribución de las labores domésticas no ha sufrido cambios equivalentes dentro del hogar”.

El estrés que provoca que a las mujeres se les exija eficacia tanto en el mundo laboral como en
sus funciones domésticas influye en su calidad de vida.

Persiste, además, la paradoja de entender que el cuidado de niños y la mantención de hogares


estables es de primera importancia; no obstante, se considera el trabajo doméstico como “no
productivo”; por eso, normalmente no es rentado ni tampoco figura en las estadísticas de
ingresos, tal como revelan los estudios.
1. Completa el esquema con la información que se solicita.

La desigualdad en
el mjundo

Efectos
Causas

2. ¿Qué afirmación no corresponde al texto leído?


a. La mujer educa mejor que nadie a los hijos, es una idea que se mantiene en la
sociedad.
b. La calidad de vida de las mujeres se ve afectada porque se les exige eficacia
tanto enel hogar como en el trabajo
c. Los hombres tienen una idea diferente del concepto de “igualdad” en
comparación con lo que piensan las mujeres.
d. La distribución de las tareas domésticas se ha modificado a partir del ingreso de
la mujer en el mundo laboral.

3. 3 ¿Cuál es el propósito del texto?


a. Explicar el problema del síndrome de la doble jornada.
b. Combatir la discriminación contra la mujer en el campo laboral.
c. Presentar las características del síndrome de la doble jornada.
d. Criticar creencias tradicionales acerca de la labor de la mujer.

4. 4 ¿Con qué intención el autor incluye citas de libros y estudios en su escrito?


a. Para destacar las ideas de otros autores renombrados.
b. Para comparar sus ideas con las de otros estudiosos.
c. Para ofrecer información de fuentes confiables.
d. Para demostrar que ha leído mucho y es experto en el tema.

5. 5 ¿Qué opinas acerca de la falta de igualdad que padecen las mujeres que
trabajan en el medio social? Sustenta tu parecer.

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