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EXPLICACION
Artículos 19 - 252 - 289 - 302 - 455 a 465 - 481 y 482 del Código Procesal Penal; artículos
682 a 696 del Código de Procedimiento Penal
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El artículo 252, que enumera los casos en los que procede el sobreseimiento temporal, en su
letra c), refiere el caso en que, cometido un delito, el imputado cae en enajenación mental, de
acuerdo con lo dispuesto en el Título VII del Libro Cuarto, que diremos más adelante.
Las personas comprendidas en este artículo es obligatorio que sean informadas acerca de su
facultad de abstenerse, antes de comenzar cada declaración. Tratándose de las personas
mencionadas en el inciso segundo de este artículo, la declaración se llevará siempre a cabo
en presencia del representante legal o curador.
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En el Libro Tercero, sobre Recursos, no hay normas atinentes al tema en estudio.
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En el Libro Cuarto, del Título VII, Procedimiento para la aplicación exclusiva de medidas
de seguridad es del tenor siguiente:
Artículo 460.- Actuación del Ministerio Público. Si el fiscal hallare mérito para
sobreseer temporal o definitivamente la causa, efectuará la solicitud
respectiva en la oportunidad señalada en el artículo 248, caso en el cual
procederá de acuerdo a las reglas generales.
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En cuanto al artículo 455, en nuestro parecer, salvo que los hechos se muestren
palmariamente, para saber si hay riesgo de que el enajenado atente en contra de sí mismo o
en contra de otras personas, se precisa de un certificado médico.
En lo tocante al artículo 456, las normas supletorias son las de los artículos 166 y siguientes
del Código.
En lo atinente a las medidas de seguridad del artículo 457, queda a criterio del Juez; pero
según la gravedad del caso, el elegir entre internar al enajenado en un establecimiento
psiquiátrico; o entregarlo tanto para su custodia como su tratamiento. Esto significa que la
custodia sin tratamiento, no se puede resolver.
En el caso del artículo 458 del sujeto inimputable por enajenación mental, es obligatorio
requerir el informe psiquiátrico correspondiente y el procedimiento debe suspenderse mientras
no se remita el informe médico del caso. Pero la causa continuará con los demás imputados.
En cuanto al artículo 462 del Código, el Juez de Garantía, una vez formulado el requerimiento
de medidas de seguridad, debe declarar si el sujeto se encuentra en la situación prevista en el
artículo 10 Nº 1º del Código Penal; y si aprecia que los antecedentes no permiten establecer,
con certeza, la inimputabilidad, está obligado a rechazar el requerimiento.
Pero, el Juez, al mismo tiempo, debe disponer que la acusación se formule por el querellante,
para que sostenga los términos que, naturalmente, corresponden al Fiscal, en el caso que el
Juez se opuso al requerimiento de este último.
El artículo 463 establece que no puede haber un mismo proceso ni un mismo procedimiento
en contra de enajenados mentales y de otros que no lo son.
En lo formal, es curiosa la norma que prohíbe, absolutamente, la presencia del enajenado
mental cuando su estado de anormalidad imposibilita la audiencia y en caso de absolución
puede imponer una medida de seguridad al imputado.
Con respecto al artículo 465, del imputado que cae en enajenación mental después de iniciado
el procedimiento, el Juez de Garantía debe "decretar", a petición del Fiscal o de cualquiera de
los intervinientes el sobreseimiento temporal o el sobreseimiento definitivo.
Pero esta norma sólo se aplica cuando no procede la terminación del procedimiento por
cualquiera otra causa.
En este caso, se aplican las normas de los artículos 458 a 464 del Código, transcritos más
arriba.
En cuanto a la ejecución de medidas de seguridad de los artículos 481 y 482, nos remitimos
al texto legal, que no precisa de explicación especial.
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En cuanto a la ejecución de las medidas de seguridad del enajenado y del que cae en
enajenación después de dictada la sentencia, ver la explicación respectiva.
