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Chcryl Pomerory
EL SIGNIFICADO
DE LA SAL PARA
LAS CULTURAS
ANDINO.ECUATORTANAS
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f,
MUNDO
ANDINO
1 986
' i. l¡.
'ifri:
EXTRACTO
Este trabajo analite el materiat de la nly su significado simbó'
lico para la gente gue habitu la rcgión andina del Ecuador. Utilizando da'
tos etnográficos recolqfudot en $linas de la Provincia de Bolt'var y pro'
cedentes de otras fuentq etnográflca y etnohistóricas, se demostrará que
la extraída de las montañas eta un preciado artículo en los tiempos pte
sal
colombinos, debido a su e*a&z y a Eu alto contenido de yodo. Su ampllo
distribución en ta Siern norte del Ecuador debió haber prevenido la difu'
sión de enfermedades debidas e la deficiencia de yodo,lo que caracterizt
ba al área en tiempw poster¡ores a la Conquista. De todos modos,la e*a'
sez de sitios de sal de mina en los altiplanos centrales del sur, parece haber
cansado problemas de salud, aún antes de la llegada de los españales. Los
documentos tambíén sugiercn qtc lu pr*tics de consumo dc sal e¡an
usadas como símbolos étnicos entre loe grupos dc las montañas y de la
tierras altas; y que la extracción do sl de los mdrpntiales era una típica
especialidad femenina, en un contgt.fo en que los manantiales enn consh
derados como elementos del mundo propíos del dominio fenenino.
ABYA .. TAIA
ABl[ : r$r
INTRODUCCION
9
NIVEL DE PRODUCCION
ORGANIZACION DE LA PRODUCCION
to
SALINAS DE LA PROVINCIA DE.BOLIVAR
Para 1982, existían tres sitios de sal, con un totalde ocho manan-
tiales, en el área de Salinas (Fig. 1). El sitio más grande, Cachipamba
('superficie plana de sal' en qulchua), era el único sitio todavía utilizado
para el refinamiento. cerca de 20o metros al sur de cachipamba se asicnta
un sitio más pequeño, Casahuaycu ('Barranca de granizo,'qu.), abandona-
do aproximadamente en 1970. Estos dos sitios habían sido parte de la Ha-
cienda Cachipamba, que pertenecía hasta fines de 1960 a la familia Cor.
dovez (Peñaherrera 1958:199). A lo largo del Río Salinas, haciael nortc,
se asienta el pueblo de Salinas, en dondeen 1958, residían 39 familias re-
finadoras de sal y otras 13 familias (Peñaherrera 1958: 204). En alguna
época anterior, se habían localizado casas para cocinar junto a los manan-
tiales salados en un área que ahora se halla cubierta por pasto, entre los
campos de sal de Cachipamba y Casahuaycu.
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Co¡¡huaycu
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dad y no sabía tan bien como la sal más blanca de Cachipamba (4).
l3
los pozos, hechos por el hombre, en los que se recolectaba el agua. o "iki-
jones" (qu. iraíz?); éstos rodeaban los tres manantiales. (Pañaherrera uti-
liza la palabra española charca, para pozo, para referirse a los ikijones
(1958: 199). Una vez que las charcas en las que se recolectaba el agua se
había llenado, las mujeres vertían gradualmente el agua sobre los moja-
dos lechos de roca dura de sal ochacra¡ (qu. hispanizado), esperando que
la superficie se seque antes de vertir de nuevo el agua. Cuando toda el
agua vertida llenaba la charca menor, también conocida como ikiión, el
agua era recolectada y
llevada hacia la charca situada más arriba, para ser
vertida de nuevo sobre la chacra. Este proceso, gue demoraba el día ente-
ro, era llamado el baño (Peñaherrera 1958: 199) y las mujeresquevertían
el agua eran llamadas regadoras o jichana huarmicuna (Qu.) Fig. 4). Du-
rante los meses lluviosos, este trabajo por supuesto se veía bruscamente
restr ingido.
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LA PRODUCCION DE SAL EN 1$:I
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Después de que las hormas se enfriaban, eran envueltas en atados
de paja. Primero, se esparcían delicados atados de hierba de páramo de po-
co en poco, dentro de una zamarta. como para hacer un nido. Entonces se
colocaban dos horm¡¡ en la mitad, se enrollaba la hierba y se la jalaba ha-
ci¡ afuera por los lados. Los extremos de hierba servían para enrollar el
atado y, cuando se acababa de hacerlo, para elaborar un agarrador. De es-
tos atados transportables, llamados ¡marr¡dos, se decía que permanecían
secos durante un año cuando se los mantenÍa sobre el fuego de la cocina.
