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DERECHO

ROMANO

DERECHOS REALES, OBLIGACIONES,


SUCESIONES Y PATRIMONIO EN EL
DERECHO ROMANO

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EL DERECHO ROMANO
“Año de la Consolidación del Mar de Grau”
UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS

DERECHOS REALES, OBLIGACIONES,


SUCESIONES Y PATRIMONIO EN EL
DERECHO ROMANO

ASIGNATURA : DERECHO ROMANO


CATEDRATICO : MUÑOZ CASTILLO, Luis Antonio

ALUMNA : SOTO SANCHEZ LESLY

CICLO.: II

Huancavelica - Perú
2016

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EL DERECHO ROMANO
AGRADECIMIENTO

El agradecimiento a nuestros padres;


quienes con sus sabios consejos
supieron hacer de nosotros (as) de bien
y vocación de servicio a la colectividad, a
mis compañeros gracias a ellos,
aprendimos y aun aprendemos ser un
mejor Profesional.

4
EL DERECHO ROMANO
DEDICATORIA

Al Dios Supremo, por habernos dado la


vida, el conocimiento y estar rodeado de
las personas que más queremos

A todos los compañeros dignos de un


aprendizaje futurista y a los superiores
por guiarnos en el camino hacia el
futuro.

INDICE
INDICE ------------------------------------------------------------------------------------------------------ 5
INTRODUCCION ----------------------------------------------------------------------------------------- 7
PARTE I ---------------------------------------------------------------------------------------------------- 8
DERECHO ROMANO-OBLIGACIONES -------------------------------------------------------- 8

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EL DERECHO ROMANO
1. GARANTIAS DE LAS OBLIGACIONES --------------------------------------------------- 8
2. LA FIANZA ---------------------------------------------------------------------------------------- 8
3. EL MANDATO DE CREDITO -------------------------------------------------------------- 10
4. LA CLAUSULA PENAL ---------------------------------------------------------------------- 10
5. EL ARRAS -------------------------------------------------------------------------------------- 11
6. EL JURAMENTO ------------------------------------------------------------------------------ 11
7. LA INTERCESSIO ---------------------------------------------------------------------------- 11
PARTE II ------------------------------------------------------------------------------------------------- 13
1. EL PAGO ---------------------------------------------------------------------------------------- 13
2. LA REMISION ---------------------------------------------------------------------------------- 15
3. LA NOVACION--------------------------------------------------------------------------------- 16
4. LA CONFUCION O CONSOLIDACION -------------------------------------------------- 16
5. EL MUTUO DISENSO ----------------------------------------------------------------------- 17
6. LA PERDIDA DE LA COSA ----------------------------------------------------------------- 17
7. LA COMPENSACION ------------------------------------------------------------------------ 18
8. LA TRANSACCION --------------------------------------------------------------------------- 19
PARTE III ------------------------------------------------------------------------------------------------ 20
OBLIGACIONES NACIDAS DE ACTOS ILICITOS ----------------------------------------- 20
1. DELITOS ---------------------------------------------------------------------------------------- 20
2. FORTUM ---------------------------------------------------------------------------------------- 21
3. RAPIÑA ------------------------------------------------------------------------------------------ 21
4. DAMMUN INIURIA DATUM ---------------------------------------------------------------- 22
5. INIURIA ------------------------------------------------------------------------------------------ 23
6. CUASIDELITOS ------------------------------------------------------------------------------- 24
CONCLUSIÓN ------------------------------------------------------------------------------------------ 25
BIBLIOGRAFÍA ----------------------------------------------------------------------------------------- 27

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EL DERECHO ROMANO
INTRODUCCION
Los derechos reales son derechos subjetivos absolutos que recaen
sobre una cosa, es decir, regulan la conducta de una persona respecto de una
cosa, y pueden ser exigidos a toda persona como sujeto pasivo que debe
respetar y permitir su libre ejercicio.

Por lo tanto, la relación jurídica en estos derechos se da entre un sujeto


activo determinado, es decir, el titular del derecho, y un sujeto pasivo
indeterminado, es decir, todos los demás seres humanos que tienen la
obligación de respetar ese derecho y no obstaculizar su ejercicio, relacionado
directamente con el bien sobre el que recae.

De ahí la denominación de estos derechos como “reales”, pues deriva de


la palabra latina res que significa cosa, en virtud de que los mismos son su
objeto directo.

