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Qué es la inclusión?

Muchas veces utilizamos el concepto de inclusión como una mera “suma” o “adición” de alguien o algo, cuando en realidad es una idea que
abarca aspectos sociales bastante más profundos.
El principal pilar de la inclusión es el reconocimiento de que todas las personas tienen habilidades y potencialidades propias, distintas a las
de los demás, por lo que las distintas necesidades exigen respuestas diversas o diferentes. La inclusión busca que se fomente y garantice que toda
persona sea “parte de” y que no permanezca “separado de”. Inclusión, por lo tanto, significa que los sistemas establecidos proveerán acceso y
participación reciproca; y que el individuo con discapacidad y su familia tengan la posibilidad de participar en igualdad de condiciones.
Según la UNESCO, la inclusión es un enfoque que responde positivamente a la diversidad de las personas y a las diferencias individuales,
entendiendo que la diversidad no es un problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad, a través de la activa participación en la
vida familiar, en la educación, en el trabajo y en general en todos los procesos sociales, culturales y en las comunidades.
Entonces, ¿qué nos permite la inclusión?
 Disfrutar de un mundo más equitativo y respetuoso frente a las diferencias.
 Beneficiar a todas las personas sin perjuicio de sus características, es decir, sin etiquetar ni excluir.
 Proporcionar un acceso equitativo, revisando procesos constantemente y valorando el aporte de cada persona a la sociedad.
 NCLUSIÓN SOCIAL
 “LA POBLACIÓN CON DISCAPACIDAD, INTERACCIÓN, CULTURA Y ESTRUCTURA SOCIAL

En el presente escrito, pretendemos llevar al lector por los distintos elementos que unidos forman parte activa gracias a su impacto o incidencia para que
las personas en situación de discapacidad, puedan autogenerar sus propios conceptos e iniciativas que le impulsen a recorrer el camino de la inclusión ya
sea esta educativa, social, laboral o en cualquier espacio social conocido para el hombre, para ello entonces, hemos de partir de los conceptos de cultura y
sociedad como estructura y su interacción con los elementos que hacen del hombre un ser socialmente aceptado y participativo de todo aquello que ocurre
en su contexto.

Ahora bien, hemos de entender cultura como el resultado del devenir histórico de la humanidad que da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí
mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los
valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en
cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.

¿Pero y que es entonces una estructura social propiamente dicha? Hemos de entender este concepto basándonos en que es definido como equivalente a
sistema social o a organización social, una población con una organización y una tecnología, que vive y se desarrolla en un medio ambiente. Se puede
definir ahora el sistema, como está establecida de hecho esa sociedad, llenándola de contenidos, que interactúan por las redes de la estructura, usando
cualquier tabla: cultura como lenguaje, arte, religión, etc., valores como gobierno, propiedad, estratificación, familia, grupos, etc., completando así su
identificación e identidad y mejorando su entendimiento.

Queda implícito en estos dos conceptos entonces que la cultura y la estructura social están directamente relacionados, que interactúan y que nos brindan
todos los elementos para que los seres humanos podamos subsistir, que podamos, nacer, crecer, reproducirnos y morir, tal como está estipulado en el ciclo
vital del hombre, sin embargo este ciclo no es posible desarrollarse si no se cuenta con cada uno de los miembros de la sociedad que aporta su grano de
arena día a día para que unos y otros podamos estar dentro de un grupo comunitario, de una sociedad y formar parte de la estructura.

Pero bien, adentrándonos en el tema que nos llevó a hacer este texto en relación con las personas en situación de discapacidad, es menester anotar que
como miembros de una estructura social, con elementos propios de alguna cultura por desarrollada que esta sea o no, cada uno de los miembros de la
sociedad deberá asumir el papel que le ha correspondido en esa gran estructura y que de ello dependerá que el ciclo vital y la posibilidad real de subsistir
tenga un feliz término.

Reflexionemos un poco entonces sobre las personas con discapacidad como parte de una estructura social que interactúan culturalmente con muchas mas
personas pero para las que llegar a sentirse parte activa y tenida en cuenta, resulta mucho mas complejo de lo que parece en la introducción del presente
escrito; para las personas con algún tipo de discapacidad, históricamente sus voces no han sido escuchadas, sus ojos no han podido ver lo que tienen en
frente, sus mentes no podrán entender lo que el sistema no les permite hacer o no y sus cuerpos no les dejarán alcanzar las metas que estructural y
físicamente no están pensadas para que ellos puedan usarlas y apropiarlas, sin embargo es justo decir que si bien las personas con discapacidad han tenido
que padecer durante muchos años a través de la historia el ser discriminadas, marginadas y relegadas a un segundo y hasta tercer escalón social por su
condición física, cognitiva o sensorial y que la población que les rodea ha tenido mucho que ver en esto generando ideas transmitidas de una cultura a otra
como la que decía que cuando un Niño con discapacidad llegaba al seno del hogar era porque alguno de los miembros del mismo había cometido algún
pecado y se llegaba a pensar entonces en la idea de sacrificar al hijo malforme como pago justo por los pecados cometidos.