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de cerámica desde ras áreas circundantes. La sarextraída
de sarinas, por ro
tanto, requería de una gran inversión de fuerza laboral y
de recursos fores-
tales rel¿tivos a la cantidad de producción (Mutth.ri lgza, Humbotdt
1952:41.
Of,GANIZACION DE LA PRODUCCION
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(no de un 'campo'de sal), aún cuando datos etnográficos de la cost¡ sur
del Perú justiflcr el argumento relativo a que r¡ chrcr¡ podía referirse a
cualquier unld¡d de producclón adjudicada a famillas individuales. A f¿ml-
lia¡ de la siern que migroron a ra costa peruana del ¡ur par! recolectar
algas, se les ulgnaban ch¡crr separadas de argas (Masuda (19g3). cada je-
fe de familia se hacía cargo de una chrcra y todos sc hallaban dirigidos
por una "cabeza" (Masuda 1983). L¡s chrcra¡ de salinas eran de manera
similar, unidades familiares de producción no-agrícolar.
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labor y en recursos naturales debieron haber sido sustanciales. La leña y
ias vasijas de arcilla debieron haber sido adquiridas antes
de cada turno
y el agua salada debió haber sido procesada de alguna manera
antes de ser
cocida. Considerando la cantidad de la atención dada a la producción de
esta sal montana, hay poca duda acerca de su gran valor en los tiempos
pre-colombinos.
22
SALINAS DE MIRA (SALINAS - IMBABURA)
.,... y desta sal hacen mucha cantidad y con ella tienen grandisi-
ma contratación los dichos indios naturales de aquel pueblo, que
s€ la van a mercar de todos los pueblos desta comarca...'(Paz
Ponce 1965 (1582): 239,240).
Las gentes de salinas no eran las únicas que tenían acceso directo
partes
a la sal. Se encontró que muchos especialistas de sal de distintas
de la Sierra se hallaban residiendo ahí (Caillavet 1979):
2t
Si las ref*lones obsarvadas entre la gente local y los forasteros en
los campos de coc¡ de Pimampiro dan alguna indicaclón, los fabricantes de
salinac debieron haber dado una serie de concesiones de variado tipo a
fos for¡¡teros que extnlrn la sal (Borj¡ 1965 (t582lz 2491.
v
Tabla l.
Análisis de muestras de 7 manantiales de agua salada, Salinas-Bolívar.
' Anál¡sis realizados en el laboratorio municipal del agua potable "El Placer", Quito
'* Cloro medido usando el método argentométrico 11 Jo lo de posibilidad de erro)
Sodlo medido usarxCo el método de la llama fotométrica ({o/o posibilidad de error}
Potasio medido usando el método de la llama fotométrica l2. lo posibilldad de errorl
Sulfato med ido usando el método gravimétrico con inyección de residuos ( 1.9o/o)
Calcb medido usando el método EDTA titr¡métrico (1.9o/ol
Hierro medido usando el método de l¡ funantrolina (13.3o/o)
23
SALINAS DE TOMAVELA
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restrinquídos de intercambio han sobrevivido en el siglo 2O. A principios
de este sigl6, ¡u sal era vendida o utilizada como unartículo de intercambio
en Salinas mismo, Ambato, Simiatug, Corazón, Sinchig, Guaranda, y Rio-
bamba todas localizadas dentro de un radio de 50 kms. (Fig.5).
Para inicios del siglo 20, la sal ya no se cambiaba con oro, sino más
bien con costales de cebada y papas, y bloques de panela. Cerca de Simia-
tug, dos amarrados de sal compraban un costal de papas, y tres amarra-
dos compraban dos costales de cebada. En Corazón y en otros lugares de
las montañas tropicales, un amarrado de sal era intercambiado por dos blo-
ques de panela. En Salinas mismo, la sal se intercambiaba con maí2, ce-
bada y papas de las áreas circundantes, debido a que pocos residentes de
Salinas se ocupaban en actividades agrícolas o de pastoreo y dependían del
intercambio de la sal para su susbistencia (Up de Graff 1923; Peñaherrera
1958). Los residentes del área de Ambato también frecuentaban Salinas,
como todavía lo hacen, intercambiando ropas, vasijas y utensilios con la
sal, lo que revendían en Ambato.