El alumno en esta sesión conocerá las características generales de los


derechos reales que reconoce el derecho romano y que siguen siendo vigentes
en nuestro derecho, además trataremos temas como

Garantías de las obligaciones: La fianza, el mandato de crédito, la


cláusula penal, el arras, el juramento, la intercessio. Extinción de las
obligaciones: Formas (el pago, la remisión, la novación, la confusión o
consolidación, el mutuo disenso, la pérdida de la cosa, la compensación y la
transacción). Obligaciones nacidas de actos ilícitos (delitos, furtum, rapiña,
dammun iniuria datum, iniuria y cuasidelitos), que son los más importantes en
este trabajo

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EL DERECHO ROMANO
PARTE I
DERECHO ROMANO-OBLIGACIONES

1. GARANTIAS DE LAS OBLIGACIONES


Llamamos garantía de las obligaciones en sentido amplio, a aquellos
actos jurídicos encaminados a garantizar o reforzar la posición del
acreedor frente a un posible incumplimiento del deudor.
La doctrina distingue entre garantías reales y personales. Las reales
atribuyen al acreedor un derecho real sobre una cosa del deudor ó de un
tercero, sobre la cual podrá satisfacerse una vez tenga lugar el
incumplimiento: son fundamentalmente la prenda y la hipoteca, ya
estudiadas en los derechos reales de garantía. Las garantías personales
consisten en la constitución de una relación accesoria de la obligación
ya constituida (llamada por ello principal), destinada a garantizar su
cumplimiento.
Tales garantías son proporcionadas unas veces por el mismo deudor y
otras por un tercero. Entre las primeras citaremos las arras, la cláusula
penal y el juramento; de las segundas estudiaremos la fianza y el
mandato de crédito.
2. LA FIANZA
La fideiusso o fianza del derecho moderno, es la forma más reciente de
garantía, que salvando los serios inconvenientes y limitaciones de las
dos viejas formas aludidas, es la única que sobrevive en Derecho
justinianeo. Examinemos los detalles que a ella se refieren:

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EL DERECHO ROMANO
a) En la fideiusso se utilizaba el verbo fideiubeo, de profundo
significado. En ella, el acreedor Marco, suponiendo que Nevio fuese el
deudor principal, interrogaba así al fiador (fideiussor): Quod Naevius mihi
debet, id fide tua esse iubes) (¿Deseas hacerte cargo de lo que Nevio
me debe según tu buena fe?), Fideiubeo respondía éste. Fideiubeo se
compone de iubere (desear y también ratificar) y fides (buena fe, lealtad,
y también responsabilidad), con lo cual es fiador, al emplear este término
en su contestación venía a decir: Deseo que la deuda se apoye y quede
garantizada en base a mi buena fe y lealtad, esto es, se
responsabilizaba en caso de incumplimiento del deudor principal.
Cuando el Código civil en su artículo 1882 nos dice que por la fianza se
obliga uno a pagar o cumplir por un tercero, en el caso de no hacerlo
éste, está adoptando el mecanismo de la fianza romana, aunque sin sus
formalidades.
b) La fideiusso supone siempre la existencia de una obligación principal
a la que garantiza corriendo su misma suerte: así, si la obligación
principal se extingue por pago del deudor principal, automáticamente el
fiador quedaba liberado.
c) El fiador se obliga a la misma prestación que el deudor principal, y
puede responsabilizarse de la totalidad de la deuda o bien
comprometerse a pagar sólo una parte de ella; en todo caso, nunca su
obligación puede ser más gravosa que aquélla del deudor principal: si
este debía 1.000, el fiador podía obligarse por 500 o 700, pero nunca por
más de 1.000. Obsérvese el paralelismo de estas disposiciones con el
artículo 1.826 del Código civil.
d) En un principio, el acreedor podía dirigirse indistintamente contra el
deudor principal o contra el fiador para hacer efectivo su crédito, pero
Justiniano corrigió esta anomalía concediendo al fiador el denominado
beneficium excussionis, en virtud del cual, el fiador demandado puede
exigir del acreedor que se dirija primero contra el deudor principal. Con
esta reforma la fideiusso asume su configuración moderna de negocio
subsidiario (art. 1830 y 1831 C.c.).

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EL DERECHO ROMANO
e) En caso de varios fiadores, Adriano (s. II) concedió el beneficium
divissionis, por cuya virtud el acreedor estaba obligado a dividir el
importe de la deuda entre los cofiadores que fuesen solventes, para
impedir que pudiese pedir indistintamente a cualquier de ellos la
totalidad de la deuda (art. 1837 C.c.).
3. EL MANDATO DE CREDITO
El mandato de conceder un crédito o mandatum credendi es una de las
múltiples aplicaciones del contrato de mandato, en la que el mandante
encarga a otro (mandatario) que preste una suma de dinero o una
cantidad de cosas fungibles a una tercera persona, saliendo fiador
respecto a la restitución del préstamo. Así, frente al deudor que es el
tercero, el mandatario se convierte en acreedor y el mandante en fiador
ó garante: A encarga a B que preste 100 a C.; si C no devuelve la suma
recibida, B ejercitará la actio mandati contraria contra A para obtener el
reembolso de la suma prestada y no devuelta.
En Derecho justinianeo el mandato de crédito, no fue un contrato
semejante a los demás mandatos, sino una forma particular de mandato
sometida a normas especiales.
4. LA CLAUSULA PENAL
Se denomina cláusula penal aquella cláusula añadida a un contrato en
virtud de la cual, el deudor se compromete en caso de incumplimiento, a
pagar al acreedor una cierta suma de dinero.
Consiste en una prestación que el deudor promete, previendo el
incumplimiento o el cumplimiento irregular de la obligación. Es una
estipulación de carácter accesorio, o sea, que si estuviera viciado no
invalidaría a la obligación principal.
La pena puede ser de diversa naturaleza aunque generalmente es
pecuniaria.
La estipulación de una pena ejerce presión sobre el obligado a fin de
cumplir la deuda, pero evitaba principalmente, el cálculo de los daños y
perjuicios en caso de incumplimiento, que resultaba difícil en la práctica.