Por fortuna con el pasar del tiempo y la aparición de diversas organizaciones de orden mundial preocupadas por los derechos humanos y la defensa de la
población vulnerable como la Organización de las Naciones Unidas ONU y algunas Organizaciones No Gubernamentales que iniciaron la tarea de preservar la
vida del hombre sin importar raza, credo, filiación política, condición económica o física, la concepción que se tiene de la persona con discapacidad ha
venido cambiando y se gestan movimientos sociales que en torno a la realidad de saber que tener discapacidad es algo mas frecuente de lo imaginado
dadas las guerras, condiciones de extrema pobreza, las condiciones de salud y sanitarias que se viven en algunas regiones del planeta y que cada vez mas,
es necesario que este grupo de la estructura social pudiera formar parte activa de los elementos culturales a que todo el mundo habría podido acceder
luchando por brindar garantías para que ello fuera posible. Podríamos comparar este movimiento con el de la liberación femenina de mediados de 1900
cuando la mujer empieza a luchar a brazo partido para que sea tenida en cuenta inicialmente como parte de la democracia, luego para estudiar, trabajar
y lograr ocupar puestos y espacios que habían sido propiedad exclusiva de los hombres, así mismo, los discapacitados, representados por líderes con y sin
discapacidad, inician el camino para tomarse los distintos espacios de la cultura de sus pueblos, de los contextos en los que la comunidad se ha movido,
pero en la dinámica de los gobiernos, entidades, y distintos ámbitos sociales, en la que se requiere una participación constante de todos y todas en la
búsqueda de políticas que lleven a que las oportunidades generadas sean reales y permanentes, se considera necesario que los discapacitados se apropien
cada vez mas de sus procesos, que sean ellos quienes jalonen los grandes cambios para que la percepción que se tiene de las personas en situación de
discapacidad se torne distinta y así se pueda acceder a la rehabilitación, el estudio, el trabajo, constituir una familia y tener una vida independiente
apelando eso si a la capacidad de gestión a cuidar y luchar por sus intereses y los de aquellos que como el, pueden requerir alguna necesidad especial dada
su condición física, cognitiva o sensorial.

Exhortamos entonces a todos y todas aquellas personas con discapacidad a que se apropien de su realidad, que asuman un papel activo que les permita ser
lo que deseen ser, buscando, generando ideas mas que criticando y teniendo puntos de vista constructivos mas que destructivos, uniéndose a otros
individuos con y sin discapacidad para gestionar recursos no solo económicos si no también intelectuales mas que luchando autónomamente por sus
intereses personales, preservando sus derechos como los de los demás, mas que pretendiendo hacer valer los suyos y vulnerando los de los demás.
Hernán Andrés Villegas Ángel

Las personas con discapacidad y la inclusión en el Perú


PUBLICADO: 2012-12-03

Este año se aprobó en el Perú la nueva Ley General de las Personas con Discapacidad. Entre otras medidas, la ley apuntaba a la ampliación de la cuota del
empleo en las empresas públicas a 5% (anteriormente era solo del 3%) y la Dirección Nacional de Accesibilidad en el ministerio de Vivienda y Construcción. La nueva
norma, pese a contar con gran aprobación en el congreso, donde se aprobó con 106 votos a favor y cero abstenciones, fue observada por el Ejecutivo.
"Una de las observaciones que hicieron al proyecto fue su desacuerdo con las cuotas laborales para las personas con discapacidad en el sector privado (...)
señalan textualmente que la nueva ley debe restringirse a las acciones del gobierno y no a la empresa privada"
Cada 3 de diciembre, el día internacional de las personas con discapacidad buscar recordar anualmente que la problemática social que afecta a ciudadanos
discapacitados nos concierne a todos nosotros como sociedad y no solo a aquellos afectados directamente. Es así como la fecha representa un llamado a que todos nos
preocupemos por vigilar la inclusión de los estudiantes con discapacidad en el sistema general de educación, el acceso igual a la capacitaciónprofesional, empleo
y atención médica.
Del mismo modo, un día como éste busca recordar que discapacidad no es incapacidad y que la discriminación a las personas discapacitadas es también un
obstáculo para la inclusión social.
Cabe recordar que el 11% de hogares peruanos tiene algún miembro con discapacidad y actualmente existen poco más de 250 personas con discapacidad que
siguen carreras universitarias o de educación superior. Asimismo, solo 350 gobiernos locales, de más de 1,800 que hay en el país, cuentan con una Oficina Municipal de
Atención a la Persona con Discapacidad.

¿Qué dice la ley sobre la inclusión laboral sobre las personas con discapacidad?