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La explicación que viene a continuación, dice relación con las normas relacionadas con la
enajenación mental de las personas y sus consecuencias en lo procesal penal y, en parte,
también, en lo criminal.
A continuación, transcribimos el Título III del Libro IV completo, con las modificaciones de las
Leyes Nº 19.047 y 19.158.
TITULO III
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"3. Reglas comunes."
"Artículo 688. Para los fines previstos en este Título, se entenderá por
enajenado mental cuya libertad constituye peligro, aquel que como
consecuencia de su enfermedad pueda atentar contra sí mismo o contra
otras personas, según prognosis médico legal."
"Artículo 690. Para adoptar las medidas a que se refiere este título, se
requerirá de un informe del establecimiento donde el procesado hubiere
permanecido internado o privado de libertad durante el proceso, sobre la
anormalidad o normalidad de su comportamiento, informe que se evacuará
oyendo al médico del plantel, si lo hubiere. En todo caso, se exigirá el
dictamen de un perito, por lo menos, sea que haya informado durante la
tramitación de la causa o que lo haga especialmente para la determinación de
la medida aplicable."
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a) la ley separa la situación del que, siendo ya un enajenado mental, comete delito, del caso
en que el procesado que no es enajenado mental, "cae en enajenación".
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b) en caso que no entrañe tal peligro, se le otorgará la libertad sin condiciones. Ejemplo de lo
anterior, es el caso de un sobreseimiento por inocencia o por prescripción gradual de la acción
penal o de la pena.
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Todas las normas siguientes, dicen relación con el procesado (no el inculpado) que, después
de cometido el delito, "se vuelve" loco o demente; o sea, que cometió el delito siendo cuerdo.
b) Si no procede sobreseimiento en favor del enajenado -el que siempre procede en caso de
locura o demencia claros- el Magistrado puede decidir que continúa el procedimiento, teniendo
en consideración, para resolver, la naturaleza del delito y la naturaleza de la enfermedad;
c) Puede, según ello, determinar que no corresponde continuar el procedimiento, en cuyo caso
(la ley no lo dice) dictará sobreseimiento.
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a) Si se ordena seguir el procedimiento, en tal caso, si, en definitiva se dicta absolución según
se dijo al comienzo, se le interna; o se entrega en fianza de custodia y de tratamiento -
normalmente, a la familia- o se le deja en libertad sin cargo, según los casos.
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h) En los demás casos -o sea, cuando no entraña peligro ni la pena probable sería una de
crimen de las dichas, procede entregarle bajo fianza de custodia y tratamiento.
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h) Siempre en caso de enfermedad curable, si la o las penas son otras de crimen o son penas
de simple delito, debe ser entregado "bajo fianza de custodia o tratamiento", como medida de
custodia, en la forma que diremos al comentar el artículo 692.
i) El enfermo condenado que recupera la razón, debe cumplir el saldo de pena que no haya
satisfecho.
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5º El artículo 688, define que la libertad entraña peligro (que la ley llama, también "riesgo") es
el caso del enajenado mental que "pueda" atentar en contra de sí mismo; o en contra de otras
personas.
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b) Tales informes deben contener conclusiones acerca de la salud mental del procesado; o
inculpado, en su caso.
g) Detalle del tratamiento al cual debe ser sometido, sea curable o no lo sea, su enfermedad.
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a) Para adoptar las medidas -internación, entrega bajo fianza de custodia y tratamiento,
entrega a la autoridad sanitaria, continuación de la tramitación del proceso, sobreseimiento
definitivo o temporal, tratamiento del mal, libertad, cumplimiento o incumplimiento de la pena
que se imponga, internación- el Juez tiene la obligación de requerir un informe del
establecimiento en que el procesado ha estado "internado" y del establecimiento -cárcel- en
que ha estado privado de la libertad.
e) El perito que informó durante la tramitación del proceso, puede ser el mismo que evacue un
informe especial, para resolver acerca de la medida aplicable.
f) No sabemos si la voluntad del legislador es de que los peritos deban ser, necesariamente,
Médicos -los Psiquiatras, en Chile, siempre lo son- o si pueden ser Sicólogos, Profesionales
Universitarios Titulados. Nuestra opinión es que, sin perjuicio de la intervención obligatoria del
Doctor en Medicina, ya referida, en lo demás, un Sicólogo está capacitado -a veces, mejor que
un Médico no especialista- para calificar la enfermedad y todas las circunstancias ordenadas
por la ley.