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EL DERECHO ROMANO
Ofrece al acreedor la ventaja de optar entre dos acciones, la de
obligación o la de la cláusula penal.
5. EL ARRAS
S Las arras consistían en una suma de dinero o cualquier objeto, por
ejemplo un anillo, que el deudor entregaba al acreedor al concluirse un
contrato, especialmente en el de compraventa.
En el Derecho clásico la entrega de las arras era sólo una prueba o
señal de que el contrato se había celebrado, de ahí el nombre de arrha
confirmatoria.
En el Derecho justinianeo se acepta plenamente la función que las arras
tenían en Derecho griego, esto es, la de una sanción o pena para la
parte que incumplía el contrato (arrha poenitentialis). Las fuentes
romanas hablan de las arras fundamentalmente a propósito del contrato
de compraventa. Cuando el comprador haya entregado una modesta
cantidad a título de arras, según la orientación apuntada en Derecho
justinianeo, si es el comprador quien no cumple su obligación, las pierde
y se hacen de propiedad del vendedor; si es éste el que no la cumple,
deberá restituirla al doble.
6. EL JURAMENTO
En cuanto al juramento la función de garantía opera únicamente en el
supuesto del menor de 25 años, que confirmase mediante este medio la
existencia de la obligación contraída. En esta hipótesis, según una
constitución de Alejandro Severo (s. II), se negaba al menor la restitutio
in integrum, que normalmente le correspondía si había concluido el
negocio sin la asistencia de su curador.
7. LA INTERCESSIO
La palabra “intercessio” es un término latino integrado por “inter” = entre
y “cessio” = ceder, significando la actuación de otro, un tercero, que
intercede para ayudar u obstaculizar la acción de otro.
La intercessio era una facultad que se ejercía en la época de la
República romana por parte de quienes ejercían magistraturas

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EL DERECHO ROMANO
superiores, para oponerse a las decisiones de su colega de igual cargo,
pues eran colegiadas. Inclusive podían vetar las decisiones de otros
magistrados, como ocurría con los tribunos de la plebe.
Los cónsules eran dos y duraban en sus funciones un año. En época de
paz, cuando ambos estaban en Roma, gobernaban un mes cada uno,
empezando por el de mayor edad, pero el que realmente tenía la
decisión era el que estaba en receso pues el veto o la “intercessio” le
permitía oponerse a las decisiones de su colega que estaba al mando,
anulándolas, pues era esa una atribución de su “imperium”.
La creación de los tribunos de la plebe, para defensa de sus intereses
de clase, primero en número de dos, y aumentándose luego a diez en el
año 457 a. C. les otorgó potestad tribunicia, que implicaba una potestad
negativa, pudiendo oponerse a las actividades políticas o administrativas
que estuvieran en contra de los plebeyos por parte de los magistrados
patricios. En tal sentido, los decretos consulares, las deliberaciones
senatoriales, las convocatorias y elecciones comiciales o las propuestas
legislativas podían ser paralizados mediante la “intercessio” tribunicia.
Esto podía ejercerse ya sea porque lo pedía algún ciudadano plebeyo
que pedía protección, o por iniciativa de un tribuno.
En el ámbito del Derecho Privado, la “intercessio” se desarrolló como
teoría en la jurisprudencia romana, a partir del senadoconsulto Veleyano
del año 46 que impedía que las mujeres pudieran interceder por otro. Así
pasó a ser la “intercessio”, la garantía personal que otorgaba un tercero,
de sexo masculino, para responder por la obligación del deudor frente al
acreedor, en forma voluntaria. Podía este tercero obligarse
conjuntamente con el deudor, suplantarlo por novación; o actuar en
forma tácita interviniendo en la obligación en beneficio del deudor desde
el comienzo de la obligación.