La Ley N° 29973 o Ley General de la Persona Con Discapacidad busca impulsar el acceso a personas con discapacidad a puestos de trabajo dignos y con
condiciones laborales adecuadas, saludables y seguras.

En este sentido, la cuota de empleo dispone que, obligatoriamente, los empleadores privados que cuentan con más de 50 personas a su cargo, tengan una cantidad
de trabajadores con discapacidad equivalente a no menos de tres por ciento de su personal general.

Esta cifra cambia cuando se trata del sector público, donde el porcentaje asciende a hasta el cinco por ciento de los empleados generales.

Ante esta realidad, Laborum y Grupo Fundaes organizan una campaña online "Mi capacidad para destacar", que busca promover y apoyar esta inclusión social, así
como concientizar a las empresas acerca de la importancia de llevar a cabo este proceso de inserción de manera responsable y sostenible. Por ello, el encuentro digital
contará con más de 500 vacante de empleo que se podrán conocer en www.xpolaborum.com/micapacidad.
Yann VERHEYE ASALDE

La Discapacidad y los derechos de las personas con discapacidad en el ordenamiento jurídico

"Más que la falta de recursos, son las actitudes las que a menudo obstaculizan el ejercicio de los derechos de las personas con
discapacidades".
Louise Arbour
Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos
SUMARIO:

A través del presente artículo, el autor desarrolla una serie de consideraciones en torno a los conceptos, clases, barreras y modelos de
tratamiento de las personas con discapacidad partiendo del análisis del ordenamiento jurídico internacional y nacional para luego centrarse en los
derechos que, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, reconoce a este grupo vulnerable con un afán eminentemente
propedéutico antes que académico.

ÍNDICE:

1. Introducción. 2. Conceptos de la Discapacidad y su clasificación. 3. Barreras que afrontan las personas con discapacidad. 4. Modelos de
tratamiento de la discapacidad. 5. Evolución de los derechos de las personas con discapacidad. 6. Conclusiones. 7. Notas de citas. 8. Bibliografía. 9.
Fuentes Electrónicas.

MARCO LEGAL:

La Declaración de los Derechos del Retrasado Mental, La Declaración de los Derechos de los Impedidos, Normas Uniformes sobre la
Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad, Programa de Acción Mundial para las Personas con Discapacidad, La Convención
Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad, Convención sobre los Derechos de
las Personas con Discapacidad, Constitución Política del Perú de 1993 y Ley General de la Persona con Discapacidad.

1.- INTRODUCCIÓN:

Actualmente, la discapacidad, como concepto, es entendida como el resultado de la interacción entre las personas que adolecen de
alguna deficiencia (física, sensorial y/o mental) y las barreras (sociales, urbano arquitectónicas, económicas y culturales) que impiden su
participación social en igualdad de condiciones de manera eficiente y eficaz respecto de las demás personas (1).

Sin embargo, sea cual sea la conceptualización que sobre la discapacidad adoptemos, no debemos de dejar de lado la fuerte influencia
que sobre ella tiene la idiosincrasia con la que cada cultura no sólo la estigmatiza (colocándola dentro de categorías relacionadas a una
enfermedad o al resultado de un acontecimiento funesto de la naturaleza o, peor aún, al concebirla como una forma de maldición) sino que,
también, viene precedida de un conjunto de prácticas y actitudes discriminatorias incorporadas a la dinámica social diaria dando lugar a la
afectación de un concurso de derechos fundamentales; es decir, “las numerosas dificultades con las que tropiezan las personas con discapacidad
tienen su raíz en la valoración que el conjunto de la sociedad hace de la discapacidad, siendo así que para el sentido común es malo, feo o
anormal ser sordo/a o ciego/a”(2).

Por ello, el presente trabajo pretende mostrar aspectos conceptuales relativos a la discapacidad, su clasificación y tratamiento para
luego mostrar las barreras sociales a las que se enfrentan este grupo vulnerable personas para finalmente arribar al conocimiento de sus derechos
que diariamente son vulnerados en forma sistemática en los diversos estamentos de la administración pública y el sector privado debido a la falta
de conocimientos sobre el tema y por la insuficiencia o ineficacia de los mecanismos legales tendientes a su tutela. Se ha eliminado los pies de
página, para colocarlos en el ítem 7. del presente trabajo a fin de favorecer la rápida y comprensiva lectura de los contenidos expuestos en él.

2.- CONCEPTOS SOBRE LA DISCAPACIDAD Y SU CLASIFICACIÓN:

2.1. CONCEPTO:
La Defensoría del Pueblo, ha señalado que “la defensa, protección y promoción de los derechos de las personas con
discapacidad está determinada por la definición que se tenga del término de “discapacidad”.