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b) El Juez fija la forma y las condiciones acerca de cómo se debe cumplir tal medida. Esto
significa que, por sobre la reglamentación del establecimiento, está la voluntad y las
resoluciones del Magistrado.
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a) La entrega se hace a su familia -padre, madre, hijo, tío, sobrino, abuelo, etc.- o a su
guardador -curador- o a alguna institución de beneficencia, de socorro o de caridad; sea
pública o privada (particular).
d) Además, el Magistrado debe controlar que se realice el tratamiento médico. Puede exigir, al
respecto, informes profesionales -informaciones- periódicos.
e) Además, puede exigir fianza -de las personas o de las instituciones o establecimientos- de
que las condiciones ordenadas serán cumplidas.
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a) La medida de seguridad llamada "internación" sólo podrá durar mientras subsistan las
condiciones que la hicieron necesaria. Así, por ejemplo, cesa cuando un miembro de la familia
o el curador, es aceptado para "custodia y tratamiento" del enfermo. Lo mismo, en el caso en
que el enfermo se cura de su mal mental. Lo propio, si la custodia es en un establecimiento
legal para tales fines.
b) Tal medida no puede durar más que el tiempo equivalente a la condena restrictiva o
privativa de la libertad determinada en la sentencia.
c) Lo propio, en el caso que el enfermo cumpla, efectivamente, el tiempo que corresponde a la
pena mínima probable, período que debe ser señalado por el Juez, en su sentencia.
d) Se define "la pena mínima probable", para estos efectos, el castigo de restricción o
privación de la libertad personal, aquel que la ley prescribe para el delito o los delitos por los
cuales se ha procesado o se ha acusado al procesado. Esta distinción entre "procesado" y
"acusado", entendemos que, ordinariamente no sucede, desde que, para dictar sentencia, es
necesario tanto el procesamiento (encargatoria de procesado), como la acusación. En
consecuencia, debe referirse a los casos en que no hay procesamiento (como en el delito de
conducir en estado de ebriedad sin causar lesiones; o provocando lesiones leves). Lo mismo,
en los delitos-faltas; pero, en el primer caso, no hay, tampoco, acusación; y en el segundo, no
se aplican las normas de los enajenados, que sólo tienen vigencia en relación con crímenes y
con simples delitos.
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11º El texto de la norma del artículo 694 del Código Procesal Penal, determina que termina
todo control sobre el enfermo, cuando se le entrega, definitivamente, a la autoridad sanitaria.
En tal caso, cesa la responsabilidad de las autoridades penitenciarias sobre la persona del
enajenado.
b) Queda prohibido, desde tal orden de entrega definitiva a la autoridad sanitaria, a todo
establecimiento penal o penitenciario, hacer permanecer, al enajenado, en cualquiera cárcel.
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13º Según el último artículo y último del Código de Procedimiento Penal, 696, hace concluir
que es obligación de los Fiscales de las Cortes de Apelaciones del país (Cortes que son 17)
inspeccionar, periódicamente, tanto los establecimientos especiales de tratamiento de
enajenados, como de las cárceles, en donde estuvieren internados los enfermos de tal clase.
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Con todo, tratándose de informaciones o documentos que en virtud de la ley tuvieren carácter
secreto, el requerimiento se atenderá observando las prescripciones de la ley respectiva, si las
hubiere, y, en caso contrario, adoptándose las precauciones que aseguraren que la
información no será divulgada.
Si la razón invocada por la autoridad requerida para no enviar los antecedentes solicitados
fuere que su publicidad pudiere afectar la seguridad nacional, la cuestión deberá ser resuelta
por la Corte Suprema.