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EL DERECHO ROMANO
PARTE II
EXTINCION DE LAS OBLIGACIONES

1. EL PAGO
Los romanos llamaban solutio al pago o cumplimiento. El término solutio,
en sentido amplio, significaba todo acto que tiene como fin extinguir la
obligación: Ulpiano (D. 50, 17, 176) afirma que "solvere" dicimus eum qui
fecit quod facere promissit, esto es, decimos que "paga" el que hizo lo
que prometió hacer; en sentido estricto se emplea para designar la
extinción de la obligación mediante el cumplimiento de la prestación que
constituía su objeto, y en este sentido solutio es equivalente a "pago".
REQUISITOS DEL PAGO EN DERECHO ROMANO
Objeto del pago
En cuanto al objeto del pago es el mismo que el de la obligación: así en
las obligaciones de no hacer se cumple absteniéndose, en las de hacer
se paga realizando el acto, y en las de dar, transmitiendo la propiedad
de la cosa debida.
El pago debe tener por objeto la cosa debida y el deudor no tiene la
facultad de entregar una cosa por otra (aliud pro alio) salvo que el
acreedor lo acepte: así, por ejemplo, el deudor de una suma de dinero
no puede obligar al acreedor a aceptar en pago un inmueble. Justiniano
concede al deudor que se encuentra en la imposibilidad de devolver la
suma de dinero debida y que posea inmuebles, la facultad de darlos en
pago, previa estimación de su valor.

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EL DERECHO ROMANO
El pago debe comprender toda la cosa debida y el deudor no puede
liberarse cumpliendo un pago parcial sin el consentimiento del acreedor.
Pero si el deudor tiene varias deudas frente a un mismo acreedor, puede
pagar perfectamente una antes que otra, no considerándose entonces
pago parcial. Ahora bien, al efectuar el pago, el deudor puede indicar
cuál de las deudas quiere extinguir, si no lo indica, la elección no se
dejará al arbitrio del acreedor, sino que se presume extinguida la deuda
más gravosa para el deudor, y que éste tenía en aquel momento más
interés en pagar, por ejemplo, las deudas que producen interés, o
aquéllas garantizadas por una hipoteca.
Cuestiones relativas a las personas y el pago en Derecho romano
En cuanto a las personas preguntamos.
Quién puede pagar
El pago puede hacerse no sólo por el deudor sino también por cualquier
persona capaz de realizarlo, a no ser, claro es, que la prestación fuera
de tal naturaleza que no pudiese ser realizada más que personalmente
por el mismo deudor: si, por ejemplo, un pintor afamado se obliga a
pintar un retrato.
A quién debe hacerse el pago
Al acreedor, o también a un tercero designado por aquél para recibir el
pago. El tercero puede actuar como procurador ó como simple
mandatario para el cobro.
Tiempo del pago
En cuanto al tiempo, esto es, el término dentro del cual el deudor puede
efectuar válidamente el pago y el acreedor exigirlo, será el fijado por las
partes de común acuerdo. Si no se fijó término alguno, el acreedor podrá
exigir el pago en cualquier momento, salvo que la ley lo fije, o la
naturaleza de la prestación exija que se cumpla en un tiempo
determinado.
Lugar del pago
En cuanto al lugar, si no ha sido concretado explícita o implícitamente
por las partes, el pago deberá efectuarse por regla general, en el

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EL DERECHO ROMANO
domicilio del deudor, o en algunos supuestos en el lugar donde surgió la
obligación.
2. LA REMISION
Remitir una deuda es renunciar a una obligación por parte de quien tenía
derecho a exigir su cobro (el acreedor). Ya fue aceptado desde las
primeras épocas del Derecho Romano como modo de extinción de
obligaciones por vía de excepción.
Remisión de deuda
Al principio se requirió la conformidad del deudor, primero a través de
contratos y luego pudiéndose usar el simple pacto. En época de
Justiniano, pudieron alegar el pacto para excepcionarse de pagar la
deuda, no solo el deudor sino también sus herederos, los codeudores
solidarios y el fiador de la obligación.
Modernamente, según el artículo 2209 del Código de México salvo que
la ley lo prohíba, puede renunciar cualquiera a su derecho, y remitir, total
o parcialmente, las prestaciones que le son debidas.
Si la remisión se efectúa de manera expresa, se hace verbalmente, por
escrito o por signos inequívocos, sin exigirse formalidades especiales.
Es remisión tácita cuando en forma voluntaria el acreedor le entrega al
deudor la documentación originaria (no copia) en donde consta la deuda
sin la cual a no podrá demandarlo art. 877 del C.C. argentino). En caso
de no ser voluntaria, debe el acreedor probar que se ejerció coacción o
engaño para la entrega según el artículo 878 C.C. argentino. El artículo
877 aclara “siempre que el deudor no alegue que tiene esa
documentación porque ha pagado la deuda.
El artículo 876 del Código Civil argentino remite a lo dispuesto en la
renuncia de los derechos del acreedor, al tratar este tema de la remisión
de la deuda, tratando en este título solamente lo referido a la remisión
tácita.
El artículo 879 dice que si constare la deuda en un documento
protocolizado, y en poder del deudor estuviera una copia legalizada sin
que allí conste la anotación del pago o remisión del crédito, y el original