Abogado egresado de la Universidad Nacional “Santiago Antúnez de Mayolo”. Fiscal Adjunto (P) Superior Civil del
Distrito Judicial de Lima. Maestrista en Derecho Constitucional y Derechos Humanos en la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos. Docente de la Universidad Asociación Privada San Juan Bautista – Lima Norte.
Por ello, no es gratuito que muchas de las normas tanto nacionales como internacionales empiecen con la definición del
término (3) Así,

2.1.1. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, define a la discapacidad
dentro de un concepto evolucionista como producto de la interacción entre las personas con deficiencias y las barreras
generadas por la actitud y al entorno que evitan su participación social plena y efectiva en igualdad de condiciones (4);
incluyendo, dentro de ella, a todas aquellas personas que “tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a
largo plazo (5).

2.1.2. Convención Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Personas
con Discapacidad, prescribe que la discapacidad significa una deficiencia física, mental o sensorial, ya sea de naturaleza
permanente o temporal, que limita la capacidad de ejercer una o mas actividades esenciales de la vida diaria, que puede ser
causada o agravada por el entorno económico y social (6).

2.1.3. Constitución Política del Perú de 1993 si bien no utiliza el término “discapacidad”, si la conceptualiza -refiriéndose a
la persona incapacitada- como una deficiencia física o mental, reconociéndole a esta el derecho a su dignidad y a un régimen
legal de protección, atención, readaptación y seguridad (7).

2.1.4. La Ley General de la Persona con Discapacidad, define a la discapacidad como “una más deficiencias evidenciadas
con la pérdida significativa de alguna o algunas de sus funciones físicas, mentales o sensoriales, que impliquen la
disminución o ausencia de la capacidad de realizar una actividad dentro de formas o márgenes considerados normales,
limitándola en el desempeño de un rol, función o ejercicio de actividades y oportunidades para participar equitativamente
dentro de la sociedad” (8).

2.2. CLASIFICACION DE LA DISCAPACIDAD:


Del análisis de los diversos instrumentos normativos citados en el presente trabajo, se puede identificar tres clases de discapacidad a las que se encuentran
sujetas las personas de manera permanente. A saber:

2.2.1. La Discapacidad Física o Funcional: es la atrofia total o parcial de los miembros inferiores o superiores o ambos que ocasiona que una persona se
movilice en forma restringida con “ayudas biomecánicas (9)”(10) y cuyas principales causas son atribuidas a “factores congénitos, hereditarios,
cromosómicos, por accidentes o enfermedades degenerativas, neuromusculares, infecciosas o metabólicas (11), entre otras.

2.2.2. La Discapacidad Sensorial o Emocional: está asociada a la disminución de algunos sentidos relacionados principalmente a la audición y a la visión
generando el empleo de “medios aumentativos o alternativos de comunicación”; los cuales incluyen la tecnología de la información y las comunicaciones
de fácil acceso conforme con la definición de “la comunicación” (12) contenida en el segundo párrafo del artículo 2º de la Convención diferenciándose de la
definición del “lenguaje” (13).

2.2.3. La Discapacidad Mental: también denominada “discapacidad cognitiva” (14), consiste en la disminución de las habilidades intelectuales del individuo y
entre las que se encuentran el Autismo, el Síndrome de Down, el Síndrome de Asperger y el Retraso Mental; es decir, ello se traduce, en la dificultad para
adquirir conocimientos; incluyéndose, dentro de ésta clasificación, “las personas con enfermedades mentales o desórdenes de conducta y/o interrelación
social (esquizofrenia, depresión profunda, psicosis, etc)”(15).

3.- BARRERAS QUE AFRONTAN LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD:

La discapacidad, al ser vista como manifestación de una limitación individual de orden funcional, emocional o cognitiva producida en un determinado contexto
social, no sólo ahonda la brecha ya existente entre las capacidades de la persona (condicionadas en parte por su salud) y las demandas del medio (físico,
social, laboral). Es decir, se vincula más con la función social que con la función orgánica (a la que se asocian la patología y la deficiencia) y cuya dificultad
obliga a la persona que las padece utilizar diversos dispositivos o, simplemente, solicite la ayuda de otra persona para poder realizar sus actividades
(dependencia) (16).

En ese sentido, los estados parte de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, han observado “con preocupación que, pese a
os los instrumentos y actividades, las personas con discapacidad siguen encontrando barreras para participar con las demás en la vida social y que se siguen
nerando sus derechos humanos en todas las partes del mundo” (17).

Así, de lo antes expresado podemos identificar y clasificar las barreras que afectan a las personas con discapacidad de la siguiente
manera:

3.1. Barreras o restricciones sociales: Son todas aquellas que obstaculizan su interacción e incorporación -en igualdad de oportunidades- en los
espacios sociales de participación y toma de decisiones; los cuales pueden ir desde las organizaciones vecinales hasta el campo gubernamental.
3.2.Barreras o restricciones físico-urbanas y arquitectónicas: impiden u obstaculizan el libre desenvolvimiento y/o circulación de las personas con
discapacidad en condiciones dignas y seguras dentro y fuera de las edificaciones e infraestructura de las ciudades limitando y/o evitando su acceso a
bienes y servicios.