29
"Hay algunas salinas, aunque lejos (de Pacaibamba), de que se
proveen, las cuales tienen en sus sierras". (Arias Dávila 1965 (1582):
280), y
30
SITIOS DE SAL SECUNDARIOS
3l
Estos manantiales de sal defendidos por los Pachas bien pueden
haber sido los que se hallan en el Cutucú y que eran trabajados por los
Shuar en la década de 1950 (Harner 19722 15,128).
t2
LA SAL MARINA
33
y abastecía de sal a los "salitrales" de Azogues:
"No hay salinas (en Azogues), aunque hay muchos salitrales que
se proveen de sal de la ciudad de cuenca,
porqueallí la hay siem-
pre en abundancia, que la traen de Guayaquil" (Gallegos 1965
(1582): Z7B).
34
CONSIDERACIONES NUTRICIONALES DE LA SAL
3t
.íl El consejo de Whitney y de Hamilton es pertinente al área andina
' ecuatoriana que sufre de deficiencia crónica de yodo. La tierra, el agua,
los vegetales y los animales del área contienen muy poca yoduración.
Así, el consumo diario de la sal mineral pudo haber sido esencial para la
salud de esta gente andina.
No hay ninguna evidencia sólida para indicar que tan alta inciden-
cia del bocio ocurriera a lo largo de toda la sierra antes del siglo 18, a pe-
sar de aseveraciones en contra (Fierro-Benítez 1969:297). El hecho de que
una palabra para boCio, cutu, 5e encuentre en los antiguos diccionarios
Quichua y Quechua, es la evidencia más consistente que se ha puesto en
consideración (Fierro-Benítez 1969: 296; Holguín 1952 (1608); Cordero
1967 f 1892). Sin embargo, está dentro del dominio de. las posibilidades
el que cutu sea originalmente un término genérico para una protuberancia
de cualquier tipo, lo que llegó a significar bocio cuando este problema de sa-
lud se volvió predominante, después de la conquista española. Así pues,
el dato lexicográfico no es determinante por sí mismo. Aún más, no indi-
ca de ninguna manera la extensión del problema en los tiempos pre-colom-
binos. El bocio y la condición asociada decretinismo pueden haber sido pro-
blemas de salud relativamente esporddicos en tiempos pre-colombinos que
se agravaron con tanta desorganización causada por la Conquista española.
Lo común de los altos porcentajes de bocio en nuestro siglo, no necesaria-
mente representa la situación pre'colombina.
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intercambio de la ¡al. Ya que ésto no es posible, una aproximación de es-
ta¡ variables as út¡l parr ¡nd¡car la importancia alimenticia y nutricional
de la sal mineral en l¡ dieta andino ecuatoriana.
Es sabido que la gente que habita las áreas bajrs tropicales deben
consumir grandes cantidades de sal para reemplazar 3u falta debida a la
transpiración (Whitney y Hamilton 1977¿ Andrews 1983: 9). Además dc
éstos se ha estimado que los Mayas del área del Yucatán consumen un mí'
nimo de 8 gramos de sal mineral (de sal adicional) diariamente y que
con un trabajo fuerte se pueden alcanzar niveles de consumo de hasta
30 gramos diarios (Andrews 1983: 9,10). Ya que no hay datos que indi-
quen los niveles de consumo de la sal mineral con respecto a la gente
precolombina de los Andes, se estimará que un mínimo de 5 a 8 gramos
de sal era consunrido diariamente en esta área. Este estimado toma en
cuenta el clima más frío de los Andes, en comparación con el de Yuca'
tán, y debe ser considerado un estimativo moderado, debido a que los ni-
veles de consumo actual para la Sal son mayores que éstos en la ma-
yoría de las partes del mundo (Multhauf 1978: 3'7).
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agua potable ut¡l¡zada en la mayoría de los pueblos de las montañas al nor-
te del Ecuador contiene entre 0.50 y 1.50 gs. de yodo por litro (Fierro-
Benítez 1969) Los pescados de agua dulce, que deben contener menos
de 20 gs. de yodo por kilogramo en la mayoría de la sierra, y los peces
de agua.salada, que contienen de 300 a 3000 de yodo por kg., también
se consumían y se intercambiaban en la sierra (carranza 1965 (1569):
88; Pablos 1965 (l582lz 269; Gómez 1965 (1582): 285; pereira 1965
(1582) : 273; Anónimo 1965 (1573) : 2I4; Vatverde 1965 (1576): 178).
otras fuentes potenciales de yodo son los alimentos de hojas y ros hue-
vos; a pesar de que al haber poco yodo en la tierra, las plantas y los ani-
males que crecen no lo pueden contener en abundancia (Guthrie 1971:
l84).