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EL DERECHO ROMANO
tampoco contuviera la anotación del pago o remisión firmada por el
acreedor, el deudor deberá probar que el acreedor se lo dio en concepto
de remisión de la deuda.
3. LA NOVACION
En Derecho romano, dice Ulpiano (D. 46, 2, 1 pr.) que Novatio est prioris
debiti in alinam obligationem transfusio atque translatio. En otras
palabras, es la sustitución de una antigua obligación por otra nueva.
Según los romanos, la antigua obligación se extinguía ipso iure con
todos sus accesorios, prendas, hipotecas, etc., y en su lugar surgía otra
nueva. Nuestro Código civil se ocupa de la novación a partir del artículo
1.203 y siguientes.
Requisitos para con la novación romana
Se exigen varios requisitos:
Existencia de una obligación precedente, pues obviamente nada
podríamos extinguir si no existía nada.
Obligación nueva que haya nacido mediante un contrato formal,
normalmente una estipulación.
Animus novandi. Es decir, la intención de las partes de extinguir la
obligación precedente y sustituirla por una nueva. Tal requisito comienza
a exigirse probablemente a finales de la época clásica, y desde luego en
Derecho justinianeo. Tal intención no es preciso que se manifieste
expresamente, aunque tal opinión no es segura.
Algo nuevo (aliquid novi). Algún elemento nuevo que puede consistir
en la adición o supresión de algunos elementos (como por ejemplo, de
un término, del lugar del pago, de una condición, o de una garantía) o
bien en la sustitución del acreedor o del deudor. En el Derecho
justinianeo, ese "algo nuevo" también puede consistir en el cambio del
objeto de la obligación.
4. LA CONFUCION O CONSOLIDACION
La confusión, en Derecho, es un modo de extinguir obligaciones que se
produce cuando por algún motivo concurren, es decir, se confunden en
una misma persona las dos posiciones contrapuestas de una obligación

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EL DERECHO ROMANO
(obligación y derecho correlativo). Esta situación puede darse, por
ejemplo, cuando una persona ostenta, a la vez, la calidad de acreedor y
deudor respecto de una misma deuda.1
La confusión puede darse por muchos motivos, entre otros:
Por subrogación en un contrato, de un derecho o una obligación, etc.
Por sucesión, tras la muerte de una persona que lleva a una herencia, y
a la adquisición de derechos y obligaciones por terceras personas que
podían ser la contraparte de los mismos.
Por donación, o cualquier otro contrato que genere obligaciones y
derechos inversos a los existentes.
5. EL MUTUO DISENSO
La resciliación importa un desacuerdo de en convenio realiza deudor y
acreedor en tanto en vínculo obligacional creado por ellos no se ha
ejecutado íntegramente, siendo el efecto principal la extinción de la
obligación, si el disenso afecta derechos de terceros no será eficaz.
Es el convenio entre las partes para revocar de común acuerdo una
adoptada anteriormente y extinguir en esta forma la prestación
correspondiente. El mutuo disenso no es otra cosa que un
consentimiento contrario al que antes se prestó en virtud del cual las
partes en ejercicio de la autonomía de la voluntad, lo dejan sin efecto.
6. LA PERDIDA DE LA COSA
La pérdida de la cosa debida: es una de las formas de extinción de las
obligaciones ipso iure del Derecho Romano. Para que la pérdida de la
cosa debida diese lugar a la extinción de la obligación, era necesario el
concurso de tres circunstancias: que la cosa debida fuese una rescerta,
que la pérdida no fuese dolosa y que el deudor no se hubiese hecho
responsable de la conservación de la cosa. La pérdida podía tener lugar
por destrucción irreversible de la cosa; por cambio de su forma primitiva
y por cambio de su condición jurídica, convirtiéndose en resextra
commercium También se precisa para que la pérdida de la cosa extinga
la obligación que dicha pérdida ocurra sin hecho ni culpa del deudor y
que el mismo no se encuentre en mora. Si la pérdida acontece por un