3.3. Barreras o restricciones económicas: excluyen a las personas con discapacidad de las oportunidades de acceso al empleo y, por ende, del
progreso económico impidiendo el ejercicio y desarrollo de sus capacidades y habilidades así como restan riqueza productiva a su seno familiar al
sumergirse en un estado de permanente dependencia.

3.4. Barreras o restricciones culturales: dificultan o impiden su acceso a la información, al conocimiento y a los acontecimientos sociales y culturales
impidiéndoles no solo ser receptores y generadores de sus manifestaciones sino también las priva de conocer, ejercer y defender sus derechos debido
a la falta o insuficiencia de los “lenguajes alternativos”.

Pese a que, las barreras detalladas líneas arriba, aparentemente muestran un panorama desalentador para las personas con discapacidad debido al
incremento del costo social para superarlas, ello no es óbice para que se les reconozca el valor de sus contribuciones realizadas y por realizar en pro
del bienestar general y de la diversidad de sus comunidades; las cuales, dentro de un marco de promoción y pleno goce de los derechos y libertades
fundamentales así como de su plena participación, tendrán como resultado un mayor sentido de pertenencia y avances significativos en el desarrollo
económico, social y humano de su sociedad y en la erradicación de la pobreza (18).

4.- MODELOS DE TRATAMIENTO DE LA DISCAPACIDAD:

A lo largo de la historia de la humanidad la discapacidad ha sido enfocada de diversas maneras. Según Alberto Vásquez (19), son tres los modelos de
tratamiento de la discapacidad a saber:

4.1. El Modelo de Prescindencia: que, al encuadrar a la discapacidad en razones o motivos de orden místico-religioso, la persona con discapacidad
es considerada una carga social objeto de lástima y humillación en sus relaciones interpersonales y sociales que la posicionan en un status inferior al
de los demás miembros. Este modelo propugna la prescindencia de las personas con discapacidad a través de políticas eugenésicas o marginándolas
de la vida social dando origen a dos sub modelos (eugenésico y de marginación).

Una clara muestra de ello es que, desde los tiempos de Grecia Clásica hasta incluso el mismo siglo XX, la discapacidad fue abordada a través del
exterminio de las personas con discapacidad mediante la expedición de leyes referidas a la eutanasia y, con más énfasis, durante la Segunda Guerra
Mundial, a través de experimentos en los campos de concentración.

4.2.El Modelo Asistencialista-rehabilitador o Médico: es aquel que sitúa a la persona con discapacidad dentro de la categoría de “discapacidad
científica” (ocasionada por enfermedades, accidentes o condiciones deficientes de salud); y que, al ser factible su rehabilitación por expertos, busca la
normalización de la persona ocultando sus diferencias respecto de las que no las tienen. Las personas con discapacidad son objeto de políticas
proteccionistas a través del dictado de una legislación y programas especiales que tienen como herramientas esenciales a la educación especial, la
rehabilitación, los servicios especiales y la seguridad social.

Este modelo no consideraba a las personas con discapacidad como sujetos de derechos ya que la visión proteccionista postula que esta no es
susceptible de tomar decisiones por si mismas debiendo, su voluntad, ser sustituida por la de un tercero quien decida que es lo que mas le conviene al
amparo de la búsqueda de su bienestar.

4.3. El Modelo Social o de Vida Independiente: es aquel que parte de la idea que los problemas que giran entorno a las personas con discapacidad
se encuentran en la sociedad la cual debe ser rehabilitada o normalizada a través de la eliminación de cualquier barrera sea física o social y cuyo
objetivo radica en la inclusión de éstas en igualdad de oportunidades respecto de las demás. La persona con discapacidad deja de ser objeto de
protección estatal a través de políticas asistencialistas o paternalistas ya que se resalta su dignidad, igualdad y su libertad.

Este modelo es el fruto de las propuestas efectuadas por los movimientos de las personas con discapacidad quienes, buscando ser actores de su
propia vida, participaron en los espacios de toma de decisiones sobre aspectos que le competen; logrando que, este modelo, sea adoptado en la
Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

5.- EVOLUCIÓN DE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD:

5.1. EVOLUCION DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD:

Siguiendo a Rodrigo Jiménez (20), hemos podido clasificar las diferentes etapas de la evolución de los derechos de las personas con discapacidad en
tres momentos; los cuales coinciden con cada uno de los modelos de tratamiento o abordaje de la discapacidad anteriormente desarrollados. Así,
tenemos:

5.1.1. La Etapa de la Generalidad de los Derechos Humanos:


En los que no se distingue los beneficiarios de los derechos humanos pues su titularidad recae en todos los seres humanos en condición de igualdad
pero que devino, posteriormente, en una desigualdad para aquellas pertenecientes a grupos específicos, entre los que figuran las personas con
discapacidad.