39
Desafortunadamente no hay elimados de producción para el sitio de
Salinas-lmbabura durante el apogeo de su operación. No obstante, la abun-
dancia de sal impregnada en ll tierra en el sitio de lmbabura sugierg una
producción potencial relativamente grande. No hay una razón aparente pa-
ra gue de 200 a 300 toneladas o más no hayan podido ser producidas
anualrnente en Salinas-lmbabura, lo que abastecería de 100.000 a 150.000
personas de ser 5 gramos diarios y de 62.000 a 93.000 personas de ser 8
gramos diarios.
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cipal para el sustento de los naturales desta tierra..." (Valverde
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1965 (1576): 177).
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..Hay sn este pueblo (Paccha) mucho¡ indios poscadores más que
en otro pu¡blo alguno dr l¡ comarca de cuenca, que pescan en el
rlo grrndr dr Cusnca y en otror má¡ pequeñot que hay cerca des'
tr pueblo... pc¡crdo de cuero, modirno, y Droveen de pescado h
cludrd d¡ Cucncr" (Arqeles 1965 (t582lz 2711.
Deestemodo,cutuindicaa|gomásquebocioenestaárea.Eluso
en generaI una
de eutu para describir una estatura corta, un cue||o corto,
parece estar relacionada
condición encoglda. y lentitud en el trabajo no
comúnmente
con la condición del bocio, lo lo estaba? Los cretinos son
ísicas y men'
pequcños de estatura, o enanos, y son más lentos en tareas f
a que tanto el
iales quc los adultos saludables (Stanbury 1972:6). Debido
yodo. ocurren
cretlnlsmo y el bocio son enfermedades de deficiencia de
la incidencia del bocio es siempre
en las mismas regiones. (En tales áreas,
mayor que la det cretiniimo. La sintomologíadelbocioestambiénmucho
mássimp|cY,Por|omismo,ese|primersignodefinitivodeproblemasde
es posible que la gen'
deficiencia de yodo en un área, aún hoy en día.) tNo
el cretinismo y
te de esta área haya observado la asociación del bocio con
que esto se haya reflejado en el vocabulario local?
qui-
Afuera de las Provincias de Azuay y Cañar, el vocabulario
a7
chua sugiere también diferencias regionales. Cutu es utilizado para signi-
fiar 'corto'en el quichua de Saraguro, al norte de Loja, y "cútu" se tra-
duce como 'corto, diminuto o enano'entre los Salasacas que residen afue-
ra de Ambato, y al norte del área en cuestión, pero adyacente a la misma
(Stark 1977). Así, en las inmediaciones de las montañas austro-centrales,
cutu significa 'corto' (y 'bocio') en el léxico contemporáneo; mientras
que en los dialectos del quichua moderno al norte de Ambato, toma el
significado de 'manzana'o 'bocio' más no 'corto' (Stark 1977: 1791. Car-
men Chuquin 1984, comunicación personal). Mientras que puede discu-
tise si la gran influencia del Inca es la causa del diferente significado de
cutu en el centro y en el sur del Ecuador, un antiguo diccionario quechua
de comienzo del siglo l7 basado en el dialecto Peruano (Holguín 1952
(1608) indica que cutu signif icaba simplemente bocio o paperas en esa
región también.
43
pañoles, empezando a f ¡nes del siglo 16, la sal marina debió haberse abara-
tado y vuelto más fácilmente disponibte. Debido a que los españoles pre-
ferían la sal marina, debió haberse elevado su status más que antes. Asi
pues, ciedos segmentos de la sociedad (aquellos que buscaban sal barata o
que deseaban comer como los españoles lo hacian ) debieron haber empe-
zado en forma gradual a consumir sal marina en lugar de la sal mineral.
Adicionalmente, por los siglos l9 y 20, los incrementos de la población
eran tan grandes y la práctica de darle al ganado la sal mineral eran tan
comunes que las provisiones de sal mineral no debieron haber sido sufi-
cientes para proveer a la población de la sierra norte de sal, aún cuando
la producción estuviese en sus máximos niveles.
u
presenc¡ao ausencia en los alimentos de personas dadas pero no se han
concentrado en el sitio que ocupa la sal en la cocina y sobre su uso'como
marcador étnico en los Andes. Las observaciones del autor relativas al uso
de la sal en una comunidad ruralde la sierra en el Ecuador serán incluídas
para dar una indicación de la perpetua importancia cultural de la sal en la
sociedad actual de la sierra.