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EL DERECHO ROMANO
hecho del deudor, en lugar de extinguirse la obligación se convierte en
otra del precio de la cosa destruida; puesto que el deudor no puede con
un hecho propio librarse ni privar al acreedor de su derecho. Si
aconteciese la pérdida no precisamente por un hecho del deudor, sino
por su culpa, por no haber cuidado la cosa como debiera, tampoco se
extingue la deuda. Finalmente la pérdida de la cosa tampoco extingue la
obligación, si se verifica después de que el deudor se encontrara en
situación de mora. Para que la obligación se extinga por pérdida de la
cosa debida es necesario que el deudor se haya obligado a dar o
entregar una especie o cuerpo cierto que no puede reemplazar por otra
del mismo género.
7. LA COMPENSACION
La compensación según Modestino (D. 16, 2, 1) es el balance de un
crédito y una deuda entre sí (= Compensatio est debiti et crediti inter se
contributio). Esta presupone un sujeto que es acreedor de otro y que a
su vez es deudor de éste por cualquier suma. Un doble ejemplo es
conveniente: si Lucio debe a Marco 100, y en virtud de otra obligación
Marco debe a Lucio otras 100; ó bien, si Lucio debe a Marco 100 y
Marco, a su vez, debe a Lucio 50.
Tal circunstancia no sería obstáculo para que los dos créditos subsistan
independientemente, pero es más simple y más seguro para evitar
complicaciones inútiles neutralizar ambos créditos hasta la concurrencia
del menor de ellos; en otros términos, las dos deudas se extinguen
recíprocamente hasta las cantidades respectivas.
El artículo 1.195 del Código civil, al decir que la compensación tendrá
lugar cuando dos personas, por derecho propio, sean recíprocamente
acreedoras y deudoras la una de la otra, evidencia que, al menos, la
fisonomía jurídica de la compensación romana aún subsiste.
La doctrina llama "compensación convencional" aquélla acordada
libremente por quienes son recíprocamente acreedor y deudor uno del
otro. En cambio "compensación judicial" es aquélla operada por el juez,

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EL DERECHO ROMANO
contra la voluntad del acreedor y a petición del deudor mediante una
exceptio.
8. LA TRANSACCION
Transacción es, en derecho, un contrato bilateral, por el cual las partes,
haciéndose concesiones recíprocas, extinguen obligaciones litigiosas o
dudosas. Es por lo tanto, una de las formas de obligaciones, y se
diferencia de la novación en que es un acto jurídico bilateral mientras
que la novación es unilateral a cargo del acreedor.
La transacción puede ser realizada con el fin de terminar con un litigio o
con el fin de evitar dar comienzo a un litigio. En el caso de que la
transacción sea hecha durante el curso de un litigio, debe ser hecha
ante el juez de la causa para tener validez.
En el caso de incumplimiento del deber, quien exige la obligación
derivada del contrato tiene la posibilidad de lograr un acuerdo con la
parte deudora si cada una cede a la otra una parte de sus derechos en
litigio. Es decir, que cada una de las partes le cede derechos a la otra.
Es una forma anormal de terminación del proceso por medio de un
acuerdo de las partes. En la transacción se extingue la obligación por el
pago. El pago puede ser en dinero o mediante un objeto.
La transacción constituye, en todo caso, título ejecutivo.
El artículo 1809 del Código Civil español lo define de la siguiente
manera:
La transacción es un contrato por el cual las partes, dando, prometiendo
o reteniendo cada una alguna cosa, evitan la provocación de un pleito o
ponen término al que había comenzado.

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EL DERECHO ROMANO
PARTE III
OBLIGACIONES NACIDAS DE ACTOS ILICITOS

1. DELITOS
La doctrina en base a diversas consideraciones, distingue entre delitos
privados (delicta) y delitos públicos (crimina). Tanto unos como otros son
actos ilícitos en Derecho romano y dañosos castigados con una pena,
pero los separan considerables diferencias.
Delitos públicos en Derecho romano
Los delitos públicos eran actos ilícitos que se consideraban lesivos del
interés de la comunidad, y las penas corporales (muerte, exilio,
mutilación, trabajos forzados, etc.) o pecuniarios, no se imponían por
principio a favor de sus víctimas. Son delitos que podían dar lugar a una
acusación pública y se perseguían mediante un procedimiento especial,
el procedimiento criminal, que se sustancia ante tribunales especiales,
esto es, los tribunales represivos (de publicis iudicii, D. 48, 1, 48, 2).
Delitos privados romanos
Los delitos privados eran aquéllos que hacen surgir una obligación, en
el estricto sentido del término, entre el autor de acto ilícito y la víctima,
en virtud de la cual, esta última puede pretender el pago de una suma de
dinero como pena, y el autor está constreñido a pagarla. Así, en los
delitos privados sólo se tiene en cuenta el interés privado lesionado, y la
pena se establecía exclusivamente en provecho de la víctima, la cual
persigue el pago de ésta mediante una acción privada en un juicio civil,
como cualquier otro crédito.