5.1.2.La Etapa de la Especificidad de los Derechos Humanos:


Algunos sectores de la población, como los grupos de las mujeres, marcaron la pauta en la lucha por el reconocimiento de aquellos derechos que eran
objeto de menoscabo reclamando adecuaciones a su especificidad dentro de un marco de igualdad para garantizar su plena satisfacción logrando
plasmarlos en convenios internacionales de carácter vinculante y obligatorio para los estados.

5.1.3. La Etapa del Desarrollo de Mecanismos de Exigibilidad:


Momento actual, en el que se desarrollan mecanismos de exigibilidad de los derechos fundamentales, facultades y obligaciones contenidas en los
convenios internacionales.

5.2. ANTECEDENTES NORMATIVOS DE CARÁCTER INTERNACIONAL:

Según, Rodrigo Jiménez (21), gran parte de los instrumentos internacionales en materia de discapacidad se enmarcan dentro de los modelos de tutela
y no necesariamente de titularidad. Sin embargo, reviste gran valor el progreso de estos derechos. Así, como antecedentes a la Convención, podemos
citar los siguientes instrumentos internacionales:

5.2.1. La Declaración de los Derechos del Retrasado Mental: Expedida en 1971, la cual constituyó un salto cualitativo muy importante debido a que
ésta, si bien insiste en una actitud proteccionista hacia la persona minusválida o “persona física y mentalmente desfavorecida”, le exige al Estado
asegurarle su bienestar y su rehabilitación; sin embargo, este grupo de personas, no contaba con el reconocimiento de un papel activo dentro de la
sociedad.

5.2.2. La Declaración de los Derechos de los Impedidos: Expedida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 1975; la cual
establece principios no vinculantes que marcan un cambio en la terminología empleada señalando la necesidad de la prevención de la
discapacidad física y mental a través del diseño de actitudes de fomento- en la medida de lo posible y dentro de los límites del sesgo
proteccionista del Estado- para su incorporación y participación en la dinámica social guardando, sin embargo, silencio respecto de la forma de su
procedencia; así como, postula que las necesidades de los impedidos deben tenerse en cuenta en todas las etapas de la planificación económica
y social como aporte al proceso evolutivo de los derechos humanos de las personas con discapacidad.

5.2.3. Programa de Acción Mundial para las Personas con Discapacidad:


Elaborado en 1982 y aprobado el 03 de diciembre de 1982 por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, marca la
diferenciación entre los modelos asistencialistas o rehabilitadores y los modelos de vida independiente o de igualdad de oportunidades, al
establecer principios para el desarrollo de lo que hoy en día se consideran derechos humanos de las personas con discapacidad en donde la
discapacidad supera la individualidad y se incorpora, como elemento invalidante causante de discriminación y marginación, al entorno físico que
restringe el pleno desarrollo de los derechos de este grupo vulnerable.

Así, este instrumento exhorta a los Estados a promover medidas nacionales e


internacionales para la prevención de la discapacidad; así como para su rehabilitación y plena participación de las personas con discapacidad en
la vida social (22) demandando la adopción de medidas urgentes para el reconocimiento de la igualdad de oportunidades para ellas,
independientemente del grado de desarrollo de los Estados.

Por ello, al entenderse la discapacidad como un proceso en el que se requiere


la plena participación social, especialmente de las organizaciones de personas con discapacidad, dicho dispositivo insta a que se brinde
asistencia de diversas maneras a sus gremios a fin de coadyuvar a que estos formulen sus necesidades en atención a los tipos de discapacidad y
a la diversidad de la misma en grupos especiales (mujer, niños/as y adultos) para sugerir soluciones mediante la proporción de servicios
complementarios.

En conclusión, el Programa Mundial consagra el principio de concentrarse en la


capacidad de la persona no en la limitación (23) marcando la pauta de abordaje de la discapacidad y que, en materia de derechos fundamentales,
propone la existencia de políticas de reconocimiento de los derechos a la educación en un plano de igualdad de oportunidades situado para ello
dentro del sistema de escolaridad general en la medida que ello sea posible, y, solo excepcionalmente, en los sistemas especiales. Asimismo, en
materia laboral, resalta la importancia de la capacitación y el apoyo en la colocación laboral de las personas con discapacidad exhortando para
ello a los Estados a adoptar las medidas tendientes a promover la oferta de trabajo para ellas (24).

5.2.4. Normas Uniformes sobre la Igualdad de Oportunidades para las Personas


con Discapacidad (1993): Son fruto de diversas conferencias y reuniones llevadas a cabo entre los diferentes Estados miembros de la
Asamblea General de las Naciones Unidas con la participación y opinión de las personas con discapacidad logrando prescribir principios básicos,
entre los que destacan: El Principio de Valoración de la Diversidad, mediante el cual se debe entender que “todas las personas valen como
seres humanos igualmente diferentes; El Principio de Tolerancia y Solidaridad tendientes a romper con el paradigma social; El Principio de
Igualdad, entre otros.