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La gente de habla quichua a la que se refiere aquí incluyea todos
los serranos y a mucha gente de la montaña.
"... como no les falte el ají, su principal especie, y la sal con que
templan su calor y alguna chicha gue beben, todo lo demás por
muy acesorio y vil que sea, juntándolo con estos manjares, lo
tú
tienen por príncipal y no procuran otros potajes, ni aun los esti'
man en nada respecto del gusto que con la sal y ají reciben"
(Atienza 193f (1575?) :6768).
"... esta sal la esporta (sic) a muchas partes con el nombre de salde
Tomavela: es semejante a la sal de comer pero la aprecían más, tan-
to por su blancura, cuanto porque fe atribuyen propiedades de-
sobstruentes; así es gue tiene reputación para destruir los bo-
cios..." (Villavicencio 1858:337).
tl7
nía más que elogios para la sal de Salinas, dsbido a sus propiedades medici'
nales. Para los qw buscaban esta Sal. el uso previsto de ella era usualmente
como una rnod¡c¡nt preventiva para el gnado. Se decía que el ganado al
quc re le daba la sal de Salinas en cantidades regulares era sano (ej. "es
afimgntO para ganado"). Un graniero del área de Salinas también afirmó
que habfa co_mprado esta sal para sus caballos cuando éstos estaban enfer-
mO¡ de musrmo, una enfermedad de 'calor', que la 'bien fresca'sal de Sali-
nat curaba. Además, la sal de Salinas también podía ser una medicina útil
paru los humanos. Un individuo de Salinas deseaba obtener la sal de Sali'
nas debido a que era útil para tratar problemas del sistema respiratorio
("pulmones").
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LA SAL - UN PRODUCTO FEMENINO DEL NORTE DE LOS ANDES
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por cada
¡e hacen hornO¡ de 3 r 800 arrobas' 5e paga a las mujeres
los Indios. que
uno (61 $xo tbn c¡te prlvllegio dede eltiempo de
.fr columbrr ¡ntrc ellos el que los hombres no traba¡aran)..."
(Humboldt 1952 (180U: 16).
¡r|en|or¡it|o¡dom¿nantia|esen|csáreasde|asierra,sedescubric.
,on lt ¡lerra de Guatemala y en la región Chiapas de Méjico' En las
"n
áreas de ¡ierra de los Mayas, en donde el refinamiento de la sal
L era una
principales productoras de
ocupaclón especializada, las mujeret eran las
de sal en
sal ien¿rl¡ igg3r ll3). En un sitio principal de manantiales
productivo de sal no
Guaiemal¡, San Mateo lxtatan, en donde el proceso
mujeres
ha sufrido un cambio palpable desde tiempos precolombinos,
las
obsarvacionesadiciona|esque¡erefierenaSanMateolxtatanson
y
rememorativat de la relación entre la femeneidad el agua
intensamente
de lxtatan son ex-
salina encontrada en salinas-Bolívar. Los manantiales
tremadamente salinos -39o/o salinos (Andrés 1983:
821-V son la fuente
degranpañede|aatenciónfemeninare|igiosa.Lagrancantidaddecru.
por visitadas
ce¡ colocadas en el área de los manantiales son regularmente
y queman incienso (Andrews 1983: 85). Ade'
mujeres ancianas que cantan
.lxtatan" qul significa 'lugar de sal' (Andrews 1983: 81)
más, la palabra
que 'ix' es un indicador fe-
e3 una palabra de género femenino, debida a
personal)'
menino en el lenguu¡" tutuyo (Johnny Pell 1983, comunicación
cosmológi-
Estos hechos dejan poca duda acerca de que las asociaciones
cas 5e realizaban entre manantiales salinos
y la femeneidad en esta área
de la sierra en Centro América.
Unaasociaciónentrelasfuerzasfemeninasdelmundoy|oscuer-
y del
pos de agua salada se encuentran en un dibujo del cosmos Andino
Temp|ode|So|ene|Cuzco,realizadoporunnob|edelagenteCo||a.