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EL DERECHO ROMANO
De delitos privados a delitos públicos
Ahora bien, cuando el Estado se mostró interesado y tuvo el poder
suficiente para ello, comenzó a perseguir y reprimir directamente, no
sólo aquellos delitos que atentaban contra su soberanía (traición,
conjura, etc.), sino también aquellos otros que afectaban al ámbito
privado (homicidio, hurto, injuria, etc.), elevando así los delitos privados
a la categoría de delitos públicos. Así hacen los Estados modernos, y así
procedió el Estado romano, admitiendo paulatinamente la acción pública
para algunos delitos que siempre había considerado como privados.
Destacan el delito de hurto, rapiña, daño causado a las personas y
el daño ocasionado a las cosas
2. FORTUM
Definición latina del delito de "furtum" romano
Según Paulo, importante jurista romano, el furtum, en su concepción
latina, consistía en lo siguiente:
Furtum est, contrectatio rei fraudulosa lucri faciendi gratia vel ibsius rei,
vel etiam usus eius possessionisve.
Por contrectatio se entendía no solamente la sustracción de la cosa, sino
una utilización abusiva de la misma, o una toma de posesión ilegal.
¿Quién cometía "furtum"?
Cometen furtum el depositario que usa la cosa depositada, el
comodatario que se sirve de ella de modo distinto a lo convenido en el
contrato, el deudor dueño de la cosa pignorada que se posesiona de
ésta sin que el acreedor pignoraticio haya sido pagado.
Derecho Justinianeo y "furtum"
En el Derecho justinianeo se daría una clasificación, de forma que
existía el furtum rei, el furtum usus y el furtum possessionis.
3. RAPIÑA
La rapina era en Derecho romano la sustracción violenta de una cosa
mueble, realizada dolosamente con ánimo de obtener un lucro.

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EL DERECHO ROMANO
Elementos del delito
Los elementos de este delito son idénticos a los del furtum con la
circunstancia agravante de la violencia.
El delito de rapina romano: equivalente al robo con violencia o
intimidación en Derecho español.
En cierta medida, la rapina podría asimilarse al robo con violencia o
intimidación de los artículos 237 y siguientes del Código penal.
La actio furti
La víctima disponía de una acción específica para reclamar el cuádruplo,
aunque también podía ejercitar la actio furti.
4. DAMMUN INIURIA DATUM
Contenido de la Ley Aquilia relativo al delito de daños
Del contenido de la ley Aquilia, referido por Gayo (3, 210-219), a
nosotros nos interesa particularmente los capítulos primero y tercero. El
primero contemplaba la muerte de los esclavos o animales que
normalmente formaban parte del ganado doméstico (quadrupes pecus).
Según la ley, los daños son estimados en base al mayor valor que ellos
hubiesen alcanzado en el año anterior al delito (Gayo 3, 210; D. 9, 2, 2
pr.). El tercero establecía que aquél que hubiese causado cualquier
clase de daño, mediante cualquier medio, a animales, esclavos o cosas
inanimadas de otro, estaría obligado a pagar una sanción calculada
sobre el mayor valor de las cosas dañadas, alcanzado en el mes que
precedió al delito (Gayo 3, 217; D. 9, 2, 27, 5). Se entiende por daño,
siempre según Gayo, no sólo cuando se quema, se quiebra o rompe
cualquier cosa de otro, sino también cuando se rasga, roza o derrama, o
de cualquier modo se estropea, pierde o deteriora.
De la comisión del acto lesivo nace una obligación entre el autor del
daño y la víctima, en virtud de la cual el primero era obligado a
resarcirlo. Para exigir el resarcimiento, el propietario de la cosa dañada
tiene a su favor la acción Aquiliana, de carácter general.

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Requisitos para la aplicación de la ley
+ El daño debía ser consecuencia de un acto positivo del autor, y por
principio general se excluyen los daños ocasionados por simple omisión.
+ El daño debe producirse corpore et corpori, es decir, mediante el
contacto material entre el autor del daño y la víctima: por ejemplo, que
alguien haya dado muerte directa y materialmente al animal ajeno, y no
que mediante ruidos o gritos lo haya espantado para hacerlo saltar por
un precipicio.
+ El daño debe afectar a la cosa misma, no bastando que acarree sólo
un perjuicio a su dueño, como acaece cuando se abre una jaula ajena
para que el pájaro puede huir.
5. INIURIA
¿En qué consistía el delito de injuria en el Derecho romano?
Más adelante, y fundamentalmente por obra del Pretor, se amplió
considerablemente el ámbito del delito, concibiéndose como injuria todo
tipo de ofensa, ya fuese física o moral.
Así, sería considerado como delito de injuria, tanto el golpear con
intención de causar una afrenta, como el atentar contra el pudor de
mujeres y jóvenes honestos, con insinuaciones, palabras o actos
inconvenientes. También se consideraba injuria las palabras
infamatorias contra una persona para desprestigiarlo ante sus
conciudadanos, o el hecho de componer, escribir o publicar libelos
difamatorios, etc.
La violación del domicilio
Es de advertir que, aunque en principio la violación de domicilio era
también considerado como un delito de injuria, a partir de una lex
Cornelia (rogada por el dictador Sila), escapa al ámbito de este delito
privado para convertirse en un delito público perseguible mediante un
procedimiento criminal.
La ofensa moral o física
El ofendido moral o físicamente podía ejercitar la acción de injurias
estimatoria, para conseguir del culpable una indemnización en metálic