La elaboración de las Normas Uniformes implicó priorizar los derechos que


debían estar contemplados ya que, pese a que a estos pudieran estar contenidos en la legislación, en la práctica no siempre se veían reflejados;
por ello, previamente a su adopción, se investigaron la legislación interna de cada país miembro a fin de determinar la existencia de violaciones a
los derechos de las personas con discapacidad para que estos sean merecedores de condena por la emisión de legislación ofensiva; obligando a
los Estados a implementar esta última para asegurar el cumplimiento de sus preceptos.

En este sentido, se promueve la participación de la organizaciones de las personas con discapacidad en la elaboración de normas y reglamentos
que desarrollen las Normas Uniformes; consignado, además, aspectos vinculados a la cooperación internacional, como una obligación de los
Estados a colaborar en el desarrollo de los derechos de las personas con discapacidad. Sin embargo, al necesitarse de una norma universal
jurídicamente vinculante para asegurar que los derechos de las personas con discapacidad se garanticen en todos lados, éstas, en materia de
igualdad de oportunidades, solo sirvieron de legislación modelo ya que no hay obligaciones que se hagan cumplir sin una convención.

5.2.4. La Convención sobre los derechos de las Personas con Discapacidad: Un comité especial de Naciones Unidas (ONU) aprobó el
borrador de la Convención Internacional para los Derechos de las Personas Discapacitadas y su Protocolo Facultativo el 13 de Diciembre de
2006 en la Sede de las Naciones de Unidades en Nueva York obteniendo 82 firmas de la Convención y 44 del Protocolo, así como una
ratificación de la misma desde que quedó abierta a la firma desde el 30 de marzo de 2007. Cabe resaltar que, nunca una convención de las
Naciones Unidas había reunido un número tan elevado de signatarios en el día de su apertura a la firma. Al tratarse del primer instrumento amplio
de derechos humanos del siglo XXI y la primera convención de derechos humanos que se abre a la firma de las organizaciones regionales de
integración, ésta significa un “cambio paradigmático” de las actitudes y enfoques respecto de las personas con discapacidad (25).

En ese sentido, según la Organización de las Naciones Unidades, la Convención se concibió como un instrumento de derechos humanos con una
dimensión explícita de desarrollo social. En ella se adopta una amplia clasificación de las personas con discapacidad y se reafirma que todas las
personas con todos los tipos de discapacidad deben poder gozar de todos los derechos humanos y libertades fundamentales. Se aclara y precisa
cómo se aplican a las personas con discapacidad todas las categorías de derechos y se indican las esferas en las que es necesario introducir
adaptaciones para que las personas con discapacidad puedan ejercer en forma efectiva sus derechos y las esferas en las que se han vulnerado
esos derechos y en las que debe reforzarse la protección de ellos (26).

Es decir, la convención surgió como un instrumento para que los gobiernos introduzcan cambios en sus legislaciones con el objetivo de mejorar y
promover el acceso a la educación y al empleo de las personas con discapacidad, el acceso a la información y sistemas de salud adecuados así
como a movilizarse sin obstáculos físicos ni sociales, proteger y garantizar el disfrute y la igualdad plena con el resto de personas en áreas como
la participación en la vida pública y en el bienestar social (27); pues, a diferencia de otros grupos vulnerables (v.g. mujeres, niños y niñas), las
personas con discapacidad no contaban con un instrumento jurídicamente vinculante ni con un Comité que velara por la protección de sus
derechos de manera expresa.

Por otro lado, si bien los funcionarios de la ONU y organizaciones de la sociedad civil (que participaron activamente en su elaboración),
esperaban que la Convención entrara en vigor en Setiembre de 2007 en el marco del 62º período de sesiones de la Asamblea General, ello fue
posible recién el 03 de mayo del 2008. Luego de estos pasos surge la necesidad de implementar el seguimiento de los compromisos que asuman
los países, y al mismo tiempo -más allá de la existencia de esta convención- transversalizar estos derechos en otros tratados, vinculándolos
firmemente a las políticas de desarrollo, población y derechos humanos.

En el caso peruano, nuestro país ha ratificado la Convención y su Protocolo Facultativo mediante Decreto Supremo Nº 073-2007-RE, publicado
en el diario oficial “El Peruano”, el 31 de diciembre del 2007.

5.3.- LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD EN LA CONVENCION SOBRE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS
CON DISCAPACIDAD:

El propósito de la convención es promover, proteger y garantizar el disfrute pleno y por igual de todos los
derechos humanos por las personas con discapacidad. Por ello, abarca una cantidad de esferas fundamentales tales como la accesibilidad, la
movilidad personal, la salud, la educación, el empleo, la habilitación y rehabilitación, la participación en la vida política, y la igualdad y la no
discriminación. La Convención marca un cambio en el concepto de discapacidad, pasando de una preocupación en materia de bienestar social a
una cuestión de derechos humanos, que reconoce que las barreras y los prejuicios de la sociedad constituyen en sí mismos una discapacidad
(ONU).