Aun cuando la Corte llamada a resolver la controversia rechazare el requerimiento del fiscal,
por compartir el juicio de la autoridad a la que se hubieren requerido los antecedentes, podrá
ordenar que se suministren al Ministerio Público o al tribunal los datos que le parecieren
necesarios para la adopción de decisiones relativas a la investigación o para el
pronunciamiento de resoluciones judiciales.
Las resoluciones que los ministros de Corte pronunciaren para resolver estas materias no los
inhabilitarán para conocer, en su caso, los recursos que se dedujeren en la causa de que se
tratare.
a) Cuando para el juzgamiento criminal se requiriere la resolución previa de una cuestión civil,
de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 171;
Artículo 289.- Publicidad de la audiencia del juicio oral. La audiencia del juicio oral será
pública, pero el tribunal podrá disponer, a petición de parte y por resolución fundada, una o
más de las siguientes medidas, cuando considerare que ellas resultan necesarias para
proteger la intimidad, el honor o la seguridad de cualquier persona que debiere tomar parte en
el juicio o para evitar la divulgación de un secreto protegido por la ley:
b) Impedir el acceso del público en general u ordenar su salida para la práctica de pruebas
específicas, y
c) Prohibir al fiscal, a los demás intervinientes y a sus abogados que entreguen información o
formulen declaraciones a los medios de comunicación social durante el desarrollo del juicio.
Los medios de comunicación social podrán fotografiar, filmar o transmitir alguna parte de la
audiencia que el tribunal determinare, salvo que las partes se opusieren a ello. Si sólo alguno
de los intervinientes se opusiere, el tribunal resolverá.
Artículo 302.- Facultad de no declarar por motivos personales. No estarán obligados a declarar
el cónyuge o el conviviente del imputado, sus ascendientes o descendientes, sus parientes
colaterales hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad, su pupilo o su guardador, su
adoptante o adoptado.
Las personas comprendidas en este artículo deberán ser informadas acerca de su facultad de
abstenerse, antes de comenzar cada declaración. El testigo podrá retractar en cualquier
momento el consentimiento que hubiere dado para prestar su declaración. Tratándose de las
personas mencionadas en el inciso segundo de este artículo, la declaración se llevará siempre
a cabo en presencia del representante legal o curador.
Artículo 481.- Duración y control de las medidas de seguridad. Las medidas de seguridad
impuestas al enajenado mental sólo podrán durar mientras subsistieren las condiciones que
las hubieren hecho necesarias, y en ningún caso podrán extenderse más allá de la sanción
restrictiva o privativa de libertad que hubiere podido imponérsele o del tiempo que
correspondiere a la pena mínima probable, el que será señalado por el tribunal en su fallo.
Se entiende por pena mínima probable, para estos efectos, el tiempo mínimo de privación o
restricción de libertad que la ley prescribiere para el delito o delitos por los cuales se hubiere
dirigido el procedimiento en contra del sujeto enajenado mental, formalizado la investigación o
acusado, según correspondiere.
El juez de garantía, con el solo mérito de los antecedentes que se le proporcionaren, adoptará
de inmediato las providencias que fueren urgentes, y citará a una audiencia al Ministerio
Público y al representante legal del enajenado mental, sin perjuicio de recabar cualquier
informe que estimare necesario, para decidir la continuación o cesación de la medida, o la
modificación de las condiciones de aquélla o del establecimiento en el cual se llevare a efecto.
Artículo 482.- Condenado que cae en enajenación mental. Si después de dictada la sentencia,
el condenado cayere en enajenación mental, el tribunal, oyendo al fiscal y al defensor, dictará
una resolución fundada declarando que no se deberá cumplir la sanción restrictiva o privativa
de libertad y dispondrá, según el caso, la medida de seguridad que correspondiere. El tribunal
velará por el inmediato cumplimiento de su resolución. En lo demás, regirán las disposiciones
de este Párrafo.
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