1968; lsabell
huaya, Joan de santa cruz Pachacuti Yamqui (Pachacuti
1977: 208; Zuidema 1973: 137; 1982: 222'2231'
En él' los elementos
mascu|inossehal|anco|ocadosene|ladoderechodelTemploylose|e- de
mentos fenreninos en el lado izquierdo (Fig. 7)- En
el lado izquierdo'
la "estrel!a vespertina, "nubes de in-
arriba abajo, están dibujadas la luna,
y un árbol (lsbet 1977:
vierno, "un gato, el "Mar Madre" (Mama Cocha)'
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2OB, 2A9; Zuidema 1973: 137, 138). La forma de la Mama Cocha no es
completamente redonda Sino que se tuerce en un extremo, en una forma
similar a aquella de los Manantiales Femeninos en Salinas-Bolívar. El Ma-
nantial Femenino en Minas, tiene una figura bastante similar a la descrita
para la Mama Cocha {Fig. 2); mientras que el de Cachipamba es una copia
menos orecisa pero tiene una punta prominente en un extremo por don-
de visiblemente se aprecia que el agua bulle. También la forma es un po-
co ovalada. (Fig. 3). Los Manantiales Masculino y Fememino no tienen es-
tos rasgos y, en el Manantial Masculino en cachipamba, el agua bulle desde
el centro de la charca.
Drimero, que
La proposición que se hace aquí tiene dos aspectos.
la mujer del norte de los Andes y de la sierra de los Mayas era principal'
mente productora de sal en áreas en donde se emprendía el refinamiento
de ésta, a lo largo de todo el año, en los sitios de manantiales de sal; se'
gundo, que se percibía una asociación entre las fuerzas femeninas del mun-
do y los manantiales de sal comparativamente altos en salinidad- De este
modo, una propie<lad relativa (relativa salinidad) y no una propiedad abso-
luta está en juego en la última proposición. Evidentemente los hombres y
el dominio fememino tienen una conexión cosmológica con la sal y lasa-
linidad en otros contextos (Zuidema 1964: 75); de todos modos, parece
existir una uniformidad relativa y similitudes contextuales en la iderltif ica-
ción sexuai del agua salada y de la sal en el Norte de los Andes y en la sie-
rra Maya.
s2
la sierra del centro de Perú, esta responsabilidad femenina se hace patente
cuando las mujere pasan a su alrededor pedazos de sal en cada comida
(rosa Gamara-Thompson 1984:comunicación personal).
RESUMEN/ CONCLUSION
A pesar de que buenas fuentes de sal eran escasas en los Andes del
Ecuador, la sal era producida en una relativa abundancia en los dos sitios
principales de procesamiento de la sal en la sierra. Hasta 96 toneladas
de sal eran producidas anualmente en salinas-Borívar en la década de
1950 y niveles similares probablemente caracterizaron la producción en
épocas pre-hispánicas. En salinas de la provincia de lmbabura, pudieron
haber sido producidas 200 toneladas de sal o más ar año, dependiendo del
nivel de la demanda. si la gente pre-colombina consumía diariamente unos
6 o más gramos de estas sales de la montaña, el bocio no debió haber cons-
tituído un problema predominante de salud. Probablemente, éste debió
haber sido el caso de la mayoría de las poblaciones de la sierra norte del
Ecuador.
53
Ecuatorianos, la Sal marina no yodurada era consumida diariamente y la
sal mineral era disponible en pequeñas cantidades o en áreas restringidas.
En el área sur del centro de la sierra, la carencia de sal yodurada en la dieta
cotidiana condujó a un problema de salud pre+olombino. El vocabulario
quichua hallado en esta regíón también señala el predominio de problemas
de deficiencia de yodo. Hoy en día, en ésta reglón,cutu esutilizado para
indicar tanto la condición de enfermo de paperas y una condición peque'
ña o de enanez, t ípica de los cretinos.
51
prob¡blemonte otrasextcne iorp¡ da
agua ¡alad¡ tanóión, son elenrentos pre
dominantenrnte fermninos del cognos ¡ndino dc la sierra. Las industriu
fem¡ninas de los manantirbs de s¡l de l¡ ¡lerrr
debieron haber sido coml.
derad¡s como culturalrnontr apropirda:, d.d! lr
asociación cosmológrica
entre los nrrnantiale s¡lino¡ y dl Oóminid trrnenin".