La Convención no crea nuevos derechos a favor de las personas con discapacidad, ya que éstos se encuentran reconocidos en otros tratados
internacionales sobre derechos humanos, solo prohíbe específicamente la discriminación de las personas que conforman este grupo vulnerable
en todos los ámbitos; ello debido a que, en respuesta a lo gaseoso de la plasmación real de sus postulados, este instrumento jurídico
internacional fue concebido con el fin de eliminar los estereotipos respecto de ellos promoviendo su inclusión social por parte de los países
destinatarios.

En razón a ello, los derechos en ella contenidos, deben ser interpretados a la luz de los principios de: Dignidad (respeto de la dignidad inherente,
la autonomía individual, la independencia de las personas, el respeto a la evolución de las facultades de los niños y las niñas con discapacidad y
de su derecho a preservar su identidad); Igualdad y No discriminación (igualdad entre el hombre y la mujer; igualdad de oportunidades; la no
discriminación, y el respeto por la diferencia y la aceptación de las personas con discapacidad como parte de la diversidad y la condición
humanas); e, Inclusión y Accesibilidad Universal (la participación e inclusión plenas y efectivas en la sociedad, y la accesibilidad).

Así, con una finalidad eminentemente enunciativa, la Convención protege cinco tipos de derechos:

1. Derechos de igualdad.- Entre los que se encuentran:


a igualdad y no discriminación (artículo 5º)
a accesibilidad (artículo 9°)
reconocimiento de la capacidad jurídica de las personas con discapacidad (artículo 12º)
acceso a la justicia (artículo 13º)

2. Derechos de protección.- Entre los que podemos citar:


El Derecho a la vida (artículo 10º).
El de no ser objeto de tortura y otros tratos o penas crueles inhumanos o degradantes (artículo 15).
El de protección contra la explotación, la violencia y el abuso (artículo 16°).
El de protección de la integridad personal (artículo 17°).
El respeto de la privacidad (artículo 22°).
El respeto del hogar y la familia (artículo 23°).

3. Derechos de libertad y autonomía personal.- De los que se desprenden:


Libertad y seguridad de la persona (artículo 14°).
Libertad de desplazamiento y nacionalidad (artículo 18°).
Derecho a vivir de forma independiente y a ser incluido en la comunidad (artículo 19).
Movilidad personal (artículo 20°).

4. Derechos de participación:
Libertad de expresión y de opinión y acceso a la información (artículo 21°).
Participación en la vida política y pública (artículo 29°).
Participación en la vida cultural, las actividades recreativas, el esparcimiento y el deporte (artículo 30°).

5. Derechos sociales básicos:


ducación inclusiva y sin discriminación en todos sus niveles (artículo 24°)
alud (artículo 25°).
abilitación y rehabilitación (artículo 26°).
abajo y empleo (artículo 27°)
vel de vida adecuado y promoción social (artículo 28°).

CONCLUSIONES:La discapacidad tanto en el ordenamiento jurídico internacional y nacional ha recibido diferentes denominaciones que hacen alusión a
deficiencias de orden temporal o permanente ya sea física, mental o sensorial que presenta una persona limitándola respecto del medio que la rodea.
La discapacidad puede ser clasificada de tres formas: a) Discapacidad Física o Funcional; b) Discapacidad Sensorial o Emocional; y, c) Discapacidad
Mental o Cognitiva.
Las barreras que afrontan las personas con discapacidad y que restringen que éstas puedan ejercer sus derechos en igualdad de oportunidades, son
aquellas restricciones de orden social, físico-urbanas y arquitectónicas, económicas y culturales.
Los modelos de tratamiento o de abordaje de la discapacidad son tres: a) Modelo de Prescindencia; b) Modelo de Asistencialista-rehabilitador o Médico; y,
c) Modelo Social o de Vida Independiente; de los cuales, este último, es el que se aplica en la actualidad en el entendido que sitúa a la discapacidad como
parte del contenido social y no, como en los otros modelos, en la persona que la padece.
Los antecedentes normativos de carácter internacional de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad lo constituyen la
Declaración de los Derechos del Retrasado Mental (1971); la Declaración de los Derechos de los Impedidos (1975), el Programa de Acción Mundial para
las Personas con Discapacidad (1982) y las Normas Uniformes sobre la Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad (1993).
El propósito de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad es promover, proteger y garantizar el disfrute pleno y por igual de
todos los derechos humanos por las personas con discapacidad; así como, tiene por objeto, marcar un cambio en el concepto de discapacidad, pasando de
una preocupación en materia de bienestar social a una cuestión de derechos humanos.

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