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EL DERECHO ROMANO
proporcional a la ofensa recibida. Se llama precisamente estimatoria
porque el importe de la indemnización no era fijo, sino estimado por el
juez en base a circunstancias de tiempo y lugar, a la honorabilidad de la
víctima, a la intención del autor de la ofensa, etc. La acción de injurias, al
igual que la actio furti es infamante, y no se transmite ni contra los
herederos del autor de la ofensa ni a los herederos del injuriado.
6. CUASIDELITOS
Junto a los delitos, otros hechos ilícitos y perjudiciales podían también
engendrar obligaciones, que nacen quasi ex delicto: son los llamados en
Derecho romano cuasidelitos. Señalaremos tan sólo las hipótesis más
importantes.
- Si iudex litem suam fecit
Es decir, el supuesto en que un juez ha hecho el pleito suyo. Cuando un
juez ha pronunciado una sentencia inicua, ya sea por dolo o negligencia,
está obligado a reparar el daño causado, según una apreciación
equitativa.
- Positum et suspensum
El Pretor concedía una acción contra el habitante de una casa
(propietario o inquilino), en cuya fachada se hayan colocado (positum) o
suspendido (suspensum) objetos, que cayendo, hubieran podido causar
daños (D. 9, 3, 1 pr.). La acción era popular, es decir, podía ser
ejercitada por cualquiera, y tenía por objeto el pago de una multa.
- Effusum et deictum
Si desde un edificio se hubiese derramado (effusum) líquido o arrojado
(deictum) un objeto sobre la vía pública, causando un daño, también el
habitante de la casa era declarado responsable y obligado a pagar una
multa a la parte lesionada, cuyo importe era estimado por el juez según
el principio de la equidad y buena fe (D. 9, 3, 5, 6). La acción competía
ante todo al herido, pero al ser popular, también podía ejercitarla
cualquier persona.

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CONCLUSIÓN

 Podemos concluir este trabajo recalcando lo siguientes aspectos como


decir que las garantías de la obligación son medios de tutela y son un
conjunto de facultades y acciones que el ordenamiento jurídico atribuye
al acreedor para exigir su interés en la relación obligatoria. Cuando ese
interés (medios de tutela defensiva) se ha visto insatisfecha total o
parcialmente, o cuando existe el peligro de que la infracción pueda
producirse (medios de tutela preventiva).
 Pondremos de manifiesto las diferencias esenciales y radicales que
distinguen. Perdurablemente a estos pueblos antiguos de las sociedades
modernas. Lo que de ellos tenemos y. Lo que nos han legado. Dándole
un valor fundamental a la Historia, utilizada ésta como herramienta
esencial ya que el Derecho es un fenómeno no solo jurídico sino
también histórico.
 De acuerdo con lo estudiado y además investigado acerca del tema de
las obligaciones en general nos podemos dar cuenta que la mayor parte
de las obligaciones están reguladas y realmente tienen vigencia dentro
de nuestro circulo jurídico.
 Es importante sumergirnos aún más todavía en este tema pues mucho
de esto está totalmente ligado a la carrera (abogado). Es importante que
cada profesional, no importando el ramo al que se dedique, conozca
realmente cuales son las obligaciones que como derecho romano que
conocemos en la actualidad, se tienen en un momento dado al realizar
este tipo de actividades o de actos; así como también saber cuáles son
los derechos que de igual manera se tienen como abogados.

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 Conocer y estudiar esta parte tan importante del derecho romano, es
como un escudo para nosotros, pues estaremos cobijados bajo este
conocimiento y difícilmente alguien que sepa aplicar estos términos se
verá involucrado en problemas de orden legal o en su caso tendrá las
herramientas suficientes para defenderse de la mejor manera posible
ante cualquier inconveniente en el tratado de las actividades que se
regulan mediante obligaciones.

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BIBLIOGRAFÍA

• Derecho privado romano - Antonio Ortega Carrillo de Albornoz


• www.wikipedia.com
• www.oceanomedia.com
• Enciclopedia océano tomo 3
• La guía de Derecho http://derecho.laguia2000.com/derecho-
romano/intercessio#ixzz46lVZzQmn
• Código Civil Comentado; Miguel Ángel Pangrazio
• Derecho de las Obligaciones; Ramón Silva Alonso
• Manual de las obligaciones; Guillermo Borda
• Derecho de las obligaciones II; Pedro N. Cazeaux, Félix A. Trigo Repres
• Leer más: http://www.monografias.com/trabajos87/garantia-
obligaciones/garantia-obligaciones.shtml#ixzz46lyNIT13

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