,t
NOrAS
11 ) En |r lador¡ tropicalo¡ andin¡g de Colombi¡, Ecuador y Porú, erf como en lo¡ trópicor
de Amórica Control, !o ¡abe quo la g€nte ¡xtr¡ía ¡¡l o ¡uitltutor do ls sal de larconizr
de cierta¡ plentar (Ob€r€m 11980; Freide 19d0; Ar¡dr¡¡¡ 1983; 19;John Traecy 19&4,comunlc¡-
ción per¡onall. Do todo¡ modo¡, ro extraían solament¡ pcqueñar cantidad$ da ¡al do ls¡ plantat
cn comparación con la¡ cantidad¡¡ da la¡ fuonte¡ de ¡¡l mlner¡l (Multhauf 1978; Andrew¡ l9llill,
(3) Entrc lo¡ Ouimb¡y¡c d¡ Colombia ¡a obÉrvó un proor¡o ¡imilar de onvoltura de la ¡gl
cocba ¡n un¡ t la y luego cubrilndol¡ con csnlz¡¡ fr fa¡ {Hernánder 1 949: 431. Tal como
en el ca¡o ecuatori¡no, ¡l procodimlonto oparentementa bl¡nquc¡ cl producto fin¡l de la ¡¡1.
(41 Una muier dot órrs de Sallna¡ eflrmó quc la ¡rl roia de affo¡ antoriore¡ tenía un poco d.
súor a nranjr podrlda. Pracumiblemento ostr ¡abor he paoado e! rtr¡buíble a lar impu-
reza hdld* rn estc cmjunto pEñicularde manantl¡lor d¡ Mln¡r (Kaufman 1960:676, gr7't.El
tinte rol¡zo qur prr3sntaba la sal do M¡n8 tarnb¡ón puodo 3or ¡l resultado trnto de una r¡lctlv¡
mente alta cant¡dad de hierro (T¡bla 1l como de la pre¡oncla do ciorto¡ microorganirmd on al
ague de malantbl.
(5) Pcfi¡herrera (19581 cita una fuents d¡ 1909 quo afirma que exirten lol¡ mlnrntl.laa
dc ¡¡l en Salina¡. Con¡kJerando al ristrmr tr¡part¡to de cla¡ificación d¡ lo¡ mansrtlaler,
yel hechodsquounafuented6 1909probablernent notcnl¡conocim¡ontodol dl¡tantg¡ltlodr
Mina, es pmbrbl6 quc estor ro¡¡ ritior sc hallaran dfuidldo¡ lgualmeno entre C*hipsrnbay Ca¡a
huaycu. Et ¡ltlo de Min¡ no a¡ mencionado por nln$rna fuento quc yo hayo lcldo. Incluyendo
a Pehañorrera.
(61 [¡¡ dato¡ prossntsdos rn ssta socción con rErpocto a lo producclón dc ¡al ¡n C*hlpsn-
ba en la dócada dr 1950 incluyo descripe¡onot dó le operacbner, dder por lo¡ Sollnero¡ en 1982.
(71 La anciana qu. artú r cargo de l¡ restante operación dc sll rn Cochiparnba me explicó
cómo h$ía sido procorda el ague raldr dr monrnt¡ll cu¡ndo clla ora Joven. Mo contó
que los tre¡ m¡n¡ntialer orln utlllzsdor parr cda turno y qua por lo meno¡ doc cubo¡ dc agua del
Manantial Fonrenino debí¡n ser incluído pars guo €l producto do la sal no quodara solidificdo.
(81 El término pucu es ut¡l¡zado por Peñaherra 119581 y Parede¡ 119621 perono30loutil¡-
t7
luger pera
zaba m¡h on 19/fl2, on Sslint-Botívar' El tórm¡no horma sa lo utilizaba en 3u
indic¡¡ bola indivkju¡l¡ dc ¡al'
(gl produc'
Et número dc 80 toneldas fuc calculedo con el u¡o de cantidade{exton¡ivE¡ d6
ción quincend, dad¡¡ por Peñaherrera para la Hacienda Crchipamba en la década de
1959 (1958:202,2031. Ells informc que exirtfan 8 ch*rl, u oporaclono¡, que proclucían 6O
rÍarrdoa en un perlodo quinconal; t5 chr¡¡¡ qur producbn 4O ¡mrr¡da quincenalmente; 12
chacra qu6 producían l) ¡rnarrado¡; y 4 checrar que producíen z) amsrrado¡ fi9Fr8l:
fr2'2031.
A¡í. ¡l total quincend do producción de sal para la¡39chacra¡oradealrodedorde l.52Oamarrdos.
la parte
Al intontar llegari unt cent¡dad anual, 6l hecho de que le! fuertes lluviae duraban mayor
¡er tornado en con¡idaración; a pesar de que Peñaherrera
dg la e¡tación lluvio$ d¡ 6 me¡e¡ debe
llu-
inform¡ 3¡mptement¡ quc los salineror trabalaban a lo largo de la mayof pan€ d€ ls estación
que por lo mgnot durante 4 semanas al sño debieron
viora. Por lo tanto, É $timó genero3smente
la canti-
h$ar cafdo torronc¡alo3 aquaceros que impideran al procesamiento de la sal' Multiplicando
quincenal amarrado¡- por ol número de períodos quinc€nales en un p€-
dad de producción -1,520
ríodo de 48 semans -24- V por el pesO aproximado de cda amarrado -3.5 libras- se calculó una
84 toneladas al año' La cantidad de 3 5 libras por
cantidad de 1 27.680 libras al año o alrededor de
peso actual do un amarrdo producido en 1982. Es posible que el tama-
amarrado está basda en,el
ño y ol peso de los amarrados haya cambiado algo en 25 8ños;
por lo tanto ósto es fuente de
un posible error.
(10}E|cá|cutode|aproducciónanua|des8|enMinasestábasadoenobservac¡onesde|tama.
ñodet sitio,queesalrededordel tercioodc18m¡taddel tamsñodeCachipamba Uncál-
culo generoso es de 32 toneladas de sal al año.
Mientrasque|osríosdelasierraecuator¡anaamenudotienen.sa|,ensusnombres,ésto
por sí solo no indica un sitio cefcano de sal. Lo mismo se puede decir para las montañas con tales
en peqUeñas
nOmbret, nO Obst8nte taleS CaSOS son menos freCuenteS, A menudo Se encuentra sal
modos, un pueblo o una
cantidades en el agua de río y en c¡erta t¡err8 da las montañd. De todos
'sal'en nombro probablemente es o ha sido un sit¡o de refinamiento de sal'
región con su
tt
(13) El requerimiento de yodo de las mulerer embarazadas o lactante¡ es algo mayor que
€n
otros casos. Entre las mujeres Norternericanas, el requerimiento de yodo se ancrornenta
de 25 a 50 durante el €mbarazo y la lacrancia lGuthrie lgl l :
162,1. Un bajo nive, de consumo ole
yodo duranto ol embarazo junto con otros factores gendticos y alim€nt¡c¡o¡, os el responsabte
de la
condición de crerinismo (Koenig 1972:291.
(141 Lo¡ Andes ecuator¡anoc cons¡sten de dos cadenas paralelas de montañas que van de un
modo general de norte a gur. En el área andina desde Pasto ha3ta Ouito (cerca de 2OO
kms. de distancial, debieron haber habitado un mínimo de 9.600 persona8. Larrain Barros (l9g0l
calculó en 66.00O la mínima cantidad de población para el área desdo Psto hasta el Valle d¡l
Cayambe (adyacente at Valle de los Chillosl, y a juzggr por Salomon (1u781 como unas 20.0ü)
porsonas pudieron haber habitado el Valle de Ou¡to. Si 8.600 personas vivían en cada sector
de
20O kms. d€ la sierra, de los que aproximdamente hay unos tres en el EcuacJor. la población to-
tal de a sierra debió haber sido de 258.000 o de al¡ededor de 114 de mittón. El máximo cálculo de
f
la población de Larrain Barros (198O1 era el doble del mínimo estimdo. De este modo. si uno du-
plica ambascant¡dades. lapoblrcióntotal delasierrasevuelvedeSl6.0OOodeunpocomásde
medio millón.
(151 Similarnrente, en los Andes Poruanos, la sal era prohibida on lascomidas durant€ ciertas
celebraciones anuales religiosas y durante oras ocasiones relrc¡onadas con ta furtil¡dad
y la dieta de f llaps (Guamán Poma 1936 (1613: 241, 265,276,Zggl.
{161 El ají er preparado con sal y c€bollss en la cocina actual. No obstant€, la sal pueda rer
usada 3¡n el ejí en ciertos plato¡. Es interesante advertir que dos com¡das tradicionale¡
que conservan 3u3 nombres quichua
-caf¡ uchu {papas cocinadas ¡¡n piot y s€rvidas con salsa de
aií) y uchu .Pl (una sopa de tr¡go, maí¡ o harina de frójol ¡orvida con salsa de aiíl alí,
-incluyen
o uchu (qu.), on Eu nombre p€ro no sal. A pesar de ó¡to, ler comidas rí incluyen sal y pueden ser
clasificadas como comidas de sat, poss- a la posibilidad da variac ¡ubclasificaeione¡ en las que le
com¡das de sel pueden diltinguirsa, tales como 'rat rin aj í' o ,ral
con al í,.
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